Reunión
Una jornada más transcurría en el restaurant Magnolia y como de costumbre estaba siendo bastante concurrido, Haru y Mira no se sentían de la mejor manera pero si o si estaban obligadas a mostrar buena cara ante los clientes, Setsuna les recalcaba siempre ese detalle: amabilidad y una sonrisa en la cara aunque no lo sintieran.
Por su parte, la hermana menor de Ralf buscó distracción la noche anterior en uno más de los encuentros ocasionales que solía hacer siempre que conocía a algún muchacho que le agradara, claro está que la condición que ponía ella era que no buscara más que eso: un encuentro ocasional, porque no deseaba enamorarse ni volver a decepcionarse.
Mirajane en cambio pocas veces salía y cuando lo hacía, era con sus amigas Risa y Haruna y siempre por la tarde, cuando la hija de Rei y Ralf podía salir tranquila al no estar su madre en casa. El día de hoy no lucía la sonrisa amable que acostumbraba tener, solo esbozaba una forzada cuando le tocaba atender a alguien.
Había algo que las estaba perturbando a las dos y era el hecho de saber que la gobernadora de Ciudad Ígnea se había pasado de la raya al humillar a su esposo tan cruelmente y consideraban la situación insostenible, ya que no sabían cuánto más iban a aguantar los dos.
En el primer momento en que no fueron solicitadas por ningún comensal, Haru se acercó a su amiga de cabello blanco para hablarle y plantearle las cosas.
- Oye amiga, tenemos que hacer algo... - dijo la de cabello castaño oscuro corto
- ¿Con respecto a qué? – preguntó la de ojos azules seriamente
- No te hagas la tonta, sabes de lo que hablo... de mi sobrina y mi hermano – respondió la de pupilas cafés frunciendo el ceño
- Estoy de acuerdo con eso, pero no sé qué podamos hacer – contestó Mira suspirando con resignación
- Tenemos que sacar a esos dos de esa casa, hay que darle un escarmiento a la bruja – propuso Haruna
- ¿Qué propones, secuestrarlos? – indagó riendo la de pelo blanco
- La arpía se olvida que el hombre también necesita amor, cuidados y comprensión... mi idea es que tú se los brindes a mi hermano – aseguró Haru con una pequeña sonrisa
- ¿Te refieres a hacerme su amante? ¿Estás loca? – indagó la apuesta moza sorprendida
- Lo único que tienes que hacer es ser tú misma, poner de tu parte la dulzura y ternura que te caracterizan y conquistarlo – reveló finalmente la hermana menor de Ralf lo que estaba pensando
- ¿Y cómo estás tan segura que él va a aceptar? Sabes que para Ralf, el honor es algo muy serio... jamás traicionaría a la mujer que ama – dijo Mirajane con tristeza
- Créeme que va a aceptar, no deja de ser humano y es inevitable que acabe buscando afuera lo que en su casa ya no tiene y Risa, nos va a ayudar a convencerlo – respondió la de pelo castaño guiñándole un ojo
- Pero... yo...
- Ay por favor Mirajane, ¿Qué más tiene que pasar para que dejes de reprimir tus sentimientos? Sé de sobra que estás enamorada de mi hermano, así que no intentes disimular conmigo – reprendió Haruna con fastidio a su amiga – Voy a mensajearle a Risa para que se reúna con nosotras y discutir este asunto las tres – añadió a continuación
- No lo niego, amo a Ralf pero yo no quiero ser plato de segunda mesa, no deseo ser "la otra" si empiezo una relación con él es para ser su nueva esposa – afirmó la bella joven de cabello blanco con algo de fastidio
- ¡Lo sé!, justamente ese es el objetivo final de mi plan... Rei no merece tener la excelente familia que tiene, ellos necesitan a alguien como tú a su lado y esa arpía, quedarse sola – contestó la de ojos cafés decididamente
- No lo sé Haru, ¿Cómo sabes que Risa aceptará a otra mujer que no sea su madre, al lado de su padre? Una cosa es que seamos amigas pero de ahí a que me quiera como novia de su papá, es otro tema – argumentó Mira sin convencerse, dentro de ella lo que más deseaba era ser la nueva pareja del hombre que amaba pero tenía dudas de que el plan resulte
- Tranquila amiga mía, tú déjamelo a mí – la tranquilizó su compañera de trabajo
Mientras aún conversaban, al lugar entró un muchacho elegantemente vestido, de cabello negro y lentes de lectura, el cual se acercó a la barra en donde estaban las dos chicas.
- Disculpen, señoritas – les dijo el recién llegado
- ¿Si señor? Tome asiento por favor, ahora mismo tomo su pedido – respondió la de pelo corto dándose media vuelta y sonriéndole
- No vengo a comer, necesito información... ¿Se encuentra Setsuna? – preguntó el hombre
- Espere un segundo, está en la cocina ahora la llamo – afirmó Mirajane antes de dirigirse hacia el lugar mencionado
Haruna observó detenidamente al joven, intuyó que debió haber sido algún alumno estudioso en el colegio al que haya ido porque tenía pinta de intelectual, pero no quiso preguntarle nada para no parecer indiscreta. Unos segundos más tarde, la hermosa muchacha de blanca cabellera volvió con la dueña del restautant, quien al ver al recién llegado se alegró mucho.
- ¡Setsuna! – exclamó el muchacho alegremente
- ¡Carlos! ¡Me alegra verte de nuevo, hermano! – respondió la mujer de tez morena yendo a abrazarlo
- No sabía que la jefa tuviera un hermano – dijo Haruna en voz baja cuchicheando con Mira mientras ambos hermanos se abrazaban
- No me extraña, le encontré cierto semblante familiar en la cara en cuanto lo vi – contestó su amiga – Ahora mejor pongámonos a trabajar antes que nos reten – agregó acto seguido
Mientras una volvía a sus quehaceres y la otra iba al baño a mensajear a Risa, Setsuna y Carlos estaban felices de reencontrarse ya que había pasado bastante tiempo de no verse porque él estaba en el extranjero.
- ¿Has terminado de hacer tu doctorado de Física en Estados Unidos? – preguntó la de cabello verdoso
- Efectivamente, ya soy especialista en Teorías Físicas y especulación cuántica, he vuelto para quedarme – afirmó orgullosamente el joven
- Que bueno, he recibido tus correos y vi te ha ido muy bien ¿Vendrás a casa?.
- Puedo ir de visita pero ya tengo donde vivir, he conseguido una casa en Ciudad Metallus – informó el de pelo negro – siempre me ha atraído la Ciudad Luminosa y su estilo griego clásico – añadió además
- Vaya que sorpresa, creí que te quedarías aquí en Ciudad Ígnea – respondió Setsuna sorprendida
- Es que aquí me siento como en una gigantesca fortaleza, no hacen falta tantos soldados en la frontera ya que no estamos en guerra y está esa muralla que no me gusta – dijo Carlos sincerándose – Pero no te preocupes, te visitaré las veces que pueda – Agregó sonriente
- No cuestiones a la gobernadora, ella sabe lo que hace y espero que cumplas, ¿Cuándo llegaste?.
- Hace unos días, no vine antes porque estaba instalándome en mi casa y terminando de mudar todas mis cosas – contestó calmadamente el muchacho
Mientras tanto, en el Palacio de Cristal se encontraban Risa y su padre con mucha expectativa en la sala de espera ya que la reunión de las Inners Senshis todavía transcurría, tal y como Ralf dijera hace un rato, la reunión con la Reina Serena era tal vez la última esperanza de que Rei reflexione sobre su conducta y vuelva a ser la mujer amorosa que supo ser.
En un momento determinado, Risa sintió vibrar su celular y no perdió tiempo en sacarlo para ver qué era ya que pensó que podía ser Seiya.
- ¿Quién es, hija? – preguntó Ralf viendola con el teléfono en la mano
- Es la tía Haru, dice que quiere verme para hablar un asunto importante – respondió la joven de largo cabello castaño oscuro leyendo el mensaje
- Entiendo, tengo ganas de verla, por todos los problemas que estamos teniendo no he podido visitarla – dijo el de ojos cafés sonriendo
- Claro que sí papi, seguramente se pondrá feliz de volver a verte – aseguró Risa sonriente – Hoy vamos a ir a visitar al antiguo médico de cabecera de mamá a ver qué es lo que nos dice – añadió ella
- Hoy será un día difícil... tu madre estará hecha una furia por el coqueteo de Mina y la palabrita que dijiste, ya me la veo venir – afirmó su papá seriamente
- Es cierto, debí haber pensado antes la forma de contestarle pero no pude contenerme, actué por impulso – confesó la chica bajando la vista – Depende también de lo que le diga Artemis, si recibe críticas se desquitará con nosotros si es que no oye a la Reina – agregó con pesar
- Tienes razón en eso y no te preocupes, yo soy igual... ¿Le respondiste a Haru?.
- Si, le dije que ahora estábamos aquí y que nos juntaremos en cuando pueda – contestó la de ojos púrpuras
Un par de segundos más tarde la puerta fue abierta por dos guardias, Risa y su padre alcanzaron a oír la voz de Serena exigiéndole a su hija, su esposo, Luna y Artemis que aguardaran afuera. A continuación entró la soberana y apenas las miradas de ella y de Ralf se encontraron, algo dormido en ambos pareció despertar y sus corazones empezaron a latir con fuerza.
- ¡Ralf! ¡Qué alegría, te extrañé! – exclamó la rubia con una inmensa dicha acercándose de prisa
- ¡Serena! ¡Tanto tiempo! – respondió el jefe de guardia de Ciudad Ígnea haciendo lo mismo
Ambos se abrazaron fuerte e inmediatamente ella besó al de cabellera castaña en ambas mejillas y la frente, una sorprendida Risa veía la familiaridad y calidez con que ambos se saludaban ya que sabía que eran amigos, pero no pensó que rompieran todos los protocolos demostrando la efusividad que demostraban.
- ¿De qué diablos me perdí? No creí que mi papá y la reina fueran tan cercanos – pensó para sí la muchacha mientras los veía
- Ven, tomemos asiento... tenemos tanto de que hablar, me has tenido bastante olvidada y eso no se le hace a una amiga – dijo la Neo Reina Serenity mientras se acercaba con Ralf tomado de la mano – Risa querida, como has crecido y que hermosa te has puesto ¿Cómo estás? – saludó sonriente a la joven
- Gracias Majestad, bien... gracias por preguntar – contestó seria pero amablemente la chica haciendo una reverencia
- Y tú también Ralf, que guapo te ves así vestido – elogió la de coletas al de ojos cafés
- Gracias Serena, tú también eres muy hermosa – respondió él con una sonrisa
- Siempre tan galante, pero cuéntenme ¿Cómo han estado? Hace mucho que no nos vemos – indagó la soberana sentándose en uno de los sillones – Imagino que bien ya que estamos en una Era de paz y armonía – agregó rápidamente
- Podremos estar en una Era de armonía y paz, pero igual mi casa y mi matrimonio son un infierno – reveló amargamente Ralf olvidando la alegría del reencuentro
- ¿Cómo así? Pero si estas con la mujer que amas, tienes una esposa y una hija maravillosas – dijo Serena abriendo grande los ojos
- No se crea, soberana... mi mamá ya no es la persona que supo ser, ella ha cambiado mucho en estos últimos dos años – Comenzó Risa a explicar
- Rei ha dejado de ser la persona dulce y amorosa que era con nosotros, ahora nos ignora y nos maltrata verbalmente, olvida nuestros cumpleaños, hace un par de días casi le tira los dientes a Risa de la cachetada que le pegó, la maltrata en todo sentido... hasta invade su privacidad – reveló el de pelo castaño oscuro seriamente
- Si, y solo porque me entregué a mi novio a quien amo y hay más, quiere casarme a la fuerza con algún ricachón solo por status social y dinero – agregó la joven a lo dicho por su papá
- No puedo creer lo que estoy oyendo, eso es una cosa de locos... - opinó la de peinado Odango llevándose una mano a la boca -
- Por eso es irónico que alguien me hable de una paz y armonía que no vivo... como lo hace el señor Artemis por ejemplo, me da bronca porque lo único que hacen es echar sal a la herida... no me vengan a hablar de felicidad, ¿De qué me sirven un mundo aparentemente perfecto y un Código que nos dice cómo tenemos que vivir, si mi vida y la de mi hija son un infierno? – aseguró el hombre dejando salir la amargura que llevaba en su pecho
- Por lo que me están contando, entonces Rei cambió mucho... ¿Pero qué fue lo que pasó con ella? ¿Saben de algún hecho que la haya marcado? – preguntó Serena preocupada
- Todavía no le hemos contado todo, seguramente mamá habló en la reunión de cuánto prosperó Ciudad Ígnea por su mano – dedujo Risa ante lo cual, la soberana asintió con la cabeza
- Rei no soporta la más mínima crítica ni desacuerdo con lo que dice, en el sótano de Nukureo Kaseigan... toma represalias contra quienes osen contradecirla o contar algo de su reprobable conducta... el pueblo no sospecha nada porque el distrito es próspero y ella disimula en público por lo que los pocos que han reunido valor y dijeron algo, quedaron como mentirosos – dijo Ralf mirando fijamente a una Serena perpleja
- No puedo creer lo que estoy oyendo, ¿Estamos hablando de Rei? – atinó a preguntar la Reina
- Le aseguro que si, Reina... ya no sabemos qué hacer, cuanto más cariñoso es papá con ella más lo rechaza e ignora, intentamos hablar y razonar con ella de todas las formas posibles pero es inútil... pareciera que nos odiara – comentó tristemente Risa – A mí ahora me exige separarme de mi novio y casarme con quien ella decida bajo la amenaza de mandarme sola a un convento de Estados Unidos – añadió acto seguido
- Tú eres nuestra última esperanza, ayúdanos por favor... queremos a la antigua Rei con nosotros - pidió suplicante Ralf tomando ambas manos de la soberana
- De acuerdo, antes de que se vayan hablaré con ella y con respecto a lo de las represalias... es muy serio y habrá que probarlo ¿Tienen alguna foto o algo? ¿O pueden traer a algún testigo? – pidió una Serena visiblemente afectada por las recientes revelaciones
- No, no es sencillo... dentro de la gobernación ella no permite ningún celular ni filmadora, ejerce un estricto control y no deja el sótano sin vigilancia, la cual cachea a quien se acerque – respondió el de ojos cafés moviendo la cabeza negativamente - Con respecto a lo del testigo lo mismo, todos están asustados y además es muy astuta... sabe qué ofrecer para comprar el silencio de quien quiera hablar - explicó acto seguido
- Sin pruebas lamentablemente será la palabra de ella contra la de ustedes, necesitamos evidencia... pero igualmente conversaré con Rei a ver qué me dice – aseguró la rubia de ojos celestes
- Creo que el poder la trasformó, en estos últimos dos años ha tenido conductas cada vez más tiránicas – opinó Risa con sinceridad
Así se quedaron un largo rato más conversando y recordando cosas hasta que llegó el momento de despedirse, en el cual le pidió a Ralf su número de celular y manifestó su deseo de estar más en contacto con él, lo que sorprendió a Risa.
Mientras ella iba a buscar a Rei para hablar, ambos se quedaron en la sala porque Chibiusa deseaba también saludarlos.
- Me sorprendió el nivel de cercanía con que se trataron la reina y tú, fue una sorpresa que te pidiera tu número telefónico para hablarte por Skype, ¿Qué tipo de relación hay entre ustedes dos? – preguntó Risa extrañada viendo atentamente a su padre
- Somos viejos amigos, nos conocimos cuando todavía tú no habías nacido – respondió el de ojos cafés
- A mí no me pareció solo eso, por cómo se miraban era evidente una cosa... parecían dos enamorados reencontrándose después de mucho tiempo, ¿Han sido novios antes de que conocieras a mamá? – reveló la muchacha la impresión que tenía
- No jamás, al conocerla, ella ya era novia de Endymion cuando era Darien así que nunca tuvimos nada – contestó Ralf con sinceridad
- Supongo que si hubieran tenido algo me lo dirías – indagó la joven tocando a su padre con el fin de sentir su aura
- De haberlo tenido me acordaría, nunca coqueteé con ninguna así que es improbable – contestó el jefe de guardia de Ciudad Ígnea - Cualquier duda que tengas estoy dispuesto a responderla - añadió el de ojos cafés
- Entiendo, gracias por decirme la verdad, papi – dijo ella con una pequeña sonrisa al notar la sinceridad en el aura de su progenitor... a pesar de esto sí quería preguntarle sobre qué sintió porque no le había quedado claro
Cuando ella iba a hacerlo, las puertas se abrieron y al salón ingreso una muchacha de peinado odango color rosado en compañía de otra chica algo más baja de estatura.
- ¡Risa! ¡Amiga, que bueno verte! – exclamó alegremente la joven acercándose y saludándola
- Chibiusa, también es un placer para mí saludarte – respondió Risa de la misma forma
- Supongo que ya conocen a Diana, mi dama de compañía... jefe Jones, es un gusto volver a verlo a usted también, ¿Cómo está? – dijo viendo a Ralf y sonriéndole
- Sí me acuerdo de ella y estoy bien, gracias princesa, es un gusto para mí también verla y espero que usted también esté bien – contestó el de ojos cafés tomando cortésmente una de las manos de ella y depositando un beso en la misma
- Si gracias, ahora sentémonos para conversar más cómodamente – invitó a ambos la chica – Puedes retirarte Diana, te llamaré si te necesito – añadió dirigiéndose a su dama de compañía
- Bien, señorita.
Mientras Rei todavía conversaba con las chicas y se manifestaba disgustada con Mina por haber coqueteado con su esposo, a ellas se acercó Serena en compañía de Endymion y le solicitó a Mars hablar con ella en privado, por lo que su esposo y las demás Inners aguardaron allí mientras se dirigían a otro salón aparte hasta el cual caminaron, en donde había dos soldados que les abrieron la puerta y volvieron a cerrarla apenas las mujeres entraron. Serena enseguida había notado la mirada llena de ira que le lanzó la Senshi del fuego apenas la vio, también recordó que en la reunión evitaba mirarla directamente y eso también le extrañó.
- Aquí estamos Majestad, ¿Para qué me quería? – pregunto fríamente Rei
- ¿Por qué me hablas así tan formalmente? Somos viejas amigas – dijo la soberana notando dicho detalle
- Usted debe entender que ahora es la Reina y yo una súbdita y por ende, las cosas cambiaron – fue la respuesta de la gobernadora de Ciudad Ígnea – ¿Me pidió hablar solo para eso? – añadió con una sonrisa sarcástica
- No, te lo pedí porque hablé con tu esposo y tu hija, ¿Por qué los maltratas y humillas? ¿Acaso ya no los amas? – indagó Serena yendo al grano
- Sabía que iban a decirle mentiras, mi hija se porta muy mal... es una grosera irrespetuosa y mi marido, no se cansa de engañarme con otras mujeres, es un mujeriego insaciable – dijo Mars fingiendo pesar
- Eso es mentira, Ralf no es así... eso no puede ser verdad y dudo mucho que Risa sea como afirmas, ambos me suplicaron ayuda y por lo que me dijeron, te portaste muy mal con ellos, ¿Qué ha pasado contigo? ¿Por qué cambiaste tanto? – insistió la rubia soberana mirando fijamente a Rei
- Esos dos son unos mentirosos profesionales y saben fingir muy bien, por lo visto consiguieron engañarla – dijo la de largo cabello ébano todavía sosteniendo su mentira
- Yo creo en Ralf y en Risa, así que deja de tratar de engañarme tú a mí y pon las cosas claras... estás siendo muy injusta con ellos, si hay algo que te perturba dilo de una vez – respondió la de ojos celestes haciéndole ver que no era precisamente fácil de engañar
- ¿Sabes que, Serena? Quiero que me escuches y digieras esto que voy a decirte, tengo algo que quiero sacarme de adentro de mi pecho... odio esta idea de que tú eres lo mejor... porque no lo eres, yo sí lo soy... hay una cosa en la que tú eres mejor que yo y es envidiar lo que tengo, eres tan buena como Mina que se pone a coquetear con mi marido... ya me quitaste a Darien una vez cuando era su novia ¿Te acuerdas? No tuve otro remedio que cedértelo porque eres la reencarnación de la princesa de la Luna, empezaste a caerme mal desde ese entonces solo que supe disimularlo muy bien, quise ser la líder de las Sailor Senshis pero las chicas no quisieron admitir que yo era mejor y te apoyaron a ti... yo me he ocupado de demostrar día tras día que soy la mejor tanto en el papel de Senshi como en el de gobernadora... conozco a un nuevo amor, me caso con él, tengo una hija... y adivina qué sucede... ¿Sabes la clase de personas que me molestan? Las que se hacen las buenitas, las que aparentan ser inocentes cuando en realidad son terribles traidoras, ¡Eso me enferma! – terminó Rei alzando la voz evidentemente enojada mientras se paseaba de un lado a otro por la sala
- Rei... ¿Qué te pasa? ¡Estas desconocida! En primer lugar, Darien y yo estábamos destinados a estar juntos... él nunca te correspondió, siempre te admiré porque sabía que no era tan buena como tú... la verdad no entiendo qué es lo que pasa contigo – respondió la Reina bastante impresionada por la forma en que la Sailor del Fuego hablaba – Y otra cosa, me contaron sobre abusos de poder de tu parte y que tomas represalias contra aquellos que disienten contigo, no quería creerlo pero ahora que te escucho parece ser cierto... ¡No estamos en la Edad Media, Rei! ¡Estamos en una Era de paz! Además... ¿¡Invadir la privacidad de tu hija!? ¡Un comportamiento tan retrógrado como ese es inadmisible en nuestra sociedad evolucionada! ¡No me dejas otra alternativa que hablar con Artemis para que te quiten la gobernación de Ciudad Ígnea!– exclamó furiosa la rubia de coletas con algunas lágrimas saliéndole
- ¡Tú no vas a hablar con nadie! - respondió enojada la de ojos amatistas - Tengo algo que mostrarte, querida Serena, algo que seguramente reconocerás – añadió Mars en un tono más calmado mientras sacaba un puñado de fotos de su cartera
- ¿Qué es esto? – preguntó extrañada la de ojos celestes agarrando las fotografías y en cuanto las vio, su mirada se llenó del más grande terror - ¿Qué... qué significa esto? ¿De dónde las sacaste? – indagó Serena totalmente asustada
- No importa de dónde las saqué, solo te diré dos cosas: primero, no te molestes en romperlas porque tengo copias muy bien guardadas y en segundo lugar, si hablas con alguien o haces algo en mi contra voy a difundir esas fotos públicamente – fue la respuesta de Rei
- ¡Eso no, por favor! – alzó la voz suplicante la de peinado odango
- Entonces ya estas avisada, ahora me retiro... Majestad, tengo asuntos que tratar con un par de palomas buchonas que no saben mantener el pico cerrado – contestó la gobernadora del sur abriendo la puerta y dejando sola a una llorosa Reina, la cual se ponía de pie y arrojaba el puñado de fotografías por una ventana luego de hacerlas trizas
En uno de los pasillos de la gobernación de Ciudad Ígnea, se encontraba Jedite conversando con algunos soldados de la guardia.
- Como les decía amigos, si están cansados de los abusos de la gobernadora pueden seguirme a mí, créanme... cuando yo sea el nuevo gobernador del distrito, nombraré nuevo jefe de guardia a cualquiera de ustedes, el que sea más leal a mí – argumentaba el rubio de ojos celestes
- Definitivamente lo estamos, ¿Pero que hará usted? ¿Y el jefe Jones? – preguntó uno de los soldados
- Déjenlo todo en mis manos y no se preocupen por el gorila ese que no supondrá ningún problema, sin duda alguna muy pronto dejará su cargo – aseguró confiado Jedite con una sonrisa en el rostro – Eso sí, les pido la mayor discreción porque si Lady Mars se llegara a enterar de esta conversación vamos a pasar unas vacaciones en el sótano, ahora disimulemos que ahí veo a Ursus – añadió a modo de recomendación
- Tercer Puesto Jedite – dijo un soldado alto y corpulento acercándose llamando al rubio en compañía de un grupo de guardias hombres y mujeres
- ¿Si Ursus? ¿Qué sucede? – preguntó el de ojos claros respondiéndole
- Acaban de llegar uno de los grupos provenientes de la frontera para ser relevados – contestó el alto hombre
Jedite los miró detenidamente y de entre ellos, enseguida le llamó la atención una atractiva muchacha de cabello azul y ojos verdes que mostraba una expresión totalmente seria en el rostro.
- Muy bien, cuando regresen Lady Mars y el jefe Jones, les serán asignados sus puestos y el grupo que los reemplace será enviado rápidamente – dijo el 3er Puesto calmadamente
Y aquí estoy yo haciendo acto de presencia una vez más con la alegría de ver a mi querido River bicampeón de la Recopa Sudamericana; pasando ahora a la historia... parece algunas cosas están empezando a salir a la luz ¿Qué sucederá más adelante? ¿Qué habrá visto Serena en las fotos que la asustó tanto? Muy pronto lo sabrán, y por otro lado está Jedite... ya hemos visto que planea algo turbio.
Tengo en total tres proyectos futuros que iré comenzando a escribir a medida que vaya terminando estos fics que llevo en proceso, se los iré revelando a medida que los valla publicando aunque uno ya lo había mencionado en SMvsT: Rescate o en el Regreso de las Máquinas, no lo recuerdo XD
Me despido entonces hasta la próxima actualización no sin antes saludar a mi buen amigo Charly Meiou cuyo OC hizo aparición en este chap y además, habrán dos invitados más, uno es la chica de cabello azul del final de esta entrega. Ya verán de quién se trata jeje.
Cuídense mucho y hasta pronto.