«Unstoppable» de HollySnow
Beteado por PaAndreaBlack
Hermione le dio la contraseña al retrato en voz baja antes de que se abriera. La sala común estaba ocupada por varias personas cuando entró. Saludó a todos mientras subía las escaleras hacia su habitación.
Una vez que cerró la puerta de su dormitorio, se apoyó pesadamente contra ella. Hermione estaba a punto de despegarse cuando alguien tocó a la puerta. Se preguntó quién podría ser y la abrió para encontrar a Draco allí, con un par de pantalones deportivos negros y una camiseta sin mangas verde oscuro.
—Te vi entrar y pensé en comprobar cómo estabas.
Hermione sonrió mientras abría la puerta para dejarlo pasar. A través del umbral vio a Marcus, Adrian, Theo y Blaise. Les hizo un gesto con la mano y se rio mientras ellos corrían hacia su habitación. Hermione dejó la puerta entreabierta para ellos antes de caminar hacia su tocador para sacar su ropa de dormir. Luego fue a su mesita de noche y guardó el archivo antes de cerrar el cajón.
—Voy a cambiarme rápidamente, Draco. Vuelvo enseguida.
—Tómate tu tiempo, nena. Esperaré a los demás. —Él le hizo un gesto con la mano mientras se sentaba en su cama junto a Jasper, quien lo miró fijamente antes de colocar su gran cabeza en el regazo de Draco y volver a quedarse dormido.
Hermione se rio mientras cerraba la puerta del baño para cambiarse. Se puso sus pantalones cortos negros, una camiseta de tirantes negra a juego y unos gruesos calcetines de arcoíris hasta la rodilla. Rápidamente se hizo una trenza francesa en el pelo antes de salir para ver a Draco mirando al vacío. Pensó en lo que Daphne y Pansy le habían dicho antes de la cena mientras se acercaba a él.
—¿Draco?
—¿Hmm? —él giró la cabeza para mirarla.
—Tengo algo que enseñarte.
Draco sonrió.
—Puedes enseñarme lo que quieras, cariño.
Hermione le devolvió una pequeña sonrisa tímida antes de extenderle el brazo izquierdo. Vio su expresión oscurecerse con profunda tristeza y enfado. Él la miró con ojos nerviosos. Ella negó con la cabeza mientras deshacía el hechizo de ocultación para revelar su tatuaje. Los ojos de Draco se abrieron de par en par mientras se inclinaba hacia adelante para tocar su brazo suavemente. Apenas podía sentir cicatrices.
—¿Cómo? —Sus ojos recorrían el precioso tatuaje que ahora tenía en la parte interna del brazo. Le encantaba el cerezo en flor. Leyó las citas chinas que cambiaban. Sonrió al ver lo que hacían.
—Cuando fui a China, el Monje Mago Jefe fue capaz de curarlo todo. Casi todo había desaparecido, salvo algunas cicatrices, porque los cortes eran muy profundos. Me ofreció un tatuaje mágico para cubrirlo si quería.
—Es increíble —dijo mientras su mano continuaba acariciando la parte interna del antebrazo de Hermione. Algunos de los cerezos florecían con su toque. Ambos guardaron silencio durante un largo rato cuando Draco de repente susurró—: Lo siento tanto, Hermione.
Los ojos de Hermione se apartaron de los dedos que la acariciaban para mirar su rostro, ahora afligido.
—Draco…
—¡No! Estoy tan jodidamente arrepentido por lo que te hizo. Yo... Cuando vi que te habían capturado, pensé que iba a perder la cabeza en ese instante. Cuando vi lo que Bellatrix te estaba haciendo, todo mi ser lloraba, mi alma gemía en agonía, y mi magia estaba furiosa. Estaba a punto de lanzarme contra Bellatrix cuando mi madre me agarró de la mano y me estabilizó. Pude controlarme, pero no pude salvarte de ella en absoluto. —Draco la miró con brillantes ojos acuosos plateados—. Lamento mucho no haberte salvado de su locura, cariño —su voz se quebró de agonía.
Hermione se sentó a horcajadas sobre su regazo mientras envolvía ambos brazos alrededor de sus hombros con fuerza. Draco enterró su rostro entre su cuello y su hombro mientras su cuerpo se estremecía de tristeza. La rodeó con ambos brazos, abrazándola con fuerza.
—Nunca te culpé, Draco. Nunca te consideré responsable de lo que sucedió. Nunca lo haré. Por favor, no te culpes por algo sobre lo que no tenías control —Hermione le suplicó mientras pasaba una mano por su pelo rubio platino que le llegaba hasta los hombros.
—Pero al menos podría haber intentado hacer algo.
Hermione negó con la cabeza con firmeza.
—No, Draco. No había nada que pudieras haber hecho. Si lo hubieras hecho, habrías muerto, y eso habría matado algo en mí. Ya éramos amigos en aquel entonces, después de que te unieras a La Orden. Me habría sentido devastada si algo te hubiera pasado. Por favor, corazón, no te culpes por lo que ya pasó. Estoy aquí, estoy a salvo, y estoy contigo y los demás. Sé que ninguno de vosotros dejaría que me pasara algo que pudierais evitar. Bellatrix está muerta, Draco, Voldemort está muerto, la guerra ha terminado, y ganamos. —Levantó su rostro hacia el de ella y suspiró contra sus labios—. Ahora estamos todos juntos. Hagamos nuevos recuerdos juntos, Draco.
Luego le robó el aliento al besarlo hasta perder la noción. Ambos gemían mientras continuaban besándose. Jasper los miró antes de poner los ojos en blanco y saltar de la cama para ir a acostarse en su gran cama para perros junto a la chimenea, que estaba en la habitación de Hermione. Antes de cerrar los ojos, vio entrar a los otros cuatro magos que se estaban convirtiendo en las otras mitades del alma de su bruja. Le gustaba cada uno de ellos, todos aportaban algo diferente a su bruja. Todos la hacían feliz, a diferencia de aquel otro mago pelirrojo inútil. Jasper los observó. Su bruja era feliz, lo que lo hacía feliz a él. Eso era todo lo que le importaba.
Hermione se apartó de su sesión de besos para mirar fijamente los ahora oscuros ojos plateados de Draco.
—¿Sin más culpas?
Draco la miró fijamente a sus ojos ámbar antes de sonreírle, lo que le robó el aliento. ¡Su sonrisa era maravillosa!
—Sin más culpas. Si lo hago, solo puedes recordármelo besándome hasta perder la noción otra vez.
Hermione se rio.
—¿Así que este es uno de los tatuajes que te hiciste? —preguntó una voz que estaba al lado de ella y Draco.
Hermione miró hacia arriba y vio a Theo allí de pie, mirando su brazo.
—Sí. —Le tendió la mano para que lo viera. Los demás la rodearon mientras echaban un vistazo a su antebrazo.
—¿Pudiste hablar con él? —preguntó Adrian esta vez mientras se sentaba a su lado.
—Lo hice —sonrió.
—¡Gracias a Merlín! —dijo mientras la besaba a continuación.
—Todos estábamos esperando para ver cómo había ido tu encuentro con Snape —dijo Marcus mientras besaba su nuevo tatuaje antes de pasarle el pulgar por encima.
Hermione se quedó sin aliento y perdió el hilo de la conversación por un momento.
—¿Mia? —dijo Theo.
Hermione negó con la cabeza.
—Lo siento, hum... —se sonrojó mientras los cinco Slytherins sonreían entre ellos—. ¡Callaos! —Hermione se rio mientras se levantaba del regazo de Draco, solo para enredarse en los brazos de Theo. Él la sostenía por detrás mientras mordisqueaba su clavícula.
—¿Qué decías? —susurró contra su caliente piel.
—Eh... —Negó con la cabeza de nuevo mientras se concentraba en los chicos. Adrian, Draco y Blaise estaban sentados en su cama, mientras Marcus se apoyaba contra uno de los postes junto a ella y Theo—. Resulta que Severus y yo somos parientes.
Los cinco Slytherins se quedaron allí en silencio atónitos, mirándola como si le hubiera crecido una segunda cabeza.
—Explícate, por favor, cara —dijo Blaise con voz entrecortada.
Los demás asintieron.
—Soy su hermana pequeña. Su… mi… nuestra madre… Tuvo una aventura con alguien... Aún no sabemos quién, pero soy su hermana pequeña. Cuando reconoció la Casa Granger, una pieza del rompecabezas encajó entre nosotros en el sentido familiar. Era lo que había querido hablar conmigo todo el día, pero las cosas se interpusieron hasta esta noche.
Todos estaban en silencio.
—¡Hostia santa, eres pariente de Severus Snape! —gritó Theo, con los ojos desorbitados.
—Es su maldita hermana pequeña —murmuró Marcus a continuación.
—Wow —fue todo lo que susurró Adrian, asombrado.
—Eso es... Eso es... Estoy sin palabras —dijo Blaise mientras seguía parpadeando con asombro.
—Eso explica muchas cosas —señaló Draco mientras le sonreía antes de que sus ojos se abrieran de par en par—. ¡Hostia puta, me gusta la hermana pequeña de mi padrino!
Hermione se rio de todas sus reacciones.
—Créeme, estaba…Sigo estando igual de sorprendida que todos vosotros. Pensé que se estaba burlando de mí, y luego me pregunté por qué diría algo así. Me contó todo lo que pudo antes de que empezara a bostezar. Me dio unos papeles para leer, así que hablaré con él sobre eso más tarde, pero soy la hermana de Severus Snape.
—Wow —repitió Adrian.
Todos se rieron de eso antes de que Hermione volviera a bostezar.
—Lo siento, chicos, estoy agotada. Creo que me voy a la cama.
—Nos veremos por la mañana, ángel. —Fue Adrian el primero en darle un beso de buenas noches antes de salir de su habitación.
—Dulces sueños, Mia —susurró Theo antes de besarle la sien y darle un último abrazo antes de salir también.
—Buenas noches, cara —dijo Blaise mientras la tomaba en sus brazos y la abrazaba. Se inclinó hacia adelante y le dio un dulce beso en los labios y luego en la frente antes de seguir a sus mejores amigos.
Marcus se acercó a ella. Se miraron intensamente antes de que él la levantara. Hermione envolvió sus brazos alrededor de su cuello y sus piernas alrededor de su cintura. Él la presionó contra uno de los postes de la cama, hundiendo su erección entre sus muslos mientras comenzaban a besarse también. Hermione gimió y suspiró mientras empezaba a moverse contra los empujes de Marcus. Comenzaba a sentir un hormigueo entre sus piernas. Podía sentir cómo se estaba mojando por sus caricias, todo se sentía tan bien.
—Marcus —suspiró contra su boca abierta.
Le lamió los labios antes de succionar su labio inferior con su boca una última vez antes de bajarla lentamente. Recorrió su columna con las manos antes de bajarlas hasta su culo, donde apretó ambas nalgas varias veces.
—Tengo que dejarte ir a dormir antes de que te folle en tu cama, princesa —gimió contra su oído. Hermione gimió en respuesta mientras él le daba un último beso—. Buenas noches, princesa. Ven a mi habitación si tienes una pesadilla otra vez. Puedes dormir conmigo el resto de la noche. —Hermione asintió mientras lo veía irse. Se rio al ver cómo se ajustaba la entrepierna de su pantalón deportivo.
—Todos están locos por ti, nena —dijo Draco acercándose a ella por detrás para abrazarla contra su pecho.
—¿Y tú, Draco? —preguntó ella mirándolo por encima del hombro.
—Siempre he estado loco por ti, cariño —dijo antes de besarla intensamente. Sus manos pasaron de su cintura a recorrer su torso. Ella suspiró al sentir sus manos amoldarse a sus pechos para masajearlos lentamente. Él presionó su dura erección contra su culo mientras ella envolvía sus brazos alrededor de su cuello por detrás—. Buenas noches, cariño. Como dijo Marcus, también puedes venir a mi habitación si tienes una pesadilla.
—Eres bienvenido a entrar aquí también, Draco —dijo Hermione mientras le daba un último beso—. Eso también va para los demás —sonrió.
—Se lo haré saber. —Rozó su nariz contra la de ella antes de darle un último abrazo y salir.
Hermione se quedó allí por un largo rato, tratando de controlar su respiración.
—Wow —susurró para sí misma—. La cama. Necesito ir a la cama —murmuró mientras se metía en la cama y comenzaba a pensar en cualquier otra cosa que no fueran esos hombres de Slytherin endiabladamente guapos.
