Nota de la traductora: Bienvenidos a una nueva historia. Como siempre, nada de esto me pertenece. Los personaje pertenecen a JKR y la historia es de la maravillosa Emmaficready quien amablemente me dio permiso de traducir su obra; ella también es la autora de mi otra traducción Comenzó con una patada, así que si les ha gustado esa historia les recomiendo que también sigan esta. Eso si, tengo que advertirles que esta historia es bastante diferente, ya que si bien Comenzó con una patada es una historia que tiene partes oscuras, también tiene muchos momentos sexis y divertidos. Esta historia es más bien una historia de recuperación después de la tragedia, es una historia que habla de ser abandonado y reconstruirse, es una historia que nos muestra el lado "malo" de hacer lo correcto, y como muchas veces no obtenemos nada bueno de hacerlo pero aún si se debe hacer simplemente porque es lo correcto. La razón por la que esta historia está clasificada como madura tiene más que ver con el gore y la violencia que con el sexy time, se los advierto para que no se decepcionen. Otra advertencia importante es que en partes esta historia se va a sentir muy antigryffindor, y para ser honesta, si, muchos Gryffindors se van a comportar de una manera que haría que Godric se avergonzara de ellos pero no serán todos. De hecho, se podría decir que en esta historia pasa con los Gryffindor lo mismo que pasa con los Slytherin en canon, hay algunas pocas manzanas podridas que le dan mala fama a toda la Casa y como dichas manzanas están en posiciones de poder, las manzanas buenas tienen miedo de revelarse. Como sea, espero que les guste la historia y que la disfruten tanto como yo. Empezamos!

xxxxx

Cuando Hermione supo lo que eran los animagos, quedó fascinada.

Cuando vio a McGonagall transformarse de gato a mujer en de un solo movimiento, quedó atónita.

Cuando vio cómo Sirius Black logró escapar de Azkaban como perro y Peter Pettigrew intentó esconderse a plena vista como rata... se obsesionó.

Le llevó 6 meses, pero lo logró.

Por supuesto, los chicos habían trabajado junto con ella; de alguna manera, se sentía bien que los tres hicieran esto juntos, tal como lo habían hecho los Merodeadores en su época. Sin contar a Pettigrew.

Aunque Hermione lo logró a mitad de su cuarto año, 6 meses después de comenzar, no fue sino hasta la mitad del quinto año cuando Harry logró su forma y ahora ya estaba bien entrado el sexto año y Ron todavía no había mostrado ningún signo de cambio.

Ni siquiera una transformación parcial.

¿Su forma, sin embargo?

Había estado muy contenta de tener una forma, y lo más lógico es que hubiera sido una nutria como su patronus, con lo que suponía que se habría sentido contenta... pero una parte de ella había esperado que fuera algo pequeño y corriente como un ratón o un hámster.

Algo mundano, ordinario, sencillo.

Pero amaba su forma.

Orgullosa, fuerte, protectora... Feroz.

Una leona.

Una leona de Berbería* muy grande.

Le encantaba y estaba inmensamente orgullosa de ella.

El bosque prohibido ya no la asustaba, no cuando ella lo acechaba en la noche como leona.

xxxxx

Cuando Harry encontró su forma un año después, por supuesto había sido un cérvido**, ¿podría haber sido alguna otra cosa?

Sin embargo, a diferencia de su padre, cuya forma animaga era un ciervo rojo, Harry se elevó más que solo una cabeza y hombros por encima... con la forma de un gran alce.

Puede que pareciera gentil, pero definitivamente no era Bambi.

Sus 16 puntas de cornamenta, tan peligrosas como cualquier espada, le darían pelea a cualquiera.

A los dos amigos les resultaba difícil ver a Ron luchar por encontrar una forma.

Estaba convencido de que algún día lo lograría, pero todos sabían que algunas brujas y magos eran incapaces del cambio.

Los animagos eran muy raros y era algo inherente, o eras o no eras un animago y no había nada que pudieras hacer para convertirte en uno si simplemente no estaba en ti.

Y aunque siguieron apoyando a su amigo, tanto Hermione como Harry temían que nunca tuviera una forma y las repercusiones que esto pudiera causar entre los tres amigos.

xxxxx

La primera vez que Hermione cazó como leona, se sintió mortificada.

Sabía que, como animaga, sus instintos se filtrarían en su vida diaria.

Tanto ella como Harry habían notado cambios desde que encontraron su forma.

Harry era mucho más perceptivo, sus habilidades de quidditch eran incluso mejores, ya que su capacidad para rastrear el movimiento creció exponencialmente, al igual que su velocidad y reflejos.

El sentido del olfato de Hermione estaba por las nubes, y su audición mejoró mucho, sus pociones ahora eran infalibles, ya que podía oler los mejores ingredientes y escuchar el cambio en el burbujear de la poción.

Sus rasgos de carácter también estaban más enfatizados, mientras que Hermione siempre había "protegido y cuidado" a sus amigos, ahora los protegía y cuidaba aún más y Harry era aún más orgulloso y de temperamento rápido, aunque ferozmente protector de sus amigos. Especialmente de sus amigas mujeres, a quienes le gustaba "arrear" a su alrededor, para saber dónde estaban en todo momento.

Ninguna de esas cosas era mala en realidad.

Incluso si Harry tenía algunos encontronazos con algunos de los chicos.

Pero cuando ella había salido a correr por el bosque una noche, después de saltarse la cena, se encontró acechando a una acromántula.

El instinto la había hecho agazaparse y arrastrar su vientre a través de la hierba, y cuando la acromántula corrió, ella la persiguió.

Al final la había derribado y un fuerte chasquido de sus mandíbulas había terminado con su vida.

Estaba a punto de morderla cuando olió algo más en el aire.

Caballo. Pero no.

Hombre. Pero no.

Centauros.

Su primer pensamiento cuando la manada la rodeó fue disculparse por cazar en su tierra, ya que habían entrado por error antes y tuvieron que disculparse con la manada.

Luego su segundo pensamiento fue... ¿cazar?

Ella acaba de... cazar.

Y matar.

¡Y estaba a punto de comerse una maldita acromántula!

Los centauros se rieron entre dientes cuando la leona saltó lejos de la araña con un maullido, intentando frenéticamente escupir y frotando su lengua con sus patas como para librarse del sabor.

"Paz, corazón de león, cazas bien."

Entonces gimió y trató de no inhalar un olor bastante apetitoso que provenía de uno de los centauros.

Dejando de lado la vergüenza, todavía tenía hambre, maldita sea.

"¿Quizás podríamos llegar a algún acuerdo? Las acromántulas jóvenes son una plaga en este bosque, su carne es un manjar para nosotros, pero están tan cerca del suelo que luchamos para cazarlas. Tenemos que aplastarlas bajo nuestras pezuñas, pero eso nos deja expuestos a que nos muerdan en lugares poco deseables". El semental sonrió y algunos otros se rieron entre dientes a su alrededor.

"Sin embargo, tú derribaste esa acromántula con más facilidad de la que podría haberlo hecho todo nuestro grupo de caza, y parece que la carne no es de tu gusto."

Ella negó con la cabeza y los centauros se rieron una vez más al ver a la leona sacudiendo la cabeza.

"¿Quizás si derribas más en nuestras tierras o alrededor de ellas, podamos ofrecerte un intercambio?" Él le arrojó algo desde su bolsa y el instinto hizo que ella lo tomara en el aire.

Era algún tipo de carne asada, y se le hizo agua la boca cuando lo devoró.

También decidió en ese momento no preguntarles qué era, porque tenía la sensación de que no quería saberlo.

Así nació su vínculo con los centauros.

Y con él se abrieron las puertas a los demás habitantes del bosque.

Hipogrifos, unicornios, thestrals.

Ahora ella era parte del rebaño para los centauros y otros habitantes con pezuñas del bosque.

Y su leona interior los veía como manada.

Familia.

Cazaban juntos, jugaban juntos y leían juntos.

Aprendió el llamado de la manada, y ellos aprendieron sus gruñidos y rugidos para poder cazar juntos.

Harry la apoyaba, pero no entendía.

No tenía ese instinto.

El impulso de cazar, de proveer para su manada, su familia.

xxxxx

Voldemort pronto se cansó de esperar y después de su humillante derrota en la batalla del Departamento de Misterios al final del quinto año, se obsesionó.

Los ataques de los mortífagos se estaban volviendo más frecuentes, más imprudentes.

Hubo más bajas de ambos lados, ya que los seguidores de Voldemort se desesperaron por apaciguar a su loco amo.

Cada fracaso era castigado, por lo que se volvieron cada vez más desesperados y cada vez más descuidados.

Pero no fue suficiente.

Así fue que, cuando Voldemort se cansó de esperar... una Quimera apareció en el bosque prohibido.

Ahora, las Quimeras son las bestias más peligrosas que puedan existir.

Con el cuerpo y la cabeza de un gran león, las patas de una cabra, incluyendo las pezuñas hendidas y la cola de un dragón, tan afilada y mortal como la del propio colacuerno húngaro.

Pero lo que hacía que las Quimeras fueran aún más peligrosas y únicas entre las bestias mágicas era que resistían la magia.

Ni siquiera un Avada le haría cosquillas a una.

Los mejores duelistas llevaban chalecos hechos de piel de quimera, que aguantaban la mayoría de los hechizos aunque el animal estuviera muerto, y que eran exorbitantemente caros, ya que normalmente hacía falta un equipo de inefables especializados para atraparlas y matarlas.

El pelo de quimera era el núcleo de las esposas supresoras de magia que se utilizaban en la prisión de Azkaban, impidiendo que los prisioneros usaran magia.

Depredadores, crueles y mortales.

Las quimeras mataban sin conciencia, cazaban sin piedad y dejaban muertos a casi todos los que se interponían en su camino.

xxxxx

Los tres estaban sentados en el suelo, en el lindero del bosque. Habían traído un "picnic" con ellos mientras estudiaban en el césped.

La oyeron primero.

El rugido.

Hermione hizo una pausa y ladeó la cabeza.

Harry se quedó paralizado ante su mirada mientras Ron continuaba hablando sin darse cuenta.

"¿Hermione?", preguntó, pero ella levantó la mano para que dejara de hablar.

Después de un momento, ella sacudió la cabeza, como para aclarar sus pensamientos.

"Nada... pensé que oí..."

Se escuchó de nuevo, el rugido profundo y atronador, más cerca esta vez. Lo suficientemente cerca para que Harry también lo oyera.

"¿Qué es eso?"

Su cabeza se movía de un lado a otro mientras intentaba explorar el bosque en busca de movimiento.

"No estoy segura, creo…"

De repente, un olor en el viento la golpeó, uno que era tan desconocido y, sin embargo, extraña y vagamente familiar.

"Huele como... ¿el salón de defensa?"

Fueron las palabras de Harry las que conectaron los puntos en su mente.

Olor extraño, pero familiar.

Familiar porque ella misma era en parte león.

Familiar porque ellos usaban chalecos de duelo en el salón de defensa contra las artes oscuras.

"Harry..." Hermione gimió cuando un Morsmordre iluminó el cielo sobre el bosque prohibido, lo que provocó que los estudiantes gritaran de pánico.

"Harry... es una quimera".

xxxxx

Los estudiantes huían hacia el castillo y gritaban de pánico mientras Hermione se volvía hacia Ron y Harry, uno de ellos prefecto igual que ella, justo cuando Neville, Dean y Seamus corrían hacia ellos.

"¿Qué está pasando?" Dijeron sin aliento.

"¡Quimera, hay una Quimera en el bosque! Voldemort debe haberla traído aquí", espetó Harry y los tres chicos palidecieron.

"Espera, ¿no están los Gryffindors y Ravenclaws de quinto año en el bosque con Sprout?" preguntó Neville rápidamente.

Harry palideció "¿Ginny está en el bosque?"

"¡Los Slytherins de primer año también!" jadeó Hermione, recordando a Hagrid diciéndoles que los estudiantes iban a ver a los thestrals recién nacidos.

"¡Luna también estará allí!" Neville jadeó, pero los chicos parecieron más concentrados en Harry cuando se quitó la túnica y comenzó a moverse sin prestar atención a la audiencia, con los ojos oscureciéndose y astas brotando de su cabeza.

Una voz en la parte posterior de su cabeza le susurró.

Los pequeños están en peligro.

"¡Ron! ¡Llama a McGonagall, Snape y Dumbledore... diles que hay una quimera en el bosque y que hay estudiantes allí!" Ella soltó un gruñido, sus dientes se alargaron hasta convertirse en colmillos y sus ojos se volvieron dorados.

El chico se dio la vuelta y corrió hacia el castillo, tropezando con sus pies y conjurando su patronus mientras corría... el vivaz Jack Russell salió disparado en la dirección opuesta a la suya.

Seamus y Dean comenzaron a correr para reunir a los estudiantes desperdigados mientras Neville se quedaba junto a Harry.

"Tenemos que llegar a ellos", espetó Harry mientras comenzaba a correr.

"¿Qué pasa con los Slytherin?", replicó Hermione.

"Que se jodan los Slytherins", murmuró Harry. "¡Ginny está ahí afuera!".

"¡Y Luna!", añadió Neville.

Entonces Harry se transformó por completo y el gran alce soltó un bramido profundo cuando sus patas tocaron el suelo. Neville no necesitó que se lo dijeran dos veces, agarró la cornamenta como manija y saltó sobre la espalda del gran alce.

Hermione corría a su lado.

Su corazón se desgarraba. Luna y Ginny eran sus amigas.

Pero vio a Harry atravesar la línea de árboles con Neville a cuestas, y Seamus y Dean corrían de regreso con escobas junto con otros estudiantes.

Todos se dirigían al lado norte del bosque.

Hacia los Gryffindor y Ravenclaw.

Tomó su decisión.

Transformándose mientras atravesaba la línea de árboles, giró hacia el sur.

Sola.

Hacia los Slytherins.

Nota de la traductora: y con eso comenzamos esta historia. Como pudieron notar todos los que están siguiendo Comenzó con una patada, a la autora le gustan mucho los centauros y ellos también formarán parte de esta historia. Ahora, se que algunos estarán decepcionados de Harry por su actitud hacia los Slytherin DE PRIMER AÑO, pero todo tiene un motivo y todo se aclarará aunque tardaremos en llegar ahí. Por otro lado, de verdad a alguien le sorprende que todos corran a ayudar a los Gryffindor y a los Ravenclaw en lugar de a los pequeños Slytherin? Lo cierto es que, de forma diferente a los nacidos de muggles, ellos también enfrentan discriminación, y de por sí hay mucha división entre Casas que siendo sinceros es promovida desde el inicio por los adultos. Veremos que tanto afectan esos prejuicios en esta historia. Hasta la próxima!

*El león del Atlas o león de Berbería (Panthera leo leo) es una subespecie de león originaria del norte de África que hoy se encuentra extinta en libertad. Se desconoce el número exacto de leones del Atlas que se encuentran en cautividad, incógnita que aumenta cuando se tiene en cuenta que muchos de los ejemplares mantenidos en zoológicos y circos no son individuos puros, sino cruces con otras subespecies de leones desde hace varias generaciones. Al león del Atlas se lo considera la tercera subespecie de mayor tamaño conocida de león, justo por detrás del león de las cavernas y el león americano que vivieron durante el Pleistoceno en Eurasia y Norteamérica. Sus dimensiones son debatidas, ya que se sabe muy poco del león del Atlas. Aunque, según los museos; en donde se encuentran leones del Atlas disecados "tiene una longitud de aproximadamente 3-3,3 m".

**Los cérvidos (Cervidae) son una familia de mamíferos artiodáctilos que incluye los ciervos o venados. Su tamaño es variable, siendo el alce el mayor (hasta 450 kg), y el venadito o pudú del norte, el menor, con unos 8 o 10 kg.