Capítulo 06: Mi nueva misión.

—¡Woodward Sensei! —Gritó Ursula cubriendo su boca con una de sus manos.

—La misma qué viste y calza —Dijo la encapuchada.

Acto seguido se quitó la capucha de la cabeza, descubriendo así su pálido rostro de color verdoso.

—¡AU! —Exclamó con molestia. Cubriendo un poco sus ojos por la intensidad de la luz del día.

—¿Le sucede algo? —Preguntó preocupada la maestra de cabello azul.

—No, no es nada Chariot. Solo es que he llevado esa capucha por tanto tiempo que la luz del sol me lastima los ojos —le comentó la extraña mujer mientras se frotaba los ojos con sus puños para así acostumbrarlos a la luz del día.

Ursula por su parte, esbozó una pequeña sonrisa nerviosa y su frente empezó a sudar producto por lo que dijo su antigua maestra.

La gran Woodward Sensei, una de las nueve brujas y fundadoras de la academia de magia y hechicería, Luna Nova.

Su sola presencia en este lugar le daba mala espina y aunque no la había visto en más de diez años, aún no había cambiado en nada.

Se le quedó viendo a la mujer fijamente. Esta tenía un largo cabello verde con dos ramas saliendo de su cabeza dando la apariencia cómo si tuviera cuernos. Su piel era de un tono verde un poco más claro que su cabello. Usaba también un largo vestido verde de un tono más oscuro que el de su cabello y piel, este estaba adornado con hojas a su alrededor dándole un toque muy hermoso.

Además de sus bellos y hermosos ojos verdes, los cuáles observaban con cansancio a la distraída maestra quién se mantenía con la mirada fija en su antigua Sensei.

—¿Me vas a quedar viendo cómo boba por más tiempo o me vas a preguntar a que se debe mi visita? —Preguntó Woodward a su antigua alumna, aún con el mismo semblante cansado de hace rato.

—¡Ahhh! ¡Lo siento! —Se sonrojo Ursula al ver que incomodó un poco a su mentora. —No volverá a pasar.

La peliverde suspiró con cansancio y se sujetó la parte superior de la nariz por la frustración que sentía. Había olvidado que su antigua alumna era una completísima inútil, pero para su desgracia, era todo lo que tenía para llevar a cabo sus planes.

—Mira olvida eso Chariot —la volteó a ver y le sonrió con alegría. —Supongo que te habrás dado cuenta de que ya elegí a una nueva portadora para que se haga cargo de liberar todo el poder del Claiomh Solais, ¿O me equivoco? —Su sonrisa se borró de su rostro y observó con seriedad a Ursula quién se mantenía observando a su maestra sin decir nada.

—¡Si! Si me di cuenta jeje, Atsuko Kagari, si no mal recuerdo —respondió rápido Ursula, no quería hacer enojar a su Sensei.

Woodward cambió su actitud a una muy alegre al escuchar el nombre de Akko. Junto sus manos y le dio la espalda a la maestra, caminó un poco y dijo.

—Si, Atsuko Kagari... Aaaah —suspiró cómo si estuviera enamorada. —Su alma es tan pura que presiento que esta vez si, alguien podrá liberar esa enorme cantidad de magia que es capaz de cambiar el mundo.

Ursula escuchaba atentamente lo que la gran bruja decía. Pero se asustó mucho al ver que esta se dio la vuelta y la observó con furia.

Empezó a retroceder al ver que Woodward se acercaba a ella de forma amenazante.

—Solo espero que no sea tan irresponsable cómo la antigua portadora, la cuál solo se dedicó a andar de super estrella y olvido por completo la importante misión que se le fue encargada —la peliverde se acercó tanto a la maestra hasta que la hizo chocar contra la pared, haciéndola temblar mucho por la mirada tan amenazante que usaba para verla a los ojos. —¿No es así, Shiny Chariot?

—E-e-eeee-eeeh... —Ursula sintió muchísimo miedo al escuchar la voz tan profunda que su antigua Sensei uso para decir su antiguo nombre artístico.

Sin duda alguna, no esperaba volver a verla. No después de lo que hizo, pero ahora que la tenía enfrente, no podía hacer nada más que temblar por el miedo que sentía.

El cuál era mucho.

Pero se relajó un poco al ver a la peliverde esbozar una sonrisa y alejarse de ella un par de pasos.

—¡Pero por suerte para ti, he decidido darte una segunda oportunidad para enmendar tus errores! —Exclamó extendiendo sus brazos al aire, se escuchaba muy enérgica la gran bruja, había cambiado su semblante a uno mucho más alegre y enérgico en un instante.

—... ¿Qué? —Preguntó Ursula con una expresión de pokerface. No entendiendo nada de lo que decía.

—¡Así es señorita Du Nord!

—¡Iiik! —La de cabello azul se sobresaltó al escuchar su verdadero apellido. Uno que solo pocas personas en el mundo sabían y que le traían dolorosos recuerdos de su trágico pasado. —¿A que se refiere maestra? —Preguntó con timidez.

No sabía que se traía entre manos la poderosa mujer, pero no debía dudar de su sabiduría.

—¡Serás la tutora y encargada de que la señorita Kagari reviva las cinco palabras olvidadas! —Exclamó enérgica la de cabello verde seguidamente se acercó a su ex alumna y pasó uno de sus brazos por encima de sus hombros, atrayendola más a su cuerpo. —¿Qué opinas Chariot? —Preguntó observando a Ursula de reojo, sonriendo dulcemente.

Ursula no salía aún del trance. Ser una maestra ya era pesado y eso que era la peor de todas. Quién demonios sabe por que no la han despedido aún. Por otro lado, ser tutora particular de una estudiante podría ser muy pesado y fastidioso.

Y por otro lado no podía decirle que NO a su ex maestra, le debía una enorme disculpa por lo que hizo y por ahora empezaría con haciendo lo que le pedía.

Aunque recordó algo, se giró para hablarle Woodward sobre algo.

—Espere Sensei, ¿Qué no eran siete palabras? —Preguntó confundida.

—¡Siete palabras! —Exclamó Woodward aún sonriendo. —Ayudaras a Akko a revivir las siete palabras, ¿Aceptas no? —Preguntó nuevamente a la de cabello azul.

Ursula soltó un suspiro cansado.

—Esta bien Sensei, haré todo lo que pued-¡Ahhh!

—¡Esa es mi Chariot! —Woodward exclamó complacida y no dejó terminar a Ursula, ya que le hizo una llave al cuello con su brazo y le empezó a revolver el cabello.

—¡Ay, ay, ay! —Se quejó Ursula.

Woodward estaba muy feliz, tanto que después de revolverle el cabello a su ex alumna, la tomó de las manos y la obligó a dar vueltas junto con ella mientras estaban tomadas de las manos.

—¡A-ah! —Ursula sentía que iba a vomitar.

—¡Wiiiiii! ¡Estoy tan feliz! —Exclamó Woodward. —Y recuerda Chariot. —Le habló mientras giraban disminuyendo un poco la velocidad de los giros. —Enséñale todo lo que tengas que enseñarle a Akko. —Soltó a Ursula y esta empezó a girar hacía la puerta de la entrada sin poder detenerse.

—¡Aaaaah! —Al lograr detenerse se dio cuenta que estaba frente a frente con un par de ojos muy molestos. —¡Ah!

—Maestra Ursula, ¿No debería estar haciendo sus deberes? —Preguntó una mujer de cabellos castaños de tal vez unos sesenta años de edad, uniforme de bruja un tanto antiguo y de tez clara, esta tenía cara de pocos amigos mientras observaba a la joven maestra.

La de cabello azul sé alejó un poco de la maestra que acababa de entrar y cómo si hubiera visto al mismísimo diablo, se puso a temblar.

—Maestra Finnelan... —Dijo con voz entrecortada.

No esperaba verla aquí. No ahora, es más, si nunca la veía podría vivir con eso.

Recuerda, confío en ti... No me decepciones...

Ursula se dio media vuelta al escuchar esa suave voz cerca de su oído. Miró a todas partes y no logró ver a la Sensei Woodward por ningún lado, probablemente ya se había ido hace poco.

—Maestra Ursula, ¿Sucede algo?

La voz de Finnelan la hizo voltear y volver a su estado de nerviosismo puro. En verdad le tenía miedo a la subdirectora de la academia.

—N-no, no me sucede nada jeje —rio de forma nerviosa mientras daba largos pasos hacia un lado hasta llegar a la pared en donde tomó una escoba que estaba apoyada allí.

—¿Maestra Ursula a dónde va? ¿No tiene deberes que hacer? —Preguntó confundida al ver a la de cabello azul dirigirse a la ventana.

—Si, jejeje y tomaré un atajo para llegar más rápido a ellos... ¡Adiós!

—¡Aaaaah! —Finnelan no pudo evitar gritar de asombro al ver a la extraña maestra saltar por la ventana.

Al acercarse a esta pudo suspirar aliviada al verla volar y dirigirse a otra área del campus de la academia.

—¿Pero que le pasa a esa mujer? —Preguntó un tanto molesta.

La maestra aterrizó en el jardín de la escuela. No perdió tiempo para empezar a correr y dirigirse a buscar a la chica de cabello castaño, la cuál podría ser su única oportunidad de obtener el perdón de Woodward Sensei.

—Debo encontrar a la Señorita Kagari para decirle que seré su maestra particular —dijo mientras corría con la escoba en manos.

Mientras Ursula corría por los pasillos de la academia. Un par de figuras encapuchadas la observaban desde una parte del techo de la gran escuela.

—Woodward, ¿Estás segura de querer confiarle otra labor a la mujer esa? —Preguntó una encapuchada a la otra, la cuál obviamente era Woodward. —Recuerdas que la ultima vez si que la regó en grande, ¿Lo olvidas?

Woodward se quitó la capucha de la cabeza y le dijo de forma solemne a su amiga.

—Nah, descuida. La vigilare de cerca para asegurarme que no lo eche a perder, confía en mi —se señaló a si misma con uno de sus pulgares mientras mostraba una sonrisa confiada.

La otra simplemente no dijo nada. Solo se dedicó a negar con la cabeza. Solo esperaba que las demás brujas legendarias no se enteraran.

—¡AU! —Chilló Woodward mientras se tapaba los ojos con las manos.

—¿Qué pasa Woodward? —Preguntó la otra con mucha preocupación.

—Me daña...

—O por los Dioses, ¿Qué te daña? —Preguntó alarmada la desconocida, mucho más preocupada por que su amiga podía estar lastimada.

—¡Eso! —Señaló arriba en el cielo.

La otra volteó a ver que era y se extraño al ver que su amiga señalaba el sol.

—¿El sol?

—Si, daña mis ojitos —chilló Woodward.

La otra aun tenía la cabeza cubierta con la capucha. Por lo que no se podía ver la expresión de su cara. Aunque el pisotón que le dio en el pie a la peliverde daba a entender que no estaba contenta por haberla asustado de tal forma.

—¡Aaaah! Ahora me duele mi piecito —se quejo Woodward mientras saltaba en un pie.

La otra solo se cruzó de brazos y espero a que su amiga terminará con su juego infantil. Lo cuál tardaría muchísimo.


Akko se encontraba en su habitación buscando algo que la pudiera ayudar en la tercer hora de clase.

La clase de vuelo en escoba con la maestra Nelson. Solo que había un problema.

—¿¡Dónde consigo una escoba!? —Gritó alarmada.

Tuvo que venirse corriendo a su habitación después de la segunda hora de clase, la cuál era de historia antigua de la magia y fue muy aburrida. Por medio de Amanda se entero de que necesitaba una escoba para la siguiente clase.

Y ella no tenía ninguna de esas.

Aunque encontró una escoba vieja pero no sabía si le serviría o no. Estaba en un gran dilema.

—Tal vez pueda usarte a ti... —Murmuró en voz baja mientras tomaba la Shiny Rod en sus manos.

Si mal no recordaba, su ídola podía convertir su varita en una rápida escoba y tal vez, solo tal vez, ella podría hacer lo mismo.

—Vamos a ver... —Posicionó la varita en sus manos y cuando iba a decir algo.

¡Toc! ¡Toc! ¡Toc!

El sonido de alguien tocando la puerta la hizo darse la vuelta.

—Maestra Ursula, hola —saludó ella a la mujer de cabello azul que se encontraba con la respiración agitada en el marco de la puerta.

Esta se repuso rápidamente y se puso firme. No sabía que decirle exactamente a la alumna frente a ella.

—Eh hola, Akko... —Saludó con nervios y no sabiendo cómo proseguir, vio lo que tenía Akko en sus manos y le dijo. —¿Qué es eso? —Preguntó.

—¿Esto? —Miro la varita en sus manos y en su rostro se formó una sonrisa muy emocionada.

—¡Es el bastón mágico de Shiny Chariot! –Se lo mostró a la maestra y esta desvío la mirada a un lado. No sabiendo que más decir.

—Ah, así que eso era jeje...

Akko puso una expresión extrañada en su rostro.

—Espere, ¿No recuerda que le hablé de el mientras volabamos en la escoba ayer de camino a la escuela? —Preguntó extrañada.

Ursula puso una expresión confundida.

–Bueno ahora que lo mencionas... —La maestra se puso a recordar y...


Ursula y Akko volaban de regreso a Luna nova. Akko estaba sentada atrás de la maestra mientras está se dedicaba a conducir la escoba.

—Y cuándo encuentre a Shiny Chariot, le haré un millón de preguntas, le devolveré su bastón mágico y le pediré su autógrafo, ¡Qué emoción, qué emoción! —Hablaba una enérgica Akko mientras abrazaba muy fuerte el Shiny Rod contra su pecho.

—Zzzz... Zzz... Aja... —Contestó una medio dormida Ursula.

La pobre estaba muy cansada y un poco ebria. Por lo que no le ponía mucha atención a la chica a sus espaldas.

—Y un día seré tan buena cómo ella y... —Akko siguió hablando y hablando, nunca se dio cuenta de que la maestra no la estaba escuchando.


—Aaah si, lo recuerdo jeje... —Dijo Ursula no muy segura. —Creó... —Susurró por lo bajo.

Akko le sonrió de forma amistosa a la amable maestra aunque esta desapareció al poco tiempo dando paso a un momento incómodo.

Así estuvieron un largo rato hasta que Akko volvió a hablar.

—¿Necesita algo? —Preguntó Akko intentando no sonar grosera.

—¡Ah! Yo... —Ursula salió de su trance. Volteó a ver a todos lados intentando ver que podría usar para escudarse o algo así. Hasta que fijo su atención en la escoba que traía. —¡Esto! —Le extendió la escoba a la chica. —Te traía esto para que puedas iniciar tus clases de vuelo jeje. —Rió de forma nerviosa después de mentir.

Akko esbozó una enorme sonrisa alegre, observó con estrellas en los ojos la escoba que tanto necesitaba en estos momentos. Soltó la escoba vieja y el Shiny Rod, dejándolos caer al suelo.

—Es la escoba que da la academia a todas las alumnas de nuevo ingr...

—¡Gracias! —agradeció Akko interrumpiendo la explicación de la maestra.

Además de que le arrebató la escoba de las manos y después de eso, salió de la habitación con rumbo a su próxima clase, la cuál era de vuelo.

Y eso la ponía muy emocionada.

Ursula se quedó observando por dónde la chica se había ido. No pudo evitar quedar con las palabras en la boca.

En ese momento se dio cuenta, de que sería una misión imposible el intentar enseñarle algo a esa chica.

—¿En que me he metido? —Murmuró con miedo mientras bajaba la mirada al suelo y así toda cabizbaja se iba a hacer sus demás labores.

Ya más tarde intentaría hablar con Akko, ya con más calma.


Nos vemos en la próxima~