La teoría del caos
Capítulo 15: Hambre y oxitocina
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Estoy hambriento, cariño. Déjame poner mis labios en algo
Déjame envolver mis dientes alrededor del mundo
…
No puedes comprar esta finura, déjame ver el calor llegar a ti
Déjame ver cómo se empieza a despegar el vendaje*
"El tiempo se acaba…" Pensó Kaneki mientras estaba mirando el monitor de una computadora (revisando los archivos del teléfono de Mutsuki) cuando los ojos le molestaron, al quitarse los lentes y pasarse un pañuelo sobre estos vio manchas de sangre oscuras en el pañuelo se quedo perplejo. Caminó rápido y se dirigió al baño para verse en un espejo comprobando que tenía los lagrimales con restos de gotas oscuras que volvían a salir. El corazón se le paralizo y comenzó a limpiar más sus ojos maldiciendo su condición.
Nishiki tocó a su puerta. Kaneki al abrirla, Nishiki vio lo evidente de su situación con las gotas de sangre sobre el suelo y su playera ya que la sangre no dejó de brotar después de unos minutos. Al hablar del tema, su amigo tuvo una teoría: Necesitaba aumentar su nivel de células RC para aumentar los leucocitos de su cuerpo, pero esto a la larga podía hacer que su kagune se deformara y mutará en algo incontrolable, era un arma de doble filo. Kaneki le pidió a Nishiki que no comentará nada, era peligroso que comenzará a esparcirse el rumor de que el Rey de un ojo estaba enfermando de gravedad.
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Luego del enfrentamiento de los payasos contra cabra. La revolución pacifista que se planeaba no iba a ser nada sencilla de llevar acabo. Cuando pudieron acceder al celular de Mutsuki descubrieron ciertos planes del CCG en los múltiples archivos y correos del teléfono. Incluyendo planes de hacer masacres que eran orquestados por ciertos individuos llamados Oggai en diferentes distritos de Tokyo donde había más concentración de población ghoul, Cabras iba en rescate de ellos. Todo tenía que hacerse con la mayor cautela posible, porque si el CCG se daba cuenta de que ellos tenían acceso al teléfono les podían tender una trampa. Los agentes Oggai resultaban ser niños de entre 12 a 14 años que actuaban como agentes del CCG peleando con cuchillos y otras armas mientras usaban mascaras como ghouls, no habían matado a ninguno de cabras, pero siempre se tenía cuidado de evitar que les siguieran la pista.
Pero era difícil salvar tantas vidas sin llamar mucho la atención, sobretodo cuando los oponentes eran menores de edad que hacía a vacilar a más de uno sobre sus ataques. Un truco cruel y retorcido por parte de lado enemigo.
Tuvieron que pasar toda la información del celular rápidamente a una computadora, por que el celular de Mutsuki fue hackeado por el CCG al acabo de unas horas luego de que él y Rize escaparan, ya no era posible acceder a la información. Pudieron al menos detectar con una semana de anticipación los ataques del Oggai, pero no iba a ser suficiente.
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Kaneki vio a Rize compartiendo una ración pequeña de comida con uno de los niños de que fue rescatado de los ataques del Oggai de hace unas horas (por desgracia no pudieron rescatar a la madre). La pelimorada estaba de cuclillas frente al niño de siete u ocho años que comía con la boca abierta de manera rápida mientras Rize le pedía que masticara despacio porque podría ahogarse, el infante tenía restos de lagrimas en la mejillas. Kaneki se quedo quieto mientras veía la escena…sabía que eran muchos lo que se habían unido a cabras y que eran muchas personas que debían ser alimentadas, pero no quería que hubiera más asesinatos de humanos.
Él niño lo vio, ya sin nada en las manos limpiándose con un pañuelo que Rize le había dado desactivando sus ojos de ghoul, mientras ella le pasaba otro pañuelo por los labios y las mejillas, ella también volteo a verlo para ponerse de pie, el niño se puso detrás de Rize como si se escondiera.
Aunque no debían asesinar a nadie si querían llevar una revolución pacifista, la realidad era que los ghouls no podían resistir llevarse la carne de algún cadáver victima de la guerra entre ambos bandos, él no había probado la carne humana desde hace rato y aunque pudo resistir la tentación por algún tiempo, ver el hombro de Rize descubierto por la playera floja de hombre que llevaba puesta (para encubrir su aroma femenino) le hizo recordar cuando la había mordido para recuperar energía antes de pelear contra Arima.
"Estoy enfermo…" Pensó pesimista al no dejar de ver el cuello y hombro de Rize. Su boca comenzó a salivar, cerró los ojos como si algo se le hubiera metido alguna suciedad.
—¿Estás bien? —Preguntó Rize. Frente a él tomándole el rostro con la mano derecha.
—No es nada—Contestó él llevándose el dorso de la mano enfundada por la manga de la playera a los ojos tallándolos teniendo cuidado por lo dura que era la piel apartándose de ella—¿Es amigo tuyo? —.Preguntó abriendo los ojos sonriendo levemente al niño que seguía detrás de ella y aferrado a su ropa sin querer hacer contacto visual con él.
—Si, llegó hace unas horas conmigo y mi padre.
Él niño siguió escondido hasta que uno de los niños del aogiri lo llamó a lo lejos gritándole que se viniera a jugar. El niño ghoul dudando un poco si soltarse o no de Rize corrió veloz alcanzando a los demás niños sin decir nada. Kaneki se alegraba que aunque hubiera ghouls huérfanos podían hacerse compañía entre ellos soportando mejor la perdida de sus familias.
—Son los más peligrosos…—Dijo Rize mirando al grupo de niños de ghoul jugando a las atrapadas ya lejos de ellos dos.
—¿Quiénes? —Preguntó Kaneki.
—Los niños, con tan pocas raciones son los primeros en perder el control sobre la comida, si los adultos son voraces los niños son peores.
—Haremos una misión por recolección de comida, será en el bosque Aokigahara.
—Me alegra oír eso, usurpar poca carne de cadáveres ya no me está satisfaciendo el apetito, ya estaba considerando el canibalismo como opción—Ella suspiró frotándose el cuello con la mano—.Extraño la carne humana fresca.
—¿…Cómo te has sentido?
—Un poco mejor—Ella mostró su kagune de pétalo de hingabana pudo moverlo y mantenerlo por más tiempo sin mostrar cara de dolor—Todavía no puedo mantenerlo por tanto tiempo, pero mejoraré, ¿hoy toca ir con la rueda para ver mis resultados de veneno?
—Si, vamos.
—¿Estás seguro que quieres venir conmigo?, se que hay muchas cosas que hacer desde que se comenzaron los rescates.
—Está bien, yo también debo hacerme un chequeo.
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Faltaba poco para el medio día cuando Rize y Kaneki estaban en la Universidad donde se instalaba la rueda. Ambos iban con ropa de encubiertos, ella usando ropa masculina cubriéndose el pelo con la capucha del abrigo junto con un cubre bocas y él con ropa de civil con la capucha cubriendo su cabeza, sus lentes de lectura y cubre bocas. Pudieron ingresar con credenciales de estudiantes que les había prestado la rueda. El clima era frío no había nevado, pero el cielo estaba nublado, el viento hacía que ambos se encogieran y caminaran rápido por el campus de la Universidad.
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Al ingresar al laboratorio asignado ya los estaban esperando los mismo grupo de estudiantes que habían conocido la vez anterior. Tenían los resultados de Rize en un sobre de color blanco que abrieron frente a ellos, ella estaba sentada en una camilla con los ojos puestos en el sobre como un halcón viendo a su presa, finalmente supieron el resultado.
—El resultado es: negativo—Dijo uno de los miembros de la rueda, sonriendo.
Cuando supieron que ella estaba limpia y que ningún veneno corría por sus venas ambos suspiraron aliviados, el único problema era que su kagune ya no se manifestaba por tanto tiempo como antes, se tenía la teoría que su arma biológica al ser exprimida por mucho tiempo ya no daba como antes, pero al ser ghoul podría regenerase su kagune por completo de nuevo con el tiempo.
"Comida y descanso" Fue la conclusión lógica a curar los síntomas de Rize.
Alguien inesperadamente tocó la puerta del consultorio asignado. Kaneki y Rize se miraron viendo uno al otro, cuando uno de los estudiantes abrió la puerta ambos ghouls se quedaron sorprendidos por el visitante, era el doctor de Kokuria que les había ayudado. Aunque tuvieran ropa que los encubría, el Doctor los reconoció ya que se les quedo mirando fijamente.
—¡Ah! que sorpresa Doctor—Exclamó una de las chicas del grupo para luego mirar como veía a la pareja de ghouls—.¿Se conocen?
Kaneki y Rize no supieron que responder, aunque el Doctor sonrió levemente al verlos, tenía las ojeras marcadas y la expresión dormida como si hubiera tenido mucho trabajo.
—El mundo es un pañuelo, ¿no lo creen?, no se preocupen renuncie a mi trabajo y doy conferencias "secretas" a gente más joven que quiere aprender de los ghouls—Contestó el Doctor al ver lo tensos que estaban los ghouls.
Rize suspiró aliviada y Kaneki sonrió al escuchar esas palabras. Los universitarios los dejaron solos para ponerse al día. El doctor había renunciado a su cargo del CCG luego de que kokuria fuera "profanada" y desde que Kichimura Washuu asumió el mando de la organización.
—¿Cómo está su cintura, Rize?—Preguntó el doctor.
—Mucho mejor, gracias—Ella respondió sonriendo.
—Me alegra oírlo—El doctor dirigió su mirada a Kaneki—.Lo veo más delgado Haise, ¿está bien?
—Ha sido una temporada difícil, pero eso es todo—Respondió Kaneki tocándose la barbilla con la mano izquierda—.Por cierto puede llamarme por mi nombre es Kaneki Ken; ¿Cómo está Iris?
El Doctor tardó en responder—…Ya veo Kaneki, y ella está algo estresada por la situación actual, pero tenemos la esperanza que en algún momento pasará.
—Lo hará, la situación entre ghouls y humanos será más pacifica, aun falta camino por recorrer, pero lo hará—Dijo Kaneki.
El Doctor sonrió levemente y saco del bolsillo de su abrigo un pequeño blog de notas y un bolígrafo, anotó algo, parecía estar tardando en escribir ya que se detenía en diferentes partes del escrito por segundos como si dudara en escribir o no. Finalmente arranco la hoja y se la entregó a Rize con todo y el bolígrafo. Ella tomó la hoja y la leyó en silencio, Kaneki se puso a lado de ella para leer.
—Es el teléfono de Iris, ella por la situación no sale de casa y es algo nerviosa, si no es mucha molestia si en algún momento puede hablar con otra chica para relajarse, bueno ya sabe por el estrés del aislamiento.
—Claro, será divertido hablar con la famosa Iris—Rize respondió, le ofreció de nuevo el bolígrafo al Doctor, pero él se negó.
—Quédeselo, yo tengo muchos.
—Gracias—Rize hizo una pequeña reverencia examino el bolígrafo que era elegante tenía un pequeño botón en la punta superior para poder escribir, al presionarlo se asustó un poco recordando su experiencia en Kokuria y con cierto bolígrafo. Guardó ambas cosas en su abrigo.
El Doctor se despidió y les deseo buena suerte saliendo del consultorio. Kaneki y Rize hicieron una reverencia y él solo les sonrió levemente, aun tenía la expresión cansada.
Antes de irse a la base de Cabra, Rize fue a tomarse un momento afuera en lo que Kaneki hablaba con los médicos de la rueda, él le pidió que no se preocupara y que la alcanzaría. Ella viéndolo con preocupación salió por una puerta para subir dos pisos hacia la azotea del edificio.
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Kaneki luego de la charla con los médicos y recordando la conversación que tuvo con Nishiki de sus síntomas como lo eran las lagrimas de sangre, el desgaste físico y mental más la deformidad de la piel de sus brazos, subió las escaleras que conducían a la azotea con pesadez. Abrió la puerta y vio como Rize estaba en el borde de la azotea dándole la espalda recargando los codos sobre los barandales del borde de la barda, se volteo al escuchar que alguien había subido, le sonrío quitándose el cubre bocas, él también se quito el suyo junto con sus lentes.
"Le prometí que si me estaba pasando algo se lo contaría" Pensó Kaneki acercándose a ella. La tomó de la mano, la piel de Rize estaba fría al estar descubierta a la intemperie, pero la suavidad era palpable a diferencia de su mano de piel dura, ella entrelazo sus dedos con los de él con cuidado, sin decirle nada solo mirando al frente.
—¿Y que te dijeron? —Preguntó ella.
—Que estoy enfermo.
—Eso está claro, es invierno, vivimos al limite por las cacerías del CCG y has adelgazado desde que salimos de kokuria, con algo de comida te arreglaras—Ella dijo con cierto optimismo, pero los ojos de Rize tenían una mirada triste. Se estaba mintiendo a sí misma.
—…No es de ese tipo de enfermedad, es como si estuviera muriendo.
Ella reprimió un jadeo con la mano libre y cerró los ojos temblando agachando la cabeza, él inmediatamente la abrazo, susurrándole que lo sentía intentando consolarla.
—No es justo, no quería creérmelo cuando probé tu sangre el día que nos escapamos de Mutsuki, pero…—Rize dijo frustrada sin apartarse de él.
—He hecho cosas horribles y mi cuerpo llegó a cierto limite, es como si fuera un castigo, pero no pienso irme a la otra vida tan pronto.
Ella subió la mirada para verlo con seriedad, el rostro de Rize estaba ligeramente más pálido por aquella noticia, ya no lucía desamparada en ese momento si no seria.
—¿Puedes curarte si aumentas tu nivel de células RC?
—Es una teoría, ¿por- —Él dejo de hablar para ver como Rize se apartaba de él y se desabrochaba el abrigo masculino hasta el pecho para tirar de la ropa y descubrir de poco a poco el hombro izquierdo apartándose el cabello dejando la piel desnuda descubierta al frío.
—Podemos probar con esa teoría.
—Oh…—Fue lo único que pudo decir Kaneki, miró alrededor de la azotea, no había nadie, pero si miraba más abajo había personas caminando sin mirarlos, si alguien subía la mirada los verían—.Solo que hay que hacerlo adentro, hace frío y pueden vernos, no vayan a creer que te estoy atacando.
—Depende si no me haces gemir o gritar muy fuerte.
Él se sonrojo con ese comentario que ella que dijo con naturalidad. Volvieron adentro. El piso en que estaban previó a la azotea contaba con solo bodegas y salones de clases que estaban vacíos. No había nadie (en teoría) que los molestara. Se metieron a uno de los salones de clases y por si acaso cerraron la puerta con pestillo por dentro, casi como si fueran a cometer un crimen.
Kaneki exploró el salón de clases que contaba con al menos 30 butacas ordenadas en filas y un gran escritorio en la esquina del salón, vio un pizarrón enorme frente a las butacas. Las ventanas estaban cerradas y cubiertas con unas cortinas transparentes que dejaban pasar la luz del día. Sintió nostalgia en ese momento, olvidaba que antes de que se transformara en ghoul él había sido un alumno universitario.
—Aquí está bien—Dijo Rize sentada arriba del escritorio balanceando los pies. Se apartó el pelo largo, se quitó el abrigo y se descubrió el hombro bajándose un poco la blusa llevándose consigo un tirante delgado color negro.
Él tragó saliva, hace tiempo que no lo "hacían", la última vez que tuvieron un encuentro parecido él la tenía acorralada contra la pared y temía que alguien del CCG los descubriera, todo por un simple experimento y ni hablar de que había bebido de su sangre el día que escaparon. Se acercó a ella quedando frente a frente, tomándola de los hombros con suavidad. El escritorio era lo bastante alto para que pudieran estar frente a frente sin tener dificultades con lo iban a hacer.
—Gracias, será rápido, parare en el momento que me digas, no quiero lastimarte—Kaneki se fijo en el cuello blanco de Rize que irradiaba calor, oía como el corazón de la pelimorada comenzaba a latir con más fuerza poco a poco.
—Está bien, es solo para probar una teoría, tú me alimentaste en más de una ocasión, además se que nunca me harías daño—Rize respondió optimista, acercándose un poco más a él. Le acarició el rostro con ambas manos sonriéndole.
Él casi como un instinto beso ambas palmas de las manos de Rize sosteniéndolas, sintiendo su calor, su textura. Sus manos pasaron por la cintura de ella mientras Rize lo sujetaba de los hombros como si fueran a abrazarse.
Kaneki acercó la boca al cuello Rize haciendo que ella lo abrazara acariciándole el cabello blanco despacio. Respiró cerca de su piel sintió como ella reaccionaba, como la piel se erizaba, la forma en la que el cuerpo temblaban al contener la risa por ese pequeño punto débil que él conocía a la perfección. Antes de morderla besó el cuello de manera lenta, no quería solo morderla ferozmente, adoraba aquella piel que desde que la probo, la primera vez creyó sentirse enfermo y curado, bendecido y maldecido, todo en un caos que gustoso participaba, ella parecía relajarse con sus acciones suspirando satisfecha. Las manos callosas de aspecto monstruoso amenazaban con romper la playera de Rize si no tenía cuidado, pero ella se aferraba a él con seguridad.
Rize lo abrazó más fuerte, suspirando de manera más profunda y separando un poco las piernas haciendo que se metiera entre ellas, paso de besarle el cuello a succionarle con los labios la piel, dejándole varias marcas ella gimió sobre su oído haciendo que él intensificara la presión con la que le marcaba la piel, casi de manera inesperada mordió a Rize como lo prometió de manera rápida haciendo que ella jadeara, pero enredando las piernas alrededor de su cadera paseando las bellas manos por su nuca bajando y subiendo por su espalda hipnotizándolo.
Sintiendo la fricción de sus cuerpos por la adrenalina del encuentro que hizo que olvidaran el frío invierno y el lugar que en que se encontraban, que en cualquier momento alguien podría tocar a la puerta. Kaneki la abrazó con más fuerza casi empujándola para que quedara sobre el escritorio, Rize encajo las yemas de sus dedos sobre la espalda masculina con las piernas todavía a los lados de su cadera firmes sosteniéndose firme de él como si temiera caer. La espalda de Rize estaba sobre el escritorio con Kaneki arriba de ella, solo se escuchaba sus respiraciones profundas por el encuentro.
El ojo derecho de ghoul de Kaneki se activo cuando la sangre cálida de Rize mojo sus labios y resbalo por su garganta, comenzó a beber de ella. Con cada segundo que pasaba él respiraba con mayor profundidad mientras el corazón de Rize se aceleraba y suspirara en su oído, su lengua recogía cada gota espesa de sangre nada debía de desperdiciarse, sus manos acariciaban la cintura de Rize, un éxtasis parecido al estar drogado o borracho hizo que todos sus sentidos se intensificaran, no podía darle un nombre a esa sensación tan placentera que ella solo podía provocarle.
Pronto sus dientes perforaron de manera más profunda el cuello de la ghoul provocando que ella esta vez soltara un pequeño grito doloroso, en ese momento al escuchar ese sonido dejó de morderla con fuerza, quedándose unos segundos congelado. Su boca se separo de poco a poco del hombro de Rize captando unos pequeños hilos de sangre que conectaban su acto con la piel femenina, la miro acostada con las mejillas acaloradas con los brazos a los lados de la cabeza, la sangre le manchada una parte del pelo oscuro, no parecía estar asustada, solo algo sorprendida. Rize enderezó la espalda, volviendo en la posición inicial en la que estaban él parado y ella sentada.
Había bebido suficiente de sangre para sentirse con energía (o quizás solo era el éxtasis del momento) que sintió una gran descarga de adrenalina en su organismo, vio la herida en el cuello de Rize, la mordida tenía una gran mancha de sangre oscuro manchando todo el hombro más una parte del cuello escurriendo y amenazando con manchar la blusa.
—¿Te he hecho daño, te duele mucho? —Él preguntó preocupado con la boca todavía manchada con la sangre de la pelimorada. Se limpió rápidamente la comisura de la boca con el dorso de la mano para no escurrir sangre manchándose parte de la mejilla.
—Estoy bien, te detuviste a tiempo—Ella respondió comenzando a buscar varios pañuelos de papel dentro de los pantalones limpiando la herida, la respiración de ella sonaba algo agitada—¿Pero no estrellaras tu frente contra la pared como la última vez, verdad?
Él se quedo congelado por un momento, algo avergonzado recordando aquella vez. Notó como ella seguía roja de las mejillas como si se hubiera sentido igual de extasiada que él. Él ayudo a Rize a limpiar la herida, mientras pasaba el pañuelo de papel gentilmente observaba como la herida de Rize cerró rápidamente.
—Tengo que saber…—Dijo Rize de repente antes de que él se limpiara el rostro—.¿Porque te gusta mi sangre? ¿Qué sabor tiene?, soy ghoul y en teoría no debería haberte gustado.
Él tragó saliva aun mezclada con la sangre de Rize, era verdad que el sabor de la sangre de Rize no podía describirla como si nunca hubiera probado nada igual, era dulce eso lo sabía perfectamente, pero había una mejor forma de describirla.
—Sabe a oxitocina…pero no solo es el sabor de tu sangre, tu piel, el color de tus ojos, nuestras conversaciones, tu compañía, el sonido de tu voz, tu sonrisa tienen ese sabor.
Rize lo miró atentamente, volvió a rodearle los hombros con los brazos sonriéndole coquetamente—.Entonces déjame probar también la oxitocina.
Ella lo besó probando de la sangre que él había bebido, Kaneki le correspondió gustosamente a la pelimorada volviendo a tomarla de la cintura, ambos compartiendo ese beso de manera profunda, mordisqueándose el uno al otro los labios probando elixir que los hacía olvidarse por un momento del mundo en el que vivían que estaba cruzando la puerta, quedándose sin aire poco a poco. El oxigeno se les termino separándose del beso en una bocana de aire con un hilo de saliva y sangre, extasiados.
—¿Oxitocina, eh?—Rize le sonrió, todavía los dos estaban en brazos del otro juntando sus frentes.
Kaneki la abrazó recargando su barbilla entre el hueco del cuello y el hombro de Rize acariciándole el pelo oscuro pasando por la espalda, sintiendo como ella también le correspondía el abrazo. Él le besó el hombro herido con cariño respirando el aroma a mujer que lo volvía loco.
Se separaron de poco a poco, él se le quedo viendo a la mordida y los chupetones que le había dejado marcados en la piel de Rize cuando ella comenzó a acomodarse la blusa. Definitivamente no quería volver a lastimarla, debía existir otra forma de recuperar fuerzas sin desgarrarle la piel. Salieron del salón de clases sin que nadie los viera, para la rueda ellos ya se habían ido.
Se fueron por una salida especial de la Universidad que no muchos estudiantes conocían que la rueda les había dicho. Caminaron entre callejones mirando que nadie les siguiera hacia la base. Kaneki al beber la sangre de Rize se sintió mejor, pero le asustaba la idea de buscar más de ese remedio para no pasar a la otra vida. Él tomó de la mano de Rize mientras seguían su camino. Quienes los miraban por el rabillo del ojo mientras se escabullían no les prestaba atención más que con el pensamiento de ser un par de novios apresurados que iban de la mano.
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Al regresar de su visita a la rueda. Se reportó una anomalía en los cuarteles de cabras, al parecer tenían un pequeño traidor infiltrado. Kaneki al recibir la noticia, no lo pudo creer. Mientras él y Rize salían Hajime Kazuki había asesinado a uno de los encargados de vigilar las cámaras, Hirako lo descubrió cuando la puerta estaba bloqueada y la sangre escurría bajo la puerta, la abrió por la fuerza con su quinque y el pequeño traidor había mostrado su kagune igual al de Kaneki y Rize uno de sus ojos tenía la esclerótica negra y el iris rojo dando a entender que era un hibrido, tuvieron que noquearlo entre dos personas más, amarrarlo e inyectarle drogas supresoras de RC que sobraron del tratamiento de Akira Mado para que no hiciera nada más estúpido.
—¿Cuánto tiempo paso? —Preguntó Kaneki cruzado de brazos.
—Unos 12 minutos—Respondió Hirako.
—¿Qué hizo?
—Averió la visibilidad de algunas de nuestras cámaras y borró parte de nuestros archivos, además traía una USB y un celular de un modelo viejo, pero este no puede abrirse sin una contraseña.
A raíz de las acciones del pequeño traidor, se planteaba la idea de empezar a evacuar, pero mientras todo mundo se prepara Kaneki decidió que tenían que hablar con Hajime.
—Hay que despertarlo, si logró mandar el mensaje o contactar con alguien no tenemos mucho tiempo.
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Hajime al abrir los ojos notó que le habían vendado los ojos, estaba atado sentado y amarrado en una silla con una camisa de fuerza puesta, intento moverse dando un pequeño salto con la silla lo que hizo que su cuerpo chocara con un escritorio de madera, tenía olor de alcohol etílico sobre la nariz, recordaba que lo habían noqueado, recordó que quien lo descubrió fue el ex agente Hirako. La puerta se abrió y escucho que una persona se sentó frente a él dejando algo en medio de la mesa. No podía identificar a nadie por el olor del alcohol todavía en sus fosas nasales.
—Bien has despertado, tienes la notificación de una llamada perdida, ¿qué estabas haciendo en el cuarto de computadoras, contactaste con alguien?—Esa era la voz de Kaneki.
Hajime sonrió alegremente moviéndose de un lado a otro balanceando la silla—.¡Ya me moría de ganas por conocerte Kaneki Ken!, pero ¿puedes desatarme la venda?
—No me has respondido.
—Es muy aburrido aquí, quería ver si las computadoras tenían internet y el otro ghoul solo intente defenderme, ¿sabías que era una enfermo que intento aprovecharse de mi?
Hubo un silencio, se escuchó que Kaneki se acomodo, por lo que debía estar sentado frente a él.
—¿Hay más cómo tú infiltrados?
Hajime se rió—.¿Cómo yo? si un montón, ya los has visto en acción, pero no he escuchado que hayas matado a ninguno todavía, ¿si hay más caminando entre "las cabras"? puede que si puede que no, pero ¿puedo pedir algo?
—¿Qué?
—Quisiera ver a mi mamá se llama Rize Kamishiro, ¿tú la conoces no es así?
Sintió que le quitaron la venda de los ojos de un tirón ante sus ojos estaba el "Rey de un ojo", había escuchado muchas historias de él, tenía el pelo blanco, la mirada seria, para nada lucía feliz. Entre ellos había una mesa con su USB manchada de sangre y su celular.
—Sé que viste como un chico y le da paquetes de comida a los niños, si me dejan hablar con ella les diré como acceder a mi celular—Prosiguió Hajime al no tener respuesta.
—Danos la contraseña del celular.
—No hasta hablar con ella.
—No estás en posición de negociar.
—¿Y qué, vas a torturarme como las palomas torturan a los ghouls de kokuria?
Kaneki se puso de pie y se dirigió a la puerta llevándose la USB y el celular, Hajime lo miró con desconcierto.
—No tengo tiempo para juegos, si no vas a cooperar ya encontraremos otra forma de obtener información—Kaneki abrió la puerta del picaporte.
—¡Tengo un mensaje para ella de Kichimura Washuu!
El rey de un ojo lo miró por el rabillo del ojo por un momento, pero cerró la puerta de igual forma. Al pasar unos minutos volvió a abrirse la puerta, ilusionado pensó que iba a ser la pelimorada, pero solo era un niño que se recargó en la pared frente a él mirándolo en silencio vestía un uniforme parecido al del CCG, portaba un portafolio, debían tener casi la misma edad, tenía el cabello claro y los ojos grandes parecía un poco afeminado, pero lo recordaba iba con otros dos niños y Hirako, creyó escuchar que lo llamaban Shio.
—¡Que aterrador guardia! ¿Qué? ¿No tienen alguien mejor que vigilarme?—Exclamó Hajime.
—Si haces algo "estúpido" tengo permiso de sacarte las tripas.
—Si haces algo estúpido tengo permiso de sacarte las tripas—Repitió con burla.
Shio saco de un bolsillo una barra de chocolate (algo que pudo oler a la distancia), se le quedo viendo mientras comía, la barriga le empezó a rugir, no había comido desde hace rato. Los ruidos de su estomago llamaban la atención del otro.
—¿Y que pasa si ocupo mear o tomar agua? —Preguntó Hajime a su guardia.
No obtuvo respuesta, solo el sonido de la barra de chocolate rompiéndose y las pequeñas migas cayendo al suelo.
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—¿Un mensaje? —Preguntó Rize a Kaneki ambos estaban a unos metros de donde tenían encerrado al traidor. Miró que todavía estaba tranquilo el cuartel, aun no se daba a conocer la noticia del traidor para que no se esparciera el pánico.
—Si, ya estamos pensando en evacuar la zona—Kaneki suspiró y se frotó la parte trasera del cuello—.Si logró enviar un mensaje no tardarán en descubrirnos…pero ya no tenemos tantas opciones de refugio hay que ir más abajo o por el bosque del suicidios.
—Déjame hablar con él.
—¿Qué?
—Escucha si le puedo sacar algo de información al menos nos dará tiempo para organizarnos.
—De acuerdo—Kaneki suspiró.
La condujo a donde lo tenían encerrado a Hajime. Kaneki abrió la puerta. Shio apareció delante de ellos con una pequeña mancha de chocolate en la comisura de la boca y guardaba algo en el bolsillo de su gabardina.
—Buen trabajo Shio, ven un momento, Rize va a hablar con él—Kaneki le dijo a Shio.
—Está bien, es un dolor de trasero—Respondió Shio señalando con el pulgar al Hajime quien no dijo nada pero intentaba alzar más la mirada.
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Rize entró a la habitación cerrando la puerta tras ella. Vio al traidor, lo reconoció de inmediato de las primeras veces que se topo con él, se sentó frente a él. Ambos en silencio, el niño la miraba con alegría, pero Rize se mantenía seria ante la situación, sabía que era un infiltrado que había asesinado a uno de los miembros de cabra y que tenía el mismo kagune que de ella y Kaneki, que tenía un celular con contraseña con una llamada perdida y una USB con los archivos de las computadoras de cabra.
—Oí que querías conversar conmigo—Comenzó Rize viéndolo con curiosidad. Sentada frente a él con los codos recargados en la mesa y la barbilla recargada en el dorso de las manos.
—Si—El chico asintió sonriente—.He venido a rescatarte mamá.
—¿Mamá? ¿Hmm? No creo haberte dado a luz, ¿por qué trabajas para el CCG? —Preguntó Rize.
—¿Por qué tú trabajas para cabras? —Preguntó el niño sonriendo.
—Yo pregunté primero.
—No te lo diré.
Rize suspiró derrotada. Le mostró el celular que él había guardado, tenía la pantalla con un gran grieta en el cristal y unas cuantas manchas de sangre que habían salpicando el aparato.
—Alguien intento llamarte, ¿cuál es la contraseña de este celular?
—Ya se me olvido por como me noquearon.
—Bien, será fácil asumir que te han lavado el cerebro y que no debo de perder el tiempo contigo—Ella se levantó con intención de irse llevándose el celular—.Está bien si no quieres hablar, imagino que tendrás miedo.
—¿Eh? ¿Y que no te da la curiosidad por la que pedí verte? —El chico hizo un puchero viéndola con sus ojos que fingían estar desilusionados.
Ella se volteo para verlo, le sonrió con amabilidad. —Si, pero no debo de tener conversaciones con personas que no quieren hablar realmente o digan mentiras.
—¿Qué ganaré si platico contigo "honestamente"?
—Evitarte un castigo severo por ser un mentiroso, ¿has leído el cuento del niño que gritaba lobo?
—Yo no soy ningún niño, pero ¿Aquí hacen ese tipo de cosas…?
Rize sonrió e hizo expresión de estar recordando llevándose una mano al mentón, sabía que a pesar de ser un pequeño demonio, seguía siendo en cierta forma un niño y a los niños les asustaban los castigos de los adultos con tono de cuento de hadas.
—Yo no, pero se que el Jardín del sol blanco le da a los niños malos castigos terribles ¿Qué crees que te pase si te regresamos sin nada en las manos al CCG?
Hajime se quedó callado unos segundos pensando en sus posibles futuros suspirando—…Los adultos son horribles.
—Apuesto que es más horrible él que dijo que vinieras aquí solo ¿no es así?
El chico negó con la cabeza. Ella se acercó a él agachándose a su altura, le ofreció un poco de carne (un dedo humano que tenía guardado dentro de un pañuelo) que guardaba en el bolsillo de su pantalón.
—Algo me dice que no has comido—Ella le acercó el pedazo a la boca, pero el niño se mostró reacio moviendo la cara a todos lados apretando los labios sin abrir la boca.
—No debo comer lo que me ofrecen los extraños.
—¿Y que paso con lo de mamá? ¿Así que no comiste lo que te di la primera vez, verdad?.
El niño se le quedo viendo sorprendido se puso pálido como el papel. Ella entonces al olfatearle el pelo con suavidad, supo por su olor era ghoul, debía ser hibrido como los oggai, pero había algo extraño, tenía un aroma menos fuerte que el de Tooru Mutsuki (quien tenía un olor más ghoul que humano).
—¿Comes carne humana? —Ella le preguntó viéndolo a los ojos.
—No como cadáveres.
—¿Por qué estás aquí?
El pequeño traidor sonrió—.Unos ghouls mataron a mis padres por no querer darle de la carne de la morgue del hospital donde trabajaban, pero papá es un gran sujeto, dijo que si lo ayudábamos, nadie de nosotros se quedaría solo nunca más.
—¿Papá?
—Kichimura Washuu, es el papá de todos los oggai.
—¿Cuál es su mensaje? —Ella agito el celular frente a él.
De nuevo el niño se quedo callado apretando los labios. Rize esperó unos segundos, al no obtener respuesta, se alejó con intensiones de irse murmurando en un susurro "Bueno tendremos que devolverlo…", tomando el picaporte de la puerta.
—Quiere encontrar este lugar y a todos los que se esconden, ¿Entonces me desatas?—Al fin dijo el traidor.
—No, temo que no me has dicho toda la verdad, es obvio que el CCG quiere encontrar este lugar, pero te lo volveré a preguntar ¿Qué quiere él?
—Pues te quiere a ti mamá, también quiere acabar con el hambre mundial, el equilibrio en el mundo y quiere cortarle la cabeza a Kaneki, él dice que en caso de que hablará contigo te lo dijera.
—Sabes que no tienes que hacer esto para él—Rize se acerco y se agacho a su altura para verlo a los ojos, le acomodo un mechón de pelo tras la oreja—Veo que eres un chico listo, todavía hay tiempo de que no cometas más locuras, puedes contarnos más cosas para que salgas a salvo de esta situación, ¿estás bajo amenaza?
—Si, bajo la amenaza de Kaneki.
Rize suspiró, le tomó de la frente como si le checará la temperatura—Bueno, temó que si no cooperas no podrás aumentar tus chances…además asesinaste a uno de nuestros compañeros en estos momentos hueles más a humano y estás solo con muchos ghouls.
Él chico ya no respondió pero la miró con cierto miedo, se quedo callado, pasaron los minutos y ella no insistió más. Había algo raro en el traidor que a Rize le daba muy mala espina, creía que por ser un espía forzado del CCG estaría nervioso todo el rato, asustado o algo que delatara que para empezar no quería estar ahí, pero las únicas ocasiones que se puso nervioso fue cuando ella preguntaba algo que él no quería decir. Se enderezó para caminar, volvió a tomar la manija de la puerta para abrirla, miró una última vez al chico que estaba intranquilo mirándola con una sonrisa forzada como si se despidiera de ella.
—¿Vendrás a visitarme de nuevo, verdad? —Preguntó el pequeño traidor.
—Si me dieras la contraseña quizás, si no, temó que no volverás a verme.
—…12*20—Dijo al fin Hajime.
Ella sonrió al salir antes de cerrar la puerta—.Gracias.
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Como era de esperarse, Kaneki estaba frente a la puerta de la habitación a unos cuantos pasos acompañado de Shio ambos interrumpieron su conversación cuando ella salió por la puerta y la cerró suspirando.
Rize le entregó el celular de Hajime a Kaneki—.Prueba con la contraseña: 12*20.
Kaneki sorprendido tecleo las teclas indicadas y de inmediato la pantalla del teléfono se desbloqueo. Tanto ella como Shio miraron el celular con sorpresa como si hubieran esperado que el teléfono explotara o activara una trampa.
—¿Cómo es que te lo dijo…?—Preguntó Kaneki.
—Solo le seguí el juego.
Kaneki comenzó a buscar en el teléfono todo lo que fuera de utilidad: mensajes, contactos, archivos, fotos, pero el celular era de un modelo tan viejo que no tenía cámara, tampoco contaba con internet, tenía teclas con los números del 0 al 9 más las clásicas de esos teléfonos (teclas de contestar, colgar, arriba, abajo, izquierda, derecha y asterisco). No tenía contactos más que uno registrado sin nombre, por el historial de las llamadas solo tuvieron contacto tres veces: La noche que ellos regresaron del ataque de Mutsuki y dos veces el día de hoy (una de madrugada y la llamada perdida de hace una hora). Tampoco había mensajes, no sabían si los había borrado y no se habían enviado mensajes con nadie hasta ahora.
—¿No tiene localizador como los del CCG? —Preguntó Shio.
—No, estos teléfonos son fáciles de pasar desapercibidos, además no usan internet y solo sirven para lo básico por lo que la batería les dura bastante; Debemos tratar de sacar más información de este único contacto, podría ser Furuta, Mutsuki o cualquiera que este a cargo del traidor—Continuo Kaneki revisando.
El sonido de algo pesado cayendo sobre la mesa más el sonido de que alguien se estaba ahogando proveniente de la habitación donde estaba Hajime hizo que alzarán la mirada, los tres entraron con prisa observando con espanto como el traidor estaba con la frente sobre la mesa con una mancha de sangre tosiendo fuertemente.
—Demonios…—Maldijo Kaneki.
Kaneki y Rize se acercaron al traidor le enderezaron la cabeza, tenía la nariz rota, la frente herida y la boca llena de sangre.
—No me digas que intentaba ahogarse mordiéndose la lengua—Rize le sujeto la punta de la lengua estirándola para evitar que él se ahogara, comenzando a mancharse las manos de sangre. El traidor resistía sus movimientos tosiendo sangre.
—Sujétalo.
Hajime comenzó a moverse tambaleando la silla, lanzando gritos, sacudiendo el cuerpo mientras ambos ghouls lo contenían, Shio al ver la escena se fue corriendo por más liquido adormecedor o una jeringa con anestesia. Kaneki se arranco una manga de la playera para taparle la boca para que evitara morderse la lengua. Finalmente Shio llegó con liquido adormecedor con el cual mojaron un trozo de tela de la playera de Kaneki para ponérselo a Hajime en la nariz. El traidor dejó de pelear dejándose de mover de poco a poco quedándose dormido.
—Que pesadilla…—Dijo Rize al ver la expresión pacifica de Hajime, los ojos cerrados, la nariz rota goteando sangre y rostro manchando de rojo—.¿Cómo es que llegamos a este extremo?
—Es una guerra al final—Contestó Kaneki—.Cuando estemos a salvo se lo devolveremos al CCG.
Kaneki y Rize le limpiaron el rostro, le examinaron y le curaron lo más que pudieron la lengua, traía una gran mordida por el medio como si fuera a partirse la lengua en dos, la herida se veía inflamada, si hubieran tenido un médico con ellos también le hubieran podido acomodar mejor la nariz. El suelo estaba salpicado de sangre, pero no había tiempo de limpiar.
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El celular de Hajime vibro en el bolsillo de Kaneki, él al revisarlo este le indicaba que alguien le había mandado un mensaje de texto, era del único contacto que tenía registrado. Al abrirlo solo había una simple palabra:
Recibido.
Ya no podían quedarse inmóviles. Las opciones era abandonar el lugar o atacar en caso de una invasión. Tenían que dispersarse en grupos grandes como lo habían hecho anteriormente, pero tenían que asegurarse por donde iban a entrar los invasores para que pudieran detenerlos y que la mayor cantidad de personas salieran ilesas.
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La misión era sencilla, habría tres grupos uno que iría por comida y revisar el área en caso de buscar un nuevo refugio, otro se quedaría a cuidar el fuerte y tercero (el grupo más pequeño) haría guardia en todas las entradas de la guarida por si había algún movimiento sospechoso del enemigo, se habían dado instrucciones para poder actuar de manera inmediata ya fuera evacuando o acorralando a los investigadores a los pasillos del subterráneo por donde se les haría más fácil que el enemigo se perdiera (como si los llevaran por trampas y los agentes fueran ratones). Por el mensaje recibido del celular de Hajime no sabrían cuanto tiempo les quedaban para que los encontraran.
Kaneki recordó una conversación que tuvo con Rize luego de que él hablará con sus amigos sobre el descubrimiento de Hajime:
—¿Entonces la misión de la comida sigue en pie? —Le preguntó la pelimorada.
—Si, estaba pensando que podrías ir con ese grupo.
—¿En serio, por qué?
— Porque tienes excelente habilidades para este tipo de cosas y por que se que eres buena y rápida para ese tipo de situaciones, se que le has dado comida a varios y la has escondido bien.
Ella se sonrojo levemente sorprendida por ese comentario, ¿creía que no se daría cuenta de sus acciones?
Kaneki se quedaría en el fuerte, Rize iría con el grupo de recolectar comida junto con su padre Sachi y otros ghouls. Iban a despedirse en la entrada, el atardecer comenzaba para que todos tuvieran la ventaja de la oscuridad para hacer sus movimientos, le había dado a Rize uno de los celulares que habían conseguido en una de las misiones de cabra (recién configurado para su uso desde cero) que ella guardó en su abrigo.
Rize traía el cabello largo trenzado, la trenza se agitaba suavemente con el viento frío antes de que ella se pusiera su cubre bocas y la capucha del abrigo sobre la cabeza, ella le hizo una reverencia larga sin decir nada, él solo se quedo sorprendido sin poder moverse, no esperaba ese movimiento.
—Ken…perdóname—Fue lo único que dijo Rize sin cambiar su postura.
—¿Por qué?
—Por haberte atacado esa noche, después de todo lo que ha pasado yo…—Rize irguió la espalda con lentitud y algo nerviosa de no tener una respuesta.
Él le sonrió de manera triste—.¿Todo este tiempo y todo lo que ha pasado entre nosotros es porque has querido disculparte? ¿Sientes culpa?
—Te equivocas.
Él se quedo callado, esperando a que ella se explicara mejor.
—He estado este tiempo a tu lado no porque solo me hayas ayudado a escapar de kokuria, es por lo cálido que eres, me gusta estar contigo en las situaciones tranquilas y peligrosas—Ella sonrió cálidamente acercándose quedando frente a él—.Cuando te dije que nos fugáramos de la prisión juntos esa noche no dormí no solo por el nerviosismo de la batalla si no por mis palabras, se que estamos en medio de una guerra, pero necesitaba decírtelo antes de que algo más pasé, no quiero perderte.
Kaneki la abrazó casi cargándola, haciendo que ella estuviera en las puntas de los pies, al principio inmóvil, pero luego correspondiéndole el abrazo.
—Si no es ahora, ¿cuando podremos estar así? —Él le susurró al oído—.Además esa noche de hace tantos años ya no importa, ya no existe ¿está bien…?
—Si—Rize lo abrazó con más fuerza.
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Notas finales:
Uff ha pasado un tiempo!. Queridos lectores gracias por su paciencia, últimamente he estado algo ocupada y el bloqueo mental va y viene con esta historia. También evidentemente decidí saltarme o modificar ciertas partes del manga por el enfoque de esta historia, por si no aparecen ciertos personajes o ciertas escenas no son incluidas.
*Referencia a la nueva canción de Hozier "Eat Your Young", donde Hozier toma el tema de la glotonería como pecado capital, pero no solo por la comida si no por una amante que sería como el apetito voraz y carnal por esa persona, también está el hambre de poder que inician las guerras (ya que la canción también habla de catástrofes, vender armas, reclutar a niños como soldados, etc.). Ya volvimos a la época en que las canciones de Hozier son las que me sacaban de apuros en bloqueos creativos jaja. Por cierto en el capítulo 4 de esta historia en wattpad encontraran un hermoso fan art de , de nuevo gracias alenogueda por dejarme usar tu arte para esta historia, un abrazo.
En fin, eso sería todo, les mando a todos un abrazo y espero no tardar tanto con lo que sigue, ojalá hayan disfrutado el capítulo, como siempre lean muchos fanfics, sean muy felices, duerman ocho horas diarias y hasta el siguiente capítulo.
Sayonara.
