La teoría del caos
Capítulo 5: El elixir.
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Desde que Rize se desmayo anoche, sabía que su primer plan de escape no iba a resultar como ella quería, no tener el estomago lleno le quitaba mucha fuerza (si no hubiera mordido mas fuerte a Kaneki en nombre de llenar su estomago vacío), la sangre del cegador negro era deliciosa, desde que probo tal elixir durmió bastante bien, pero con la urgencia de levantarse y querer mas, "Una lastima que esté encarcelada y con este aparato del infierno en la columna" pensaba Rize distraída mientras veía su baraja de cartas, estaba jugando con Nimura a la hora en que todos los investigadores almorzaban.
—Poker de ases. —Dijo Furuta sonriendo frente a su celda mostrando sus cartas, victorioso porque sabía que ella no tenía mejores cartas que él.
—Flor imperial. —Rize le mostro al otro lado las cartas de la carta del número diez al Az de corazones.
Nimura solo se sorprendió al ver las cartas de Rize, pero le sonrió, Rize no sabía hasta cuando él iba a pretender tenerla en kokuria, ella suspiró mientras deslizaba las cartas por el hueco de la mesa, haciendo que Nimura las revolviera.
—Has jugado bien Rize querida.
—Bueno cuando tienes a la carta de la reina de corazones y al joker pintadas con tinta es fácil identificar las cartas. —Rize lo decía con cierta acidez, estaba enojada.
—Vamos, no es para tanto, el aparato es temporal, de hecho te estoy haciendo un favor.
Rize solo lo miró sorprendido "¿cómo que un favor?, ¿qué clase de favor me está haciendo con el aparato de choques?" Pensaba Rize apretando las manos.
—¿Un favor?. —Rize bajo la mirada intentando que la ira no la dominara.
—Si, ¿crees que durarías tanto en este lugar si no controlas tu magnifico y monstruoso poder?, mientras seas mas discreta no te pasara nada.
—¿Y por qué estoy aquí…? ¿Tú planeaste que me metieran aquí?. —Rize necesitaba saber.
—Tal vez si, tal vez no, tal vez es el karma divino que cae sobre ti querida—Nimura negaba con la cabeza mientras sonreía devolviendo la baraja. —A propósito no has tocado tu patê.
Rize suspiraba, sabía que tenía de poco a poco sacarle información útil para que saliera de ese lugar, miro la bandeja de comida que estaba a su lado, cierto no había probado un bocado, pero al ver la bandeja no quería comer, si él era capaz de lastimarla con botón no quería saber que tenía la comida.
Deslizo la bandeja al hueco del cristal, Nimura la miró curioso, Rize se cruzó de brazos.
—Solo comeré si tu lo pruebas primero. —La ghoul le sonrió probando una pequeña teoría.
—No puedo comerlo, no como carne humana.
Rize soltó una risa ligera, "él no huele como un humano, tiene un olor particularmente parecido al mío, ese doctor cínico hizo varios híbridos con mi kagune, Nimura no podría ser solo la excepción". Pensaba Rize para comprobar una pequeña teoría.
—Míralo como un ejercicio de confianza, si lo pruebas tú yo me sentiré segura de estar bien alimentada.
Nimura no era el único que le gustaban los juegos a Rize también le gustaban, ella lo estaba probando a ver que tanto le hacia caso, la bandeja seguía en la mesa de la celda, Rize por primera vez ella le sonreía de manera coqueta, pero retándolo.
—¿Qué tal si me rehusó y solo comes Rize-chan? —Furuta solo tomo su bolígrafo y lo movía de manera ágil de un lado al otro frente a ella, pero Rize no dejaba de mirarlo de manera astuta, apostaba que ella no estaba comiendo decentemente ya que hace unos días parecía un fantasma, pero particularmente hoy su mon cherie se veía con mas energía.
—Adelante, si no me muero de hambre, moriré aquí tarde o temprano por tu culpa…así comprobare que nunca pude confiar en ti, ni ahora ni nunca.—Rize jugaba de manera arriesgada, pero todo era saber hasta que punto su hermano la necesitaba viva.
Nimura dejo de mover el bolígrafo y miro el patê sobre la mesa, sonrió para sus adentros, si bien le era interesante que ella declarara que no era una mujer nada fácil de dominar, no podía dejarse controlar por ella, pero…
—Touché querida…—Nimura tomo la bandeja y la cucharada metálica tomo una gran porción y se la llevo a la boca, congelándose un momento, pero mastico y trago el pedazo de carne.
El resultado fue lo que esperaba, trago el bocado luciendo satisfecho frente a ella y limpio la comisura de su boca con un pañuelo, Rize lo miró impactada y la bandeja regreso al lado de la celda de Rize, ella en movimientos agiles comió todo lo que había en la bandeja, cuando estuvo vacía Rize la devolvió, Nimura la miró satisfecho.
—Buena chica. —Furuta le acaricio la mano y ella sonriéndole se zafo de su toque, haciendo que solo él se riera de tono bajo, tarde o temprano no habría un vidrio o celda que los separara, solo tenía que ser paciente.
Los otros investigadores del TSC comenzaron a hacer ruido, ya hora de regresar, Furuta se retiro de la celda de Rize y ella corrió al cubículo del baño, esperaba que el cegador negro la ayudara.
"Si no terminare por arrancarle a alguien la mano para poder comer". Pensaba Rize mientras vomitaba en el inodoro.
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Kaneki le habían prohibido hacer mas visitas en la noche a kokuria, razón: un tiempo considerado en la celda 1220; Cuando el director de kokuria le pidió razones, él con su tono frió solo respondió firme.
—La prisionera 1220 sufrió un clase de desmayo y solo comprobé si había muerto o no.
—¿Un desmayo? —Pregunto el director.
—Si, dormía en la mesa de la celda, intente hablar con ella para un caso y ella sencillamente cayó al suelo, solo entre a la celda para verificar cualquier estado alarmante de su salud.
—¿Cuál fue el resultado?
—Al parecer no está comiendo, tiene leves síntomas de anorexia.
—Haise…eso da igual, mientras siga hablando el día que ella muera dará igual, pasara a ser un arma. —Contestó aburrido el director.
Kaneki tenía las manos detrás de la espalda, apretaba las manos, olvidaba que Rize en kokuria era vista como una futura arma, como él un arma hasta el día que muriera. El cegador negro solo asintió.
—Que no se vuelva a repetir. —Finalizo el director.
—Si señor. —Kaneki hizo una reverencia.
—Bien, puedes irte.
El cegador negro caminaba hacia la enfermería y sobornaba al doctor para que él no dijera nada cuando le pedía que llenara una bolsa de plástico medica con su sangre sin decir una sola palabra. Estaba acostado en la camilla, mientras veía la bolsa ser llenada.
—Imagino que no es para donar sangre, ya sabes tu en tu estado no puedes…—El doctor le decía mientras revisaba el historial medico del investigador Haise Sasaki, él sabía ya había sobrepasado su nivel de células de RC como dos agentes del equipo Quinx.
—En realidad si dono mi sangre. —respondió Kaneki.
—Para ser una cantidad considerable, es suficiente para darle a un ghoul energía.
Kaneki no respondía nada, solo se enfocaba en la bolsa transparente con liquido oscuro que ya iba por la mitad, cuando la bolsa estuvo llena Kaneki la guardaba en su portafolio, mientras el doctor le daba un pequeño algodón con alcohol para limpiar su pequeña herida a la altura del antebrazo, aunque en menos de cinco minutos ni una marca tendría de tal herida.
—Gracias, me retiro. —Kaneki avanzó a la puerta del consultorio. —Doctor, ¿puedo hacerle una pregunta?
El doctor estaba guardando el dinero del "soborno" en su cajón cuando escucho la voz de Kaneki.
—Por supuesto.
—¿Los ghouls pueden morir por anorexia?
—Pues en teoría podrían, no son muy diferentes en muchas cuestiones anatómicas que nosotros, no soy experto en la materia, pero en los años que estado en el CCG, he escuchado que si han muerto ghouls de hambre.
—Ya veo…gracias.
Kaneki salió del consultorio y camino por los pasillos, le habían prohibido hacer visitas en la noches, pero nadie le dijo que no podía hacerlas en la madrugada.
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Eran las 5:00 am, cuando Rize escucho un pequeño toque en la ventana en celda, estaba dormida en la cama, se durmió temprano pensando que el hambre se le calmaría con el descanso.
Al abrir los ojos identifico la figura del Kaneki mirando al otro lado de la celda, ella salió de la cama y con lentitud se acerco al cristal.
—¿Qué hora es?. —Pregunto Rize estirando los brazos bostezando.
—Son las cinco de mañana. —Kaneki deslizo unos tres libros por el hueco de la celda, pero Rize por el olor sabía que uno de ellos contenía "¿Sangre?", Rize no entendía, creía que si era por el acuerdo él iba a traerle comida como ayer, pero dejo los libros en el hueco.
—¿Tan temprano es? Creí que vendrías de noche…como ayer.
—No es tan fácil, pero no abras los libros hasta que me vaya y sin que nadie te vea.
—Gracias…ya que estas aquí ¿quieres conversar?
—Creí que estarías muy hambrienta para hablar.
—Sabes Kaneki, no solo extrañaba el placer del paladar, si no también el de una buena conversación. —Ella le sonreía de manera suave.
Ya que las cámaras de seguridad no tenían micrófonos, comenzó una conversación con la prisionera 1220, Kaneki le preguntaba por Anteiku y aunque ella parecía confundida solo diciéndole "¿Quién?" él le refrescaba la memoria con las descripciones de sus amigos, ella decía que solo le respondía que estaba segura que estaban bien, porque no estaban con ella cuando la capturaron, que la habían capturado muy lejos de Anteiku y que muy probablemente ellos no sabían que estaba en kokuria.
Ella le preguntaba él porque trabajaba para los bastardos del CCG, él solo respondía "Necesitaba sobrevivir de alguna manera y aquí estoy" y sobre el paradero de su padre adoptivo a lo cual Kaneki no tenía pistas.
—¿Te han molestado otros agentes?. —Preguntaba Kaneki.
Rize mordía su labio pensando en Nimura, estaba advertida de no contar nada, si lo hacía la torturarían y desearía estar muerta, miro hacia la izquierda con una mirada perdida.
—…No, tal vez desde que desde que mordí a ese investigador ya les da miedo acercarse. —Rize tapaba su boca con la mano derecha.
Kaneki recordó que ella hacia unos gestos parecidos cuando se conocieron, cuando tuvieron su primera cita.
—Muy bien, no se en que problema te metiste, pero puedes decirme…
—¿De qué hablas?. —Preguntó Rize sorprendida.
—Cada vez que me mientes miras hacia la izquierda y tapas tu boca con la mano. —Kaneki imitó el gesto de Rize, mientras ella se sonrojaba.
Rize negaba con la cabeza, Kaneki no entendía que ocultaba, podría ser que ella estuviera bajo la amenaza de alguien, el sonido de su teléfono sonó indicándole un mensaje, tenía que volver a casa, dormiría unas horas en lo que los Quinx comenzaban su jornada laboral, suspiró.
—¿Y si hipotéticamente hablando te dijera que tuve un problema que harías?. —Rize recargo su barbilla en el dorso de las manos, recargando los codos en la mesa.
—Resolver los problemas mediante el dialogo, pero asegurándome que no lo volvería a hacer.
—Si que eres algo peculiar Kaneki…
—¿Y eso te desagrada?
—No, de hecho me gusta. —Ella le sonrió de manera natural.
Kaneki se sorprendió por tal respuesta, no sabía si ella lo decía refiriéndose a verlo como una presa, un aliado o algo mas, quería creerse un momento la sonrisa que ella le dedicaba era genuina, pero recordaba en primer lugar porque había caído en sus redes como su presa por esa bonita sonrisa, "si que me metí en muchos problemas por esa sonrisa" pensó el cegador negro.
—No hagas eso…—dijo Kaneki bajando la mirada.
—¿Hacer qué?. —Preguntó Rize sorprendida.
—Darme una sonrisa y hacerme caer de nuevo en un engaño. —dijo de manera fría como si ella ya le fuera causar un mal, como si le doliera ese pensamiento.
El silencio fue presente para ambos, por alguna razón Rize se sintió mal por ese comentario, no debería importarle lo que él opinara de ella, pero por alguna razón su estomago se encogió, no por hambre, si no por un dolor conectado a su corazón.
—Tu dijiste que no me odiabas…pero veo que eres rencoroso conmigo después de todo. —Rize también agacho la mirada de la nada dos lagrimas salieron de sus afilados ojos, un leve quejido hizo que Kaneki se diera cuenta…
Kaneki subió la mirada sorprendido hace mucho que no la veía llorar, tal vez malinterpretó las cosas, vio una de sus manos en la mesa de la celda la tomo con suavidad haciendo que la ghoul subiera la mirada.
—Lo siento Rize no creí que…—dijo Kaneki acariciándole la mano, pero fue interrumpido por Rize.
—No te culpo, todo el mundo es así ¿verdad?, yo soy la ingenua que creía que al menos tu eras diferente. —Ella se soltó de su mano para sonreírle de manera triste.
—Perdóname. —Volvió a insistir en que ella le diera su perdón.
Ella negó con la cabeza, si que era curioso Kaneki Ken, pero no lo culpaba por todo lo que sufrió comenzando con el desastre de su primera cita, sabía (o al menos tenía la teoría) de que Kaneki no era una persona especialmente cruel o mal intencionada (dado que no habría otra explicación para que él se ofreciera a alimentarla a cambio de nada), pero también era una persona que sufría como ella y lo escondía en esa mascara de hielo.
—Da igual. —ella suspiró—Que me tengas rencor o no yo sigo en cárcel.
Un segundo mensaje le llegó a Kaneki y Rize se retiro a su cama diciendo en voz baja "Gracias por la comida, buenas noches" para meterse entre sabanas con los libros para alimentarse de la sangre, Kaneki se retiró sin decirle nada, de repente le comenzó a importar lo que ella opinara de él.
"No, de hecho me gusta" Kanekirecordó sus palabras mientras regresaba a su hogar y reposaba la cabeza en la almohada, dormiría un par de horas.
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Desde que Rize se alimentaba de la sangre que Kaneki le proporcionaba su piel mejoro en apariencia, comenzó a recuperar algo de brillo en su aspecto e inclusive energía, se miraba en el reflejo de la ventana de su celda cuando la luz era ideal, leía los libros que le había dado Kaneki dos de ellos de Takatsuki Sen y uno de un escritor de terror extranjero (que en realidad estaba hueco por dentro y ahí guardaba la bolsa de sangre vacía), al día siguiente ni el cegador negro, ni Furuta pasaron a verla ese día, una persona que pasaba con una carrito con varias charolas de agua y comida (para alimentar a los prisioneros) le dejo su almuerzo por el hueco de la puerta, ella recogió su comida notando que su bandeja decía "1221" no era su número de prisionera (tal vez quien repartía la comida no se dio cuenta de que se habían intercambiado las bandejas), probo la comida no sabía ni como la sospechosa que le daba Nimura, ni como el deleite de la sangre de Kaneki, comió con tranquilidad sin que alguien la viera comer o alimentarse de otra persona.
Cuando estaba sentada arriba de la mesa, presintió el olor del cegador negro, faltaban unas pocos minutos para las siete de la noche, cuando él apareció sin decir nada.
—Buenas noches Rize-san. —dijo el cegador negro al sentarse frente a su celda.
Rize no bajo de la mesa sencillamente se le quedo viendo quedándose en silencio, Rize al ver lo tensó que se ponía Kaneki al ver que ella no le contestaba, le dedico una pequeña sonrisa y bajó finalmente de la mesa.
—Buenas noches investigador. —dijo ella en tono neutral.
—Lamento lo de la otra noche…—Kaneki dijo en tono bajó casi con vergüenza, él podría ser la primera persona que la trataba con normalidad y la entendía, para solo declararle que no confiaba en ella.
Rize sacó su mano del hueco de la celda y tomo con gentileza su mano para verificar su pulso, no estaba acelerado (como si estuviera diciendo una mentira) notando que sus manos estaban callosas y maltratadas por el trabajo pesado del CCG.
—Esta bien…se que no me estás mintiendo. —Ella iba a soltarle la mano cuando Kaneki se lo impidió, ahora él le sujetaba la mano entrelazando sus dedos con los de ella—¿Kaneki?
Kaneki le paso por su mano una pequeña bolsa con sangre que guardaba dentro de la manga de su saco del CCG, ella con discreción sin soltar la mano del investigador metió su mano por el hueco para que Kaneki soltara su mano y la bolsa pasara entre las tinieblas.
—Gracias…—dijo Rize en tono bajo.
Él solo asintió y separaron sus manos. Conversaron durante unos diez minutos, Kaneki le preguntaba si le gustaban los libros que le trajo y ella le sonreía agradeciéndole el gesto, se despidió de ella diciéndole que no podía conversar con ella tanto tiempo y que siguiera comiendo, Rize como de costumbre le deseaba las buenas noches.
—Rize-san, cuando estemos conversando frente a otros investigadores por favor llámame Haise Sasaki, nadie aquí me llama por mi nombre original. —le pidió el cegador negro antes de marcharse.
—Esta bien…pero es tu nombre original, ¿por qué te llaman así?
—Todo a su tiempo y hoy no tenemos tanto. —Kaneki se puso de pie y se marcho, sonriéndole levemente.
Cuando Rize estaba a punto de dormirse noto algo extraño, desde que llegó a Kokuria los prisioneros ocasionalmente eran ruidosos daban quejidos, lamentos, lloraban y se callaban hasta cierta hora por las noches, pero la celda 1221 (que estaba a lado de ella) permaneció en silencio todo la tarde, ella pegó la oreja a la pared y no escucho nada, no le dio importancia hasta la mañana siguiente.
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Furuta no podía considerarse que era tan observador como Rize, pero definitivamente no era un idiota…se había enterado que su compañero Haise había recibido un regaño por haber pasado tanto tiempo en la celda 1220, además desde ese incidente su Rize estaba mas radiante o por lo menos mas saludable…la observó a lejos leyendo arriba de la mesa, le brillaba el pelo, su piel se veía mas rosada y su figura comenzó a verse menos marchita, una investigadora le pidió que bajara de la mesa y le ayudara con un caso, Rize inflaba las mejillas como una niña traviesa, conversaba, hasta la veía reír, él comenzó a sospechar algo…¿qué había en ella que no cuadraba?, cuando llevaron la comida a los prisioneros, el sujeto que estaba repartiendo las charolas se asomo a la celda del prisionero 1221 y tomo su teléfono para reportar que el prisionero estaba acostado boca abajo en un charco de sangre y vomito, su bandeja de comida decía el número 1220.
Nimura se dio cuenta de algo…Rize estaba siendo una mentirosa con él; La comida que él le proporcionaba tenía un par de sustancias que estaba probando con ella (seguía siendo su sujeto de pruebas) para adormecerla de poco a poco, debilitándola hasta que ella cayera por "muerta" y él podría llevársela, no quería matarla, pero si dejarla tan débil que no le serviría a kokuria para mantenerla con vida, pero los síntomas de ella de hace unos días no eran por cansancio, si no por hambruna y lo confirmo cuando estaba de misión con Haise usando su voz amistosa en la conversación.
—He escuchado que tuviste un problema…—Le había dicho a su compañero.
—¿De qué hablas?. —Respondió Haise frio como siempre.
—Te metiste a una celda por mucho tiempo, a la celda de una mujer.
Haise pareció no entender a que se refería hasta que al parecer recordó a alguien. —Si, la prisionera 1220.
—¿Puedo saber por qué te metiste en su celda?. —Preguntó curioso.
—Sufrió un desmayo y solo fui a ver si no había caído muerta, al parecer no está comiendo…espera tengo una llamada. —Haise tomo su teléfono y comenzó a atender la llamada, terminando la conversación.
No solo eso, él observó como su compañero a plena luz del día se acercaba a Rize para entregarle un libro, era la primera vez que veía a los dos interactuar, se fue acercando sin que los dos se dieran cuenta, paró en seco cuando escucho la risa musical de Rize, su risa no sonaba sarcástica o burlona, sonaba alegre todavía no lo veían y observo el perfil del cegador negro él estaba sonriendo, apretó la mandíbula, camino con rapidez para detener lo que fuera que estuviera haciendo esos dos.
Interrumpió la conversación, primero observando como Rize dejaba de sonreír y se quedaba callada, Haise volteo a verlo imparcial como si no supiera la cólera que sentía, nadie tenía derecho a hacer a Rize sonreír mas que él…
—¿Qué pasa Furuta? ¿Tenemos alguna misión?. —Preguntó su compañero Haise.
—…No pasa nada, vine a interrogar a la señorita 1220.
Rize tensó los hombros, él le sonrió le gustaba que ella no se sintiera invencible cuando estaba con él, pero él también quería que ella le sonriera "Sonríe querida mía que vine a jugar, a hacerte reír…sonríe".
—Me habías dicho que ella era una mala fuente de información…—Haise le contesto recordando cuando él vino a interrumpirlos la primera vez, Rize miró sorprendida a su compañero haciendo que ella se sonrojara.
Él se quedo callado, quiso reírse por la ironía…ahora su compañero usaba sus propias palabras para dejarlo en ridículo frente a ella. Un anunció se escucho por toda Kokuria todos los investigadores tenían que presentarse a la sala de juntas inmediatamente. Haise suspiró y recogió varias de sus pertenencias, haciendo una reverencia a Rize diciéndole con tono frio que agradecía su cooperación, cuando los dos se retiraron Nimura miro por ultima vez a Rize, ella se ponía de pie y abrazaba el libro que le había dado Kaneki tenía dibujada una pequeña, pero bonita sonrisa en su rostro como cuando la espiaba antes del accidente de las vigas de acero.
¿Qué clase de elixir estaba tomando su linda y mentirosa Rize? Se preguntaba Furuta mientras caminaba y veía a su compañero, a lo mejor el cegador negro también era un buen mentiroso…
Sin saber que Kaneki era el elixir de Rize.
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Notas Finales: ¡Al fin tenemos un nuevo capitulo! ¿yeah?, muchas gracias por sus bellos comentarios, a la gente que pone en favorito y que lee esta historia, espero que le haya gustado este capitulo. Un abrazo y les deseo un muy bonito día.
