Barriendo Bajo la Alfombra
Ciudad Metallus. Casa Tenou-Kaioh.
Tres de las Outers Senshis, las guerreras del sistema solar exterior antaño protectoras del Reino de la Luna y demás planetas de invasiones externas, se encontraban reunidas puesto que estaban ante una nueva misión: conseguir pruebas contra Rei Hino y sus actos indignos de la Senshi que luchara por el amor y la justicia.
Para ello necesitaban un plan de acción y justamente de eso estaban hablando las tres chicas sentadas alrededor de la mesa del living.
- ¿Así que tu hermano anda saliendo con Ami? No me sorprende creo que son muy compatibles – comentó Haruka viendo a su compañera colgando el celular
- Así es, eso mismo opino yo, le acabo de pedir que lo vigile, conozco a Carlos y no quiero que se meta en problemas – respondió Setsuna luego de charlar con la gobernadora de Ciudad Aquae
- ¿Le dirás a ella que nos asista también o no? En nuestra tarea en la región sur, digo... al fin y al cabo es muy inteligente – quiso saber la de cabello aguamarino con curiosidad
- No creo que sea necesario, recuerden que nadie más está al tanto de lo que sucede con lady Mars y no nos conviene que lo sepa mucha gente, no queremos que Rei se entere de nada por boca de otra persona – aseguró la senshi del Tiempo con certeza
- Tienes razón, no la necesitamos – concordó Michiru con un sonrisa
- De todos modos no creerían nada a menos que mostremos pruebas, bueno... ¿Y cuál es el plan? – dijo Haruka yendo al grano
- Ojo, no descarto el hecho de que haya que pedirle ayuda a lady Mercury en caso de que la situación se complique, aclaro nomas... - señaló la de cabello verdoso oscuro recargando sus manos sobre la mesa
- No veo modo de sacar algo útil sin infiltrarnos en Nukureo Kaseigan, acercarnos a Rei o algo por el estilo – dijo la rubia de pelo corto pensativa – Imagino que se descarta la opción de combatir, derrotarla para obligarla a contar todo – prosiguió frunciendo el ceño
- Por supuesto que no consideramos esa opción, Haru, recuerda el Código de Convivencia no podemos quebrantarlo y bien sabes que, las peleas deben ser evitadas a toda costa – argumentó Michiru a su lado colocando una mano sobre el hombro de ella
- Ufff ese dichoso Código me exaspera a veces, creo que exagera – se quejó la ex corredora cruzando sus brazos
- Exagerado o no, debemos respetarlo, es la ley – añadió Setsuna a lo dicho por Michiru – Además recuerda, estamos hablando de lady Mars... aún si hiciéramos eso, ella no hablaría ni si la matamos – agregó acto seguido
- Cierto, ¿Y entonces qué? – indagó la de cabello aguamarino con seriedad
- Bien, como imaginarán, ya reporté a la reina el incidente en mi restaurante y mientras conversábamos, ella me mencionó el tema de lady Mars y el hecho de que ella se hizo con látigos a fin de castigar a quienes le causan problemas – comenzó a hablar la morena
- ¿Látigos? Que horror, Rei está peor de lo que imaginé – dijo Michiru llevándose una mano a la boca
- No entiendo de donde sacó ella esas reliquias antiguas – comentó Haruka desconcertada
- Justamente, de algún lado las consiguió en forma clandestina... el Puerto de Tokyo de Crystal se encuentra en Ciudad Ígnea, ¿cierto? Ese es un excelente punto de entrada para hacer traer algo como eso y que no sea detectado por los controles – explicó Setsuna
- Escondidos dentro de otra mercancía que sí sea legal, supongo – dedujo Haruka
- Exacto, vamos a tomarles prestados un par de esas mercancías a esa gente en uno de los barcos, luego... les vamos a quitar a la guardia algo de sus reservas de armas, ellos patrullan camuflados en camiones de carga para no llamar la atención, ustedes deberán hacerse con uno de ellos... luego, nos colaremos en Nukureo Kaseigan y nos vamos a llevar los látigos además de otras armas que tengan almacenadas u otra cosa que sirva de evidencia, en algún sitio de allí – les expuso la joven mujer de piel morena el plan de acción
- ¿Y podremos lograr todo eso sin pelear? – fue la pregunta de una Michiru dubitativa
- Desde luego es fundamental que no descubran sus identidades y hacer el menor revuelo posible, este es el plan: ustedes se harán con todo, me lo traerán a mí y luego nos vamos a Ciudad Argentum – detalló la dueña del restaurant Magnolia
- Setsuna, se que dijiste de no involucrar a nadie más en esto pero para poder lograrlo, vamos a precisar ayuda de adentro del cuerpo de guardia sureño, ¿Cómo vamos a saber a cuál barco ir sin usar tus habilidades de Sailor Plut? Lo mismo para la parte de los camiones, solo hay dos vías para conseguir uno: o peleamos y lo sacamos a la fuerza o nos infiltramos, para lo cual deberemos pasar desapercibidas y la mejor manera es disfrazarnos de soldados – reflexionó pensativa la rubia ex corredora
- Primero consigamos las mercancías, después pensaremos en la parte de los camiones pero es verdad, no sabemos quiénes son los que están de parte de Rei y los que no, deberemos ir a lo seguro y hablar con el esposo de Rei para que nos ayude, a su vez él nos podrá decir qué soldados están de su parte – añadió la violinista de igual forma
- En eso pensaba, vamos a hablar con los involucrados para poder manejarnos mejor – respondió Setsuna suspirando
- Posiblemente precisemos de tu hermano también, especialmente para saber qué objetos llevarnos del barco, ya que Ralf puede no saberlo – reconoció además Michiru
- Sabes lo que opino de eso, quisiera no involucrar a Carlos – suspiró la morena bajando la vista
- Ok, si podemos encontrar un reemplazo para él no nos hará falta pedirle ayuda, de lo contrario, tendremos que hablar también con Carlos – dijo Haruka con una pequeña sonrisa y como respuesta, la guardiana del Tiempo guardó silencio seriamente
Ciudad Argentum. Palacio de Crystal
Risa y Chibiusa ya se habían marchado a la habitación de esta última a fin de que Luna y Artemis proporcionen un adecuado cambio de ropa a la hija de Rei y mientras tanto, la Neo reina Serenity y el rey Endymion habían quedado solos en la sala del trono, este notaba a su esposa cansada y señales de no haber dormido bien además de mostrarse pensativa y preocupada.
- Serena, ¿te encuentras bien? No te veo buen semblante – señaló el soberano con preocupación
- Más o menos querido, anoche otra vez me desperté sobresaltada a altas horas de la noche y no pude volver a conciliar el sueño – respondió la rubia de coletas en tono cansino
- ¿Otro sueño raro como el que me contaste? – dedujo su esposo a lo cual, ella asintió afirmativamente con la cabeza
- Así es, tengo en claro que son sueños pero a las sensaciones que tengo al despertar, las siento bien reales... no comprendo porqué sueño con nuestras vidas pasadas, también aparece Nehellenia – afirmó la de ojos celestes pasándose una mano por la frente
- Creo que deberías posponer algunas actividades, ir a la habitación y tomar un descanso – propuso pensativo el hombre del antifaz blanco
- No quisiera hacerlo pero veré si me siento de ánimo – suspiró Serena con resignación
- Porqué no me cuentas qué soñaste anoche, a ver si encontramos alguna solución – pidió Endymion con amabilidad
- Pues... - dijo ella en voz baja luego de unos segundos de silencio, aún recordaba muy bien las imágenes oníricas en su mente y podía en el presente instante, rememorarlas muy bien...
Había pasado mucho tiempo desde que, tanto el príncipe Endymion como la princesa de Marte estaban ocupados en sus asuntos concernientes y no les prestaban atención a sus respectivas parejas, la princesa Serenity y el guerrero marciano Ralph, pero a estas alturas ellos ya tampoco los buscaban. Estaban sosteniendo un noviazgo en secreto con muchos encuentros llenos de pasión, cada vez se necesitaban más el uno al otro y sus citas clandestinas se volvían más y más osadas para ambos.
Especialmente para la princesa, quien experimentaba cosas que a las jamás pensó que se animaría, tenía conocimiento de que el pueblo marciano era apasionado a la hora de expresar físicamente su amor pero no creyó que tanto y aquel marciano se lo había enseñado con creces. ¿Había vivido algo como eso con Endymion? La verdad no pero, eso no quitaba que fuera muy feliz con el príncipe terrestre y que este era muy romántico, mas ella no deseaba recordar eso para no revivir el dolor de su distanciamiento.
El guardián de Sailor Mars también sabía ser romántico y estos encuentros llenos de fuego ardiente no eran nuevos, los tenía antes con Rei, esta era mucho más fogosa y ardiente que la princesa selenita, quien se trataba de alguien con mucha dulzura e inocencia las cuales contrastaban con la senshi del Fuego pero, igualmente era bella y él quedo cautivado. Sintió la necesidad de cuidarla y las cosas fueron creciendo hasta llegar a la situación actual... ambos eran amantes despechados y traicionaban a los respectivos dueños de sus corazones.
¿Realmente tanto Rei como Endymion dejaron de serlo? Ni Serenity ni Ralph querían pensar en eso, solo deseaban estar juntos y disfrutar uno del otro.
Ella como cada noche, se dirigía al lugar en donde se encontraba con su amante y al llegar, este ya la estaba esperando. Al verse, la pareja se abraza feliz además de besarse con ternura y pasión.
- Mi amor... esperé ansiosamente que llegara este momento para poder reencontrarme contigo, no pude dejar de pensar en ti en todo el día – dijo la princesa recargando su cabeza sobre el musculoso pecho de él, quien le acariciaba aquella y sonreía
- Lo mismo digo yo, mi hermosa, no quisiera separarme nunca de ti, estar contigo es lo mejor de estar aquí – contestó el guerrero besando la cabeza de ella
- No es cierto, además de eso disfrutas de entrenar eres un apasionado por la lucha – argumento la hija de la reina Serenity haciéndose la ofendida – Pero me encanta que me digas esas cosas bonitas – añadió sonriendo finalmente
- Es verdad, pero son dos cuestiones distintas, tu belleza y tu pureza me atrapan, vales más que el oro – aseguró el marciano correspondiendo el gesto
- Eres tan amoroso conmigo pero... tú y yo sabemos que yo ya no soy... pura... tú ya sabes – dijo la princesa sumamente ruborizada, puesto que se refería a que ya no era virgen
- Me refería a que eres pura de corazón, tienes una nobleza admirable – aclaró riendo levemente Ralph
- Realmente te lo agradezco mi amor, sin ti no se qué sería de mí ahora... tal vez no estaría viva – confesó ella con tristeza en la mirada abrazándolo más
- No digas eso linda, tu vida es demasiado preciosa como para que te la quites por ese príncipe idiota, no vale la pena – la consoló él tomando su barbilla con delicadeza para que alzara su rostro y lo viera a los ojos
- Tienes razón... yo que pensé que Endymion me amaba... que estúpida fui – concordó la heredera al trono de la Luna clavando su mirada en aquellas pupilas cafés – Se que puedo confiar en ti, eres temerario y al mismo tiempo tierno y protector, ese lado de ti me enamora mucho... ¿Sabes? No me arrepiento de haberme entregado a ti – prosiguió ella
- ¿Eso significa que ya no sientes culpa por estar con otro hombre que no es ese imbécil? ¿Ya no sientes nada por él? – preguntó Ralph
- No sabría contestarte eso ahora, en estos momentos sería fácil decirte que sí ya que lo tengo lejos, cuando lo tenga enfrente de nuevo y deshaga mi compromiso, lo sabré... - respondió la princesa con sinceridad – Dime, ¿Y tú por Rei? ¿Ya no sientes nada? ¿Vas a deshacer tu compromiso con ella si mi madre nos da el visto bueno? – indagó la rubia de odango
- Tampoco puedo asegurarte lo que yo sienta ahora, algo sí te puedo afirmar... jamás olvidaré su engaño, ten por seguridad que ahora mi futuro es contigo – contestó el musculoso de cabello castaño oscuro igualmente sincero – Si tú no estuvieras a mi lado, ya los habría asesinado a los dos, a ella y a ese maldito infeliz – añadió de igual forma
- Entiendo, ¿sabes? ya paso mucho tiempo desde que mi tía Nehellenia me dijo que hablaría con mi madre a fin de convencerla de aprobar mi relación contigo – recordó Serenity con algo de angustia – Cada vez me cuesta más callar que te tengo a mi lado y que mi corazón late por ti... Ralph, tengo miedo... ¿Y si mi madre se opone a pesar de todo? – agregó
- Tienes razón, yo también estoy cansado de tener que esconderme para verme contigo, tengo una idea... ¿Y si nos fugamos juntos? A algún lugar en donde podamos ser felices y olvidar las heridas pasadas – invitó el marciano inclinándose hacia ella
- ¿Tú y yo? ¿Lo dices en serio? ¡Me encantaría! Pero... ¿Y mi mamá? – exclamó la princesa con una mezcla de alegría e incertidumbre, sintiendo cómo su corazón daba un vuelco
- Sé que te dolería separarte de ella pero debes pensarlo muy bien, ¿Qué crees que pasará si tu tía no puede convencerla y ella se opone igual? Si necesitas tiempo para pensarlo te lo doy, quiero que estés 100% segura como cuando hicimos el amor por primera vez – le dijo el robusto hombre comprendiendo que no era fácil para ella dar un paso como ese, toda su vida vivió en el palacio junto a su madre y decir adiós al sitio de su nacimiento, no se trataba de una cuestión simple
- También temo por ti, no quiero separarme nunca de tu lado – confesó la de ojos celestes
Acto seguido a esto, ella lo abrazó de nuevo y comenzaron a besarse con ganas, reanudaron sus caricias al mismo tiempo que se desvestían lentamente, aquellas empezaron delicadamente y se volvían cada vez más atrevidas, estaban dispuestos a dar rienda suelta a la pasión. Aquellos amantes presos de la misma se olvidaban de todo y dejaban que el placer, el sudor y los gemidos fueran los protagonistas.
Lo que la princesa no notó fue que al dirigirse a su cita con el guerrero marciano, una de las Inner Senshis la vio alejarse del palacio y la siguió extrañada de que saliera a dicha hora, tampoco se dio cuenta que la Senshi se encontraba escondida espiándolos, había visto y presenciado todo, incluyendo la forma en que se hacían el amor... además de oír la mayor parte de lo que dijeron.
Se encontraba horrorizada, impactada y desconcertada además de sentir unas ganas enormes de gritarles que se detuvieran y de atacar al hombre, su cabeza daba vueltas por descubrir el tiempo que esa relación amorosa llevaba y jamás se habían dado cuenta, nunca pensó que lo que sus ojos observaban fuese posible. ¿Qué hacer? ¿Callarse y tratar de convencer a la princesa Serenity de cortar con ese noviazgo clandestino?
No veía factible eso puesto que ella se veía muy segura y apegada al guerrero de Marte; pensaba en lo que pasaría pero no veía otra alternativa, odió en ese momento a Ralph por ser tan canalla y estaba ansiosa de que fuera castigado, creyó que él era alguien honorable y sincero con su amor hacia Sailor Mars pero, se había equivocado.
Seguramente la reina encolerizaría y Rei se pondría furiosa además de sentir su corazón roto y procuraría vengar el engaño, por otro lado estaba Endymion... una deshonra así seguramente no sería pasada por alto y habría graves consecuencias respecto a las relaciones entre la Tierra y la Luna además, Marte también estaría envuelto en el escándalo. No estaba bien segura de lo que tenía que hacer pero debía evitar que hicieran lo que tenían planeado, si bien aún la joven heredera no daba una contestación estaba segura que acabaría por aceptar fugarse. Así que la chica de cabello castaño ondulado se retiró discretamente y una vez que se alejó lo suficiente de donde estaban los amantes, se dirigió corriendo de regreso al palacio...
Rei ya estaba dispuesta a dormirse puesto que su día había sido muy agotador, hacía mucho tiempo que ya no buscaba a Ralph puesto que consideraba que no había nada más importante que el deber de ser una Sailor Senshi al servicio de la familia lunar y por ende ya no tenía tiempo para pasar con su prometido, ella estaba segura que él entendía eso. A quien más la Reina Serenity le encargaba misiones era a Rei misma aparte de a lady Venus más las veces que tuvieron que combatir a las fuerzas del Caos para defender la paz, la marciana se sentía honrada por la confianza depositada de parte de la soberana.
En ese mismo momento de la noche, antes ella lo pasaba con su amado pero luego de su llegada a la luna y a medida que fue transcurriendo el tiempo y fue estando más ocupada, Mars manifestaba estar cansada y necesitar descansar cada vez que Ralph la buscaba, lo mismo durante el día, siempre estaba en alguna tarea por lo que no podía prestarle atención, inclusive le había propuesto volver a Marte y que esperara a por ella, pero este se negó a alejarse. Estaba claro que la prioridad había dejado de ser su prometido y sí, su labor como Senshi y por ende, la pareja sí se había distanciado. Nehellenia le solía decir que Ralph comprendía perfectamente su posición y que no se hiciera problema, Rei confió en eso y no se preocupó por el distanciamiento, consideraba que ya podrían ponerse al día en cuanto estuviera más despejada de tareas.
Ahora la Senshi del fuego ignoraba lo que estaba ocurriendo y ni se imaginaba lo que estaba a punto de enterarse. Tampoco lo imaginó al oír que tocaban bruscamente a su puerta y ver a su amiga Makoto entrar apresurada y alterada a su habitación.
- ¿Se puede saber qué te pasa a ti? Estaba por acostarme – dijo la de cabello negro extrañada
- ¡Rápido debes venir conmigo ahora! ¡Vamos a ver a la reina! – exclamó Júpiter tomándola de un brazo
- ¿A la reina? ¿Ahora? ¿Puedes decirme que es lo que sucede? – preguntó Mars con desconcierto
- Te vas a enterar en un rato pero te advierto que no te gustará nada – se limitó a responder la castaña
De modo, que las dos mujeres se dirigieron a la sala del trono de la reina a ver si ella estaba allí, al llegar y no verla le preguntaron a alguien de la guardia, recibieron como respuesta que acababa de retirarse a descansar.
- ¿No podemos dejarlo para mañana? La reina ya se va a dormir... - comentó la de pupilas amatistas
- Esto no puede esperar, debemos sorprenderlos ahora mismo – insistió su amiga y compañera
- ¿A quiénes? No entiendo de qué hablas, ¿Nos atacan las fuerzas del Caos acaso? – respondió Rei sin comprender
- No es eso pero tampoco algo menos grave... se trata de un acto de traición... por partida doble...
La marciana quiso volver a preguntarle pero Júpiter no dijo nada más y empezó a correr en dirección a la recamara real.
La persona en cuestión se encontraba caminando en dirección al sitio recién mencionado en compañía de Luna, su consejera.
- No hemos vuelto a saber de las fuerzas del Caos, mi más sincero deseo es que la felicidad y armonía duren para siempre y que el conflicto en la Tierra se resuelva pronto – dijo calmadamente la soberana
- Estoy segura que el príncipe y los shitennou conseguirán lograrlo, señora... así podrán su hija y él, reencontrarse – respondió la mujer de cabello azul ondulado
- ¿Sabes? Ella escapa a solas al jardín y ya no pregunta por él desde hace mucho... ya no luce triste y en cambio, se ve de muy buen ánimo y contenta – señaló la de coletas color plateado
- Es bueno saber que la princesa mejoró su semblante, temí que fuera a enfermarse por tanta tristeza que sentía – opinó la consejera
- Eso sí, pero lamentablemente esa guerra civil contra la facción de su primo, ha hecho imposible que Endymion pueda ver a mi hija y dedicarle tiempo a la relación... - decía la reina Serenity sin poder terminar de hablar, ya que se dio media vuelta al oír desde atrás la voz de Sailor Júpiter
Esta en compañía de Mars llegaban corriendo y se detuvieron en frente de ambas.
-Júpiter, Mars, ¿Por qué corren así aquí en el palacio? ¿Sucedió algo? – preguntó la reina intrigada
- ¡Sí sucede algo, señora! Es urgente que venga conmigo al jardín en este mismo instante – instó la de castaño con apuro
- No me asustes querida, habla ya dime qué pasa – pidió saber la mujer de cabello plata
- Se... se trata de la princesa y de Ralph tu prometido, Rei... - dijo Makoto agitada aún por la carrera, ante esto, tanto la reina como Mars quedaron intranquilas
No sabían porqué pero tenían un mal presentimiento.
- ¿Qué pasa con ellos? ¿En dónde están? Te vez triste y nerviosa – preguntó la madre de la princesa
- Es porque lo estoy, será mejor que vengan conmigo y lo vean con sus propios ojos... - contestó la senshi del trueno con la vista baja
De modo que la soberana del reino lunar en compañía de Luna y Sailor Mars siguieron a Júpiter hacia el sitio, durante el camino esta última no quiso decirles nada por más que le preguntaron.
Grande fue el impacto y la sorpresa al arribar, especialmente para la reina y la senshi del fuego, estaban la propia princesa Serenity y Ralph acostados desnudos y abrazados en el pasto. La sorpresa inicial dio paso a una mezcla de furia y decepción en las mujeres, Rei apretaba fuerte los puños y lágrimas comenzaban a brotar de sus ojos... no podía creer lo que estaba viendo, su amado, su Ralph la estaba engañando y no con cualquier mujer, lo hacía con nadie más ni nadie menos que la propia princesa lunar a quien debía proteger y jurado lealtad, sentía una daga clavándose en su pecho.
- ¿¡Que significa esto!? – gritó colérica la mujer de coletas color plata
Los dos amantes se enderezaron sobresaltados y como pudieron se cubrieron, si bien ambos estaban sorprendidos y con muchos nervios, la heredera al trono estaba aterrorizada y se abrazaba al guerrero de Marte quien la protegía con sus brazos.
- ¡Mamá!...
- Princesa... como... ¿Cómo pudo hacer esto? – balbuceó una shockeada Luna
- ¿Cómo pudiste?... ¿¡Porque!? – exclamó Rei reaccionado - ¡Ahora entiendo porqué se ausentaban los dos...no lo puedo creer, par de traidores – añadió apretando los dientes llena de rabia
- Estoy segura que este sinvergüenza manipuló a la princesa – comentó Makoto de igual modo
- ¡Cuida tu boca, chismosa... seguro fuiste quien nos delató! – respondió el de ojos cafés – Tú mejor no hables – añadió dirigiéndose a Rei
- ¡Vístanse ahora! – ordenó enérgicamente la reina – Hija... ahora comprendo porqué lucías mejor de ánimo aún con la ausencia de Endymion... ¿Eres consciente de las consecuencias que este acto conllevará? ¿¡Lo eres!? – prosiguió sin bajar el tono de voz
- Lo soy... madre... deseo aclarar que Ralph no me forzó a nada, yo accedí por libre y espontanea voluntad - afirmó la joven sollozando en el ínterin que ambos se vestían y cubrían como podían
- Ya después hablaremos mejor, no creas que esto va a quedar impune – dijo con severidad la madre a su hija – Y para ti... la cosa será mucho peor, vas a pagar muy caro esta afrenta – añadió hablándole a Ralph
- No tengo miedo, pero tenía pensado llevarme de aquí a su hija para vivir juntos en otro lado lejos de aquí – respondió el mencionado sin amedrentarse
- Eres muy gracioso, me has decepcionado tú también, creí que eras una persona fiel, leal y confiable, por lo visto no amas a Mars como decías y lo peor... arrastrar a mi hija a tan tremenda y vil deshonra – habló la soberana en tono terminante mientras meneaba la cabeza - ¡Mars, Júpiter! ¡Llévenlos! – añadió acto seguido
Las dos Senshis se acercaron a los dos con miradas de rabia hacia el guerrero, especialmente de parte de Rei.
- Pueden atacarme ambas al mismo tiempo me da igual, a ver si así pueden conmigo – retó Ralph poniendo detrás suyo a una muy asustada princesa de la luna y adoptando posición de guardia
- Me gusta esa actitud, traidor, de otro modo no sería divertido – afirmó Makoto tronando sus nudillos y sonriendo sarcásticamente
- No intervengas Júpiter, déjamelo a mí – exigió secamente la princesa de Marte a su compañera
Sin decir nada, Rei se arrojó contra él y lo atacó con golpes de puños los cuales fueron bloqueados por él, quien hizo lo mismo obteniendo el mismo resultado. Ambos intercambiaban veloces ataques de puño y patada hasta que el guerrero lanzó un golpe de uppercut que Mars esquivó por poco, al seguirla y conseguir colocarse detrás, esta consiguió conectar una patada en el mentón de Ralph que lo tiró levemente hacia atrás, aunque se repuso rápidamente.
La pelea continuaba con los intercambios de golpes y veloces saltos y corridas a fin de esquivar y medir al oponente, hasta que se quedaron mirando de forma desafiante uno al otro.
- ¿Por qué lo hiciste? ¡Me debes una explicación! – exclamó una muy ofuscada y dolida Mars - ¡Lo mismo va para usted... princesa Serenity! ¿¡Así es como paga mi amistad y lealtad!? ¿En donde está el amor que dijo tenerle al príncipe Endymion? – prosiguió de igual forma
- Jamás fue... jamás fue mi intención lastimarte, Rei, pero... - quiso responder la temblorosa joven rubia, siendo interrumpida por Ralph
- Déjala Serenity... ella no tiene derecho a exigir nada – dijo él en referencia a Rei
- ¡Princesa para usted! ¿¡Cómo se atreve!? – gritó la consejera real que estaba contemplando todo en silencio sumamente shokeada, sorprendida de que el guerrero se tomara el atrevimiento de llamar a la heredera por el nombre
- ¡Saeta llameante de Marte! – exclamó Mars creando un arco de fuego con sus manos y apuntándolo hacia Ralph
En cuanto la flecha fue lanzada, el mencionado dio un leve golpe sobre el suelo creando con el mismo una pequeña explosión para a continuación impulsarse con las dos piernas y salir disparado con aquellas hacia el frente al grito de "¡Ralph kick!". De esa manera la flecha le pasó por abajo y él iba a conseguir golpearla en la zona del pecho con sus pies pero, Rei fue rápida para bloquear el ataque protegiéndose con ambos brazos cruzados.
- ¿Estás bien, Mars? – preguntó Júpiter atenta – Pero... ¿Te fijaste? La explosión creada por él no era de color fuego sino negra... - comentó acto seguido intrigada, la aludida también había notado dicho detalle mas no había dicho nada, al igual que su ahora ex prometido
Ralph corrió hacia la senshi del fuego con su fuerza concentrada en sus manos, lanzó un primer golpe al cuerpo de Mars que fue bloqueado por esta, aún así se observaba como si su mano con la cual golpeaba fuera más de una, lanzando más de 10 golpes seguidos a su oponente para al final, lanzar un último super golpe a modo de uppercut. Pero Rei consiguió protegerse de todos antes de dar un ágil salto hacia atrás y empezar a trazar un círculo de fuego con una de sus manos.
Este se dividió en aros de mediano tamaño y ella extendió sus manos hacia delante, los aros salieron disparados hacia Ralph, pero él se protegió agachándose y cruzando ambos brazos para protegerse el rostro y el torso, varios aros impactaron pero, el guerrero consiguió resistirlos.
- Te conozco como la palma de mi mano, tu super vulcan punch no me va a alcanzar, tú y yo hemos entrenado juntos muchas veces, Ralph – dijo secamente la princesa de Marte con una sonrisa irónica
- ¿Quieres derribarme? Has algo mejor que tu fuego sagrado de Marte, que ya lo conozco de memoria – retrucó él de igual forma
La princesa lunar no podía evitar sentirse culpable ya que al fin y al cabo por causa de ella quienes se amaran tanto ahora estaban luchado uno contra el otro, aunque Mars tampoco era inocente al engañar a su prometido con uno de los guardianes del príncipe de la Tierra.
- ¡Tú también debes explicaciones, Rei! – vociferó la rubia de odango con lágrimas en los ojos
- ¿Disculpa? – preguntó Rei volteando la mirada hacia ella y riendo con una sonrisa burlona
- Bueno... ¡Es suficiente! Si te resistes será peor para ti – gritó la reina Serenity dirigiéndose al marciano luego de contemplar la escena impasible en silencio
La mujer caminaba hacia ellos en el ínterin que la media luna de su frente empezaba a brillar y las dos Senshis le daban paso, la princesa temía por su amante ya que sabía perfectamente que si su madre actuaba, él iba a acabar muy mal. Ralph era fuerte pero sus habilidades de pelea no se comparaban al poder de la reina selenita y al cristal de plata, Serenity era consciente de eso y corrió para ponerse frente a su amante.
- Por favor Ralph, no te resistas porque será peor... ya no pelees, no quiero que te pase nada... por favor – suplicó ella con ojos llorosos
- Pero... - quiso replicar el marciano, pero la princesa lo abrazó fuerte suplicándole una vez más
- Mamá... por favor no le hagas nada – prosiguió ella ahora hablándole a su madre
Ralph acarició una última vez la cabeza de Serenity antes de ceder a su súplica, ¿Cómo no hacerlo ante tan tierna y cálida mirada cargada de dolor y preocupación? A él no le importaba si moría pero, no podía verla sufrir.
De esta manera, la princesa fue conducida a su habitación en donde fue encerrada hasta que su madre mandara a llamarla mientras que el guerrero marciano, encarcelado entretanto recibiera una sentencia la cual sin dudas, no sería nada leve.
Mientras tanto, escondida en algún lugar del palacio, cierta mujer de cabello azulado sonría con malicia mientras reía levemente.
- Perfecto... parece que a los tórtolos que cayeron como tontos, se les acabó la fiesta... todo va marchando según mis planes, con esto mi estúpida sobrina ya no tiene futuro como soberana, me pregunto qué pasaría si el buen y leal príncipe Endymion se entera de esto... – murmuraba la hermana de la reina
La joven heredera estaba llorando dentro de su cuarto custodiado por dos guardias, más que por ella misma temía por el guerrero marciano... los habían encontrado in fraganti y su tía no le había hablado a su hermana planteándole las cosas para que su relación sea aceptada, claramente se trataba de un acto mutuo de traición no solamente hacia la propia familia lunar, también hacia la Tierra y Marte.
El momento llegó y las Senshis Mercury y Venus fueron a buscarla ya que su madre mandaba llamarla, finalmente estarían frente a frente después de lo ocurrido. El corazón de la princesa galopaba mientras en el camino, las mencionadas le hacían preguntas sobre en qué pensaba para hacer tal cosa y que jamás lo esperaron de ninguno de los dos, le pedían explicaciones pero, ella permanecía en silencio.
Así llegaron a la sala del trono y ambas Senshis dejaron la misma a la orden de la soberana, Serenity observaba expectante a su progenitora levantarse de su trono y caminar hacia ella con una mirada llena de una mezcla de ira con decepción.
- ¿Eres consciente de la situación? – fue lo primero que preguntó la de odango plateado, su hija se limitó a asentir afirmativamente con la cabeza - ¿¡Cómo pudiste hacerlo!? ¡No solamente traicionaste a lady Mars, una amiga y súbdita leal que siempre confió y lucho por ti... sino que también al noble príncipe Endymion que te ama y daría la vida por ti, ¿Qué crees que debería hacer? Tú y aquel marciano han traído la deshonra a nuestra familia, ¡Si esto se sabe, con seguridad romperemos relaciones con el reino de la Tierra y será nuestro enemigo! – prosiguió ella a viva voz indignada
- Endymion no me ama, me olvidó... ya olvidé la última vez que él me buscó – respondió la princesa apretando fuerte los puños
- Pero hija... ¡Hija! ¡Ya sabes de sobra que están en una guerra civil y no tiene tiempo de venir y tampoco puede permitir que vayas allí para no ponerte en riesgo! – exclamó la reina sin bajar el tono de voz acercándose más a su hija
- Y no puede separar tiempo como para tomarse y saber si quiera de mí, la última vez que estuvo aquí fue hace mucho y ni me prestó atención, si yo estuviera en su lugar procuraría saber al menos cómo está la persona que amo... ¡Yo no lo dejaría en el olvido y mucho menos coquetearía con otros si sé que él está esperando por mí! – dijo la rubia de coletas con ojos llorosos
- Pero debes entender que está preocupado por la situación allí, es su familia la que está en peligro... ¿De dónde sacaste esa tontería de que coquetea con otras? Él no tiene ojos para otra mujer más que para ti – argumentó la mujer peliplateada con extrañeza
- Yo lo vi con mis propios ojos... es simple, él me olvida y yo lo olvido, se acabó ya no esperaré por Endymion – contestó la muchacha limpiándose las lágrimas
- Tiene que haber un error, eso no puede ser... pero hay algo que olvidas, ustedes están comprometidos – recordó la soberana con suma seriedad – Me temo que tu acción te traerá consecuencias no solo aquí... también en tu próxima vida y en cuanto a tu amante, jamás lo volverás a ver, está claro que él te sedujo y se aprovechó de ti y tú caíste, jamás lo pensé de Ralph pero al final... resultó ser un traidor indigno de confianza, se suponía que amaba a su princesa y mira – añadió abriéndose de brazos
- Ralph me contuvo cuando estuve mal y él también lo estuvo, es fácil para Rei apuntarnos con el dedo y acusarnos sin tener en cuenta que ella hizo con él lo mismo que Endymion conmigo... te pido que no le hagas nada, ¡Por favor déjame estar con él! – vociferó la princesa en tono suplicante
- Pero hija, sabes bien los deberes de una senshi sagrada, nada hay más importante que su deber y la misión de cuidarte aparte de luchar contra la amenaza del Caos, si él es incapaz de entenderlo no fue digno de ella desde un principio además, estás confundiendo las cosas – aseguró su madre mientras caminaba de un lado al otro
- ¡No estoy confundiendo nada! ¡Rei tampoco está limpia! Y aparte... ¡Estoy en condiciones de afirmar que amo a Ralph! – vociferó la de ojos celestes indignada
- ¿Cómo puedes asegurar eso? Al principio yo no supe de tu relación con el príncipe de la Tierra y luego cuando me enteré no supe qué hacer, al final prioricé tu felicidad por sobre las reglas... ¿No recuerdas el brillo de felicidad en tu mirada cuando yo aprobé su noviazgo? Ahora te precipitaste y estás confundiendo amor con pasión, hija, parecen la misma cosa pero no lo son... ese sinvergüenza de Ralph no te respetó, te quitó la inocencia y la pureza, eso nunca se lo voy a perdonar... ¡ahora tú estas deshonrada por su culpa! – respondió su mamá de igual forma
- Se a lo que renuncié pero no me arrepiento, no me voy a casar con el príncipe de la Tierra ya lo decidí y si no deshaces tú el compromiso lo haré yo misma, ya no quiero estar con él quiero estar con... - respondió la princesa sin poder terminar de hablar
La medialuna en la frente de la reina brillaba a viva luz y un haz se proyectó de la misma hacia que estaba en la frente de su hija, quien quedó boquiabierta y con los ojos bien abiertos sin poder decir nada más.
- No me queda otra alternativa que sellar tu memoria por seguridad... olvidarás por completo que conociste a aquel marciano como así también lo que dices sentir por él pero en tu próxima vida tu corazón estará siempre dividido si algún día llegas a conocer a su reencarnación, sentirás lo mismo que ahora... anhelarás estar con tu amante pero te será imposible, no podrán estar juntos y por otro lado, no tienes garantizado que Endymion siga a tu lado en la próxima vida... nada de esto se revertirá mientras yo no sepa exactamente qué pasó.
Luego de esas palabras, el sueño terminaba y Serena se despertaba de madrugada, ella se había quedado tan ensimismada recordando que su marido le pasaba una mano frente a su rostro ya que parecía no reaccionar.
- ¿Estás bien? ¿Me vas a contar o no? Te quedaste callada de repente – comentó el rey Endymion con preocupación
- Es que no tengo claro si lo que soñé en verdad pasó o no, déjalo así tienes razón, creo que necesito descansar – esto decía la rubia para evitar entrar en detalles y no molestar a su esposo, no sabía si él conocía o no su secreto y contarle, empeoraría las cosas aunque, sí era cierto que no conocía si aquello de verdad había acontecido
Luego de esto, la mujer salió de la sala y se dirigió a su habitación y una vez que se quedó solo, el rey se limitó a comentar en voz baja:
- Me parece que tendré que romper el tabú y averiguar yo mismo más detalles de lo que ocurrió, debo ir a ver a lady Plut o a su hermano menor...
Buenas senshis y soldados! Espero que les haya gustado este chap, lo que sigue luego sería la clase de protocolo de Risa y Chibiusa con Luna y Artemis además de ver detalles de que sucedió con el príncipe Endymion mientras en la Luna transcurría todo lo que vimos aquí, también está la ida de Ralf y compañía a ver a Carlos.
Las escenas que mencioné iban a ir en este capítulo pero sería alargarlo demasiado así que he decidido dejarlo para el próximo.
Gracias una vez más a EternalBlackLady, me alegra que te parezca interesante este crossover y espero cumplir con tus expectativas! :3
A ti amigo lector, si te gusta esta historia no dudes en comentar y compartirla, cualquier duda déjala abajo en la caja de reviews, quiero leer tus ideas.
Me despido hasta la próxima entrega, hasta la vista amigos!
