Cuarto cumpleaños
Era una edad dificil para Yuki, trece años, es decir, era dificil para toda, pero más para ella que no había destacado demasiado en su carrera como Vocaloid. Seguía siendo la niña favorita del fandom, la "loli" por así decirlo, pero incluso ella misma se incomodaba de este título y en la escuela era más que evidente que no la hacían demasiado popular. Tenía amigas, si, pero incluso ellas se distanciaban un poco en muchas ocaciones, aunque sin duda eran gente que seguía siendo considerada, en especial Rana.
Su círculo social se iba haciendo más pequeño, y todo terminaba resumido en que ahora, en lugar de la gran fiesta en donde se rodeaba de gente desconocida que fingía ser su amiga, ahora estaba dispuesta a hacer cosas más privadas. En este caso, era algo tan sencillo como invitar a todos sus amigos cercanos a comer unas pizzas de gran tamaño, en una cocina tradicional Italiana.
Solo eran uns diez personas, entre Una, Kiritan, Rana y unos amigos más, casi todas mujeres, y por supuesto, Len, que estaba por cumplir los 18 años de edad.
Fue una tarde muy agradable, a decir frio hizo que el calor interno del local, y del cercano horno de pizzas, se sintiera más personal e íntimo entre todos. Pequeños chistes se hicieron, nada que forzara a la gente a decir más de lo que querían ni nada de eso. De vez en cuando surgió el comentario de lo raro que era que Len no estuviera con Rin, hasta que Yuki solo dijo que no la había invitado. Aquello desembocó en una lluvia de críticas contra Rin, algunas de las amigas de Yuki se sentían personalmente atacadas por ella y preferían mantenerla lejos, otras, como a Rana, setían miedo por la Kagamine y preferían tenerla evitarla.
Pero Yuki los sienció, diciendo que no era bueno hablar de la gente a sus espaldas. Su mamá corroboró eso, pero ambas tenían una mirada que consternó a Len, pues sabía que ellas mismas no lo hacían por amabilidad. Pero no había manera de defender a su hermana en esa situación, porque en el fondo sabía que ella también hablaba mal de los demás a sus espaldas.
Pasaron la hora final conversando mientras les llevaban un pequeño pastel de chocolate y Yuki apagaba las velas. Terminaron y Len pudo salir de ese lugar, sabiendo que tenía que llevar en el regalo a Yuki. Pasó entre las demás, Yuki siguió hablando con sus amigas, aunque al ver a Len se despidió de ellas y fue a perseguirlo.
-Hola Len... -dijo Yuki, parándose felizmente enfrente de él.
-Ah... Yuki... -se sentía algo incómodo, aunque en el año habóia hablado más con ella que otras veces, también había progresado su relación con Rin (no sin sus propios problemas).
-Suena bien cuando dices mi nombre -dijo ella caminando con gusto, sorprendiendo a Len por esas palabras.
Aparte de eso, él no podía evitar ver lo linda que se había puesto desde la última vez que la había tenido de frente en aquella fiesta. Usaba un sueter sobre una blusa azul claro con un moño de azul rey y sobre la cabeza llevaba una boina de color gris que hacía resaltar sus trenzas por debajo, como siempre, pero esta vez con un par de moños rojos; aparte de esto, llevaba una falda color verde oscuro y unas medias que la hacían ver bastante encantadoras, además de unos zapatos blancos con negro para la ocación. Era claro que Len se había tomado el tiempo en verla, casi en cada detalle, y es que era la primera vez que le había parecido más que solo adorable o tierna.
Y es que ese sentimiento que antes tenía por Yuki era más como lo que se tendría por un cachorrito o incluso por una mascota de un producto comercial, no un sentimiento de demasiado análisis, solo le parecía lindo, sin verlo a mucho profundidad. Pero ahora le parecía... hermosa. Se contuvo de pensar nada más y vió que ella le tomaba del brazo.
-Supongo que Rin me envió un regalo -dijo ella mientras se acercaba a Len.
-Si... ella insistía en darte un nuevo osito de peluche pero yo quería darte algo más clásico -dijo enseñándole la cajita de unos aretes muy finos.
-Len... gracias por esforzarte en eso... pero la verdad es que tu regalo... tu otro regalo, es lo que más espero cada año... -dijo Yuki más sonrojada.
-S-supongo que ya pensaste en algo para eso... -dijo Len, mirándo como Yuki se pegaba un poco más a él.
-Bueno... primero me gustaría caminar un poco contigo... le dije a mi mamá que mis amigos me llevarían caminando a la casa, y pues... -se excusó, provocando que Len suspirara.
-De acuerdo... pero no puedo llegar muy tarde -replicó Len, de cierta forma, agradeciendo que su noche no fuera a terminar tan pronto.
Los dos empezaron a caminar, parecía ser que los nervio de antes de Yuki ahora se habían tranquilizado. En sus anterioes cumpleaños, pese a su decisión, Len podía percibir un deje de nerviosismo en cada conversación, pero ahora ella se mantenía más tranquila, tanto que podía abrazarle por un lado sin sonrojarse como antes. Empezaron a conversar tranquilamente.
-Supe que fue un buen año para ti -decía Yuki mientreas le tomaba del brazo-. muchas canciones y muchos proyectos.
-Casi todo es de Miku -contestó Len-. Ella es la que atrae más a la gente, Rin y yo... creo que somos más de nicho -insistió él, dándo esa misma respuesta que había dado a otros que le habían dicho lo mismo.
-Está bien, algunos tesoros son mejores que se mantengan ocultos -dijo ella, recordando que el mismo Len había mencionado algo así cuando hablaban de música extranjera poco conocida.
-Si, supongo que es así, aunque a veces me pregunto si es que yo he logrado crear algún tesoro -dijo Len, refiriendose, por supuesto a su música.
-Jeje, Len, no ocupas esas cosas, tu ya eres un tesoro -dijo Yuki, con una sonrisa sincera, como si hubiera estado practicando decir eso desde el inicio.
Len se mantuvo con los ojos bien abiertos, no esperando a que ella le fuera a coquetear de esa manera... ¿Eso fue lo que hizo? La úlima vez que se había recibido un halago como ese fue de algun chico por internet, y no fue bien recibido. Ni siquiera Rin le había llegado a decir algo así de... "cursi". No pudo evitar sonrojarse.
-G-gracias por eso -dijo Len con las mejillas un poco rojas.
Él trató de hablar de otras cosas, pero parecía ser que solo haber mencionado eso ya había provocado que Yuki encontrara una pequeña "grieta" en su actitud normalmente estóica.
-Hay pocas personas que sepan apreciar lo que es realmente bueno -insistía Yuki en hablar del asunto-. por ejemplo, Flower no lo sabe, si soy sincera.
Len se dió cuenta porque mencioaba a su amiga Flower. Durante el año, él y Rin habían tenido un... "desacuerdo" y para provocar celos en su hermana, decidió cortejar a Flower, pero desgraciadamente para él, ella no mostró ningún interés en él y fue humillado en público cuando esta le dijo que solo lo usó para acercarse a su amigo Piko, el cual, de cualquier forma, no le hizo caso por salir con Miki.
Casi no le daban ganas de recordar eso... pero le hizo gracia que Yuki lo tomara en cuenta, y le parecía más y más lindo que hiciera su esfuerzo por formar ese coqueteo con él.
Eventualmente, entre esa y otras cosas de las cuales hablaron, se encontraron en la casa de Yuki, mirando a las ventanas iluminadas. Yuki se mantuvo espectante de Len, como si fuera un tipo de cita, mirándolo a los ojos. Len también se había arreglado llevaba un bonito sueter de cuadros azul fuerte y un pantalón rojo, y había dejado crecer su cabello un poco.
-Bueno Yuki... veo un poco dificil poder besarte aquí afuera... -dijo atemorizado de que pudieran llegar a verlo, no estaba en buenos términos con sus haters o con los paparazzis como pra estar besando a una de sus compañeras de trabajo... menos a Yuki.
-Tranquila... esta vez no quiero algo tan sencillo como un beso -contestó Yuki-. esas ya se me hacen cosas de niñas -agregó con una risa mientras cubría su boca.
-¿Eh... entones... qué quieres? -preguntó Len confundido.
-Len... en este caso quiero algo diferente... o mejor dicho, quiero que me dejes hacerte algo -guiñó el ojo.
-Eh.. Yuki... a que te refieres... -dijo todavía sin comprender.
-Yo... quiero hacer que te sonrojes... -dijo Yuki mientras que le toma la mano y empieza a llevarlo a un lado de la casa, en donde no era tan visible todo.
Len la siguió, su corazón se empezó a acelerar, distinto a las otras veces en donde todo era miedo en contra de las miradas ajenas de las personas que podrían contarle a Rin... en este caso el miedo era porque Yuki... era demasiado linda, y no sabría que tan lejos quería llegar. No quería propasarse con ella.
-Está bien... vamos... pero no entiendo muy bien que es a lo que te refieres... -pero tan pronto como los dos estuvieron solos, Yuki se lanzó a sus brazos, colocando los suyos alrededor de su cuello y pegándolo a él, quedandose muy cerca uno del otro.
-Algo así... -dijo Yuki, sus narices casi se tocaban y ella podía ver lo sorprendido que Len estaba, pero no completamente sonrojado.
-Solo eso...¿No? -preguntó Len, esforzándose porque su voz no temblara.
-Un poco... quiero ver como te sonrojas de verdad... -dijo besándole en los labios.
El beso fue como algunos otros de los cuales se habían dado, Len no se resistió, se mantuvo pegado a ella mientras que los dos se besaban, sintiendo como ella buscaba seguir más y más, con su lengua explorando su boca con cuidado, como si lentamente estuviera provocándole. Len siguió lentamente, pegado a ella, en esa pequeña esquina alejado de todos, el calor del cuerpo de Yuki se pegaba al suyo, su cuerpo era tan suave... demasiado suave, y de un aroma agradable y dulce...
Yuki se separó, dejando un poco de la saliva de Len en sus labios, que lamió lentamente. Antes de que Len pudiera decir algo acerca de eso, acerca de lo que debería confesar, Yuki le tocó los labios con el pulgar.
-¿Te gustó? -dijo ella mietras lo miraba con una sonrisa cariñosa.
-Si... como siempre... -dijo él, tratando de contenerse, sintiendo sus mejillas rojas-. Creo que... esto es lo que querías, ¿No? -preguntó él mientras que Yuki le tomaba de nuevo, ahora de la mejilla.
-En realidad... me gustaría probar algo más como esto -se acercó a Len al decirlo y comenzó a lamer su oído.
Len se tensó por completo en cuanto la pequeña y húmeda lengua de Yuki se pasó por su punto más sensible, metiendose un poco y dejando su saliva cálida sobre él. No pudo evitar soltar un intenso gemido, más como un alarido que nada, temblando sus piernas mientras se sostenía de Yuki, de pronto perdiendo toda su fortaleza y volviendose un postre de la chica.
-Y-yuki... m-me... ¡Esto es demasiado intenso! -soltó su voz chillona al sentir a la chica hablar en su oído con su aliento cálido.
-Esto es lo que quería... me encanta tu voz -dijo Yuki, con una voz profunda y lenta, Len casi podía percibir un deje de excitacion en ella, demasiado seductor.
Yuki continuó lamiendo a Len, su mejilla, su cuello, pasando su lengua plenamente por toda la piel, gozando repetir cienrtos puntos en los que sus lamidas provocaban aullidos más intensos del Kagamine. Este trataba de mantener los ojos cerrados, pero le era imposible contenerse, era su punto debil y ni siquiera él mismo lo sabía. Cuando Yuki trató de bajar más las lamidas fue cuando llegó a su límite, colocando sus manos contra la pared para tratar de sostenerse, como si se liberara, separó un poco sus piernas, dejándose a merced de Yuki.
-Bien... -escuchó a la chica decir mientras se separaba-. de verdad tu cara esta roja...
Len miró a Yuki, esta estaba con las manos detrás de la espalda y le miraba con una sonrisa, relamiendo sus labios.
-C-creo que lo lograste... -musitó Len tocando su cuello, sintiendo la saliva de Yuki.
-Diría que logré más de lo que esperaba... -contestó Yuki, y con su dedo tocó el bulto que ahora sobresalía del pantalón de Len, solo un pequeño toque e hizo que Len casi se perdiera de nuevo.
-¡Yuki! -dijo él mirando su propia erección con pena, volviendo a cubrirse.
Pasaron unas luces cerca de la casa, era la madre de Yuki que volvía a la casa y llevaba un pastel para la celebración. Yuki miró y ueg volteó a ver a Len.
-No te preocupes, entraré por detrás, vete después de que mi madre entre a la casa... -dijo Yuki guiñandole el ojo-. No te preocupes... nadie se va a enterar de esto.
Dicho esto, se acercó de nuevo a Len y besó sus labios rápidamente.
-G-gracias... Yuki -dijo él mientras trataba de levantarse, perdiendo la dureza en solo unos segundos.
-De nada... hasta el próximo año... o cuando gustes... -y sin agregar más, Yuki entró a su casa, dejando a Len más alborotado de lo que habría imaginado nunca.
Fin del capítulo 4.
