La teoría del caos

Capítulo 13: Vistiendo camuflaje y recuerdos del ayer.

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Enero.

Rize miraba el cielo boca arriba en el techo de un edificio sobre una colchoneta improvisada, faltaban poco para el amanecer, veía el baho de su aliento por el frío de la temporada. Desde que sobrevivió al escape de kokuria se había integrado (junto con su padre, quien era un lobo solitario) al frente unido de los ghouls o cabra como Kaneki lo nombró, cada día más los rumores de corrían de dicha organización y más gente se unía. Usando diferentes refugios evitando llamar la atención demás, como edificios abandonados o instalaciones prestadas por las conexiones de Shuu Tsukiyama de quien tenía vagos recuerdos (aunque no recordaba porque el ghoul gourmet la miraba con cierta desaprobación, solo había cierta cortesía formal entre ellos, "Poca cosa, no debe ser importante" Pensó Rize).

Recordó la conversación que tuvo con su padre luego del escape de kokuria, quien la cuestionaba por la decisión de quedarse en Tokio luego de lo sucedido. Cerró los ojos recordándose todos los días esa conversación, la razón de seguir en busca de la libertad, pagando y obteniendo otras cosas por tal costoso propósito a su manera.

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20 de diciembre 20XX

—Una vez que la marea esté tranquila, partiremos—Dijo Sachi antes de que él se retirara a descansar.

Ella se quedo sorprendida por esas palabras mientras tomaba su cubre bocas para salir de la azotea con el abrigo ya puesto, negó con la cabeza. —No pudo partir de Tokyo.

—¿Por qué? —Dijo su padre frunciendo el seño mirándola como si hubiera perdido la razón, cruzándose de brazos.

—Necesito quedarme, las personas que me hicieron esto a mi y a Kaneki siguen allá afuera.

—Ellos creen que estas muerta, no dejaré que te vuelvan a dañar, ¿sabes todo lo que sufrí cuando estuve encerrado o cuando te vi en tu estado luego de tu secuestro?; ¿Sabes cuanto tiempo estuve conteniendo mi rabia y mi preocupación? por no poder verte cuando te quedaste con Anteiku o cuando escuchaba tu nombre entre la gente del aogiri siendo todavía un objetivo.

Ella no pudo contestar, se quedo sorprendida, pero solo negó con la cabeza en respuesta a su padre.

—Si quieres vengarte no te quedara nada al final, yo me encargare de eso—Continuó Sachi.

—No, yo me metí en este problema sola, quiero encargarme por mi cuenta…además no solo es por "vengarme" es porque no quiero que Ken llevé ese peso solo.

—¿Eh?, él niño de un solo ojo, se que tiene tu kagune, pero ¿qué tiene que ver con este asunto?

—Yo lo ataque la noche que hubo el accidente de las vigas de acero…—Ella apretó los puños y mordiéndose los labios—.Jamás te lo conté pero así fue como me capturaron, él era mi presa, durante la cacería Furuta Nimura provocó que unas vigas me cayeran en el cuerpo para que pudieran capturarme y llevarme con el Doctor Kanou, Ken fue involucrado cuando le trasplantaron parte de mis órganos y lo infectaron…él a pesar de todo me ayudo en mi cautiverio en kokuria.

Sachi sorprendido se quedó callado un momento, meditando con los ojos cerrados y los brazos cruzados, suspirando cansando, entendiendo que lo terca que era su hija probablemente lo había aprendido de él.

—¿Sientes que le debes algo a él? —Preguntó Sachi ya con los ojos abiertos.

—Podría ser…—Rize se sonrojo, mirando hacia la izquierda, haciendo que su padre la mirara con curiosidad levantando una ceja—,pero yo quiero permanecer aquí, aunque me aterré volver a ser capturada no voy a permitir que esas personas lo vuelvan a hacer.

Su padre también tomó su decisión. —Muy bien, pero ni creas que me iré de tu lado, yo tengo cuentas pendientes con los que te hicieron esto.

—Gracias padre—Ella sonrió cálidamente, haciendo que su padre inevitablemente le acariciara la cabeza revolviéndole el pelo como cuando era niña.

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Ella abrió los ojos saliendo del recuerdo. La situación se había vuelto incierta, pero se sentía al mismo tiempo cierta esperanza, todo un caos si le preguntaran a ella. Con el pasar del tiempo más gente se unía a la causa de obtener la libertad por el descontrolado y nuevo CCG, donde seguía siendo gobernado por algún Washuu digno sucesor de los asesinos que la trajeron la vida a ella, "Y la madre de Kishuo, de Nimura, a la mía, quienes ya llevan muertas un tiempo…y probablemente a las madres de los tres niños del Jardin del sol blanco que nunca había visto antes". Pensaba Rize, se alegraba que Furuta pensará que estaba muerta, pero apostaba que quería la cabeza de Kaneki para "vengarla".

Sonrió con amargura con ese pensamiento. "Tú Nimura vengándome…solo cuando la situación lo amerita te quieres volver a mi favor".

Los colores del cielo pasaron a transformarse de azul oscuro, azul claro para luego ver los tonos naranjas y amarillos que se asomaban de poco a poco, fascinándose en silencio por tal espectáculo natural, había pasado tanto tiempo en la sombra que hasta soñaba que si la luz directa del sol la tocara esta la dañaría. Se acostó en posición fetal para levantarse de poco a poco quedando sentada. Había escuchado como alguien abría una puerta para ingresar al techo.

—Buenos días—Ella dijo al ver a Kaneki.

El ghoul de un ojo le sonrió a lo lejos y avanzo para sentarse a lado suyo contemplando el sol naciente junto con ella—.Buenos días, siempre te levantas temprano.

—Costumbre de kokuria.

El sol estaba ya estaba presente. Ambos miraban como de poco a poco la ciudad frente a ellos despertaba, lo que significaba que ellos (pero más ella) tenían que refugiarse sin que la luz del sol los descubriera porque había un costo elevado por las cabezas de ambos.

—Escuche que la recompensa por información tuya subió de precio y eso que solo han pasado unas cuantas semanas desde la fuga…—Dijo Rize mirando a Kaneki esperando que él luciera preocupado por tal noticia, sin embargo él tenía un semblante tranquilo. Escondía o se llevaba muy bien con sus demonios para evitar que el miedo o la rabia se manifestara.

—Lo sé—Contestó Kaneki.

—¿Y es seguro confiar en aquel grupo que conociste "la rueda"?

—Si, de hecho ellos pueden hacerte un radiografía y un examen, desde que perdimos contacto con el doctor de kokuria temo que algo más este nadando en tu sistema.

La rueda era un grupo que quería ser pacifista con los ghouls y ofrecieron tratar a la agente Akira Mado que estaba en situación critica por tener un exceso de células RC en su organismo cuando intentaron curarla de sus heridas, era alguien que Kaneki apreciaba, una colega que había sido considerada traidora por defender a un medio ghoul peligroso producto de los experimentos de Kanou en la isla de Rue.

—No he tenido síntomas de envenenamiento—Ella suspiró sobándose el cuello—.Pero aún me siento incomoda de la espalda baja cuando usó mi kagune, supongo que podría dejar que chequen, pero detesto las manos enguantadas y frías de los doctores, aunque tú también deberías hacerte un chequeo, te ves algo agotado desde que salimos de kokuria.

El negó con la cabeza sonriendo, apretando ligeramente las manos manteniéndolas quietas—.Yo estoy bien.

Y Rize no supo si creerle al 100%, podía ver desde que pasaban el tiempo con más frecuencia sin hablar con temor a ser vistos o con un cristal entre ellos dos, observaba que él era una persona que se sacrificaba demasiado, dejándose a él en último lugar y eso tarde o temprano le cobraría factura en su cuerpo o su mente. Ella tomó el rostro de Kaneki con una mano suavemente para mirarlo fijamente a los ojos mirando con atención, buscando en esos ojos grises lo que no podía decirle con palabras.

—¿Qué pasa? —Preguntó Kaneki.

—¿Puedes prometerme que si algo malo te está pasando me lo contaras?

Él tardo en responder, evitando su mirada por un momento, para después verla y tomarla del dorso de la mano. —Lo prometo, pero ¿puedes prometerme lo mismo? No quiero que te pasé algo grave como en kokuria.

—Lo prometo.

Ambos se pusieron de pie y caminaron de nuevo dentro del edificio, ocultándose de la población y de las palomas, como si fueran animales nocturnos. Bajando las escaleras para ir a lo más bajo del mismo edificio, Rize rompió el silencio.

—¿Ken, puedo pedirte algo un poco fuera de lugar?

Ambos se detuvieron en el un pasillo amplio antes de bajar el siguiente piso. Kaneki la miró con curiosidad sin saber de que iba dicha petición.

—Si, claro—Él contestó.

—¿Puedo ver como es tu kagune?...ha pasado un tiempo y la última vez cuando estábamos en kokuria lo que vi no era como el mío.

Él solo asintió la cabeza extrañado por tal petición—.Está bien.

El kagune de Kaneki se activo a petición de la pelimorada, una de sus extensiones salió a la luz que contaba como varias garras y bocas con dientes formados, una metamorfosis caótica a comparación del de la dueña original que era como un pétalo de flor de infierno, él tenía cuidado ya que era un espacio un tanto reducido, pero lo suficiente grande para que ella viera con claridad.

—Es raro verlo de cerca…es tibio—Dijo Rize fascinada, se atrevió a tocarlo con la punta de los dedos.

Kaneki sintió los pequeños dedos de Rize que tocaban la superficie de su kagune como si ella fuera una pianista, era interesante que a pesar de solo utilizarlo en batalla olvidaba que era una extensión de su cuerpo y que por lo tanto el toque gentil de la chica mandaba impulsos eléctricos a su cerebro, que hacían que sintiera un escalofrío por la espalda por la información que su mente transmitía a su cuerpo, era una sensación extrañamente placentera.

—Es tu kagune al final Rize, solo que ha pasado mucho tiempo cuando se transformo.

—Este ya no es mío, es tuyo—Respondió Rize ahora pasando la palma de manera más confiada, sin miedo, pasando por las garras y las partes que parecían tener más vida—.Pero a pesar de todo lo que ha pasado, me alegra de cierta forma que el kagune esté contigo…se que no pediste este poder, pero me impresiona y me alegra lo bien que lo manejas.

Rize sonrió cálidamente, haciendo que Kaneki se sonrojara, una de las bocas del kagune sacó la lengua y como si fuera un animal lamio la mejilla de Rize haciendo ella exclamara sorprendida sosteniéndose la mejilla, volteando el rostro para luego mirar a las fauces del kagune. Él apartó su kagune avergonzado por lo que había hecho (inconscientemente) su arma biológica mientras ella lo miraba pidiendo silenciosamente una explicación.

—Te juro que no se que pasó, no era mi intención—Él se justifico con vergüenza, rogando en su mente que ella le creyera o que no se molestará.

Pero Rize no lucía molesta o asustada, solo sorprendida con las mejillas ligeramente rosas preguntó—¿Planeas comerme…?

—Por supuesto que no—Contestó Kaneki haciendo que las emociones fuertes hicieran que su kagune rozará fuertemente con una de las paredes creando una pequeña grieta.

Él desactivo su arma biológica suspirando, para bajar nuevamente las escaleras con la pelimorada quien no dejaba de verlo con curiosidad.

Menos mal que las ventanas estaban cubiertas con varias capas de periódico y donde estaban era un lugar abandonado, ya que hubiera sido desastroso si alguien hubiera visto aquella escena con ellos dos.

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Faltaba poco antes de que cayera la noche para algunos miembros de cabras fueran a su encuentro con el grupo la rueda para que examinaran a Akira Mado. Iban a ir en tres grupos para evitar llamar la atención. Kaneki observaba como sus amigos y compañeros se preparaban para salir, todos con los rostros y las cabezas cubiertas, por suerte al ser invierno la mayoría de la gente en las calles estarían en las mismas condiciones que ellos para no levantar sospechas.

El primer grupo él lo lideraría junto con Tsukiyama y Nishiki, en medio estarían Banjou y Takisawa cuidando a la Akira quien iría cargada a modo nupcias bien cubierta y por último Rize y Hirako en la retaguardia. No podían ser más ya que corrían el riesgo en llamar la atención.

Antes de partir él notó a la distancia como el padre de Rize le daba algo a la peli morada un objeto del tamaño de la palma de la mano que no podía identificar cubierto con un simple pedazo de tela mientras le daba algunas instrucciones, Rize asentía y se ponía en la punta de los pies para alcanzar el rostro de su padre y acariciarle la frente, Kaneki no podía escuchar lo que ambos Kamishiro se decían, pero apostaba que eran palabras de tener cuidado y regresar con bien (lo cierto es que si veían a Sachi Kamishiro se corría el riesgo de que alguien lo reconociera e intuyeran que Rize lo acompañaba echando a perder la cuartada de ella estaba muerta).

Kaneki se acercó llamando la atención de Rize. Ambos padre e hija interrumpieron la conversación cuando él se integro en la escena.

—Ya es hora—Dijo él tranquilamente.

—Si—Rize asintió y se guardo lo que su padre la había dado en su sudadera un taser que era una pequeña pistola eléctrica fácil de usar. Acto seguido ella se puso ajusto el gorro de la sudadera y se puso un cubre bocas para poder salir encubierta.

—Volveremos—Dijo Kaneki mirando a Sachi Kamishiro quien lo miraba exceptivo, pero solo asintió con seriedad sin contestarle nada realmente. Recordando que luego del escape de kokuria, Rize lo presentó con su padre este a su vez solo le hizo una reverencia dándole un simple "Gracias por ayudarla" sin decir nada más, él no supo que contestar cuando vió a Sachi Kamishiro, Rize le había dicho que su padre era un hombre de pocas palabras…además habían peleado hace años cuando asalto kokuria estando en su metamorfosis del ciempiés, así que no tenían muchas palabras que decirse.

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Finalmente todos caminaron juntos para irse separándose de poco a poco para que no los vieran como una pequeña multitud.

—¿Nerviosa? —Preguntó Kaneki a Rize quien se ajustó más su cubre bocas y verificaba si su taser estaba en su lugar.

—Un poco, es solo hace mucho que no caminó por estas calles—Rize contestó.

—No te preocupes el viaje será rápido.

Ella solo asintió. Cuando llegó el momento de separarse para que el fuera a la cabeza del grupo, Rize lo tomó por un instante de la mano dándole un pequeño apretón, fue algo efímero al instante, en el momento que él volteo a verla Rize le daba la misma mirada cuando se separaron antes de que el peleara por última vez contra Arima, eran los mismos ojos.

Solo vuelve con vida

"No planeaba irme a la otra vida…" Kaneki pensó sin contestarle, creyendo por un momento que ella le leía la mente.

—Buena suerte—Dijo ella.

—Tú también…

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Habían llegado a las instalaciones de la rueda. Había pocas personas rondando el edificio, por lo que (en teoría) era un lugar seguro.

Una vez que fue evaluado el caso de Akira Mado, fue el turno de Rize para ser examinada por los médicos de la rueda. Kaneki estaba a su lado, mientras unas cuatro personas (todos estudiantes de medicina) hablaban con ella. Rize estaba sentada en sobre una camilla de un extraño cuarto que parecía un pequeño consultorio improvisado. Kaneki les había explicado como había sido la operación improvisada para extraer el aparato de tortura semanas atrás.

Los cuatro individuos hombres y mujeres todos con batas blancas y ropa de civil parecían fascinados al escuchar su caso. Ella al principio se sentía como un espécimen raro hablando de su dolencia de la espalda baja con la activación de su kagune y la experiencia que tuvo con el veneno. Por supuesto no hablaba demás solo contestan las preguntas como si fuera un examen medico "normal", mientras los médicos anotaban cada una de sus palabras en libretas.

—¿Ha tenido últimamente dificultad para respirar, escalofríos o se ha sentido débil?—Preguntó una de la estudiantes de medicina.

—No—Rize negaba con la cabeza con pequeños recuerdos de su estancia en kokuria.

—¿Vómitos, nauseas o dolor abdominal? —Preguntó otro.

—Los tuve el mes pasado, pero ya no he sentido nada parecido…solo el dolor en la espalda baja.

—¿Nos permitiría hacerle una radiografía y un examen de sangre?

—Está bien—Rize contestó con algo de duda, odiaba las pruebas medicas.

La dirigieron a otra sala sin que Kaneki pudiera entrar, ya que por "protocolo" solo se permitía un medico y paciente en la aquella sala, él la reconfortó tomándola del hombro antes de entrar sonriéndole, ella le correspondió la sonrisa mientras se adentraba a tal prueba medica.

Quien entró con Rize era una de una de las estudiantes de medicina que le pidió amablemente que se acostara en una cama metálica, pero tuvo que pedirle que por favor se quitara la ropa y se pusiera una bata medica que conocía muy bien. Por un momento la ghoul se asustó con la idea, ella odiaba los hospitales, las pruebas, el frío de las salas. Cuando estuvo lista Rize se acostó en aquella placa metálica vestida de manera parecida a su estadía en kokuria quedándose quieta y ansiosa por aquellos minutos en donde la maquina escaneaba su cuerpo.

Al terminar y estar vestida, la chica que le hizo la prueba le preguntó con inocencia:

—¿Es la primera vez que te haces un examen de este estilo, no es verdad?

—La verdad es que no…—Contestó Rize saliendo de la sala sin querer hablar del tema, solo quería irse.

No tenía ni un solo rastro de metal según sus radiografías, por lo que el dolor debía ser por daño que había recibido su kagune, ellos no sabían que recetarle o que tratamiento darle, solo le pidieron que "descansara" y esperara a que el cuerpo sanara por si mismo (ya que en teoría su kagune se recuperaría solo). Para finalizar aquella visita le tomaron una muestra de sangre con el cuchillo especial que robo en kokuria que guardaba en sus pantalones (sorprendiendo a todos, incluyendo a Kaneki que cargara con semejante arma). Esta prueba tomaría tiempo, pero ellos acordaron darle el resultado cuando Kaneki volviera con cierta "medicina" que ocupaba la investigadora Akira (quien se quedaría en la Universidad para que fuera vigilada).

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Terminaron aquella visita antes de las diez de la noche y se fueron en el mismo orden en el que se fueron. Rize y Hirako fueron los últimos en salir mientras seguían a los demás a la distancia, el camino fue silencioso para ambos, aquel investigador la miraba de vez en cuando con cierta curiosidad sin haberle, ella también lo observaba ya que sabía que era antiguo compañero de Arima e instructor de los tres niños del sol blanco que estaban casi siempre con él. A la mitad del camino, pasaron a lado de dos palomas haciendo que una de ellas se detuviera y los empezaran a seguir la distancia, ambos notaron que los empezaron a seguir temiendo que hayan reconocido a Hirako.

—Nos están siguiendo—Dijo Rize sin mirar a Hirako, comenzando a caminar más rápido.

—Adelántate y espérame en el edificio que está cuatro calles después del café Re:, es el único que no tiene las luces encendidas.

—¿Qué? ¿y si te alcanzan? —Preguntó ella sorprendida.

—Hablare amablemente con ellos, ve y no se te ocurra mirar atrás, no deben saber que vamos juntos—Hirako tomó con discreción un arma que estaba debajo de su gabardina. Debía ser un arma compacta ya que ella se sorprendió de que estuviera armado.

Rize se adelantó mezclándose entre varios callejones mirando a todos lados que no la siguieran con discreción, se mordido la lengua esperando a que Hirako no lo hayan reconocido. Se mezcló con una ola de gente a pocos minutos de su destino.

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Mutsuki tenía un vació desde la misión de la isla de Rue. Habían vuelto de su misión sin poder tomar descanso por la infame noticia "Haise Sasaki provocó una fuga en kokuria y asesino a Arima Kishou". Desde que volvió en una sola pieza con el equipo Quinx y sus compañeros del CCG la noticia del asalto de kokuria el 19 de Diciembre los dejó destrozado de distintas formas. Por su parte sintió tristeza, desesperación y rabia, que la manifestaba en sus entrenamientos, en sus cacerías, en su manera de alimentarse, en la privacidad de su tiempo libre. Nunca enfrente del equipo Quinx (fingiendo una sonrisa triste), siempre en solitario como cuando asesino y desfiguro a Torso.

Había pasado a la cafetería Re: al menos unas tres veces desde la noticia y nunca encontraba nada nuevo, la única empleada de cabello azul que siempre decía lo mismo cuando visitaba el café "No he visto al investigador Haise Sasaki", y aunque Mutsuki haya tomado un cabello que notó en la mesa cuando se retiro la camarera, su suposición de que ella era a quién veía Haise a escondidas terminaba en un callejón sin salida por falta de pruebas, pero intuía que esa chica tenía algo que ver con la desastre que provocó su sensei.

Era la cuarta vez que pasaba hacía el café Re: sin compañía de los demás Quinx, caminaba por la calle vistiendo su uniforme cuando paso por la ola de gente alrededor de las diez de la noche cruzando un cruce de peatones. De repente detecto un leve aroma conocido cuando choco con una persona, fueron apenas 4 segundos, se detuvo y vio a dicha persona con una sudadera negra encapuchada, no sabía si era hombre o mujer por las ropas grandes, tampoco alcanzo a ver su rostro, esta persona se dirigía de manera opuesta al café.

"¿Sensei…?". Mutsuki comenzó a seguir a dicha persona entre la multitud intentando alcanzarla. El semáforo se puso en "ALTO" para los peatones y fue la última persona en cruzar. Caminaba en la acera acelerando el pasó siguiendo a la persona encapuchada chocando con mas personas quienes miraban con fastidio que no pusiera atención, pero necesitaba tomar del brazo a esa persona, estiró la mano tomando del brazo a aquella persona misteriosa jalándole la sudadera del codo. La persona instintivamente se detuvo y se giró rápidamente (la había asustado).

—¡¿Sensei?! —Tooru dijo inconscientemente antes de que su cerebro entendiera la información que sus ojos percibían, porque esa persona no Haise Sasaki, para empezar era una mujer.

"¿Me equivoque?". Pensó con angustia y confusiónMutsuki.

La mujer que había detenido cubría parte de su rostro con un cubre bocas blanco y usaba el gorro de la capucha por lo que el pelo no se le veía, debía tenerlo bien amarrado o cubierto ya que ni siquiera se veía si tenía flequillo o no. Las ropas eran las de cualquier civil, pero a ella parecía que le quedaran grandes, como si fuera una chica disfrazada de hombre.

—Te equivocaste de persona—Dijo la mujer con neutralidad soltándose de su agarre, caminando de nuevo a pasó más apresurado sin correr, perdiéndose entre la multitud.

Mutsuki siguió caminando intentando buscarla, pero esta chica se metió en un callejón oscuro entre dos edificios y cuando llegó a dicho lugar no vio a nadie, el rastro terminaba ahí. Luego de explorar el callejón se retiro sin poder captar más el aroma caminando de nuevo a paso veloz de nuevo a casa de Quinx con la sensación que había captado ese olor antes. Con la sensación de que por un momento había perseguido a un fantasma.

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Rize veía desde la escalera de incendios del edificio donde se había escondido luego de que aquella paloma la siguiera. Había usado su kagune como cuerda de seguridad por pocos segundos, por suerte ella no pesaba tanto y escalera aguantó lo bastante para que no la detectaran. Había tirado un gorro de lana que le cubría la cabeza detrás del bote de basura del callejón esperando que la paloma pensara que su aroma terminaba ahí. Suspiró aliviada, quedándose un momento hasta que sintió que era seguro.

Por suerte ya estaba bastante oscuro para que la vieran, luego de unos minutos bajo las escaleras y fue por su gorro sacudiéndolo bien y guardándolo dentro del bolsillo de sus pantalones, volvió a amarrarse bien el pelo para colocarse bien la capucha. Se fue con cautela con el mar del gente en dirección opuesta a la paloma que la había seguido.

Yéndose por los atajos que le habían enseñado, se encontró con Hirako en la entrada de la parte trasera del edificio donde se citaron antes de irse al refugio. Suspiró aliviada.

—Tardaste en llegar, estaba en camino de buscarte—Le dijo Hirako quien solo suspiró.

—Una paloma me siguió un poco antes del café Re:, pero logré perderla…¿Te siguieron?

—No logre perderlos, ¿ A ti no te siguieron hasta acá?

—No, de ser así ya me habrían capturado, además me confundieron con una tal Sensei, fue un poco extraño.

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Mutsuki entró con cautela a aquel cuarto que nadie usaba, acostumbraba ciertas noches desde que Haise se fugó a entrar de vez en cuando a aquella recamara que le perteneció a su maestro. La cama de Haise seguía tendida, los libros ordenados en el librero del cuarto y el escritorio intacto, el CCG solo habían revisado el cuarto una vez luego de la misión de la isla. Sin embargo el olor de su sensei seguía en ese espacio, pero cada vez era menos notorio, diluido como una bolsa de té que se usa múltiples veces hasta que pierde el aroma y el sabor.

Se permitió acostarse en la cama e inhalar profundamente la almohada y sabanas, encogiendo el cuerpo como si se aguantará el enojo y la tristeza de no saber Por que demonios hizo lo que hizo Haise el 19 de Diciembre. Pronto los demás Quinx se preocuparían de porque no bajaba a cenar (ya que ahora prefería estar en el turno nocturno del CCG y no cenar con ellos), antes de marcharse pensó llevarse uno de los libros de Haise del librero, agarraría el que se viera más usado el que llevara más el tacto y esencia de quien extrañaba cada día.

Tomó el libro de la Metamorfosis de Kafka del librero del cuarto, pero este se le resbalo de las manos cayendo cerca de la cama, suspiró por su torpeza, se agacho para recogerlo, pero notó algo extraño…

Debajo de la cama entre el hueco de los pies de la cama y el librero ocultó por el edredón había un libro de color negro (como este se hubiera caído por accidente), no era llamativo, pero estiró el brazo para tomarlo, se dio cuenta que libro no pesaba…estaba hueco. Lo examinó de arriba abajo sin abrirlo, la portada del libro mostraba en el centro a una niña de cabello suelto acostada en posición fetal usando un camisón blanco, el titulo del libro estaba en un idioma extranjero "Låt den rätte komma in".

La adrenalina se sintió en su corazón haciendo que las manos le sudaran, ya que ese tipo de libros servían para ocultar algo…lo sacudió un poco y no había nada, quizás no era de importancia, pero lo abrió rápidamente, no había nada, solo el hueco del cartón del libro. Por más que lo sacudió no encontró ni un solo papel o algo que fuera digno de ocultar, hasta que al acercárselo al rostro para olerlo no solo olía a Haise si no a otra persona una fragancia femenina que le era familiar, al examinarlo mejor encontró un simple cabello largo y oscuro (de color morado para ser especifico) atorado en el cartón interno del libro.

Recordó lo que pasó antes de llegar a casa…sudadera negra y cubre bocas blanco.

"Te equivocaste de persona"

Mutsuki apagó la luz del cuarto cerró la puerta con todo la tranquilidad que le permitía su cuerpo y se fue a su habitación prendiendo la luz, de inmediato soltando el libro en su cama busco entre sus cajones el pañuelo que guardó antes de la misión de la isla de Rue encontrándolo abriéndolo y comparando a la luz los cabellos del pañuelo con los del libro, tenían un olor y color parecido, solo tenía que compararlos si eran de la misma persona en el laboratorio del CCG. Pensaba que había dado con una pista, necesitaba encontrar a una mujer de cabello morado, no tenía idea de cómo lucía o si eran de alguna peluca perteneciente a alguien que ya había visto antes, pero necesitaba cazar a esa persona. Saber como esa persona se relacionaba con Haise Sasaki.

Más tarde buscó lo significaba el titulo del libro, era una frase simple, pero que daba una petición clara: "Deja entrar al correcto", pero también podía interpretarse como "Déjame entrar".

"¿A quién dejaste entrar sensei? …o ¿A quién le pediste permiso para entrar?" Pensó Mutsuki antes de irse de su hogar, intentando responder esa nueva pregunta con todos los ghouls que atrapaba, buscando a alguien a quien nunca ha visto hasta hace una hora, buscando cabezas con cabellos morados largos.

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Instalaciones principales del CCG. El reloj indicaba las 11:11 pm. Turno nocturno.

Furuta a pesar de tener todo a su favor desde que llegó al mundo siendo el hijo preferido, hijo de la "esposa" favorita, agente que tuvo la "suerte" de empezar a dirigir al CCG por una misteriosa tragedia del Clan Washuu y un extraño testamento que algunos se atrevían a cuestionar, tuvo un vació que nunca se llenaba, a pesar de que ya tenía un poder maravilloso, monstruoso, que corría por sus venas y se manifestara en la parte trasera de su cintura, junto un puesto de trabajo que podía tener el control de Tokyo con miles de ojos infantiles (que apenas surgían) y palomas ciegas que le cuidaban las espaldas, el vació no se iba.

Por más que el Doctor Kanou fuera optimista que con las copias del kagunes de Rize y el primer Búho en las que había trabajando desde hace tiempo, podían tener la raza perfecta del ejercito perfecto para el final perfecto que ambos a su manera soñaban y romper la jaula, pero para él eso no bastaba. Los niños no eran perfectos eran solo una copia de otra copia, necesitaba el ingrediente original, la necesitaba a ella.

No había encontrado con el cuerpo de Rize, luego de que la prisión de kokuria se destruyera de adentro hacía afuera, no supo cómo Kaneki se había desecho de ella. Los agentes que sobrevivieron luego de que él ahora enemigo público número 1 se fugara con varios ghouls, aseguraron (le juraron) que Kaneki no se llevó ningún cadáver de alguna prisionera. Se quedó devastado recodando la primera vez que se la robaron cuando era sujeto de pruebas del Doctor Kanou.

La celda de Rize estaba destruida y no había indicios de cómo fue "asesinada y desaparecida". Entre los ghouls foráneos implicados en el fuga de kokuria no reconocieron a nadie más a uno que otro ghoul del aogiri que no tenían nada que ver con Rize, excepto por los testigos quienes vieron a Sachi Kamishiro, pero esto no podía probarse ya que no había cámaras de seguridad (las cuales fueron destruidas), tampoco de él sabía nada de Sachi Kamishiro. Sencillamente se quedo sin pistas.

Había pedido a Mutsuki Tooru (por recomendación del agente Ui que mencionaba que tenía un gran sentido del olfato y buen instinto) viniera directamente a su oficina a hacer el reporte si había encontrado alguna pista sobre el paradero de Haise Sasaki, ya que era quien más buscaba a Kaneki del equipo Quinx. Escuchó como alguien tocaba a la puerta, dio permiso para que entraran.

—Hablando del rey de Roma—Dijo Furuta al ver a Mutsuki Tooru entrar por la puerta.

—Con permiso—Dijo Mutsuki caminando con seguridad y una mirada concentrada como si tuviera un monologo interno listo para presentarse frente a él.

—¿Y bien?

—Nada…revise la zona y no encontré nada, sin embargo tengo una corazonada.

—¿Hmm?

Mutsuki saco un pañuelo blanco envuelto, ofreciéndoselo a Furuta. El Washuu al reconocer un leve olor conocido se paró de su asiento y le arrebato el pañuelo dejando en desconcierto a Mutsuki.

—¿Qué es esto? —Preguntó Furuta acercando el pañuelo a la nariz sintiendo el leve olor que reconocía de memoria (el mismo de las sabanas de la celda 1220 que había rescatado), desenvolviendo la tela notando unos cuantos cabellos morados.

—Tengo una teoría…Sasaki sensei antes de la misión de la isla de Rue, salía más de lo habitual por las madrugadas, y llevaba consigo este olor—Mutsuki sacó de su portafolio un libro de color negro envuelto en una bolsa de plástico pasando a Furuta dicho objeto—Creo que se estaba viendo con alguien y pensaba que era la chica del café Re: que quizás estaba involucrada en el asalto de kokuria, detecte este aroma en particular por la zona que estaba investigando, seguí a esta persona pero la perdí de vista.

Furuta vio dicho libro reconociéndolo, agitándolo notando que estaba hueco y una idea conecto a otra en su cabeza, él sonrió levemente tenía una corazonada…

—¿Y…? —Preguntó interesado.

Mutuski suspiró. —No es el mismo olor, ni la misma composición de cabello del pañuelo con el de la chica del café, creí que quizás es cabello de alguna peluca natural, pero…

Tooru no pudo continuar porque Furuta comenzó a reírse, primero de manera silenciosa tapándose la boca, pero luego soltando una carcajada, al grado que comenzó a llorar de la risa y golpear con el puño varias veces su escritorio, dejando en desconcierto a Mutsuki quien no entendía la gracia del asunto.

—Mutsuki-san debería darte un aumento ahora mismo…—Furuta se limpió las lagrimas de risa con su propio pañuelo del saco calmándose de poco a poco. —¿Peluca de cabello humano?, es una muy buena teoría te daría una puntuación de 100 por tu imaginación y esfuerzo, pero un azote en la espalda por lo que no estás viendo.

Tooru no supo no contestar…

—Lo que estás buscando no es una chica de un café cualquiera—Se explicó mejor Furuta sonriendo—.Estás buscando a una ex convicta de kokuria.

—¿Ex convicta?...No lo entiendo.

—Pero yo si, escucha yo también estoy buscando a esta persona, si me la traes con vida te prometo la custodia de Haise Sasaki por completo, ¿qué dices?, será como tu misión especial, pero no puedes contarle a nadie sobre esta chica, habló en serio.

—…¿cómo se llama, tiene una foto de ella?

Furuta sonrió y de un cajón de su escritorio saco el expediente de kokuria de la prisionera 1220. No le dio el expediente a Mutsuki solo la foto que estaba anexa a dichos papeles (tampoco debía saber tanto de la prisionera 1220).

Mutsuki tomó la foto mirándola con detenimiento frunciendo el seño, la mujer "Kamishiro Rize" que estaba viendo le parecía común y corriente, no encontraba en ella nada llamativo (no tenía el pelo negro azabache o blanco con negro, ni un par de ojos bonitos color gris), ni siquiera un rostro angelical (por el contrario). Lo único que podía destacar era el par de ojos afilados y morados, ya que tenían una mirada intensa (como si se contuviera en atacar al fotógrafo como una fiera).

"Si esta mujer sonriera apuesto que tendría colmillos como los gatos…" Pensó Mutsuki, pensando que la interrogaría muy bien para saber de Haise Sasaki antes de llevársela al Washuu, quería comprobar si de verdad tenía colmillos. Mutsuki se retiró con una reverencia guardando la foto en el interior del saco. Cerró la puerta con cuidado.

Cuando Furuta se quedo solo, luego de la alegría de que su pequeña Mon cherie estaba viva por ahí, le hizo plantearse el como se relacionaba con Kaneki…de la alegría y el alivio pasó a la incertidumbre, al rencor, a los celos, a la angustia de que quizás había un complot que mutua cooperación entre ellos dos. Supuestamente Kaneki fue último en tocarla.

Su imaginación quería creer que Rize estaba siendo chantajeada y que Kaneki la tenía secuestrada. Y él tenía que rescatarla del enemigo público número 1 de Tokio.

"Si, eso debe ser…" Pensó Furuta sonriente, optimista pasando los pies arriba del escritorio, mirando el libro negro que tenía una niña de pelo medio largo acostada en posición fetal vestida con un camisón blanco en la portada, al abrirlo usando guantes de látex como dedujo estaba hueco, ¿Para que darle un libro hueco a la prisionera 1220? ¿Información, mercancía…comida?

"No, no, no podía ser…¿cómo cargas con carne o sangre humana sin que te detecten? Tendrías que obtenerla recién salida de la morgue". Recordó como ella sonreía al sostener el libro negro.

"¿Por qué le darías algo que hiciera que ella sonriera, Kaneki?". Y volvió a dudar Furuta si Rize había sido secuestrada o se había ido voluntariamente con el rey de un ojo. Si el enemigo público número 1 tenía cierto interés en ella o viceversa…"¿O inclusive mutuo?, ¡No!". Pensó Furuta frunciendo el ceño empezando a crear todo tipo de teorías en su mente.

"¿Por qué armar una escena de fingir estar muerta?¿Por qué fingir ser el autor de la muerte de alguien?"

"No hay cadáver, no puedes aparecer de la nada por la zona por donde él transitaba antes de su traición…".

Pensando en aquel día que Rize lo mordió y lo empujo de varios pisos de kokuria, pensando en como la había visto "muerta" entre los brazos de Kaneki, recordando todo como si fuera "el crimen perfecto"...como el que cometió hace tiempo con el accidente de las vigas de acero. Pero los crímenes perfectos no existían, solo aquellos que eran encubiertos por la justicia podían considerarse exitosos, pero a ciertos mentirosos, traidores y conspiradores no les cubría dicho manto ciego.

Comenzó a revisar los expedientes de sus niños y de los empleados de Kokuria que posiblemente tuvieron contacto con Haise Sasaki antes de su traición, pensando en la siguiente jugada que haría, la cacería aun no terminaba.

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Notas finales: Uff ha pasado un tiempo desde la vez que publique un nuevo capitulo de la "Teoría del Caos". Pequeña aclaración, a partir de este punto aquí los tiempos del manga y mi historia van a hacer un tanto distintos, si no mal recuerdo el arco de Cabra inicia en el mes de febrero en el universo de la TG:RE, pero aquí vamos a darle velocidad, en fin espero que les haya gustado, gracias a todos los lectores por sus comentarios, votos y su paciencia, espero no tardar tanto con el siguiente capítulo, les mando un abrazo y deseo que tengan un muy bonito día/tarde/noche.

Sayonara.