Dicen que cuando pasan los años, el cuerpo sigue aguantando hasta donde puede y con el poder de la mente se pueden muchas cosas, pero hay veces que los trabajos no duran para toda la vida.

Y en el caso del matrimonio Maldonado Otori, los dos integrantes estaban charlando en la sala sobre su futuro ya que habían llegado a un punto en el que parecían querer tomar otros rumbos.

- ¿Has pensado en eso? – la peli gris decía a su marido quien asintió.

- Creo que es hora de dejar esto a las nuevas generaciones, además de que quiero hacer otra cosa con menos peligro ya que siento que a pesar de tener genes de demonio, quiero enfocarme en otra cosa – Ninja decía – ponte a pensar, ya Ryo es alguien fuerte como tú, Claudia ha heredado mis habilidades ninjas, literal nuestros hijos ya están a nuestros niveles.

- Lo sé, aunque en sí me dará pesar dejar todo lo que he trabajado, pero tienes razón, quiero hacer algo más suave.

- ¿Y tienes en mente algo?

- Bueno, hablé con Yuzu-san sobre algo y al final llegamos a una cosa, así que quiero que todo salga bien.

- ¿En serio? – la Mahou Shoujo le contó sobre eso a su esposo – ya veo, fue buena idea de Ale hacerte eso.

- Sí, además de que no dejaría el tema de lo que ya sé del todo, así podría ayudar a más chicas a hacerse fuerte.

- Lo entiendo y me gusta eso, aunque en sí, me gustaría que nuestras sucesoras tuvieran una prueba para mostrar sus poderes y ver qué tan poderosas son.

- ¿En serio?

- Sí, sería bueno para que pudieran mostrar su valía – Asuka lo pensó un poco y de hecho, la idea era buena, así podrían mostrar sus poderes.

Como era sabido, Ryo que era la mayor de todos los hijos de Ninja, así como la primogénita con Asuka, había entrenado para ser como su madre y era muy buena.

Ya en el caso de Claudia, había entrenado con su padre y conocía casi todas las técnicas ninja de su progenitor, por lo que era una shinobi hecha y derecha.

Y así fue como se llevó a cabo la prueba de ambos esposos para esto.

- ¿Es una misión?

- Sí, Ángel dice que perdió su cetro de oro y bueno, ella está un poco enferma para ir a buscarlo y Kana no quiere separarse de ella, así que me pidió que si podían hacerle el favor – Ninja decía a sus dos hijas.

- Mamá estará agradecida que le hagan ese favor, además, podría servir como entrenamiento.

- Acepto.

- Yo igual, si es por la abuela, estará bien.

- Claudia, Ryo, vayan al Kólasi para que Ángel les explique sobre su misión – ambas asintieron por lo que fueron al reino de los demonios a hablar con la emperatriz.

Al llegar, fueron hacia el castillo real en donde se encontraron con Ángel acostada en su cama y a Kana a su lado sirviéndole algo de té.

- ¿Te encuentras bien abuela? – ambas chicas preguntaron yendo hacia la peli morada.

- Sí, estoy bien, solo es un pequeño resfriado, estaré bien pronto, así que no se preocupen – la reina decía – lo más importante, quiero que recuperen mi cetro, fue robado y creo que se lo llevaron a la zona más baja del Kólasi.

- ¿A lo más bajo?

- Sí, a donde normalmente se ponen los Necrofriggians, creo que fue uno de ellos por lo que quiero que vayan hacia allá.

- Entendido, te prometemos que te atraeremos el cetro.

- ¡Como ninja, lo juro!

- Pues vayan, espero un buen trabajo – Kana dijo y con eso, Claudia y Ryo se fueron, aunque en el caso de ambas demonios, se vieron entre sí.

- Que buena actuación hiciste Kana-chan.

- Igual tú abuela.

- Un demonio no se enferma tan fácilmente, menos yo que tengo el poder de curarme, pero bueno, mi hija y tu padre me pidieron este favor para ver cómo han crecido sus sucesoras, me sorprende eso si te soy sincera.

Y así como dijo Ángel, el dúo de chicas se dirigió a un punto más que en donde estaba el trono de la reina, así mismo, iban atentas por si tenían que pelear contra algo.

- Que frio hace aquí.

- Aunque gracias a mi traje, no puedo sentir el frio – decía Claudia señalando las ropas ninjas que traía.

- Supongo que tienes razón – Ryo decía a lo que obtuvo su transformación mágica lo que hacía que no tuviera frio por el lugar.

Ambas siguieron caminando hasta que entraron a lo que parecía ser un lago congelado enorme en el cual parecía que había demonios dentro de él.

- Mierda, hay muchos cuerpos congelados.

- Parecen paletas.

- Imagínate caer ahí, creo que es mejor que tengamos cuidado ya que siento que podríamos morir o quedar como paletas.

- De acuerdo – Claudia buscó algo con que cruzar el lago y no hallaba nada, así mismo, decidió romper un bloque de hielo de la orilla.

Unos momentos después y con la ayuda del karambit de Ryo, lograron cortar un trozo de hielo en el que fueron pasando por el lago helado.

- Todo parece en calma.

- Yo pensé que algo iba a pasar – Ryo habló muy rápido ya que justo unos cuerpos de demonios comenzaron a moverse hasta donde estaban ellas.

- Mierda, ahí vienen – la peli naranja sacó sus kunais.

- Pues tendremos que pelear Claudia-chan – la peli gris hizo lo mismo alistando su karambit y justo cuando los demonios fueron hacia ellas, atacaron.

- ¡Jutsu Clonación! – la mini Kanon se multiplicó y estas copias fueron las que se lanzaron hacia los demonios cortándolos con sus armas, aunque ahí fue donde se dieron cuenta de que si tocaban el agua, serían congelados.

- Demonios, vaya que no mentíamos.

- Esa agua está maldita o algo, no podemos tocarla o acabaremos como esos tipos.

- No te preocupes, tengo una idea – Ryo usó su karambit con toda su fuerza para lanzar un ataque al agua haciendo que se abriera por un momento – ¡tienes más velocidad, aprovecha!

- Sí.

La peli naranja sacó varios kunais y shurikens y usando su velocidad, fue corriendo tras estos cuerpos decapitándolos y atacándolos con sus armas ninjas.

Tuvo que ser rápida ya que justo cuando acabó con el último, el agua comenzó a cerrarse y aunque parecía tener problemas, pudo saltar sobre algunas partes de los cadáveres hasta que arribó al bloque de hielo en el que estaba su hermana.

- Buen trabajo Claudia.

- Gracias hermana, tengo que darle gracias a papa por enseñarme eso – la oji morada se limpió el sudor – pero creo que ya veo la orilla.

- Es verdad, ya llegaremos – unos momentos después, el dúo de hermanas arribó a tierra firme y continuaron con su camino.

Y fue cuando apenas unos metros de haber llegado ahí que sintieron varias miradas penetrándolas hasta que notaron varios orbes verdes en la oscuridad.

- ¿Serán los necrofriggians?

- No lo sé, pero no creo que tengamos que ir pacíficamente ya que se ven amenazadores.

- ¿Tú crees? – ni bien acabaron de decir eso cuando varios de estos demonios fríos fueron directos a ellas.

Como pasó en Edo hace meses, los poderes de los necrofriggians eran tan fuertes que hasta Yuzu tuvo problemas para combatirlos y más cuando la infectaron con sus poderes, que al final terminó siendo beneficioso para ella.

Y ahora estaban ellas peleando contra estos demonios quienes con sus alientos de hielo podían congelar a temperaturas cercanas al cero absoluto por lo que al final, tenían que tener cuidado.

- ¡Cuidado atrás! – Claudia se hizo a un lado justo cuando el aliento de uno de estos estaba por impactarla por la espalda, pero de suerte, pudo esquivarlo.

- Demonios, esa maldita intangibilidad que poseen es un problema.

- Lo sé, pero creo que puedo hacer algo – Ryo no perdió tiempo y fue directo a uno de estos justo cuando estaba por volverse intangible, pero fue cortado por el karambit de la Mahou Shoujo.

- No te conocía ese truco, hermana.

- Hay que ser rápido cuando atacas así ya que con eso ganas más poder y evitas que tu rival se haga invisible o intangible en el caso de los necrofriggians – Ryo exclamó e implementó la misma técnica con otros demonios del frio.

Claudia estaba esquivando los ataques de sus enemigos, incluso cuando echó mirada a su hermana por un momento pudo ver a Asuka peleando de la misma forma que ella.

Por el lado de Ryo, esta miró como su hermana menor estaba luchando del mismo modo que su padre ya que los movimientos que hacían eran idénticos a los de su progenitor.

Al momento en que siguieron con la pelea contra los demonios del frio, justo en un segundo de descuido, el aliento de hielo de un necrofriggian dio en la mano derecha de Ryo congelándole la zona junto con su karambit.

- Carajo.

- ¿Estás bien hermana?

- Me congeló mi mano, así que me dejaría fuera de combate si yo fuera una Mahou Shoujo normal, pero no soy normal – la peli gris elevó más su carga mágica en su arma hasta que finalmente pudo destrozar el hielo.

- No me sorprende que te haya entrenado mamá Asuka – sonrió la mini Kanon y continuó su batalla.

Los demonios del frio se juntaron de golpe hacia las dos chicas, pero cuando estaban por ganar la batallar, ambas hijas del hondureño dieron un gran salto evitando el ataque de sus rivales.

- ¡Tendremos que atacar con todo!

- ¡Sí! – los poderes de ambas se elevaron a más no poder. El karambit de Ryo se volvió una katana y al mismo tiempo, Claudia tuvo una pequeña transformación en donde se formó un shuriken hecho de agua en su espalda.

- ¡Magical Calorie Roll-Up! – Ryo poseía ahora su katana y con eso, la lanzó hacia los demonios y esta iba girando a gran velocidad.

- ¡Shuriken de Agua! – Claudia lanzó su shuriken gigante hacia los demonios y con esto, el ataque combinado de ambas chicas impactó en los necrofriggians quienes fueron cortados en muchas partes, así como destruidos hasta que segundos después que se calmaron las cosas no había nada.

- Lo logramos Claudia.

- Sí hermana, lo hicimos – ambas chocaron las manos y continuaron con lo suyo.

Al final, en el límite de ese extraño lugar, encontraron el cetro de Ángel el cual brillaba bastante, así como poseer dos cuernos a los lados de la esfera roja que tenía, así como una cola de demonio enrollando el negro mango.

- Lo hicimos.

- Ahora llevémosla con la abuela.

Ya pasado un tiempo, tanto Claudia como Ryo llegaron hacia Ángel que se estaba "recuperando" y agradeció el hecho de que pudieran traer de nuevo su cetro por lo que momentos después, se fueron.

- Todo salió bien al final, Kana-chan.

- Sí, lograron pasar el Lago de los Llantos Fríos y vencieron a los necrofriggians de allá, no es para cualquiera poder vencer esos obstáculos.

- Tu padre y mi hija realmente han criado a dos guerreras buenas que tomarán sus puestos.

Y las palabras de Ángel se hicieron realidad cuando, pasado un mes, finalmente Asuka y Ninja se retiraron de sus puestos para tomar otro camino.

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La academia mágica de Yuzu abrió meses atrás y aunque al inicio costó encontrar recursos y estudiantes, gracias a la Fundación Kido y otras personas, fue un éxito.

Aunque Yuzu era la directora, ahora que era la reina del Vrajitoare, no podía seguir siéndolo, así que dejó a Integra como encargada ya que le había enseñado bastante bien y no solo eso, sino que alguien más se unía a su lado.

- Hoy iniciamos un nuevo semestre en la academia mágica – Integra decía en el auditorio frente a los alumnos y cuerpo profesorado – y por eso, quiero que le den la bienvenida a una nueva maestra y que fue aprobada por nuestra fundadora, así que recíbanla bien.

- ¿Una nueva maestra? – frente a los múltiples estudiantes, entró justo una mujer de cabello gris y ojos azules, llevando un traje bastante decente que resaltaba su cuerpazo.

- Buenos días a todos, mi nombre es Asuka Maldonado Otori, una ex Mahou Shoujo y a partir de ahora, me uno como maestra a esta gran academia mágica.

Por otro lado, en el reino Vrăjitoare, la actual reina decidió crear una red ninja con la cual podría estar informada sobre alguna cosa extraña en el reino.

Esta unidad de oniwabanshu se llamó Kage Jūhachi el cual, como su nombre lo indicaba, estaba formado por 18 miembros siendo liderados por el ninja más poderoso.

- Por favor, que pase su futuro líder – Yuzu decía sentada en su trono junto con Saga y sus chicas para presenciar eso. Justo cuando pasó al frente de la reina un hombre de cabello morado y ojos celestes y se postró frente a la colombiana.

- Ramón Maldonado, líder del Kage Jūhachi, a sus órdenes, mi reina.

Ya con eso, un nuevo capítulo iniciaba en la vida de todos, incluso de Claudia y Ryo quienes ahora, tenían una responsabilidad grande de suceder a sus padres.

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Continuará…