Antesala

Nehellenia ya se había asegurado que los rehenes estuvieran bien vigilados, tanto Lisanna como Charlie le dijeron que no se preocupara y que vigilarían bien la entrada.

Luego de esto ella llevó consigo al resto de quienes trabajaban para ella aunque sólo dejó a Jedite y quien usara camuflaje óptico a la espera de las órdenes de su jefa sobre las rehenes en caso de que por parte de la reina de Tokio de Cristal notara algo raro o algún tipo de resistencia.

Ahora tanto la mujer encapuchada como el resto de los secuaces se encontraban en el mismo lugar en donde se escondían pero en una especie de sala en penumbras que daba a un pasillo que conectaba a la calle.

- ¿Qué es lo que hará si la reina se resiste? - preguntó Erza seriamente

- Lo que ya dije, llamaré a Jedite y el otro sujeto para que hagan con las mocosas lo que quieran - respondió la malvada mujer mirándola de reojo

- Vaya, ese par estará deseoso porque eso pase, van a estar a sus anchas - comentó Dark Júpiter riendo levemente en referencia a los dos recién mencionados

- ¿Cómo qué harían por ejemplo ellos dos? - indagó Kula inocentemente

- Lo que aquel melenudo quiere hacer contigo - dijo Makoto frunciendo el ceño con malicia

- Aún eres muy niña para saber de esas cosas - se limitó a decir Erza despectivamente

- ¡Kula no es ninguna niña! - exclamó la de cabello rubio fresa ofendida

- ¿Qué harás al respecto? ¿Ponerte a llorar? - respondió la pelirroja en tono burlón

- Voy a congelarte por completo - amenazó la muchacha de hielo apretando los puños

- Cuando quieras y donde quieras te enfrento - aseguró la de ojos marrones con una media sonrisa y extendiendo los brazos llena de confianza

- ¡Ya basta de discusiones o les irá mal a las dos! Concéntrense en la misión - alzó la voz amenazante Nehellenia sin mirarlas

Erza guardó silencio mientras que Kula se cruzó de brazos ofendida y le sacó la lengua a la pelirroja.

- Kula sólo hizo una simple pregunta porque no sabe - se quejó haciendo un puchero y frunciendo el ceño

- Mira, mocosa, ¿Quieres saber porqué aquel sujeto de cabello largo es tan amable y atento contigo? - planteó Dark Júpiter dándose media vuelta y hablándole a Kula quien se la quedó mirando en silencio mientras seguía lamiendo su helado - Porque tiene algo que quiere meterte por el trasero o la argolla o ambos, por eso te hace regalos - añadió riendo levemente Makoto con una media sonrisa

- ¿A qué te refieres? - indagó de nuevo la de ojos morados pensativa

- Sólo sigue respondiéndole afirmativamente y lo averiguarás - rio la de ojos verdes meneando la cabeza - Cielos, esta chica es una estúpida - murmuró al mismo tiempo que seguía riendo

Por otra parte, la Neo reina Serenity y quienes la acompañaban habían llegado ya a Ciudad Ígnea y se encontraban en las inmediaciones del sitio donde ella había sido citada.

- Nehellenia me había citado a mí sola por lo que si ve a alguien más, va a cumplir sus amenazas - señaló la de odango rubio con preocupación

- De acuerdo... ve yendo y reza porque esa tipa no se de cuenta de nada - dijo el rey Endymion a su lado con respecto al cristal falso

- Mina... ya saben qué hacer - volteó la mirada la de coletas hacia la mencionada

- No se preocupe majestad - le sonrió la senshi del amor

Dicho esto, la soberana se separó del grupo y empezó a avanzar por la calle hasta el sitio acordado, por dentro sentía el corazón galopante puesto que estaba jugándose algo arriesgado, si Nehellenia se daba cuenta que el cristal de plata era falso, iba a haber problemas.

Mientras tanto, Setsuna ya transformada en Sailor Plut llegaba junto al resto del grupo luego de haber ido a casa de Ralf.

- Que bueno que llegas, Plut, la reina recién acaba de irse y nosotras debemos movernos - dijo Venus mientras todas seguían escondidas detrás de una camioneta estacionada

- Llego a tiempo entonces, seguiremos el plan - afirmó la morena seriamente

- Bien, entonces... Saturn y Plut irán disimuladamente detrás de la soberana y vigilarán que todo se desarrolle en orden mientras que el otro grupo busca otras entradas y se infiltra en el sitio a fin de buscar a los rehenes, Mercury tú rastreas el lugar con tu computadora - habló decididamente la rubia de moño rojo mientras que la recién mencionada asintió afirmativamente con la cabeza y sonrió

- Yo acompañaré a Saturn y Plut a ver que Serena esté bien y ayudaré de ser necesario - decidió Darien cambiando al mismo uniforme de pelea que había usado contra Erza en Ciudad Metallus

Dicho esto, ambos grupos se separaron y mientras Hotaru, Setsuna y Endymion fueron detrás de la reina a una cierta distancia, las otras chicas siguieron a Ami en búsqueda de una entrada alternativa quien ya había extendido su visor sobre sus ojos y sacado su laptop.

Por su parte en el interior del sitio, Mirajane en compañía de Elfman continuaban en el mismo sitio apresados.

Ella se encontraba triste y pensativa mientras que él, desconcertado y desilusionado respecto a la situación actual.

Finalmente se habían reencontrado con su hermana menor pero al final resultó que quien había vuelto, era otra persona distinta a la que recordaban.

¿Qué prefería Elfman? ¿Que hubiera seguido muerta o la actual villana que era Lisanna? No sabía qué sentir pero sí tenía claro que estaba decepcionado ante ese hecho.

Mirajane sabía que corría un riesgo al usar el frasco que le había dado la mujer en el hospital, más sabiendo que Setsuna no le aconsejaría descartarlo en vano.

Pero había podido más en ella el deseo de tenerla viva de nuevo y reconciliarse con su hermano y decidió desoír aquel consejo.

Juzgando el panorama, Setsuna tenía razón y ahora la albina se sentía responsable por estar ahora en manos de los enemigos.

Tenía la vista baja y ni quería voltearse a ver a su hermano por lo que el cuarto estaba en un silencio incómodo.

- Perdón, yo... nunca quise arrastrarte a esto, Elfman - decidió hablar Mira finalmente

El aludido no pronunció palabra y continuó mirando hacia el frente suyo.

- Yo quería tener viva a Lisanna de nuevo y amigarme contigo, eras mi única familia... bueno, lo eres ya que aquella chica que está afuera no es mi hermana - continuó hablando ella acabando por referirse a Lisanna

- Por lo visto esa extraña se aprovechó de tus sentimientos y te usó para tenderte una trampa... ¿En qué líos andas metida? ¿Porqué te estaba ella buscando a ti? - quiso saber Elfman luego de haber suspirado

- Jamás la había visto antes pero... es una enemiga de la reina y de alguna manera, está relacionada con Ralf y me usa de cebo para atraerlo aquí al igual que a sus hijas - dijo la ex luchadora y moza eligiendo las palabras

Ella sabía que si le contaba todo lo que conocía, no iba a entenderlo ni a creerle.

- ¿Con tu ex novio? No entiendo nada, explícame bien las cosas - pidió el moreno musculoso con fastidio, mirándola

- Ufff... es algo largo y difícil de contar, dudo que me creas, por lo pronto tenemos que salir de aquí, ¿Puedes transformarte? - fue la respuesta de Mira resignada

Él intentó usar su take over pero por alguna extraña razón no lo conseguía.

- No puedo hacerlo y estamos fuertemente atados, no puedo zafarme - negó con la cabeza el musculoso

Entonces Mirajane intentó hacer lo mismo pero tampoco pasó nada aunque lo intentó varias veces.

- No hay caso, tampoco puedo usar el mío... por lo visto esa mujer tomó recaudos, las piedrecitas que nos colocó evidentemente son anuladores de poderes... no hay otra explicación - suspiró la de ojos azules con cansancio

- ¡Maldición! En menudo lío estamos... habrá que esperar a que alguien nos rescate - se quejó el moreno con el ceño fruncido - Mientras tanto, preferiría que me cuentes bien qué pasó con esa mujer y tu ex novio - pidió acto seguido con seriedad

Mirajane suspiró con los ojos cerrados y no sabía si atender el pedido de su hermano o no, pensaba que si lo hacía, él no le creería por otra parte, si no lo hacía, él podía pensar cualquier cosa menos algo bueno.

- Espera... tengo una idea - respondió finalmente pensando en algo - ¡Lisanna! - gritó a viva voz mirando hacia la entrada mientras su hermano la veía sin entender nada

La albina llamó varias veces a su hermana menor hasta que la puerta se abrió y la aludida entró mirándola sería.

- ¿Qué quieres? - le preguntó la de cabello corto blanco con frialdad

- Verás... es que necesito ir al baño, ¿Podrías hacerme el favor de dejarme ir? - solicitó Mira amablemente

- ¿Crees que soy tonta? - rio Lisanna meneando la cabeza - ¿Para así puedes aprovechar para transformarte y escapar? No me hagas reír - siguió hablando despectivamente

- No, es que desde hace rato que siento ganas y necesito ir - insistió su hermana mayor

- Pues aguántate o hazte encima pero yo no te suelto - se volvió a negar Lisanna

- Todavía me niego a creer que ahora que estás con vida, trabajes para el mal - suspiró Elfman mirándola con angustia

- Bueno como ves, las cosas cambian y te guste o no, esto soy ahora - extendió los brazos la chica - Así que pierdes tu tiempo si vas a hablarme de cosas pasadas que ya no volverán - añadió con una media sonrisa y el ceño fruncido

- Antes jamás hubieras aceptado andar en malos pasos - insistió el moreno musculoso

- ¿Qué acabo de decirte? Pierdes tu tiempo, de recordar recuerdo todo pero eso se acabó para mí, ha renacido una nueva Lisanna - contestó ella llena de orgullo

Mirajane al igual que su hermano sentían una gran tristeza al oírla hablar en verdad parecía otra persona la que hablaba.

- Emmm, sigo sin ir al baño, ¿Me vas a dejar ir? - volvió a pedir la de ojos azules aún con esperanza de que aceptara y tener una oportunidad de liberarse

- Ya te dije que no, hermanita, no vas a ir a ningún lado así que ahí te quedas - contestó la albina de pelo corto con una expresión burlona en el rostro

Ni bien acabó de hablar, al cuarto entró Jedite con seriedad.

- Oye, no te entretengas con ellos y ve a tu puesto - dijo el apuesto rubio en tono imperativo hablándole a Lisanna

- Vine porque ella me llamó y me pidió ir al baño - informó la recién nombrada señalando a su hermana

- No atiendas su pedido, seguro es una treta para tener la chance de huir - la miró el rubio de ojos azules

Lisanna afirmó con la cabeza y se alejó rumbo a la puerta.

Por su parte, Jedite miró a Mirajane y se rio con una mirada perversa mientras se empezaba a pasear de un lado a otro frente a los hermanos Strauss.

- Bien, bien, si aquí tenemos a la más reciente ex pareja del ex jefe Jones, dime qué tal fue revolcarte en la cama con ese imbécil - afirmó él con desprecio

Mirajane no le contestó y en cambio se quedó con el ceño fruncido y mirando al frente.

- ¿Qué tratas de insinuar? Ella no es ninguna ramera - intervino Elfman en defensa de ella, si bien aún tenía diferencias con su hermana aquella situación era algo que rebasaba el límite

- No estoy hablando contigo así que cállate - ordenó el ex Tercer Puesto sin mirarlo y extendiendo un brazo hacia él - ¿No vas a decirme nada? ¿Te comieron la lengua los ratones? - insistió acercándose a la chica en el ínterin que sonreía con descaro

Acto seguido se colocó frente a Mirajane y le tocó un seno haciéndole un pequeño masaje.

- ¡Quítame las manos de encima, cerdo! - gritó la albina con la cara roja

- ¡Ya basta! ¡No la toques! ¡Eso no es de hombres! - hizo lo mismo el moreno furioso

Inmediatamente ella escupió en el rostro de Jedite cuando este iba a besarla a la fuerza.

Él gritó mientras retrocedía unos pasos y sacaba un pañuelo con el que limpiarse.

- ¡Será mejor que te calmes o será peor para tí! - gritó enojado el rubio justo antes de propinarle un fuerte bofetada a la muchacha que le sacó un poco de sangre a un costado de la boca

- ¡Pelea como un hombre y deja de ser un cobarde! - gritó sulfurado Elfman al ver aquello agitándose sin poder soltarse - ¿Estás bien? - preguntó acto seguido a su hermana

Esta alzó la cabeza con los cabellos revueltos sobre la cara y manifestó que sí estaba bien.

- Te dije que te callaras - lo miró el rubio riendo extendiendo una mano hacia él

Inmediatamente disparó una ráfaga de viento que tiró a Elfman hacia una de las paredes, chocando este contra la misma y quedando mareado por el golpe y acostado en el piso aún atado a la silla

- ¡Elfman! - exclamó Mira preocupada mirando a su hermano

- Ahora tú, ¿Qué tal si pruebas a un verdadero hombre en lugar de aquel idiota? - rio maliciosamente Jedite en referencia a Ralf

Inmediatamente se acercó a la albina y la tomó de la barbilla a la fuerza.

Ella se horrorizó cuando él se subió la parte inferior del saco, se bajó el cierre del pantalón y sacó el miembro afuera.

- Haz de cuenta que soy Ralf Jones - rio sonoramente mientras le acercaba el miembro a la boca y la obligaba a abrirla

Ella cerraba los ojos para no verlo y apenas sintió que lo tenía adentro de la boca, la cerró clavando los dientes en aquel, cuidando de no tocárselo con los labios y haciéndole doler el miembro.

Jedite gritó de dolor y retrocedió unos pasos luego de que Mirajane abriera la boca nuevamente.

- Siento un enorme asco al haber sentido tu maldito pene adentro de mi boca, degenerado - alzó la voz la bella ex luchadora y camarera escupiendo el suelo con una expresión de repugnancia en el rostro

- ¡Aaaahhhh maldita perra! ¡Me las vas a pagar! - gritaba el rubio mientras se retorcía de dolor en el suelo

Aún desde ahí extendió una mano y disparó hacia Mira una ráfaga de viento que la impactó de lleno y la tiró hacia atrás haciéndola chocar contra la pared.

Al lugar entró Lisanna de prisa preguntando qué había pasado y se sorprendió de ver a Jedite en el suelo sintiendo dolor.

Él le respondió que no era algo de su incumbencia y que no molestara.

Ella se acercó y entendió rápido lo que había pasado y se rió levemente de la situación del hombre.

- ¿¡De qué rayos te estás riendo!? Voy a matar a esa desgraciada - refunfuñó el de ojos celestes con enojo y agudo dolor

- Mejor déjala así, debías esperar órdenes de la señora, ven te ayudaré a levantarte - dijo Lisanna agachándose y haciendo lo recién dicho

Ella lo ayudó a caminar pasando un brazo suyo sobre los hombros de ella y salieron lentamente de la habitación, dejando a los hermanos Strauss solos y aturdidos.

Por otro lado, en otra habitación seguían prisioneras Risa, Chibiusa y Lita con excepción de Aya que ya no estaba allí y ya se la habían llevado.

Todas se encontraban atadas de manos y pies ya no sentadas, en cambio de pie y colgadas de cuerdas que habían atado desde unos caños en el techo por orden de Nehellenia.

Todas se encontraban desnudas con sólo una bombacha a excepción de Lita que no llevaba nada puesto y que también tenía una silueta impecable al igual que las otras chicas.

Pero no era eso lo que más les preocupaba en ese momento.

- Gran kami... ya no podré casarme - decía Lita con la cara roja avergonzada del tan sólo hecho de pensar que aquellos tipos la vieran sin ropa

- Sólo espero que nos rescaten antes de que esos degenerados nos pongan las manos encima - suplicó la de odango rosado a su lado

- Si eso que vimos antes es el disturbio de la sangre, es un peligro... ¿Terminaré así yo también? - se decía Risa para si misma a su pesar con miedo

- Cierto, empezó a gritar como loca y parecía como poseída, a mí me dio miedo de que nos atacara - comentó la rubia hija de Clark a su lado - Pero no entiendo, ¿Porqué te pasaría lo mismo a ti? - añadió con curiosidad mirando a la hija de Rei

- Déjalo así, yo me entiendo - meneó la cabeza la de cabello castaño oscuro

- ¿Será porque aquel asqueroso empezó a manosearla después de que Nehellenia ordenara quitarle la ropa? ¿Qué era esa bola brillante que la bruja le metió en las partes? - quiso saber Chibiusa asustada también

- No tengo idea pero tampoco deseo que se me acerquen ni que me toquen ese par de malditos infelices - suspiró la de ojos morados deseando lo mismo que dijera la princesa antes

- Ustedes dos tienen bonitas siluetas y senos más grandes que los míos... - comentó Lita mirándolas a ambas

- Tú tampoco te quedas atrás, Lita, ¿eres virgen? - comentó la de cabello rosado

- Desde luego que sí, ¿Qué pregunta es esa? Y espero que así siga siendo hasta que conozca al amor de mi vida - dijo la de pelo rubio con la cara roja

- Ahh yo también lo soy entonces la única que no lo es aquí es Risa - afirmó Chibiusa en tono algo divertido a pesar de la angustia que sentía

- Dilo más fuerte, pedazo de estúpida, para que escuchen Jedite y el otro tipo que manoseó a Aya - alzó la voz la aludida con fastidio

- Bueno no te sulfures, no creí que te disgustara tanto no ser virgen - respondió la princesa bajando la cabeza

- No es eso, no estoy arrepentida de no serlo es sólo que este no es momento ni lugar para ventilar eso - refunfuñó la hija de Ralf con el ceño fruncido

- Sólo roguemos porque esos tipos no nos lleguen a poner las manos encima, no olvidaría en mucho tiempo la sensación de asco - suspiró Lita a modo de deseo

En verdad la situación en la que estaban era apremiante, sólo bastaba una orden de Nehellenia para que aquellos sujetos tuvieran libre permiso para acceder a ellas, aunque por el mordiscón de Mirajane, Jedite se veía imposibilitado por el momento de hacer algo.

Las tres rogaban por favor que las senshis y sus padres lleguen a tiempo para evitar que la situación empeore.

Mientras tanto, el grupo de senshis con Mercury a la cabeza corrían cerca del sitio en donde tenían a las rehenes, Kasei Fōramu, un coliseo imponente con capacidad para 150 mil personas el cual estaba destinado a actividades artísticas tales como conciertos, y eventos deportivos siempre permitidos por el Código de Convivencia.

El lugar poseía varias entradas y Ami valiéndose de su visor pudo encontrar la única que no estaba bloqueada.

- Es una pena que todas las entradas estén cerradas, pero es lógico, todavía falta para el próximo evento que se va a realizar aquí, ¿Alguien sabe qué será? - quiso saber Venus detrás de Mercury corriendo

- Una carrera de cuadrigas imitando las épocas del antiguo Imperio Romano, todos los lugares ya están ocupados y se va a quedar mucha gente afuera, los que no puedan ir van a poder verla en las grandes pantallas de transmisión que serán proyectadas en los jardines y plazas - contestó Uranus sin mostrarse agitada al lado de Neptune

- Vaya, Hotaru ha tenido una buena idea al permitir y organizar ese evento, me interesa la antigua época romana - comentó Michiru

- A mí me hubiera encantado participar en esas antiguas carreras y sentir la adrenalina del momento, quisiera participar en esta que se hará aunque desde luego no sea lo mismo porque no estamos en la época romana - opinó Uranus con entusiasmo

- No veo ningún problema en que participes, Uranus, es sólo cuestión de hablar con el organizador del evento y Hotaru, supongo yo - fue la respuesta de la senshi del amor

- En realidad ese evento ya estaba organizado aún antes de que Rei fuera secuestrada y ocupaba el cargo - aclaró Neptune dicho detalle

- Oh sí es cierto, aunque mi agenda no sé si me lo permita, bueno, no sé que harán con Makoto una vez que esté bien y a salvo - aseguró la rubia ex corredora con incertidumbre

- Deduzco que no tendrán problema los reyes para que regrese ella a su cargo, Mako no está consciente de sus actos actualmente - respondió su novia con seguridad

- Escuchen, estamos llegando a la puerta en cuestión, debemos vigilar que no haya cámaras de seguridad activas que puedan estar usando los malvados, recuerden que Júpiter también tiene otro visor como el mío y podría detectarnos - advirtió la senshi del conocimiento alzando la voz en tono serio

- Entendido, Mercury, tú guíanos y te seguiremos - le sonrió Mina con ánimo

El grupo llegó a la puerta y tanto Neptune como Uranus se colocaron una a cada lado de la entrada pegadas a la pared, mientras que Venus y Mercury se pararon delante del panel de abertura de la puerta.

La peliazul extendió un cablecito con un sensor en el extremo y lo pegó al del panel, este se encendió y la chica tecleó unos datos en la laptop, unos segundos más tarde la entrada se abrió mientras se corrían a un costado y las dos outers senshis miraron hacia el oscuro corredor y pasearon la vista por los techos.

Acto seguido miraron a las otras dos chicas, sonrieron y dieron el visto bueno y sin pérdida de tiempo, las cuatro ingresaron de prisa.

Ellas avanzaron hasta que el camino se bifurcó en dos y el grupo se detuvo.

- De acuerdo Mercury, ¿Por donde? - quiso saber Venus paseando la vista por el sitio con el ceño fruncido

- Debemos ir por las escaleras y subir algunos pisos, las chicas están en la parte de arriba - aseguró la de cabello corto azul empezando a correr hacia su derecha

Rápidamente, el grupo la siguió y al correr, ellas pasaron corriendo frente a la puerta de uno de los corredores que conducían a la arena central.

Allí dentro también se encontraban las luces apagadas y un bello par de ojos púrpuras se abrían y revelaban una mirada siniestra, alguien se encontraba allí sentada en el suelo y se ponía de pie antes de caminar hacia la puerta de recién y abrirla.

Un guante negro se asomó sobre el borde de la misma en el ínterin que se abría y quien estaba adentro salía y caminaba en dirección por donde se habían ido las senshis.

Su boca esbozaba una leve y perversa sonrisa la cual complementaba la mirada fija al frente en esos ojos que parecían más oscuros y vacíos de conciencia.

Por otro lado, la reina de Tokio de Cristal llegaba también al coliseo y mirando hacia arriba respiró hondo antes de ingresar para tratar de relajarse un poco.

Al hacerlo, caminó según las indicaciones de la malvada mujer hasta otra bifurcación a la izquierda y de allí, hasta una de las puertas la cual abrió y tomó luego el corredor que conducía hasta la parte de adentro del lugar.

Pero Neo Serenity no seguiría caminando hasta la parte central sino que doblaría a la derecha por otra desviación, ella era seguida a cierta distancia por las senshis Saturn y Plut junto al rey Endymion.

Nehellenia y su grupo aguardaban en la sala a la cual se habían cambiado y cuando la reina apareció por el corredor, la recién nombrada sonrió con malicia mientras que sus acompañantes la observaron con frialdad e indiferencia.

- Bien, mi querida Neo reina Serenity, me agrada el hecho de que usted sea puntual - la saludó la tétrica encapuchada con total cinismo que crispaba los nervios de la soberana

- Aquí estoy como pediste, ¿Están bien mi hija y las chicas? - quiso saber Serena tragando saliva y manteniendo la compostura

- Sí, por ahora... el hecho de que ellas sigan estándolo depende de ti, querida sobrina - siguió hablando la mujer con calma

- Quiero verlas - dijo la de coletas rubias en tono imperativo

- No tan rápido, primero lo primero... ¿Has traído lo que te pedí? - preguntó la de piel pálida

- Sí, aquí está - se limitó a decir la reina sacando de abajo de su capa un cofre de madera el cual extendió hacia la villana

- Bien - sonrió la mujer de satisfacción tomando de prisa el cofre

Serena vio con nervios y expectativa el momento en que ella abría el cofre y observaba el interior, para sus adentros rogaba que por favor no se diera cuenta.

Luego de observarlo, Nehellenia miró a Dark Júpiter y la nombró.

Esta hizo una cabezada y extendió el visor sobre sus ojos y luego de observar con este unos momentos hacia el corredor por el que había llegado Serena, esbozó una sonrisa y frunció el ceño

- Kula, detén a la reina - ordenó la mujer malvada luego de que viera que la de cabello castaño le dijera que sí con una nueva cabezada

- Espera, ¿Qué vas a hacer conmigo? Este no era nuestro acuerdo - preguntó nerviosa Serena en el momento que Kula la inmovilizaba agarrándola de los brazos desde atrás

- Por lo visto mi querida sobrina no respetó las condiciones que puse y vino acompañada, que salgan esos tres que se esconden en el pasillo - respondió ella alzando la voz

Sin perder tiempo de este salieron corriendo Plut, Saturn y Endymion y rodearon a Kula con Serena, la senshi de la destrucción extendió su hoz y colocó el filo de la parte superior sobre el cuello de Nehellenia, quien sonrió sin preocupaciones.

Por su parte tanto Dark Júpiter como Erza se pusieron en guardia y fueron hacia Plut y Darien que estaban en la misma posición.

- Ordénale a tu servidora que suelte a la reina o no dudaré en atacar - lanzó Saturn como advertencia

- ¿Crees que no conozco tu poder y qué pasa si lo usas, senshi de la destrucción? - respondió la villana despreocupadamente

- Estoy dispuesta a arriesgarme por el bien de mi reina y de todos - dijo la de cabello negro corto ceñuda

- Vaya que aburrido, ¿estos dos blandengues tenemos como oponentes? - rio despectivamente Makoto en referencia a Plut y Endymion

- Enfréntame y veremos si soy blandengue o no - contestó Mamoru con valentía a Júpiter

- Calma majestad, no nos precipitemos - pidió Setsuna seria

- Calma, majestad, no se valla a lastimar las uñas - comentó la de cabello castaño atado en una cola en tono provocador

- Para mí no fue problema en el Edificio Dorado pero tan mal no lo hizo - opinó Erza refiriéndose a su pelea con Mamoru en Ciudad Metallus

- Una orden mía y dos de mis muchachos tienen la autorización para hacer con las rehenes lo que quieran y aclaro que ellos son un poquito... ¿Cómo decirlo? Pervertidos - alzó la voz Neherenia a modo de advertencia y amenaza

- ¡No por favor, no les hagas daño a mi hija y a las muchachas! - exclamó la de odango rubio en tono suplicante

- No harás ningún movimiento, mi arma apunta a tu cuello, bruja - avisó la senshi de cabello ébano apretando las manos sobre el mango de su hoz

- No se lo aconsejo, lady Saturn o sus amigos lo lamentarán - sonrió confianzuda la encapuchada - Ya de por si, esos dos no son rivales para Scarlet sola, mucho menos para mí - agregó señalando a Plut y Endymion

Ellos se ofuscaron pero sabían que ella tenía razón.

- Plut, haz tu técnica prohibida, es la única posibilidad que tenemos - murmuró el rey a la senshi del tiempo - ¡Suelta ya a mi mujer! - alzó la voz acto seguido

- Pero es tabú paralizar el tiempo - dudó la de cabello verdoso oscuro sobre si hacerlo o no, bajando la vista y hablando bien bajo

- No lo dudes y hazlo, Plut - requirió el de pelo negro en tono imperativo

- Antes de que hagas un movimiento, ya te derribé - dijo la de pelo rojizo con espada en manos quien había escuchado

- ¿Qué es lo que vas a hacer, Saturn? La situación no los favorece, les sugiero que tiren sus armas y se rindan - planteó la encapuchada la situación

- Pero ellos pueden cubrirme mientras paro el tiempo yo - se oyó decir a una voz distorsionada proveniente desde el corredor por donde Endymion y Plut habían llegado

- ¿Será quien yo creo? - se preguntó Serena

Los presentes voltearon la vista y vieron al mismo sujeto enmascarado que los había ayudado en otras ocasiones.

- ¿Qué estás haciendo aquí? - indagó Sailor Plut asombrada mirándolo

- Simplemente los seguí - respondió Fantasma con calma

Sin decir nada, Nehellenia se sacó de encima a Saturn de un rápido movimiento la cual cayó de cola al suelo y se acercó a Serena y le dijo algo al oído, inmediatamente el rostro de ella se llenó de miedo.

- No irás a ninguna parte - advirtió Makoto colocándose delante de Hotaru quien se levantaba del suelo, para evitar que fuera tras su señora

- Júpiter - murmuró la de ojos púrpuras apretando los dientes con frustración

- Su majestad, lady Plut, cúbranme - solicitó el enmascarado

Inmediatamente los nombrados bloquearon el paso de Erza que ya se abalanzaba sobre él, el cual extendió los brazos.

- ¡Tiempo...! - empezaba a exclamar Fantasma pero fue interrumpido

- ¡Espera, alto! - gritó la reina alterada - ¡No hagas nada! Voy... voy a ir con Neherenia a permanecer prisionera con las chicas - agregó bajando la vista desolada

- Pero Serena... - cuestionó su esposo desconcertado y abriendo grande los ojos

- No... no tengo opción, estoy en sus manos, lo siento... - se limitó a decir su mujer a punto de llorar

- Ya la escucharon, Kula, vámonos y llevémosla con las mocosas - ordenó la líder del grupo en tono triunfal

- Sí, señora - respondió fríamente la recién nombrada

- Júpiter, Scarlet, encárguense del resto - ordenó Neherenia viendo a quienes estaban de parte de Serena, con desprecio

Tanto Endymion, Saturn, Plut y Fantasma no entendieron lo que pasaba, por lo que sintieron mucho desconcierto y bronca al ver cómo las dos mujeres se llevaban a la reina.

- Ahora sí prepárense, porque vamos a barrer el piso con ustedes - tronó los nudillos Júpiter sonriendo y frunciendo el ceño

Esta volvió a tirar al suelo a Saturn de un puñetazo en el mentón mientras que Erza saltó hacia donde estaba Fantasma pasando sobre Plut y Endymion, pero fue detenida en el aire por una patada voltereta con salto hacia atrás de parte del último nombrado lo cual le dio tiempo al enmascarado de realizar su técnica.

Una vez que el tiempo estuvo detenido para Erza y Júpiter, Fantasma les habló mientras ayudaba a levantar a Saturn.

- Era la única opción, tanto lady Júpiter como la teniente coronel Scarlet son adversarias fuertes - planteó Fantasma con su voz deformada debajo de la máscara

- No pudimos hacer nada, ¿Porqué la reina se entregó por propia voluntad? - preguntó retóricamente la senshi de la destrucción con frustración

- No lo sé pero yo iré detrás de ellas, ustedes hagan lo que quieran - decidió Darien decidido y con los puños apretados ya queriendo correr por el pasillo por el que Kula y Nehellenia se habían ido con Serena

- ¡Espere majestad! Recuerde que fue la propia reina quien se entregó por propia voluntad... si va tras ella ahora podría ponerla en peligro y a las chicas también - avisó la senshi del tiempo alzando la voz y deteniéndolo

- ¡Maldición, es cierto eso! - exclamó el rey con rabia recordando esa cuestión

- Deberían avisarles a lady Mercury, Venus, Neptune y Uranus sobre esto y que permanezcan a la espera de nuevas indicaciones - fue la opinión del enmascarado - Ahora salgamos de aquí, el efecto de la técnica mía sólo dura unos instantes - recordó acto seguido

Las senshis y el soberano estuvieron de acuerdo con él aunque ganas de sobra tenían de seguir a Nehellenia.

Mientras tanto, el otro grupo de sailors estaba en las escaleras y habían llegado al piso correspondiente a donde se hallaban las rehenes, las cuatro se asomaron apenas por el borde y desde allí vieron la entrada correcta que el radar de Mercury indicaba.

Podían ver a alguien frente a la puerta vigilando pero la poca luz impedía ver el rostro del hombre de complexión robusta.

- Veo a alguien haciendo guardia, si no fuera por el fleco de su peinado no podría identificarlo - murmuró Sailor Venus con los ojos entrecerrados

- ¿Qué no es el americano amigo del rey? - preguntó Uranus en el mismo tono

- ¡Siii! ¡Es Charlie! Por desgracia también ha caído bajo el poder de Nehellenia - dijo Mercury esforzándose por no alzar la voz, al verlo no pudo evitar preocuparse y angustiarse

Su visor tenía también visión nocturna como el de Dark Júpiter y podía verlo perfectamente aún con la poca luz del pasillo.

- ¿Qué es lo que vamos a hacer? - indagó Sailor Neptune pensativa

- Voy a pelear con él, si lo derroto podemos llevarlo con la soberana y lo curará con el cristal de plata, de paso rescatamos a los rehenes - sonrió levemente la rubia de cabello corto

- Espera, alguien más viene - susurró Michiru mientras veía a alguien más acercarse por el otro lado del pasillo

El hombre de largo cabello ondulado venía de ver a Jedite y llegaba junto a Charlie quien lo miró de reojo con indiferencia, el sujeto recién llegado por su parte lo observó con cara de pocos amigos.

- ¿Todo normal con las chicas? - quiso saber el castaño secamente

- Todo normal, ¿Buscabas algo? - regresó la pregunta Nash con seriedad

- Necesito hablar con la señora solamente - respondió el recién llegado de igual forma

- ¿Pasó algo en particular? - indagó el norteamericano

- No es de tu incumbencia, americano - frunció el ceño el de cabello largo

- Allá tú, pero preferiría que me hablaras con respeto - descruzó los brazos Charlie puesto que los tenía cruzados

- ¿Y si no se me antoja hacerlo? - preguntó el japonés desafiante

- Bueno, no tengo problema en mandarte al otro mundo - afirmó ceñudo el ex piloto mirándolo fijo

- Sólo inténtalo, maldito extranjero - dijo el hombre de pelo largo apretando los puños y acercándose a él

- ¿Qué está pasando aquí? - se oyó decir a la voz de Nehellenia desde atrás del castaño antes de que Nash adoptara posición de guardia

Desde el pasillo, las sailors vieron que Nehellenia llegaba con Serena acompañada de Kula.

- Pero... es la reina prisionera de Nehellenia, rayos... Kula también está bajo el poder de esa bruja - susurró Ami con frustración

- Maldición, tenemos que replantearnos qué hacer, ¿Qué habrá pasado con el rey, Sailor Saturn y Sailor Plut? - comentó Michiru desconcertada

- ¿Alguna sabe quién es el otro sujeto que llegó junto a Charlie? - quiso saber Minako intrigada

- Sí, es otro viejo conocido nuestro, todavía no te habías reunido con nosotras cuando teníamos que pelear contra él - le informó Ami con el ceño fruncido

Inmediatamente, al comunicador de Uranus llegó transmisión de parte de su colega Sailor.

- Uranus, habla Plut, ¿En dónde se encuentran ustedes? - se oyó la voz de Setsuna a través del dispositivo

- Estamos en el piso donde tienen a las chicas, hallamos a las rehenes pero el cuarto donde las tienen está vigilado y además vemos a la reina prisionera de Nehellenia y Kula Diamond - contestó Haruka sobre el estado de la situación

- Lo sé, la propia soberana se entregó por su propia voluntad, ustedes por favor todavía no hagan nada, busquen un lugar donde permanecer escondidas y cuando lleguen Ralf con su grupo sabremos qué hacer - pidió la senshi del Tiempo suspirando hondo

- Si no hay otro remedio... de acuerdo, está bien ¿Ustedes están bien? - contestó Uranus de mala gana por no poder actuar ahora

- Sí, despreocúpate, el rey, Saturn y yo escapamos gracias al Fantasma, estábamos en inferioridad contra Júpiter y Scarlet - contestó la de cabello verdoso oscuro omitiendo la identidad real del Fantasma, puesto que ya sabía que se trataba de su hermano menor

Luego de que la comunicación finalizó, Haruka les dijo a las demás lo que le informó Setsuna.

Por su parte, Neherenia era informada de lo que había pasado con Jedite de boca del hombre de cabello ondulado.

- Eso le pasa por idiota, ¿No podía haber esperado mis órdenes? Ahora voy y lo curo - refunfuñó la tétrica mujer fastidiada al mismo tiempo que agarraba a Serena y entraba con ella a la habitación luego de que Nash se corriera a un costado para darle paso

Mientras tanto, Kula sonreía y le asentía afirmativamente al de melena castaña luego de que le entregara a su ama a la prisionera y él le dijera algo al oído a ella.

Las chicas vieron entrar a Serena en compañía de la malvada mujer y se sorprendieron en gran manera.

- ¡Mamá! - exclamó la de odango rosado al ver a su progenitora

- Chibiusa, chicas... ¿Porqué están desnudas? ¿Qué les pasó? - preguntó la Neo reina Serenity angustiada aún más al verlas en esa situación

- Solamente les hice sacar la ropa, no les hice nada... por ahora - le respondió al oído la de ojos plateados con pupilas amarillas en forma alargada, de forma amenazante y maliciosa

Mientras tanto, las senshis todavía estaban deliberando sobre dónde quedarse y no ser detectadas.

- Escuchen, tenemos que buscar cómo escondernos y que Charlie no se de cuenta y tampoco el otro tipo - planteó Sailor Venus en voz bien baja

- Fácil, bajemos al piso de abajo o alguno de los inferiores a buscar algún sitio - la miró Ami señalando el hecho de que no era necesario que lo hiciesen dentro del mismo piso

Pero cuando iban a hacerlo, Michiru las detuvo a todas.

- Esperen, esperen,no... estoy oyendo el ruido de un par de botas subiendo las escaleras - les dijo la de cabello aguamarino alarmada

- Es verdad, yo también las estoy oyendo - concordó Uranus con su novia

- ¿Serán Sailor Plut o Saturn? - teorizó Mina intrigada oyéndolas también

Las pisadas se oían cada vez más cerca y claramente se escuchaba que la persona se dirigía hacia donde estaban ellas.

- No lo creo, me avisarían... sólo puede ser alguien de ellos - señaló Haruka con seguridad

- Si nos la encontramos va a alertar a Nehellenia y los demás y no nos conviene eso - planteó Mercury dicha cuestión

- Es cierto, no bajemos abajo, busquemos refugio en este mismo piso para estar cerca de las rehenes y rastrear en donde están los hermanos Strauss - decidió Minako rápidamente

Las demás estuvieron de acuerdo con ella y esperaron a tener un momento en que ni Nash ni el otro sujeto ni Kula estuvieran prestando atención para el lado en que estuviesen ellas, pero no podían tomarse mucho tiempo ya que el ruido de los pasos ya se escuchaba muy cerca.

Entonces avanzaron agachadas hacia el lado opuesto con rapidez y por el corredor en penumbras buscaron rápido un escondite antes de que Nash, Kula o el de melena castaña miraran para su lado.

- Vengan por aquí, escondámonos en esta habitación - indicó Sailor Mercury doblando hacia una puerta semi abierta

Las demás la siguieron enseguida.

- Sólo espero que no se hayan dado cuenta de nuestra presencia o tendremos que luchar - comentó Sailor Uranus expresando un deseo

Por otro lado mientras Charlie miraba hacia el lado por donde se habían ido las chicas al creer oír algo, por la escalera subía quien había ido tras ellas.

Aquel bello par de ojos amatistas se pasearon por el corredor pero no le prestaron atención a Nash ni al otro hombre que estaba cerca de este si no que giraron hacia el otro lado

Hacia dicha dirección empezó a caminar ella a paso normal en el ínterin que recorría con la vista el pasillo.

Mientras tanto, Neherenia había atado a la reina al lado de Risa de igual manera que las demás chicas pero sin hacerle quitar la ropa.

- Como nuestra respetable reina no respetó las condiciones que yo le había puesto, voy a tener que mostrarle de qué estaba hablando yo - aseguró la mujer con una tétrica sonrisa

- ¿Qué es lo que piensas hacer? - preguntó asustada la de coletas rubia

- ¿Vas a mandar a alguno de tus cerdos a que se aprovechen de nosotras? - hizo lo mismo Risa pero con enojo

La de pupilas amarillas no contestó y en cambio rio levemente mientras se dirigía a la entrada. Al abrir la puerta llamó al sujeto de melena castaña ondulada.

- Lo prometido, puedes hacer lo que quieras - invitó la encapuchada extendiendo la mano

- Genial... que hermoso paisaje veo frente a mis ojos, pero... ¿Por cual me decidiré? - se dijo a sí mismo el hombre con una gran sonrisa en la cara

- Sólo no toques a la por ahora reina, quiero que ella lo vea - aclaró su ama

Risa los miró con enojo y las demás con susto mientras él se paseaba de un lado al otro.

- No hagas nada por favor, ya tienes lo que querías - pidió Serena suplicante y casi a punto de llorar

Él no le hizo caso y mirando a la princesa, se acercó hacia ella y al notarlo, un escalofrío le recorrió su bello cuerpo.

- Yo ya te había visto en el palacio cambiándote de ropa y en ropa interior, te tenía ganas desde antes y ahora me las sacaré - le dijo el castaño mirándola con ojos de deseo

- ¡No me toques, maldito pervertido! - gritó Chibiusa alterada mientras que las demás también pedían que se detuviera, en especial Serena

Neherenia reía mientras él tomaba uno de los pechos de la princesa con una mano y le hacía leves masajes.

- Blandita y suave, me gusta - opinó el de pelo ondulado largo en referencia a uno de los senos de ella que estaba tocando, la cual gritaba desesperada

- ¡No lo hagas, detente por favor! - volvió a suplicar la soberana lo cual era música para los oídos de Nehellenia

Por su parte, el hombre masajeaba con ambas manos los senos de la muchacha de odango rosado la cual lloraba y acto seguido los lamió y succionó con la boca y lengua. Al sentir aquello, la princesa sentía una enorme repugnancia.

- ¿Podemos bajar a la coneja rosada y que quede de rodillas sin desatarla? - pidió el castaño a su ama

- No... no... no hagas lo que creo que vas a hacer - suplicó también Chibiusa

Nehellenia accedió y sin aflojar las cuerdas que ataban las manos y pies de Chibiusa, caminó y liberó algo de la que colgaba del techo hasta que la heredera al trono quedó de rodillas frente al de melena larga.

Ella notó enseguida el bulto crecido de debajo del pantalón de él y tembló de miedo, él se bajó la cremallera y sacó afuera su masculinidad rígida.

Las chicas dieron gritos de susto y desespero, Serena sentía impotencia al ver cómo a su hija le robaban la inocencia y no podía hacer nada.

Igualmente el hombre agarró los dos enormes senos de Chibiusa y colocó en el medio de estos su miembro, luego los apretó con ambas manos y comenzó a moverlos rítmicamente hacia arriba y abajo.

Así continuó hasta que él se corrió y manchó los pechos y cara de la princesa con líquido blanco, la cual se agitaba y tosía con un gran asco.

Pero lejos estaba él de conformarse con sólo eso, estaba mirando con ganas el redondo y parado trasero de la princesa.

Pero cuando el hombre iba camino a colocarse detrás de ella, Nehellenia lo detuvo.

- Espera, dejemos eso para más tarde, me acaba de informar Nash que le pareció oír algo extraño en el pasillo, quiero que tú y Kula bajan a revisar el lugar y vean si hay alguien - habló su ama en tono imperativo, puesto que recién el norteamericano se lo había ido a decir mientras el castaño gozaba con los senos de Chibiusa

- Rayos, justo ahora - protestó el recién aludido escondiendo su miembro - Luego vuelvo, conejita, disfrutarás de mi enorme palo más tarde - añadió hablándole con malicia a Chibiusa

Por otra parte Chibiusa respiró con alivio puesto que se había salvado de ser penetrada... al menos por ahora.

Nehellenia en compañía del melenudo y Nash salieron de la habitación.

- Hija... ¿Estás bien? - dijo asustada la madre

- Ya... ya no podré casarme... pero al menos no llegó a más, por ahora - dijo la de pupilas marrón rojizo de rodillas mirando al suelo con las manos clavadas en el mismo, con la voz temblorosa y ojos llorosos

- No... no quiero a ese asqueroso cerca mío - suplicó con miedo Lita sintiéndose impresionada por la escena

Las senshis habían tenido que esconderse bien para que no fueran encontradas puesto que oyeron las pisadas acercarse a la posición de ellas, Haruka quería luchar pero Michiru la detenía.

Si su presencia era detectada no sabían lo que podía pasar con las rehenes y en especial con la reina.

- Eres tú, regresa a tu puesto yo te llamaré más tarde - oyeron a la voz de Nehellenia hablarle a alguien

Aparte de eso oyeron las voces de Kula y el mismo sujeto que había estado con Chibiusa recién, buscando y recorriendo los lugares del sector.

Como no habían encontrado nada, Neherenia ordenó revisar por los otros pisos también.

Al mismo tiempo que todo eso acontecía dentro del coliseo de Ciudad Ígnea, afuera a apenas una cuadra del sitio se hallaba estacionado en su auto Ralf, quien había llevado a Setsuna al sitio del encuentro.

Estaba al volante con su uniforme de pelea, mirando hacia el coliseo y la vista perdida.

Había tenido fuertes revelaciones de parte de Setsuna que lo habían dejado shockeado, de hecho todavía no se recuperaba de la impresión y en su cabeza todavía repasaba su conversación con la guardiana del tiempo, también esta le había dicho que él mismo poseía poder oculto que podía desbloquear y esto le había interesado.

Setsuna le había dicho que Serena con el poder del cristal de plata podía hacerlo o también, que buscara a Carlos y alguno de sus raros inventos y le preguntara si sabía otra manera.

Él sabía que la reina estaría en Kasei Fōramu y no podría atenderlo por lo que debería recurrir a la opción de Carlos.

Por su cabeza también pasaban las imágenes del sueño que había tenido al dormir y aquellas le retumbaban.

- Rayos... demasiado real ese sueño - murmuró el de ojos cafés cuando de repente empezó a repasar

Se encontraba él en un restaurante con bastante gente, sentado sólo ante una de las mesas, vestido con un traje color verde oscuro con camisa blanca y corbata roja.

Se hallaba como si estuviera en una cita esperando a alguien.

El musculoso hombre observaba a su alrededor a la gente que comía y hablaba, también hacia las ventanas por las cuales podía apreciar la noche en la ciudad, de repente escuchó el ruido de las pisadas de un par de botas acercándose hacia él pero no le prestó atención hasta que la persona que se acercaba estuvo de costado y él la había visto con el rabillo de un ojo.

Cuando giró la cabeza y la vio, se quedó estupefacto por lo que sus ojos cafés vieron porque reconoció perfectamente a la mujer que tenía frente a sí.

Era imposible que estuviera allí, ¿Se trataba de una aparición o algo por el estilo?.

La muchacha estaba vestida con uniforme militar de las Fuerzas de Autodefensa Japonesas, cabello castaño atado en una cola al costado izquierdo y unos ojos cafés que lo observaban de forma poco amistosa.

Sus bellos rasgos faciales eran inconfundibles y de esa manera se mostraban al norteamericano.

Este no sabía qué decir y se había quedado boquiabierto, la muerte de ella había sido un duro golpe para él, la había llorado, casi se había suicidado por ella y había bebido bastante alcohol para mitigar el dolor de su pérdida y ahora estaba allí frente a él.

- Pero... pero... - balbuceó Ralf señalando a la chica con un dedo y los ojos bien abiertos

- ¡Auxilio, socorro! ¡Hay una muerta en el restaurante! - exclamó ella en tono burlón sin dejar de mostrarse enojada

Acto seguido se quitó la visera que cubría su cabeza y giró su cuerpo para quedar frente a frente con él. Antes de que Ralf pudiera decir algo más, ella lanzó un puñetazo con toda su fuerza el cual impactó al costado de la boca de él, tirándolo de la silla y lanzándolo al suelo.

- Auch... eso me trae nostalgia... - comentó Jones aturdido por el golpe y con algo de sangre en el costado de su boca

Sin pérdida de tiempo, ella se agachó cerca de él y lo agarró de las solapas del traje para levantarlo y sentarlo en la silla de nuevo.

- ¡Siéntate ahí! - exclamó ella de mala forma antes de sentarse en la otra silla

Él todavía no podía creer lo que sus ojos estaban viendo, aquella muchacha que estaba sentada frente a él con los brazos cruzados y apoyados sobre la mesa y viéndolo con cara de pocos amigos, se trataba de nadie más ni nadie menos que de Shino Kuribayashi, su novia de las Fuerzas de Autodefensa quien oficialmente estaba muerta.

- ¿Cómo es posible? Tu muerte fue confirmada, perderte fue un gran dolor para mí... - dijo Jones ya algo recuperado de la impresión - ¿Deseas comer o tomar algo? - invitó acto seguido

- No, no estoy aquí para comer ni tomar nada - contestó la de cabello castaño secamente - Ante todo voy a decirte que no me interrumpas en lo que voy a hablarte porque si lo haces, te volaré los dientes de otra trompada, ¿Entendiste? - aseguró acto seguido

Ralf bajó la cabeza y asintió afirmativamente.

- Bien, ¿Sabes? Sabía que eras un idiota pero déjame decirte que estoy muy decepcionada de ti, Ralf Jones, no pensé que fueras un sinvergüenza - comenzó a hablar Shino como increpándole algo a él

- ¿Porqué? - alcanzó a preguntar el recién mencionado

- ¿Que porqué? Yo conocí a un verdadero hombre hecho y derecho, una persona de carácter que sonreía a pesar de estar pasándolo de lo peor, alguien en quien se podía confiar... mírate ahora, convertido en un patético mujeriego que anda de sábana en sábana, ¿Te crees el gran don Juan o qué? ¿¡Ese ejemplo le vas a dar a nuestra hija y a tu otra hija!? ¡Cómo es posible que alguien como tú que vio a la muerte varias veces rondar de cerca en los campos de batalla y siempre se recuperó y no pensó después en ninguna tontería, ahora recurra a una salida tan fácil teniendo una familia que depende de él! - vociferó ella en tono de reproche con indignación

- Es imposible que puedas entenderlo, verás... - afirmó el de cabello castaño oscuro siendo interrumpido

- ¡Cállate! ¡No me vengas con excusas! Mira... si la otra tonta tiene ganas de perderse y desvalorizarse yendo de cama en cama como una vulgar ramera... ¿Porqué tienes tú que hacer lo mismo, cabeza hueca? - continuó increpando Shino refiriéndose a Minako, como si estuviera enterada de todo en referencia a él a pesar de haber estado muerta

Ante eso, Ralf no tuvo nada que argumentar porque sabía que era cierto.

- Ya no eres el hombre que conocí, debería ahora darte una buena paliza, eres una decepción - aseguró la de ojos marrones viéndolo con dureza

- No he hecho más que recibir decepciones, deberías considerar eso antes de juzgarme - respondió el fornido hombre alzando la voz - Parecía que encontraba la felicidad pero esta se me volvió a escapar, me cansé de eso...- añadió a manera de explicación

- ¿Y quién te dijo que la vida se acaba por un par de decepciones amorosas? Te repito que tienes una familia que depende de ti, estúpido - argumentó la nipona con el ceño fruncido en tono duro

- Aya y Risa no dependen de mí, están ambas grandes y pueden arreglárselas solas, pero sí son lo único que me queda en la vida... todo el lujo y la vida futurista de Tokio de Cristal junto con su estúpido Código de Convivencia me importan un carajo, debí haber ido contigo a esa misión a Vietnam... - dijo él con franqueza a modo de lamento

- ¿Me estás llamando débil? - alzó Shino la voz enojándose más y golpeando la mesa con las palmas de las manos

- No quise decir eso, en verdad eres fuerte, solo digo que si tan sólo no hubieras muerto... otra cosa hubiera sido para mi, hubiera sido mejor que las cosas pasaran al revés de como sucedieron... - habló el ex coronel alzando las manos - Yo debí haber sido el muerto en tu lugar mientras que tú vivir - aseguró amargamente

Shino emitió un soplido de tristeza.

- Pero no podías ir conmigo, la misión era para el 3er escuadrón de Reconocimiento y la 1era Brigada, al escuadrón de extranjeros no se le asignó... yo estaba bajo el mando del otaku estúpido de Itami pero por suerte para él no pudo ir a la misión y por eso se salvó, me alegro de eso... - bajó la vista Kuribayashi hablando de la misma forma pero acabando con una sonrisa de ánimo por su antiguo superior y amigo mientras se cruzaba de brazos apoyando los codos en la mesa

- Me acuerdo de eso, en lugar del capitán Itami fue el sargento mayor Souichirou Kuwahara como líder del escuadrón; para mí también fue una buena noticia lo del capitán... al principio creí que odiabas a Itami - rememoró el de ojos cafés con pesar puesto que sabía que no había habido sobrevivientes entre los que fueron a territorio vietnamita, ella afirmó con una cabezada triste por su parte y negó de la misma forma lo último dicho por él

- No para nada, jamás odié a Itami, es sólo que yo lo tenía en baja estima por su afición otaku, cuando me enteré que él era miembro de las Fuerzas Especiales y de los Rangers además de ser ascendido a capitán, me sorprendí e impactó mucho pero escucha, la cuestión es que las cosas así pasaron y no me quejo, no deberías hablar así, Ralf - suavizó Shino algo el tono de su voz - Mira para adelante, aún no es el momento de reunirte conmigo... sólo que cargas con algo que las afecta a ellas - aconsejó con seguridad sonriendo levemente con el ceño fruncido y luego enseriándose al decir lo último

Luego de ella decir eso, tanto la propia Shino como el entorno alrededor se tornaban borrosos, el sueño acababa y él se despertaba.

- Vaya... no sé desde dónde pero Shino me ha dado un sacudón, creo que lo necesitaba - pensó él sonriendo levemente

Tan sumido estaba en sus pensamientos que no oyó el celular que le sonaba, al atenderlo escuchó la voz de Clark.

- ¿Cuál es tu posición, Ralf?.

- Estoy a una cuadra del coliseo de Ciudad Ígnea, acabo de ver cómo la reina y las otras chicas acompañadas del rey, ingresaron en el recinto - respondió el musculoso hombre

- ¿Te adelantaste? Yo también estoy que como ansias por mi familia pero si alguno de los malos te ve antes del tiempo acordado puedes poner a los rehenes en peligro - le reprochó su amigo desde el otro lado de la línea

- Lo sé pero no estoy tranquilo con Aya, Risa y Mirajane en manos de esos villanos y sin saber nada de Rei... además sabiendo que el maldito bastardo culpable de la muerte de Shino está vivo ahí adentro - dijo él con rabia y ansias de entrar en acción - Además Setsuna fue a mi casa a hablar conmigo y la traje hasta aquí - aseguró seriamente el ex coronel

- ¿Y crees que yo sí? ¿Qué acabo de decirte? Ya que estás allí procura averiguar el status de las senshis y la reina y luego regresa al palacio Edén - afirmó el rubio musculoso en tono imperativo hablando como su superior

- Descuida, lo haré - respondió Ralf antes de finalizar la llamada

Acto seguido, mediante el mini comunicador que tenían incorporado desde las anteriores misiones se comunicó con Sailor Venus a fin de saber cómo iba todo y por boca de ella se enteró que la reina había caído en manos de Neherenia y que le habían dado el cristal de plata falso a ella, que ellas se hallaban escondidas adentro del coliseo hasta ver cómo hacer, también se informó que la sala en donde se encontraban estas estaba vigilada y que Nehellenia andaba por allí cerca rondando.

Luego de eso habló con Uranus quien le dijo más o menos lo mismo, que ella quería pelear contra quien vigilara la puerta para despejar el camino hasta las rehenes. También que estaban siendo buscadas por los secuaces de la villana.

- Esperen hasta que dejen de buscarlas, luego tú puedes pelear y deshacerte de quien vigila la puerta, ¿Pudiste ver quién era? - quiso saber Jones con el ceño fruncido

- Se trata de Nash, el amigo del rey - contestó la grave voz de Haruka

- Ten cuidado con él, es bastante hábil y rápido para pelear, está muy bien entrenado - recordó el de pupilas cafés respecto de él

- Descuida, estoy bien en el asunto de luchar contra militares, será como pelear contra ti - río levemente la ex corredora con despreocupación

- Bueno ahí ya estamos hablando de otra cosa, no podrías ganarme tú a mí - dijo Jones lleno de confianza con una media sonrisa

Luego de oír a la senshi del viento reír, finalizó la comunicación y el ex jefe de guardia de Ciudad Ígnea se comunicó con Carlos.

- Tu hermana me dijo que tenía yo fuerza oculta que podía desbloquear y también que la reina con el cristal de plata podía desbloquearlo pero ya sé lo que pasó con ella, me dijo que te buscara a ti, ¿Puedes hacer algo al respecto? - planteó el norteamericano la situación

- Ve a mi casa y ahí hablaremos - fue la respuesta del hermano menor de Setsuna

Luego de eso acabó la comunicación.

- Me preocupa también Serena - pensó acto seguido Jones cabizbajo

Luego de esto arrancó el motor y se puso en marcha rumbo a Ciudad Metallus.

Al llegar allí, llamó a la puerta y vio que este no estaba en casa por lo que chequeó el celular y vio un mensaje de Charly: "Voy camino a casa".

De modo que mientras esperaba mensajeó a Clark y a Leona avisando dónde estaba y lo que haría, ademas de lo que le había dicho Setsuna sobre su fuerza oculta.

Carlos llegó pensando en estar atento al teléfono por si Endymion y los otros avisaban de algún imprevisto, ya estaba vestido con su ropa de civil y descendió de prisa del vehículo, observando al ex coronel que se paseaba impaciente de un lado al otro frente a la entrada de la casa.

- Ya era hora, llevo un rato esperando aquí por ti - dijo el de cabello castaño oscuro secamente

- Mis disculpas, no estaba cerca de casa cuando me llamaste pero a ver, recuérdame todo el asunto - respondió el de cabello verdoso oscuro dirigiéndose a la puerta y abriendo la misma

Mientras Ralf le explicaba de nuevo todo él lo hizo pasar. Acabó de hablar cuando estuvieron en el sillón del living.

- Mmmhhh ya veo, bueno pues si la Neo reina Serenity está capturada por el enemigo, otra forma es entrenándose usted y así puede desbloquear su fuerza oculta - dedujo lógicamente el experto en Física

- Eso lo sé pero no tengo tanto tiempo, necesito desbloquearla antes de acudir al coliseo de Ciudad Ígnea, ¿No tienes ninguna forma de que lo pueda lograr rápido? - resopló el norteamericano de fastidio

- ¿Cuánto falta para la cita de usted? - quiso saber el de ojos rojizos

- Algunas horas...

Al oír esto, Charly se puso de pie y en el ínterin que pensaba empezó a pasearse de un lado al otro.

- ¿Y bien? ¿Tienes alguna idea? - preguntó Ralf serio

- Creo que lo tengo, pero me demorará unas horas construir el artefacto - chasqueó los dedos el chico y sonrió

- Sí, sí, lo que sea pero espero que puedas acabarla a tiempo - contestó el ex coronel con buen ánimo

- Haré todo lo posible, para lidiar con Nehellenia creo que vas a necesitar de esa fuerza oculta - aseguró el hermano menor de Setsuna ya caminando hacia su laboratorio

De modo que el chico se encerró en su laboratorio y empezó a trabajar en el ínterin que Ralf esperaba en el living.

Al cabo de un rato se escuchó que alguien llamaba a la puerta y a Carlos desde adentro dar la orden para que esta se abra.

Al abrirse la entrada de la casa de Carlos, el de ojos cafés se sorprendió de ver a Clark y Leona entrar.

- No esperaba que vinieran, yo ya les avisé porqué y para qué vine aquí - comentó Jones sorprendido

- Bueno Ralf, no podía permitir que seas tú sólo el que se volviera más fuerte - sonrió levemente el jefe de guardia de Ciudad Lignum

Su amigo sonrió también al oír aquello.

- ¿Y Meiou? - preguntó Leona seriamente

- Se escucha desde adentro que habla con alguien pero no ha salido - señaló Ralf hacia la puerta del laboratorio del chico

Por otro lado, en Kasei Fōramu por un lado Darien en compañía de Plut y Hotaru permanecían ocultos y por otro, el otro grupo conformado por las sailors Venus, Mercury, Uranus y Neptune hacían lo mismo; Dark Júpiter y Erza habían recuperado la movilidad e informaron de lo sucedido.

Nehellenia se enojó con ellas por lo sucedido aunque se quedó pensando en la habilidad del enmascarado que ayudó a escapar a los intrusos y mandó a que estas dos se unieran a Jedite que ya había sido curado, el hombre de cabello castaño ondulado y Kula en la búsqueda de los intrusos.

Las horas pasaban y estos no eran hallados puesto que habían sabido esconderse bien mientras discutían sobre qué hacer.

Jedite iba sólo rastreando mientras que Makoto buscaba en compañía de Erza, por otro lado Kula lo hacía con el hombre de cabello largo.

Es así que luego de mucho buscar por todos lados no los encontraron y los dos últimos mencionados informaron de esto a su ama.

- Oye linda, dime una cosa ¿Te gusta estar conmigo? - quiso saber el hombre mientras se hallaban en una de las cabinas de transmisión para periodistas las cuales daban directamente a la arena central - Esta muchacha es muy inocente y crédula, puedo aprovechar eso a mi favor ahora y tal vez vez haga caso - pensó para sus adentros con malicia

- Desde luego, a Kula le pareces muy simpático y agradable, ¿porqué lo preguntas? - opinó la de cabello color rubio fresa con una sonrisa

- Porque tú a mí me pareces muy bonita y atractiva, ya sé que llevamos muy poco tiempo de conocernos pero deseo permitirme ciertas cosas contigo, ¿Me dejarías? - contestó el de pupilas celestes con simpatía

La chica le sonrió y el la tomó con ambas manos de la cintura y se inclinó hacia ella para besarla varias veces en la boca cosa que Kula permitió.

Era una sensación que la chica no recordaba haber sentido antes pero le agradaba aquel gusto dulce en la boca y el corazón.

- ¿Es normal que esto lo hagan tan rápido la gente? - preguntó la de ojos morados desde su inexperiencia e inocencia en temas amorosos

- Sí claro, pero sólo los que se gustan como nosotros - respondió el de cabello castaño con descaro aprovechando lo recién mencionado de la chica a su favor

Acto seguido él volvió a abrazarla y a besarla en la boca cosa que ella volvió a corresponder y también abrazó al hombre.

Luego de un rato de besarse, él se tentó con el contacto de los pechos de ella sobre su torso y se arriesgó a subir el nivel.

- Oye, ¿Quieres que probemos otra cosa? - quiso saber él con expectativa - Genial, como me esperaba me cree y acepta, veamos qué tal con esto.

Kula asintió sonriente con la cabeza y él le pidió que se colocara contra la pared apoyando las manos inclinada hacia adelante con la cola hacia atrás.

Ella se lo queda mirando unos instantes pero finalmente obedece y lo hace. Él festeja para sus adentros cuando se acerca desde atrás y apoya su entrepierna contra el trasero de ella y esta lo permite.

- Dime lo que sientes, ¿Te gusta? - quiso saber el de castaño sonriéndole

- Siento un bulto contra mi trasero, jamás había tenido la sensación pero... a Kula no le molesta - opinó la de pelo rubio fresa con una pequeña sonrisa

- Qué bien, ¿Y si hago esto? - decidió él subir aún más la apuesta

Entonces empujó levemente la entrepierna contra el trasero de Kula varias veces y le volvió a preguntar lo mismo.

- Kula siente que el bulto se vuelve de mayor tamaño y más duro y cómo se adentra en su trasero, realmente es nuevo esto - fue la respuesta de la chica

- De acuerdo, podemos hacer algo más pero te aviso que lo más seguro es que te duela un poco, igualmente yo prometo ser suave y te gustará, ¿Estás de acuerdo? - planteó el de ojos celestes

Ella se tomó unos segundos para pensarlo y contestó afirmativamente pidiéndole que recordara su promesa.

Él sonrió y le pidió a ella que se resbalara los pantalones cosa que ella hizo, él se resbaló el cierre de la cremallera y sacó su miembro afuera antes de sacar de uno de los bolsillos de su saco, un pomo con contenido que puso y espació en el mismo.

Lo que siguió fue obvio y en esa cabina sólo tendrían lugar los gemidos y la excitación.

Dentro de su cabeza estaban las imágenes de un lugar oscuro y parecía oír las voces de gente que ella no entendía nada lo que hablaban, estos gritaban cosas y en su boca parecía sentir el sabor rato de la comida que le daban.

Entre tantos rostros desconocidos había uno con rasgos japoneses el cual estaba con ellos, este no era menos duro y cruel que los demás y también le imponía trabajo físico pesado.

Desde hacía un rato largo que vio aquel mismo rostro que recordaba de niña, entrar a la habitación en la que estaba prisionera con las otras chicas.

Peor aún cuando él con toda la desfachatez y descaro la saludó tranquilo diciendo "Buenas tardes Kuribayashi, te extrañé".

Verlo de nuevo ya de por sí la alteró y pareció revivir los antiguos traumas y la situación empeoró más todavía cuando él se acercó a ella y se propasó, luego de eso sentía una presión en la cabeza y perdía la conciencia.

Ahora ella se hallaba en otra habitación oscura lo cual la ponía más agresiva por los recuerdos del pasado, estaba totalmente desnuda pero Aya no se daba cuenta de eso.

Estaba atada de pies y manos con fuertes cadenas que Neherenia había puesto en la pared, forcejeaba pero no conseguía liberarse.

Sus ojos estaban blancos y vacíos y el color de su cabello había cambiado a negro, en su ser la conciencia estaba ausente y en su lugar, una incontrolable sed de sangre y destruir la reemplazaban, ella fruncía el ceño y la nariz y reflejaba en su rostro pura violencia y agresividad.

Gritaba y su voz se oía gutural, parecía un animal salvaje al cual habían estado matando de hambre además de una poseída.

-¡Gwwwwaaaaaaaaaahhhhhhh! ¡Matar!... ¡Matar!... ¡Matar!- vociferaba ella con odio puro en el ínterin que vapor le salía de la boca y parecía que el rostro se le desfiguraba de la rabia que mostraba

Se escuchaba la puerta abrirse y a Nehellenia ingresar y mirarla con una sonrisa maliciosa, Aya al notarla se sacudió más violentamente y pegaba gritos más fuertes que parecían rugidos.

Sólo tenía una idea obsesiva en su mente en ese momento, soltarse, destrozar y matar a quien estaba en frente suyo.

- Sanjoin... Sanjoin... Sanjoin... - repetía ella con rabia apretando los dientes fuertemente al mismo tiempo que la encapuchada se reía y la miraba triunfal

- Si no hubiera sido por mí, todo hubiera acabado en tragedia pero... forma parte de mis planes el haber despertado el disturbio de la sangre en ti, sí... a esos terroristas el proyecto del super soldado para el cual te preparaban se les salió de las manos... el disturbio apareció por primera vez en aquella base vietnamita y tú misma masacraste a todos los terroristas, salvo a mi servidor que escapó como la rata que es - rememoró la de pupilas amarillas alargadas - ¿Te gustó la sorpresa que te metí ahí adentro? Vamos a probarla - preguntó sonriente dirigiendo la vista hacia la feminidad de Kuribayashi, quien continuaba sacudiéndose con violencia y emitiendo gritos fuertes desesperada por despedazar a la mujer

A ella no le importó eso y extendió una de sus pálidas manos en dirección a uno de los senos de ella el cual podía masajear con dificultad por los movimientos bruscos de la chica.

- ¡Quédate quieta! - gritó Nehellenia a modo de exigencia pero Aya se ponía aún más violenta

Consideraba descargarle rayos de energía oscura pero deseaba mantenerla así y que no recuperara la consciencia.

Entonces dirigió su mano hacia la entrepierna de la muchacha y empezó a masajearla. Esta emitía más fuertes gritos al mismo tiempo que miraba hacia arriba con los ojos bien abiertos.

Esa agradable sensación producto de aquel contacto, se mezclaba con su sed de matanza.

Neherenia sonrió más al notar algo asomarse justo encima de la vulva de la chica.

Al mismo tiempo que esto acontecía, el grupo de senshis cambiaba de escondite a fin de evitar ser halladas.

Uranus tenía pensado ir a encarar a Nash a fin de llegar a las rehenes pero era disuadida por Neptune de que esperara.

Ellas habían cambiado de piso y llegado al mismo donde estaban las cabinas de transmisión.

Fue entonces que escucharon gemidos que provenían de adentro de una de las cabinas cuando pasaron por al lado.

- ¿Qué esa no es la voz de la jefa Diamond? Se queja como si estuvieran martirizándola o algo por el estilo - comentó Mina mirando hacia la puerta

- Sí es la voz de Kula, hay que mirar a ver qué le están haciendo pero con cuidado para que no nos vean - señaló Ami sería y preocupada

- Bueno, voy a fijarme yo - decidió Venus apoyando una mano en la puerta

- Ten cuidado, Venus - recomendó Michiru alerta mirando para ambos lados del pasillo en penumbra

Nadie se veía a la vista.

La rubia de moño rojo aprovechó que la puerta se encontraba entreabierta y la abrió lentamente, quienes estaban dentro se hallaban demasiado ocupados como para prestarle atención.

Mina asomó la cabeza y miró hacia adentro de la cabina, los gemidos provenían desde su izquierda y enseguida vio al hombre de melena castaña manteniendo relaciones con Kula.

Al notar aquello, la senshi abrió grande la boca y los ojos y se salió de ahí.

- ¿Y bien? ¿Qué fue lo que viste? - quiso saber Mercury preocupada

- Bueno Ami... tu jefa de guardia perdió su virginidad anal... - informó la senshi del amor suspirando y hablando con naturalidad

Haruka y Michiru abrieron grande la boca y los ojos al igual que Ami.

- ¿¡Qué!? ¿Uno de esos cretinos se está aprovechando de Kula? Me las va a pagar - murmuraba la peliazul enojada con los dientes apretados

Ella iba a entrar a la cabina pero fue detenida por Mina y Haruka.

- Recuerda que ella está bajo el poder de Nehellenia, necesitamos que el poder del cristal de plata la cure - recordó la rubia de cabello corto

- Pero... - dudó la senshi del conocimiento

- Lo mucho que ella va a tener será dolor en el trasero y nada más, cuando recupere la conciencia no se va a acordar de que le rompieron el... - decía Venus pensativa pero sin acabar de hablar

- No hace falta ser tan descriptiva, ya entendemos - rio nerviosa Neptune con la cara roja tapándole la boca

Ellas escucharon al hombre decir cosas subidas de tono en el ínterin que Kula seguía gimiendo de excitación.

Mina reía mientras que las otras dos se pusieron incómodas y con las caras rojas como tomates, Haruka no se sorprendía.

- Mejor vayámonos de aquí - propuso la ex corredora suspirando - Vamos a hacer eso mismo - añadió mirando a Michiru y señalando hacia la cabina

- Haruka... aquí no... - rio apenada la aludida

Dicho esto las cuatro se alejaron con discreción rumbo a la derecha de ellas cuidando de hacer el menor ruido posible.

- ¿Y cómo lo harían? ¿Tienen algún juguetito o algo por el estilo? - indagó Venus con curiosidad

- No tendría problema en responderte si esa pregunta no tuviera carácter de privado - aseguró Uranus secamente al mismo tiempo que Neptune miraba molesta a Venus

- ¿Quieres dejar de hablar sandeces, Mina? Estamos en una situación delicada, la reina capturada y nosotras teniendo que escondernos - se quejó Mercury fastidiosa e inquieta por la conversación

- Eso es cierto, insisto en que debería yo ir a distraer a Nash mientras ustedes se escabullen - insistió la ex corredora con su deseo

- Deberíamos esperar a que el grupo de Ralf llegue, ya va faltando poco para que deban acudir a este sitio - fue la idea de la ex gobernadora de Ciudad Metallus

- Es cuando ellos van a estar distraídos y podemos aprovechar - concordó Sailor Mercury frunciendo el ceño

- Creo que es la mejor opción - habló Sailor Neptune estando de acuerdo

- Así no es tan divertido pero bueno, no falta tanto - sonrió Sailor Uranus - Voy a comunicarme con el otro grupo para saber cómo están - decidió a continuación

- Escondámonos, alguien viene por las escaleras - avisó la de pelo azul corto prestando atención a su radar en el visor sobre sus ojos

Mientras tanto el ambiente en donde estaban prisioneras las chicas y la reina era de preocupación y desconcierto, la idea era que las senshis con la reina a la cabeza tomaran la iniciativa pero no tomaron en cuenta el hecho de que Nehellenia la tomaría prisionera de todas formas.

- ¿Qué vamos a hacer ahora? - quiso saber Lita con tristeza

- Esperar a que las demás hagan algo o el grupo de papá y los demás acudan - contestó secamente Risa - Ahora lo que no entiendo es, ¿Porqué no se transformó en senshi y en cambio se dejó capturar así como así? Si es que lo que dijo esa bruja era cierto - quiso saber desconcertada mirando a Neo Serenity

- Ustedes están de por medio - suspiró la rubia de odango con pena omitiendo decir lo que Neherenia le dijera al oído

- Sí mamá pero si peleabas y la vencías podías salvarnos y así evitar que ese cretino pasara su asqueroso miembro en medio de mis tetas, ¿No trajiste el cristal de plata contigo? - quiso saber la pelirrosa con rabia aún

- Sí pero se lo entregué a ella - contestó la rubia de coletas

- ¿¡Qué!? - exclamaron todas al unísono

- Tranquilas, le di a Nehellenia uno falso, lo copiamos gracias a un invento del hermano de Setsuna - aclaró la reina en voz baja - Sólo espero que no lo note - añadió acto seguido

- Pero, ¿lo tiene con usted ahora al verdadero? - fue la pregunta de la hija de Clark y Makoto

- Sí, debajo de mi vestido -afirmó Serena

- ¿Y porqué no lo usas ahora para transformarte y salvarnos? - fue la incisiva pregunta de su hija

Su madre bajó la cabeza con tristeza y no contestó nada, recordó enseguida lo que Neherenia le dijera al oído, ella conocía su secreto y la amenazó con darlo a conocer si intentaba alguna tontería.

Debía proteger a Chibiusa de saber aquella verdad.

- ¿¡Porqué no lo haces!? ¡Responde! ¡No me digas que tienes miedo! - le gritó la princesa con enojo al ver su actitud

- Algo me dice que usted no nos ha dicho todo - la miró la hija de Ralf y Rei inquisitiva

- No... no es fácil la cosa cuando están ustedes de por medio, no quiero que las lastimen - habló la regente finalmente suspirando

Todas miraron hacia la puerta de entrada cuando está se abrió y observaron a Jedite ingresar con calma y lentamente.

Él paseó la vista por todas las chicas y silbó de admiración.

- Mucha belleza junta la verdad - dijo el rubio con descaro

Chibiusa tuvo miedo al considerar que podía querer él también aprovecharse de ella y tembló.

- ¿Qué quieres? - preguntó la reina secamente mientras él se acercaba a ellas

- Lo que son las cosas, Sailor Moon en mis manos, recuerdo de antaño cuando tú y las demás estúpidas interferían siempre en mis planes... fui enviado al sueño eterno por tu culpa, por suerte para ti y las otras, no llegué a decirle a Beryl su identidad secreta, Serena Tsukino - habló el rubio con malicia y rencor mencionando el antiguo nombre de la soberana

- Se suponía que debías ser un buen hombre luego de ser liberado mediante el poder de mi cristal, Jedite, pero una vez más te entregaste al mal... por suerte Zoicite y Kunsite no siguieron tu camino y el de tu compañero de fechorías - aseguró duramente la rubia de coletas

- La gente cambia - argumentó riendo el de ojos celestes abriéndose de brazos - Pero voy a ir directo al grano, te conozco y sé que tu marido y las otras sailors aún están cerca por aquí escondidos, ¿En dónde se encuentran? - quiso saber enseriándose

- No sé de qué hablas - desvió la vista Neo Serenity, como respuesta él hizo una mueca de burla

- Te repito una vez más, te conozco y sé que no vinieron ustedes nada más, seguro que tenían alguna estrategia planeada - insistió sonriendo el ex shitennou con el ceño fruncido

- Y yo te digo una vez más que no lo sé y aunque supiera no te lo diría - contestó la reina con enojo

- A Serena le va a crecer la nariz por mentirosa... - la señaló el rubio agitando un dedo índice y guiñando un ojo - ¿Saben? Creo que voy a sacarme las ganas con la hija de lady Mars - añadió dirigiéndose a esta

- Aléjate de mí, bastardo maldito - vociferó Risa fulminándolo con la mirada

- El mismo rostro de ella y la misma mala actitud de ella... si no la hubiera envuelto y engañado - rio con descaro Jedite colocándose delante de la muchacha

Ella cerró fuerte los ojos mientras él tomaba y masajeaba sus senos.

- ¡Oh sí! ¡Son verdaderas ubres enormes, estás para ordeñarte! - opinó gustoso él en referencia al tamaño de los senos de Risa en el ínterin que las otras emitían gritos de angustia y Serena le rogaba que se estuviera

Risa lanzó bruscamente las dos piernas para adelante y logrando impactar las dos rodillas en la entrepierna del rubio.

- ¡Jódete, estúpido! - exclamó la de pelo castaño oscuro con rabia

- ¡Aahhhh! ¡Zorra maldita! - se quejó Jedite tomándose dicha parte con ambas manos y cayendo al suelo de dolor

- ¡Ahora tienes un par de huevos estrellados! - vociferó la de ojos púrpuras con una sonrisa de burla al ver a Jedite en el suelo dolorido

- ¡Bien merecido! - festejó Chibiusa lo hecho por Risa

Las horas pasaban y el momento de que el grupo de soldados de la guardia de Ciudad Lignum acudiera a la cita estaba llegando.

Charly había logrado acabar lo que estaba haciendo, a las corridas y Ralf se sentía a gusto.

Ahora ellos se encontraban frente a la casa del joven científico a punto de emprender el viaje.

- ¡Me gusta! ¡Pude sentir mis fuerzas multiplicadas! - exclamó Jones con el ceño fruncido y animado y los puños apretados

- La reina y las demás nos esperan, debemos actuar ahora - aseguró Leona dicho detalle, no tenían tiempo para perder

- Nosotros también nos hemos visto beneficiados junto contigo, Ralf - comentó Clark ya yendo hacia el auto - Bien, movámonos rápido que tenemos rehenes que rescatar - agregó a continuación

Los tres acordaron usar el coche de Ralf y en el mismo se subieron rápidamente a fin de dirigirse con rumbo al coliseo de Ciudad Ígnea.

Tenían un plan que discutir por última vez en el trayecto hacia el distrito sur contando con que Carlos después los alcanzaría tal y como prometió antes de que salieran.

Todos estaban con una certeza, no liberarían a las chicas sin pelear y Jones específicamente tenía otra más: estaba frente a su última batalla.

-o-

Buenas mis amigos/as, este buen fanfic ya está terminando y así acaba un nuevo capítulo.

No voy a adelantar nada solo que Ralf va a estrenar una nueva transformación así que espero que los fans de él y de KOF que lean esto se sientan a gusto.

Muchas gracias a Seth Satou y demás lectores que estén leyendo esta historia aunque no comenten ni voten.

Si te gusta esta historia recuerda darme like, votar y comentar dependiendo desde qué plataforma me leas.

Me despido hasta la próxima y hasta la vista!