Capítulo 01 - Muy de mañana.

Eran las cinco de la mañana en Luna Nova. A esa hora todas las estudiantes en la academia dormían plácidamente, las clases empezaban en dos horas, por lo que su sueño no podía ser interrumpido y podían seguir durmiendo sin temor a que algo o alguien las despertará.

Lastima que para Akko y la chica Amanda no serían así las cosas.

¡Bip! ¡Bip! ¡Bip!

Sonó una alarma de un despertador que estaba en la mesita de noche de Diana. Cómo si estuviera configurada para despertar apenas sonaba el reloj, la rubia de ojos azules abrió sus ojos y se levantó tranquilamente sentándose en su cama. Se tapó la boca con su mano para ahogar un pequeño bostezo.

—Ughm... —Se quejó Akko por el ruido. La castaña se removió en su cama y dio de forma torpe un mal movimiento. —¡AAAAAAH!

¡Pam!

Gritó la pobre al caer de cara al suelo. Se levantó rápidamente, tenía toda la cara roja con una expresión dolida en su rostro como si fuera a llorar en cualquier momento.

—Grrr... ¡Eso me dolió! —Gritó con enojo, se levantó del suelo apretando sus dientes por el dolor. Parecía que iba a hacer un berrinche pero un almohadazo contra su cara la hizo caer de espaldas al suelo.

—A ver si te callas —murmuró Amanda con enojo. La bruja de ojos verdes estaba de muy mal humor con unas ojeras muy notables bajo sus ojos.

—¡Oye! —Se quejó Akko. —¿¡Cuál es tu maldito problema!? —Encaró a la chica que le aventó una almohada en el rostro.

Amanda bufó molesta y no le hizo caso en lo absoluto a Akko, si no que su vista se posó en el molesto ruido del despertador que no se callaba.

—¿Puede alguien apagar esa cosa? —Musitó Amanda con molestia.

Diana quien se había mantenido callada y distante de sus compañeras, decidió apagar el despertador.

—Ya era hora que despertarán —habló la rubia. Esta se terminaba de poner el uniforme. Su actitud parecía algo reservada y no le prestaba atención en lo más mínimo a sus compañeras de habitación.

—Oh, ¿Ya es hora de que comiencen las clases? —Preguntó un poco alarmada la castaña.

Amanda por su parte se levantó de la cama y se estiró un poco. Se tronó el cuello, los brazos y la espalda.

Para volver a acostarse para seguir durmiendo.

—Díganle a la maestra que llegaré luego —pidió ella ya con los ojos cerrados.

—Si, ¿Pero a cuál maestra? —Preguntó Akko.

—A la que sea que nos... —Amanda se detuvo. Pareciera que algo no andaba bien. —Un segundo. —Se levantó de la cama, hizo a un lado a las otras dos chicas que estaban en su camino y abrió las ventanas un poco.

—Grosera —susurró Diana por lo bajo.

Mientras que Akko infló sus cachetes con mucha molestia.

Amanda se quedó observando el paisaje a lo lejos, algo no andaba bien, ya que el sol ni había salido aún.

—Pero que demonios —se apartó de la ventana y tomó el reloj despertador de Diana en sus manos. —¿¡Cinco de la mañana!? —Preguntó furiosa la chica de cabello de tonos rojizos a la rubia serena.

—¿Si? ¿Hay algún problema? —Preguntó Diana quien seguía arreglándose su uniforme escolar.

—Pues, si —aclaro Amanda. —Las clases inician a las siete y cómo que no veo una razón para levantarse dos horas antes. —Comentó ella muy molesta. Luego observó de cerca a la chica rubia. —¿Por que razón te estas arreglando tan temprano? ¿Eres estúpida o algo similar? —La molestó Amanda con enojo.

Diana en vez de ofenderse, desvío la mirada a un lado. Intentando prestarle la menor atención posible a la chica grosera.

—Por ser una Cavendish debo ser una estudiante modelo y por lo tanto es mi deber reunirme con la directora antes de que inicien las clases para hablar sobre actividades extra curriculares y sobre la planeación de ciertos eventos que se dan en Luna Nova —aclaró Diana sin perder el control en ningún momento.

Amanda simplemente observaba con enojo a la rubia, la de ojos verdes tenía un tic en su ojo izquierdo. Sus brazos colgaban en el aire mientras miraba a Diana.

—Entonces, ¿Eres una nerd? —Preguntó ella sin emoción alguna.

Diana la volteó a ver sin expresión alguna.

—Aplicada es el término apropiado, señorita O'neil —la corrigió ella para luego terminar de arreglarse.

Amanda simplemente se masajeo las sienes y después de soltar un bufido de enojo volvió a dormir.

—Despiertame una vez más y te haré picadillo —amenazó Amanda.

Diana no le prestó atención alguna a la amenaza de la chica y siguió en lo suyo. Se percató también de algo muy peculiar, observó que Akko estaba dormida de pie.

La castaña tenía los brazos colgados a un lado, su cabeza estaba de lado también, roncaba de forma tranquila abriendo y cerrando su boca, mientras inflaba un moco en su nariz.

La rubia negó con la cabeza varias veces. Al parecer sus compañeras de cuarto no la apoyarían en nada. Estaría sola cómo de costumbre. Pero aún así daría lo mejor de ella para superar todos los obstáculos.

—Ya verán, volveré a poner en alto el nombre de la familia Cavendish y nadie lo podrá evitar —dijo en un susurro inaudible.

Paso al lado de Akko y antes de salir del cuarto, algo llamó su atención.

—El Claiomh Solais... —Susurró ella al ver la extraña varita sobre la mesita de noche de Akko.

Volteó a ver a la castaña y esta se balanceaba de un lado a otro. Aún seguía dormida. Volteó a ver a Amanda y vio que también estaba dormida.

Así que se acercó lentamente a la mesita de noche y tomó la varita. La ojeo un poco y la contemplo por un rato.

—No puedo creer que sea la verdadera... —Habló en voz baja.

Le dio una ultima ojeada a sus dos compañeras de habitación. Al ver que seguían dormidas, ocultó la varita atrás de su espalda y tomó su bolso con sus cosas.

Retrocedió un poco hasta la puerta y salió de la habitación lo más silenciosamente que pudo.

Al estar afuera se dirigió a la biblioteca en dónde había un gran número de enciclopedias que datan desde la edad de las nueve brujas, allí podría encontrar un libro acerca del Claiomh Solais y su historia.

—Aún no puedo creer que una chiquilla sin futuro en la magia haya encontrado la varita más poderosa de toda la historia —mascullo ella con enojo.

—¡Aaaachuuuuu! —Estornudo Akko con fuerza. Pero ni así se despertó. Aún así siguió dormida de pie cómo si fuera una gallina.

Volviendo con Diana, ella aún se dirigía a la gran biblioteca de Luna Nova en donde buscaría algo de información acerca de la extraña varita que era en realidad propiedad de Akko.


Lamentó que sea corto pero mi mente no da para más. Lo siento y si alguien lee esto, que me avise D:.

Nos veremos mañana por otro capítulo, si es que se me ocurre alguno.