La teoría del Caos.

Capítulo 12/20: El fin de una era.

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Rize sintió cómo la adrenalina corrió por sus venas al correr por el pasillo de kokuria, el instinto de querer comer se manifestó como una versión antigua suya, por supuesto iba a tener palomas rodeándola, así que escapar no iba a ser tan fácil, sonrió de todas formas lamiéndose los labios. Solo pudo atravesar a la primera paloma que intentó atacarla con su kagune, su arma biológica después de un minuto con veinte segundos dejo de manifestarse, comió del cuello de la paloma de manera rápida. Pronto otras dos palomas intentaban rodearla, pero ella aprovechaba el caos de que otros prisioneros de kokuria que salían imitándola, atacando a los demás investigadores.

Corrió directamente hacía otra paloma quien tenía una quinque de kokaku, el agente pareció sorprenderse cuando ella corrió sin atacar con su poder ya que se le había desactivado al poco tiempo, ella aguantó el golpe que a duras penas esquivo cerca de su costado izquierdo cuando la atacaron por el frente, desgarrándole su uniforme y como en ese preciso momento ella abrió la boca hacia la yugular caliente del hombre que la atacó, estaba hambrienta, comió de la segunda paloma. Rize era ligera como una pluma en ese momento, ágil a pesar de recibir una herida inicial. A penas fue un bocado de sabor agradable el que probo su paladar (no tanto como el de cierta persona), pero no estaba mal.

La sangre salpicó en su rostro y ella soltó a la segunda paloma, porque había otro investigador que le había dado un golpe en la espalda, pero volteo a penas tragando un pedazo de carne cuando la tercera paloma fue atacada por un prisionero, los golpes le habían dolido, pero no tanto como estar en las garras de cierto doctor. Tomó la quinque de la paloma a la que la había dado el mordisco quien jadeaba en el suelo sosteniéndose de la garganta en un charco de sangre.

Su kagune no podría ayudarla al 100%, pero ¿qué tan difícil sería utilizar una quinque?

Alguien iba a nuevamente atacarla por la espalda, pero ella solo blandió el arma como si tuviera una espada evitando cerrar los ojos por la sensación extraña casi anti natural de sostener semejante arma. El estomago se le encogió por tal experiencia.

La sangre salpicó su uniforme…había recibido un ataque en su estomago y había atravesado al investigador en la pierna derecha, no sentía dolor, la adrenalina le curaba el malestar, ella si perder tiempo, se separaba de las armas que la golpeaban o la atravesaban rápidamente. Repetía su estrategia, atacaba y robaba un bocado de comida, su regeneración volvía, robaba una quinque y las lanzaba como si arrojara una piedra, las que parecía que sufrían un corto circuito las arrojaba como si se trataran de bombas o las usaba de escudo. Sin importar los golpes, los cortes que recibía, seguía de pie, corriendo intentando llegar a la celda de Fueguchi, desviándose de su camino cuando estaba en un aprieto con alguna otra paloma.

"Solo diez minutos….solo diez minutos" Se repetía Rize con la boca llena de sangre luego de haberle arrancado un pedazo de hombro al quinto investigador de la noche, quien tirado en suelo se sorprendió que ella solo lo mordió y tomó su portafolios junto con dos cuchillos especiales que estaban en el suelo, huyendo cómo si el mismo diablo la persiguiera.

Robó el saco de un muerto por el camino, su uniforme estaba hecho jirones con manchas de sangre, no quería terminar desnuda en plena batalla.

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Furuta al ver las cámaras de seguridad donde se veía que Haise había desactivado el sistema de seguridad, supo que definitivamente el cegador negro había perdido el 120% de la razón, el 100% lo perdió cuando lo golpeo en el elevador.

"Cabrón…" Maldijo Furuta en su mente al verlo correr en las cámaras.

Mientras las otras palomas veían y hablaban por radio para cerrar salidas, intentando impedir que Haise con los prisioneros (que algunos corrían ya libres) cometieran asesinatos o salieran, él vio en una de las cámaras la figura de Rize peleando con una quinque, al parecer estaba subiendo varios pisos de su celda original. Él sonrió sorprendido al verla luchar, era una buena oportunidad para llevársela de kokuria.

Sus compañeros le preguntaron a donde se dirigía cuando salió del cuarto de cámaras, él respondió con una sonrisa diciendo que solo iba a "hacer su trabajo" mientras tomaba su quinque que era una motosierra enjaulada en un portafolio metálico.

Comenzó a correr ahorrándose el trabajo de "ayudar a sus compañeros", él buscaba a la prisionera 1220 y la encontró en un pasillo mordiéndole la garganta a un compañero suyo de pie sosteniendo el cuerpo del humano.

—¡Rize-chan, te encontré! —Furuta le gritó a la lejos a su querida prisionera.

Ella al escucharlo soltó al humano y se hecho a correr, estaba desarmada, conociéndola no supo como utilizar sus nuevos juguetes y los termino rompiendo, rió encantado persiguiéndola, no necesitaba su kagune para atraparla. La persiguió por todo un pasillo oscuro donde las lámparas estaban fundidas, estaba escondida en alguna de aquellas celdas abiertas y abandonadas por los ghouls, se notaban varios cuerpos de prisioneros e investigadores ya muertos, pateo algunos cadáveres esperando que ella no tuviera la idea de hacerse la muerta.

—Frío, tibio, caliente, ¿donde estás Rize-chan?, si sales voluntariamente no te pasará nada, ¿recuerdas que nos tenemos que ir juntos?—Él le dijo amistosamente mirando todas las puertas abiertas buscando a la pelimorada.

Nadie le respondió hasta que cruzó el pasillo que ahora estaba mejor iluminado detecto el olor de Rize detrás de una puerta, con su motosierra la abrió escuchando un grito femenino (increíblemente placentero de escuchar) que provenía de aquella celda. La puerta quedo destrozada por lo que Rize tenía que salir o él entrar.

Rize estaba en esa celda y avanzó de poco a poco fuera del escondite de manera lenta sin armas, con el uniforme desgarrado usando un saco de hombre que le quedaba dos tallas más grandes a ella, manchada de sangre de la ropa y la boca, mirándolo con cierto temor, como si no tuviera otra elección más que avanzar, enfrentarse a él.

"A sí, la niña de papá" Pensó Furuta al verla con el saco grande, haciendo que luciera más pequeña, con las manos ocultas bajo las pesadas mangas. La miraba que ella tenía parecía la de un pequeño y tierno animal que huía entre las penumbras del bosque.

Él avanzó lentamente queriéndose meter a la celda, pero se detuvo cuando ella caminó hacía él saliendo por completo de aquel escondite, con los ojos morados llenos de preocupación, sin detener su marcha hasta estar a cara a cara con él.

"Eso es nuevo…" Pensó Furuta al ver que ella por primera vez fuera de la celda no ponía resistencia, si no voluntad, solo quedándose frente a él, pensando que sería interesante lo que ella hiciera, sonrió retorcidamente.

Rize solo extendió los brazos lentamente cómo si lo invitara a que la abrazara (o le hiciera lo que él quisiera), cómo si se entregara a pesar de que temblara de miedo. Furuta sonriente ni corto ni perezoso la abrazó cargándola, estrujándola con fuerza, dejando caer su motosierra, jalando el cuerpo de Rize, retrocediendo hasta que recargo el peso de ambos de espaldas en la barandilla al otro lado del pasillo, queriendo con sus dedos traspasaran la ropa que cubría a Rize, oliendo el cuello de la prisionera de manera profunda absorbiendo su olor a sangre y sudor, se le hizo agua a la boca al tenerla en brazos al olerla, sentirla, quería devorarla.

Él escucho como Rize soltó un pequeño quejido por como la tenía bien sujetada con un brazo sobre la cintura y la otra mano en la nuca, todavía apretando los dedos en la ropa y el cabello de Rize, sintiendo como ella que al principio se quedo inquieta y temblorosa, al fin se calmó pasando los brazos por sus hombros sosteniéndose de él.

—¿Así que al final te he robado el corazón Rize-chan?—Le preguntó Furuta al oído a su querida prisionera 1220 oliendo su cabello morado, quería morderle el lóbulo de la pequeña y rosada oreja.

Y ella al igual que él le respondió al oído moviendo el rostro—.Debo de admitir, que anhelaba tener un momento contigo así Nimura…

Él podría considerarse el hombre más afortunado del mundo en ese momento al oír esas palabras, sintió que Rize se acomodaba para abrazarlo mejor, él al principio creyó que se sentía incomoda por como la tenía sujeta (que ni loco iba a soltarla en ese momento), pero no fue hasta que escuchó como ella abría la boca con una bocanada grande de aire, como si fuera a aguantar la respiración, casi como un grito, Rize lo mordió fuertemente y rápidamente entre el hueco del hombro y cuello aplicándole ese jodido movimiento clásico con sus víctimas.

El dolor de aquella mordida era parecida a una picadura de avispa, un dolor agudo y cálido, húmedo por la sangre que salpicó en el rostro de Rize. Él se quedo impresionado que ni pudo soltar un grito de dolor, estaba sin habla.

"¿Dónde he visto este ataque antes?" Pensó Furuta.

—Que amargo sabor—Susurró ella con decepción tragando un pedazo de piel que había arrancado, escupiendo parte de la camisa blanca que él llevaba puesta.

Él impresionado y dolido instintivamente por tal ataque soltó a la pelimorada, pero eso le dio tiempo a la Rize de encajarle un cuchillo que ocultaba bajo la manga del saco en la parte baja de la espalda a la altura del kagune, él grito de dolor con ella todavía abrazada a su cuerpo. La chica al fin lo miró a la cara con el rostro manchado de sangre con el cuchillo todavía en su cuerpo; Rize sonrió como una niña sosteniéndole de los hombros, viéndolo con los ojos característicos de los ghouls.

—Cuanto lo siento Nimura, pero no hay trato, puedo obtener mi libertad y encontrar a mi padre por mi propia cuenta, gracias. —Dijo Rize al empujarle con fuerza hacia el vació.

Él cayo 12 pisos abajo, mientras veía que Rize recogía el quinque de motosierra y se iba corriendo, se quitó el cuchillo de la espalda antes de caer más bajo, activó su kagune gritando de dolor, tomándose de otra barandilla con una de sus extensiones antes de que estrellara contra el suelo, logró suavizar su caída, y viendo el techo de kokuria acostado boca arriba, dolido por la traición de Rize se puso de pie de poco a poco encolerizado apretando los dientes en una mueca de disgusto…pero también sonrió se sentía acalorado, fascinado por la cercanía con la prisionera 1220, se tocó donde lo habían mordido (su regeneración había surgido de manera rápida), pensando que Rize era bastante traviesa, si quería que jugaran a las escondidas y a las atrapadas no había problema, él también sabía jugar.

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Rize al dejar caer a Furuta se desvió de su ruta original donde estaba la celda de Fueguchi, tuvo que ingeniárselas al esquivar a varias palomas y atacarlos si era necesario con la motosierra (ya que su kagune salía a penas por unos minutos y tenía que guardar energía), cuando ya estaba a unas cuantas celdas cerca del elevador de la celda de Fueguchi pensó que ya todo terminaría, pero se encontró a su hermano Kishou Arima saliendo del elevador.

"¡Ah otro demonio!" Pensó Rize espantada deteniéndose en su carrera ya que Arima al verla correr activo su quinque que parecía ser una especie de espada que estaba encerrada en un portafolio. Ella sin soltar la motosierra intentó retener el ataque de la espalda, ambas armas chocaron en un sonido metálico, el choque hizo que ella sintiera una corriente eléctrica por todo su cuerpo ya que la fuerza que Arima usaba era enorme, el ataque se contuvo por ambos, si embargo el cegador blanco caminaba empujándola haciendo que ella arrastrara los pies hacia atrás.

Rize activó su kagune sabiendo que este solo se activaría por casi un minuto, sorprendiendo a Arima, ella utilizando el elemento sorpresa trato de atravesar a su hermano, pero él uso su espada como escudo y ella no soltó la motosierra. Arima leyó sus movimientos retrocediendo antes que ella le encajara el quinque y tomó impulso para atacar a su kagune cortándoselo a la mitad, ella grito de dolor desactivando su poder y soltando la motosierra, sintió un golpe en el abdomen haciendo que chocara contra una pared, Arima la acorraló contra una pared amenazándola con la espada, el metal rozaba directamente con la unión del cuello y el hombro lastimándola, un movimiento más y ella podría morir degollada.

Ambos se quedaron en silencio, Rize creyó que su otro medio hermano la mataría, pero se estaba conteniendo.

"¿Por qué?" Se preguntaba Rize con un pequeño hilo de sangre en la boca, jadeando por el oxigeno perdido por el golpe, sintiendo como el cabello se le humedecía por la sangre del cuello, sin dejar de mirar a los ojos a Arima.

—Kishuo, ¿por qué me curaste cuando Furuta trató de envenenarme?...—Rize preguntó con la voz rasposa.

—¿Por qué quieres vivir?—Kishuo respondió con otra pregunta.

Ella chasqueo la lengua, Arima Kishuo para ella en ese momento era una armadura sin un alma dentro, solo un arma letal con fecha de caducidad.

—Porque necesito encontrarme con una persona, pero alguien cómo tú no lo entendería—Ella respondió bajando una de sus manos a su bolsillo del saco con lentitud sin dejar de mirar los ojos de su medio hermano.

—¿Por qué?

—Porque jamás experimentaste ese vinculo entre padres e hijos de cariño y protección, porque a pesar de todas mis locuras quiero que mi padre al que casi me quitas vuelva a verme a mí a su peligrosa y única hija, ¿pero por qué debo darte razones? tú no lo comprendes.

—Te equivocas…

Arima bajó la guardia a penas unos segundos, ella rápidamente se escabulló aprovechando que había relajado los hombros y la mirada, por supuesto él era rápido cuando ella comenzó a escapar, pero lo que no espera Arima era cuando él la tomó de la muñeca para someterla casi doblándosela acorralándola contra la pared, Rize tomó con la mano libre su segundo cuchillo del saco apuntándole en el rostro cerca de los lentes a Arima, con suficiente fuerza y rapidez ella podía dejarlo ciego si quería, pero él soltó la espada para detenerle la mano con el arma, sujetándola de ambas manos, sin embargo ella comenzó a hacer fuerza acercando el objeto a los ojos del cegador rozando con el cristal de los lentes, quedando los dos en una situación "complicada" en el combate. Los dos se quedaron "empatados" y quietos, no pudieron atacarse cuando escucharon un estruendo que provenía de los pisos de más abajo haciendo que el piso temblara de manera violenta unos pocos segundos, cómo si algo más grande que ellos dos se estuviera explotando debajo de ellos.

Arima la soltó de ambas manos alejándola bruscamente y tomó la espada, ella veía todos sus movimientos por si era una trampa con el cuchillo en mano. Un segundo estruendo hizo temblar el piso él le dio la espalda caminando lejos de ella. Rize se quedo sorprendida viendo por última vez la espalda de su medio hermano.

—Vete…—Dijo el cegador blanco.

Y ella sin cuestionarse el porque la estaba dejando ir, simplemente hecho a correr lo más rápido que podía sin voltear atrás, esperando que pudiera alcanzar a Kaneki y Hinami Fueguchi.

Aunque el estruendo del suelo la dejo preocupada, esperando que no pasara nada peor en aquella tarde sangrienta perfecta para un escape.

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Habían pasado 20 minutos con 12 segundos de la hora acordada de verse en la celda de Hinami Fueguchi. Para fortuna de ambos no se habían encontrado con alguien más.

Se encontraron en la carrera por la celda indicada, Kaneki fue a buscarla al ver que no estaba con Hinami (quien fue llevada a un pasillo más "seguro" fuera de la batalla). Kaneki miró asustado como el uniforme de Rize estaba desgarrado de algunas partes y manchado de sangre mostrando partes de su pecho, estomago y las piernas casi en su totalidad (si no fuera por el saco, mostraría más piel), además de llevar la boca manchada del festín express que hizo por el camino, estaba herida del hombro y cuello.

—¡¿Estás bien?! —Preguntó Kaneki preocupado sosteniéndola de los hombros intentando ver la herida que ella tenía.

—Si…mi kagune de poco a poco está funcionado y mi regeneración es estable, no te preocupes, ¿y tú? Te vez algo agotado—Contestó Rize poniendo su mano en la frente del cegador notando que estaba manchada de sangre y que tenía un golpe en la mejilla izquierda.

—Estoy bien…¿Furuta o Arima te han visto?

Ella suspiró frustrada, soltándole la frente. —Si, escape de Arima y tire a Furuta desde doce pisos abajo, pero no si eso último funcionó.

Él negó con la cabeza, no tenían que ver a Rize. —Me lo temía, te escoltare con Hinami, me quedare a combatir.

—Yo también me quedo a pelear—Dijo Rize.

—No, necesitan escapar…yo me quedaré.

—Pero si tú vas solo, eso es casi suicidio—Ella lo miró impresionada, a pesar de que no era el momento de discutir no podía solo despedirse así.

—Ya es tarde, esa es mi decisión…si tengo que morir en manos de Arima para que escapen, lo haré.

Rize apretó las solapas del saco del cegador negro bajando la mirada, temblando, Kaneki iba a volver a insistirle que se fuera para darle tiempo a ella y Hinami.

—Rize, debes marcharte—Él insistió.

Ella subió la mirada se notaba furiosa, herida porque su revelación que le había caído como un balde de agua fría.

—¡No le des a Arima ese poder, maldita sea! —Ella exclamó con rabia y tristeza, las lagrimas surgían de sus ojos afilados—.¡Es tu vida, por una vez también piensa en ti, no por mí o Fueguchi-chan, tú también mereces un hueco en este mundo!, ¡aunque sea un lugar incorrecto y retorcido, solo tienes una vida!.

Él solo se quedo callado viéndola impresionado, se parecía a una conversación que tuvo hace mucho tiempo en una alucinación.

—Yo no quiero que ninguna de las dos muera—Y él intento hacerla entender su decisión desde que recupero sus recuerdos como Kaneki Ken.

—Y yo no quiero dejarte atrás—La voz de Rize se quebró, aferrándose a la tela del saco apretando los labios como se contuviera en no llorar—. Si no te queda energía puedes tomar de mi sangre, te doy permiso, solo no mueras…

Él solo la abrazó, haciendo que ella se acurrucara en su pecho, la miró tristemente.

—Lo siento Rize, si no lo hago, no me lo perdonare jamás si algo te llega a pasar, perdóname…—Dijo Kaneki para luego golpearle la nuca antes de que ella subiera la mirada, provocándole un desmayo.

El cuerpo de Rize comenzó a perder el equilibrio, él la cargo a modo nupcias notando como respiraba levemente, tenía los ojos cerrados, manchada de su uniforme de sangre con la herida todavía abierta de su hombro y rostro manchando de sangre. Entre todo el caos la abrazó como si fuera la última vez que la tuviera en sus brazos, el cuerpo de Rize era cálido y suave, probó de su sangre de la herida que había recibido en el hombro notando que se estaba cerrando, la regeneración de ella estaba estable.

Dejo de beber de ella para observarla tenía que llevarla con Hinami, el desmayo al igual al que tuvo en el quirófano no iba a durar por mucho tiempo.

—¿Qué demonios has hecho…?—La voz de Furuta interrumpió su camino.

Él se volteó sorprendido para ver, el Washuu había perdido su saco y una manga de la camisa formal, además de estar salpicado de sangre del cuello (donde Rize lo había mordido). La mirada de Furuta delataba horror y desconcierto, fijaba los ojos sobre Rize que estaba inconsciente, pero por la respiración tan leve y la herida sangrienta parecía estar muerta, además que él tenía la boca manchada de la sangre de Rize lo cual debía de horrorizar al Washuu.

—La he matado—Contestó Kaneki con neutralidad, sosteniendo firmemente a Rize.

Furuta activó su kagune haciendo que Kaneki se sorprendiera, imitando al Washuu sin soltar a Rize conteniendo el ataque de Furuta con su kagune, tenía que perderlo ya con Rize en brazos no podía protegerla al 100%.

—¡No tenías derecho! ¡Ella es mía! —Furuta replicó enojado, haciendo más fuerza, intentando ganarle con fuerza de ambos kagunes—.¡¿Qué planeas hacer con ella?! ¡¿Comértela?!

—Voy a destruir su cuerpo.

Furuta no le contestó, aunque ese comentario hizo que el Washuu rechinara los dientes parecía que en cualquier momento echaría espuma por la boca. Antes de que pudieran seguir discutiendo, Eto ya había escapado de su celda para destruir parte de la estructura interior de la prisión, partiendo las paredes, provocando un terremoto e interrumpiendo la pelea. Era lógico que ella hiciera algo así, no tenía nada que lo detuviera.

Kaneki hecho a correr perdiendo a Furuta aunque verlo muerto hubiera sido conveniente, la prioridad de él se encontraba inconsciente y dormida entre sus brazos, se sorprendió que Rize no despertara con todo el ruido o el caos, menos mal que Eto ahora robaba la atención de todo kokuria y no él.

Arima le iba a seguir los pasos para que no salieran con vida, pero estaba dispuesto a comprar todo el tiempo del mundo para que ellas dos salieran de kokuria.

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Luego de unos minutos, Rize había recobrado la conciencia. Antes de abrir los ojos sentía cómo su cuerpo estaba acostado sobre el suelo frío, que sentía como el piso bajo ella vibraba y cómo a lo lejos escuchaba a lo lejos gritos, objetos siendo arrojados, el silbido de las armas de las CCG también sonaban de manera tenue, olfateo la fragancia de la sangre humana y ghoul en su uniforme, más otra muy cerca de ella, un olor nuevo femenino que no había olido nunca.

Cuando Rize abrió los ojos efectivamente estaba acostada boca arriba en el suelo, estaba en un pasillo semi oscuro como si estuviera escondida, miró como una chica de cabello corto castaño también vestida estaba con un uniforme de prisionera, estaba de pie dándole la espalda vigilando la entrada del pasillo.

—¿Fueguchi-chan? —Preguntó Rize.

La chica de pelo castaño se volteó con un respingo, asustada. Rize enderezó la espalda sentándose y poniéndose de pie de poco a poco haciendo que la otra prisionera la ayudará. El reloj que le había obsequiado Kaneki estaba descompuesto con una grieta en el cristal del reloj.

—Si—Contestó la otra prisionera tímidamente—.¿Tú eres Kamishiro-san?

—Si…¿cuánto tiempo estuve inconsciente?—Preguntó Rize ya de pie, notando que era más alta que la ghoul de cabello castaño a quien le calculaba 16 o 17 años.

—Unos minutos, quizás unos 12 minutos.

—¿Y Kaneki?

—Se fue…dijo que cuando encontramos una oportunidad nos fuéramos por la planta de drenaje de la prisión—Ella señalo el camino de la derecha que llevaba a la única salida.

Rize chasqueó la lengua, apretando los puños, bajando la mirada. Caminó fuera del pasillo para arrastrar un cadáver de un prisionero al cual lo mordió de la garganta, agachándose y comiendo de su carne tragando con asco, asustando a la pequeña Fueguchi.

—¿Qué haces…?—Preguntó Hinami impresionada retrocediendo unos pasos.

Rize se levantó, limpiándose la boca ensangrentada con el dorso de la mano. —Lamento que vieras ese espectáculo, pero necesito ir a encontrar a Kaneki, dijo que escapáramos, pero si hay una posibilidad para que salgamos juntos…

—Yo voy contigo—Interrumpió Hinami.

—Vamos.

Caminaron juntas escabulléndose entre los pasillos, afortunadamente Hinami tenía un olfato muy bueno y Rize pudo recuperar mayor fuerza con los bocados de comida de la tarde, además de recolectar una que otra arma del CCG, sorprendiendo a la ghoul de cabello castaño de sus acciones. Y aunque estaban siguiendo el rastro de Kaneki, presintieron varias fragancias que les resultaron familiares por el camino.

Ambas chicas se detuvieron por el camino en un pasillo que estaba con varios cuerpos de investigadores muertos. Ellas dos detectaron varios aromas en particular (cada una reconocía una fragancia en particular), cuando un grupo de ghouls que usaban capas largas y algunos mascaras anti gas se toparon con ellas.

Hinami reconocía a Ayato, Touka y Yomo quienes no llevaban mascara, los tres tenían las capas manchadas de sangre (tanto propia como de los enemigos) y pocas heridas, el encuentro hizo que la castaña impactada se acercara de poco a poco sin poder creerlo, pero Rize corrió a lado de ella adelantándose.

Todos los ghouls impactados se apartaron y algunos se pusieron en guardia cuando la pelimorada corrió hacia el ghoul más alto que usaba una mascara anti gas y una capa larga. Rize abrazó a su padre enterrando su rostro en el pecho duro como piedra de Shachi, haciendo él a su vez le correspondiera el abrazo sosteniéndola de los hombros.

—Estás con vida…que alivio—.Dijo Rize soltándose poco a poco de Shachi para verlo.

Fue un momento breve en el que todo el grupo se detuvo, Hinami pudo ver después de mucho tiempo a Anteiku, llamando por "hermana" a Touka Kirishima, sorprendiéndose que Ayato iba a la cabeza del grupo poniéndole su abrigo con capucha encima diciéndole que tenían que marcharse a "casa".

Cuando todo el grupo comenzó a dar con la ruta de salida, fueron interceptados por Arima que hace rato ya los andaba cazando, antes de que se les acercaran, Kaneki al fin dio con ellos haciendo que el cegador blanco y negro se enfrentaran por última vez, dándoles esa oportunidad a los ghouls escapar. Con Kaneki gritándoles que él les daría tiempo para que se fueran.

Rize viendo con el demás al cegador negro (pidiéndole a los dioses que no fuera la última vez que se vieran) con la mascara anti gas que le dio su padre para ocultar su rostro y parte del cabello se levantó la mascara para ver a Kaneki, él también la miraba, aunque sabía que él no quería que ella le siguiera, Rize solo le dio una simple petición, un simple deseo.

—Solo vuelve con vida…—Dijo la pelimorada. Le daba igual si le ganaba o no a Arima, solo quería que él siguiera respirando.

Una difícil petición para un loco suicida, que pensaba que no solo lo hacía por sacrificarse por quienes quería, él quería morir de manera honrada como su amigo Hideyoshi Nagachika.

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Eto Yoshimura, Takatsuki Sen, búho o como algunos la nombraban (rey de un ojo) había tenido una vida relativamente corta…y aún así se sentía vieja cuando se despidió del aogiri.

Para cuando la organización del aogiri se desmoronó ella fue capturada, pensaba que al menos pudo hacer muchas cosas que se propuso en la vida, fue una escritora exitosa, líder de una organización poderosa que peleaba por la ideología que ella tenía, había sido amada y temida. Nació siendo el mal calculo de su madre cuando se relaciono con su padre para saber más de la organización que ella con su última novela delató.

Ojalá hubiera visto las caras del clan Washuu y V cuando los delato. Sonrío levemente en sus "últimos momentos", estaba acostada sobre el suelo, fue magullada y lastimada, le habían cortado ambas piernas y un brazo, respiraba levemente de poco a poco cómo si quedara dormida y el cuerpo se sentía cada vez más dormido, como un hormiguero que era constante con cada segundo que pasaba.

"¿Así se siente la muerte?" Pensó reflexiva Eto.

Fue derrotada por alguien que hizo trampa al juego al que estaban jugando y el sabor de su boca se lo decía no era la sangre que se escurría por su boca si no de algún veneno que había ingerido (ya que su sangre sabía extraño), por alguien que tenía un kagune implantado, el kagune de Rize Kamishiro.

"Espero que te agrade el patê que te preparé, quizás ya lo conozcas…tiene un sabor familiar para ti". Le dijo Furuta unas horas antes de que ella escapara deslizándole un recipiente metálico por debajo de la puerta con los restos que quedaban de su editor.

Furuta la había acorralado y destrozado, no podía caminar o regenerarse, si no moría por la perdida de sangre, el veneno la mataría.

"Al menos me cargue a algunos bastardos…" Pensó Eto.

Escuchó unas cuantas pisadas apresuradas en lo que quedaban de la prisión de Kokuria con el desastre que provoco, volteó la mirada intentando ver mejor. Vio a los lejos un par de personas con mascaras anti gas y gabardinas largas, creyó ver entre el grupo a Hinami Fueguchi y Ayato Kirishima, pero estos no voltearon a verla, al parecer tenían prisa, pero una chica con una mascara de gas vestida con un saco grande y el uniforme de prisionera corto de la falda se detuvo para mirarla a lo lejos, la misteriosa chica se acercó a ella sin quitarse la mascara.

—¿Bebiste veneno? —Preguntó la misteriosa chica con curiosidad, con tono cómo si hubiera preguntado la hora de manera casual.

Eto parpadeo repetidas veces sorprendida—…¿Cómo lo sabes?

—Porque identifico el olor, está por todos lados en los restos de tu kagune.

La chica se quitó la mascara revelando el rostro y el cabello morado para morderse la muñeca izquierda en las venas haciendo que sangrara, sorprendiendo a Eto.

—¿Qué haces? —Preguntó Eto cuando la pelimorada se acercó a ella agachándose para ponerle la muñeca ensangrentada cerca de la boca.

—Si no bebes algo con células RC, te desmayaras y morirás.

Eto sintió como unas gotas de sangre cayeron sobre sus labios, inevitablemente trago saliva con la sangre mezclada, el sabor era extraño, una combinación de entre perfume, tinta y flores recién cortadas, algo para nada apetecible. Se identifico con la mirada de la pelimorada que le daba, una mirada de una persona que había pasado por bastantes problemas, que había visto y vivido el infierno por culpa del destino desde que nació. Quiso escupir, no quería la lastima de nadie.

De repente la pelimorada volteó la mirada alertada sin ponerse de pie, observaba algo que ella no veía moviendo su muñeca haciendo que la sangre se desviara. Eto alzó la cabeza y le mordió la muñeca a la pelimorada cuando la sangre le cayó sobre la nariz, succionando la sangre, bebiendo de aquellas venas azules con fuerza, si esa prisionera estaba dispuesta a hacer una buena acción debía abstenerse a la consecuencias de ayudarla, una vez que alimentas a un ghoul con tu propia carne volverá a ti o te comerá vivo.

Por supuesto la pelimorada se quejo por tal dolor apartándose instintivamente de Eto por el dolor de la mordida.

—¿Qué? ¿no querías ayudarme? —Eto sonrió de lado al ver a la pelimorada.

Pero la pelimorada en vez de irse o mirarla asustada solo le sonrió—.¿Y tú no querías ayuda?, disculpa si entendí mal tu dolor, voy a retirarme.

La conversación fue interrumpida, por aquel al que llamaba el niño (Kaneki Ken) quien ahora tenía el pelo blanco y estaba desastroso en su aspecto, había salido de una pelea letal. Él llamó a la pelimorada.

—¡Rize!

"¿Rize?" Eto miró confundida a la pelimorada. "Así qué tú eres la condenada de Furuta…que mal por ti linda, ¿habrás leído mi último libro?.".

La pelimorada miró sorprendida y se quedo estática, levantó la mano para que Kaneki se acercara.

Rize volteó a verla antes de ponerse de pie—.¿Entonces no lo vas a intentar?...veo que tu kagune es muy fuerte, quizás podrías lograrlo—Acto seguido la chica puso su muñeca cerca para siguiera bebiendo.

—¿Por qué…?

—Porque se que es beber esa mierda de veneno, no es muy agradable morir de esa forma.

Eto alejo la muñeca de Rize con su única mano, sorprendiendo a la glotona.

—No, márchate y no digas nada…yo ya hecho suficiente—Dijo Eto deteniéndole la mano a Rize.

—Pero…

—No.

Cuando Kaneki se acercó a ellas dos, Eto cerró los ojos su respiración cada vez era más lenta cómo cuando los animales fijen morir para poder protegerse. Sin ver la expresión de asombro de Rize al ver al medio ghoul.

Luego de que Kaneki y Rize se abrazan por encontrarse de nuevo, él al ver la escena solo pudo preguntarle a Rize porque estaba con ella, queriendo saber las razones de porque tenía la muñeca ensangrentada. La glotona solo explicó que había olido el veneno para ver de quien se trataba.

—Pero está muerta…pereció por veneno. —Explicó la pelimorada.

Hubo un silencio extraño por un segundo, hasta que escuchó cómo los dos juntaban las manos (quizás a modo oración), sin saberlo ambos de rodillas a lado de ella, para luego alejarse mientras hablaban entre ellos aumentando la velocidad de sus pasos, solo pudo entender que necesitaban irse y que los demás ya los estaban esperando.

Eto abrió los ojos al ya no escuchar ningún sonido vivo o artificial, sintió en lo que pensó en "sus últimos momentos" un extraño calor que provenía de su pecho hacía sus extremidades que le era placentero, quizás su cerebro se estaba quedando sin oxigeno y estaba en un extraño éxtasis por la falta de aire, tanto así que sintió cómo los dedos de sus pies le cosquilleaban y las ambas manos le temblaban.

—Que extraña sensación…

Recordó el último autógrafo que dio, que precisamente era para la glotona que esperaba que allá cumplido su petición. La firma decía:

"Para Rize, una linda y desafortunada chica, arráncale la cabeza al sujeto que te regale este libro. Atentamente, Takatsuki Sen".

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Luego de haber escapado de la prisión con Anteiku y algunos ghouls, se habían refugiado en el café Re:. Rize Había encontrado a su padre en la planta baja del pequeño edificio, en lo que parecía ser un cuarto de lavado donde se estaba lavando la cara por la sangre ajena y propia de las múltiples manchas que cubrían la piel tostada frente al espejo con una pequeña tina de agua, notando que tenía el cabello suelto, pero el corte era asimétrico, el lado derecho era más largo que el lado izquierdo que llegaba a la línea de la quijada como una línea diagonal.

—¿Con que así te dejo Arima? —Preguntó Rize a la entrada del cuarto.

—No, fue un corte limpio, pero intente emparejarme el pelo solo antes de ir por ti a kokuria—Su padre se volteo para verla.

Rize miró extrañada a su padre, para luego sonreír ligeramente divertida por la idea del cabello.

—¿Quieres que te ayude? Fueguchi-chan se cortó el pelo y le pedí las tijeras prestadas—Ella sonriendo le mostró las tijeras a su padre esperando que pudiera le dejara ayudarle.

—Está bien—Su padre se sentó en una silla de plástico que estaba por ahí, le quedaba pequeña ya que sus enormes piernas sobraban bastante del asiento pequeño.

Ella comenzó a cepillar el cabello de su padre con los dedos, Rize desenredaba las hebras de pelo oscuro sin que él se quejara si llegara a tirar del pelo, mojó los mechones negros e irregulares con el agua que había sacado del lavabo del cuarto, cuando estuvo "decentemente desenredado" la melena asimétrica, comenzó a cortar los mechones más largos con la tijera por los hombros con cuidado, pidiendo a su padre que no se moviera. Se quedaron en silencio hasta que ella recordando que no había tenido una conversación real con él en bastante tiempo, dijo la única frase que se le ocurría en ese momento.

—Lo siento por todo…—Dijo Rize sinceramente dejando de cortar el cabello por un momento.

Su padre se quedo callado sin voltearla a ver. Rize recordó que aunque estuvieron dos días juntos, no habían conversado realmente, ella había despertado de su larga hibernación, la adaptación al movimiento de caminar le había sido extraña, de comunicarse decentemente era algo lejano para ella en esos dos años, su estadía en kokuria fue lo que a la fuerza la hizo reaccionar y adaptarse de manera violenta. Ella siempre quiso volver a ver a su padre, aunque no compartieran ni una pizca de ADN.

Su padre solo suspiro profundamente—.Lo sé Rize.

—Pudiste haberme dejado por el camino, con el desastre que deje y por mi causa estuviste en kokuria, puedes dejarme ahora…—Ella termino de cortar el cabello dejándolo parejo. No quería realmente el rechazo de su padre, pero ya había pasado muchas cosas por ella, no quería otro eslabón en la cadena que llevaba para irse al infierno por sus propias acciones. Bajo los párpados con tristeza, a fin de cuentas ellos dos no compartían sangre.

—No—Y él se volteo para verla poniéndose de pie—,cuando te ofrecí el apellido Kamishiro no era un simple contrato, lastima o cortesía, te crié por decisión propia y no me he arrepentido ni un solo día desde entonces.

Ella solo vio a su padre sorprendida, cerró los ojos fuertemente con lagrimas en los ojos tapándose la boca, mordiéndose la lengua, no quería llorar. Por más que aguantara no quería verse débil frente a él, quería verse fuerte frente su padre.

Shachi solo la abrazó y ella le correspondió.

De todos los hombres que Rize conoció en toda su vida, si ella tuviera que pedir a quien ver antes de que le abrieran las puertas para irse al infierno, pediría ver a su padre…era un vinculo extraño (a fin de cuentas él la crió), pero alguna vez su padre le dijo que ella si lo decidía podía tomar el mismo camino que él, podía darle el apellido Kamishiro a alguien más…experimentando ese vinculo.

Luego de calmarse, Rize más tranquila le sugirió a su padre si podía sujetarle el cabello, Shachi no se negó a tal sugerencia. Termino por amarrárselo como un pequeño tomate medio alto, cuando él se vio en el reflejo de la ventana, pareció aprobar el peinado.

—¿Qué opinas? —Preguntó Rize.

—Un poco Hollywood, como Seiji Miyaguchi

—¿Quién? —Ella preguntó curiosa, sin saber a quien se refería su padre.

—De la película de Shichinin no samurai*.

Rize se quedo callada al no entender de que pelicula le estaba hablando su padre, mientras que Shachi hizo la misma expresión de desconcierto como cuando la encontró de niña y ella no sabía que significaba la palabra mozuela.

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El reloj indicaba las 12:20 de la noche y el calendario 20 de diciembre del 20XX.

Luego de que Rize le cortará el pelo a su padre, por el escape sangriento de hoy, conciliar el sueño iba a ser más que difícil, camino a la azotea por las escaleras de donde estaban refugiados para despejarse, traía un abrigo puesto sencillo de hombre cubriéndose la cabeza con la capucha y usaba un cubre bocas desechable.

Ya no podía mostrar su rostro en público jamás, hasta que la situación cambiara.

La nieve comenzó a manifestarse como una suave lluvia blanca, iba a darse la vuelta al contemplar tal fenómeno del clima, pero vio a alguien sentado al filo de la azotea cubierto con una gabardina larga y tenía el pelo blanco.

"¿Qué hace Kaneki aquí?". Se preguntó Rize.

Camino sigilosa como un gato hasta estar detrás de él (no habían conversado desde que escaparon), pero Kaneki no volteo a verla, como si estuviera en trance o ella fuera muy silenciosa. Posó su mano en el hombro del ghoul híbrido haciendo que él diera un respingo volteándose asustado (en guardia).

—¿Qué haces aquí?—Preguntó ella.

—Solo reflexiono con lo que paso hoy…es increíble que saliéramos con vida a pesar de todo—Él tardo en contestar un momento.

Rize suspiró, pensando en la muerte de su medio hermano Arima y el desconcierto de su situación con Furuta.

—Entiendo…—Rize se sentó a lado de Kaneki guardando la manos en los bolsillos del abrigo.

—¿Y tú por qué estás en el tejado…?—Preguntó Kaneki con curiosidad.

—Por lo mismo que tú—Rize volteó a verlo con una sola incógnita en mente—…Necesito saber algo, ¿Qué te hizo cambiar de opinión? Cuando me dejaste con Fueguchi-chan y peleaste con Arima…¿por qué quisiste volver?—Preguntó Rize.

Kaneki la miró sorprendido, casi sin pestañar, por un momento ella se arrepintió de preguntar, pero necesitaba saberlo, saber el porque desistió su sacrificio/suicidio. Quería entender sus razones por seguir viviendo en el mundo incorrecto y retorcido al que se habían encaminado.

—Cuando estaba peleando contra Arima me sentía lleno de adrenalina, no sentía dolor al pelear, pero por un momento tuve la sensación que ya no iba a regresar, en ese instante recordé lo que me dijiste y recordé a un amigo mío…

—¿En serio, quién? —Ella preguntó interesada.

—Hide…tuve una especie de alucinación cuando lo vi, me dijo que también viviera, algo parecido a lo que me dijiste cuando nos encontramos en el escape.

—Que alivió—Rize solo sonrió, para luego suspirar aliviada—.Me encantaría agradecerle un día.

Kaneki se quedo mudo, lo cierto es que su amigo había "fallecido" hace tiempo. Hoy quiso morir, quiso sacrificarse cómo Hide, pero ¿de que hubiera servido el sacrificio de su amigo si él hubiera muerto hoy?. Las lagrimas aparecieron en los ojos de Kaneki.

—¿Qué sucede? —Preguntó Rize preocupada acercando la mano derecha al rostro de Kaneki para acariciarle el rostro, recogiendo algunas lagrimas. El rostro de Kaneki estaba frío a comparación de sus manos que estaban tibias y ligeramente rojas.

—Él murió hace tiempo por mi culpa, se sacrifico por mi—.Él volteó el rostro para apartar la mirada, girando el cuerpo, como si le diera vergüenza ese terrible secreto.

Y ella de forma silenciosa, simplemente lo abrazó por la espalda pasando los esbeltos brazos sobre el pecho de Kaneki. Él se quedo inmóvil sintiendo cómo el calor de Rize era reconfortarle sobre la espalda.

—Lamento oír eso…—Ella recargo su mejilla en el hombro de Kaneki.—No soy exactamente la mejor persona para consolar, pero…

—…Gracias—.Kaneki acarició las manos de Rize relajándose entre los brazos de la pelimorada, dejando que ella lo abrazara.

Se quedaron un momento en silencio, él más calmado cambió el tema para preguntarle cómo había escapado de Arima. Rize se soltó poco a poco de él, volviendo a sentarse a su lado, ambos más juntos por el frío de la noche; Ella terminó contándole la conversación que tuvo con Arima cuando la dejo escapar, que le menciono que quería su libertad porque aunque fuera una última vez quería ver a su padre, aun si eso significara que Shachi la rechazara.

—¿Qué fue lo que le dijiste a Arima? —Preguntó Kaneki.

—Le dije…que él jamás entendería que era el sentimiento de un padre para proteger a su peligrosa hija y me dijo que yo me equivocaba, que él lo entendía, pero no tengo idea a que ser refería con eso.

Kaneki se quedo callado, pero miró al ciudad dormida que apenas comenzaba a cubrirse por la nieve, recordando su batalla con Arima, en donde a pesar de haber peleado cómo un demonio, su maestro (su abstracta figura paterna) se había sacrificado. Quizás le había tenido clemencia a Rize por su lazo de familia.

—Quizás él quiso protegerte…tú y él compartían sangre—Dijo Kaneki.

Rize lo miró como si no creyera en sus palabras, suspiró derrotada mirando el cielo nocturno.

—Quien sabe, a pesar de compartíamos sangre eso no nos hacía familia, nunca lo conocí muy bien, huí a una edad temprana del clan cuando mi padre me adoptó…pero por lo que veo tú lo conocías mejor que yo.

—¿Tú crees?

—Si—Ella sonrió ligeramente.

—Bueno él me dijo que siempre odió el trabajo del CCG, le gustaban los libros y otras cosas—Kaneki sonrió melancólicamente.

—Haces que él suene cómo una persona normal—Ella se empezó a encoger por el frío—,al menos no me quitó a mi padre aquella noche que fui capturada.

—¿Y tu padre está bien?

—Si, de hecho mi padre me dijo que planea que él y yo nos vayamos de Tokio, su único objetivo era recuperarme para que ambos escapáramos juntos, así como yo de escapar de kokuria…

Kaneki se sorprendió abriendo ligeramente la boca, pero si lo pensaba, él no tenía nada que ofrecerle a Rize para que se quedara, no podía darle un refugio estable, porque tendrían que trasladarse para no ser detectados, tendrían que esconderse y comer de los cadáveres (porque no quería que más personas fueran asesinadas), ella en su estado de salud impredecible por los estragos de su tortura no sabía que tanto aguantaría más, si Rize se marchaba quizás estaría a salvo, pero no podría saber cuando la volvería a ver y eso lo dejaría triste.

"¿Y si esta es nuestra última conversación?". Pensó Kaneki.

—¿Tú quieres marchar con tu padre? —Preguntó él.

—No.

El ghoul de un ojo parpadeo confundido con esa respuesta—.¿Por qué?

—Me gustaría que mi padre estuviera fuera de combate, él a pesar que es muy fuerte, ya no es como cuando tenía 30 años, mi padre a duras penas escapo de Arima y temo que su corazón no aguantara otro enfrentamiento que lo dañe seriamente. Yo por mi parte no quiero esconderme de Furuta, y tampoco quiero que tú lleves todo el peso sobre tus hombros, tu deseo de paz entre ghouls y humanos es mi deseo de libertad, mientras Furuta viva, que yo esté escondida o no eso no me garantiza nada.

—Sera peligroso si te quedas a mi lado.

—¿Y de verdad quieres que me marche? —Ella le sonrió astutamente ladeando la cabeza quitándose un momento el cubre bocas.

—No…—Él se sonrojo con cierta vergüenza.

—Entonces ya no trates de detenerme, se que seré terca, pero siempre se exactamente lo que quiero—Ella le sonrió, a pesar de todas los problemas ocurridos, ella sonreía con cierto optimismo.

Y él como siempre no puedo evitar de sonreír con ella. La esperanza es lo último que muere, ¿no es así?

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Notas finales: Hola queridos lectores, ya tenemos capítulo (por fin) y debo confesar que pudo haber terminado aquí la historia; No se si esta nota tiene sentido, pero me explico, originalmente esta historia iba a abarcar solo el arco de kokuria ya que para mí es uno de los mejores de TG:Re, la historia originalmente iba a ser una historia d capítulos en pequeñas viñetas del cautiverio de Rize en kokuria con su relación con Kaneki como el cegador negro, pero luego comencé a hacer los capítulos más y he aquí el resultado, por lo que creo que si le daba un final hasta este capítulo iba a quedar como inconcluso o en "tierra de nadie", así que decidí que voy a abarcar los arcos que siguen hasta el final de Tokyo Ghoul:Re (que creo que es el capítulo 178 o 179 una cosa así.), además tengo varias ideas en mente para lo que sigue, ojalá les guste lo que viene a continuación. Espero no meterme en la camisa de once varas (pfff…¿F?)

Agradezco de corazón a quienes leen y comentan esta historia, me han animado bastante a dar una mejor calidad en cuanto a la estructura de esta historia e intentar no tardarme tanto en actualizar, amo leer todos sus comentarios que son los que más me animan (lloro de felicidad). Un abrazo.

*Película de los siete samuráis. Una película en blanco y negro japonesa un tanto vieja. Son básicamente siete samuráis que aceptan a ayudar a un pueblo medio pobre que es amenazado por una banda de delincuentes que les quitan la comida y los amenazan con la muerte si cumplen con sus exigencias. Una película llena de acción, honor y heroísmo. La película se estreno en 1954.

Nos vemos hasta el siguiente capítulo, les deseo a todos un bonito día/tarde/noche. Sayonara.