Maldición del Pasado
"Jugabas con fuego y perdiste
Las llamas quemarán tu piel
No puedo olvidar lo que hiciste
Ya no hay nadie que te sea fiel, No
Y yo no te ayudaré
Traidor, nadie caerá en tu red
Traidor, ya no tienes el poder"
Traidor-Muro
- Hay un término que mi papá me mencionó y que no pude averiguar qué es... se trata del "Chi no Bōso" o "disturbio de la sangre" y tengo la sospecha de que usted sabe qué es... - prosiguió hablando la muchacha
Al oír eso, la expresión del rostro de Artemis demudó en una de terror y miedo como así de desconcierto, se suponía que no debía ni siquiera haber oído de eso. ¿Cómo era posible que el padre de ella supiese de aquello? ¿Cómo eran los extraños ataques que estaba teniendo aquel y desde cuándo habían empezado? Algo le decía que las cosas se estaban complicando...
- Lo... lo siento, pero no se de qué me habla – contestó el de cabello blanco procurando parecer calmado
- Señor, necesito esa información... es de suma importancia – insistió Risa respirando hondo intentando no perder la calma, ya que si la perdía, el funcionario Real menos querría hablar y podía optar por pedirle que se fuera de la casa
- Es que no se nada al respecto, no se qué pretende que le diga yo... lamento no poder ayudarla – continuó Artemis con la misma postura poniéndose de pie y dándole la espalda
- Debería saber que yo heredé las habilidades psíquicas de mi madre como por ejemplo, la detección de auras y por ende, se perfectamente cuando alguien me está mintiendo... - contestó secamente la de ojos violetas – Hay algo más detrás de esos extraños ataques de mi padre... no es solamente el hecho de escupir sangre yo lo se, cuando estábamos en casa él tuvo uno y el cambio de aura que experimentó no me lo voy a olvidar, era sed de sangre y destrucción en estado puro, por favor... señor Artemis – prosiguió en tono suplicante
El funcionario se paseó en silencio por la sala durante algunos segundos hasta que finalmente se decidió a hablar.
- Primeramente dígame qué pudo averiguar en la biblioteca de la región norte – pidió Artemis con suma seriedad
- Pues, que la antigua reina Serenity del primer milenio de Plata, tenía una hermana llamada Nehellenia que se levantó en su contra y quiso quedarse con el trono del reino lunar, que Sailor Mars era princesa de Marte, su planeta natal, estaba en pareja con el líder de su guardia personal hasta que fue traicionada por este, el cual fue duramente castigado como consecuencia de esto ¿Y sabe qué? El rostro de ese traidor lucía idéntico al de mi papá, no pude saber más porque tal como dije antes... alguien arrancó pedazos de páginas – rememoró la muchacha
- Eso no es nada tranquilizador... significa que alguien más ahí afuera conoce el secreto y quiso asegurarse que nadie pudiera saber nada por esa vía... en otras palabras, anticiparon su movimiento – respondió el consejero señalando hacia afuera, haciendo referencia a la ida de Risa a Ciudad Aquae
- ¿Pero quién y qué secreto? – indagó Risa refregándose las sienes con ambas manos
- Lo ignoro... pero déjeme explicarle por partes, el primer reino del Milenio de Plata estaba ubicado en la luna y era gobernado por la reina Serenity, los demás planetas del sistema solar estaban subordinados a este... tanto Luna como yo somos originalmente de allí y la reina era nuestra ama y señora, ella protegía desde la distancia al planeta Tierra gracias al poder del Cristal de Plata – explicaba el hombre recuperando la calma – Los habitantes de la luna poseíamos una longevidad de miles de años, aquel reino era caracterizado por una época dorada marcada por la prosperidad y coexistencia pacífica entre los terrestres y los selenitas; seguramente usted sabrá que la actual neo reina es la reencarnación de la heredera al trono en aquel entonces, la princesa Serenity, quien vivía junto a sus cuatro protectoras, Sailor Mercury, Sailor Mars, Sailor Júpiter y Sailor Venus, estas cuatro guerreras provenían respectivamente de sus planetas y eran conocidas como las guardianas de la Princesa de la Luna, junto a ellas vivíamos Luna y yo – prosiguió
- Todo eso ya lo sabía, responda mi pregunta por favor – insistió la chica intentando no impacientarse
- Ahora voy a eso... seguro usted también será conocedora de cómo el primer Milenio de Plata llegó a su fin – dedujo Artemis ante lo cual la hija de Rei asintió afirmativamente con la cabeza – Bien pues, sabemos que la caída del primer Milenio fue producida por una entidad llamada Metallia pero tanto ella, como la reina Beryl y los demás enemigos que las Sailor Senshis han enfrentado, incluyendo a la propia Nehellenia... han sido marionetas de algo más siniestro aún, la fuente de todo mal, el Caos – la voz de Artemis adquiría en este punto un tono más sombrío pero sin perder la compostura
- Algo había oído de mi madre, en su batalla contra Sailor Galaxia, alguien llamada Sailor Caos peleó contra Sailor Moon – concordó Risa pensativa
- Si, Sailor Caos fue la forma que adoptó Sailor Galaxia al ser controlada por el Caos y la forma Sailor de este, es una Sailor Senshi del futuro pero no nos desviemos... como decía, así como existía el poder del bien y la luz existía también el poder de la oscuridad, y como tal, el que más ansiaba era el de la luz blanca del Cristal de Plata de nuestra actual soberana y a lo largo de la historia, varias personificaciones de él intentaron obtenerlo, ya los he nombrado recién... la reina Metallia, el Fantasma de la Muerte, Faraón 90... y Nehellenia.
- Es increíble, también la propia hermana de la reina Serenity... - dijo Risa con una mezcla de pesadumbre y asombro
- Si, fue poseída por el Caos... definitivamente, la envidia junto con el ansia de poder son los sentimientos más destructivos tanto para uno mismo como para los demás – afirmó el de cabellera blanca con tristeza – Verá, señorita, desde la antigüedad... el poder del mal ha llegado a mucha gente mediante la firma de un pacto, un pacto de sangre... la personificación del Caos y la persona interesada, movida por algún deseo o beneficio que por lo general era imposible de alcanzar por medios lícitos, debían hacer entrar en contacto la sangre de ambos – continuó hablando el selenita
- Y solo después de esa firma, la persona podía obtener lo que deseaba... - dedujo Risa atando cabos rápidamente
- Así es pero, el Caos nunca dio nada gratis, lo que no sabían era sobre la "letra chica" de dicho acuerdo y es que toda acción ilícita tiene una consecuencia... la sangre de quien firmara un pacto con el Caos quedaba inmunda o maldita, el disturbio de la sangre o Chi no Bōso, es un trastorno que afecta a todo individuo que haya hecho ese acuerdo... es una transformación tanto física como psicológica, se trata de un estado de locura y violencia extrema hacia todo ser vivo que lo rodee; esta condición sucede cuando influencias indirectas fuertes o directamente ligadas al poder del Caos rodean el ambiente de estos individuos provocando que la sangre maldita domine sobre su sangre normal, entonces la persona afectada comienza a toser sangre, su temperatura corporal se incrementa notablemente y finalmente se desata el estado de frenesí que mencioné recién – detalló Artemis de forma muy seria
- Son los síntomas que ha estado teniendo mi papá... - dijo la muchacha con los ojos abiertos como platos y estupefacta
- Efectivamente, tu padre es la reencarnación del antiguo novio y líder de la guardia personal de Sailor Mars, se enamoró de la princesa Serenity y entonces, a fin de quedarse con ella firmó un pacto con el Caos... lastimosamente, consiguió enamorarla y él y la princesa dieron inicio a un amor prohibido traicionando así a sus respectivas parejas, aprovechando que el príncipe Endymion estaba peleando en una guerra civil y Mars ocupada con sus labores de Senshi, hasta que la reina Serenity se enteró...
El guerrero marciano pensaba sobre los últimos acontecimientos, hubiera deseado no haber salido de Marte y así evitar aquella infame situación aunque, el deber de su princesa era ineludible, ahora estaba en una encrucijada... amaba a su guerrera de fuego pero también, quisiera o no, a la princesa de la luna aunque ya había tomado la decisión de olvidar a quien fuera la reina de su corazón desde muy joven y reiniciar su vida junto a Serenity. Sin embargo, habían sido sorprendidos en el peor momento y por ende, la madre de ella se había enterado de su amorío, de la peor forma.
Actualmente se encontraba recluido en una celda del palacio lunar a la espera de su sentencia, sabía perfectamente que el hecho de enamorar a la hija de la reina aún estando en pareja se trataba de un acto de traición y deshonra, por lo cual, lo que le aguardaba no era nada alentador.
Meditaba Ralph en todo esto cuando escuchó la puerta abrirse y una voz masculina hablarle.
- Andando, la reina Serenity te espera – le decía Artemis severamente, quien estaba junto a Sailor Júpiter que lo miraba con una mezcla de decepción y bronca
El marciano se levantó y salió de la celda escoltado por numerosos guardias, rumbo a la sala del trono Real en donde sabría qué sería de él y de su amante.
- No me olvidaré de ti, maldita soplona – se dirigió el hombre a Júpiter en voz baja
- ¿Y qué esperabas que hiciera? ¿Que los cubriera? Todavía tienes el descaro de reclamarme, siempre te consideré un buen amigo en el que podía confiar... me defraudaste completamente – fue la amarga respuesta de la aludida – Ahora, lo mínimo que puedes esperar de parte de la soberana, es el destierro así que ya nunca volveremos a verte – añadió de igual forma
De esa forma, el guerrero de Marte fue conducido hasta la sala del trono en donde una airada y afligida reina esperaba por él. La mujer se encontraba con los codos recargados en los pasa manos y mirando a un costado, cuando Artemis y Sailor Júpiter en compañía del resto de los soldados llegaron frente a ella con el prisionero, inmediatamente este y Serenity establecieron contacto visual. Ella le lanzó una mirada cargada de indignación e ira pero, el marciano no bajó la vista y se la sostuvo con valentía; inmediatamente la reina ordenó a la Senshi y a Artemis que se retiraran pero a Luna, quien estaba parada a un costado del trono no le dijo nada por lo que permaneció allí.
- ¿Sabes cuál es tu situación? – fue lo que primeramente preguntó la reina de la luna
- Perfectamente – dijo Ralph sin demostrar nada de nervios
- ¡Debería hacer una reverencia, que falta de respeto de su parte! – exclamó una enojada y altanera Luna, obteniendo como respuesta solo un gesto de desdén de parte del guerrero que la crispó más
- Está bien Luna, ahorremos las formalidades – dijo la soberana pretendiendo ir al grano - ¡Soldados, retírense! – decidió acto seguido
Los hombres se inclinaron levemente y salieron por las pesadas puertas de plata por las que habían entrado rato antes, quedando los tres solos en la lujosa sala Real.
- ¿Queriendo evitar que se comente algo por el palacio, verdad? – dijo el de ojos cafés en referencia a la última orden dada por ella
- ¡Cállese! ¡Usted no tiene derecho a preguntar nada! ¡Solamente contestará con sinceridad! ¿Entendió? – espetó hiriente la reina del Sistema Solar
- Claramente, señora – respondió el marciano con dignidad y calma
En eso, la puerta de ingreso a la sala se abrió de nuevo y a la misma entró la hermana de la reina a paso tranquilo y un semblante frío, el hombre de Marte se volteó a mirarla pero, esta no estableció contacto visual con él.
- Con permiso, si no es mucha molestia, deseo estar presente también en el juicio del responsable de nuestra deshonra – solicitaba la mujer con sumo descaro, para Ralph quien esperaba que lo ayudara, esto no fue buena señal aunque consideró que posiblemente estuviera fingiendo estratégicamente a fin de no ser tan evidente que había sido ella quien inició todo con la información dada y el acuerdo hecho
- No hay problema, Nehellenia, puedes quedarte – aceptó la de odango plateado, la aludida se colocó a un costado del trono del lado opuesto al de Luna - Dígame, ¿Estaba diciendo la verdad cuando juró lealtad y amor a su princesa y a su reino? – lanzó la reina sin pérdida de tiempo
- La respuesta a esa pregunta es afirmativa, sin lugar a dudas – aseguró Ralph con firmeza, provocando que Serenity frunciera el ceño más y Luna levantara una ceja, Nehellenia permaneció indiferente
- ¿Cómo se atreve a burlarse de nosotras?, ¡Por siglos, el honor ha sido importante en todas las casas reinantes!... justo lo más sagrado ha mancillado usted y aún así sigue mintiendo – espetó Luna a uno de los lados de la soberana
- Dígame algo que no sepa ya, lady Luna, pero... no estoy mintiendo... más bien, no he recibido la misma lealtad de parte de mi princesa – aseguró el hombre de Marte procurando no perder la calma ni la paciencia – Y usted... lo sabía, lo permitió y no hizo nada – añadió acto seguido señalando a la reina en tono acusatorio
- No voy a tolerar que usted lance insinuaciones maliciosas, es imposible que lady Mars falte a su amor y juramento para con usted pero para evitar andar con más rodeos, ¡No solamente la traicionó sino que también arrastró con usted a mi hija a su deshonra, ella era inocente, pura y usted... la pervirtió! ¡Tal y como mi consejera ha dicho recién, el honor de mi hija Serenity ha quedado manchado por su culpa! – vociferó la regente lunar llena de ira
- Estoy dispuesto a solucionar eso, pido la mano de su hija – contestó el marciano en igual tono que antes
- ¡Vaya desfachatez de su parte al pensar que la soberana se la va a conceder, sabiendo de la relación de ella con el príncipe de la Tierra! ¡No importa qué excusas invente, lo que usted hizo no tiene justificación! – reclamó Luna sumamente alterada, Nehellenia esbozó una pequeña sonrisa
- A eso le agregamos, que nuestra relación con la Tierra además de nuestro prestigio quedarían dañados, rompiendo así la estabilidad del Sistema Solar ya que siendo yo la cabeza del mismo, debo de dar el ejemplo como así también mi reino, pero de todas formas... el honor y buen nombre del príncipe Endymion también han sido insultados y me cabe a mí la tarea de buscar cómo solucionar ese problema de la mejor manera posible – dijo la reina conteniendo su frustración – Lo que no me explico es cómo pudo usted osar siquiera posar sus ojos en mi hija además de traicionar a la mujer que se suponía, amaba – añadió de igual modo, el marciano giró levemente los ojos hacia la hermana de la soberana quien permanecía como si fuese de piedra
- Se lo estoy diciendo, ella me traicionó primero y su hija, es la persona más hermosa que he visto además de Rei, no merecía que el príncipe la tuviera olvidada como la tenía – insistió el marciano con seguridad y templanza – ¡Acuso a la princesa de Marte y a Jedite! ¡Mi honor también ha sido mancillado! Me extraña que alguien como usted, que siempre ha sido bondadosa y justa, no lo vea – añadió alzando la voz ya comenzando a sentirse frustrado e intranquilo puesto que Nehellenia le había prometido hablar en su favor frente a su hermana y todavía no había dicho nada
- ¿Tiene alguna prueba de lo que dice? ¡Ella siempre ha sido leal para con usted y el guardián del príncipe Endymion, un buen amigo, nada más! – cuestionó la soberana de la galaxia
- No, solo los vi a través de... - comenzaba a hablar Ralph sin conseguirlo
- ¡No queremos oír más mentiras de su parte! ¡Deje de lanzar acusaciones sin evidencias y asuma su responsabilidad! Lo más vil fue ensuciar a la princesa y que encima venga a decir que quiere su mano, ignorando el compromiso previo que ella tenía al igual que el suyo – vociferó una fúrica Luna avanzando unos pasos hacia él
- Escucha mujer... no reconozco ninguna autoridad tuya sobre mí, aconsejo que te calmes, te comportes como corresponde a una consejera del reino lunar y que no te me acerques... ¡Te faltan 50 kilos de músculos para gritarme! – rugió el marciano perdiendo la paciencia, la consejera retrocedió asustada sin pérdida de tiempo – Su hermana aquí presente me los mostró en una situación romántica – añadió al fin pudiendo hablar
- Luna, cálmate, hermana dime... ¿es eso cierto? – preguntó acto seguido Serenity a Nehellenia
Pero esta, contrariamente a lo que esperaba Ralph, respondió:
- Eso es mentira, yo no le he mostrado nada jamás hablé en ningún momento con este señor.
- ¡Oiga! ¡Usted sí me los mostró con esa piedrita que tiene e incluso me condujo hasta ellos en donde estaban conversando muy animadamente! ¿¡Porque miente ahora!? – gritó enfurecido el de ojos cafés
- ¿Se atreve usted a llamarme mentirosa? Jamás ocurrió eso – volvió a negar la mujer en tono altanero
Evidentemente se trataba ahora de la palabra de él contra la de ella, estaba más claro ahora que Nehellenia no lo ayudaría y que solo lo había usado...
- ¡Silencio!, señor Ralph, no puede negar que lo que dijo mi consejera es cierto y lo acaba de oír de boca de mi propia hermana, no posee pruebas concretas ni testimonios que verifiquen la veracidad de lo que dice, conocemos bien la lealtad como característica sobresaliente de lady Mars pero, ese no es el único inconveniente... esa explosión que produjo cuando peleó con ella, enséñeme las palmas de sus manos – exigió la mujer
El guerrero obedeció y claramente se vio una cicatriz en una de ellas ante lo cual, Luna y la soberana se vieron entre sí con una mezcla de asombro, desconcierto y una decepción e ira crecientes mientras que Nehellenia fingió asombro.
- Reitero mi pedido, quiero casarme con su hija – insistió el hombre de Marte sin saber la razón del pedido de recién y de la presente reacción de parte de las mujeres
- Es inútil... le he borrado la memoria a mi hija para que ya no te recuerde por lo cual, su compromiso con el príncipe Endymion seguirá en pie ya que el único hombre que seguirá amando será él y en cuanto a ti, tienes prohibido volver a acercarte a Serenity y a este reino, serás deportado a Marte ya que el rey Takashi será notificado de tu acción y él, decidirá qué hacer contigo – fue la firme decisión de una furiosa reina de la luna – Has hecho un pacto muy insensato el cual, las leyes del milenio de plata castigan severamente... una razón más para alejarte de mi hija, ni siquiera has tenido la valentía de asumir tu responsabilidad y en cambio de eso, quisiste justificarte echándole la culpa a tu ex prometida a quien tampoco volverás a ver – añadió en el mismo tono
- ¡Está maldito! ¡Firmó un pacto con el Caos! ¡Y encima pretendía quedarse con mi sobrina! – exclamó indignada Nehellenia
- ¿¡Cual Caos!? ¡Yo no se nada de eso! ¡Deje de hacerse la tonta que fue con usted que hice este acuerdo! ¡También se hizo un tajo en una mano y nos las estrechamos! ¡La daga era suya! ¡Prometió hablar en favor mío y de su sobrina para que nuestra relación fuese aceptada y además... – gritaba ya desesperado el guerrero de Marte con una mínima esperanza de que le creyeran pero siendo interrumpido
- ¡Eso es una vil calumnia! ¡Yo jamás hice ni haría tal aberración y tampoco me aliaría con el Caos! Pueden revisarme para constatar que no traigo nada – se defendió la hermana de Serenity extendiendo los brazos
La reina dio la orden y Luna procedió a revisar a Nehellenia, luego de ser minuciosamente palpada se constató que no llevaba nada encima ni tenía cicatriz, así mismo la primer mencionada hizo revisar la habitación de su hermana pero tampoco encontraron nada.
- Siento mayor indignación aún ante este lamentable y cobarde intento por quitarse la culpa de encima, injuriando a mi propia hermana – se quejó la regente en referencia al marciano
- ¡Maldita perra, me utilizaste! – exclamó el de cabello castaño oscuro dirigiéndose a la de pelo ondulado, quien sonrió maliciosamente - ¡Podré ser un traidor pero no un cobarde ni un mentiroso! – rugió Ralph airado a continuación, terminando de perder ya la poca compostura que le quedaba
Dicho esto, de un movimiento brusco con sus brazos rompió los grilletes que sujetaban sus muñecas, aquellos estaban hechos de plata lunar y hacía inútiles los poderes mágicos de quien los tenía puestos pero, no sucedía lo mismo con la fuerza física...
- ¡Furia! – gritó dando un fuerte puñetazo en el suelo de la sala y provocando una explosión que antes fuera naranja y ahora negra
- ¡Esto es una locura! ¡Deténgase por favor! – balbuceaba Luna muy asustada
Pero Ralph no la escuchó e igualmente aprovechó dicha explosión para inclinar su cuerpo hacia atrás dándole la espalda a la reina y concentrando su fuerza en su cuerpo, que tomaba la forma de un aura negra que lo cubría.
- Debo jugarme el todo por el todo... ya nada me importa – pensaba el marciano - ¡Galáctica Phantom! – gritaba al mismo tiempo que salía disparado hacia la reina a una velocidad asombrosa y extendía su brazo derecho
Pero ya cuando el primer golpe fue dado, la mujer había cerrado sus ojos y juntado las palmas de sus manos haciendo brotar un aura luminosa del cuerpo y ahora, antes de que la poderosa técnica de Ralph llegara a su destino, su cuerpo quedó paralizado incapaz de moverse y enseguida, una descarga de rayos plateados aparecieron en aquel los cuales lo electrocutaban y lastimaban enormemente, haciéndolo caer de rodillas cuando la técnica de la soberana finalizó.
El cuerpo del guerrero de Marte quedó de rodillas, entumecido y echando humo pero aún así, levantaba la vista hacia la regente con mucha rabia e intenciones de luchar, también la giraba hacia Nehellenia quien permanecía tranquila y confiada.
- Tu orgullo y egoísmo te han cegado, marciano, pareces no haberte cerciorado del color de tus explosiones, el Caos es el enemigo al que debemos estar listos siempre para combatir pero a ti solo parece importarte tu propia voluntad... ¿Todo lo resuelves con violencia, verdad? La violencia es incentivada y propagada por el Caos, la violencia está íntimamente ligada a sentimientos destructivos y toda clase de males... en resumen, ¡La violencia pertenece al Caos!... tu sangre estará maldita a partir de ahora y seguirá en tu próxima reencarnación; el disturbio de la misma pesará sobre ti y tu descendencia – exclamaba airada la reina Serenity apuntándole con un dedo – Así mismo, ¡La felicidad huirá de ti y no podrás llegar a buen puerto con nadie... menos con la amante por la cual traicionaste a tu prometida y rompiste tu juramento... mi propia hija! ¡Tu descendencia cargará con el mismo destino hasta que mueras! Yo voy a averiguar bien qué fue lo que sucedió y si resulta que mi hija y tú tenían razón, revertiré todo aunque aún en ese caso... respecto a lo de tu sangre, no puedo hacer nada – decía la soberana con lágrimas en los ojos
- Estás acabado, marciano... no hay forma de que mi estúpida hermana consiga averiguar la verdad yo asumiré el trono en su lugar, la princesa no lo hará... me desharé de ella y tú... si es que el rey de Marte no acaba contigo... vivirás sin Serenity y sin Mars, avergonzado... buscarás tú mismo tu propia muerte, ustedes están condenados – pensaba la de cabello ondulado confiada, porque todo estaba saliendo como ella había planeado
En eso, dos sombras observaban todo en silencio desde una de las esquinas del salón del trono, sin que ninguno de los presentes se cerciorase de la presencia de estos.
- La reina Serenity se dejó llevar por la ira y sin ser consiente de algo, también colaboró con el Caos – dijo una silueta femenina alta
- Bueno, aquel marciano tampoco ha tomado una decisión muy inteligente que digamos al atacar a la reina, en teoría la pena por hacerlo es cárcel para el autor y guerra contra su planeta de origen – respondió una figura de un joven delgado y más bajo que su acompañante
- El Caos ha tendido una muy astuta trampa que acabó terminando con este Milenio de Plata, Nehellenia inició el trabajo y Metallia lo concluyó - concordó la mujer
- Pobre reina Serenity, no era conocedora que estaba conviviendo con el enemigo en su palacio – argumentó el chico
- Ven, debemos regresar – le decía la joven a su lado
Artemis, quien no se había cerciorado de las dos sombras que estaban conversando a pesar de estar relatando los hechos, acababa de contar todo mientras una Risa estupefacta y shockeada escuchaba, todo estaba claro ahora... su papá condenado y ella con él solo por llevar su sangre.
- Quie... quiere decir que yo también puedo entrar en disturbio y que ninguna relación amorosa será exitosa para nosotros... - balbuceó Risa sintiendo un baldazo de agua fría, sintiendo como sus sueños junto a Seiya se derrumbaban
- Lamentablemente sí señorita... se que usted es inocente pero así sucedieron los hechos - confirmó el consejero con una voz triste
- ¿Qué factores lo desencadenan? – continuó preguntando la de ojos púrpuras
- La ira, la tristeza, cualquier emoción negativa lo incentiva, mientras más situaciones desagradables pasen más cerca estarán de despertar el disturbio de la sangre en la medida de que se queden alimentándolos – explicó Artemis claramente – Algo importante debo aclararle, las memorias tanto de su padre como de la Neo reina fueron selladas los sueños que están teniendo son los recuerdos que buscan salir a la luz nuevamente, la de la soberana debe desbloquearse naturalmente sin que nadie le diga nada o podría ser riesgoso para ella... la de su padre no debe hacerlo o el disturbio podría salirse de control, ¿Comprende? – señaló el peliblanco
- S... sí, señor Artemis, pero qué pasó con la reencarnación anterior de mi madre – quiso saber la muchacha sin poder recuperarse del shock
- La princesa de Marte se negaba a continuar sirviendo a la princesa Serenity debido al rencor que en ella había quedado por lo ocurrido, claramente ya no era la misma de antes y la reina tuvo que sellar su memoria también ya que de no hacerlo, iba a acabar cometiendo una locura – aclaró la duda el hombre de cabello blanco
Entonces, luego de oír esto Risa le contó todo a Artemis, el cambio de su mamá desde los últimos 2 años y todo el suplicio que habían pasado ella y Ralf por su causa, sin guardarse nada.
- Por el kami... eso... eso tiene directa relación con todo lo que acabo de contarle, la maldición continúa cumpliéndose en la vida de su padre, ahora bien, es factible también que hace 2 años, la parte de los recuerdos de lady Mars sobre la traición sufrida en el antiguo milenio, hayan salido a la luz sea por sí solos o... provocado por algo o alguien, probablemente quien haya arrancado los pedazos de páginas del libro del Milenio de Plata – reflexionó el de ojos claros pensativo e impactado – De todos modos, lady Mars no está en condiciones de seguir ocupando el cargo de gobernadora, debe ser separada del mismo y castigada con severidad, mañana misma hablaré con su majestad... no entiendo cómo se me pudo escapar esto – añadió él
- ¿Luna y usted entonces, son los últimos supervivientes directos de aquel remoto reino de la luna? ¿Todo lo que me dijo es porque la propia reina Serenity se lo contó?- continuó indagando la de largo pelo castaño oscuro
- Así es, señorita, Luna y yo somos los últimos selenitas con vida... todos los demás murieron cuando las huestes de Metallia atacaron el reino – aseguró Artemis suspirando
- ¿Alguna de las Sailors sabe de estos hechos que me comentó? – continuó la hija de Rei con sus preguntas
- No, nadie de ellas y así debe quedarse... solo Luna, el rey Endymion y yo lo sabemos – dijo el consejero con total firmeza – Y le voy a pedir por favor que lo que sabe no lo comente con nadie – agregó de igual forma
La impresión que le había quedado a la joven, era que al haber Nehellenia negado haber tenido participación alguna en los hechos entre la princesa de la Luna y el líder de la guardia personal de Sailor Mars, había armado ya la trampa para dañar a ambos y que el reino quedara resentido y desprestigiado, que el guerrero de Marte no era consciente de la verdadera naturaleza del acuerdo que estaba firmando y que su ausencia en el palacio le convenía a la traidora y por ende, también la princesa Serenity al tener el corazón herido era más vulnerable y de paso provocaba un incidente entre la luna y la Tierra además, tanto en su momento como actualmente, se buscaba tapar todo a conveniencia propia en vez de asumir los errores.
Ahora Risa comenzaba a sentirse sin saber qué hacer, no solo por ella sino también por su padre y Mirajane con esto estaba claro que de un modo u otro esa hipotética relación no iba a tener futuro, Mira estaba tan ilusionada y ser ella misma quien se las tire abajo la hacía sentir culpable pero... ¿Qué sería peor? Además, el Chi no Bōso podía despertar en su papá de un momento a otro y eso sería muy malo, eso le daba mucho miedo. Por otro lado estaba su madre, necesitaba aclarar si sus recuerdos como princesa de Marte habían despertado del todo o no y en caso de que sí... saber qué tanto sabía de la maldición pero, en el presente momento teniendo que huir de ella eso se complicaba.
Aún tenía dudas y para aclararlas necesitaba hablar con Serena y estaba decidido a hacerlo a más tardar, al día siguiente.
Pensando en todo eso, Luna en compañía de Chibiusa regresaban con ellos para avisar que la cena estaba lista y servida, todos se dirigieron al comedor y en el transcurso de la misma, hablaron sobre las tareas en el palacio como así de temas variados, Chibiusa comía con celeridad de tal forma que hacía acordar a su madre en sus años adolecentes, Artemis y Luna recordaban esto y sonreían mientras le pedían que no comiera tan rápido. Normalmente Risa la hubiera reprendido pero no prestaba atención, comía sí pero, estaba distante y triste luego de la charla con Artemis.
La pelirrosa notó esto en el camino de regreso al palacio y obviamente se lo preguntó a Risa, quien no quiso decirle nada de lo hablado con el consejero Real y también negó que le pasara algo, todo lo que dijo fue que ahora necesitaría hablar con la madre de ella, sin decirle el motivo.
Al llegar a la sede de gobierno, Chibiusa se dirigió a su habitación y Risa procedió a buscar a la reina a paso decidido, uno de los guardias le dijo que se había dirigido a sus aposentos y como la muchacha insistiera en que debía hablar en el momento, aquel fue a averiguar si la soberana la atendería.
Después de aguardar unos instantes, el guardia regresó y le avisó que la Neo reina Serenity la encontraría en una de las salas de reuniones, acto seguido aquel la guió y la dejó sola en el sitio.
La joven aguardaba sumamente seria y en silencio en la lujosa sala y unos cuantos minutos más tarde, la imponente mujer apareció y se acercó a paso ligero con una pequeña sonrisa.
- Querida Risa, buenas noches, ya iba a ir a dormir pero me dijeron que debías hablar conmigo con urgencia – dijo tranquilamente la rubia de coletas – Han estado casi todo el día fuera mi hija y tú, espero que nadie se haya cerciorado de dónde andabas, sabes que te están buscando por todas partes – añadió sentándose a un lado de ella
- No se preocupe, eso es secundario ahora, necesito ir al grano... - comenzaba a hablar la muchacha – Se lo que pasó hace 2 años y lo que verdaderamente fue la gota que derramó el vaso y causó el cambio de mi madre a lo que es ahora... - añadió acto seguido ante lo cual, la mujer de odango se alarmó aunque intentó disimularlo
- ¿De... de que hablas, Risa? – preguntó Serena notablemente intranquila
- Sobre lo acontecido con mi papá, se que usted tiene parte de la culpa en esto... y ante todo quiero recordarle que la flama sagrada me lo mostró todo, esta nunca se equivoca y aparte, puedo detectar el aura de las personas así que... es inútil que trate de mentirme – contestó la de ojos violetas inquisitivamente y viéndola fijo
En ese momento, Serena vio que se encontraba acorralada y no tenía otra opción...
Aeropuerto Internacional Haneda Crystal, por la tarde del mismo día.
Tokyo de Crystal había heredado de la anterior Era los dos aeropuertos internacionales que sirvieran al antiguo Tokio, uno era el de Narita Crystal y a 80 kilómetros al suroeste de este, se encontraba el presente en el cual una vez hace mucho tiempo, tuvieran que luchar Sailor Moon, Mercury y Mars contra Jedite, además, se ubicaba 20 kilómetros al sur de la estación de Tokyo Crystal perteneciente al tren que cubría el territorio japonés. Haneda se encontraba dentro del ranking como uno de los aeropuertos más congestionados ubicándose cuarto en la anterior época, ahora con la tecnología de punta la fluidez del tráfico había mejorado mucho y logrado captar mayor número de pasajeros, tanto en tránsito como viajeros que se quedaban en Japón.
En el presente momento, el rey Endymion se había dirigido al aeropuerto ya que era conocedor que estaba por llegar procedente de los Estados Unidos alguien que él conocía desde cuando viajó hasta allí y que estimaba mucho. Mientras aguardaba sentado y recorría con la vista sus alrededores no pudo evitar acordarse del hecho anteriormente mencionado, cuando ayudó a las chicas contra Jedite como Tuxedo Kamen y que tanto Serena como Rei se habían puesto tristes al creerlo muerto en el momento, entonces una leve sonrisa aparecía en su rostro, se preguntaba qué hubiera pasado de acontecer eso mucho más tarde, confiaba en que sí hubiera podido vencer a Jedite más fácilmente luego de que se volviera más hábil combatiendo, más allá de que su vocación principal antes de ser rey fuese la medicina, a la cual tenía pensado dedicarse el día en que se retirase de los deberes de la realeza
Él se puso de pie y sonrió al ver acercarse a un hombre de aspecto guapo, con un par de gafas transparentes sobre sus ojos celestes y un peinado extravagante rubio que lucía un gran mechón hacia adelante y cabello cortado en puntas en la parte de atrás, iba vestido con un traje elegante color verde militar.
Al encontrarse, ambos hombres se saludaron amablemente con un apretón de manos además de abrazarse, puesto que hacía mucho tiempo que no se veían.
- Teniente Primero Nash, el hombre que me entrenó duramente cuando estaba en los Estados Unidos, que alegría volver a encontrarnos – dijo el de ojos azules complacido
- Su majestad, lo mismo digo, dígame... ¿Ha continuado con el entrenamiento? – preguntó el rubio calmadamente y realizando una reverencia
- Algunas veces lo hago a escondidas cuando nadie me ve, sabe que en teoría practicar artes marciales está prohibido ahora, ¿Ha tenido un buen viaje? – argumentó el de cabello negro
- Cierto, aunque considero esa prohibición innecesaria, es la ley y sí, fue un viaje muy cómodo – contestó sonriendo el joven hombre
- Podemos hacer las formalidades a un lado, amigo, gracias por haber venido – sugirió Endymion
- De acuerdo Darien, mis cosas deben de estarse descargando en estos mismos momentos – informó el de gafas señalando en dirección al avión y llamando al rey, por su antiguo nombre
- Ok no hay problema, Charlie, haré que mis guaridas las lleven al palacio – fue la contestación del rey – Recuerda llamarme por mi nombre solo cuando estemos entre nosotros, solo mi esposa, Motoki y tú, lo hacen – añadió tranquilamente
- ¿Motoki? ¿El mismo que mencionaste que estudiaba en la universidad contigo y que trabajaba en la tienda de videojuegos? – indagó el teniente
- Ese mismo, ahora es director de uno de los principales hospitales de Tokyo de Crystal, le ha ido muy bien – respondió el rey haciéndole una seña a sus guardias – Oye, antes de ir al palacio necesito un favor, que me acompañes ahora a Ciudad Metallus si no es mucha molestia – pidió acto seguido
- ¡Claro, no hay problema! ¿Puedo preguntar dónde vamos a ir?.
- Vamos a la casa del hermano de una conocida mía, es un genio en cuanto a física y ciencias solo te voy a pedir una cosa, que lo que vayas a escuchar allí no lo comentes con absolutamente nadie, en teoría lo que quiero hacer esta estrictamente prohibido – respondió claramente el de pelo negro
- Todo bien, puedes confiar en mí – fue la contestación del hombre de anteojos
Acto seguido, Endymion dio instrucciones a los guardias que lo habían acompañado de que se encargaran de llevar el equipaje de Charlie al palacio mientras que ellos comían algo allí cerca, por invitación del rey.
Ellos fueron al buffet del aeropuerto mismo antes de partir hacia Ciudad Oeste, en donde hablaron sobre sus vidas hasta que se hizo de noche, acto seguido el soberano pagó las cuentas de ambos y salieron.
- ¿Qué es lo que tienes pensado? – indagó el rubio mientras abordaban el lujoso coche del soberano
- Solo puedo adelantarte que, algo que tú pensabas que fuese ficción y de películas nada más... es real – contestó el esposo de Serena antes de indicarle al chófer, el destino al que deseaba llegar
El viaje a la Ciudad Luminosa se prolongó debido al intenso tráfico en la autopista que interconectaba los distritos de la gigantesca megalópolis aunque abajo en las calles, había poco tránsito.
Era ya tarde de la noche cuando llegaron a la dirección donde Endymion indicó, una hermosa vivienda moderna de tejas amarillas. Como esta se encontraba ubicada a unas pocas cuadras de distancia de la sede de gobierno de Ciudad Metallus, al descender del vehículo y notarla, Nash se quedó maravillado de la belleza e imponencia del edificio.
- Esas luces doradas que notas funcionan gracias a los cristales del mismo color que brillan permanentemente sin agotarse, la gobernación de Ciudad Metallus es una obra de arte en sí misma – explicó el rey calmadamente
- Puedo darme cuenta de lo que dices con solo verlo, nunca he visto algo así ni en Chicago ni en todo Estados Unidos – reconoció el rubio de anteojos transparentes
Dicho esto, se acercaron a la puerta de entrada y el soberano tocó el timbre, como no obtuvo respuesta volvió a insistir, con el mismo resultado.
- ¿Le avisaste a esa persona, que vendrías? – preguntó Charlie
- No pero, generalmente a esta hora está en casa después de trabajar – afirmó el de cabello negro ya comenzando a sentirse contrariado – Podemos esperar un rato y si no aparece, volver mañana – añadió a continuación
Así lo hicieron y transcurrió aproximadamente media hora sin ninguna novedad, las calles lucían poco concurridas y se respiraba un aire de tranquilidad pero, como era evidente que el dueño de casa tardaría en volver, el rey se dio por vencido y optó por regresar luego.
Cuando ya estaban por subirse al coche, Endymion vio acercarse al joven que esperaba quien caminaba a paso ligero vestido con ropa casual.
- ¡Carlos! Pensé que ya no vendrías, estaba seguro de que te encontraría en tu casa – lo saludó el de cabello negro acercándose al chico
- Su majestad, es un honor para mí verlo aquí, sepa usted disculparme si lo hice esperar mucho pero tuve que salir a sacar de un apuro a un conocido mío – se excusó el hermano menor de Setsuna realizando la reverencia correspondiente
- Todo está bien, necesito discutir un asunto importante contigo y por eso vine – dijo el de pupilas celestes yendo al grano
- Comprendo... ¿Y él? – preguntó el científico notando la presencia del rubio acompañante del rey, que los observaba seriamente
- No te preocupes, es un amigo mío de total confianza, Charles Nash, fue teniente primero del Cuerpo de Marines de los EEUU en la anterior Era, acaba de llegar hoy a Japón – explicó Endymion a modo de presentación
- ¿Él es de quien hablaste? – preguntó Charlie en referencia a Carlos ante lo cual, su amigo asintió con la cabeza afirmativamente – Es un placer, actualmente sigo ligado a la milicia aunque como parte de la guardia de la zona de Illinois – saludó el rubio extendiendo una mano
- El gusto es mío, teniente Nash, soy Carlos Meiou, especialista en Teorías Físicas y especulación cuántica, trabajo ahora en uno de los mejores centros de investigación de Ciudad Aquae – respondió amablemente tomando la mano del hombre
- Interesante, también he estudiado aunque más bien la rama de la psicología aparte de ser especialista en combate – dijo el de lentes de igual modo
Dicho esto, Carlos abrió la puerta de su hogar y los invitó a pasar, una vez que se acomodaron en el living, el chico les ofreció algo de beber lo cual aceptaron.
El militar elogió lo bonita que estaba la casa deduciendo enseguida que su dueño debía de ganar muy bien.
- Hace rato mencionó que se especializaba en combate, teniente, ¿Qué tipo de arte marcial ha practicado? – quiso saber el joven científico interesado
- Entrenamiento M.A.C. de la Fuerza Aérea, es una sigla correspondiente a "Modern Army Combatives", el objetivo era enseñar a los soldados cómo entrenar, entre los conceptos más importantes están el dominar a un oponente con una posición corporal superior durante un agarre en el suelo o cómo controlar a alguien durante una pelea, esto incluye el mantener el control del arma propia y el cómo obtener el control de un enemigo potencial en un rango alejado – explicó Charlie
- Él me ha entrenado cuando estuve en los Estados Unidos y gracias a ello, me he hecho más fuerte, permite a los soldados protegerse contra las amenazas sin usar las armas y proporcionar una respuesta no letal a situaciones desfavorables – concordó Endymion
- A eso le agregamos la importancia del "instinto guerrero" a fin de enfrentar al adversario sin vacilar – añadió el de lentes
- Me sorprende majestad, imagino que sabe que ese tipo de práctica va contra la ley actualmente, ya que es innecesaria en esta Era de paz – dedujo Carlos con una sonrisa ambigua acomodándose los anteojos
- Perfectamente pero no hay problema, puedo hablar con mi mujer e impulsar una reforma que las permita aunque... no creo que ella acepte – dijo el soberano pensativo
- Debido a lo mismo, señor Meiou, no he podido seguir impartiendo las enseñanzas en el arte del combate aunque sí continúo practicando por mi cuenta – aseguró Nash con seguridad – Pero haciendo a un lado las formalidades, usted puede llamarme Charlie – sugirió a continuación sin perder la amabilidad
- Bueno, lo mismo digo... nada de señor Meiou, soy Charly para usted así que, creo que somos tocayos – rió levemente el chico – Ahora respecto a lo que dijo, entrenar por su cuenta también está prohibido, por si no lo sabía, lo aclaro – añadió sin perder la sonrisa, el aludido se limitó a sonreír también
- Si, como si tú fueras totalmente respetuoso de las reglas con tus inventos, a mí no me engañas, Charly – intervino de igual modo el rey provocando la risa del muchacho
- Bueno, bueno, tiene razón... todos en mayor o menor medida tenemos "cola de paja" – reconoció el de cabello oscuro – Pero dígame, ¿A qué debo el honor de su visita? – preguntó sin pérdida de tiempo
- Vengo por algo muy importante y que debe de quedar entre nosotros, claramente es una violación a las leyes y a algo considerado tabú – empezó a hablar el de pupilas azules, ganándose el interés y la intriga de sus interlocutores
- De acuerdo, majestad... ¿De qué se trata? – fue la lógica pregunta del científico
- Sé que tienes una máquina del tiempo, necesito viajar al pasado – dijo Endymion rápidamente
Al oír esto, los presentes se sorprendieron grandemente, más el propio Carlos quien había procurado ser discreto debido a su hermana mayor y sus reprimendas.
¿Qué intenciones tenía el rey Endymion? ¿Cómo había sabido de dicho invento? Sea cual sea la respuesta a dichos interrogantes, el esposo de la Neo reina Serenity estaba decidido y eso reflejaba su mirada...
Disclaimer: Charlie Nash pertenece a Capcom
Muy buenas mis amigos/as como ven, tenemos a otro invitado de afuera, todo aquel que haya jugado Street Fighter Alpha seguro ya sabe quién es, sé que es un detalle menor pero por las dudas lo aclaro, para distinguir entre ambos Charlies sepan que "Charly" es Carlos Meiou y "Charlie" es Nash, igual yo me ocupo de distinguirlos claramente.
Hemos tenido aquí respuestas sobre cuál fue la sentencia de la reina Serenity a la anterior encarnación del Coronel y porqué le va como le va en el área sentimental ahora la pregunta es, cómo seguirá todo. ¿Cuántos de los que acaban de leer, creen que se le pasó la mano a la reinita?
Pasemos ahora a algo que seguramente están esperando, las respuestas a los reviews:
Seth Satou: El Z-sama verá lo que desea así que, que se quede tranquilo y respecto a Seiya era lógico puesto que nunca peleó XD Finalmente aquí está la explicación al disturbio y sobre qué pasara... sigue leyendo :3
Aegis2000: Comprendo tu coraje yo me sentiría igual, pero los culpables caerán eso seguro, te deseo éxitos en tu nuevo fic y te aliento a terminar el de Garfield y Sailor Moon que estaba bueno, amigo
Newwarrior: Siempre es bueno leerte amigo, la historia cumple con su cometido si te tiene atrapado y espero que siga así XD
Aeronueve: Me gusta tu idea es buena igual que la otra que me propusiste, ahí veré cómo acomodo todo, gracias por leer y comentar man
Andrew81: Ante todo mil gracias por tus comentarios, déjame decirte que tienes razón con el hecho de que Risa es totalmente inocente y que vas bien en tu deducción, Jedite es realmente un hipócrita y entre lo acontecido con su padre, su megalomanía y lo otro del pasado, hacen un combo de cosas que desembocan en esto. No hace falta aclarar que yo amo a Rei y créeme que dudé mil veces antes de hacer que tuviera el acostón con Jedite pero bueno, finalmente me recomendaron que sí lo hiciera y me decidí (Si yo fuera Ralf también haría lo mismo de partirme la madre XD)
Me despido entonces hasta la próxima entrega, si me están leyendo desde Wattpad no olviden votar y comentar, si lo hacen en Fanfiction no se vayan sin dejar review y si me han visto en Facebook dejen like, cualquier duda que tengas déjamela abajo en la caja de comentarios, quiero leer tus ideas.
Les ha hablado Ralf Hino y les deseo una buena semana. (El Capitán América entendió la referencia XD)
