La Cena

El muchacho se quedó vislumbrado ante la belleza de la chica, quien solo mostraba indiferencia mas eso no detuvo a Chad de acercarse a ella y tomar su mano derecha para depositar un beso en ella.

- Es un placer conocerla, bella señorita – saludó cortésmente el hijo de Yuuichirou, como respuesta Risa solo se limitó a contener un gesto de repulsión

- Risa querida hija, ¿Qué no ves que el chico te está saludando? Dile algo por favor no te quedes callada – le dijo Rei con una amabilidad que de no haber estado presente la familia Kumada, no hubiera mostrado y eso Risa lo sabía muy bien

- Gracias... el gusto es mío – contestó seriamente la joven al mismo tiempo que se reía por dentro ante lo anteriormente mencionado

Mientras Rei y el matrimonio invitado observaban sonrientes, salía Ralf de una de las habitaciones, ya cambiado con una ajustada remera verde militar que le marcaba los músculos y un pantalón de jean azul. Apenas él y Yuuichirou entablaron contacto visual, se miraron de la misma forma que se veían dos cowboys rivales de las antiguas películas de vaqueros, a punto de tener un duelo.

- Jones...- dijo secamente en voz baja el de melena castaña

- Kumada – respondió de igual forma el Jefe de Guardia de Ciudad Ígnea

A Ralf no le agradaba para nada la presencia de ese sujeto en la casa por lo que sentía ganas de echarlo a golpes pero sabía que si arruinaba la cena, su esposa iba a tomar las represalias anunciadas con respecto a Risa... no, primero necesitaba sacarla de Ciudad Ígnea para tener más libertad de acción y seguir más tranquilo con la misión de investigación con Leona.

Por la parte del padre de Chad, consideraba al ex soldado como responsable de que Rei no correspondiera a su pasado amor y entonces, el sentimiento de desagrado era recíproco y eso no había cambiado por más que él ahora tuviera a Chuubou.

Ambos hombres se limitaron a darse un frío y silencioso apretón de manos.

- Él es mi amado esposo Ralf, seguramente ya lo conocerán – presentó la de cabello ébano sonriente

- Es un placer conocerlo, señor Jones – saludó la mujer sonriéndole

- Lo mismo digo, usted debe ser la señora Kumada – respondió serena pero seriamente, el de ojos cafés

- He oído mucho de usted señor Jones, permítame saludarlo y felicitarlo por la hija tan hermosa que tiene – hizo lo propio también Chad extendiéndole la mano

- Gracias, ya me imagino lo que has oído – comentó el esposo de la gobernadora de Ciudad Ígnea haciendo referencia al padre del muchacho

- Bueno, bueno... pasemos a la sala en lo que la mesa está lista – intervino Rei buscando desviar la conversación ya que se había dado cuenta de ese detalle

Dicho esto, se dirigieron a la sala de living y se sentaron en los sillones en el ínterin que Risa iba a la cocina a ultimar detalles de la comida que ya se encontraba lista.

- Me sorprende que no tengan personal doméstico para encargarse de las tareas de la casa – opinó Chuubou sin perder la sonrisa

- Es que no me gusta que cualquiera entre a Hikawa, somos bastante selectivos con las personas que recibimos aquí así que generalmente mi hija se encarga de las cosas – respondió la de cabello ébano

- Recuerdo bien las tareas del templo y al abuelo Hino, me apenó mucho saber que falleció hace ya tiempo y no me pude despedir de él – aseguró el de melena castaña con sinceridad

- Así es, lo extraño mucho él hubiera sabido aconsejarme sobre muchas cosas – añadió Rei

- Dudo mucho que el abuelo Hino se hubiera sentido contento, si viera en lo que su nieta se convirtió – pensó para sí el musculoso de cabello castaño oscuro mientras mantenía su expresión seria en el rostro – Él era una muy buena persona, siempre tendrá mi respeto y admiración – afirmó hablando finalmente

- Me hubiera gustado conocerlo – opinó la esposa de Yuuichirou

- Te habría encantado amor, me acuerdo de las difíciles pruebas que él me puso antes de aceptarme como su discípulo las cuales yo superé y por eso hice infinidad de cosas por el bienestar de Hikawa, el abuelo me enseñó todas las artes que conocía incluyendo las artes marciales – continuó rememorando Kumada padre

- Lo has contado muchas veces papá y lo sé, es por eso que has podido entrenarme... salida fácil para volverme fuerte – añadió orgulloso su hijo

- Si progresa tanto como habías progresado tú, no dudo de eso – alabó sonriente la gobernadora de Ciudad Ígnea

- No hay salida fácil muchacho, llega un momento en que solo el entrenamiento no es suficiente para ser verdaderamente fuerte, no... yo puedo hablar por experiencia propia, donde un soldado se hace más fuerte no es en el gimnasio es en el desierto, en los lugares difíciles – discrepó Ralf interviniendo en la charla y dirigiéndose a Chad

- No desanimes al chico, no es necesario ser un loco de la guerra para ser fuerte, Chad no es un soldado es un empresario – defendió Rei al hijo de su amigo

- No hace falta serlo, la vida pone pruebas difíciles a todos solo estaba dando un ejemplo – aclaró el de ojos cafés

- Una de las mejores cosas que aprendí del abuelo Hino fueron las artes marciales y por ende, no me asustan los músculos de nadie... menos los de quien cree que puede enseñarle a mi hijo mejor que yo – chicaneó el de melena castaña al jefe de Guardia ante lo cual, el aludido meneó la cabeza y sonrió sarcásticamente

- Cuando yo estaba en los Marines, mi antiguo Comandante decía algo con lo que hasta ahora sigo concordando "Aquellos que no conocen el infierno no pueden ser verdaderos guerreros" – respondió el esposo de Rei con firmeza – Hay una gran diferencia entre un cuerpo que se forjó en el campo de batalla y otro que jamás puso su vida en verdadero riesgo – prosiguió dando a entender que Yuuichirou no estaba a su nivel, cosa que no hizo más que enojar peor a este ultimo

- Pero señor Jones, no estamos en guerra – contestó riéndose el joven de pelo castaño

- La vida misma es una guerra, chico – reafirmó el robusto hombre recibiendo como respuesta más risa de parte del muchacho

Por su parte Rei, por dentro se sentía furiosa y con ganas de gritarle a Ralf que se callara y que dejara de vivir del pasado, que la actitud de él estaba alterando los ánimos pero debía disimular así que, solo se limitó a hablar para que la cosa no pasara a mayores en el momento en que el presidente de Keiretsu iba a responderle al marido de ella.

- Bueno, bueno, eso no importa ahora, después de todo estamos en una Era de paz y por cierto, ya me parece estar olfateando el aroma de la comida.

Mientras tanto Chuubou estaba más que sorprendida ante las palabras de Jones y no sabía qué opinar, entonces solo asintió con la cabeza ante lo que Rei acababa de decir.

Justo en ese momento llegaba Risa procedente de la cocina para avisar que la cena ya estaba lista, apenas la vio el hijo de Yuuichirou volvió a clavarle la vista algo que ella ignoró completamente. Al mismo tiempo que la gobernadora invitaba a todos a pasar al comedor, el ex militar sintió su celular vibrar por lo que avisó que debía ir al baño antes de acompañarlos.

Una vez que Ralf estuvo allí, al sacar su celular vio 3 mensajes entrantes los cuales se dispuso a abrir. Uno era de su hermana Haruna que le decía "Querido, apenas volví al restaurante, Setsuna me suspendió. La bruja habló con ella para que me echara, debemos reunirnos a conversar. Besos"ante esto, el hombre frunció el ceño y se enojó con Rei pero no se sorprendió ya que algo así era esperable.

Abrió el siguiente mensaje que pertenecía a Mirajane "Corazón, me gustó mucho verme contigo hoy y me encantaría que pudiéramos vernos todos los días. Hay problemas con Haru, la suspendieron... espero que todo se arregle", él sonrió y se reconfortó al ver que el gusto por el reencuentro con su amiga había sido recíproco.

El restante decía "Ralf, los espero de regreso en el cumpleaños de Chibiusa, espero que estés bien. Te quiero" era de la Neo Reina Serenity, aquí el ex soldado pensó en decirle sobre los latigazos que mandó a darle su esposa pero prefirió no hacerlo por el momento.

Luego de responderles a las tres mujeres, el de cabello castaño oscuro salió del baño y se dirigió al comedor a seguir aguantando las ganas de sacar a golpes a Yuuichirou, para él estaba claro que el melenudo seguía resentido por no ser el marido de Rei y en cuanto a Chad, no le había gustado la actitud despreocupada que tuvo hace rato cuando le habló así que ya por ese lado le dio mala espina.

Risa estaba terminando de servir la comida cuando su padre se reunió de nuevo con ellos, mientras Kumada padre estaba conversando con su hijo, Rei hacía lo propio con Chuubou.

- Llegas justo cariño no íbamos a empezar sin ti, siéntate por favor – le pidió la de cabello negro amablemente a su esposo, este rió tristemente por dentro mientras tomaba asiento al tener claro que, de no estar presente la familia Kumada ella no le hablaría así

- Esto está realmente delicioso, tienes una hija que cocina muy bien – alabó el hombre de cabello largo castaño a la gobernadora de pupilas violetas

- Gracias – dijo secamente la aludida empezando a comer también

- Risa se ha esmerado mucho por aprender y créeme, quien sea su esposo será muy afortunado, nada me importa más que la felicidad de mi hija – respondió Rei orgullosamente, al oír eso Risa debió esforzarse para contener un ataque de risa teniendo claro que eso era mentira, lo mismo que Ralf quien meneó negativamente la cabeza

- Estoy seguro que tú sí podrás casarte con un hombre respetable y que sepa darte la calidad de vida que mereces – esto le dijo Yuuichirou a la joven, refiriéndose implícitamente a la Senshi guardiana de Marte y a su matrimonio con Ralf, dando a entender que este último no reunía los requisitos mencionados

- Bueno, si bien eso es importante también es cierto algo, el dinero solo no hace la felicidad lo más importante es que ella corresponda al amor del chico... porque la friendzone ah, que horrible debe ser pero por suerte yo nunca la sufrí en cambio otros, no pueden decir lo mismo – contraatacó el jefe de Guardia que sí había entendido enseguida el sentido del comentario de Kumada, recordando el hecho de que su mujer no se quedó con él

Como respuesta, el ex ayudante en Hikawa solo apretó un puño de forma disimulada del coraje que sentía ya que el ex militar había sabido dónde golpear.

- Te aprovechas de la presencia de ellos que por eso no te contesto como te mereces, pero cuando ellos se vayan ya verás – pensó para sí Rei con rabia

- Yo por mi parte, busco una buena esposa que también sea respetable y sin dudas, sabré darle la mejor calidad de vida – se exaltó a sí mismo Chad

- Y no lo dudo hijo - le dijo su madre - Pero querida, has estado muy callada... ¿Por qué no nos cuentas un poco sobre ti? – comentó Chuubou hablándole a Risa, que al igual que su padre, también estaba conteniendo las ganas de echarlos de la casa

- No sé qué quiere que le diga, he completado mis estudios secundarios con buenas notas y ahora soy doncella en este templo tal como mi madre lo fue, mi papá es un gran hombre respetable y supo criarme bien, no permito a nadie discutir eso... - dijo la de cabello castaño oscuro seriamente y alzando la voz - Si bien sé cocinar bien y hacer las tareas domésticas no quiero que me quieran por eso si no por lo que soy, yo no voy a ser mucama de nadie y otra cosa, no me casaré con quien no ame – prosiguió ella

- Eso está muy bien, ¿Risa era tu nombre, cierto? – preguntó la de cabello castaño claro abriendo grande los ojos, notando la evidente tensión en el ambiente

- Sepan disculparla, ha tenido un día muy atareado – justificó la gobernadora a Risa, controlándose para no abofetearla ahí mismo

- No hay drama, pero insisto en que deberían tener personal doméstico aquí para encargarse del trabajo de casa – observó la esposa de Yuuichirou

- Es cierto, sería lo más lógico ya que tú eres la gobernadora de Ciudad Ígnea – agregó el presidente de Keiretsu

- Si pero ya les dije... no confío en cualquiera y no me gusta la idea de meter extraños a Hikawa – reafirmó Rei sin pérdida de tiempo

El resto de la cena se desarrolló entre conversaciones de temas variados incluyendo las inversiones que la empresa de Yuuichirou haría en ciudad Ígnea, Chad buscaba entablar dialogo con Risa pero esta lo evitaba, Ralf permanecía callado y solo hablaba para responder alguna que otra indirecta malintencionada del hombre de melena castaña.

Apenas acabaron con la comida y el postre, Rei le dijo a su hija que dejara la limpieza de los platos para después que se fueran las visitas y por su parte, Ralf salió al patio a despejarse un poco de ese ambiente lleno de disfraces e intereses económicos que no le gustaba. Risa lo quiso acompañar pero su madre le pidió que se quedara con ellos ya que Chad deseaba hablar con ella a solas, por lo que la muchacha no tuvo otra opción más que acceder e ir con el muchacho a una de las salas de living.

- Al fin podemos conversar un rato a solas, Risa... tu pareces ser una chica fuerte e independiente como lo es tu madre y eso es motivo de admiración de parte mía – le dijo el hijo de Yuuichirou mientras se sentaban en un sillón

- Agradezco tus palabras – se limitó a contestar ella cruzada de brazos y con una expresión seria en la cara

- Al igual que tú yo también estoy orgulloso de mi papá, él me ha trasmitido todo lo que aprendió y estoy muy contento de trabajar con él en la empresa ¿Puedo hacerte una pregunta? – Pidió el de cabello largo ante lo cual, la joven asintió con la cabeza sin decir nada - ¿No hablas mucho verdad? – indagó acto seguido notando la actitud de Risa

- Soy sociable pero soy selectiva, más que nada me relaciono con un par de amigas, mi papá y mi tía... no soy de darle confianza a cualquier extraño que me sonríe, como sabrás, mi madre me enseñó todas sus habilidades como sacerdotisa y tengo habilidades tales como sentir el aura de las personas, por lo que la gente falsa no puede engañarme – le respondió con el ceño fruncido mirándolo fijamente

- Recuerdo todo lo que mi papá me contó sobre las habilidades de la señora Rei y no tengo dudas de las tuyas pero no era eso lo que te quería preguntar – comentó el muchacho - ¿No te parece que tu padre se quedó en el tiempo? Digo, me parece anticuada y fuera de lugar su forma de pensar para lo joven que se ve – opinó Chad

- Mi papá es un hombre maravilloso, él no tuvo una vida fácil así que cómo piense no me parece para nada fuera de lugar, por más que esta nueva Era sea mucho mejor que la anterior no todo es bueno ni fácil ahora pero claro, tal vez a ti te parezca que sí ya que seguro vives en tu burbuja de lujos y comodidad a la que seguro estás acostumbrado, ¿Quién eres tú para juzgar a mi padre? Esto mismo que me dijiste ahora, ¿Por qué no se lo preguntaste a él directamente hace rato? Si no puedes decir algo enfrente de alguien... es mejor que no digas nada – contestó con firmeza la muchacha, lo que lo dejó impresionado

- Ok lo siento discúlpame, ¿Será que podemos ser amigos? – le preguntó el hijo de Yuuichirou

- Sé lo que realmente buscas ya que seguro mi mamá se lo dijo a tu papá y déjame decirte desde ya que perderás tu tiempo, mi corazón ya tiene dueño yo ya amo a alguien más... - aseguró tajante Risa

- ¿En serio? ¿Y de quien se trata? – indagó el joven ocultando el fastidio de oír eso

- No es necesario que te lo diga – rehusó ella cruzándose de brazos, a revelar el nombre de Seiya

A Chad no le había gustado nada el hecho de que a la chica con quien se suponía que iba a casarse amara a otra persona, ya iba a averiguar quién era de todos modos y también algo era cierto, ya le había echado el ojo a Risa a partir del momento en que vio su fotografía y ahora que la conocía en persona, le había gustado más aún.

Rei se encontraba aun en el comedor en compañía de su viejo amigo, ya la mesa había sido levantada y la mujer del empresario había salido del sector diciendo que quería caminar un poco.

- Bueno Rei, hasta ahora hemos hablado de negocios y de mi familia, cuéntame de ti ¿Cómo has estado? – preguntó el hombre de pelo castaño

- Todo está bien, mi familia bien, me he alejado de mi ocupación como sacerdotisa por mis tareas como regente de Ciudad Ígnea ya que no me da el tiempo para ambas cosas, pero todo va viento en popa, ¡No me puedo quejar! – dijo la gobernadora sin mencionar nada de sus problemas conyugales

- Entiendo, pensé que seguías dedicándole tiempo a Hikawa ¿Entonces tus habilidades están oxidadas?.

- Solo algunas pero no he dejado de practicar las artes marciales, intento no dejar el entrenamiento, con Ralf solíamos hacerlo juntos todos los días – contó la de largo cabello negro

- ¿Ya no practican más juntos entonces? ¿Hay problemas entre ustedes? – indagó Yuuichirou perspicaz

- No es eso... es solo que cada quien tiene sus propias obligaciones y no tenemos tiempo así que cada uno entrena por su lado ahora y cuando llegamos a casa, estamos exhaustos del trajín del día – explicó la de ojos púrpuras bajando la vista

- Cualquier cosa que necesites ya sabes que cuentas conmigo, somos amigos – recordó él – A mi particularmente no me agrada Jones, pero si tú lo amas y te hace feliz no tengo objeción – continuó hablando sinceramente poniéndole una mano en un hombro

- Siempre has sido un buen amigo Yuuichirou, te lo agradezco – respondió ella sonriéndole

- Yo te agradezco a ti por ser tan buena, aunque yo quise más de ti que solo tu amistad, ¿Recuerdas? – rememoró el ex ayudante de Hikawa

- Lo sé perfectamente, lo intenté pero no pude... siempre te quise y te quiero como a un amigo, ahora tienes a tu lado a una buena mujer que sí corresponde lo que sientes, eres una excelente persona y mereces lo mejor – le dijo con total sinceridad la de ojos violeta

Ralf estaba en el patio trasero del templo sentado en una de las sillas que rodeaban a una mesita, la misma en la que él estuviera fumando como lo hacía ahora cuando Rei hace poquito le dijera que deseaba tener otro hijo, afirmación que resultó al final ser mentira.

Por su atribulada mente no dejaba de revolotear lo que su hermana menor le dijera en la gobernación "...con una mano en el corazón te digo... sepárate, búscate otra chica" Una parte de él se resistía a esa idea ya que a pesar de todo todavía amaba mucho a Rei pero otra ya sentía el desgaste de los problemas conyugales y la permanente tensión...

- Daría lo que fuera por aunque sea un segundo de paz, no habría nada en el mundo que yo no diera... - se dijo para sí mismo el de ojos cafés apoyando un codo en la mesa y su mano sobre su frente

- ¿Pensando en voz alta, señor Jones? – preguntó una voz femenina cerca suyo, lo cual sobresaltó al ex soldado ya que no la había visto ni oído llegar y tampoco la esperaba; al alzar la vista vio que era Chuubou que se sentaba a su lado en otra de las sillas

- Señora Kumada, ¿Qué está haciendo aquí? – no perdió tiempo en preguntar Ralf, ella lo miró y le sonrió

- Somos invitados, que yo sepa no tengo restricción para ir a donde yo quiera ¿Le molesta que haya venido? – respondió la de cabello castaño claro

- No... es solo que me tomó por sorpresa, sería más entendible que se quedara charlando con mi esposa y el marido de usted – afirmó el jefe de Guardia

- ¿O sea que porque somos de sexos opuestos está prohibido que yo me acerque a hablar con usted? Ese pensamiento me parece algo anticuado – argumentó Chuubou riendo levemente

- Tampoco pienso de esa forma no me malinterprete, tengo amigas mujeres... lo que pasa es que... podría haber problemas si nos vieran juntos a solas – reafirmó el musculoso refiriéndose a Rei sin nombrarla

- Tonterías, Yuuichirou confía en mí y seguro que la señora Rei confía en usted – dijo la mujer - ¿Cuál es la gracia? – preguntó extrañada ella al ver que él se reía

- No es nada, olvídelo... solo puedo decirle que no todo es lo que parece – comentó el de pelo castaño oscuro en referencia a su situación con Rei

- Estamos en una reunión social celebrando el inicio de nuestras relaciones comerciales pero usted no parece feliz... su hija también ha estado muy seria y callada todo el rato – observó la de ojos verdes

- No lo parecemos porque no lo estamos, si fueran solo negocios no habría problema pero hay algo más en todo esto – aseguró el jefe de Guardia sin mirarla mientras continuaba fumando - ¿Un cigarrillo? – invitó tomando el paquete de la mesa y extendiéndoselo a Chuubou

- No gracias no fumo – declinó la chica amablemente – Puedo darme cuenta que usted y mi marido no se agradan el uno al otro también me llamó la atención lo que dijo antes sobre que la guerra es buena y sirve para fortalecerse – continuó hablando

- Vamos por partes, tiene razón en lo primero... su marido no me agrada y viceversa, el sentimiento de antipatía es recíproco y con respecto a lo segundo, nunca dije que la guerra sea buena... la misma trae sufrimiento y dolor, pero el pasar por las adversidades es lo que hace fuerte a una persona. Uno no conoce su fortaleza cuando todo está bien y tranquilo si no, cuando pasa por experiencias difíciles y yo he pasado por varias... he visto seres amados, amigos y compañeros morir frente a mis ojos, yo mismo he sido herido varias veces en misiones...y sigo vivo, sigo aquí – contestó Ralf con calma pero con cierta amargura

- Lo comprendo y lamento todo lo que usted pasó, pero ahora ya no tiene nada por lo que lamentarse estamos en una Era de armonía, todo es felicidad – dijo sonriendo la esposa de Yuuichirou, compadeciéndose de Ralf

- Eso es mentira – replicó rápidamente él – Si bien este mundo ya no es el mismo de antes desde la asunción de la Neo Reina, el pensar que está totalmente libre de maldad es una falacia ya que seguimos siendo seres humanos sujetos a fallas – prosiguió explicando

- Aún siendo así, debería enfocarse en lo bueno, señor Jones – opinó la de cabello castaño claro sin perder la sonrisa

- Usted no entiende, me refiero a... - empezó a hablar Ralf interrumpiéndose al empezar a sentir un repentino dolor de cabeza que aumentó rápidamente

- ¿Señor Jones? Señor Jones... ¿se siente bien? – preguntó preocupada la mujer al ver que él se tomaba la cabeza y dejaba caer el cigarro al suelo

Ella se alarmó más cuando vio que el jefe de Guardia empezaba a toser sangre y a sudar notoriamente mientras se ponía de pie.

- No... no... ¡ugh! ¡Gwaaaah! – gritó el musculoso al mismo tiempo que continuaba tomándose la cabeza con una mano mientras que la otra la tenía bien tiesa en forma de garra

- ¡Señor Jones! ¿Qué le sucede? – volvió a preguntar Chuubou ya asustada

Risa se encontraba en compañía de Chad cuando sintió el repentino cambio en el aura de su papá.

- ¿Sucede algo, Risa? – indagó extrañado el joven al ver que ella se ponía de pie alarmada mirando en dirección al patio trasero de la casa

- ¿Esa es el aura de papá? ¿Qué está sucediendo con ella? – pensó la de cabello largo castaño oscuro, lo que sentía no le estaba gustado nada así que sin decir nada corrió en dirección a la localización antes mencionada, dejando solo a un sorprendido Chad

Nukureo Kaseigan

A la gobernación de Ciudad Ígnea llegaba la muchacha de ojos marrones y corto cabello castaño, se bajaba del auto e inmediatamente se dirigía a la entrada principal del enorme edificio construido al estilo tradicional japonés, la cual estaba custodia por dos soldados.

- Señorita, ¿Qué busca por aquí? – preguntó uno de los guardias mirándola atentamente

- Buenas noches señores, vengo a alistarme al cuerpo de guardia – respondió sonriendo la joven con los brazos en jarra

- ¿Cuál es tu nombre, muchacha? – indagó el otro hombre

- Soy Aya Kuribayashi.

Bueno amigos, aquí termina un nuevo capítulo que espero les haya gustado, estaba esperando a poder cambiar el monitor de la PC para continuar (Es que escribir desde el celular es incómodo y además el Word era pesado y lo saqué ya que tengo poco espacio en mi teléfono)

Finalmente sabemos qué hizo Rei en represalia contra Haruna y como era de suponer, el ambiente en la cena estuvo bastante pesado con bastante tensión entre Ralf y Nicholas y por su parte, Risa no quiere saber nada con Chad. ¿Quieren saber cómo seguirá esto? Esperen al siguiente capítulo.

*De repente siento que alguien me toma bruscamente del cuello y me alza como si yo no pesara nada*

- ¡Acabo de leer tu historia "El infierno de Rei"! ¿Cómo te atreves a shipear a mi mujer con Darien? – preguntó indignado el Coronel

- Cálmese y bájeme, si me mata ya no habrá quien escriba sobre usted y Rei como pareja – contesto yo – Ya debería saber que quiera o no, tendrá que compartirla con otros personajes... no solo yo escribo sobre ella – añado acto seguido ante lo cual, el de paliacate rojo me suelta

- De todos modos le queda bien a él el papel de damiselo en apuros al que hay que ir a salvarle el culo.

- ¿Ya por un fic se enoja? Eso que no vio la página de Sailor Chuck – digo yo todavía sobándome el cuello

- ¿Sailor Chuck? No tengo idea de quien es ella – afirmó Ralf con una media sonrisa en la cara

- Sí que sabe y sabe también que es hombre – suspiro yo en voz baja

Bueno, después de esta breve interrupción, me despido de todos ustedes hasta la próxima. Hasta la próxima amigos!