Culpas Ajenas
Ciudad Lignum. Casa Kino-Still.
Luego de pasado el momento de sorpresa y desconcierto inicial, Rei podía sentir como la ira iba apoderándose de ella al mismo tiempo que se paseaba de un lado al otro ante la vista de los dueños de casa, no deseaba descargarse con ellos pero no le hacía falta ser muy detectivesca para darse cuenta que el hecho de quedarse a dormir en la casa de Makoto, solo era una excusa para poder escaparse y que ella ya lo tenía pensado desde la noche anterior aparte, que muy probablemente Ralf estuviese al tanto de todo puesto que ellos eran muy confidentes y por ende, se sintió burlada, ¿Cómo no lo consideró? Debió haberse quedado ella también para vigilarla mejor.
Clark por su parte, observaba atentamente a la gobernadora del sur y estudiaba sus reacciones, comenzaba a notar que en lugar de mostrar preocupación y angustia, demostraba puro enojo, eso le sugería el hecho de que parecía no preocuparle lo que pudiera pasarle a su hija y que la dichosa boda de la que le había hablado su amigo, de esta forma no se realizaría.
Mako sí estaba con angustia y preocupación puesto que no solamente la joven había huido y no sabía dónde estaba si no que también, Rei se la había confiado y sentía que le había fallado; Lita mientras tanto estaba algo asustada muy a su pesar ante la posibilidad de que la madre de su amiga empezara a hacer preguntas y notara que ella fue cómplice en el escape de Risa.
- ¿Cómo... cómo permitieron que esto pasara? - preguntó la de ojos violetas de modo poco amable
- Lo lamento Rei pero, ¿Cómo íbamos a imaginar que esa chica se fuera a escapar? - respondió la castaña excusándose
- Maldito Ralf... esto es cosa de él... - murmuró Rei con los dientes apretados - ¡Tú! ¿¡Risa no te ha contado nada!? Ustedes son amigas, tuvo que haberte dicho algo anoche - prosiguió hablándole a Lita quien estaba muy nerviosa
- Lo si... lo siento, pero ella no me dijo palabra alguna, actuaba normal - atinó a decir la rubia
- ¿Cómo puede ser eso posible? ¡Tuvo que haberte dicho algo, niña! - exclamó la senshi del fuego sin terminar de creerle
- De verdad, lo juro ella no me comentó nada al respecto - insistió Lita con su defensa
- Si mi hija dice que no sabe nada es porque no sabe nada, ¿insinúas que es una mentirosa? - intervino Clark en tono inquisitivo, con una voz no del todo amenazante pero sí poseía algo de tal
- Es que me cuesta trabajo creer que Risa no le haya dicho nada teniendo en cuenta su amistad... o a ti, no se ¿Hay algún dato que puedas darme? - respondió Rei sin amedrentarse
- No tengo ninguno - dijo el ex teniente secamente
- ¿¡Estás seguro!? - volvió a preguntar ella con algo de desconfianza
- Bueno ya, Rei tenemos que concentrarnos en encontrar a Risa, no en discutir - vociferó Makoto interviniendo antes de que la cosa pasara a mayores - Apoyo a mi marido, Lita jamás mentiría en algo tan serio - añadió acto seguido, la aludida no pudo evitar sentir remordimiento puesto que sí estaba mintiendo pero, no iba de ninguna manera a delatar a Risa y no tenía dudas sobre la veracidad de la palabra de ella
- Seguro que huyó para escapar del padre, no aguanta más al inútil de Ralf, él siempre la presiona para que le cubra todas sus fechorías - se apuró la de cabello ébano en culpar a su esposo
- Sinvergüenza - dijo la de ojos verdes apretando un puño con enojo
- ¿Estás segura que es él el problema? El Ralf que conozco jamás haría lo que estás diciendo - indagó el rubio musculoso
- La gente cambia... ya lo he dejado bien en claro anoche - se apuró la mujer a argumentar
Luego de cambiar algunas palabras más con ellos y viendo que no iba a sacar ningún dato allí, Rei decidió marcharse no sin antes decirle algo a Mako.
- Tengo la sospecha de que tu esposo sabe más de lo que dice, él y el mío son viejos amigos... ¿Cómo puede ser que Ralf no le diga nada?.
- Tampoco yo entiendo algo, ¿Cómo es posible que alguien con tantos fracasos amorosos a cuestas, arruine una relación que iba fantástica? - transmitió la castaña su duda, refiriéndose al marido de su amiga
- Ya te lo dije, no es el mismo Ralf, Makoto... - insistió la de pelo negro con su defensa
- De acuerdo, si sabemos algo de tu hija te lo haremos saber enseguida.
Luego de que Rei se fue, Makoto cerró la puerta y se volvió hacia su esposo.
- ¿Seguro que aquel infeliz no te dijo nada ayer, Clark? - preguntó ella entrecerrando los ojos, quisiese o no, lo que le acababa de decir la de ojos púrpuras le revoloteaba en la cabeza
- Estoy seguro, Mako, vamos a organizar una búsqueda por Ciudad Lignum... a lo mejor Risa todavía anda por aquí - contestó el de pupilas azules sosteniéndole la mirada
Entretanto, Rei sacaba su celular y marcaba inmediatamente el número de su hija, el tono de llamada se oyó pero ella no respondió y por ende, colgó y volvió a llamar obteniendo el mismo resultado, esta acción la repitió unas cuantas veces pero no hubo caso, su hija no respondía y en eso, la mujer estaba con ganas de estrellar el teléfono contra el piso de la bronca que sentía. Así que se subió al coche y cerró la puerta dando un portazo, una vez dentro lo primero que hizo fue dejarle un mensaje de voz a Risa.
- ¡Escúchame muy bien jovencita, no creas que vas a escaparte de mí! ¡No importa dónde hayas ido para huir de la boda con Chad, voy a encontrarte así sea lo último que haga! - exclamó ella iracunda antes de colgar
Como era de suponerse, Rei buscó el número de su esposo pero cuando iba a llamarlo, lo pensó mejor y eligió otro número.
- En cuanto puedas, llámame - fue todo lo que dijo para el buzón de voz luego de que llamara y la otra persona no respondiera, acto seguido a esto, puso el motor en marcha y salió de allí
Ciudad Ígnea. Casa Kumada.
Yuuichirou y su esposa Chuubou ya se encontraban a la mesa dispuestos a desayunar mientras que el hijo de ambos aún no se reunía con ellos puesto que todavía no se levantaba, el ex ayudante en Hikawa ya le estaba comentado a su mujer sobre la boda de aquel con Risa a fin de ponerla al tanto de lo que andaban buscando.
- ¿Sabes Chuubou? Mi objetivo con el acercamiento respecto a Rei y su familia no son solo negocios, mi idea es que Chad y la hija de ellos se casen lo antes posible, ya he conversado con nuestro hijo y está totalmente de acuerdo - dijo Kumada padre mientras tomaba su te
- ¿En serio? ¿Y cómo sabes que Risa también lo está? Porque una cosa es que nos reunamos a cenar pero otra diferente es hablar de matrimonio - contestó pensativa la mujer
- Rei lo estaba comentando así que desde luego que ella lo está, por eso no te preocupes... ellos irán conociéndose más y cuando todo esté dispuesto, celebraremos la boda - aseguró el de cabello castaño con calma
- Pues... no sé, no solo pasa por ahí el tema, ella debe amarlo y teniendo en cuenta cómo es nuestro hijo en verdad, en cuanto la chica note eso, no creo que desee casarse con él - señalo Chuubou recordando el incidente en el Restaurant Magnolia
- Otra vez vas a empezar con eso, ya te he dicho que no hay pruebas de nada, solo la palabra de dos camareras groseras contra la de Chad, que siempre ha sido un ejemplo de responsabilidad - respondió el empresario suspirando
- Ok, como gustes creer cree, pero algún día te vas a dar cuenta de la verdad - argumentó su esposa calmadamente sin ánimos de discutir
Por su parte, la persona mencionada ya se había despertado pero todavía se encontraba en la cama, de acuerdo a sus cálculos ya sabía que sus padres estaban levantados y no tardarían en mandar a llamarlo para desayunar.
Así que en el ínterin que silbaba tranquilamente se levantó y buscó la ropa que se pondría, escuchó que su celular sonaba, al ir a atenderlo y observar la pantalla, sonrió.
- Buenos días, si me llamas significa que ya tienes la información que te pedí - fue lo primero que dijo el chico a la otra persona
- Desde luego que sí, he estado siguiendo a la chica que me dijiste y pude averiguar sus datos, se llama Mirajane Strauss y resultó ser una luchadora retirada debido a un accidente automovilístico, desde hace años que trabaja en el Restaurante Magnolia, ahora envío la dirección de su casa - contestó inmediatamente su interlocutor
- Excelente, por lo que dijo mi papá, Setsuna Meiou no quiere echarla a ella ni a la otra estúpida pero pronto va a ver que no tendrá otra opción que hacerlo, voy a comunicarme con unos contactos que tengo en el Ministerio de Salubridad e Higiene y ya verán... - dijo riendo Chad - Pero además, tengo pensado darle un buen susto a esa perra albina, presta mucha atención... - proseguía con tranquilidad al mismo tiempo que quien estaba del otro lado del teléfono, escuchaba atentamente
Luego de que le detalló a la otra persona lo que quería hacer, cortó la llamada y escuchó que alguien tocaba a su puerta, se trataba del mayordomo que lo iba a buscar para decirle que sus padres lo mandaban llamar.
- Me visto y voy, diles que esperen un minuto - ordenó el muchacho
Casa Kou.
El nuevo día arrancaba también en la residencia de los hermanos Kou, el día anterior, Taiki y Yaten habían bombardeado con preguntas a Seiya, sobre dónde había ido y este, les contó casi todo eligiendo reservarse lo de la persecución. Aunque ellos habían visto las noticias en los medios, el cantante negó saber algo sobre eso afirmando además, que el viaje había sido tranquilo y que nada raro aconteció puesto que no deseaba alarmarlos.
- Bueno, ¿Y en que quedaron entonces? - preguntó el de cabello plateado a su hermano
- Risa ya debe de haber huido a un sitio seguro tal y como lo dijo su padre, dijo que me mandaría mensaje en cuanto estuviera en el lugar - contestó el de pelo negro
- Insisto en que ya no deberías involucrarte con eso, ¿Crees que la madre, cuando se cerciore de la ausencia de su hija, no te pedirá cuentas a ti también? - le recriminó Taiki
- No molestes, no tengo ganas de oír tus reproches, si no me apoyas llámate a silencio - contestó el cantante en tono fastidioso
- Pero es que tengo razón, Seiya, piensa... ya de por sí ella no aprueba su relación, imagínate ahora con este asunto - insistió el de cabello castaño
- No quiero tirarte abajo hermano pero, Taiki está en lo cierto - opinó Yaten interviniendo
- Suficiente, ¿No teníamos que ensayar después de desayunar? - desvió el aludido, el tema en cuestión
Los dos hermanos suspiraron y se dirigieron a ello pero en el ínterin, el timbre de la puerta sonó y uno de ellos se dirigió a atender, al hacerlo se llevó una agradable sorpresa, tras la puerta se encontraba una señora de cabello negro peinado hacia atrás y mirada amable quien sonrió al verlo.
- ¡Mamá! - Exclamó Seiya - No te esperábamos por aquí tan temprano - prosiguió animado
- Bueno, si mis hijos no vienen a verme voy yo hacia ellos, ¿Ya desayunaron? - dijo la señora, quien era nadie más ni nadie menos que la madre de los hermanos Kou
- Estábamos en eso, pero pasa para que nos acompañes - la invitó el músico sonriente
De este modo, la mujer ingresó y juntos se dirigieron a donde estaban Taiki y Yaten, estos al verla la saludaron y la invitaron a desayunar con ellos.
- Mamá, imagino que vendrás a nuestro concierto, ¿no? - preguntó Yaten mientras agarraba una galletita
- Por supuesto que sí asistiré, ahora díganme, ¿Agradecieron antes de empezar a desayunar? - quiso saber enseguida la señora
- No te preocupes madre, sí lo hicimos - afirmó Taiki con seguridad
- Me alegra oír eso, saben que siempre hay que dar gracias antes de probar alimento - recordó la mujer con calma
- Tenemos mucho por agradecer, como músicos nos está yendo muy bien y cada vez ganamos más fama, no necesitamos más - se enorgulleció el castaño
- Eso esta bien pero, no todo en la vida es dinero y fama ni posesiones materiales, nunca deben olvidarlo - señaló la mamá de ellos
- Nos has recalcado eso desde siempre, ser buenas personas y jamás olvidar de donde salimos - dijo Seiya con calma bebiendo su café con leche
Así, transcurrió el resto de la mañana entre charla y charla con su madre sobre diversos temas, la labor de ella como docente, detalles sobre el próximo recital en Ciudad Ígnea, la factible gira que iniciarían, qué otras actividades aparte de la música tenía cada uno, Seiya mencionó el tema el deporte que le contara a Haruna cuando le preguntó en Ciudad Aquae aparte del softball, bailar y nadar, Yaten dijo que le gustaba jugar con animales y tocar el órgano, aparte de vivir con lujos mientras que Taiki disfrutaba de la literatura, el sushi, leer y recitar poesías. La madre de ellos por su parte, se trataba de una excelente persona que siempre rescató valores como la honestidad y la humildad, deseaba que sus hijos jamás se vieran mareados por la fama y el éxito al ser cantantes famosos, ella además de dedicarse a la docencia era escritora, había escrito varias novelas exitosas tales como "Cazador Cazado" y "Química de Amor" por ende, estaba totalmente ajena al mundo de la música en el cual sí estaban sumergidos sus hijos.
Pasado el mediodía, el timbre de la casa volvió a sonar y en esta ocasión, fue Yaten quien se dirigió a ver de quien se trataba, el platinado se sorprendió e inquietó al ver a la propia madre de Risa ante su vista, quien lucía molesta y lo miraba con aquellos ojos violetas penetrantes.
- A un lado - dijo ella apartándolo de mala manera e ingresando sin esperar ser invitada
- Se supone que debe esperar ser invitada ¿no?, digo... - protestó el joven
- No necesito el permiso de nadie, yo gobierno esta ciudad - replicó Rei amenazante - ¿En dónde está tu hermano? ¿Está aquí o acaso cometió la estupidez de huir con mi hija? ¡Seiya Kou! ¡Deja de esconderte! - añadió de igual modo
Apenas termino de hablar, el mencionado apareció caminando en compañía de Taiki, los cuales deseaban ver quién era la visita y ambos se impactaron al ver a la gobernadora del sur en persona, especialmente Seiya al notar la mirada que le clavó Rei la cual lo intimidó.
- ¿¡En donde está mi hija!? ¿¡Donde fue!? - preguntó la mujer de mala forma caminado hacia el cantante
- ¿Quién cree que es usted para venir a gritar a nuestra casa y entrar de prepo? Nosotros no sabemos en donde está su hija - respondió Taiki ofendido
- No estoy hablando contigo así que por tu bien, te aconsejo que cierres la boca - le espetó Rei aún más enojada - Ahora responde Kou... - añadió a regañadientes
- Mi hermano se lo acaba de decir, no sabemos en donde se encuentra Risa y aunque lo supiera, ¿Cree que se lo diría? - aseguró Seiya con suma seriedad
- No creas que su estúpido noviazgo va a llegar a buen puerto, ella se va a casar sí, pero no contigo, jamás permitiré que un patético cantante de pacotilla sea mi yerno, ¡Nunca! - vociferó la de cabello ébano
- ¡Oiga respétenos! - defendió enojado Yaten a su hermano
- No se saldrá con la suya, lady Mars, usted está muy mal... necesita tratamiento urgente - argumentó el de ojos celestes
- ¿Y quién me lo va a impedir? ¿Tú? Pero por favor... - dijo riendo la madre de Risa - Se que fuiste con mi hija y mi esposo a Ciudad Aquae... ¿Con que motivo? - preguntó acercándose a él
- Eso pregúnteselo al señor Ralf, si es que se lo quiere decir - dijo el cantante, negándose a hablar
- ¡Habla ahora o juro que te daré una paliza! ¡Me da igual si me atacan los tres, no son problema para mí! - gritó la de pupilas violetas agarrando de las solapas al músico líder de los Tree Lights, sus hermanos por su parte, estaban presenciando lo que les contó Seiya y pensar que en un primer momento no le creían, ahora lamentaban no haberlo hecho ya que se daban cuenta de que Rei Hino Jones era una adversaria muy peligrosa
- No bromee, somos músicos no artistas marciales, vamos a denunciarla y le quitarán la gobernación, no crea que no haremos nada - advirtió Taiki tratando de ayudar a Seiya
- No tienen pruebas y no les van a creer, solo perderán el tiempo... nuestra querida reinita, no podrá hacer nada - rió Rei jactándose de esto último - Ahora Seiya Kou, ¿Hablas por las buenas o te hago hablar a golpes? Elige - siguió en tono desafiante
- Está tirando por la borda todo el respeto que se ganó, algún día su locura la va a llevar a la ruina - le advirtió el mencionado meneando la cabeza lo que tensó aún más a la gobernadora
- ¿Quién dices que está loca, desgraciado? Te va a pesar mucho - amenazó la de ojos púrpuras con intenciones de agredirlo
Cuando iba a hacerlo y Taki y Yaten a tratar de detenerla, una voz se escuchó desde cerca de allí.
- ¿Qué son esos gritos? - preguntó una voz femenina
- ¡Mamá! - exclamaron los tres al unísono ante la sorprendida mirada de Rei
- ¿Puedo saber a qué debemos la presencia de la gobernadora de Ciudad Ígnea en esta casa? - preguntó la mujer sin perder la calma
- ¿Y quién es usted? - respondió la aludida frunciendo el ceño
- Soy la señora Azumi Kou, para servirle, la madre de estos tres chicos... muy buenos muchachos por cierto, ¿Qué asunto puede tener usted con ellos? - fue la contestación de ella
- Yo no estaría tan segura, señora... su hijo anda acosando a mi hija y huyo por culpa de él - acusó señalando a Seiya
- ¡Eso es mentira! Risa y yo nos amamos - se defendió el cantante
- Mmmmhhh... pero si ella huyó ha de haber sido por problemas en el hogar, debería considerar eso en lugar de buscar culpables en terceros, ¿No lo cree? - señaló la madre de los Kou - Lamento mucho lo que ocurrió y espero que puedan resolver sus problemas de la mejor manera posible, usted deberá actuar con sabiduría en lugar de venir a gritar y a echar culpas aquí, usted al ser una referente para su hija ha de haber influido mucho en su decisión, del señor Jones no puedo hablar ya que nunca lo traté... yo solo hablo de acuerdo con lo que estoy observando - prosiguió
- No he venido a oír sermones... me acordaré de ustedes - dijo Rei afectada ya que quiera o no, aquellas palabras le penetraron así que, sin decir nada más salió de la casa sumamente alterada
- Creí que nunca se iría... - afirmó el de cabello plateado largo, con alivio
- Gracias Seiya, ¿Te das cuenta de la enemiga que nos ganamos por andar tú de Romeo? Habiendo tantas mujeres justo te tenías que fijar en la hija de esa desquiciada - reprochó con ironía Taiki a su hermano
- Se nota que nunca te enamoraste de verdad - argumentó ofendido aquel, no iba a tolerar que su hermano le echara la culpa de tener a Rei de adversaria
- Hijos, cálmense, ¿Ok? - Intervino la mamá - Seiya, no niego que esa joven con la que sales sea una excelente muchacha o no te habrías fijado en ella, practica la misma religión que la madre, ¿Cierto? - indagó Azumi
- Así es, es sintoísta aunque su padre es ateo y reniega de la religión - le informó el de cabello negro
- Al fin y al cabo, ellos tienen una mentalidad distinta a la nuestra, no hablan el mismo idioma que nosotros... al menos parece haber respeto en ese matrimonio puesto que el papá no comparte las mismas creencias - siguió hablando su progenitora
- ¿A dónde quieres llegar, mamá? - preguntó Seiya intrigado
- Que si el futuro los quiere juntos, superarán los obstáculos, si no... pues, cada uno seguirá su camino por doloroso que sea, hay que pensar con la cabeza y no con el corazón - respondió ella con tranquilidad
El de cabello negro se quedó pensando en aquello, quisiera o no, su progenitora tenía razón nunca se sabía lo que pasaría más adelante, solo le quedaba procurar lograr traspasar el problema con la madre de Risa para que pudieran estar juntos en paz. Fuere como fuere, debía de informar de esta visita de lady Mars y esperar lo que le dijera Ralf, no solo eso también saber de su amada, dónde fue y si estaba bien.
Rei todavía se encontraba frente a su coche delante de la casa de los Kou y pensando en las palabras de aquella señora, no la conocía y jamás la había tratado antes pero, con lo que le dijo parecía que ya hubiera sabido de los problemas que estaban afrontando ellos como familia, pero se resistía a ver su propia responsabilidad en ello.
- Que fácil... que fácil es hablar desde afuera, como se nota que nunca le pasó lo que me ocurrió a mí, que su esposo la traicione y sus hijos a pesar de saberlo, lo sigan apoyando a él... tal y como hace Risa - murmuró la de ojos violetas apretando un puño y frunciendo el ceño con rabia
El sonido de su celular la sacaron de sus pensamientos, por lo que ella se apuró a atenderlo.
- Habla - dijo secamente ella
- Aquí ando lady Mars, ¿usted me pidió que me comunicara con usted? - respondió la voz femenina desde el otro lado de la línea
- Sí Phobos, estás siguiendo a mi marido, supongo ¿Qué me tienes? - fue al grano la gobernadora
- Así es señora, se encontró con la chica de cabello blanco que le mencioné antes, los seguí y se dirigieron al cementerio, en dicho sitio estuvieron un rato y ahora se volvieron a subir al auto de él - informó la voz de la mencionada
- Tal y como lo supuse, se fue a encontrar con la loca esa... no los pierdas de vista y no dejes de informarme su localización, quiero pescarlos con las manos en la masa - ordenó Rei tajante - ¿Ya averiguaste su nombre? - preguntó acto seguido
- Aún no, con esta misma chica se había visto el jefe Jones la noche anterior en su casa antes de que usted llegara, estuvieron abrazados un rato en la entrada y después fueron a conversar - prosiguió con el informe
- Maldito desgraciado... y todavía me tilda de loca... encima aprovecha mi ausencia para llevar sus amantes a la casa - dijo la senshi del Fuego rechinando los dientes de la rabia
- Hay malas noticias, lady Mars... la noticia de la carrera en Ciudad Argentum salió en los periódicos pero, el coche del señor Jones no... solamente yo y mi moto... se sabe que la misma es de Ciudad Ígnea - aseguró la kunoichi con un tono de voz algo temeroso
- ¿¡Que!? ¿Te das cuenta de lo que ocasionaste por confiarte? ¡Ahora seguro me van a llamar del Palacio de Cristal para que dé explicaciones! - vociferó la mujer exaltada
- Lo siento, señora...
- Da igual, de todos modos mientras tenga mis haces en la manga, la reinita no me va a poder hacer nada pero tú, será mejor que no se te vea por la gobernación y no te dejes ver, debe parecer que huiste y no te podemos encontrar, ahora continúa siguiendo a aquel estúpido y sigue informándome - habló la de cabello negro antes de colgar y subirse de nuevo a su auto
Ciudad Aquae.
Carlos y Ami habían llegado al Centro de Investigación hacía un largo rato así que después de tomar un aperitivo, ambos se dispusieron a ponerse cada uno en sus labores, ella le pidió el informe que le había pedido anteriormente sobre rayos cósmicos, habiéndole el joven respondido que se había olvidado y que se pondría a hacerlo en ese mismo instante.
Después de regañarlo por haberse olvidado, la de cabello azul se dirigió a su oficina mientras meditaba en lo que había oído en su conversación telefónica y se dirigía al presente sitio; era consciente de que tenía que actuar con astucia aparte de la inteligencia que la caracterizaba, no descartaba comunicarse con Mina para tratar de averiguar lo que había hablado con el esposo de Rei anoche, cuando se quedó en el patio de la casa de Makoto con este y la princesa.
Ella sintió vibrar su teléfono y al observar la pantalla, vio que se trataba de Setsuna así que aceptó la llamada y la imagen de la mujer, se proyectó a través del monitor.
- Buenos días Setsuna, ¿Buscas a tu hermano? - la saludó la peliazul sonriente
- ¿Qué tal Ami? No, no... por la hora deben estar trabajando, deseaba hablar contigo - contestó la morena del otro lado
- Claro, dime - accedió ella amablemente
- Mira... sé que tú y Carlos están saliendo, me parece muy bien que ese cabezotas se haya decidido por ti y no por Minako, ella no lo tomaría en serio estoy segura - comenzó Setsuna a hablar
- Se que ellos salieron una vez pero nada más sucedió, la propia Mina confesó que se aburrió en esa cita así que, dudo que ella siga interesada... entonces me quedo tranquila - afirmó riendo Ami
- Eso me suponía pero bueno, no era esa la cuestión central de la que te quería hablar... verás, ya que andan juntos, quiero que le eches un ojo a Carlos... él es experto en programas informáticos y le gusta trabajar con hacks, temo que ande en cosas raras - pidió seriamente la guardiana del tiempo
- Mmmhhh, ¿Por qué no me sorprende? Al fin y al cabo lo conozco de años, no te preocupes que voy a investigarlo, cualquier tipo de hackeo está totalmente prohibido por la ley - aceptó la gobernadora del norte de igual forma
- Te lo agradezco Ami - agradeció Setsuna sonriéndole - ¿Has sabido del incidente en Ciudad Argentum? - añadió acto seguido
- No, ¿qué pasó? - indagó intrigada la de ojos azules
- Una moto solitaria corrió una carrera en las calles capitalinas y causó un desastre, por suerte no hubo víctimas fatales - recordó cabizbaja la imagen de Setsuna
- ¡Oh cielos! Que horror... espero que encuentren rápido al responsable - exclamó Ami abriendo grande los ojos
- La patente de la moto era de Ciudad Ígnea y estaba preparada para correr, de modo que lady Mars deberá comparecer ante los soberanos - fue la contestación de la dueña del restaurant Magnolia - Ahora debo irme, por favor recuerda lo que te pedí sobre Carlos - insistió ella
- No te preocupes no lo olvidaré, ¿Necesitas que nos veamos ahora?.
- No, ahora estoy en Ciudad Metallus reunida con Haruka y Michiru discutiendo unos asuntos, pero si necesitas algo no dudes en decirme - aclaró la de cabello verdoso
Luego de intercambiar algunas palabras más la llamada finalizó y Ami quedó sola pensando, ella creía que Carlos ya no seguía con esas actividades pero por lo que le dijo su hermana mayor, se había equivocado y debía vigilar.
- Así que tengo doble trabajo, bien pues... veamos con qué me encuentro - pensaba ella al mismo tiempo que se sonreía
Muy buenas amigos! Espero que les haya gustado este capítulo, quedo a la espera de leer sus comentarios, estoy deseoso de ver sus ideas y opiniones!.
Quien me tenía en Facebook sepa que me han cerrado mi cuenta personal, venía teniendo problemas desde antes ya que alguien estuvo denunciando los contenidos de las páginas en las que estaba yo de administrador con una amiga de las cuales dos, Face nos quitó, Imperio Lunar y Nanatsu no Taisai y el 18 del mes pasado, me reportaron no se qué y la víctima fue mi propia cuenta -.-
He enviado formulario a ver si la puedo recuperar pero, hasta ahora no hay respuesta, así que aún podrán encontrarme por aquí y en otros sitios en los que subo mis fics (no los nombro porque creo que no se puede hacer publicidad aquí XD)
Creo que no tengo nada más para comentar, así que solo me queda despedirme y aclarar algo, Athenalatina1, soy varón XD gracias igual por continuar siguiendo esta historia, saludos a vos también :3
Ahora sí, hasta la próxima!
