Britania debe estar HISTÉRICA mirando por la ventana mientras Galia y Francia bajan del coche saludando al conductor.

Ella ha ido a darle al timbre para que Germania le ayude con las maletas mientras Francia paga.

Britania aprieta los ojos porque... Francia. UGH. No contaba con Francia. Vacila sin saber qué hacer.

Germania sale como Galia pide, pero Britania... les mira con terror desde la puerta sin salir.

Galia le agradece a Germania, esperando a Francia, que viene sonriendo tras ella, moviendo la cintura.

Germania le sonríe a Galia, tan contento. Ella le rodea la cintura con una mano y le da un besito, así que Germania sonríe más.

—Me encanta que estés aquí. ¿Lo sabes? —sonríe el sajón.

—Oui —ella le sonríe de vuelta.

—Voy a dejar esto adentro —asegura, señalando las maletas.

Merci, mon amour —Galia asiente con la cabeza.

Ahí se va él, mientras Francia le pone una mano en la cintura a su madre y ella se gira con él.

—Deberíamos hacer esto más a menudo. ¿Estás bien?

—Me ha encantado, eres el mejor compañero de viaje, mi vida.

—Y tú también, ha sido un viaje especial —le besa la mejilla y ella asiente sonriendo—. Estás lista para volver... estás lista para TODO.

—Eso espero.

—Sí que lo estás —beso en los labios—. ¿Y Brit?

—Voy a ir a saludarla —sonríe.

—Uuuuhhhh...

—No seas malo —se ríe un poco—, no queremos asustarla.

—¿Tengo que quedarme a hacer de chaperón? No quiero un hermanito —bromea él.

—No, puedes irte si quieres —le mira desconsoladita porque no quiere que se vaya porque no sabe despedirse.

—Ahora que te vea instalada —a él se le da fatal también, por eso se suele ir a la francesa. La abraza con fuerza.

—Vale —sonríe otra vez

—Anda, adelántate que quiero preguntarle unas cosas a Germania.

Ella le da un beso y le suelta para ir para allá.

Francia suspira viéndola irse y sonriendo un poco dispuesto a espirales un poquillo.

Britania entra en PÁNICO con ella yendo hacia la puerta, yendo a sentarse a la sala como si estuviera ahí... haciendo lo de siempre... Ehm... sentándose en la sala. Claro.

—Allò?

—Oh... Ehm... ya llegaron? Vaya... —Faaaalso tono de desinterés.

—Brit! —ahí se acerca casi corriendo a abrazarla.

Britania se SÚPER sonroja, paralizándose del todo.

—Te he echado mucho de menos —sigue ella.

Britania abre la boca. La cierra. La abre. La cierra.

—Y-Yo...

—Pensaba que vendrías con Germania, pero te he traído un regalo.

—¿U-Un regalo?

Oui. ¿Lo quieres?

—Yo te... yo t-te. Y-Yes. Yo también...

—¿Tú también me has traído un regalo? —se ríe—. Pero si tú no has ido a ningún sitio, tontina.

—T-Te tengo... u-un... una.. yo... —ha perdido la habilidad de hablar contigo.

—Mira —se separa de ella y busca en su bolso, sacando un colgante de una pequeña concha nacarada.

—Oh... me has... —Britania le mira y se sonroja.

—¿Te gusta? Siempre guardabas estas cosas que hacían arcoíris—se lo tiende.

—¿M-Me lo pones? —Britania se sonroja.

La gala asiente y ahí va a hacerlo.

—Te... he echado de menos. No mucho.

—Galia! —exclama Egipto entrando a la sala.

Allò! —ella le sonríe acabando de ponerle el collar a Britania.

Britania pega un salto como de tres metros, separándose de Galia otros tres metros.

Galia parpadea un poco con eso y se va a darle dos besos a Egipto.

—No sabía que estabas aquí, dijeron que estabas de viaje —explica la egipcia.

Britania además va a esconder el ALGO que tiene detrás de sillón.

Oui, pero ¡ya regresé! —exclama Galia muy contenta.

—Pero... estamos hablando.

—He ido con mi hijo France. Ha sido súper divertido, me ha llevado a un montón de lugares muy bonitos. He traído cosas para ti también —asegura Galia a Egipto y ella levanta las cejas con eso.

Britania se sonroja un poco porque ¡ha traído cosas para la zorra también!

—Oh, no hacía falta que trajeras nada.

—Sí, sí hacía falta, son unas cremas maravillosas. Ya verás que te van a gustar. Espera que no sé dónde ha puesto Germania mis cosas —ahí se va a ir a buscarlas.

Egipto la mira irse y luego mira a Britania de reojo, que la fulmina un poco.

—¡Estábamos hablando! —sigue además anormalmente de pie junto al sillón.

—Uy, sí... tan interesantes tus conversaciones —Ojos en blanco de Egipto.

—Te da el regalo y nos dejas terminar —Britania se sonroja igual.

—¿O qué?

—O te hago mal de ojo —Ojos en blanco de la británica.

Egipto se humedece los labios y hace una sonrisita de lado.

—Espera, Galia, que voy contigo y las probamos —suelta yendo por donde se ha ido la gala.

Bloody hell! —Britania refunfuña pensando que hacer con la flores, maldita sea. ¿Tirarlas? Ugh, no. Pero ¡no las puede dejar aquí! ¡Pero van a tardarse horas en volver!

Pues ve tras ellas.

¡Pero las flores!

Llévalas.

¡No que son muy obvias! Ugh, las toma y las esconde en sus espalda yendo tras ellas.

Y ahí está Galia mostrándole los botes de cremas raras de barro y baba de caracol.

Britania se para en la puerta con el ceño fruncido y sonrojada.

—Galia...

—Eh? —la mira.

Britania la mira con cara de circunstancias, sonrojándose más y haciéndole un gesto ti de que Egipto se largue

—Ah, míralas, míralas tú, cherie, y elige las que quieras, pero no te las lleves todas que he traído también para Iberia y Helena. Espera que voy a hablar con Brit.

Britania fulmina a Egipto y ahí va Galia hacia ella sonriendo.

Britania se súuuper sonroja dando dos pasos atrás.

—¿Estás bien?

—Yo te... t-te... bueno, venías y... t-tú... yo no... no son... yo...

Galia sonríe y le hace un cariñito en la cara, ella se sonroja más y saca un poquito el ramito de la espalda.

—Ah! Galia... —Germania aparece al otro lado del pasillo.

Ella desvía la mirada hacia la voz, sonriendo y Britania escoooonde otra vez el ramo, cagándose en todo mundo y sonrojándose. Esto no se parece en NADA a lo que había imaginado en su cabeza.

Germania se les acerca, sonriendito y Galia tiende las manos hacia él para que le dé las suyas.

—Es que estoy tan feliz de que hayas vuelto —se las da, claro está ¿¡Desde puto cuándo este hombre es así de expresivo?!

—¡Pero si contigo nos hemos visto toda la semana! —Ella las toma y se las aprieta un poquito cariñosamente, sonriendo.

—Pero estás de regreso en casa —le sonríe aún más, ¡¿desde puto cuando sonríe tanto?!—. ¿Quieres ir a cenar conmigo el miércoles?

Bloody hell.

Mais oui! Mira, les estoy dando los regalos. A Brit le ha gustado mucho su caracola.

Germania es que está tan contento, se le acerca por un beso así, directo y ella se lo da

¡Ese beso es de Britana! ¡Era el que ella le iba a dar junto con las flores!

Germania se recrea un poquito, la verdad.

Galia tiene más de un beso, querida y con la cantidad de amor que requiere ahora mismo...

Y Britania carraspea porque pueden besuquearse todo lo que quiera. Pero, ¡¿LE DAN UN MINUTO?!

Ya... ya...

Vale, vale. Galia se separa con suavidad.

—¿Con quién vas a dormir hoy? —pregunta Germania esperanzado.

—No lo sé, a lo mejor podemos dormir todos juntos.

Britania arruga la nariz con ese prospecto.

—Si no dormimos todos juntos, ¿quieres venir a nuestro cuarto?

Galia asiente.

—Germania nos... nos... Ugh. ¿Es eso el timbre? —pregunta la pelirroja.

—Ohh, no lo he oído —Germania frunce el ceño y Galia se gira a Britania otra vez.

—Sí, sí. Yo casi estoy segura de que sí —insiste Britania.

Galia mira a Germania y le sonríe encogiéndose de hombros.

—Vale, voy a ver —asiente yendo para allá.

Galia le sonríe a Britania

—Flores —responde ella.

—¿Flores? —Galia parpadea.

—Me refiero a-a... t-te... no que las haya traído para... ti.

—¿Pero de qué hablas?

Britania se sonroja más y la mira. Traga saliva y saca u poco el ramo de su espalda.

Galia inclina un poco la cabeza al ver que se mueve. Es un ramito de rosas color de... rosa.

—Oooh, ¡qué bonito! ¿Es para mí? —mira a Britania otra vez que asiente aún con los ojos apretados—. Merci beacoup —la abraza otra vez.

—T-Te dije que... —Britania se deja abrazar, desde luego.

—Galita! —chilla de repente Roma acercándose.

Ugh. Britania les odia a todos.

—Rome! —sonríe ella sin soltar a Britania, que se le esconde en el cuello.

—¿Cómo estás, princesa? —se acerca a abrazarlas a las dos.

—Ugh... —protesta Britania.

—Ya hemos vuelto —explica Galia—. Con France, ¿ya le has visto?

—Él me ha dicho que estabais aquí —explica Roma.

Bloody hell... —protesta Britania. Roma le da un beso a cada una—. W-Well...

—¿Cómo estás? ¿Estás mejor? —sigue el latino.

—Oui, ha ido muy bien —ella sonríe.

—Menos mal —interviene Britania—. Hemos traído tus cosas.

—Ah, sí, Cymru me dijo... —asiente.

—Así no tienes que ir —explica.

—Merci.

—Ehm... bueno, yo voy a... Rome. Helena te estaba buscando.

—Ah, ¿sí? —Roma levanta las cejas.

—Yes.

—Vaya por donde, creía que no estaba hoy aquí —él se cruza de brazos, sonriendo.

—Te... llamó —se inventa la pelirroja.

—Ya, claro.

—Romeeee... —lloriquea ella haciéndole reír—. Arsehole!

—Vale, vale... me voy —le mete mano a Britania, que chilla y pega un buen salto haciéndole reírse más en lo que se va.

Britania mira a Galia, sonrojadita y ella le mira.

—¿L-Leíste la carta?

—Oui —Galia sonríe.

—B-Bien. Voy a... v-voy a... ¿quieres ir, quizás, conmigo a algún lado las dos?

—Oui —asiente.

—Yo sé que parece que TODOS quieren lo mismo. Y quizás llego muy tarde...

Inclina la cabeza y Britania cambia el peso de pie.

—¿Por qué?

—Porque ya están todos antes que yo. Germania, Rome...

—¿Y?

—No sé.

—¿Qué quieres tú, si no es lo que todos?

—A-algo... mejor.

—¿Y de qué se trata?

—De encontrarlo juntas.

—Mmmm... ¿Cómo vamos a encontrarlo?

—S-Solo es si quieres buscarlo... Quizás no quieres buscarlo.

—Quiero hacer todo contigo —asegura con sinceridad.

—Yo también quiero hacer todo contigo —Britania sonríe un poquito y se sonroja

—¿Estás segura?

—C-Creo que sé por qué estoy enfadada con Cymru.

—¿Por qué?

—Porque no le correspondía lo que tenía —Britania aprieta los ojos—. Porque... Ugh. Galiaaa

—Britania...

I'm stupid

La Gala la mira intensamente.

—Es que ya sé que piensas que yo no... puedo hacer esto contigo, pero no solo sí que puedo. Es que no creo poder hacerlo con nadie más.

—¿Hacer qué?

—Tener contigo lo que... quiero.

—¿Y qué quieres?

—P-Pues...

—Vamos a ir a un lugar más tranquilo a hablar de esto —pide la gala.

—¿No quieres esto ahora? —Asiente

—Quiero... aclararlo. Del todo.

—¿A-Aclararlo?

—Oui. No quiero que me quede ninguna duda.

—¿Y una vez que te se te aclaren las dudas?

—Veremos —Le tiende la mano y le sonríe

—Ohh... —susurra Britania sin saber si eso es bueno o malo—. E-Estoy nerviosa.

—Ya lo sé.

—Vas a... vas a decirme que no, ¿verdad? Mejor dímelo de una vez.

—Vamos —responde enigmáticamente sin responder a eso.

—Vale, v-vamos —Britania traga saliva. Le acaricia un poco la mano y tira de ella. Britania se la aprieta.

Va a llevarla a la tratoría de la calle de abajo y Britania se deja arrastrar pidiendo una cerveza cuando se sientan.

Mon amour —tiende las dos manos hacia ella.

—Dime —Britania se sonroja.

Galia hace un gesto para que le tome las manos, la pelirroja lo hace, levanta las dos manos y se las toma.

—Necesito que me hables bien de esto.

—T-Tú y... y-yo —empieza la británica—. ¿Por qué no estamos juntas, Galia? C-Como Helena y La zorra de Egipto.

—Porque nunca hemos sido como ellas.

—Pero sí somos como ellas en otras cosas.

—¿Lo somos?

—¿Crees que no?

—No del todo.

—He estado pensando —Britania suspira—. Que siempre he estado buscando algo con alguien y que no quiero tampoco que lo encuentres en alguien más. ¿Y-Y si lo encontrarás e-en mi?

—No es verdad, tú siempre has estado bien y contenta con esto.

—Mientras tampoco termino por encontrar lo que imagino en los historias ni con Rome ni con Germania.

—¿De verdad quieres lo de tus historias?

—Quiero hacerte feliz.

—Tú eras el personaje fuerte, nunca tenías una historia de amor.

—Nunca he tenido una REAL historia de amor y creo saber por qué.

—¿Y qué hay de Rome y Germania? No es verdad que no la has tenido.

—He tenido una bonita historia con ambos, pero no es una real y genuina historia de amor, eso... lo tengo contigo, Galia.

—Nuestra historia no es de amor así.

—Yo te ofrezco una historia así.

—¿Serás capaz de hacerlo? Nunca has estado muy interesada.

—Nunca había pensado en la opción con... seriedad. Y has estado todo el tiempo aquí.

—No es eso lo que te he preguntado.

Britania se sonroja.

—Britania, je t'aime, pero... no quiero que esto salga mal. No quiero que dejes de ser mi amiga o tenga que irme de la casa porque todo se volvió raro, porque al final no conseguiste verme así. No pasa nada, nunca lo has hecho y yo te quiero como eres, pero eres demasiado importante para echarlo a perder solo porque te sientes culpable de lo que ha pasado con Cymru.

—Es imposible que salga mal.

—¿Cómo lo sabes?

—No puede salir mal. No puede hacerse raro. No es... no es ningún cambio tan radical. Es solo... que estés más cerca. Aún más cerca... quizás seas tú la que no consigue verme así y yo no soy Cymru.

—Acabo de tener este problema con Cymru, no sé si seré capaz de soportar que salga mal contigo.

—E-Entiendo —Britania traga saliva y se mira las manos.

—Pero sí quiero intentarlo si estás segura que puedes.

—Galia, no he pensado en otra cosa desde que te fuiste. No en si podré... en cuando pase, en que quiero... quiero SER Cymru.

—¿Y cómo quieres hacerlo?

—No tengo ni idea, porque además es muy difícil... competir.

—¿Qué has pensado?

—Salir... c-como tu chico. Ugh.

—No.

—Es que no soy Rome. Mucho menos Germania. No esperaría tampoco que les dejara ni nada, pero si quisiera... a-algo.

—Sexo —resume. El sonrojo de Britania.

—E-Eso también lo he pensado —admite bajando la mirada.

—No quiero salir contigo, sé que salir contigo va a salir bien. He salido contigo millones de veces.

—¿Lo que te preocupa es el... sexo?

—Oui.

—¿N-No crees que pueda hacer algo que te guste?

—No creo que puedas hacer algo conmigo que te guste a ti.

—Podríamos... copiar lo que hacen Helena y Egypt. Nunca hemos intentado esas cosas...

—No voy a darte una respuesta a esto ni a tomarlo en serio hasta que no este resuelto esto —la mira intensamente—. ¿Lo entiendes?

Sin presiones. Britania se revuelve un poco.

—Yo... no suelo hacer eso muy bien.

—No es de que lo hagas bien, Brit, es que que funcione. Que te guste, que lo quieras y lo pases bien.

—Y tú también. Es que... es que... ¿no te hace esto ni una poca de ilusión?

—Mi corazón no podría soportar ilusionarme con esto y que luego se rompa de nuevo, así que quiero ver que funcione antes.

—P-Pues solo hay una forma de... saberlo —gira la cara.

Oui —sonríe un poco.

—A-Aun así, yo no suelo hacer mucho, son ellos los que... ¿y-y si no lo hago bien?

—La cosa es que a hacerse bien se aprende, pero si no estás comoda con la idea, nunca va a funcionar.

—¿Te ha gustado el beso?

—Dame otro.

—¿A-Aquí? —Britania abre la boca y se sonroja más.

Oui —Galia la mira, por lo visto, esto es un examen.

Britania se humedece los labios y se sonroja, como si le hubiera pedido que se desnudara a medio restaurante. ¡Cielos...!

—T-Tengo que... t-tenemos... q-que... a-acércate.

La gala lo hace, por encima de la mesa.

—No. no. Wait —se levanta y mueve su silla, para ponerla junto a la de ella... pero hace un chirrido al arrastrarla, consiguiendo que les mire todo mundo.

Galia sonríe con eso. Britania se sienta... y traga saliva al ver a todo mundo.

—Ugh... shut up. Mind your own bloody business...

—Shhh, no te enfades que lo haces peor —Galia se ríe un poco.

—¡E-Es que nos están viendo! —susurra un poco a gritos.

Galia suspira y se separa más

—No, no... Espera.

—No tienes que forzarte si no quieres —la mira.

—Sí quiero —le pone una mano sobre la suya.

—¿Quieres porque... quieres o porque crees que yo lo quiero?

Britania le pone los dedos en los labios.

—¿Tú quieres? —la pelirroja sonríe de lado.

Ojos en blanco de la rubia. No sabíamos que Galia supiera hacer los ojos en blanco.

Sí que sabe, sí.

—Me acabas de hacer los ojos en blanco —protesta un poco Britania—. Galia... s-sí que quiero.

—Creo... que ahora mismo necesito más una amiga que una pareja. Lo siento —suspira.

A Britania le cambia la cara de golpe

—Pero podemos retomar la idea más adelante si sigues interesada.

—O-Oh... oh. Ugh. Vale.

Merci—se levanta y recoge su bolso y sus cosas para irse.

Britania la mira de reojo, Galia le sonríe un poquito, tristemente.

Je t'aime —se despide.

Britania, es que todo lo que pasa le pasa por encima sin que pueda detenerlo. Galia se va a ir a dar una vuelta por ahí, a comprarse ropa y a llorar.

Britania se lamenta no haber dicho esto o aquello, ser idiota y torpe y no haberla besado y haberlo echado TODO a perder en solo un puñado de minutos.

La rubia volverá a la hora de cenar

Va a pagar y a irse al parque a hacerse bolita y llorar en una banca.

Porque además lo había echado todo a perder con GALIA en el peor de los momentos y ahora iba a volver a casa y Galia iba a pasar la noche con Germania y Roma y... ella era una idiota.

Britania va a llamarla antes de la cena pero no creo que le conteste, pero volvera con todas sus bolsas, de nuevo relajada e intentando estar de buen humor.

Britania no tiene idea de qué hacer, la verdad. Ir a tirarse de cabeza a un pozo parece una buena idea.

¿Le va a hablar o va a dejar que la asedien los demás?

Quizás la espere afuera, sentada en el jardín de la entrada. Es que no se puede ir así y luego no volver y no contestarle y...

—¿Galia?

Allò.

Britania cambia el peso de pie, acercándosele.

—¿Qué haces aquí fuera? —pregunta buscando las llaves.

—Te espero.

—¿Por qué?

—Porque te has ido, y-y debí haber hecho todo mucho mejor y soy idiota. Y e-entiendo que no quieras esto ahora... —se limpia un poco los ojos, porque ella si se había hecho un montón de ilusiones con esto—. P-Puedo esperar todo lo que necesites.

Galia suspira.

—Si de verdad, DE VERDAD, quieres esto conmigo no tienes que quererme, ni querer salir conmigo. Ya sé qué haces todo eso y que lo quieres y que sale bien, pero Britania, si nada más... si nada más yo no... no te excitas conmigo. No quieres tocarme o besarme o acostarte conmigo, no pasa nada. Está bien, pero no puedo hacer lo que me pides.

Britania la mira, deteniendo su discurso mental sobre piezas de rompecabezas que encajan a la perfección.

Galia la mira con las llaves en la mano.

Britania da un pasito hacia ella, porque llevaba toda la semana dándole trescientas vueltas al... beso contra la puerta o mejor beso inclinándola hacia atrás... o meterse a su cama a media noche. Esto era más complejo de lo que le había dado crédito nunca a los chicos. Traga saliva y la abraza de la cintura.

Galia suspira un poco, cansada.

—No. No me suspires. Please. Ya sé que... esto no va como de película. Pero a veces las mejores historias empiezan un poco lentas —susurra mirándola a los ojos.

—Britania... si'l vous plait —le pone una mano en el pecho suavemente para que separe.

Britania frunce el ceño. Galia levanta la cabeza mirando hacia otro lado y se le vuelven a humedecer los ojos con la mano suave pero firme.

—Creí que solo por ser YO esto sería fácil pero no me dejas ni siquiera intentar darte un bloody beso —la suelta.

La rubia se sorbe los mocos y se da la vuelta.

—Es imposible demostrarte que si me gustas porque ahora vas a acusarme de forzarme a ello también.

—No es imposible...

—Solo me acusas de que no quiero tocarte. En automático, si te toco, ya te estoy tocando porque me has acusado de no quererlo hacer.

—Britania —aprieta los ojos metiendo la llave a la cerradura.

—Es que has empezado todo esto con una idea. Y no te voy a poder sacar de esa idea, porque tú sabes mejor que yo. Pues... vale.

—Creo que voy a tener que volver a irme unos días, por favor, diles a los demás y respetad mi espacio.

—No. Voy a irme yo esta vez.

Galia la mira de reojo y suspira. Luego frunce el ceño y se mete a la casa sin decir más.

Britania se mete tras ella yendo a su cuarto.


Este capítulo esta actualizado única y exclusivamente para decirle a Nahomi que vea sus estúpidos mensajes privados aquí en fanfiction. Gracias.