CAPITULO XIX:

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El ojiverde estaba resueltamente plantado justo al frente, taladrándolo exclusivamente a él desde fuera del cubículo, un poco...no tan derecho.

Draco se acomodó la ropa rápidamente sin dejar de boquear y parpadear repetidas veces, por si cabía la posibilidad que finalmente había cedido a la demencia y estaba viendo alucinaciones de Potter en todos lados.

—¿Q-Que...haces aquí?

El moreno se cruzó de brazos sin dejar de apretar los labios e hizo un movimiento extraño con su cuello.

—Pasaba por aquí para—Se encogió de hombros—necesito usar el baño.

El tipo que lo acompañaba, ni sabía su nombre, se levantó y lo miró indignado.

—Tienes siete cubículos libres—Le hizo un gesto con la cabeza—¿Por qué no te encierras en uno de esos?

Pareció que el ojiverde había estado esperando eso, que se dirigiera a él, porque no tardo en torcer súbitamente su cuello hacia el desconocido. Una vena saltarina sobresalió desde el nacimiento de su clavícula por todo lo largo de su cuello, hasta perderse bajo su mentón.

—Bueno—Sonó muy calmado mientras lo aguijoneaba con sus cuencas repletas de venas rojas—Justo quiero este.

Draco pasó saliva totalmente sin voz, mientras miraba al pelinegro, impertérrito.

No muy seguro de si realmente quería usar su cubículo o estaba buscando pelea porque le daba la regalada gana.

Mas parecía lo segundo, porque su piel se erizó ante la tensión que emanaba del otro, y su instinto comenzó a vocear a todo pulmón "peligro".

—Mala suerte, cuatro ojos—El hombre giró de nuevo hacia Draco, que ya tenía la bragueta cerrada—porque lo estamos ocupando.

—Bien—El moreno se giró sobre sus talones, tambaleante—entonces voy a...

Draco ignoro al hombre agachado frente a él, sin despegar los ojos del moreno y con las alertas totalmente activadas.

Dos segundos.

A Potter le tomó dos segundos despedir su última voluntad y cambiar de parecer, antes de girar el cuerpo y agarrar al tipo del antebrazo.

—Potter ¡No!

Apostaría su miserable sueldo a que había usado magia, porque había tirado de la extremidad con inhumana fuerza, haciendo que el hombre salga despedido por sobre su cabeza, igual que la puerta, antes de estrellarse de mala manera contra el lavado.

Un grito de sorpresa precedió uno de dolor, y Draco finalmente se movió, alarmado.

Intentó acercarse al cuerpo y verificar que no se haya roto nada, pero fue impedido por un agarre de fierro.

—N-no fusteatra-trabajar.

—En otro momento, Potter ¿Y si está muerto?

—Y-Yo —El cuerpo de Potter se apegó a su espalda sin dejar de retenerlo por el codo—tambiensechuparlo...

El voltaje del agarre se esparció por todo su cuerpo como corriente eléctrica, congelándolo, hirviendo su sangre al instante.

Su cabeza dio vueltas, pero intentó reponerse.

—Felicidades ¿Me sueltas para traerte un premio?

—No.

Draco ladeo el rostro, irritado, y luego se arrepintió, ya que su nariz rozó la mejilla caliente y el alcohólico aliento llegó hasta sus fosas nasales...y ese aroma se le hizo muy fascinante.

Potter estaba imposiblemente cerca y lo taladraba tras sus lunas, con sus dilatados orbes resplandeciendo en medio de la semi oscuridad, como dos farolas.

—T-tengo que—aspiró seducido por la cercanía y apretó los parpados— el m-muggle-

La boca del contrario rozo sus labios y Draco se inclinó inconscientemente, avasallado por el deseo de comérsela.

—N-necesito hablar contigo...—susurró el otro gravemente sobre su boca.

Un gemido de dolor a su espalda lo sacó de trance y se apartó respirando agitado.

—Es- una pena—volteó hacia el hombre maltrecho en el suelo—Tendrá que esperar a-

—N-nosperaré.

El agarre redoblo su fuerza, casi acalambrando la mitad de su brazo.

—A la orden, cumplan todos los caprichitos del nene salvador... ¡Suéltame Potter!

—Tengoalco inportante que d-debdecirte.

¿Importante? Suspiró.

—Potter, estás ebrio.

No, estaba peor.

Estaba su mano.

—S-solo un poco, pero nomporta—el moreno arrastró las silabas y sonrió—Ven.

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¡CRACK!

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Draco no tuvo tiempo de gritar.

Ambos cayeron sobre el suelo de una amplia, cálida y familiar habitación.

Si Blaise se enteraba dónde estaba en ese instante, lo iba a desnucar...

—¡Mierda!¡Eres una bestia! —Draco se levantó furioso, casi había sufrido un infarto antes del salto—¡Al menos avisa antes de- Nghn...!

Su espalda fue estampada contra el muro más cercano y su boca asaltada abruptamente.

Sus ganas de reclamar palmaron ahí mismo, ipso facto.

No pudo hacer otra cosa que vaciar sus pulmones por la nariz debido al impacto; y con el aire despedido, su cerebro le dijo adiós también de paso.

Simplemente ya no podía, ni quería pensar.

Tenía al otro violando su boca, succionando de su interior como si le fuera a sacar el alma por la garganta, aplastándolo contra la superficie con mucha firmeza y un poquito de ansiedad.

El roce erótico de lenguas subyugó su raciocinio y lo arrodillo ante sus necesidades más elementales, como apresar esa despelucada cabeza con fuerza y abrir la mandíbula al máximo para que esa intrépida lengua pueda invadir su interior con mayor facilidad.

La respiración agitada del moreno le hizo cosquillas bajo la nariz mientras que su cavidad y paladar eran íntegramente repasados por el lánguido musculo que, seguidamente, enrollo su propia lengua con voracidad, de adelante hacia atrás y de atrás hacia delante, sensibilizando sus sentidos, absorbiendo no solo su saliva, sino también guiando todo su ser hacia una vorágine de deseo desenfrenado.

La combinación del licor amargo y la saliva de Potter era un exquisito afrodisiaco, muy incitador y adictivo, que lo convirtió en un muerto de sed, por lo que se encontró a si mismo empeñado en sorber de aquel liquido mientras su torso era explorado afanosamente por ásperas palmas bajo la tela de su camisa.

Benditas manos, parecían intuir el lugar exacto donde tocar para estimularlo, dominarlo y encadenarlo a su voluntad.

Había intentado entrar a tono con el anterior personajillo, imaginando que era Potter quien se la comía, para conseguir una mísera erección, pero resulta que el consentidor de Merlín se había apiadado de él y le había traído al original, muy ebrio y cachondo.

¡Ese Merlín era muy guay con los desesperados como él!

Apretó los parpados y gimoteó deleitado cuando la parte trasera de sus dientes superiores fue avasallada por la cálida lengua, a la vez que su ropa era jaloneada de mala manera y arrancada de su cuerpo, prenda por prenda.

A buena hora, porque estaba convulsionando de calor y no veía la hora de también sentir la piel contraria.

Sin dejar de restregarse contra el moreno, jaloneo de la huachafa camisa roja hasta que cedió y la sudorosa espalda emergió a la vista. Paso la punta de sus perfectas uñas por la superficie, rasguñando levemente, gustoso, enardecido, y no tardo en obtener como respuesta graves gruñidos que murieron en su tráquea.

Se los tragó con gusto y sus tripas culebrearon cuando su pantalón finalmente resbalo, dejando sus tonificadas piernas al aire.

Ahora estaba casi desnudo, a excepción de sus interiores, pegoteados a su propio sexo.

El pecho desnudo de Potter se fundió limpiamente con el suyo mientras su cadera era embestida y restregada con rudeza.

Despegó la boca con los parpados fuertemente estrechados.

—Llé-llévame—Jadeó aun sin abrir los ojos ni dejar de pasar sus dedos por los alborotados cabellos—ca-cama…

Harry reprimió una queja, inconforme de haber sido privado de esos labios, y lo ignoro.

Decidió continuar con lo que tenía en la punta de su nariz, se podía conformar con ese otro pedazo de Malfoy.

Aun con la lengua semi adormecida por el previo magreo y las ganas de seguir devorando todo a su alcance, rozó el pálido cuello con el borde de sus labios, ganándose un gemido ronco y ansioso.

Sus impacientes manos viajaron hasta las nalgas de Malfoy para estrujar sus carnes bajo la delgada tela y sus dedos rozaron la fruncida entrada por encima, muy por encima, haciendo al rubio gimotear agudamente y arquear la espalda.

La textura de su piel le hizo agua la boca.

Tenía que saborearlo.

No veía la hora de adorar el respingado trasero y mordisquear su suave carne antes de meter todo su falo por ese delicioso agujero. ¿Sería posible que su prepucio quede grabado a fuego en las apretadas paredes de su interior?

Quien sabe, y con suerte, al rubio terminaba gustándole su polla, además de su cabello, y se dejaba de andar buscando chupapijas de mala muerte en cualquier antro de mierda.

Él era más adecuado para esa tarea, y cualquier otra de ese tipo, sobre todo y especialmente si se trataba de Malfoy.

El podía hacerlo infinitamente mejor, él también podía hacerlo venir con su boca, si quería.

Y si quería.

De hecho, podía hacerlo ahí mismo, aún tenía aguante para algunos previos, eso estaría bien.

Sonaba a un muy buen plan en ese mismo instante...

Su polla quiso traspasar su ropa ante la idea de arrodillarse sumisamente y engullir ese bonito pene, por lo que finalmente se apartó bruscamente.

En el acto, Malfoy intento sostener su rostro y atraerlo de nuevo, pero retuvo las pálidas muñecas en el acto.

—Espera...—Con el pecho agitado y los lentes chuecos, cayó de rodillas frente al rubio que lo miró tembloroso y despeinado. Acercó su nariz a su apresada erección—Déjame hacer esto...

Draco se mordió el labio inferior sin dejar de mirarlo con ojos desorbitados y se apoyó con las dos manos contra la pared, su pecho subiendo y bajando desenfrenado.

Potter se la iba a chupar

De solo imaginar que la misma lengua que había invadido su boca, iba a envolver su pene, sus rodillas temblaron.

Era un puto sueño, no quería despertar.

Mantuvo la cabeza gacha para no perder detalle y siguió sus movimientos, fascinado.

Lo vio primero jalar del algodón con las dos manos para descubrir su envarado sexo, húmedo y endurecido; y luego rozar su glande con la punta de su nariz mientras se relamía la boca, respirándole encima, oliendo su liquido pre seminal.

—M-Merlín…—Susurró débilmente, su boca salivando copiosamente.

Potter lo ignoro adrede desde su posición, y sin dejar de mirar su pene con concentración, abrió la boca despacio y asomó su lengua.

Acarició la punta de su glande con sutileza.

—¡Po-Potter! —Tiró la nuca contra la pared cuando, al segundo siguiente, el suave roce pasó a ser una presión aplastante. Toda la cabeza de su pene había sido recibida dentro de la cavidad—¡M-mierda!...

Su corriente sanguínea bulló y cada zona que la lengua frotó se llenó de pulsaciones que se arremolinaron desde su bajo vientre hasta su ingle.

Enderezó la cabeza cuando sintió que la boca se retiraba.

Potter se había apartado un segundo para relamer la humedad que impregnaba sus labios, antes de seguidamente, darse a la tarea de atrapar la punta de su miembro nuevamente.

Pero no quedó ahí, su falo fue succionado de a poco hasta su totalidad, mientras su prepucio era rasguñado deliciosamente por los perfectos y blancos dientes del auror.

—Si…—Draco empujó su cabeza de nuevo, temblando sobre sus piernas—co-cómetelo todo...Potter...

Apretó los dientes mientras el placer y la excitación se anteponía a cualquier otro estimulo externo y pequeños soniditos acuosos de succión flotaban en el aire, mandando escalofríos por toda su columna vertebral.

—¡Ugh...!.no pares...—Su boca se secó cuando la punta de esa lengua se enrollo en su glande diestramente, a la par que los carnosos labios subían y bajaban, ahorcándolo a mas no poder.

Potter lo estaba llevando al borde.

Acarició los cabellos alborotados con sus trémulas manos y jaloneó de la melena, algo ido.

La nariz del moreno respiró directamente sobre su bajo vientre y le provocó agradables hormigueos en toda la zona.

—Q-que...bien te lo tragas...

Gimoteó cuando, sin dejar de ahorcar su pene con el inicio de su garganta, Potter amaso sus nalgas y acaricio su entrada con un dedo.

Su vista se comenzó a nublar.

—…Po-Potter...v-voy a…

Se iba a venir, se iba a venir, se iba a venir.

Con Potter semi vestido.

De nuevo.

—¡nhg...!¡ ap-aparta...te!

De un impulso, y a sabiendas del inminente orgasmo, Harry engullo efusivamente hasta la base y gimió roncamente mientras introducía un dedo en la entrada de Malfoy...y eso fue todo lo que el otro pudo soportar.

Dos manos intentaron alejar su cabeza, pero él se resistió, haciendo que la dura polla se restriegue aún más contra su campanilla y el generoso chorro de semen viaje directamente a través de su garganta.

El inevitable orgasmo hizo que las caderas de Draco sufrieran un ataque epiléptico, aun siendo fuertemente apresadas por el moreno contra su propia boca.

El ultimo "glu, glu" del contrario tragando su semen cortó el silencio, y Draco boqueó por aire mientras su flácido sexo era finalmente liberado.

Sus piernas cedieron a su propio peso, haciéndolo resbalar, hasta casi dar con el suelo. No llegó a pasar, porque el moreno sujetó su torso mientras se incorporaba y se relamía los labios.

Había sido la mamada más corta que había recibido en su larga trayectoria de mamadas. Nadie le había hecho venir tan rápido.

Draco agachó la cabeza, jadeando y muerto de vergüenza, de manera que su melena rubia cubra su cara.

Quiso desaparecer,

Una mano sujeto su mentón y levantó su rostro, ahora carmesí.

—Tienes cabello...—Un dedo aparto algunas rebeldes hebras de su frente—...aquí...

Draco parpadeó a milímetros del moreno, que lo miraba con ojos dilatados tras las lunas empañadas.

Tragó para ocupar su garganta, pero las palabras se precipitaron fuera de su boca.

—E-esto no suele pasar, suelo durar más, pero ya había empezado antes y he bebido demasiado, por lo que no pude-

Un dedo sobre sus labios lo calló y su sonrojo abarco también a su cuello.

—No importa.

Se congeló ante un Potter que sonreía sin dejar de taladrarlo intensamente.

Se sintió cohibido bajo el intenso escrutinio, así que decidió que era hora de huir.

Si, lo mejor sería huir

Por supuesto, todo quedo en deseo, ya que no pudo mover un musculo mientras era fijado firmemente contra la pared.

Ladeo el rostro.

—Debo volver.

—¿Ah sí?

El agarre no cedió.

—Sí, me está esperando Blaise-

—Sí, me di cuenta.

—Genial, visto lo visto—Lo aparto de un empujón y se disparó, pero tropezó con su propia ropa regada en el suelo y si no fue porque su brazo fue apresado casi de inmediato, su nariz se habría estrellado ahí mismo.

Su captor se acercó por su espalda sin dejar de sujetarlo con firmeza.

—Deja de huir—le susurró en la oreja.

—¿Quién está huyendo? —forcejeó—Esto es humillante... ¡suéltame idiota!

Su cuerpo fue jaloneado hasta la cama, donde finalmente fue tumbado contra su voluntad.

El moreno se postro encima, sin dejar de sonreír con un brillito extraño en los ojos.

—Pero si recién hemos comenzado...

—Por si no te diste cuenta, no me estoy riendo—Aun ardiendo de vergüenza, puso su mejor cara de fastidio—Si no me dejas ir, Potter, te demandare. Juro que lo hare en cuanto salga de aquí.

La sonrisa se ensancho.

—Puedes hacerlo...—se acercó lentamente a su rostro—luego que follemos aquí, en mi cama...

Su pene latió de nuevo y se enfrentó a la mirada hambrienta.

Bueno, pensándolo bien, a Potter no parecía importarle que se haya venido como un colegial.

¿Por qué no follar como animales? La última vez que lo hicieron, había sido deliciosamente llenado por su gran pene, justo como le gustaba y se habían venido a la vez.

Se mordió la boca y su polla se comenzó a erizar de nuevo.

Además, esos sabuesos del Ministerio sabían toda clase de trucos para someter, amordazar y violar gente incauta como el... ¿Por qué luchar contra un auror entrenado?

Era una batalla perdida.

Potter no lo dejaría ir si no le nacía del alma, y le latía que eso pasaría, con suerte, dentro de mucho rato.

En ese mismo instante estaba mas entregado a su misión de acorralarlo contra su cama y parecía querer escudriñar dentro de su cabeza, tras sus parpados, bajo su piel y el interior de sus huesos con su mirada penetrante.

—Será mejor que te apures, Potter—Draco se impulsó hacia adelante con su respingona nariz levantada—No tengo toda la noche.

Sin apartarse, el moreno se quitó los lentes y los tiro por algún lado a su espalda.

—Genial.

Draco lo miró hechizado, casi sin aliento, y sintió su corazón salirse de su sitio cuando el otro se inclinó imposiblemente cerca.

Ahora que lo tenía de nuevo sin esa cochinada de montura, y podía detallar cuán curvas y largas eran sus pestañas, y contar cada pelito de sus cejas; no le entraba duda alguna que ese hijo de puta lo seguiría teniendo de cabeza hasta el último de sus días, porque…

Qué lindo era ese cabrón, por donde diera la luz.

Era terriblemente masculino y seductor, que si tan solo pudiera…

Quería cerrar los ojos al momento de besarlo, pero a la vez, no quería, porque se perdería de su rostro al aire libre.

Sin meditar, se abalanzó para apresar la carnosa boca, pero no pudo engullir nada, ya que el otro había retrocedió un milímetro con una sonrisa cínica.

—Malfoy...

Jodido gilipolla ¿Qué no era evidente lo mucho que se moría por besarlo?

Chasqueó la boca, furibundo y lo miró con odio.

—Si no dejas la palabrería y me besas de una puta vez—entrecerró los ojos—prometo que buscare a alguien más que me quite lo cachondo.

La sonrisa desapareció y sus labios formaron una tensa línea.

Harry frunció el ceño mientras era invadido por ese extraño y descarnado sentimiento que lo invadió al escuchar a Malfoy gimiendo a causa de otro.

No le daba gracia, ni un poquito.

—Como quieras.

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Neville avanzó entre la muchedumbre, buscando los servicios higiénicos. Tarea difícil dentro de ese lugar tan abarrotado.

Avanzó unos pasos más hasta que finalmente salió del embrollo de gente y dio con la dichosa entrada.

Se adentró aliviado y se paralizo ante la vista. Un cubículo sin puerta y la figura de un hombre sujetándose la cabeza, desorientado y semi recostado sobre la dichosa puerta fuera de sus goznes.

Apunto al techo con la varita y las luces del lugar se encendieron.

Parecía que un enfrentamiento había dado lugar, ahí mismo.

Se acercó apresurado y se agacho a su lado. Al instante de ver su rostro, lo reconoció, era el tipo que Malfoy había estado ligando.

—...Desaparecieron frente a mis ojos...—El tipo lo miró con ojos rojos e hinchados—...Ellos, s-se desvanecieron...

Neville husmeo rápidamente el recinto, no había nadie más ahí.

—¿Quiénes ellos?

—¡Ese cuatro ojos y el rubio!

¿Malfoy con alguien de lentes?

—Déjame, te ayudo.

Le tendió una mano, pero esta fue alejada de un brusco movimiento.

—¡Ese tipo esta- está loco! —Neville frunció el ceño. Tal vez el hombre ya estaba muy ebrio—¡M-me largo de aquí!

Suspiró mientras el hombre desaparecía por la puerta y se encogió de hombros.

Ni modo, la vejiga lo estaba matando.

Estaba en medio de la descarga cuando una voz conocida llego hasta él desde la entrada.

—¿Harry?

Parpadeó sorprendido.

¿Harry estaba por ahí con Collin? ¡No los había visto para nada!

—¿Aún estas ahí? ¿Harry?

Salió del cubículo y se encontró con el auror que husmeaba en los compartimientos restantes.

—¡Hey! ¿Viniste con Harry?

—Hola Nev, si—Collin suspiro con expresión desanimada—Fue al baño hace rato, pero se demoraba mucho así que decidí venir y...aquí no hay nadie.

—Lastima, de seguro ya se fue.

—Lo mismo pienso.

—¿Quieres unirte?

Collin se animó en el acto.

—¿Con quién estas?

—Con Theo y Blaise Zabini.

El auror abrió la boca, horrorizado.

—Oh no…mmm...no me hablo con Nott, y Zabini—Alzó las cejas inquisitivo—es el que se acuesta con Malfoy ¿No?

Neville parpadeo perplejo.

La interacción entre los mencionados no le había parecido ni remotamente cercana a lo que Mclaggen y otros varios aurores habían proclamado a los cuatro vientos durante sus horas de ocio.

—No creo, no parecen tener ese tipo de relación.

—Bueno, Mclaggen me comentó algunas cosas sobre esos dos.

—No creas todo lo que comentan por ahí—resopló—Incluso andan diciendo que Harry y Kerry están liados ¡Imagina!

—¿Harry y Kerry? —Sus alertas se activaron.

—Sí, pero es imposible, son solo rumores infundados.

—¿Que dicen...los rumores?

—Pues nada, a veces Kerry se queda en casa de Harry, y llegan juntos por las mañanas—No se percató que la mandíbula del otro cayó hasta el suelo—En fin, no me creo nada de eso.

—Si lo dices así—Collin frunció el ceño—suena a que si están liados.

—Imposible, si a Harry le gustara los hombres, saldría con uno.

—¿N-no le gusta los hombres?

—Bueno, en realidad ha tenido sus experiencias y no estoy totalmente seguro, ya que solo ha tenido relaciones, propiamente dichas, con mujeres—Neville evaluó la expresión afligida del hombre frente a él y abrió los ojos al máximo—¿Era cierto eso que a ti... t-te gusta Harry?

—B-bueno, se podría decir que... ¿bastante?

Fue el turno de Neville de abrir la mandíbula.

—¿E-en serio? No quise ser descortés contándote todo esto, lo siento.

—No importa, todo el mundo lo sabe.

Se encogió de hombros y se apoyó en la mayólica.

—Menos él...al parecer.

Neville se retorció las manos, apenado, pero muy curioso.

—¿Es reciente?

—No me da vergüenza decir que desde el colegio.

—Por Morgana...

Collin soltó una risa seca.

—Eso suelen comentar algunos cuando me oyen decirlo, pero aun no me rindo. Ahora trabajaremos juntos y pasaremos más tiempo...o eso espero.

—Realmente lo siento.

—¡Hey! No lo he intentado siquiera y ya estás dándome el pésame—Neville se ruborizo—Eso si es descortés.

—¡Disculpa! N-no me hagas caso, estoy algo tomado ¡Lo siento!

La disculpa se le había escapado muy natural, porque conociendo como conocía al moreno, no lo veía en una relación formal con un hombre, y de ser el caso, no creía posible que este vaya a ser Collin.

Aunque quien sabe.

—En fin, no tengo nada que hacer aquí, me voy a casa.

—¿Seguro que no quieres tomar con nosotros? Zabini es genial, lo digo en serio.

—Nev, a ti todos te caen bien.

—Y tú le caeras bien a todos—Neville lo jalo del brazo—Vamos.

No lo dejaría tirado con esa expresión de derrota, no señor.

El otro se dejó arrastrar con un suspiro resignado.

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Desde el instante que Collin fue plantado delante su pareja y el italiano, Neville se percató que habría sido mejor dejarlo ir.

Había cometido un error.

Theo le había dedicado un escueto saludo, que notó, fue solo por cumplir; antes de ignorarlo completamente.

Por otro lado, Blaise ya en toda su chispa, se empeñó en hacerle bromas sobre amores no correspondidos y ofrecer consejos pendejos que absolutamente nadie, ni el mismo, seguiría.

Cosa que puso muy incómodo al auror.

En consecuencia, Collin estaba visiblemente tenso mientras intentaba ahogarse con su vaso de vodka, mientras Blaise Zabini colgaba de su hombro, parloteando alegremente.

—¿Sabes lo que deberías hacer si la persona que te gusta desde el colegio quiere coger con todos, menos contigo?

—No—Respondió muy tieso.

—Robarte todos sus cabellos, de preferencia déjalo calvo, tendrías montones de reserva—llenó su vaso—Luego úsalos con todos los perdedores que quieran follar contigo.

—No me parece apropiado y nadie aceptaría una multijugos con ese propósito.

—¿Quien dijo que sería a voluntad?

—¡Seria delito! Y es denigrante follar con alguien imaginando a otra persona.

—¿Más apropiado es lloriquear frente a tu espejo porque Pot- porque nadie te la pela?

—¡Y-Yo no—Carraspeó—¡Nadie se portaría tan patético en el supuesto caso!

—Bueno, si lo haces, al menos disfrutarías la vista—estrelló su vaso vacío contra el mármol —Aunque no hay nada que disfrutar si se trata de Potter a la vista.

—¿Q-Que dijiste? —Collin abrió los ojos desorbitado y se puso muy rojo.

—Que a veces es mejor aceptar que nunca vas a ser correspondido

—No dijiste eso.

—Claro que si

—N-no, dijiste "Potter".

—Por supuesto que no ¿Por qué lo traes a colación?

—Tú lo hiciste.

—De la nada mencionas a ese pelucón ¿Acaso te gusta?

—¡No me gusta!

—¿Seguro?

—Quien me gusta ¡No es tu asunto!

—En fin, aquí va otro consejo por si necesitas, ya sabes, superar a alguien que nunca te hará caso.

—¡No lo quiero!

Neville se puso muy pálido y dedujo entonces que el slytherin probablemente ya tenía conocimiento de la situación sentimental del auror y estaba ensañándose con él por puro gusto.

—Amor—Susurro girando el rostro hacia Theo.

—Dime—El castaño acerco su boca a su oreja y deposito un suave beso.

—¿No te agrada Collin?

—Ni un poco.

—A Blaise tampoco ¿No?

—A él si le cae, al parecer.

—¿E-en serio? Pero...le está haciendo unas bromas muy pesadas.

—Así es el.

—No, digo...no está siendo nada amable.

—Así demuestra que no le desagrada.

—Es muy cruel que le restriegue su enamoramiento por Harry.

—Es su culpa por ser tan obvio, todo en el jodido Ministerio lo sabe, incluso Blaise lo sabe y no ha pisado el lugar en muchos años.

—Aun así...

—Solo déjalo, sobrevivirá.

—Eres cruel.

Theo sonrió torcidamente antes de sujetar su nuca y comerle la boca.

—Solo si no se trata de ti.

Neville se sonrojó y su estómago se retorció.

—...me encantas...

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No pude resistirme a subir este lo más pronto ante el ultimo comentario de Taeko xd hahaha