Capitulo 1
Al verme en el espejo, vestida de novia, una tristeza abrumadora me embarga. Siempre he seguido las órdenes de mis padres sin cuestionarlas, pero esta vez han traspasado un límite que nunca imaginé enfrentar. Ahora me encuentro en un camino sin retorno. Soy Candy White y les contaré cómo llegué a este punto de mi vida, sin siquiera imaginarlo.
Mi vida, para cualquiera, parecería perfecta, pero está lejos de serlo. Como mencioné, mi nombre es candy White, hija de Cassandra y William White, la segunda familia más acaudalada del mundo, según me han recordado mis padres desde que tengo memoria. Tengo una hermana dos años menor que yo, a quien siempre han mimado y consentido en todo, su nombre es Victoria. A pesar de que mis padres a veces son duros conmigo y nunca me han demostrado su afecto, los amo. Siempre han priorizado que sea perfecta en todo, y el prestigio es todo para ellos, a menudo siento que anteponen nuestra vida ostentosa a mi bienestar.
Por suerte, cuento con mi madrina, como una segunda madre para mí, quien ha sido un pilar en mi vida, compartiendo mis momentos tristes y felices. Aunque su ocupada agenda dificulta nuestra comunicación, debido a un viaje de negocios del que se desconoce la duración, la única manera de mantener contacto es por mensaje, y a veces resulta complicado llamarla.
La forma en que me enteré de mi compromiso fue un día al regresar de mi visita al orfanato al que ayudaba. Llegaba un poco tarde debido a revisar algunos detalles. Al cruzar la puerta, me encontré con mi madre esperándome, su mirada fría y reprobatoria me golpeó de inmediato.
— Otra vez llegas tarde. Deberías dejar esas tonterías, al final no te aportan nada interesante— comentó, desaprobando mis actividades solidarias.
— Lo siento, madre—respondí apenada, pero ella negó mientras se masajeaba la sien.
— Tus disculpas no me importan. Ven ahora a la biblioteca, tu padre y yo tenemos que hablar contigo—indicó sin más y se dirigió hacia el lugar indicado.
La seguí y al entrar, encontré a mi padre con su imponente presencia y su mirada helada. Nos miramos mutuamente.
— Hola, padre. Mi madre mencionó que tenían algo que hablar conmigo", expresé con temor. Él se levantó de su asiento y se colocó al lado de mi madre, ambos frente a mí, de pie.
— Así es, Candy. Solo para informarte que te casarás con el hijo de la familia Grandchester, que son amigos nuestros, para mantener nuestro apellido en alto. No hay discusión sobre este tema—sentenció mi padre.Al escuchar esas palabras, mi mundo se detuvo. Nunca imaginé que mis padres pudieran llegar tan lejos. El amor era algo sagrado para mí, y esto no encajaba en mi visión de vida. Nunca antes había desafiado a mis padres, pero esta vez estaban cruzando una línea que nunca creí posible. Aunque sentía miedo, sabía que debía expresar mi opinión sobre este matrimonio, que en lo más profundo de mi corazón, no aceptaba. Estaba decidida a hacerles saber mis sentimientos, aunque temblara de miedo.
