La noche se despliega en un manto de oscuridad salpicado de estrellas brillantes, cada una titilando como un pequeño faro en el vasto cielo. Un suave viento fresco acaricia la piel, de una azabache, quien, de pie frente al barandal, con una copa de champagne en la mano, observa el horizonte con una mezcla de tristeza y reflexión. Su cabello ondea suavemente con la brisa, enmarcando su rostro iluminado por la luz de la luna.

La chica llevaba un bellísimo vestido de seda, suave al tacto. Con algunas secciones con un ligero toque de transparencia y finos tirantes, añadiendo un toque de sensualidad sin ser demasiado revelador. Ajustado en la parte superior, fluido en la falda, acentuando su cintura y cayendo con gracia sobre las caderas. Con un escote en V sutil que realza el busto, de un vibrante azul turquesa, resaltando su piel de manera magnifica.

Kagome Higurashi era una escritora de varios Best Seller, bajo el seudónimo de Shikon No Toma. Todas las personas estaban encantadas con sus dos partes y esperaban con ansias una tercera. Realmente se había quedado en un pequeño bloqueo, todos los problemas con Bankotsu le consumían la energía, ella pensó que este pequeño obsequio por parte de la editorial sería una manera increíble para liberarla del bloqueo y de una vez reanimar las llamas de su amor. Pero resulto todo lo contrario.

––– Kagome, este crucero es la oportunidad perfecta para relajarnos y disfrutar. ¿Por qué no hablamos de nuestra relación? ––– con una sonrisa despreocupada

––– ¿Qué quieres decir? ¿Es algo malo? ––– mirándolo con curiosidad

––– No, no es eso. Solo creo que podríamos considerar tomar un pequeño "break". Ya sabes, para divertirnos un poco.

––– ¿Un break? ¿Te refieres a que quieres salir con otras chicas? ––– Frunciendo el ceño, a ella no le gustaba para nada a donde iba esta conversación.

––– Exactamente. Este lugar está lleno de personas interesantes. ¿Por qué no darnos una carta abierta para explorar? Tú también podrías hacer lo mismo.

––– ¿Estás hablando en serio? ¿Quieres que salgamos con otras personas y sigamos como si nada? ––– Sorprendida, ella sabia que Bankotsu era terriblemente celoso.

––– Sí, piénsalo. No estamos atados a nada en este momento. Quiero disfrutar del crucero y, sinceramente, creo que sería divertido para ambos ––– sonrió de manera satisfactoria ––– Afortunadamente el premio que obtuviste nos da la opción de tener cada uno nuestra habitación.

––– No sé, Bankotsu. Me parece un poco arriesgado. ¿Y si terminamos lastimándonos? ––– El parecía tener todo planeado y eso le dolió un poco.

––– La vida es corta, Kagome. A veces hay que arriesgarse. Además, una vez que el crucero termine, volveremos a estar juntos. Solo es un descanso para explorar ––– con una sonrisa tranquilizadora ––– Piénsalo como unas vacaciones de nuestra relación.

––– Entiendo tu punto, pero no estoy segura de que sea lo correcto. ¿Y si me gusta alguien más? ––– Ella sabía que solo había una persona que le gustaba mas que su novio, pero sabia que seria imposible que el también estuviera aquí.

––– Eso es parte de la aventura. Si eso pasa, genial. Pero también podrías darte cuenta de cuánto valoras lo que tenemos. ––– encogiéndose de hombros.

Sin embargo, el estaba totalmente seguro de que la chica jamás le seria infiel, ella no era de esas y sabiendo que la aventura al final terminaría con el crucero y volverían a estar juntos. No tenia la menor duda que Kagome no se entregaría a cualquier hombre.

Tremendo error.

Maldita hora en la que se había dejado convencer de tal estupidez, ahora estaba ahí en una de las terrazas del crucero, sola. Mientras el idiota de su novio o exnovio se encontraba bailando y besándose con una rubia de tetas enormes. La hacia enfurecer. Ella no le había comentado absolutamente nada referente a ser escritora, hasta el momento el creía que ella era una simple reportera. Cuando le comento del crucero ella le había dicho que gano un concurso de internet y ese era el premio. Una pésima mentira, pero el no era de los que prestaban atención a los detalles. Mientras el no pagara, le importaba poco de donde había salido.

Ahí estaba ella atrapada en un crucero "Descubriendo el mediterráneo" por 6 meses, no es que el crucero fuera aburrido. El crucero tenia una silueta fluida y estilizada, varias cubiertas con diversos espacios recreativos, zonas de descanso y ares de entretenimiento, amplias terrazas con jacuzzis, piscinas de borde infinito y áreas de solárium, muchas de ellas con cabinas privadas. iluminación LED ambiental y detalles en madera fina que aportan un toque de lujo. Esculturas y arte contemporáneo que adornan las áreas exteriores, creando un ambiente sofisticado. Canchas de tenis, mini-golf y espacios para actividades acuáticas como kayaks y paddleboarding.

Pero nada le llenaba, apenas había pasado una semana desde que tuvo esa conversación y su novio ahora ex novio, pero no había considerado su propuesta. Kagome no era mojigata, pero no le apetecía andar retozando como preparatoriana con un chico y otro, no era su estilo, fue sacada de sus pensamientos por unas manos fuertes que la tomaron de la cintura, un rostro se enterró en su cabello y aspiro el olor descaradamente. Ante la sorpresa, la chica dio un pequeño brinco tratando de liberarse el agarre, girando y quedando frente al descarado.

––– Koga ––– Soltó la chica con tremenda sorpresa, tratando de apartarlo con sus manos en el pecho.

––– Sabia que eras tú, te reconocería en cualquier lado ––– La sonrisa del moreno fue de eterna felicidad.

Los ojos azules de Koga Takahashi se clavaron en los orbes grises de la chica, él había sido su novio hace algunos años, la relación no había funcionado, el realmente la amaba, pero ella no sentía lo mismo por él. La relación se apago y no se vieron por algunos años.

Ella estuvo a punto de ponerse histérica, hasta que escucho su voz.

––– ¿Esta todo bien? ––– Koga soltó su agarre dejando por fin libre, ahí lo vio.

Sesshomaru Taisho, vestido con una ligera camisa de lino blanca que se adapta a su figura esbelta, el tejido suave ondea con la brisa marina, revelando su porte majestuoso y su esencia etérea. Sus pantalones de algodón en un tono suave de azul marino contrastan con la luminosidad de su camisa, aportando un aire relajado y sofisticado. A medida que el viento juega con su cabello plateado, este brilla como hilos de luna.

Ella contuvo el aliento cuando sus ojos de un dorado profundo y enigmáticos, se posaron en ella, hacía unos 8 meses habían estado compartiendo mensajes, un poco coquetos, sin llegar a la exageración. Ella era un poco cautelosa, hacia 2 años que salía con Bankotsu y sabía que los mensajes no eran para nada inocentes, pero sus ojos dorados la volvían loca.

––– Sessh… ––– dijo ella mientras caminaba hacia él y saltaba a sus brazos, tenia muchos meses queriendo sentir el contacto de su piel, olerlo. Besarlo.

El la sostuvo en el aire y aspiro su olor al instante. Olía a un delicioso caramelo, con un toque de coco y aroma del idiota de Koga. Pero eso no le importaba, el sabía que ellos habían salido, pero fue hace mucho tiempo, a el le gustaba lo que provocaba en la chica. Sabia que no era inocente, pero verla sonrojada, nerviosa y hasta un poco torpe, por EL. Le encantaba.

––– ¿Qué hacen aquí? ––– Pregunto por fin la chica separándose del peli plateado y viendo tanto a Koga como al chico que le arrebataba el aliento

––– Miroku y Sango por fin van a casarse ––– Soltó el moreno de ojos azules ––– Decidieron hacer la despedida y la boda en este crucero.

––– ¿Tu qué haces aquí? ––– Los ojos dorados la veían fijamente, ella solo baja la vista nerviosa.

––– Me gane un par de pases en internet ––– Era la mentira costumbrada ––– No puedo creer que por fin darán ese gran paso.

––– Están todos aquí ––– Dijo el Moreno ––– Hoy iremos al Bar Mare Nostrum, que se encuentra en la popa, cuarto piso como a las 7:00 pm, Si gustas acompañarnos ––– Apoyándose en el barandal, tratando de ocultar sus celos.

La chica pestaño, un pequeño remordimiento, desde que empezó a salir con Bankotsu se alejo un poco de sus amigos, no es que el se lo impidiera. Pero ella prefería pasar todo su tiempo con él. Además, después de su relación con Koga necesitaba alejarse un poco.

––– A los chicos les encantara verte ––– Dijo el moreno llegando a la altura de la chica, acariciando su cabello revuelto que danzaba con el viento.

Sesshomaru no dijo nada y eso taladraba en la cabeza de la azabache, el solo se había limitado a verla. Ella quería morir de vergüenza, había ingresado en cada libro una escena que en realidad había sido algo que le paso a ella en la vida real, con Sesshomaru. Suspiro. Kagome estaba segura de que el no leía ese tipo de libros. No lo imaginaba con un Drama, romántico–spicy en sus manos.

La chica se despido de sus amigos, un poco nerviosa y ansiosa. No había considerado aun la propuesta del rompimiento con Bankotsu, pero aquí estaba Sesshomaru, si el destino los quería juntos ella no desaprovecharía la oportunidad. Ella había reservado algunas actividades para hacer con su pareja, pero en vista de la situación, se preguntaba si Sesshomaru la quisiera acompañar. Llego lo mas rápido que pudo a su camarote.

Estaba decorado con acabados de mármol, madera de alta calidad y textiles lujos. Una sala previa a la habitación, en donde se encontraba un sillón cómodo para 3 personas, mesa de café, televisión y varias mesitas llenas de arreglos florales.

La habitación contaba con una enorme cama King Size con sabanas de algodón egipcio, almohadas y edredón de plumas de ganso personalizadas con el nombre de cada pasajero.

Un hermoso balcón amueblado con vista panorámica al mar, equipada también con bañera de hidromasajes, ducha de lluvia y lavados dobles. Una enorme televisión y un closet relativamente enorme.

Kagome rebusco entre su ropa, algo para ver a sus amigos, hacia varios meses no los veía, sabía que Sango y Miroku estaban saliendo, pero nunca pensó que los volvería a ver en el crucero de su boda