-¿Debes llegar ya a tu casa?- preguntó Sasuke mientras caminaban.
-¿Eh?, no, vivo sola, nadie me espera, ¿pasa algo?- preguntó un tanto preocupada Sakura.
-Acompáñame a la cima, a la cabeza de los kages- dijo Sasuke con tranquilidad.
Sakura no contestó, solo se dejó llevar por la situación, la noche había ayudado a estar cómoda en presencia del Uchiha; además, era curioso que quisiera estar a solas con ella.
-No tengo pensado quedarme para siempre Sakura, pero el tiempo que esté aquí, quiero reconstruir mis lazos con Naruto y contigo, me he esforzado por redimir mis pecados para sentirme digno de la compañía de ustedes, aún siento que me falta, pero Kakashi tiene razón, no sé si la próxima vez que regrese ustedes estarán, o quizá las cosas hayan cambiado demasiado, quiero al menos irme y tener historias para recordarlos- dijo con suma sinceridad Sasuke viendo Konoha desde las alturas y ante la mirada absorta de Sakura.
-Te esperaremos el tiempo que sea necesario y las veces que sea necesario solo por volver a verte Sasuke, yo también espero llenarme de recuerdos con ustedes para pensarlos siempre- agregó Sakura entendiendo al fin lo que ocurría con su compañero, no era algo en especial con ella, era una meta del equipo 7, era su oportunidad de compartir, así que así lo asumiría, como una posibilidad de tener recuerdos con quien amaba, aunque eso significaba que ella tendría solo eso de él.
-Sakura, gracias- mencionó el Uchiha apartando un mechón de cabello rosa que bailaba con el viento molestando a su dueña. Esto provocó un sonrojo notorio a la chica un leve tambaleo de sus piernas.
-Vamos, te acompañaré a casa, pero mañana quiero mostrarte algo, así que, ¿podemos vernos en el acantilado del norte al atardecer?- preguntó el azabache con suma seriedad mientas comenzaban a caminar.
-Allí estaré- eso era quizá lo más parecido a una cita para la peli rosa y esperaría con ansias compartir de un nuevo paisaje con el Uchiha mientras pudiera.
