Capítulo 1


Harry Potter había estado pensando en esto durante varios días. Desde el "club de duelo" cuando salió a la luz uno de sus secretos, revelando su habilidad de hablar con las serpientes, aquí y allá escuchaba los murmullos de "heredero de Slytherin". Para Harry, francamente, era molesto más que deprimente. Él había estado tan seguro de que no era el heredero de Slytherin, pero algo de lo que dijo su mejor amiga Hermione, se quedó con él.

Slytherin había vivido hace cientos de años, ¿Qué impedía que él fuera su heredero? Si el mundo mágico se parecía en algo al mundo muggle, y se parecían, lo más lógico era pensar que había múltiples herederos de las líneas de los fundadores. Incluso podía haber alguien con múltiples herencias de los herederos.

Harry tenía curiosidad de saber si, por pura casualidad, era verdad que él descendía de Slytherin. No para confirmar el origen de su lengua pársel sino para averiguar más de su familia. Esa era la razón de que estuviera a altas horas de la noche en la biblioteca, revisando libros sobre genealogía mágica, pero nada. Había algunas cosas sobre la familia Potter y parecía haber una conexión lejana con una familia importante llamada Peverell, pero nada más. Los Peverell no estaban tan alejados en el tiempo como para conectarse con los Fundadores.

Sin embargo, en el último libro que leyó, había una pequeña anotación que le dijo a Harry lo que necesitaba hacer si quería saber sobre su familia: "Para más información sobre su árbol genealógico, puede pedir el servicio de Herencia Mágica en Gringotts".

Al día siguiente de su excursión, Harry envió una lechuza escolar a Gringotts. No quería enviar a Hedwig porque todo mundo que la viera, se preguntaría a quién le escribía Harry, y no quería alimentar más la fábrica de chismes.

Harry esperó casi una semana antes de que Gringotts le diera una respuesta y su respuesta vino en forma de una invitación formal a Gringotts, mediante un traslador. La carta decía que podía ir a cualquier hora del día, porque Gringotts jamás cerraba. Harry decidió que aunque confiaba en Hermione y Ron, él quería hacer esto solo. Ron se quejaría de la hora y Hermione apelaría a decirle a un maestro que lo acompañara o algo así.

Y Harry no confiaba tanto en los adultos como su amiga. Su propia jefa de casa desecho sus preocupaciones sobre la Piedra Filosofal el año pasado y ahora no estaba haciendo nada para desalentar la fábrica de chismes y su ostracismo.

No, Harry tenía que hacer esto solo. Fue una medianoche muy clara la que vio desaparecer a Harry Potter en medio del patio y con solo las lechuzas observándolo desde su torre. Una vez que el invisible chico llegó a los límites del bosque prohibido, intento activar el traslador con las indicaciones que venían junto con la carta y sintió como si su estómago fuera jalado con un extraño gancho hacia arriba y cuando la sensación de ser oprimido en un tubo muy angosto desapareció, aterrizo de bruces en una sala de piedra que contrastaba fuertemente con el elegante mobiliario que parecía muy caro.

Detrás de un escritorio que quedaría muy bien en uno de esos programas de abogados con despachos enormes, estaba un goblin con un monóculo dorado y varios anillos en sus manos. Igual que los goblins que conoció el año pasado, este se veía peligroso y Harry procuro levantarse con toda la poca dignidad que le quedaba y saludo como creía que debería saludarse a un directivo de alguna empresa.

—Mil disculpas por el retraso. Espero pueda entender mi peculiar situación de vida actual—Dijo Harry, haciendo una leve reverencia al goblin pero sin apartar los ojos del mismo, ni hacer contacto visual.

El goblin sonrió con todos sus dientes y eso lo hacía ver aún más peligroso, como si pudiera arrancarle pedazos de su carne a Harry pero se negó a estremecerse por el miedo—No se preocupe heredero Potter, conocemos que los magos tienen horarios extraños a veces. Por eso nunca cerramos. Adelante, tome asiento—.

Harry se sentó en el único sillón disponible frente al enorme escritorio, incluso para un mago adulto y procuro sentarse recto, como alguna vez lo había instruido su tía una ocasión en que no pudo encerrarlo a tiempo en su alacena, cuando una vecina fue a casa para contar un chisme fresco.

—¿Cómo prefiere que me refiera a usted, heredero Potter? ¿Prefiere la dirección formal o la informal? —.

Harry estaba un poco perdido sobre esto, pero dado que solo estaban ellos dos, pensó que informal sonaba bien. Esto de heredero Potter le era muy extraño y le preguntaría a este goblin sobre porque ese tipo de título, pero por el momento, quería más que nada acabar con las dudas sobre su ascendencia.

—Preferiría la dirección informal, gracias—.

—¿Entonces está bien que me refiera a usted como "Harry"? —Harry asintió—Bien, entonces puede referirse a mi como Blood-Dagger—Harry volvió a asentir, sin retirar su vista del goblin pero sin ver directamente a los ojos.

El goblin pareció complacido de esto (o al menos eso le pareció a Harry) y empezó a sacar algunos elementos extraños... al menos extraños para Harry. parecía ser algún tipo de poción de color azul, un cuenco, un pergamino, un instrumento de un metal que Harry creía era plata y un cuchillo ornamentado, incluso en la parte del filo.

El goblin simplemente le pidió a Harry extender su mano para hacer un ligero corte en su palma, explicando que el pergamino se empaparía en la poción una vez que añadiera la sangre a ella y una vez que el pergamino la absorbiera, habría un árbol genealógico bastante extenso. Harry estaba un poco aprehensivo pero al final, su innata curiosidad lo obligo a seguir adelante.

Fue más el espectáculo que el dolor. El filo del cuchillo era bastante, así que no sintió dolor más allá del que podría sentir con un rasguño y de hecho, el tajo era parecido a eso. Sin embargo, el corte ya se estaba curando y desapareciendo. Aunque Harry sabía que era magia, aun había muchas cosas que desconocía de este mundo.

El goblin no se inmuto sobre nada y continuo con la mezcla de su sangre con esa poción que ahora era de color morado. Una vez que la poción tuvo la consistencia que aparente buscaba el goblin, la vertió en el cuenco y dejó caer el pergamino en él. Fueron apenas un minuto y segundos que la poción fue absorbida por completo por el pergamino y el goblin lo sacó del cuenco para extenderlo en el escritorio.

Al principio, Harry solo pudo ver dos nombres arriba del suyo que estaba en la parte del fondo del pergamino pero pronto empezaron a ramificarse hacia arriba. La velocidad de aparición de cada nombre era vertiginosa y Harry no podía seguir el ritmo.

Finalmente, luego de varios angustiosos minutos, aquel pergamino dejo de escribir nombres. Harry no podía calcular cuantos nombres aparecieron, ya que las letras se fueron empequeñeciendo al tiempo que surgían más y más nombres, pero el goblin Blood-Dagger pareció estar estudiando cada nombre rápidamente y paso por varias expresiones, desde el asombro hasta el temor y luego el extraño respeto.

—¿Qué sucede? —Harry estaba seguro de que su vida estaba por dar otro giro extraño. Era solo una sensación ominosa en su estómago.

—Primero que nada, preferiría usar una dirección formal a partir de ahora, Heredero Potter—Harry frunció el ceño. Antes parecía estar cómodo con un ambiente informal y luego de leer algún nombre ahí en el pergamino, Blood-Dagger ahora quería ser formal.

—¿Es por lo del pergamino? —Blood-Dagger pareció dudar un poco pero al final su rostro mostro cierta resolución.

—Si. Gracias a su carta, teníamos algunas sospechas sobre su ascendencia...y de hecho, si, usted Heredero Potter es uno de los descendientes de Salazar Slytherin. El otro descendiente es de hecho el mago que le dio su cicatriz característica, Lord Voldemort, cuyo nombre real es Tom Marvolo Riddle—Harry abrió los ojos como búho ¿Estaba emparentado con el asesino de sus padres? ¿Cómo que se llamaba Tom Riddle? ¿Entonces por qué llamarse Voldemort? Blood-Dagger no se inmuto y continuo—La razón de pedir dirigirme a usted formalmente no tiene que ver con ese dato—.

—¿Entonces...? —.

—¿Qué sabe usted sobre sus abuelos maternos? ¿O sobre sus abuelos paternos? —.

Harry negó con la cabeza—Nada, absolutamente. Mis ti... tutores actuales, raramente los mencionan, excepto para mentir sobre ellos. Solo hasta el año pasado me entere sobre mis propios padres y sus talentos mágicos. Antes de eso, creía que habían fallecido en un accidente de auto. Y sobre mis abuelos, nadie los ha mencionado. Ni del lado muggle de mi mamá, ni del lado mágico aquellos que conocieron a mis padres—.

—¿Intento buscar alguna información sobre su familia en los libros de la biblioteca de Hogwarts? —.

Harry resopló—Claro que sí, pero solo había unas pocas menciones de algunos notables pocionistas como Henry Potter que inventó una poción para evitar infectarse de parásitos muggles y un tal Fleamont Potter, que hizo fortuna con una poción alisadora de cabello—.

Blood-Dagger sonrió pero sin mostrar los dientes—Fleamont Potter era de hecho, el padre de James Potter. Es decir, era su abuelo. Henry Potter era el padre de Fleamont, es decir, su bisabuelo. Y si, ambos eran renombrados pocionistas. Fleamont falleció solo unos meses antes de que usted viniera al mundo, víctima de la viruela de dragón. Su esposa, Euphemia, le siguió tan solo unos días después. Lo relevante de sus abuelos paternos es que su abuelo Fleamont era descendiente de dos familias de renombre, Peverell y Gryffindor—.

—¿Soy descendiente de Slytherin y Gryffindor? —Blood-Dagger volvió a sonreír y continuo.

—Sí y sí. La familia Peverell era famosa por ser inventores ingeniosos y de los que se sospecha, fueron los creadores de 3 artículos famosos por dejar un rastro de muerte a su paso pero luego podemos profundizar en esa leyenda. Su abuela Euphemia era descendiente de una rama de la familia Hufflepuff, no de la rama principal, pero hasta donde sabemos, no queda ningún descendiente de la rama principal y la familia Smith que se jacta de ser descendiente de Helga Hufflepuff, no ha venido a hacerse la prueba de ascendencia—.

—Entonces yo sería también heredero aparente de Hufflepuff a menos que esos Smith demuestren el parentesco, ¿Cierto? —Blood-Dagger sonrió.

—Eso es correcto. Ahora bien, la razón de mi necesidad de referirme a usted formalmente está de su lado materno. Su madre y su tía son hijas de Marian Evans, quien aparentemente fue adoptada por la familia muggle Connor. Ella se casó con un squib de nombre Kylian Evans que resultaba ser el hijo de un mago de una rama menor de Slytherin y de una squib descendiente de Ravenclaw...—.

—Espere, espere, ¿Qué es un squib? Y ¿Estoy emparentado con cada uno de los fundadores? —.

—Un squib es un hijo de padres mágicos que es incapaz de empuñar una varita. No son "sin magia" pero tampoco son capaces de ejecutar hechizos. A lo sumo pueden preparar ingredientes de pociones y trazar runas o aprender conocimientos teóricos pero hacer pociones complicadas, infundir runas para algo que no sea un área limitada... no, no pueden. Y sí, usted sería el descendiente más directo de los 4 fundadores, dos por cada padre—.

Harry estaba asombrado. ¡Estaba emparentado con los 4 fundadores! ¡Su madre había sido descendiente de Slytherin y Ravenclaw! ¡Oh, Dios! ¡Dudley era un descendiente de dos fundadores también y sobre todo del más infame. Harry estaba seguro de que aún había algo más, ya que Blood-Dagger parecía solo esperar a que Harry saliera de su asombro.

—Por favor, continue—Blood-Dagger sonrió.

—Su abuela es la que nos lleva a la última revelación importante. Ella no nació como Connor. Como le comenté, el pergamino indica que fue adoptada en esa familia. Aparentemente sus bisabuelos eran, digamos, complicados. Su bisabuela de nombre Rosalind Johnson era una criatura conocida como súcubo. Según estos resultados, se trataba de la última gran súcubo de Gran Bretaña, ya que hay una marca de realeza en su nombre. Sin embargo, su bisabuelo es... aún más inusual—.

Harry se preguntaba que podría ser más impactante que aprender que su bisabuela no era humana exactamente. Recordaba haber oído sobre súcubos e íncubos las pocas veces que los Dursley lo forzaron a ir a la iglesia. Dudley hizo berrinche sobre no querer estudiar los domingos en la escuela dominical y nunca volvieron a poner un pie en una iglesia. Recordaba que eran demonios que se alimentaban de los humanos de forma sexual.

—Bueno, ¿Qué es tan inusual? ¿Acaso es un mago oscuro? —Bromeo Harry pero la cara inusualmente seria de Blood-Dagger le convenció de que quizás había dado en el clavo—¿Es un mago oscuro? —Blood-Dagger meneo la cabeza.

—Es el Señor Oscuro anterior al actual. El mago que creo un ejército de Inferi y se alió con el muggle Hitler durante la segunda guerra mundial. Casi nos llevó al desastre a todo el mundo mágico inglés y solo fue derrotado por su actual director de Hogwarts, para luego ser encarcelado en la infame prisión de Nurmengard—.

Harry ahora estaba mortalmente blanco, ¿Era descendiente de un señor oscuro? ¿Qué demonios era un Inferi? ¿Cómo podía una mezcla de un demonio sexual y un señor oscuro producir una persona decente? La tía Petunia jamás hablo de la abuela, pero siempre veía con cariño la única foto de sus abuelos y era evidente que los había amado. Eso solo era posible si había sido amada. Era evidente que su abuela tampoco tuvo magia o en su defecto, la oculto muy bien, ya que por lo que dijo la tía Petunia, que su madre tuviera magia, fue una "sorpresa" en la familia.

Decidiendo que tenía muchas preguntas difíciles, empezó por la más simple—¿Qué es un Inferi? —.

—Inferi es el plural de inferius. Un inferius en un cadáver reanimado mediante magia oscura al que se le puede ordenar múltiples tareas. Parecido a los zombies que retratan los muggles pero más como la concepción vudú de un zombie y no la retratada en películas de sangre y tripas—Blood-Dagger parecía estar recordando alguna escena de esas películas, por la sonrisa que estaba poniendo en ese momento, llena de dientes y alegría.

—¿Qué dice el pergamino sobre mi abuela? Quiero decir, ¿Cuándo nació? ¿Cuándo fue adoptada? —.

—Su abuela nació el 31 de octubre de 1939 y fue adoptada por los Connor alrededor de 1944. También fue el año en que falleció su abuela. Según el pergamino, falleció durante un bombardeo y ya había entregado en adopción a su hija Marian Johnson que se convirtió en Connor. Es probable que su bisabuela estuviera en algún profesión de riesgo y hubiera tomado precauciones para su hija—.

Harry estaba aún pálido pero una mala madre no hubiera pensado en poner a salvo a su hija. Incluso siendo un "demonio", su bisabuela pensó en proteger a su abuela, lo que hizo que ella conociera eventualmente a su abuelo Kylian y tuvieran juntos a su madre Lily y su tía Petunia. Además, había muchos huecos en la información. ¿Su abuela estaba con Grindelwald o solo fue cosa de "una noche" y quedó embarazada? ¿Estaba con el eje o con los aliados? Su abuela incluso pudo ser una espía y acostarse con Grindelwald para sacarle información por lo que él sabía.

Ese pergamino solo había despejado unas pocas dudas y abierto otras tantas. Sobre todo, como era posible que las "estrellas" se hubieran alineado de tal forma que su madre, una descendiente de Ravenclaw y Slytherin, se casara con el único descendiente aparente de Gryffindor y Hufflepuff. Técnicamente, Harry era el único heredero de las cuatro casas de Hogwarts. Eso resolvía parte de cómo podría hablar pársel y aun así ser sorteado en Gryffindor, era parte de su herencia en ambos aspectos.

El resto del tiempo, Blood-Dagger y Harry lo ocuparon en hablar un poco sobre sus activos heredados por ser el último Potter y las múltiples bóvedas que tenía ahora, dado que según el pergamino, su madre había derrotado a Voldemort con alguna clase de ritual y había logrado algo llamado "derecho de conquista" que heredó Harry al ser su hijo.

Había muchas cosas que arreglar, pero Harry tenía que regresar a la escuela y Blood-Dagger le dijo que le escribiría pronto pero que ocuparía un elfo domestico para entregarle su correspondencia, ya que mucho de eso era considerado material sensible y debía ser entregado como si fuera correo certificado. Harry asintió y activo su traslador para regresar a la escuela.

Blood-Dagger estaba a medio camino entre preocupado y ansioso. Este chico no había dimensionado realmente lo que implicaba ser considerado un príncipe de un grupo de criaturas. Si aún había súcubos e íncubos en el continente, estos estarían felices una vez que el pequeño príncipe cumpliera su mayoría de edad y pudiera reclamar su título.

Y por si no fuera suficiente, también había nacido con el poder de Hogwarts detrás de él. ni siquiera el manipulador de Albus Dumbledore podría haber organizado algo así. Si ese intrigante mago supiera el verdadero linaje de Harry Potter, jamás lo hubiera alejado del mundo mágico y lo hubiera preparado durante años para solo escucharlo a él, fungiendo como su tutor o algo así. Aunque, quien sabe. Albus Dumbledore jamás había sido un defensor de las criaturas.

Cierto que hablaba sobre tolerancia y esas cosas, pero jamás había dado un paso adelante para hablar en nombre de las criaturas. Al menos Blood-Dagger estaba seguro de una cosa, Harry Potter no iba a hablar de su herencia con nadie. Ni siquiera necesitaba decirle al muchacho que guardara esa información para él nada más, ya que de alguna manera, el chico supo instintivamente que las herencias de criaturas no eran bien vistas en los magos y brujas.


Mientras un nuevo día empezaba en Hogwarts y un adormilado Harry se defendía de las constantes preguntas de Hermione, diciendo que simplemente le había dado insomnio y por eso parecía estar medio muerto, en un castillo inmarcable de Austria, un hombre que había estado encerrado durante décadas y ya había pasado la centena de edad, se encontró siendo visitado por un elfo doméstico.

Curioso sobre como un pequeño elfo no fue repelido por las barreras colocadas por su ex-amante, quedo aún más sorprendido por el hecho de que dicho elfo le estaba extendiendo una carta con el sello de Gringotts. Esta distracción hizo que el elfo pudiera desaparecer sin que este hombre, mejor conocido como Gellert Grindelwald, pudiera preguntarle como atravesó las barreras.

Dado que ya no podía interrogar al elfo, Gellert simplemente se encogió de hombros y decidió que podía leer la carta. Contrario a lo que muchos pudieran pensar, su celda era bastante cómoda y tenía muchas amenidades como una caja fría para tener algunas botanas y bocadillos (aunque tenía 3 comidas regulares), así como bebidas, un estante de libros infinito y una habitación climatizada mágicamente que se mantenía en 20 grados siempre. Incluso tenía ropa de diversos tipos y parecería más estar de vacaciones que condenado de por vida en prisión.

Conforme iba leyendo la carta, el ceño del mago iba haciéndose más y más pronunciado. Había muchas cosas que ahora tenían sentido pero que en su momento le representaron un misterio. Finalmente conocía que había sucedido con su único hijo, que resultó ser una hija. Rosalind le había pedido su ayuda para convertirse en madre y siendo tan buenos amigos, no tuvo corazón para negarse, aunque jamás tuvo la necesidad de tener niños.

Era bueno saber, aun así, que una pequeña parte de su amiga siguió en este mundo e incluso tuvo en algún momento dos nietas. Aparentemente, cada una de sus nietas, también tuvo un hijo y aunque le dolía un poco saber que una de sus nietas había fallecido por su sucesor, era motivo de alegría saber que su hijo seguía entre los vivos y que incluso tenía otro bisnieto.

Aparentemente, solo una de sus nietas tuvo magia y su hijo era el único de sus bisnietos que tenía magia. No solo eso, sino que su mezcla genética era impresionante. Tenía lengua pársel y aparentemente, según el goblin que le escribió, había cierta aura oscura dentro del muchacho. Era evidente que Rosalind dejó más que un pedacito de ella en esta tierra.

Ese bisnieto suyo era oro puro. Sería un mal abuelo si dejara que un muchacho con tanto potencial se quedara sin un guía adecuado para enseñarle cómo manejar sus poderes y estaba el hecho de que no quería que su ex-amante tuviera su influencia en su pequeño nieto. No, lo mejor es que él saliera de su retiro y fuera a visitar a su familiar.

Sacó un ladrillo detrás del estante infinito y dentro del hueco estaba un saquito. Gellert sacó el saquito y coloco el ladrillo en su lugar. Del pequeño saco, Gellert saco algo parecido a un coagulo de sangre y lo coloco en su cama. Luego de algunas palabras dichas y movimientos con su varita (que también estaba en el saquito), el coagulo se transformó en una copia exacta del mago. Con cuidado, Gellert se rasgó la piel de su mano y sangro en la boca del homúnculo.

Luego de que la sangre fue tragada por el homúnculo, este parpadeo y espero sus órdenes. Gellert le proporciono suficiente magia y copias de sus recuerdos para durar uno años. Albus nunca venía a verlo, de forma que este doble solo debía ser verificado por los guardias y estos apenas y subían a verlo.

Una vez que quedo satisfecho con su doble, Gellert sencillamente pronuncio las claves de permiso y desapareció. Albus siempre olvido que Gellert había construido esta prisión. Sería muy idiota que no hubiera previsto una ruta de escape. Simplemente no había "huido" porque estaba cansado de intentar el dominio mundial. Haber visto los horrores de los muggles durante su última guerra, ciertamente le habían curado de sus ideas de que era "conquistables".

Sin embargo, ahora que había un pequeño nieto a la vista, sería un abuelo muy desconsiderado si no fuera a visitarlo. Ahora ¿Qué le gustaba a los niños de 12 años? ¿Debería llevar una serpiente constrictora o una venenosa? Gellert simplemente aterrizo fuera de la prisión mientras pensaba en estas cosas, decidiendo que mejor llevaría al niño a una tienda de mascotas y le dejaría elegir a su primera serpiente.

Con esos alegres pensamientos, Gellert Grindelwald dirigió sus pasos hacia Escocia. Tenía un nieto al que echar a perder a base de juguetes y mimos.