(You Thrill Me)
1
Las luces de la discoteca eran, a mi juicio, realmente algo erótico. Era como si hubiese entrado a una especie de strip club, pero eso tal vez se debía a la ropa que llevaba en ese momento: Un escotado vestido rojo que llegaba hasta arriba de mis rodillas y unos tacones blancos que hacían lucir muy bien torneadas mis piernas.
¿Cuál era mi objetivo con todo esto? Eso venía pensando desde que el taxi tomó rumbo hacia Kabukicho, una zona de Tokio repleta de discotecas y diversión nocturna. Sin embargo, era hora de dejar de omitir lo que yo realmente quería...
En esta discoteca era común encontrarse a Kakashi, o por lo menos esa fue la información que me dio Ino, que amaba frecuentar este tipo de sitios. No es que a mí no me gustaran, pero el asfixiante día a día en el hospital me impedía disfrutar de los placeres mundanos que una mujer de recién cumplidos veinticuatro años se supone, debe disfrutar. Mi cabello lo llevaba recogido en una coleta alta, y esto me hacía lucir ciertamente rebelde debido a que lo llevaba corto, hasta los hombros. Maquillé mis ojos con unas sombras de un tono rojizo y brillante sin ser apabullante, resaltando el color verde de mis ojos. Mis labios los teñí de carmín y adorné aún más mi atuendo con unos pendientes plateados. También llevé un pequeño bolso negro que podía colgar en mi hombro. En esencia, lucía como una chica que está dispuesta a conquistar la mayor cantidad de hombres que se le cruzaran en aquella pista de baile. Al fondo, reconocí la música: Maneater de Daryl Hall y John Oates. Yo comprendía el inglés, así que, a medida que escuchaba la canción, me reía por lo bajo; era una letra muy conveniente para la ocasión, pese a que esa no era mi intención. Los hombres, las mujeres e incluso los bartenders me miraban curiosos o con lujuria.
Eran las 9:00 PM.
¿Dónde estás, Kakashi? Me pregunté.
Un hombre bastante alto, vestido con una camisa hawaiana y pantalonetas, me acarició el brazo mientras caminaba; me di la vuelta asustada y me encontré frente a frente con el maestro Jiraiya.
—¡Jiraiya-sensei! No pensé encontrármelo aquí. —Exclamé, demostrando felicidad por coincidir con alguien conocido; sin embargo, me causaba algo de incomodidad.
—Yo tampoco, querida ¿Estás esperando a alguien? —me preguntó con un tono muy amable en su voz.
Negué con la cabeza y traté de formular la mejor excusa para que no sospechara que yo había venido aquí a buscar a mi ex-sensei. Antes de que yo hablara, me invitó a un trago.
—Vamos a beber algo mientras esperas. Yo invito. —Asentí con la cabeza, por decencia. Aunque él no debía enterarse de la verdadera razón por la que yo estaba ahí, lo seguí hasta el bar de la discoteca y nos sentamos en unas sillas altas.
—Kaori, a mí dame un bloody mary bien cargado. ¿Sakura? —Dudé un poco; no solía beber mucho alcohol, así que dije lo primero que se me vino a la cabeza. Note que Jiraiya sensei ubicaba a la bartender, a quien le guiñó el ojo. Era una chica pelirroja muy bonita.
—Eh... Yo me pido un mojito. Gracias. —Esa fue mi elección.
Kaori nos sonrió y se dio la vuelta para preparar los cócteles. Comencé a sudar porque no había entrado en confianza.
—Luces muy guapa hoy, Sakura-chan. —Le agradecí el cumplido asintiendo con la cabeza. —No quiero entrometerme en tu vida, pero pensé que estarías en el hospital. No es común verte por aquí. —Afirmó mientras me miraba de arriba a abajo. Jiraiya sensei tenía fama de guiñarle el ojo a todas, así que no me intimidé; él salió con Tsunade sama así que era como si hablara con un tío.
Reí nerviosa.
—Hoy pedí el día. Ha sido una semana muy ajetreada, así que decidí venir a tomar un par de tragos con... —Traté de llenar el hueco del invitado incógnito, pero no se me ocurría nada, hasta que pensé en él. —¡Itachi! Es solo que dijo que tardaría por su trabajo, ya sabe. —Jiraiya asintió.
—Lo sé. Itachi es de las personas más ocupadas que conozco. Aun así, me sorprende que estés saliendo con él. Siempre pensé que salías con Sasuke Uchiha. —Miré de reojo a mi alrededor para encontrar a Kakashi, pero no lo hallé. Luego puse mis ojos en Jiraiya que ahora bebía a gusto su bloody mary. Tomé el mojito, bebí para ganar tiempo y pensar en una respuesta.
—Ah...sí. Pero eso fue hace mucho tiempo, Jiraiya-sensei. Sasuke ahora sale con Karin, la prima de Naruto, así que tomamos distancia. Más bien lo mío con Itachi es una amistad. No salimos. —Respondí tranquila, dejando muy en claro lo último. Era cierto lo que decía; lo único que no era verdad era el hecho de que Itachi se presentase en esa discoteca aquel viernes por la noche.
—¡Sakura! —Me asusté ante la repentina exclamación del hombre apenas finalicé mi explicación. Lo miré expectante. —Por favor, no me digas Jiraiya-sensei, me hace sentir como un viejo. Dime Jiraiya, estamos en confianza. —Una gota de sudor cubrió mi frente.
—Perdóneme, Jiraiya. —Le pedí disculpas con la cabeza. Él sacudió mis cabellos cariñosamente.
—Ha pasado mucho tiempo desde que tú y Naruto acabaron la universidad. Eso no significa que no puedas contar conmigo; yo los aprecio mucho. —Sonrió cálidamente. Le correspondí.
Habían transcurrido cerca de dos horas y, con ayuda del alcohol, ya nos habíamos embarcado en una conversación sobre Tsunade sensei, a quien él confesaba seguir amando. Yo traté de consolarle, diciendo que era testigo del amor que ella había sentido por él, le invité a enfocarse en otras cosas e intenté animarle diciendo que siempre contaría con Naruto y conmigo. Jiraiya, evitando parecer un hombre despechado, me cambió el tema y comenzó a hablarme de un libro que estaba escribiendo. Esto me hizo sonrojar, puesto que Kakashi adoraba la literatura de este señor.
—El próximo libro es sobre las relaciones entre personas mayores y menores. Es decir, cuando hay una diferencia de edad muy bárbara. ¿Te ha ocurrido, Sakura-chan? —Esta pregunta hizo que me sonrojara aún más. Miré a la nada con el corazón casi desbocándose de mi pecho.
—Sí... De hecho, me está pasando ahora. —No sé si era debido a los dos mojitos que ya me había terminado, pero le hice esa confesión totalmente fuera de lugar. Obviamente, esa confesión era refiriéndome a Kakashi. Jiraiya se sonrojó y sobresaltó.
—Sakura-chan, es decir que tú...
El peliblanco se vio interrumpido cuando de pronto alguien se nos acercó con una mano detrás de su cabeza y nos saludó muy animado.
—¡Hola! Perdona lo tarde, Jiraiya. Se me cruzó un gato negro en el camino. —Reconocí de inmediato esa voz y casi me caigo de la silla cuando lo vi. Kakashi había llegado y todo apuntaba a que casualmente esa noche tenía una cita con Jiraiya. Así que había sido una buena idea sentarme a tomar unos tragos con él...
Kakashi me miró de reojo y sé que sonrió, pese a la tela que cubría su rostro. Ahora mi cara no podía estar más roja. Sentí una chispa recorrer mi estómago.
—Kakashi, la noche apenas empieza. Además, mira la belleza que me acompaña hoy. —Jiraiya me rodeó con un brazo y me guiñó un ojo, divertido. Yo reí falsamente. Kakashi se carcajeó.
—Sakura, pensé que estarías en el hospital. —Me pregunto algo serio. Me rasqué la cabeza algo ofuscada porque todos me hacían esa misma pregunta. ¿Acaso yo no tenía derecho a divertirme?
—Kakashi. —Obvié el "sensei" para tener un trato más relajado, haciendo caso a lo que me había dicho Jiraiya. —No puedo pasarme semana tras semana trabajando. Tengo derecho a divertirme por una noche. ¿No crees? —Esto lo dije con un tono de voz serio, mirándole fijamente a los ojos. Sé que detrás de su máscara se escondía una sonrisa maliciosa. Una que Jiraiya también había esbozado.
—Vaya... —Fue lo único que dijo. Acto seguido se sentó y pidió su trago. —Kaori, por favor, sírveme una margarita, y tráele una a Sakura también, va por mi cuenta. —Kaori asintió evidentemente sonrojada, ya que Kakashi se había quitado la máscara, dejando ver su varonil y hermoso rostro que ahora podía ser admirado por el resto del mundo. Yo estaba tan sorprendida que ahogué un gemido tapándome la boca. Ahora podía ver cada una de sus reacciones y esto hacía más divertida la noche.
De fondo se escuchaba Summer Love de David Tavare. Nuestra conversación durante todo ese rato fue acerca del nuevo libro de Jiraiya, el cual había comenzado a interesarme sobremanera viendo el interés que Kakashi le profesaba. Yo nunca había leído nada de su serie literaria, quizá porque era más joven cuando estos se estrenaron, pero ahora con veinticuatro años las cosas se me harían más claras, debido a experiencias pasadas y a lo que sentía justo en ese momento de mi vida. Cuando iba por la mitad de la margarita, supe la intención de Kakashi al haber pedido una para mí también. Se la bebió rápido, y esto provocó que comenzara a mostrar un lado de su personalidad que desconocía, una fiestera y amante del baile. Yo estaba tan embelesada escuchándole, que no me di cuenta de que Jiraiya ahora hablaba con una chica pelinegra muy guapa unas sillas más atrás de donde estábamos, quedándome a solas con Kakashi.
—Sakura, bailemos. —Me invitó tomando de imprevisto mi mano. Me jaló hacia la pista de baile, y aquellas luces que en un principio me parecieron eróticas adornaron bellamente el rostro del peligris, hechizándome. Quizá porque tenía alcohol en mi cuerpo, quizá porque mis intenciones se habían comenzado a manifestar, quizá porque nunca me había gustado tanto un hombre como me gustaba Kakashi. La canción que había comenzado era algo de disco; supe que era de Madonna por su voz. Y esto solo me motivó a seducirlo, a mostrarle que yo ya era una mujer. Nuestros cuerpos encajaron perfectamente al ritmo de la música. Él poco a poco fue alzando mis brazos y yo comencé a mover sensualmente mis caderas, sintiendo el compás de las suyas. Durante todo ese momento, mi rostro se escondía tímidamente en el hueco de su clavícula. Pero por un momento, él lo tomó y lo dirigió al suyo, mirándome profundamente.
¿Era esto un sueño?
Bailaba tan bien que sentía que estaba con un profesional. Kakashi me llevaba catorce años y eso no parecía importar ahora que me daba la vuelta y dirigía mis movimientos a su antojo; correspondí perfectamente sin saber un carajo de baile. No podía fallar y el alcohol en mi sangre ayudaba a que me dejara llevar. En un momento donde nuestros rostros volvieron a encontrarse, sus manos se entrelazaron con las mías y el toque fue eléctrico, tan agradable que sentí desmayarme. Cuando la canción estaba por acabar, se acercó a mi oído.
—¿Qué pensaste de lo que hablamos? —Abrí mis ojos de par en par y temblé.
—Kakashi...
La canción finalizó y ahora comenzaba Get Together de la misma Madonna. No quería responder; estaba pensando. Pero embriagada, era capaz de decir las mayores verdades de la humanidad.
—A eso vine, a decirte lo que pensé. —Le dije con seguridad. Caminamos hacia las sillas donde nos sentamos en un principio, pero ahora estaban ocupadas por un grupo de chicas. No me importó, pero agradecí que no se hubieran llevado mi pequeño bolso. Kakashi lo agarró repentinamente y tomó mi mano, llevándome a otra parte. Observe a lo lejos que el maestro Jiraiya seguía al fondo hablando con la misma pelinegra.
—¿A dónde vamos? —pregunté a mi ex-sensei.
—En este bar hay un segundo piso, vayamos allí a hablar. —Asentí.
El segundo piso, al igual que el primero, también estaba abarrotado de personas. Se escuchaba una power ballad ochentera muy acertadamente, dándole una asombrosa vibra de pasión al ambiente. A diferencia del primer piso, este parecía más rockero y la gente solo bebía, muy pocos bailaban. Vimos un mullido sillón vacío, era perfecto para sentarnos.
Al sentarnos, recosté mi cabeza instintivamente en su hombro, algo mareada y cansada.
—Sakura, dime qué pensaste. —Agarro mi mano y la apretó fuertemente.
Lo pensé un rato. Todo había pasado tan rápido y de la manera en que menos lo esperé, que no podía creer que fuese coincidencia. Creía que no lo encontraría y que tarde o temprano me iría a mi casa a dormir, pero esta noche de viernes la estaba pasando tan bien, que no quería estropearlo. Había llegado el momento que tanto había estado esperando.
—Kakashi, me gustas. No me importa la diferencia. Solo quiero que me tomes y seamos felices. —Solté sin pena alguna. Le escuché tragar saliva.
Pasaron varios segundos antes de que él tomara mi rostro y me mirara con esa intensidad que me hacía derretir. Temí por el día siguiente.
—Tú sabes que te adoro. —Solté su mano y me senté en sus piernas para besarlo en los labios por segunda vez. El primer beso había sido exactamente un mes atrás, él había confesado gustar de mí y temí lo peor.
Nota de autor: ¡Hola! Considero que este es mi regreso a fanfiction, una página que definitivamente cambio mi vida y la manera en la que me relaciono con la escritura. Hace mucho tiempo no escribía algo largo, así que decidí escribir sobre este ship que para muchos puede resultar extraño. Conozco el anime y manga de Naruto desde que tengo unos 13 años, y ahora que ha pasado el tiempo, me sorprende que me haya comenzado a interesar esta pareja cuando generalmente me interesaba el ItaSaku. Espero lo disfruten. Mañana estaré publicando el segundo capítulo y hacia el lunes el tercero.
Notas adicionales: Me encanta agregar referencias a canciones en mis escritos, así que les dejo por aquí los nombres de las mencionadas o que pueden escuchar mientras leen (me sirvieron mucho de inspiración) También mencionaré algunos términos o lugares que pueden ser desconocidos para algunos.
Canciones:
Maneater de Daryl Hall y John Oates (1982)
Summer Love de David Tavare (2006)
Erotica (Confessions Tour) de Madonna (2006) -Esta es la canción que bailan Kakashi y Sakura.
Get Together de la misma Madonna (2006)
Still loving you de Scorpions (1984) -Power ballad del segundo piso de la discoteca, aunque puede quedar a su imaginación otra que les guste.
Referencias a lugares o palabras:
Kabukicho: Distrito ubicado en Shinjuku, Tokio. Se caracteriza por ser una zona de entretenimiento para adultos, ya que cuenta con muchos bares, moteles y clubes nocturnos.
Bloody Mary: Es un famoso coctel que lleva principalmente vodka, jugo de tomate, pimienta, salsa, tabasco y limón.
Mojito: Es un coctel que contiene ron, limón, menta y agua con gas.
Margarita: Es muy parecida al mojito, pero contiene tequila.
Power ballad: Es una balada sentimental de hard rock que en su letra puede expresar amor, desamor y mucha pasión.
