Regreso a Ciudad Norte
Ciudad Argentum. Palacio de Crystal
Las dos chicas ya estaban en la habitación de la heredera al trono de Tokyo de Crystal, Luna ya se había encargado de hacerle llevar a la hija de Rei un cambio de ropa, ahora esta y Chibiusa aguardaban por los consejeros a fin de asistir a la clase de protocolo brindada por estos, los reyes ya habían hablado con ellos con el objetivo de ponerlos al tanto de la rutina que debería seguir la muchacha, apenas la pelirrosa les dijo que ella iría al palacio.
Risa había aceptado las condiciones con resignación puesto que no tenía otra opción que hacerlo, extrañaría las lecturas de fuego aunque en cuanto al entrenamiento de las artes marciales podría practicar sola en cualquier momento que nadie la viera, de algún modo se las arreglaría. Por el momento estaba lejos del alcance de Rei pero, ¿Por cuánto tiempo?
- Me siento algo rara con este vestido de gala - comentaba ella contemplando el largo vestido morado que llevaba puesto, al cabello lo llevaba recogido gracias a un pequeño broche
- ¿Por qué lo dices? ¿No te gusta? - indagó la princesa con curiosidad
- No es eso, es que estoy habituada a usar ropa tradicional demás de casual, solo uso ropa de lujo en ocasiones especiales, reuniones de mamá con gente de alta sociedad y cosas por el estilo - respondió Risa suspirando
- Sí entiendo lo que dices, ¿Sabes? ¿Recuerdas que Mina en la reunión de anoche se mostraba impresionada por el tamaño de mis pechos? Ahora que te vi en paños menores, tú no tienes nada que envidiarme, los tuyos también son grandes - comentó la de odango recordando dicho detalle
- Bueno, mi tía dice que las mujeres Jones somos de pechos grandes, ella también los tiene grandes ¿Pero a qué viene eso? - dijo la de cabello castaño oscuro con extrañeza
- Es que es extraño, mi mamá los tiene de buen tamaño pero no son tan grandes como los tuyos, no comprendo de donde salí pechugona entonces - contestó Chibiusa en voz baja
- Quien sabe... - fue la contestación de Risa mientras se sentaba en la cama
A la habitación entró Luna quien las observó con calma a las dos, finalmente el momento de la clase había llegado.
- No me digas nada la hora de la aburrición llegó - comentó la princesa bufando de resignación
- Ese no es un comentario que una dama de la corte debería de hacer, menos una princesa - dijo la mujer de cabello azul con una pequeña sonrisa - Vengan conmigo chicas, Artemis nos está esperando - añadió acto seguido invitando a ambas muchachas a seguirla
- Solo espero no dormirme, clases de protocolo que estupidez... pero es la alternativa a tener que seguir soportando a mamá, solo me preocupan Seiya y mi papá - pensaba la de ojos púrpuras para sí misma
Las tres mujeres caminaron por un largo corredor luego de salir del cuarto, acto seguido torcieron a la derecha y llegaron a unas puertas de madera blanca con flores oro puro las cuales fueron abiertas por un par de guardias que les hicieron una reverencia. Dentro ya aguardaba por ellas el consejero de largo cabello plateado.
- Bienvenidas señorita Jones, su alteza, pónganse cómodas que ya vamos a comenzar - invitó amablemente Artemis
- Muchas gracias señor - respondió seriamente Risa, tras ella, Chibiusa la imitó
- Muy bien, imagino que usted señorita Risa no está al tanto del comportamiento correcto que toda dama debe tener por lo que deberemos hacer un repaso de lo más importante a tener en cuenta - empezó a hablar Luna
- Así es, ahora vamos a ver las reglas de etiqueta que toda dama debería de conocer, algunos pueden considerar que comportarse de manera caballerosa pasó de moda o es simplemente innecesario pero, habemos quienes queremos mostrar un comportamiento sofisticado y refinado y sin importar el género, nadie inteligente quiere parecer incivilizado ni grosero con los demás - explicó Artemis con calma - Para empezar, cuando se reciben invitados en el hogar, si estos van a su casa por primera vez debe mostrarles donde está el baño para que puedan refrescarse y recién después de eso, puede invitarlos a unirse a los demás, si ellos llevan comida o bebida colóquelas en un lugar en donde todos puedan disfrutarlas - prosiguió
- En caso de ser usted la invitada, lleve un pequeño regalo para el anfitrión, no tiene que ser nada caro, una caja de galletas o algo para su casa de vacaciones o pasatiempo, si necesita salir temprano de una fiesta solo pregunte a los anfitriones por un momento en privado y les dice que debe irse, no se despida de los otros invitados ya que podrían interpretarlo como una señal de que ya es hora de irse - añadió Luna a lo expuesto por el hombre
- En un restaurante, si hace mucho calor no se abanique con una servilleta o con sus manos, simplemente dígale al camarero que no está recibiendo suficiente aire fresco y pídale que encienda el aire acondicionado, otra cosa, no exponga el contenido de su bolso en ningún lugar público como un restaurante, sus efectos personales no son para exhibición pública y aparte, no tome su teléfono celular para revisar su correo electrónico o contestar un mensaje de texto, esto enviaría un mensaje incorrecto a sus acompañantes que lo que sea que usted esté haciendo en su teléfono es más importante que ellos - expuso el de cabello blanco
- Si necesita cepillarse el cabello hágalo en el baño de mujeres, nadie quiere encontrar un cabello en el plato o la mesa y respecto del lápiz labial, puede ponérselo en la mesa solo si está rodeada de amigos o parientes y no necesita un espejo para hacerlo, en cuanto al maquillaje o al polvo aplíquelos solo en el baño - completó la de pelo azul la explicación - ¿Alguna duda hasta ahora? - preguntó ella atentamente
- Eso más que protocolo o etiqueta, es lógica y tener respeto, no viene mal saberlo, ninguna duda tengo - contestó la hija de Ralf y Rei
- Por mi parte tampoco, todo eso ya me lo tengo memorizado - afirmó Chibiusa
- Muy bien, ahora hablaremos de las reglas de comunicación, no hay que olvidarse de las reglas de etiqueta en la casa... por ejemplo, es grosero gritar a otra persona desde una habitación diferente además, es posible que usted se acostumbre a hacer esto y logrará que los invitados se sientan incómodos, en una conversación preste mucha atención al lenguaje corporal de la otra persona... si usted siente que se está pasando de la raya corte su monólogo - aseguró el ex guardián de Sailor Venus
- Otra cosa muy importante, los modales en la mesa, es grosero rellenar solo su propio vaso, primero pregunte si la otra persona sentada a su lado desea la bebida también y no elija la mejor pieza de comida en el plato a servir llévese la pieza más cercana, no querrá dar la impresión de ser egoísta y codiciosa, ¿Verdad? Otra cosa, no coloque una cuchara sopera sobre la mesa durante o después de la cena, déjela en el bol para que no ensucie el mantel y al sostener una taza de té con manija, hágalo con los dedos índice y medio en un lado y su pulgar en el otro sin embargo, puede pasar sus dedos alrededor del mango cuando tome café y en caso de que la cena sea informal, puede colocar la servilleta en su regazo inmediatamente después de sentarse y en un evento formal, espere a que la anfitriona despliegue la servilleta en su regazo y solo después de eso puede hacerlo usted - afirmó Luna observando a las jóvenes
- Si necesita dejar la mesa por un momento, coloque la servilleta en su silla y al terminar la comida colóquela a la izquierda de su plato - dijo Artemis - ¿Preguntas? - indagó sin pérdida de tiempo, las chicas negaron con la cabeza pero no respondieron
- Excelente, ahora veremos algunas reglas generales... cuando se está en el trabajo no está bien retocar su maquillaje o poner su bolso o sombrero en el escritorio, simplemente encuentre un lugar diferente para hacerlo, si está sentada en una silla baja no cruce las piernas, mantenga las rodillas juntas y apóyelas hacia un lado, a eso se le llama el sesgo de la duquesa - habló la mujer con cierto tono reprobatorio al ver que Risa cruzaba las piernas, esta dejó de hacerlo inmediatamente - Sin embargo, puede cruzar las piernas en los tobillos - añadió más calma
- Respecto a los armarios públicos, si el lugar visitado no tiene alguien que reciba su abrigo ponga su ropa de abrigo en el interior del armario, está bien retocar su cabello allí pero no debe maquillarse o cepillarse el pelo, vaya al baño si necesita hacer algo así... a veces está bien que las mujeres pero no los hombres, usen un abrigo adentro pero si es un pesado abrigo de invierno o un abrigo de piel se verá raro y poco refinado, todos los artículos grandes deben dejarse en el armario, como sombrillas o portafolios si no hay nada valioso adentro y la única excepción, es el bolso de una dama - continuó señalando Artemis
- Otra cosa muy importante a tener en cuenta, a la hora de viajar en auto...
La mujer no podía terminar de hablar porque la puerta se abrió y el rey ingresó a la sala, al verlo ambos consejeros hicieron una respetuosa reverencia.
- Majestad, ¿A que debemos el honor de su presencia aquí? - indagó el de pelo plateado
- Disculpen por interrumpir la clase, Artemis... ¿Podemos hablar un minuto a solas? Necesito comentarte algo, acompáñame - solicitó el soberano de ojos celestes
- Sí su alteza ahí voy, Luna, por favor sigue tú mientras regreso - respondió el aludido mientras que ella por su parte, asintió afirmativamente con una sonrisa
Ambos hombres salieron enseguida y se alejaron unos pasos de la entrada para poder conversar tranquilos.
- Bien señor dígame, ¿Qué necesita?.
- Verás... Serena de nuevo tuvo otro sueño raro anoche - informó Endymion con preocupación
- ¿Ella se lo contó recién? - preguntó
- No pero, me dijo que sí soñó y volvió a despertarse sobresaltada en la noche sin poder volver a dormir, yo le propuse posponer algunas actividades y descansar - fue la contestación del rey
- Ha hecho bien, la reina Serenity ha enterrado bien profundo los recuerdos pero estos saldrán a la luz tarde o temprano - aseguró pensativo el consejero
- Pero esta situación la está desgastando, debemos citar inmediatamente a lady Mars para comparecer - exigió el de cabello negro
- Ya emití la orden por correo no se preocupe, ella y el señor Jones nos van a explicar sobre qué sucede en Ciudad Ígnea - le informó el de cabello plata
- Excelente Artemis, una cosa... voy a necesitar a lady Plut o a su hermano, tengo que buscar más información - dijo el esposo de Serena
- ¿Ellos? ¿No querrá decir...? - preguntó el de pelo largo entendiendo enseguida el motivo de porqué los buscaba, el soberano asintió con la cabeza afirmativamente - Pero señor, usted sabe que eso está prohibido... - señaló inmediatamente
- Lo se, pero no importa, lo voy a hacer... recuerda, no le digas a nadie de esto, ni siquiera a Luna ni a Serena, ¿Entendido? - ordenó Endymion sin perder la calma
- No se preocupe alteza, seré discreto - accedió el consejero inclinándose levemente
Mientras tanto...
El coche hacía rato que salió del cementerio en donde descansaban la hermana menor de Mirajane y quien fuera novia de Ralf, ahora se dirigía a la autopista que lo depositaría en Ciudad Metallus, ya que de esa manera ahorraría tiempo y llegaría a destino más pronto aunque su conductor sabía que era muy difícil que lograran volver a Ciudad Ígnea antes de que Rei regresara de casa de Makoto.
- Oye corazón, ¿Qué le vas a decir a Rei si pregunta dónde fuiste? - preguntó Mirajane, quien estaba sentada en el asiento del acompañante
- Que fui al hospital, no me conviene que se entere que estoy averiguando cosas y de mi plan - respondió el ex Coronel - Vamos a tomar la autopista, tardaremos menos - añadió acto seguido
- Ella ya debe de saber a esta altura, que Risa no está en donde debía estar, estoy llamándola pero no atiende - dijo pensativa la albina
- No te preocupes, Risa le sacó el chip a su teléfono por indicación mía, es para que Rei no la enferme con las llamadas y los mensajes y de paso para evitar que pueda hacer rastrear la señal del celular - aclaró el de ojos cafés
- Eso me deja más tranquila, pero tu esposa no te ha llamado aún para preguntarte ni decirte nada - comentó la de pupilas celestes mirándolo
- Hubiera sido más predecible que lo hiciera, pero el hecho de que no lo haga es señal de alerta de que puede estar tramando algo - respondió el musculoso de cabello castaño oscuro
El celular de él sonó y al pedirle a Mira que sostuviera el volante, Ralf lo sacó y al chequear los notificaciones, se encontró con dos mensajes de voz en su whassap, uno era de Leona y el otro de Seiya.
Primero revisó el de la soldado el cual decía: "Jefe Jones, estoy yendo directamente a Ciudad Aquae, de acuerdo a los datos obtenidos, el sujeto que buscamos ahora debe de estar en su trabajo... es innecesario ir a Ciudad Metallus ya que no está en la casa, vaya directamente al norte y encuéntreme en la dirección que le pasaré"
- De acuerdo, pásame la dirección y allí nos veremos - respondió él mediante otro audio
- ¿Algún problema Ralf? - indagó Mira atentamente
- Iremos directamente a Ciudad Norte, la persona que vamos a ir a ver ahora debe de estar trabajando, Leona nos verá allí directamente - contestó el ex militar
Dicho esto, el hombre revisó el otro audio, el de Seiya Kou: "Señor Ralf, lady Mars estuvo en mi casa hace rato hecha una furia, me exigió que le diga en dónde esta Risa... desde luego que yo no le dije nada, ¿No se ha comunicado ella con usted?", decía la preocupada voz del chico.
- Escucha Kou, Rei no me ha llamado por lo que puede querer decir que supone que yo se dónde está y esté planeando algo... no es seguro que vayas a ver a Risa por lo pronto, puesto que es muy probable que Rei no te pierda de vista y quiera llegar hasta ella mediante ti, no es estúpida así que te recomiendo que andes con mucho cuidado - respondió Jones dejándole la respuesta en audio al cantante
- Oh cielos, espero que ella no tome represalias en contra de ese pobre muchacho - comentó preocupada la joven de cabello blanco, devolviéndole el control del volante a Ralf
- Hay una alta posibilidad, ahí ya depende de su fuerza de carácter para no claudicar ni dejarse amedrentar, creo que lo mejor que podría hacer es tomar a toda su familia e irse de Ciudad Ígnea - aseguró el de ojos cafés
El automóvil llegó a la subida hacia la autopista y tal y como hiciera la primera vez que fueron a la ciudad del conocimiento, Ralf exigió en el puesto de control que no registraran su salida ni la de su acompañante.
A continuación, el auto tomó la autopista y siguiendo los letreros se dirigió a Ciudad Aquae, durante el viaje, Mirajane se quedó impresionada por la belleza del Palacio de Cristal al pasar por la capital, como así también del paisaje urbano del distrito norte, los modernos edificios azul y plata que se alternaban con los centros de investigación como así también, el hospital de Tokyo de Crystal.
- ¿A uno de esos centros es al que vamos? - preguntó asombrada la bella moza
- Así es, el sujeto trabaja en el principal Centro de Física de la región - dijo calmadamente quien conducía
Ellos siguieron derecho por la avenida en la que iban hasta la dirección indicada por Leona durante el trayecto, por su parte, la mujer de cabello azul vestida con ropa casual, un pantalón de mezclilla color azul oscuro y una camisa roja medio abierta sobre una playera blanca, vio acercarse al Dodge Charger y estacionarse a unos pocos pasos de ella, entonces caminó en dirección al vehículo al mismo tiempo que los ocupantes de aquel descendían.
El primer contacto visual fue entre Mirajane y Leona, la albina la miró como quien examina a una rival mientras que por su parte, la militar la observó con frialdad e indiferencia, aunque no podía evitar preguntarse por dentro quien era aquella muchacha que llegaba con su superior.
- Señor, ya casi es mediodía - dijo la de pupilas verdes haciendo el saludo militar
- Hicimos rápido en la autopista pero al llegar aquí hubo bastante tráfico, eso nos retrasó un poco, de todos modos da igual si volvemos antes que Rei ya le diré una buena coartada.
- ¿Y ella? - preguntó Leona en referencia a Mirajane
- Descuida, es una amiga mía es de total confianza, nos acompañará al Centro de Física ella es Mirajane, Mira ella es Leona es de quien te hablé - presentó el ex soldado
- Hola - saludó seriamente la primera aludida, por su parte, la mujer militar se limitó a volver a observarla con frialdad pero no le respondió
- Tengo la dirección del trabajo de la persona que buscamos, debemos ir allí ahora - dijo finalmente la de cabello azul empezando a caminar
Ambos asintieron afirmativamente con la cabeza y la siguieron, anduvieron a pie hasta llegar a una sofisticada instalación precedida por un patio con algunos arbustos y un camino empedrado. Los tres lo recorrieron e ingresaron al edificio, se encontraron con un hall enorme, mucha gente yendo de un lugar a otro y un mostrador a la derecha de ellos en donde se encontraba la persona de informes.
- Buenos días señores, ¿Qué se les ofrece? - preguntó quién estaba detrás del mostrador a las dos mujeres y el hombre que se acercaban allí
- Buenos días, buscamos a un científico que trabaja aquí, Carlos Meiou es su nombre - contestó Leona con seriedad
- Si, suban las escaleras y sigan el pasillo de la izquierda, la tercer puerta a la derecha - les indicó el hombre señalando con el dedo
Ellos le agradecieron y se dispusieron a dirigirse al sector indicado.
- Tengo entendido que Lady Mercury es la directora de este lugar - comentó la militar de pupilas verdes
- Así es, si ella esta aquí y podemos verla también, tanto mejor... tengo que reunirme con ella y lo malo de ir a la gobernación es que puedo encontrarme con su Jefa de Guardia - aseguró Jones frunciendo el ceño
- ¿Tienes problemas con ella acaso? - quiso saber la hermosa camarera con curiosidad
- No pero es una completa imbécil - dijo el musculoso con calma - "Kula quiere tomar helado, Kula te va a atacar" uffff que estúpida es, habla de sí misma en tercera persona y se la pasa haciendo preguntas tontas - añadió poniendo la voz fina imitando la de la aludida y diciendo lo último bufando, por su parte Mira se rió levemente mientras que Leona permaneció en silencio
Al llegar al sector indicado, Ralf tocó a la puerta y esperaron a que quien estuviera dentro respondiera.
- ¿Quién es? Estoy ocupado ahora - dijo finalmente la voz del chico
- Me llamo Ralf Jones, soy el Jefe de Guardia de Ciudad Ígnea, no hubiera venido hasta aquí si no fuera urgente - respondió el ex Coronel
- ¿Ciudad Ígnea dijo? Mmmmhhhh... de acuerdo, pase - accedió quien se encontraba en el interior
El hombre abrió la puerta y los tres ingresaron, encontrándose con una sala provista de un par de computadoras, muchos instrumentos de medición y una pizarra holográfica que flotaba en el aire a la cual el científico, miraba con suma atención, en donde había numerosas anotaciones y complicados cálculos.
- Carlos Meiou, supongo... - dedujo Jones
- Yo ya lo vi antes, en el restaurant en donde trabajo... es hermano de mi jefa - comentó Mira sorprendida
- ¿Y esto? No recuerdo haber mandado a pedir nada para que viniera una camarera - dijo Carlos girando su cabeza hacia ellos
- ¿Hermano de Setsuna Meiou? Era lógico al tener el mismo apellido - respondió Ralf con una pequeña sonrisa
- Sí, soy yo... ¿Cómo saben dónde trabajo? - indagó el joven científico
- He estado investigando y di con usted, sé que es un experto en Física e Informática, necesitamos de sus servicios, señor Meiou - contestó Leona dando un paso adelante
- ¿Servicios? ¿A qué se refieren? No comprendo en qué puedo ser útil para ustedes, ni siquiera se quiénes son - quiso saber el aludido
- Supongo que debo explicar la situación entonces... - fue la deducción del de ojos cafés
- Si fuera tan amable, por favor... - dijo Meiou dando a entender que sí deseaba una explicación
Ralf comenzó explicando el cambio de carácter en su esposa y de quien se trataba esta, el consecuente martirio para él y la hija de ambos, la llegada de Jedite a la gobernación como así también el incidente con Leona, la visita a los parientes de Rei y el encuentro del ex soldado con el misterioso sujeto de la máscara de Tengu que se hacía llamar "El fantasma", Carlos por su parte recargaba los codos sobre el escritorio al mismo tiempo que oía.
- ... El punto es que necesitamos alguien que hackee la red del CtOS de Ciudad Ígnea, debemos ver quien es en verdad Jedite como así también pruebas concretas de sus fechorías - acababa de explicar el jefe de guardia del sur
- Comprendo la situación pero no entiendo cómo es que supone que yo puedo hacer eso, ¿Sabe que el hackeo está contra la ley? - fue la respuesta del hermano menor de Setsuna con descaro
- Eso ya no importa, yo no puedo hacerlo debido a mi identificación como integrante del cuerpo de guardia, sería descubierta enseguida y aparte no manejo los actuales programas complejos, tiene que ser alguien de afuera - argumentó Leona
- ¿Y no lo puede hacer ese tipo que se contactó con usted, señor Jones? - preguntó el joven
- Él me dijo que reclutara gente y no se ha vuelto a contactar conmigo, no se dónde encontrarlo solo tengo un número de teléfono, él también desea hackear la red de Ciudad Sur - recordó el musculoso hombre
- Yo por mi parte no se quién es ese individuo y por ende, no puedo saber si se pueda confiar en el tal Fantasma - comentó la militar de cabello azulado
- Opino que si lo van a hacer, prefiero que sea con usted que es hermano de Setsuna y no con ese desconocido - añadió la albina de ojos celestes
- Deberían de procurar conocerlo en lugar de desconfiar apresuradamente - sugirió el chico sumamente relajado
- Mire, deje ya de dar vueltas... ¿Nos va a ayudar o no? - exclamó Ralf comenzando a perder la paciencia - Digo... si es que puede, a lo mejor el currículum suyo con el que dió Leona, fue exagerado - añadió secamente
- Por favor, joven Carlos, realmente es necesaria su ayuda para desenmascarar a lady Mars, se me parte el corazón al ver tantas penurias que él y su familia han pasado por su culpa - dijo Mira en tono suplicante refiriéndose a Jones y su hija Risa
- Solo díganos si es capaz de manejar los modernos programas informáticos, señor Meiou, si no lo es buscaremos a otra persona - instó la de pupilas verdes con indiferencia
Como respuesta, Carlos apoyó su mentón sobre sus manos al mismo tiempo que mantenía sus codos sobre la mesa y sonreía enigmáticamente.
- Vayan a mi casa el próximo sábado, es cuando estaré libre, así hablamos mejor - habló finalmente el chico - No olvide llevar a la gente que haya reunido, jefe Jones - agregó
- ¿Y qué hay del tal Fantasma? ¿Debe ir él también? - indagó el hombre un poco más calmo
- No se preocupe por él, solo asista... les pasaré mi número de celular con mis datos, a fin de coordinar bien la hora - dijo el científico acomodándose los lentes
Mientras tanto...
En un paisaje boscoso con algo de nieve en el suelo, el joven miraba atento a un árbol mientras posaba una mano sobre el tronco de este, en la otra mano sostenía un hacha que preparó para usar en ese mismo instante. La sostuvo con ambas manos y comenzó a cortar el tronco con la misma, con fuerza hasta que consiguió derribarlo.
El príncipe se quedó observándolo unos instantes y caminaba hacia él cuando otra persona se le acercó por detrás, otro joven pero rubio y de ojos celestes con traje militar blanco el cual le habló.
- Señor Endymion, los demás aguardan ya están listos.
- De acuerdo, ayúdame a llevar esto, volvamos a la barca, Jedite - respondió el mencionado
Uno tomo el tronco de un lado y el otro lo hizo del sector opuesto, entre ambos lo cargaron y caminaron hacia el lado por donde se había acercado el rubio, anduvieron hasta llegar a una especie de mini muelle hecho de madera que daba a un río con bastante corriente, a uno de los extremos se encontraba atada una barca de tamaño mediano mediante una gruesa cuerda. Allí aguardaban por ellos otros tres jóvenes vestidos de forma idéntica al rubio, los cuales al verlos se acercaron a ellos.
- Jedite, maestro, ya podemos regresar - dijo uno de los del grupo
- Excelente Neflyte, ayúdenme, debemos atar este tronco a la barca - ordenó el joven de armadura oscura - ¿Han tenido problemas? - indagó acto seguido
- Hemos recuperado lo que buscábamos y ya lo llevamos a la cabaña, tuvimos que pelear contra soldados rebeldes pero pudimos vencerlos - respondió uno de los cuatro, de largo cabello plateado y complexión robusta en el ínterin que ataban una gruesa cuerda con un gancho a una rama del tronco y hacían lo propio con el otro extremo de aquella en lo que sería la popa de la barca, terminada en punta
Acto seguido entre Endymion y Jedite empujaron el tronco al río y una vez que estuvo en el agua, ellos se subieron a la barca y se dispusieron a partir.
- Muy bien, debemos ir corriente abajo ahora - dijo el príncipe al mismo tiempo que otro de sus acompañantes, de largo cabello castaño ondulado tomaba el remo y se valía de este para alejar el vehículo del muelle y comenzar a remar
La barca avanzó por el río en medio de altas paredes rocosas y raíces que sobresalían por estas, de árboles que se encontraban justo cerca del borde.
- ¿No creen que ha cambiado algo? El bosque parece distinto - observó el mismo joven de cabello castaño
- Todo es distinto, Neflyte, no le des muchas vueltas - respondió el príncipe de la Tierra
La nave avanzó por una cueva por la que se metía el río, como la luz era muy poca, el rubio encendió una lámpara que habían llevado para usar en la noche, gracias a eso pudieron observar que el techo era bajo.
Al salir de aquella continuaron unos metros más hasta llegar a otro muelle de madera parecido al anterior, en donde detuvieron la barca y descendieron. Endymion tiró de la cuerda que sostenía al tronco con ayuda de Jedite a fin de sacarlo del agua, acto seguido lo cargaron entre todos y empezaron a caminar.
- Vayamos a la cabaña, no estamos muy lejos - ordenó el príncipe sin perder la seriedad
Ellos anduvieron por un sendero que salía del muelle y torcía hacía la derecha a través de una leve pendiente ascendente, luego continuaron derecho en medio del bosque hasta llegar a una casa construida de madera, con evidencia de ser algo antigua ya que estaba en mal estado pero, que servía de escondite temporario para los cinco.
Cerca de aquella se encontraba en el suelo, un grupo de otros troncos uno al lado del otro que formaban algo parecido a una balsa, y que Endymion había recolectado.
- Este era el último, con esta cantidad estamos bien... yo lo preparo mientras ustedes, Kunzite y Zoicite entran y se cercioran de que lo que recuperamos está todavía allí - decidió el joven guerrero de ojos celestes
Los aludidos asintieron con la cabeza y entraron a la casa, su interior se encontraba en penumbra pero podía observarse claramente cómo había algo sobre una vieja mesa, estaba totalmente envuelto en tela y parecía ser un cuerpo humano.
- Este sitio sí es seguro, no lo han encontrado en nuestra ausencia - comentó Kunzite
- Todo se ha complicado aquí, es duro saber que los padres de nuestro maestro hayan muerto y los rebeldes se robaron el cuerpo de su madre, por suerte pudimos recuperarlo - expresó Zoicite su pesar
- Los rebeldes han ganado terreno...
- Muy cierto, los corazones de la gente se están corrompiendo por alguna extraña razón, incluyendo el de mi primo que fue quien lideró desde un principio este levantamiento - se oyó comentar a la voz del príncipe desde atrás
El mencionado ingresó a la casa con suma seriedad y los dos hombres que se encontraban allí se apartaron a un lado, acto seguido, Endymion contempló el cuerpo envuelto por unos segundos mientras que Zoicite y Kunzite guardaban respetuoso silencio. Finalmente, el príncipe cargó el cuerpo entre sus brazos y salió afuera a donde estaban los troncos con la intención de ponerlo sobre estos, mientras era seguido por sus acompañantes.
Una vez hecho aquello, el heredero al trono encendió fuego valiéndose de la fricción del hacha que usara para cortar los árboles, contra una pequeña roca que acababa de tomar del suelo, esto provocó que saltaran chispas que desembocaron en lo anteriormente mencionado.
Endymion observaba el cuerpo con melancolía al mismo tiempo que los recuerdos de su madre divagaban en su mente.
- Como todos sabemos, no hay forma ya de ir a la Luna para avisar, el hangar de naves ha caído en manos de los rebeldes como así también los caminos de acceso al palacio por lo que tendremos que pensar en un plan para llegar y poder hacernos con una nave - comenzó a hablar el de armadura oscura
- Debemos poner a la Reina Serenity sobre aviso y además, tengo ganas de volver a ver a Venus - comentó Kunzite mirando hacia el cielo
- Lo mismo digo yo de Júpiter, la extraño mucho - agregó Neflyte
- A mí también me encantaría reencontrarme con Mercury, ahora... antes de seguir viaje, creo que deberíamos cazar para comer algo - propuso Zoicite
- Tienes razón, Kunzite, Neflyte y Zoicite, ustedes vayan de caza ahora antes de que la noche caiga sobre nosotros mientras Jedite y yo aguardamos aquí y estamos alertas por si surge la necesidad de pelear - fue la orden del príncipe
De modo que ellos partieron enseguida habiendo de común acuerdo decidido cazar venado y por su parte, Jedite se quedó y permaneció en silencio, se dirigió al interior de la cabaña. Al verlo, Endymion fue tras él ya que lo había notado cabizbajo.
- No me digas nada, aún estas molesto por Mars, ¿No? - dedujo Endymion caminando hacia el rubio, quien se había sentado sobre una litera
- Me conoce bien maestro, es triste amar pero no serlo, porque la persona en cuestión ya está con otro - comentó con pesar el shitennou - Recién cuando los demás mencionaban a sus amores, fue como sal en la herida - añadió de igual forma
- Te comprendo, yo en tu lugar me sentiría igual si Serenity amara a otro pero ten paciencia amigo, el destino tarde o temprano pone las cosas en su lugar y te traerá a la mujer indicada - consoló el príncipe poniendo una mano sobre el hombro de Jedite
- Usted es afortunado señor, la princesa de la Luna lo ama con locura y usted a ella y si salimos de esta, ustedes se reunirán nuevamente - respondió el shitennou viéndolo con una leve sonrisa
- No imagino mi vida sin ella... aunque por la preocupación a causa de esta guerra no lo he demostrado debidamente y tampoco he tenido tiempo de volver cuando pude haberlo hecho - dijo pensativo el de pelo negro haciendo memoria de la última vez que fue al palacio lunar
- Descuide, cuando se reencuentren podrá hacerlo...
Endymion iba a responder cuando se escuchó que alguien golpeó con mucha brusquedad a la puerta que este había cerrado al entrar, los dos hombres voltearon la vista y se pusieron alertas.
- ¿Serán los demás que volvieron? - preguntó Jedite en secreto
- No lo creo... es muy pronto... - dijo el heredero de igual forma
- ¡Sal de ahí mentecato! No sirve de nada que te escondas. Sé quién eres... y lo que es más importante, se lo que eres - gritó el desconocido desde el otro lado
- ¿Algún rebelde? - indagó el rubio sin levantar la voz, por su parte Endymion se encogió de hombros e inmediatamente se puso en guardia y sacó su espada
Jedite estaba ensimismado en sus recuerdos, aunque los conservaba una cosa era cierta... el buen shitennou que había sido aquel tiempo murió, ahora solo se servía a sí mismo, a sí mismo y a la persona con la que se habían reunido él mismo y su compañero en el plan que estaban tramando. ¿Cuál era su motivación actual? No solo llegar a ser gobernante, también tomarse revancha contra quien consideraba responsable de no haber sido él el novio de Sailor Mars y así como cuando vio su oportunidad cuando se enteró de la traición acontecida en el reino lunar, también la vio apenas regresó a la vida gracias al Cristal de Plata de Serena, que lo liberó del sueño eterno al que lo confinara la reina Beryl por haber fallado en eliminar a las Sailor Senshis en la Era pasada.
Él pensaba en todo esto mientras caminaba por los pasillos de la gobernación, que aquel día tenía pocos soldados, cuando vio acercarse a Rei visiblemente alterada pero Jedite no reparó en eso, si no en lo logrado la loche anterior con ella y sonrió levemente.
- Buenos días lady Mars... ¿Ganas de repetir lo de anoche? - preguntó el rubio Tercer Puesto con picardía
- Mi hija ha huido, tenemos que encontrarla cueste lo que cueste, si esa chica piensa que va a poder hacer lo que quiera se equivoca grandemente - respondió secamente la de ojos violetas - Y en cuanto al idiota de Ralf, ya estoy sinceramente harta de él... muy muy harta - añadió apretado un puño
- No se preocupe, enviaré el alerta a los demás distritos para que reporten su presencia si la ven, no podrá esconderse, ¿Alguna novedad respecto al jefe Jones? - respondió el de ojos celestes
- Sigue con sus mentiras, ahora anda de paseo con una de sus amantes, ven pasemos a mi oficina... mandaré a hacer rastrear la señal de los celulares de él y de Risa, también hablaremos del plan para empezar a sacar del camino a las molestias, tengo algo planeado para el cantante Seiya Kou y tengo la leve sospecha que mi querida cuñadita formara parte del mismo - dijo ella con una pequeña sonrisa - Y respecto a tu pregunta de recién, la respuesta es sí - añadió hablándole al oído con voz coqueta cosa que estremeció rápidamente a Jedite
Definitivamente ella no se quedaría quieta, jugaría sus cartas y se pondría en marcha con algo que su propia familia jamás iba a ver llegar.
Muy buenas gente, habiendo leído ya este capítulo y en especial este flashback, supongo que más o menos ya van dándose cuenta de que se trata el asunto, por la identidad de ese extraño que golpeó a la puerta no se preocupen, el propio Jedite lo recordará en otro momento, seguramente más de uno supondrá que se trata de Ralph pero, les aconsejo no apurarse a sacar conclusiones.
No puedo irme sin antes agradecer a EternalBlackLady por su comentario, igual que a los desconocidos que pululan por aquí pero que no comentan ni votan XD
Espero que les haya gustado esta entrega, hasta la próxima amigos!
