Han pasado tres días desde la separación, en ese tiempo Davis no ha vuelto a ver a ninguno de sus amigos, ignora sus mensajes y llamadas, y en la escuela evita todo contacto con ellos.
Ha cortado hasta con Kari, prefiere no volver a relacionarse con ellos, no volver a repetir esa lamentable escena de hace días.
Davis furioso y frustrado, golpea la mesa con un puño, y se toca la cabeza con ambas manos, si él no fuera el dichoso elegido de los milagros, entonces nada de esto habría pasado. Pero no, a él le tenía que tocar esta responsabilidad, a él debían de poner a prueba, ¿para qué? ¿Para reírse a carcajadas de él? ¿Para burlarse? ¿Para separarlo de todos y de todo? ¿Para destruirlo?
Pues bien que ha Davis no le hace gracia este trato. Pero, en parte él mismo se lo buscó, ya que siempre fue un tonto, un tonto de remate.
Davis se levanta y arroja con un grito, con un rugido de ira y coraje, de inmensa frustración, el uniforme de la escuela, el saco arrojado contra el espejo, se atora y cae al piso.
El espejo atorado en el pesado saco, se cae de frente y se rompe en el piso, en un millar de fragmentos. El escándalo atrae la atención de Veemon, quien, asustado, entra a la habitación sabiendo perfectamente que Davis no estaba bien.
—¡Davis! ¡¿Estás bien?! ¿Qué pasó?
Pregunta Veemon al entrar en la habitación, él pudo observar a Davis parado, la cabeza gacha, y la mirada perdida.
—Es mi culpa, todo es mi culpa.
Dijo Davis con voz ausente, y Veemon se acerca.
—¿Qué? ¿De qué hablas Davis?
Pregunta Veemon preocupado, y vio a Davis alzar la cabeza, con lágrimas en su rostro.
—No puedo ayudarte a digievolucionar Veemon, todo es mi culpa, por que soy un tonto.
Dijo Davis con lágrimas, y Veemon se acerca.
Jamás había visto a Davis tan dolido, y eso lo hizo sentirse resentido con TK, quien lastimo a Davis al decirle cosas que no debía.
Veemon se acerca, y muy molesto le contesta a Davis lo que piensa.
—Davis perdón, pero TK es un asno por decirte todas esas cosas, él menos que nadie tiene el derecho de decirte que cometiste un error, como si él nunca hubiera cometido ninguno, o como si fuera perfecto, cosa que no es cierta.
Dijo Veemon muy serio, y Davis contesta.
—Pero, tiene razón en una cosa, por que mi error casi provoca una desgracia, mis amigos casi pagan con sus vidas por mi culpa.
Dijo Davis asumiendo toda la responsabilidad, pero Veemon furioso contesta.
—Pero, no pasó nada, ¡todos están a salvo, lograste alejar a esos Digimon! TK te dijo todo eso por que tiene envidia de ti, ¡no debes escucharlo!
Dijo Veemon con furia hacia el elegido de la esperanza, por poner a su querido Davis tan mal.
Pero, Davis seguía pensando en lo que pudo haber pasado, jamás se perdonaría si algo les pasaba a sus amigos, especialmente a ella.
Davis suspira, con una mano en la cara, sintiendo un enorme vacío.
—No. No estoy capacitado para ayudar a nadie, soy tan débil, estoy harto de ser débil, lo que deseo es poder. Ser poderoso y ser capaz de proteger a las personas que me importan. Tengo que descubrir por qué la cresta de los milagros me eligió, habiendo tantas otras personas mucho más capacitadas que yo, solo de ese modo podré avanzar estoy seguro.
Dijo Davis muy calmado pero a la vez determinado, pero a Veemon le preocupa lo que Davis estaba diciendo, la búsqueda por el poder es algo muy peligroso.
No siempre la persona que busca poder lo encuentra, o también es posible que el poder corrompa el objetivo original de la persona, hasta podría morir en una búsqueda de ese tipo. Davis se expone al querer buscar el origen de los milagros, nunca antes Veemon había visto a alguien con el deseo de descubrir la verdad de los milagros.
—Davis, tienes que calmarte, yo no creo en serio que seas débil, o que los demás te desprecien. Tampoco pienso que sea tan urgente que yo pueda digievolucionar, debemos actuar con calma.
Dijo Veemon preocupado por lo que Davis se proponía, pero él niega con la cabeza, ya estaba decidido.
—No. No puedo quedarme así, atrás de los demás, como un estorbo, un inútil, debo ser más fuerte, más poderoso. Debo encontrar la forma de ayudarte a digievolucionar Veemon. Ya verás, voy a descubrir el secreto del origen en los milagros.
Dijo Davis que está vez no se iba a calmar.
De inmediato Davis pensó en ir a ver a Gennai, para preguntarle todo lo que sabe de los milagros, era lo único en lo que podía pensar, como un inicio para su búsqueda. Veemon preocupado vio a Davis, preparar una mochila con algunos suministros, como para un viaje.
—¿Davis? ¿Qué haces?
Pregunta Veemon muy preocupado, y él contesta con una sonrisa.
—Vamos a ver a Gennai, para preguntarle lo que sepa de los milagros. Creo que es lo que podemos hacer para empezar, después de eso, ya veré que hacer.
Dijo Davis que terminó de preparar todo, y Veemon suspira preocupado, y decide seguirlo.
—Muy bien, iré contigo Davis, Gennai puede que tenga algo que decir sobre los milagros, aún qué todavía no estoy convencido de que buscar poder sea la solución. Yo te seguiré Davis, hasta el final.
Dijo Veemon determinado a no dejar a su compañero, y menos en este momento tan importante para él, era el momento en que Davis se definiría a sí mismo, y ya sea que lo consiga o no, jamás será el mismo. Veemon comprende que lo que el corazón de Davis ansia es el cambio, por eso hace todo esto.
Para cambiar, para ser mejor.
No se conforma con su persona actual, si no que, busca la mejor parte de si mismo, y desesperado desea saber quien es él realmente. Una búsqueda loable y noble, que Veemon sabe, le otorgará a Davis gran fuerza y poder, por todo lo anterior Veemon decide seguir a Davis a donde sea que su destino lo lleve.
Más tarde en el digimundo...
Davis junto a Veemon, llegan a donde esta el laboratorio de Gennai, el lago se abre, una compuerta secreta aparece, y se ven unas escaleras al fondo.
Davis y Veemon bajan las escaleras hasta llegar a la puerta de una casa, de lo más normal en apariencia, pero que esté sitio es el laboratorio del anciano sabio, Gennai.
Davis toca el timbre, y la puerta automática se abre, y los dos entran. Davis se quita los zapatos a la entrada, y luego camina al interior hasta llegar a la sala de la casa. De una habitación contigua, sale Gennai que se sorprende de ver a Davis.
—Ah, Davis. Me sorprende que hayas venido a verme, ¿qué se te ofrece?
Pregunta Gennai intuyendo que algo importante trajo a Davis hasta aquí. Davis asiente y decide hacer su pregunta.
—Gennai, ¿sabes algo acerca de los milagros y su origen? Tengo una duda, si es un poder tan grande como muchas veces ya lo has dicho, ¿por qué me escogió a mí? Un chico débil y tonto.
Pregunta Davis exponiendo sus dudas y sus preocupaciones, y Gennai se le queda viendo un rato, y luego contesta.
—Lo que te puedo decir de los milagros no es mucho, tampoco sé por qué te escogió a ti Davis, pero si se una cosa, y es que los milagros saben algo de ti que tu mismo no sabes, aún. Ahora, los milagros se originan del sistema más antiguo e importante del digimundo, un sistema que es universal en los tres servidores, este sistema se llama Sistema Maestro. El sistema maestro esta vinculado al sistema de seguridad más antiguo y perfecto de todos, el sistema Avalón, el cual controla y dirige a la orden más poderosa de caballeros y de seguridad en todo el digimundo, los Caballeros Vorpales.
—¿Los Caballeros Vorpales?
Repite Davis intrigado e impresionado, y Gennai asiente.
—Así es, los Caballeros Vorpales son la cima de los sistemas de seguridad del digimundo, son más poderosos y antiguos que los Caballeros Sagrados de Yggdrasil, y que los Olimpos doce del servidor Iliade. Son comandados por un excelente guerrero llamado MedevialDukemon, un guerrero legendario sin par, de hecho, creo que es hora de que sepan la verdad.
Dijo Gennai medio misterioso, y se voltea y saca de un cajón un cofre, se voltea mostrando el cofre a los dos compañeros, y lo abre. En el interior unas insignias, un manto, y una armadura dorada se podían observar.
—Hace años, luego de que derrotarán a MaloMyotismon, vino ante mi un mensajero de Avalón, y él dijo que en un futuro no muy lejano, vendrían a preguntar por el origen de los milagros. Es en ese momento que yo debía darles esto. Veemon, escucha bien, tu no eres ni estas destinado a ser UlforceVeedramon, tu eres en realidad un caballero Vorpal, en realidad eres el mítico DragonKnigthmon, el segundo más poderoso caballero Vorpal después únicamente de MedevialDukemon.
Dijo Gennai muy serio, y le entrega las insignias y la armadura de DragonKnigthmon, junto con el manto del caballero.
Davis se quedó sorprendido, y Veemon no podía creer que esta fuera su verdadera identidad, en ese momento Gennai les contó la historia verdadera del digimundo, y de la legendaria batalla de Avalón contra el D-reaper, y otras tantas anomalías del digimundo y del sistema.
Hace muchos milenios digitales, cuando los tres servidores eran jovenes e inexpertos, y los digimon apenas se estaban acostumbrando a la vida luego de la gran extinción, los sistemas más antiguos, el sistema Maestro, y el sistema Avalón se activan, y reclutan soldados que impondrían el orden en el mundo, los Caballeros Vorpales.
Estos Caballeros Vorpales eran la última y definitiva defensa del digimundo, contra las amenazas desconocidas de más allá del muro de fuego, y del mar del quantum. Ubicados en la omnipresente corte de Avalón, supervisados por el sistema Maestro, y recibiendo sus ordenes de las nueve nornas, o nueve diosas del destino, los Caballeros Vorpales son el ejército invencible.
13 Caballeros fueron escogidos como los más poderosos, trece que protegerían al digimundo, y que sin temor enfrentarían todos los peligros y amenazas. Ellos se colocaron estrategícamente en las fronteras de los territorios de los tres servidores, las líneas sagradas marcadas por los Dioses Absolutos, y protegerían al digimundo de las amenazas del D-reaper, o también conocido como el Delipa, el cual tiene sitiado a los tres servidores.
Cuando la trompeta de guerra del destino sonó, y los ángeles descendieron para luchar contra las fuerzas demoniacas, fueron los Caballeros Vorpales quienes exterminaron la rebelión, eliminando a ángeles y demonios por igual, expulsando al supuesto dios del kernel que había usurpado poderes que no le corresponden.
Todo esto siguiendo las ordenes de la corte de Avalón, bajo la supervisión del sistema Maestro, y siguiendo las indicasiones de las nueve nornas o nueve diosas del destino, los Caballeros Vorpales sirven al Guardían. El padre de las nueve hermanas, y verdadera figura de autoridad detrás de Avalón y del sistema Maestro.
Las nueve nornas se dice son las verdaderas primeras criaturas vivientes del digimundo, aun más antiguas que los digignomos o que los primeros registros de la vida en el digimundo, y el guardían es el verdadero controlador del digimundo, pero el no es un servidor, o un sistema, si no un dios verdadero, él es el verdadero origen de los milagros, y el supervisor del digimundo en ausensia de los Dioses Absolutos.
Al terminar de contar toda la verdad detrás del destino, y del verdadero origen del digimundo y de los milagros, Davis y Veemon estaban impactados.
Los Caballeros Vorpales estaban vinculados a los verdaderos poderes creadores del digimundo, y que tienen una responsabilidad enorme ya que protegen contra el D-reaper, y contra los grandes catáclismos del digimundo.
Al finalizar su relato, Davis tenía claro que debía contactar con los Caballeros Vorpales, y descubrir la verdad de su compañero Veemon, para tener la respuesta que él necesita.
Continuará...
