Parte del Motivo

Ciudad Argentum, Palacio de Cristal

La Neo Reina Serenity se hallaba con un codo recargado en uno de los apoya-brazos del trono, una mano en la frente y los ojos cerrados, sentía una opresión en su pecho ya que la alegría de su reencuentro con Ralf fue arruinada por esas fotos que le había mostrado Rei y por las noticias de su reprobable comportamiento, aquellas la dejaban de manos atadas sin poder ayudar al jefe de guardia de Ciudad Ígnea y eso le angustiaba, pero lo que más le afectaba era el hecho de que quien fuera su mejor amiga, sabía algo que creía oculto... algo que pensó que nadie sabría jamás.

Evidentemente alguien más conocía el secreto y le pasó las fotos a Rei pero la cuestión era saber de quién se trataba ¿Sería el propio Ralf? No, él no hubiera hecho algo como eso y además no recordaba nada, ¿Risa tal vez?... Tampoco lo creía probable, de haber sabido algo le hubiera exigido respuestas directamente cara a cara y Serena sabía que a la muchacha no le agradaban esos jueguitos de extorsión, aparte que el trato de Risa hacia ella fue normal, amable y cortés. ¿Entonces quién lo descubrió y cómo? No tenía la menor idea pero de algo sí tenía certeza, esas fotografías llegaron a manos de Rei en algún momento y se enteró del secreto... la Reina de Tokio de Cristal se sentía pésima no solo por eso, primero estaba el hecho de que el hombre que era tan especial para ella y la hija le suplicaron ayuda y se veía imposibilitada de hacer algo por ellos, segundo que esas fotos le habían hecho recordar que ELLA tenía parte de la culpa del cambio de conducta de la Senshi del Fuego. Quien antes era amable, leal y bondadosa ahora se había vuelto arrogante y parte de la responsabilidad la poseía Serena...

Ella pensaba en revelar su pecado ante ellos y asumir públicamente su parte de la culpa pero se sentía incapaz de hacerlo, no por su reputación sino por la decepción y sufrimiento por el que pasarían en primer lugar Endymion, difícilmente la perdonaría y no lo culparía por eso, también Chibiusa y Risa aparte de hundir más al propio Ralf y ella no quería eso porque sabía lo que él haría... además su idea era que dicho error no condicionara su presente y fuese feliz al lado de Rei aunque de todos modos, él ya estaba sufriendo y eso le daba la sensación de que había fallado en su promesa.

Tan perdida estaba Serena en sus pensamientos que ni cuenta se dio que Luna había entrado a la sala del trono hace un par de minutos y se encontraba de pie frente a ella.

- Majestad... su Alteza – dijo la concejera de cabello azul tocando uno de los brazos de la soberana luego de subir las escaleras que precedían al trono

- ¿Eh? Ah, Luna disculpa, dime qué deseas – respondió la Neo Reina Serenity abriendo sus ojos azules visiblemente alterados

- Usted me pidió que viniera a verla después de que las gobernadoras se fueran y ya pasó un largo rato, ¿Le sucede algo? Después de que pidió hablar en privado con Lady Mars, ha estado extraña inclusive cuando conversó por segunda vez con el jefe Jones y la señorita Risa – recordó Luna notando el estado de ánimo de la Reina

- Cielos... ¿Tan obvia soy?, no te preocupes no es nada. Necesito que llames a las Outer Senshis para que vengan a verme – contestó la rubia de peinado odango

- ¿A las cuatro? – preguntó la de pelo azul ondulado

- Si, debo hablar con ellas urgentemente, especialmente con Setsuna y Hotaru – afirmó Serena

- Entendido, ¿Tiene algo que ver con Lady Mars? Aunque buscaran ocultarlo noté que su esposo y su hija se fueron cabizbajos y algo abatidos – comentó la consejera haciéndole notar dicho detalle

- Por ahora no te puedo decir nada Luna en el momento oportuno te lo diré, ahora ve y haz lo que te dije – instó la soberana a Luna a cumplir con su orden

- Bien, Majestad – contestó ella haciendo une reverencia antes de alejarse

Mientras la Consejera se retiraba entró el Rey Endymion y al verlo, Serena se sintió intranquila porque no tenía la mirada calma que él solía mostrar, la misma evidenciaba una clara molestia y se preguntaba si tal vez Rei le mostrara a él también las fotos o simplemente ya sospechaba algo sobre su secreto, enseguida una pregunta se le vino a la mente y la sangre se le heló: ¿Habrá sido su propio esposo quien le diera las fotos a Rei? Si bien por un lado pensó que de haberlo descubierto, él no se iba a quedar tan tranquilo a su lado... por otro, podía estar disimulando para ver cuánto más ella iba a esconder el secreto, la duda la carcomía por dentro.

- Bueno, ya se fue él ¿Puedo preguntar de qué hablaron? – indagó el de cabello negro con un tono de voz cortante

- Recordamos viejos tiempos, hablamos sobre cómo nos fue en nuestras vidas – respondió la de ojos celestes con certeza de que algo malo pasaba con su esposo

- ¿Ah sí? ¿Segura que solo eso? – continuó preguntando Endymion en el mismo tono de voz

- No, él y Risa me pidieron... mejor dicho me suplicaron ayuda porque Rei se está portando muy mal con ellos – contestó la rubia

- Déjame adivinar, hablaste con ella pero no pudiste convencerla ¿verdad? eso no me sorprende teniendo en cuenta la antigua maldición del Milenio de Plata, sabía que esto pasaría... Lady Mars se condenó al haberse relacionado con él – comentó el hombre frunciendo el entrecejo – Si ella se hubiera casado con cualquier otro ahora sería feliz pero no, justo tuvo que fijarse en alguien que ya nació con la sangre maldecida por traidor – añadió recordando lo que sabía del hecho

- ¡No te permito que llames así a Ralf! ¡Él no es un traidor! – exclamó ofendida Serena

- ¿Porqué te exaltas, querida? Solo digo la verdad, Lady Mars es demasiado tonta por seguir junto a él o más bien se las está cobrando... – aseguró el soberano – Quiero creer que la historia no se está repitiendo – agregó levantando una ceja

- ¿A dónde quieres llegar, Endymion? – preguntó Serena buscando que su marido hable claramente

- ¡Ay por favor, Serena! ¿¡Crees que nací ayer!? ¿Piensas que no me di cuenta de tu mirada de enfado en la reunión cuando te enteraste que Lady Venus había seducido a Jones? ¿Creíste que no me daría cuenta que te pusiste celosa? – dijo el Rey en tono acusatorio

- Solo me dio bronca que Mina sedujera a un hombre casado, es todo – se defendió la Reina con el corazón latiéndole rápidamente

- ¿Y cuándo se fueron? Yo noté la forma en que lo mirabas, no estabas viendo a un amigo solamente – siguió Endymion con sus observaciones

- No digas tonterías, lo miraba porque pensaba en el hecho de que no puedo hacer nada por ayudarlos salvo decirles la verdad sobre la maldición – respondió Serena nerviosa de ver que su esposo evidenciaba tener sospechas

- Sí claro, no hay ninguna diferencia entre cuánto sepas de la leyenda o si crees o no en la misma. Hazlo y mira lo que pasa... ¿Tú qué opinas? – afirmó el de ojos celestes

- Yo quiero el bien de Ralf y de su familia, ¡Por eso no puedo dejar que recuerde nada! ¿A dónde quieres llegar? – preguntó ella queriendo mostrar una calma que no sentía

- Solo te digo, que espero no enterarme de que la historia se repitió... – contestó el soberano mientras se daba media vuelta y se alejaba – Ah y otra cosa, vas a tener que conseguir más tintura rosa para el pelo de Chibiusa, en la base del mismo ya se nota su color natural... te veo luego Serena, después continuamos hablando – agregó antes de salir del salón mirando de forma recriminante a su mujer

Serena estaba desconcertada y abatida, ¿Su esposo sabía algo más de lo que decía? por el momento debía hablar con Setsuna y Hotaru, escuchar sus informes y sugerencias aparte de tratar de saber cómo consiguió la gobernadora del sur, esas fotos.

Ciudad Ígnea, Distrito Sur de Tokio de Cristal

El viaje desde la Capital de regreso a la zona sur había transcurrido en un tenso silencio, para Risa y Ralf fue un baldazo de agua fría el momento en que una triste Serena les informó que habló con Rei pero que no pudo convencerla y para colmo, se iban sin tampoco saber la razón de su cambio porque a la Reina tampoco quiso decirle nada. Ahora solo tenían un sentimiento de desolación e incertidumbre porque ya no sabían qué hacer aunque pensaban que a lo mejor la visita al ex médico de cabecera de la gobernadora les podía aclarar algo.

Ralf estaba desconcertado en lo que sintió cuando volvió a ver a Serena, tuvo su corazón acelerado y cuando sintió el contacto de los labios de ella con sus mejillas y frente, parecía que una electricidad había recorrido su cuerpo y que tenía mariposas en el estómago. Para él, sentir eso era inadmisible porque sabía que no era solo alegría por el reencuentro con una vieja amiga... ¿De dónde salió ese sentimiento? ¿Tenía eso relación con el extraño sueño que tuvo? ¿Tenía él algo que ver con Serena? ¿Será que estaba relacionado con la difícil situación que estaba pasando? Muchas preguntas que se habían agregado a su mente le mostraban que había algo desconocido en su vida, pero no podía recordar por más que se esforzara.

El y Risa estaban seguros de que al llegar a casa, Rei iba a dar rienda suelta a toda la rabia que destilaba por la mirada durante todo el trayecto desde que se fueron del Palacio de Cristal y efectivamente, apenas llegaron a Hikawa y el carruaje continuó su camino hacia la gobernación por orden de Mars, el presentimiento se cumplió.

- ¿Les dije o no les dije que hablar con esa estúpida no serviría de nada? ¡Entremos a la casa ahora! - exclamó de mala forma mientras atravesaban el patio

- Ya me parecía raro que estuvieras en silencio todo el viaje – fue la respuesta de su esposo

- No podía permitir que el cochero escuchara nuestros asuntos personales... - afirmó con tono cortante la bella sacerdotisa

Después que entraron a la casa y se quitaron los calzados la reprimenda continuó, el rostro de Rei irradiaba furia pura y conociéndola, Ralf y Risa tenían un mal presentimiento ya que suponían que iba a querer tomarse revancha.

- ¿¡Cómo se atreve!? ¿¡Cómo pudo ella seducirte delante de mis narices!? – preguntó Mars hostilmente dirigiéndose a su marido

- Cálmate, sabes cómo ahora es Mina ella ha cambiado también – intentó tranquilizarla Ralf

- ¡No puedo calmarme, idiota! ¡Mi día está arruinado! ¿¡Cómo pudo Artemis elegirla a ella como líder de las Inners!? ¡A Mina! ¡Una loca! ¡Una ramera! ¡Deberían quitarle la gobernación! ¡Que esa boba sea líder de las Inners y yo no lo sea, me enferma! – Gritó Rei enfurecida – Apuesto a que vas a Ciudad Metallus especialmente para acostarte con ella, ¿Verdad? – añadió a forma de acusación hacia su esposo

- ¿¡Que!? Estás cada vez más trastornada, jamás he hecho algo como eso ¡Deja de drogarte y de imaginarte cosas! – se defendió ofendido el de ojos cafés

- ¿Y por qué no? Un mujeriego y una atorranta, harían una buena pareja ustedes... ¿Sabes? Tu hermanita y ella se llevarían más que bien ya que son exactamente iguales - siguió insistiendo la gobernadora ante lo cual el hombre bufó con fastidio

- ¡Ya basta mamá! ¡No hables así de papá! ¿¡Será posible que el poder te tenga tan trastornada!? – exclamó Risa con lágrimas en los ojos

- ¡Tú cállate jovencita! ¡Contigo también tengo cuentas pendientes! ¿¡Cómo se te ocurre utilizar dentro del Palacio ese lenguaje que heredaste del desvergonzado de Ralf!? ¿¡Quieres perjudicarme, verdad!? – continuó la de largo cabello negro gritando rabiosa - ¡Ustedes con ese ruido infernal que llaman música me perjudicaron, fui regañada por su culpa! – añadió acto seguido sin bajar la voz

- ¿Y qué deberíamos escuchar entonces? ¿Qué tendríamos que hacer? ¿Deberíamos vivir en una nube y vociferar "amor y paz para todo el mundo" sonriendo como si nada pasara y cantar "Perdona si no puedo ser sincera solo en mis sueños te lo confieso" lo más tranquilos cuando en realidad ni nuestra hija ni yo, estamos de ánimos para eso? – respondió Ralf con sarcasmo poniendo voz fina al cantar la canción, provocando que Risa se esforzara por no reírse - Nosotros no somos hipócritas... no nos sale, ¡Ninguna ley va a venir a decirme qué me tiene que gustar! ¡El Código no arregla nuestro problema contigo, así que no pretendan que yo muestre una alegría que no siento! - añadió alzando la voz exaltado

- ¿Así que insistes en desafiarme? No me importa escuchar tus argumentos... ¡No quiero volver a escuchar en esta casa esa porquería de música y se acabó! ¡El heavy metal está prohibido y lo sabes! ¡En la gobernación también tendré una seria charla con todos! De ahora en adelante van a respetar el Código de Convivencia lo quieran o no, ¡Cómo te sientas al respecto no me interesa! – contestó la de ojos púrpuras a los gritos antes de ir al baño a lavarse las manos

- La reacción esperable... hija será mejor ser discretos al menos cuando ella esté presente – dijo el de cabello castaño oscuro tomando asiento en el sillón

- Ese Artemis nos mandó al frente, estúpido gato blanco – se quejó en voz baja la hija cruzando sus brazos

- Eso fue en el pasado, ahora es humano – recordó el jefe de guardia levemente sonriendo hablando en el mismo tono

- Lo sé me caía mejor cuando era un gato, en fin lástima que no lo conocí así ¿Qué vamos a hacer con respecto a lo que le dijo a mamá? – indagó Risa

- El hecho de ser discretos no significa que vayamos a aceptar imposiciones injustas, sinceramente lo que diga Artemis me importa poco y nada, tal como lo dí a entender recién... no me gusta ni un poco que un funcionario me diga qué gustos tengo que tener o cómo tengo que ser – afirmó el de ojos cafés con seguridad

Ni bien terminó de hablar escucharon que Rei se acercaba y aplaudía porque había llegado a escuchar claramente lo que Ralf acababa de decir.

- ¡Bravo! ¡Te felicito por el fantástico ejemplo que le das a tu hija hablando de esa forma! – Exclamó ella con ironía - Las cosas no terminan acá, ya voy a tomar medidas con respecto a ustedes por haberme avergonzado... díganme, ¿Qué esperaban que pasara después de que le fueran con el chisme a la Reinita? ¿Que llorara como una magdalena y les implorara perdón de rodillas? – preguntó riendo a carcajadas

- Que tristeza da oírte hablar así, realmente estás desconocida – fue la contestación de su esposo apesadumbrado

- ¿Y saben qué fue lo peor? El tener que inclinarme ante esa tonta cabeza hueca de Serena, cuando ella debería hacerlo ante mí – comentó mientras se paseaba de un lado al otro

- Creo que te olvidas que ella es la Reina y tú solo la gobernadora de uno de los cuatro distritos de Tokio de Cristal, no sé qué pretendes - le recordó su marido

- ¡Cierra la boca y ve rápido a cambiarte que nos vamos a la gobernación! – Contestó su mujer en tono cortante – Ah y les aviso que el fin de semana estamos invitados a la casa de Makoto, será mejor que no me avergüencen de nuevo porque van a desear no haber nacido, ¿Me escucharon? – les dijo amenazante apuntándoles con un dedo

Ciudad Lignum, Distrito Este, Palacio Edén

La gobernación del distrito a cargo de Makoto estaba construida en forma de una imponente pirámide de piedra y por dentro, las habitaciones habían sido hechas con mucho lujo y las doncellas siempre atentas al servicio de la gobernadora convivían con los guardias a cargo de la seguridad cuyo jefe era el esposo de Lady Júpiter, Clark Still.

La alta mujer de cabello castaño había llegado a Palacio Edén con su carruaje y caminaba por un pasillo acompañada de algunas doncellas, su cabeza estaba llena de pensamientos sobre lo que había pasado en Ciudad Argentum. Realmente le hervía la sangre cada vez que veía al esposo de su amiga Rei, ella le contaba siempre que él la engañaba y no soportaba el descaro con que según su impresión, se hacía el inocente y fingía ser bueno. Sentía unas enormes ganas de invitarlo a pelear y vencerlo para obligarle a confesar sus andadas.

Ella caminó hasta encontrarse con un hombre rubio de ojos azules, de complexión robusta, tez blanca y vestido con una armadura verde adornada con el símbolo de Júpiter acompañado de la media luna creciente símbolo del Poder Real. Apenas estuvieron frente a frente ella les dijo a las criadas que podían retirarse, le sonrió y se dieron un beso en la boca.

- ¿Cómo fue todo en el Palacio? – preguntó el fornido jefe de guardia

- Excelente cariño, Artemis no tuvo ninguna queja de mi tarea solo elogios, quien fue también felicitada como te imaginarás fue Ami – contestó Mako sonriente

- Que buena noticia amor como de era de esperarse, siempre procuramos hacer lo mejor – dijo complacido Clark

- Quienes tuvieron regaños fueron Mina y Rei, en el caso de Minako ya imaginarás por donde pasa el tema... es una excelente gobernadora y persona, pero ya sabes cómo se pone cuando tiene a un hombre bien parecido cerca – recordó la gobernadora de Ciudad Lignum

- Es verdad me acuerdo, debería tratar de controlarse – sugirió el rubio rascándose la barbilla

- Lo ha intentado pero nunca pudo, ¿Puedes creer que sedujo a tu amigo frente a Rei? Lógicamente ella se puso furiosa, esa es una de las cosas por las que Artemis las reprendió a las dos – comentó la de ojos verdes seriamente

- ¿En serio ella hizo eso? Me parece raro que Rei no la haya matado ahí mismo ¿Y encima se llevó un regaño de Artemis? – afirmó Clark abriendo grande los ojos del asombro

- Porque estábamos en la corte, Artemis presente y porque era ella, si no sin dudas lo hubiera hecho y no la culpo, yo la acogotaría si te sedujera a ti y más le vale no intentarlo el fin de semana cuando las tres vengan a nuestra casa, aunque no creo que lo haga – dijo Mako calmadamente con una pequeña sonrisa

- Bueno, ella sabe que con Ralf y conmigo pierde el tiempo, él solo tiene ojos para Rei y yo para ti – aseguró el de ojos celestes acariciando el mentón de su esposa

- De tu parte lo sé mi amor, pero no me hables de ese cínico – respondió ella perdiendo su sonrisa – Hablemos en mi despacho – agregó a continuación

Ambos se dirigieron al lugar citado y allí la charla continuó, no era la primera vez que Mako le hablaba mal de su mejor amigo y los únicos roces que tenían como matrimonio eran por este motivo, ella apoyaba a Rei y él a Ralf.

- Mako, creí que ese asunto estaba cerrado, conozco a Ralf desde hace muchos años – defendió el rubio a su amigo con seguridad

- Por favor Clark, Rei es mi mejor amiga si ella me dice que él le mete los cuernos es porque es verdad, es un descarado sinvergüenza... me pone nerviosa la forma en que se hace el buenito, me da pena la pobre de Risa no sabe la clase de padre que tiene y no quisiera estar en sus zapatos cuando vea la realidad y se lleve una tremenda decepción – prosiguió la alta mujer con sus acusaciones

- Y yo te repito que conozco a Ralf desde hace más tiempo que ustedes dos, ¿Rei tiene pruebas de lo que dice? Porque la última vez que hablamos él y yo, me dijo que ella cambió bastante y que se porta como una déspota – recordó el jefe de guardia de Ciudad Lignum seriamente

- Rei no es así, cualquier disculpa va a inventar tu amigo para justificarse y no hace falta que me muestre prueba alguna, yo creo en su palabra ella no me mentiría en algo así – respondió la gobernadora creyendo en lo que acababa de decir - Entiendo que lo defiendas, ustedes dos son como hermanos, por lo unidos que son así como Rei y yo - añadió un segundo después

- Cierto Mako, pero algo raro está pasando ahí... no sé cómo Artemis no notó ese detalle – dijo Clark pensativo frunciendo el ceño

- Si lo hubiera se habría dado cuenta, lo único que tiene para notar es la conducta reprobable de ese sujeto que arrastra consigo a su pobre hija... me dan ganas de golpearlo hasta que confiese todo – comentó la castaña apretando un puño

- Sería una pelea interesante, recuerda que él y yo éramos los mejores en el ejército y no ha dejado de entrenar todo este tiempo porque me lo contó la última vez que hablamos por skype – afirmó sonriendo levemente el hombre

- ¿No estás subestimando a tu bella y fuerte esposa o sí, Clark? Además, pasó mucho tiempo desde eso... ellos entrenaban juntos pero por lo que me ha contado Rei ya no lo hacen, en cambio tú y yo no hemos parado – contestó Makoto también sonriendo y acercándose a su esposo

- No te preocupes no te estoy subestimando yo sé que tu fuerza es muy bien conocida, solo espero que todo se aclare en términos pacíficos y con respecto a Artemis, piensa que incluso a él pudieron habérsele escapado algunos detalles – aseguró él abrazándola por la cintura – Si Rei viene con su familia el fin de semana será excelente volver a verlo, además nuestra hija no ve a Risa desde que abandonó el curso de cocina – agregó rápidamente

- Si, vendrán los tres ¿Sabes? Quiero decirte algo – dijo ella rodeando el cuello de su esposo con ambos brazos – Soy afortunada por tenerte a mi lado, te amo Clark – agregó antes de besarlo en los labios

- Yo también te amo mi cielo – respondió sonriente él una vez que se desprendieron del beso

Ciudad Metallus, Distrito Oeste del Reino

La Ciudad Luminosa cumplía con todo lo bueno que había expuesto su gobernadora en la reunión del Palacio de Cristal, sus calles reflejaban un excelente orden y belleza y la frutilla del postre era el alumbrado público que le daba a la zona el toque de distinción del que Minako se enorgullecía.

Por una de dichas calles, mezclado entre los otros vehículos iba uno conducido por el joven hermano menor de Setsuna Meiou, sonriente y con su música preferida a todo volumen. Hacía ya más de una hora que salió del Restaurant Magnolia en Ciudad Ígnea y ahora se dirigía a su casa mientras admiraba el paisaje urbano, al llegar a la avenida principal dobló a la izquierda y siguió derecho hasta llegar a una bonita vivienda de tejas amarillas.

*One thing I don't know why

It doesn't even matter how hard you try

Keep that in mind, I designed this rhyme

To explain in due time

All I know

time is a valuable thing

Watch it fly by as the pendulum swings

Watch it count down to the end of the day

The clock ticks life away

It's so unreal

Allí se detuvo y antes de dirigir el auto a la cochera, se quedó maravillado por lo que veían sus ojos porque el hecho era, que su casa estaba situada a unas pocas cuadras del Edificio Dorado, la sede de la gobernación de Ciudad Metallus.

- Tenía información sobre la belleza de la sede del poder político local, pero ahora que la contemplo veo que es más bonita de lo que pensé, los datos se quedan cortos – dijo Carlos para sí mismo acomodándose los lentes

Ni lerdo ni perezoso decidió conducir hasta acercarse más para poder contemplar bien el edificio, el cual parecía que brillaba gracias a las luces de los cristales dorados que se mantenían encendidos día y noche, también le llamó la atención la singular forma curvada de la gobernación y la altura. Meiou contó el número de plantas y el resultado fue un total de 25.

- Esa gema roja en la parte superior... ¿Será solo un elemento decorativo o tendrá alguna otra función? – murmuró notando dicho detalle mientras detenía el auto a una distancia prudencial, para evitar llamar la atención de los guardias de la entrada principal vestidos con armaduras naranja

El muchacho paseó su vista por la imponente explanada principal y los hermosos bien cuidados jardines que antecedían el acceso al interior. Unos minutos más tarde giró su mirada porque le llamó la atención el ruido del andar de unos caballos acercándose, era el carruaje naranja combinado con amarillo y el símbolo de Venus en cada lado del mismo.

Aquel pasó a un lado del vehículo de Carlos y este vio cómo los soldados de la entrada se cuadraban militarmente y abrían la reja para que el carruaje ingresara, como las cortinas de la ventanilla estaban abiertas, Carlos alcanzó a ver quién ocupaba el interior.

- Si mis ojos no me engañan, la que va en el carruaje es Mina... así que era cierto, ella es la gobernadora de Ciudad Metallus, me pregunto si todavía se acuerda de mí – dijo en voz baja el de cabello negro – Tengo que verla, buscar alguna ocasión para hablar con ella – añadió con una sonrisa

*Canción: In the End, Álbum: Hybrid Theory, Año: 2000, Artista: Linkin Park

Capítulo nuevo de esta excelente historia, como era de esperarse Rei está furiosa después de los acontecimientos en el Palacio Real, por otra parte parece que Darien sospecha de algo en relación al vínculo entre Serena y Ralf ¿Ella es culpable del cambio de comportamiento de Rei? ¿Qué pasará ahí?

Ha hecho aparición uno de los dos invitados de los que hablé, se trata de Clark el mejor amigo y compañero de Ralf en los Ikari Warriors y por lo que estamos viendo, es aliado de él mientras que su esposa lo es de Rei ¿Habrá problemas en su matrimonio por culpa de eso? Aún no lo decido. En el próximo chap tendremos la visita al ex médico de cabecera que atendía a Rei, en donde Risa y compañía se enterarán de datos interesantes que explicarán bastante.

Me voy despidiendo silbando bajito hasta la próxima actualización que espero que sea pronto. I'll be back!