Como se sabía, hace tiempo gracias a la diosa Gea, de las células de Yuzu y Ninja, salieron un grupo de 4 niñas las cuales físicamente eran como su madre en muchos aspectos, así como representar la genética de la colombiana.
Estas niñas fueron apodadas como mini Yuzu por la obvia referencia del parecido con su madre, siendo estas nombradas de la siguiente manera:
Hokuto, la mayor, la cual nació como su madre en todos los sentidos, desde su color de cabello, orejas y cola de gato. Esta fue apodada como gatita.
Kurama, la segunda pequeña, era casi igual a Hokuto, con la excepción que ella poseía cola de demonio. Su madre le puso el apodo de demonio.
En el caso de la tercera, Taiga, esta siempre poseía las orejas de gato de sus hermanas mayores, con la excepción que no poseía ninguna cola, pero si un cinturón Rider el cual era idéntico al abuelo de Yuzu, Shigeru Jo. Al final, su apodo fue escarabajo, en honor a Stronger.
Y la menor, Shiro, era la que nació sin ningún rasgo gatuno, Rider o demoníaco, siendo una humana normal en todos los sentidos. Fue apodada como bolita en honor a su nombre, en referencia a una bola de nieve.
Y las 4 pequeñas, tendrían sus destinos marcados desde muy temprano.
- ¡Que ternura eres! – exclamó Ángel la cual estaba con Kurama, la mini Yuzu demonio sonrió moviendo su colita.
- Miau.
- Es linda, todas lo son – Ninja decía mientras en brazos poseía a la pequeña Hokuto.
- Sabes, yo pensé que me llevaría más con Taiga, ya sabes, como soy Amazon y ella con el cinturón Rider, pues al final Hokuto y yo tuvimos más química – el hondureño decía eso ya que resultó que la mayor de las mini Yuzu se encariñó más con su padre.
- Me la llevaré si no te molesta.
- No te preocupes, además a Kurama le gusta pasar tiempo contigo.
- Muy bien querido, entonces, Kura-chan, nos iremos al Kólasi – la reina de los demonios tomó a la pequeña y desplegando sus alas, se fueron de ahí.
- Bueno, supongo que pasaremos un momento padre hija ¿verdad Hokuto? – la pequeña maulló y sin más, ambos se fueron de ahí.
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Con las otras mini Yuzu, Shiro y Taiga, estas estaban jugando en la mansión del clan Tamaki-no-kami, no obstante, había algo que llamaba la atención de su madre.
- Tía, ¿acaso sientes ese poder? – Matsuri decía al lado de la peli lavanda.
- Sí, ella posee un poder eléctrico bastante alto, su cosmos lo dice todo, y todo apenas siendo una bebé.
- Aunque Shiro-chan, ¿estará bien?
- ¿Por qué lo dices Matsuri?
- Bueno, en sí no posee una cualidad como las demás.
- Es triste, pero entiendo que ella nació así por mi parte humana – Yuzu fue hacia la pequeña Shiro tomándola entre brazos – Matsuri, cuida a Taiga mientras estoy fuera.
- De acuerdo – sin más, la gata mágica salió con la menor de sus hijas.
Aunque no era nada malo, era verdad que Shiro era la única que no había nacido con un aspecto físico, siendo toda humana y no sabía que podría ser a futuro.
Su madre decidió caminar con ella hacia el castillo real en donde nada más entrar, dejó a la pequeña en el suelo para que caminara, eso sí, Yuzu notó que Shiro quedaba fascinada por el lugar.
- Parece que le gusta el palacio, solo espero que no cause problemas – en eso, algunos magistrados saludaron a Yuzu quien se puso a charlar un poco con ellos.
Shiro siguió con lo suyo y caminando, llegó al jardín real en donde sin darse cuenta, fue tras una cabellera rosada que estaba sentada tomando el Sol, vestida con camiseta corta de One Piece y un short negro, así como sombrero de paja y lentes.
- Hola – la pequeña voz de la mini Yuzu llamó la atención de la Shogun y al ver, notó a la pequeña.
- ¡Que linda! – Yoshimune tomó a la peli morada la cual solo se acomodó con ella – vaya, parece que te pareces mucho a Yuzu-san, realmente eres su hija, aunque no tienes sus orejas de gato.
- Chogu.
- Sí, es loco, pero soy la Shogun y bueno, entonces, creo que eres alguien muy linda – la peli rosa jugó un poco con las mejillas de la mini Yuzu la cual río por eso.
Estuvieron así unos momentos, era un buen rato que jugaron algo hasta que la madre de la peli morada llegó a donde estaban.
- Yuzu-san.
- Mi Señora, lamento mucho que mi hija la haya molestado en su momento de descanso – decía la colombiana haciendo una reverencia.
- No te preocupes, después de todo, parece una buena niña y jugamos un buen rato, además, parece que le gusta las cosas que hago como Shogun.
- ¿En serio?
- Sí… este, ¿Cómo se llama?
- Shiro, su Majestad.
- Shiro-chan, soy la Shogun, ¿harás una reverencia? – la pequeña se sentó e intentó imitar la forma en que su madre se ponía, pero lo hizo bien para su edad.
- Vaya, no pensé que lo supiera hacer.
- Además, creo que tengo algo para ella ya que me gustó su forma de actuar – minutos después, la peli rosa volvía con un yukata el cual le mostró a la peli morada.
- Su Majestad, eso es…
- Es uno de mis trajes reales, aunque sea grande, quiero ver como se vería en ella – Yoshimune le puso el traje, aunque era obvio que le quedaría grande, al final Shiro solo reía por eso caminando torpemente, pero se divertía.
- Chogu, Chogu.
- Parece que dice Shogun, creo que le gustó eso de estar con usted.
- Me parece que sí – a la mandamás se le vino una idea a la mente – Yuzu-san, ¿crees que la pueda cuidar por este día? Ya sabes, solo quiero ver unas cosas.
- Bueno, no tengo problemas si es así.
- Muy bien, entonces si quieres puedes retirarte, yo cuidaré a Shiro-chan – Yuzu asintió y se fue del palacio, confiando en que la reina de Edo cuidaría a la menor de las mini Yuzu.
Llegando a la mansión de su clan, esta notó la presencia de alguien. Los demás miembros del clan se encontraban en misiones, por lo que solo estaban tanto Yuzu como Matsuri.
- No es buena idea, es la hija de mi tía, es mi prima Candy.
- Matsuri, te diré una cosa, esa pequeña posee un alto nivel eléctrico, lo pude detectar gracias a la habilidad que poseemos.
- ¿Qué habilidad?
- Los raijins puede sentir el poder eléctrico de otro ¿o me equivoco Candy? – Yuzu interrumpió el momento, la rubia solo río mirando a la gata mágica.
- Oh, para nada linda gatita, pero al sentir el poder latente de esta pequeña, pues no pude dejarlo pasar – en un movimiento veloz, la rubia le quitó a Taiga de los brazos de Matsuri.
- ¡Candy!
- Sí, no me equivoco, esta pequeña posee un alto nivel eléctrico – la raijin miró el cinturón de la mini Yuzu, al tocarlo, esta sintió una fuerte corriente de voltaje que atravesó su cuerpo – ¡sí! Serás una raijin muy poderosa.
- Espera Candy, ya te dije que es mi prima, la hija de mi tía, no puedes llevártela así como así – ante eso, la raijin fijó su mirada en la colombiana.
- Yuzu-chan, seré directa, me ha llamado la atención de tu hija… ¿Cómo se llama?
- Taiga.
- Taiga-chan merece ser entrenada para que su poder eléctrico alcance un gran nivel, por eso me quiero encargar de ella.
- ¿Quieres llevarte a mi hija para entrenarla?
- Sí, no te preocupes, sé que es una bebé, por lo que seré suave con ella, planeo llevarla a la Isla de la Muerte para que ahí pase entrenando.
- ¡Es una bebé Candy! – reclamó la peli negra.
- Tranquila mi gatita, no le pasará nada, al final de todo no soy tan cruel como para hacerle eso a una niña como ella que posee un potencial muy alto, estará bien, hay una falla dimensional en la Isla de la Muerte en donde podremos entrenar sin que nada pase, es como si existiera una Habitación del Tiempo.
- No lo sé Candy, no estoy convencida que…
- Puede que sea enemiga del shogunato para ti, por lo que es comprensible, pero esta pequeña… es muy linda y su poder no debe ser desperdiciado por lo que me la llevaré – Yuzu se iba a oponerse, pero sabía que no ganaría nada si peleaba con Candy, al final, esta solo suspiró.
- De acuerdo, pero por favor, no quiero que Taiga se sienta triste o algo, apenas está pequeña – la mini Yuzu río frotando su mejilla con la rubia.
- Jeje, no te preocupes, cuidaré a esta pequeña como si fuera mi propia hija – esta le dejó la mini Rider a Matsuri.
- ¿Qué pasa?
- Quiero charlar con tu tía… con tu rica tía – la raijin tomó de la cintura a Yuzu y la pegó a ella – y tiene que ser a solas.
- Oye Candy, ni creas que con eso…
- Shh, gatita linda, tú y yo, a la cama, ahora – antes de la protesta de la peli lavanda, esta fue tomada por la líder de la resistencia y se la llevó a su cuarto en donde se notó como la ropa volaba y segundos después, los gemidos se escucharon en el recinto.
- Taiga-chan, no escuches eso – Matsuri le tapó las orejas a la pequeña.
- Miau.
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En el reino Kólasi, Ángel se encontraban en una zona de su reino la cual era de relajación máxima y se trataba de las aguas térmicas.
- Tiempo sin probar esto… definitivamente ayuda para la piel – la peli blanca decía, aunque no estaba sola ya que su sucesora se encontraba ahí.
- Descubrí esto hace un tiempo abuela, no creí que esto fuera tan relajante.
- Kana-chan, las aguas térmicas no son para cualquier especie, solo los demonios somos capaces de aguantar estas temperaturas, de hecho, un humano se carbonizaría.
- Miau – la pequeña Kurama se encontraba nadando un poco en medio del pequeño cuerpo de agua.
- No sabía que le gustaban los baños como este.
- Blair-chan tuvo una linda gata demonio, por lo que gracias a eso puede nadar aquí, ¿a poco Kura-chan no es una lindura?
- Lo es abuela – Kurama seguía nadando ahí – aunque igual es sorprendente que apenas teniendo esa edad soporte los 5000° C.
- Sí, pero bueno, al final son cosas de cada quien, esto es relajante – Ángel se acomodó mejor. Las aguas térmicas del Kólasi eran usadas por la elite como baños para relajarse.
Tal y como dijo Ángel, no cualquiera podía usar estas aguas debido a su alta temperatura la cual podía arribar hasta los 6000° C, superando a la superficie del Sol. Incluso Kurama que poseía genes demoníacos soportaba estas aguas.
- Miau – la gatita demonio llegó hacia los pechos de la peli blanca y jugó un poco con ellos.
- Jaja, debe pensar que son los de la tía Yuzu.
- Ella no los tiene tan grandes como yo, aunque si son muy bellos jeje.
- Pero bueno, lo importante es que lo está pasando bien – Kurama seguía disfrutando de las aguas junto a su hermana mayor y su tía – a todo esto, me pregunto que estará haciendo la mayor de ellas con papá.
- Lo más probable es que estén dormidos, él siempre duerme en el patio por el clima – río la reina de los demonios.
En ese instante, por alguna razón, Ángel sintió un escalofrío en su cuerpo por lo que sin más, esta se levantó y se fue, no sin antes decirle a Kana que siguiera relajándose, que ya volvía.
La peli blanca sacó sus alas y voló rápidamente hacia su trono en donde nada más llegar, esta se sentó y concentró su cosmos en algo, más específico, para poder sentir la presencia de una espada.
Al llegar a ella, notó que se encontraba intacta, sin ningún problema, pero esta decidió ir a ver como estaba, pero ante ella, se encontraba alguien más.
- ¿Mami? – Arkab había llegado donde su madre, la mini Amazon ya poseía casi 4 años. Al igual que sus hermanas, había crecido y ya no acostaban en la cabeza de las personas que quería, pero sí se sentaba en sus hombros.
- Arkab-chan, mami irá a una misión para ver una cosita, ¿quieres venir?
- Sí – esta se subió encima de su madre quien sin más, creó un portal con forma de puerta japonesa y junto con su hija, atravesaron ese portal para ir a su destino.
- Espera un momento, veamos si hay algo que ocurre con Muramasa.
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Continuará…
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Y hasta aquí el capítulo de hoy.
Hemos visto un poco de las mini Yuzu, un capítulo que ya quería hacer para ir un poco sobre ellas.
Hokuto es un amor de gatita, por eso la quiero y nos gusta dormir bastante jeje.
Kurama ama pasar tiempo con Ángel, además, las aguas térmicas es algo duro, bañarse en casi 6000° C… uf, no es para cualquiera, pero Ángel dice que es relajante para los demonios.
Parece que Taiga será alumna de Candy y para convencer Yuzu usa métodos… sexuales por así decirlo XD.
Con Yuzu sabemos lo que le depara a Shiro que ama estar con Yoshimune, tenemos a la vista tal vez a una posible futura reina.
Y hablando de reinas, con Ángel comenzamos un arco en el cual se vendrán cosas, digamos que la historia de la espada Muramasa será el inicio de varios acontecimientos que se vienen.
Sin más, este ninja se despide.
Bye.
