Fuego Salvaje
Capítulo 6
La boda entre una pirata y un Santo
Habitación de Rei del Diablo en Villa Argenti:
La muchacha de ojos amatista contemplaba su pálido rostro ante el espejo mientras portaba un vestido de novia hecha con las telas más finas que alguna vez hubieran cubierto su cuerpo, el ligero maquillaje en su rostro, apenas algo de colorete a sus mejillas y un pequeño brillo en sus labios le daba un toque elegante y único. Aquellos cabellos negros estaban recogidos en un peinado demasiado elaborado para su gusto pero que había sido insistencia de Serena que decía que en Ciudad de Plata las novias llevaban así sus cabellos, una corona de nardos y un velo largo con encajes de la seda más fina cubrían ese cabello azabache, Rei apenas podía creer que era ella la misma mujer que veía ante el espejo.
-te ves preciosa, Rei-confiesa triunfal la rubia al ver finalmente arreglada a su amiga con uno de los tres vestidos que no se había dado el tiempo de estrenar.
-yo no soy así, Serena. No era necesario todo esto
-¿bromeas? Eres la hermana que nunca tuve y claro que era necesario. Ahora el toque final-acepta la rubia que coloca en el cuello desnudo de Rei un collar con un Zafiro engarzado y rodeado por perfectos diamantes
-¿qué es esto?
-es solo un préstamo. No te asustes-sonríe Serena-la tradición dice que toda novia necesita: algo nuevo que es el vestido que estas usando, algo viejo, algo azul y algo prestado por lo que este collar que te presto cumple con todo lo demás. Debes cuidarlo mucho porque es un regalo que me hizo mi padre cuando era niña.
-te prometo que te lo regresaré
-luces hermosa con este vestido-sonríe Serena al ver el vestido de princesa que ahora viste la de ojos amatista.-definitivamente fue hecho para tí
-¿por qué no lo usaste tú?
-tenía tres opciones y mamá eligió entre ellos
-pero este vestido es aún más bello que el que usaste en tu boda
-mamá dijo que era muy de chica de ciudad de Plata y eligió el que usé. La verdad me hace muy feliz que puedas usarlo tú.
-Señora Serena, su madre la busca-irrumpe sin tocar la sirvienta fiel a Serenity D'Autremont que mira de arriba a abajo a la novia
-voy. Rei, quítate el vestido y que Luna mande a que las sirvientas lo desarruguen de la cauda para que en la tarde luzca todo perfecto
-pero, Mi señora
-oíste, ¿verdad,Luna?
-si, mi señora-se encoje de hombros la sirvienta y agacha la cabeza hasta que Serena Sale de la habitación
-ya escucho a mi señora
-me quitaré sola el vestido. No te quiero cerca de mí
-como quiera. No es que me importe-enojada la mujer de cabellos ondulado que sale y azota la puerta a su paso, ¡cómo odiaba a esa joven!
Instantes después Minako y Makoto aparecieron en la habitación de la pelinegra riendo a carcajadas como dos niñas que acaban de cometer una travesura.
-¿qué les pasa a ustedes dos?
-Mina acaba de hacer enfurecer a Luna diciéndole que todas seremos parte de la misma familia y que ella casi es una D'Autremont ahora
-seguro quedo enfurecida
-creo que sufrió un pequeño infarto-acepta la castaña-pero mírate, luces como una verdadera princesa
-no es nada. Serena insistió en que lo usara pata la boda
-es muy fino y elegante.-lo toca la rubia-debió costar una fortuna
-solo uno de tres vestidos que tuvo la señorita D'Autremont para su boda. Al final solo usó uno.¿pero qué traen ustedes en esa maleta?
-¿esto?-se miran Mina y Makoto- son los vestidos que usaremos en tu boda. Estamos invitadas ¿verdad?
-claro que sí, par de tontas-abraza la pelinegra a la rubia y la castaña-ustedes y
Artemis son mi familia ¿vendrán Haruka, Michiru, Setsuna, Hotaru y el pollito de colores?
-Bueno. Setsuna no puede cerrar la Taberna. Es un día de mucha venta. Haruka y Michiru harán lo posible aunque seguro lo harán porque Michiru dijo que lo harían y sobre Hotaru creemos que es mejor que no salga del Satanás y el pollito de colores lo cuida.
-comprendo. Gracias por venir
-¿ahora nos dirás qué Rayos te pasa?-golpea la castaña la cabeza de la pelinegra. Sabe que su confianza es grande para hacer eso a su capitana y ella se encoge de hombros en lugar de enojarse
-las cosas se dieron así-explica la capitana del Satanás
-no, no, Rei ¿con un monje?-enojada la castaña- sé que no tienes miedo a dios pero eso está mal. No sé qué pasa por tu cabeza pero eso está muy mal.
-no le iba a dar el gusto a Diamante y sé que lo retuerce de rabia así que lo haré rabiar. Ese imbécil va a pagarme todo lo que ha hecho.
-Artemis se va a enojar mucho-avisa Mina
-se le pasará.-minimiza Rei-ahora ayúdenme a quitarme estas ropas. No sé cómo aguantaré una boda con esto.
-no puedo creer que te nos casas-se escurre una lágrima por los ojos de la castaña
-no seas ridícula. Sabes que no va por ahí
-sea lo que sea yo quiero el ramo-asegura Makoto
-no seas tonta. El ramo es mío-pelea la rubia
-no habrá ramo
Fue la frase con la que la pelinegra hizo callar a sus amigas y estas solo sonrieron en silencio. Nadie esperó jamás que Rei del diablo se casaría y Rei del Diablo fue la última en pensar que eso en realidad pasaría alguna vez.
En las habitaciones de Endymion Molnar el joven se probaba un traje que su madre había mandado traer de Santa Selene, no era el traje militar se Diamante pero si lo hacía ver bastante guapo, el muchacho que ya se había acostumbrado a usar sus ropas sencillas de monje se sentía extraño ante su reflejo.
-no sé porqué Rei se casa contigo-se escucha la voz con un tono de reclamo del más joven de los Molnar
-el porqué no es asunto tuyo. Tu asunto es Serena a quien debes de cuidar como me lo prometiste.
-tú no podrás hacer feliz a Rei, lo sabes ¿verdad?
-de su felicidad me encargaré yo como tú deberías cuidar de la de Serena
-¿cómo podrías hacer feliz a Rei después de haber estado ella conmigo? Tú que eres una estatua de hielo y luego de que ella probó mis besos y fue mía ¿piensas competir conmigo? ¿Piensas competir con mi recuerdo?
-Si tanto te preocupa Rei debiste desposarla y no a Serena. ¡debiste dejarme ser feliz a su lado, pero eres un egoísta ambiciosos!
-Si. Debí casarme con Rei y no con Serena pero no lo hice. Aún así ningún hombre y mucho menos tú podrá hacer feliz a esa mujer que es fuego puro
-debiste quemarte en ese fuego y dejarnos ser felices a Serena y a mi. Ahora vive con las consecuencias-se enoja Endymion, algo poco común en el y sale azotando la puerta. Diamante se enoja y arroja contra el cristal ante él un pisapapeles que hay en la mesa a su lado y destruye en mil pedazos aquel bello ornamento.
Diamante se quedó lleno de ira mirando su reflejo deforme.
La joven de ojos amatista había salido a tomar aire luego de haber estado metida en aquel vestido de crinolinas, olanes y seda. Ahora sí se sentía libre usando sus pantalones y botas altas, su blusa holgada y aquel chaleco café que lucía aún más maltratado y viejo de lo que en realidad era ¡cómo amaba sus ropas de pirata!
Un par de brazos interrumpieron su camino haciéndola ponerse a la defensiva y dándose cuenta dos minutos después que se trataba de el hombre que menos quería ver en ese momento.
-¿qué demonios crees que estás haciendo?-se enoja ella pero Diamante aprieta más su cuerpo contra el de ella impidiéndole moverse.
-no puedes casarte con Endymion-amenaza él
-¿y quién eres tú para decidir con quién puedo o no puedo casarme? Agradece que no confesé ante todos la clase de basura que eres y con ello llevar a la tumba tu matrimonio con Serena
-tú eres mía, Rei ¡no puedes ser de otro!-enojado el peliplata y Rei suelta una carcajada burlona que le duele hasta el estómago
-en verdad eres un verdadero imbécil, Diamante. ¿Cómo puedes tener el cerebro tan pequeño?
-¿qué dices?-Cuestiona él sorprendido por la reacción de ella y la muchacha aprovecha para librarse de Diamante y tumbarlo contra el suelo de una patada entre las piernas que le quita toda la seguridad que tenía segundos antes.-Escúchame bien, … tú no puedes decidir sobre mí. Tú no eres nadie y si antes tuve dudas ahora estoy más que convencida de casarme con tu hermano así que no te metas
-¡no dejaré que te cases con él, Rei! ¡primero muerto!
-si es el caso, no esperes que te lleve flores- se burla Rei que se aleja no sin antes pisar la espalda del joven como quién se limpia los pies.
Diamante se siente más humillado que nunca y está seguro de que hará lo que sea para evitar esa boda.
Gea Molnar se encontraba revisando entre sus sobrios vestidos alguno apropiado para ser la madre del novio de nuevo. Había usado un par de noches atrás el mejor vestido que tenía para aparentar una solvencia de la que carecía así que ahora que era Endymion, su hijo mayor el que se casaba sin previo aviso no contaba con nada acorde al momento aunque la boda fuera a ser por mucho menos elegante que la de Diamante.
-madre-la llama su hijo menor que entra a su habitación sigiloso
-Diamante, que bueno que vienes. Anda, ayúdame. Necesito elegir un vestido para esta noche
-madre ¿también tú vas a secundar esta locura? Endymion no puede casarse con esa mujer.
-pero hijo. Eso ya se decidió. Endymion y Rei se casarán esta noche. El padre de Santa Selene ha sido llamado
-no, madre. Tú no entiendes. Endymion no puede casarse con Rei. ¿Imaginas el escándalo que se hará cuando todos sepan del matrimonio de esa huérfana con mi hermano? ¡destrozará a Serena! Yo sé que Serena la quiere mucho y que Endymion es demasiado idiota para darse cuenta de algo que no sean sus oraciones, pero va a destrozar su vida y la de todos.
-¿de qué estás hablando, hijo? No te entiendo
-no debería ser yo quien lo dijera porque soy un caballero, pero mucho se duda de la reputación de Rei del Diablo, no solo es una huérfana, es una mujer sin principios que lleva a su cama a cuanto hombre le apetece, en Santa Selene todos los hombres saben que ella tiene una moral muy distraída y que por su cama han desfilado más hombres que por la peluquería del pueblo.
-¡por Santa Selene!
-si bien es cierto que Endymion pudo haber sucumbido a sus instintos con esa muchacha ¿porqué él sí debe de casarse con ella y condenarnos a todos al escándalo? Endymion en su afán de ser fiel a sus principios va a destruir la honra de nuestras familias. Además ¿cómo se va a casar si esa muchacha ni apellido tiene?
-Hijo no me mortifiques más por favor-suplica la madre
-lo lamento, Madre, pero debemos de evitar esta desgracia. Ya hablé con Endymion, le supliqué que no se case con esa mujer de moral dudosa pero no entiende, se le ha metido el mismo diablo por los ojos y la boca, por eso acudo a tí madre. Solo tú puedes evitar esta boda. Si hablas con ella como la madre preocupada que eres seguro te escuchará
-Señora-interrumpe una sirvienta la charla y abre con cuidado- el señor Artemis Noel ha llegado y me pide avisarle que desea saludarle
-dile que lo veo en el balcón de la terraza lateral y llevanos algo de té, por favor-pide Gea y la muchacha se aleja-trataré de que Artemis Noel me ayude a convencer a esa muchacha de cancelar el compromiso.
La madre de Endymion llegó hasta el balcón donde saludó a Artemis Noel y luego de recibir una bandeja con un par de tazas de té y unas galletas de mantequilla para acompañar Gea rompió el silencio que que tenía atados sus labios ante la primer invitación de Artemis.
-Dígame, Señora Molnar ¿que es lo que le ocurre?
-Señor Noel, acudo a usted consternada y apenada pero no tengo otra opción
-por favor, Señora Molnar, tomemos asiento y cuénteme sus preocupaciones, si está en mis manos con todo el gusto del mundo la ayudaré.
-Señor Artemis Noel, es que… usted dirá que es una frivolidad pero la verdad es que… tengo que pedirle, suplicarle que hable con Rei para que cancele el compromiso. Mi hijo es un muchacho bueno y de palabra y por más que insista no cancelará el compromiso
-¿y por qué quiere cancelarlo, Señora Molnar? ¿Pasó algo?
-es que me preocupa mucho el escándalo en el que Endymion se vea hundido. Usted conoce a mi hijo y sabe que no miento al decirle que es un buen muchacho de buen corazón, Rei por otro lado…
-Rei por otro lado ¿qué, Señora Molnar?
-es que… cuenta con una reputación dudosa y me aterra que eso afecte a mi familia: a Diamante, a los D'Autremont y claro está al mas inocente de todos, a Endymion. Entiéndame, Señor Artemis, además… esa muchacha ni siquiera cuenta con un apellido ¿qué muchacho respetable se casaría con una muchacha como ella?
-Así que no me considera lo suficientemente buena para su hijo o para pertenecer a su familia. Ya lo suponía yo, que usted no es otra más de las tantas mujeres de Santa Selene que juzgan a las personas solo por no pertenecer a su cuna. Pero no se preocupe, esta paria, esta "mujer de reputación Dudosa" no pertenecerá jamás a su familia.
Rei se giró y dio un par de pasos para estrellarse de frente con un muro alto y oscuro, el mismo Endymion Molnar, el joven confundido y Rei enfurecida se separó pronto de aque joven que no entendía qué pasaba.
-me largo y tú no me sigas-amenaza Rei que sale de prisa escabulléndose de aquel sitio sin que nadie la siga.
-¿qué Rayos dijeron?-enojado Endymion Cuestiona a su madre y a Artemis
-hijo. Yo no quise que ella me escuchara pero nada de lo que dije es mentira. Esa muchacha y tú cometen un error al casarse, ella no pertenece a nuestra clase social y tú…
-tienes razón, madre. Rei podrá ser directa y muy ruda, pero es transparente y sincera y ella no pertenece a esta clase social que esta hecha solo de mentiras, apariencias y vanidad. Soy yo y somos nosotros los que no estamos a su nivel.
Endymion no espera la respuesta de su madre y sale corriendo tras la joven que cuando consigue alcanzarla está ya en los jardines de Villa Argenti, él tira de su brazo y ella al girarse e intentar zafarse de él hace que ambos caigan al suelo. Él sobre ella y sus rostros quedan a tan solo unos milímetros el uno del otro. Ella respira con dificultad, aunque no sabe si es por haber corrido o por las sensaciones que despierta ese hombre que está sobre su cuerpo.
-¿qué crees que estás haciendo? Interroga ella sin moverse, un gesto extraño en ella.
-evitando que escapes
-¿es lo que quieres,no? Que cancele el compromiso y salga de tu vida sin hacer ruido
-yo no le pedí a mi madre que cancelara el compromiso por mi. De hecho yo no le he pedido nada. Seguramente Diamante la convenció de que lo hiciera. Hasta esta mañana ella estaba muy tranquila con nuestra boda-explica el muchacho y al notar en ella un poco de serenidad y no desconfianza como un animal salvaje decidió separarse de ella con cuidado-no he cambiado de parecer
-así que es idea de tu hermano- deduce la de ojos amatista sentándose en el pasto para hacer un poco de espacio entre ambos y tratar de aminorar lo que su cuerpo expresa en ese instante.
-Seguramente así fue, pero ella dijo…
-No se que sea lo que mi madre dijera pero no es asunto mío. Yo te di mi palabra y solo tengo una, Rei… yo aun estoy dispuesto a casarme esta tarde
-¿me dirás qué no te importa lo que la gente diga?
-solo me importa lo que el señor piense de mi y soy ajeno a lo que sea que la gente tenga en sus cabezas. Solo quiero cumplir mi palabra y luego…
-Si, si. Tú monasterio, ya sé. Te dije que te llevaría hasta allí después de la boda-se pone de pie la pelinegra retomando su serenidad fingida-supongo que los planes siguen igual.
-si tu así lo quieres siguen igual… aunque
-aunque acabas de decir ante mi madre y el señor Artemis que no te casabas conmigo. Creo que deberíamos aclararles que los planes siguen en pie
-¿y qué esperas que yo haga?-Indignada ella
-pues creo que tendrás que actuar un poco y diremos que fue un pleito de enamorados.
-San Endymion-se burla la joven- ¿cómo un muchacho de dios sabe de esas cosas?
-¿cómo lo voy a saber, Señorita Rei? Por lo que me contaban los muchachos a los que les curaba las heridas en el consultorio del monasterio. Siempre tenía muchachos heridos por haberse peleado con otro por el amor de una muchacha, algunos más se abrían la cabeza intentando trepar un árbol para hablar con sus amadas y que les perdonarán algún malentendido
-es muy listo, San Endymion. Confiaré en usted-dice ahora sonriente la pelinegra que le guiña un ojo haciendo sonrojar al muchacho y con este gesto ella se cuelga de su brazo y se recarga en él con coquetería
-¿qué, qué hace?
-¿qué más, San Endymion? Estoy actuando a ser la novia que se acaba de reconciliar con su novio. Cuando regrese al monasterio pídale a esos muchachos que le cuenten qué pasa luego de que discuten con sus novias… se sorprendería.
-no soy tan ingenuo, Rei-se sonroja el pelinegro
-¡San Endymion, qué pícaro! Tiene futuro, me agrada-le guiña un ojo ella a él y el muchacho se pone aún más rojo.
-¿donde estaban ustedes dos, par de tórtolos?-interrumpe su charla la mujer de cabellos rubios y ambos se separan por inercia.
-Serena. Me has asustado-finge sorpresa la mujer de cabellos negros.
-¿me permites robarte a tu prometida, Primo? Tengo mucho de qué hablar con ella y ha sido tan poco el tiempo que hemos compartido
-claro que si. Yo subiré con mi madre y Artrmis para aclarar las cosas, así que Rei
-¿sí?
-te veré en la iglesia-lanza firme el pelinegro
-seré la de blanco- responde bromista la de ojos amatista y da media vuelta con la rubia a su lado. Es verdad, es demasiado lo que Serena tiene por hablar.
Mientras Serena llevaba a su amiga al interior de la casa D'Autremont Endymion corrió escaleras arriba para toparse con su madre y Artrmis Noel que seguían discutiendo acaloradamente sin darse cuenta del recién llegado
-comprendame, Artemis. No es que la muchacha me desagrade, pero su pasado…
-la gente en Santa Selene habla porque tiene boca, no porque tenga algo de verdad que decir, mi estimada señora. Mucho se habla de Rei pero si algo me consta a mi es la cantidad de jóvenes que ha rechazado ella desde hace años. Más de uno en Santa Selene ha intentado ganarse el corazón de Rei y han sido los mismos a los que he visto correr aterrados por la seguridad y convencimiento en ella para mandarlos al diablo. Aún así no me consta que jamás haya caído ante las palabras zalameras de alguien muy listo, pero estoy seguro de que si esa muchacha entregó su cuerpo a alguien fue convencida de que esa persona era el amor de su vida..
-bueno. Si usted considera que es una buena muchacha
-la mejor. Quizás Rei no está hecha para la vida tras cuatro paredes pero en definitiva. No existe mujer con el sentido de la moral y el deber más alto que ella
-supongo que me dejé llevar, pero aún así… ella no tiene apellido ; es una bastarda y así ningún sacerdote los casará
-Rei tiene un apellido: el mío
-¿cómo dice?-sorprendida la mujer de cabellos rubios
-su bien Rei no es mi hija, si la quiero como tal, la he visto estos diez años luchar por los suyos, por su gente y por lo que considera justo. Para mí nada me honrará más que ella lleve mi apellido. He traído conmigo los papeles para que ella pueda ser mi hija legalmente y aunque sé que no es Noel un apellido de alcurnia como Molnar o D'Autremont, si le puedo asegurar que es un apellido limpio y honrado.
-¿usted haría algo así por esa muchacha?-sorprendida la señora Molnar
-meteria las manos al fuego por ella. Confío en su buen corazón y le pido Gea que haga usted lo mismo.
-¿lo ves, madre? Artemis Noel es un hombre honrado y sabio. Confía en él y bendice esta unión, madre. Sabes que te amo y no sentiría paz en mi corazón si tu no aceptaras a mi futura esposa.
-¿ella está de acuerdo en casarse contigo luego de lo que escuchó?
-me ha costado bastante pero ha accedido a casarse conmigo. Sólo espero tu bendición
-ay Endymion. Solo accedo a esto porque jamás me has dado un solo disgusto en la vida. Siempre has sido un hombre centrado y prudente. Contrario a lo que mi corazón de madre me dice, voy a apoyarte, hijo
-gracias, madre-acepta Endymion y recibe la bendición de su madre en la frente y la rubia se retira en silencio dejando a solas a Artemis y a Endymion, Artemis está a punto de irse pero la voz de Endymion que lo llama hace que detenga su camino, aún hay más por hablar.
En las habitaciones de Serena D'Autremont se encuentran Serena y Rei sentadas en la cama mientras la rubia luce nerviosa.
-¿de qué querías hablarme, Serena? Estas muy misteriosa y veo que intentas decir algo pero no sabes qué.
-Rei, es que quiero preguntarte algo pero no sé cómo lo vas a.tomar y yo… no sé cómo hacerlo
-solo dilo. No pasa nada. No soy el tipo de mujer que te va a juzgar ¿qué pasa?
-Es que…bueno…Diamante y yo no hemos consumado nuestro matrimonio y yo no sé si hay algo mal en mí o en él y como yo no sé nada de eso yo…
-no hay nada malo en tí, Serena. Eres una chica bella y saludable
-¿Por qué crees que Diamante me evite entonces? La verdad es que en el colegio algunas de las señoritas hablaban de eso que pasa en las habitaciones cuando te quedas a solas con un chico y…Diamante ni siquiera lo ha intentado
-¿ustedes no habían estado a solas antes?
-¡jamás! Mamá me mataría
-bueno pues… ¿no has pensado que el problema puede ser el y no tú?
-¿Diamante?
-algunos hombres a pesar de su aparente fortaleza y virilidad son solo apariencia. Quizás Diamante tiene un "problemita" y ese es el motivo por el que se niega a que tú lo veas desnudo.
-¿de verdad lo crees?
-tal vez si le dices que no te importa su "pequeño problema " él se sienta más seguro y se anime a abrirse ante tí
-gracias, Rei-abraza la rubia a la pelinegra -no sé porqué tardé tanto en preguntarte. Iré a buscar a Diamante y…
-no, no,no, Serena-detiene la pelinegra-debes esperar a la noche, cuando ambos estén a solas y que puedan hablar con serenidad
-tienes razón, que boba soy-sonríe la rubia-tengo algo de hambre ¿podemos buscar algo de comer? ¿Vienes conmigo?
-anda, vamos. Relájate, todo se solucionará
-si.
En la terraza Endymion invita a sentarse a Artemis Noel y luego él hace lo propio. Artemis mira intrigado al muchacho de ojos azules que se nota no sabe cómo abordar el tema que quiere tratar.
-anda muchacho, habla. Lo que quiera que desees preguntar estamos solos.-invita Artemis
-Señor Artemis… no quiero ser imprudente. Sé que usted fue la mano derecha de mi tío Francisco y yo que he estado en el dispensario he oído muchos rumores…
-no todo lo que se dice es cierto, muchacho… pero de qué quieres hablar
-alguna vez llegué a escuchar que Francisco D'Autremont tuvo un gran amor…uno más grande que mi tía…Risa era su nombre. He oído que era una mujer hermosa y que tenía los ojos amatista más bellos del mundo. Cuando vi a Rei y vi el odio con el que mi tía Serenity la trata…
-¿qué quieres saber?
-¿Es Rei hija de esa mujer y de Francisco D'Autremont?
-Si. Lo es
-¿Rei lo sabe?
-así como tú ella ha oído muchas cosas en la calle. Pero nunca me hecho esa pregunta, creo que lo supone porque el pueblo y la gente se han encargado de contaminar su corazón y tiene mucho Recelo con los D'Autremont, con Serenity por obvias razones y con Serena por ser todo eso que la vida le negó…
-lo entiendo. Por favor, Señor Artemis…que esta plática quede entre los dos. Me gustaría ayudar a Rei a lidiar con esos sentimientos a mi modo.
-a partir de hoy ella es tu responsabilidad, muchacho. Aunque no soy su padre he estado a su lado viéndola crecer y te juro que aunque es una necia y una cabeza dura no hay en este mundo otra joven con el corazón tan grande como ella. Por favor, no la lastimes
-le doy mi palabra que no será así
-anda. Sé que no bebes, pero acompáñame con un trago. Al final de cuentas al ser Rei como mi hija tú serás lo más parecido a un yerno
-encantado, pero solo beberé agua con hielo.
Endymion sirve el vaso a Artemis Noel con whisky y hielos mientras él hace lo propio con un vaso de agua con hielos, brindan en silencio y beben tranquilos. No se dan cuenta que desde la ventana de aquel balcón alguien les ha escuchado y es ese mismo alguien quien luego de ver el brindis y enfermo de rabia se apresura a entrar a la habitación de Rei y saca de entre sus ropas un puñal con el que rasga y destruye con ira aquella obra de arte hecha vestido "mía o de nadie" repite en su cabeza y cuando ha reducido el vestido a un triste montón de harapos recupera la compostura y sale corriendo de allí, nadie debe descubrirle aunque pagaría por ver el rostro de la novia al ver aquel vestido destruido, aún así no se puede arriesgar…
Después de terminar de charlar con Serena, Rei caminó hacia su habitación y encontró a sus amigas Makoto y Minako subiendo las escaleras con dos bultos entre los brazos. Ellas sonrieron al ver a la pelinegra y la jalaron hacia la habitación sin decir palabra alguna.
-¿qué pasa con ustedes dos?-intrigada la capitana del Satanás
-Michiru nos consiguió dos vestidos con una amiga suya para tu boda. La mujer no le hace vestidos a cualquiera pero como todas sabemos Michiru es su clienta y accedió a ajustarnos dos vestidos que tenía ahí y vendernoslos
-chicas. No era necesario
-¿que no era necesario? ¡Rei del diablo se casa! Si hubiera tenido más tiempo voy a Ciudad de Plata a conseguir uno mejor
-no, no. En Ciudad de Plata solo hay gente remilgada. Es en Ciudad Aurum donde los mejores modistos viven, todos lo saben.
-pues entonces cuando Mina Ahino se nos case iré a Ciudad Aurum a buscar al mejor modisto para que haga mi vestido
-imposible porque estará haciendo el mío. Pero te conseguiré uno bueno
-está bien. Con esta figura cualquier vestido lucirá en mi-asegura Makoto
-vamos. Es hora de cambiarse, no quiero llegar tarde y que todos digan "esa pirata no llega a tiempo ni a su boda"-se burla Rei que sube al taburete que han instalado en su habitación horas antes para probarse el vestido. Mina y Makoto corren a la cama a tomar el vestido pero se encuentra con un montón de harapos blancos sobre la cama.
-Re…Rei-murmura la rubia- de… debes ver esto
-si. Debe verse más largo porque lo plancharon mientras no estaba y…¡ pero qué rayos!
-no hay una tela unida a la otra
-ni la mejor costurera de Santa Selene o ciudad Plata podrían con esto-Se apena Makoto
-¿qué le diré a Serena de su vestido? Debió costar una fortuna
-Rei, eso no importa
-me ofreceré a pagarlo. Bueno, supongo que esta pirata irá con sus ropas típicas a su propia boda. Creo que más de uno de infartará-se burla la pelinegra y Mina y Makoto se miran una a la otra y mantienen una conversación silenciosa solo con sus miradas-¿qué se traen ustedes dos?
-bueno. Nosotras…todas nosotras, hasta el pollito de colores cooperamos para comprárte un vestido de.novia esta mañana. Sabíamos que tú no lo harías y quisimos sorprenderte-explica Makoto y saca el bulto con el que habían entrado en la mañana-pero tú tenias ya ese y creímos que era mejor que usaras el más caro
-¿están locas?-se extraña Rei y revisa el vestido-mi tripulación me compró este vestido, esto vale más que cualquier cosa que Serena D'Autremont tuviera. Gracias
-no podemos ser sentimentales ahora. Se hace tarde, hay que arreglarte- corta Mina y empuja a la novia a su sitio
-si.
Aquella tarde las jóvenes marineras arreglaron a su capitana con aquel vestido de seda que habían comprado. No se acercaba para nada a ser lo elaborado que fue el de Serena pero para la capitana del Satanás era el vestido más hermoso que pudo portar y el que le llenaba de mayor orgullo.
Cuando la marcha nupcial anunció la llegada de la novia todos voltearon como era de esperarse. Los invitados del novio casi se desmayan y los pocos invitados de la novia sonrieron al verla entrar. Ningún vestido la hubiera retratado mejor: la hermosa novia usaba un vestido de seda pero este carecía de encajes y adornos, solo una seda suave que abrazaba su perfecta silueta, al frente un discreto escote de ojal y a pesar de ello era lo suficientemente ajustado para escandalizar a cualquiera de los asistentes. Su cabello estaba recogido en un elaborado peinado que Minako se había encargado de hacer, lo que mostraba su cuello elegante y aquel collar que Serena le había prestado era toda la joyería que ella usaba, sobre su cabeza una corona de azahares cubierta por el velo que cubría su rostro que fue lo único que pudo rescatar del vestido de Serena.
Al llegar a la entrada de la capilla fue Artemis Noel quien ofreció su brazo a la joven para acompañarla en su camino al altar. El hombre peliplata entregó a la hermosa novia al gallardo novio que regaló una sonrisa sincera al verla llegar y al tomarla de las manos.
-Hermanos míos. Estamos hoy reunidos para celebrar el enlace matrimonial del joven Endymion Molnar y la señorita Reiko…
-Noel-se apresura Artemis que entrega al sacerdote un documento que este lee y observa a Artemis confundido ya que sabe que esa joven no es su hija, Rei mira a Artemis confundida y este le regresa la mirada de una forma que parece comprender lo que quiere decirle, Rei asiente y sonríe intentando disimular lo conmovida que se encuentra- a partir de hoy Reiko es mi hija y aunque llevará el apellido Molnar también tendrá un padre que vele por ella
-muy bien…al estar todo en orden puedo decir que hoy se unen en matrimonio Endymion Molnar y Reiko Noel. ¿Hay alguien aquí que se oponga a este enlace?
Hay un silencio y luego algunos murmullos, es Diamante Molnar quien tiene que clavarse las uñas en las manos para no decir nada. Luego de aquel incómodo silencio la ceremonia continuó con naturalidad. Fue al momento en que el sacerdote confirmó que ambos eran marido y mujer que la tripulación de Rei gritó llena de júbilo y fue con la frase "puede besar a la novia" que Diamante sintió que iba a desfallecer, más aún cuando el casto beso que el ex seminarista le dió a su ahora esposa fue respondido con una fuerza apasionada que hizo palidecer a más de un invitado del lado de la familia Molnar, pero los invitados de parte de Rei a Excepción de Artemis Noel se deshicieron entre gritos y aplausos.
Serena había ordenado una recepción en una sección de Villa Argenti donde había jardines. Mandó poner unas carpas y mesas decoradas para recibir a los invitados.
-Serena, no debiste hacer esto. No era necesario-agradece la novia
-¿bromeas? Yo moría por una boda así. Mamá no me dejó y ordenó que arreglaran uno de los salones con lo más elegante que pudo encontrar pero a mi me hubiera encantado una boda al aire libre ¿no crees que es hermosa?-expresa la rubia con ilusión
-si. Es preciosa, gracias por ello.
-¿por qué no usas el vestido?
-bueno, en realidad hubo un pequeño detalle luego de que lo plancharan el vestido se arruinó un poco y…mi tripulación me regaló este vestido así que…
-comprendo. Gracias por usar el collar
-ahora te lo regreso. No quiero dañarlo-regresa el collar la pelinegra a la rubia
-¿puedo robarte a mi esposa un momento?-pide Endymion con educación y la rubia sonríe
-ahora es toda tuya-suelta Serena que guiña un ojo al pelinegro quien se sonroja y saca a bailar a su ahora esposa para poder charlar con ella sin interrupciones.
-calma, San Endymion, no voy a morderle…al menos no aquí
-por favor no se burle de mí-pide el pelinegro- solo vengo a pedirle que cumpla su palabra.
-soy mujer de palabra, San Endymion. Ande, invité a bailar a su madre que parece estar a punto de soltarse a llorar.-Se burla Rei pero cuando Endymion está por discutir con ella se da cuenta que en realidad su madre si está a punto de desmayarse y corre con ella.
La pelinegra está a punto de salir de la pista de baile pero Diamante se apresura a tomarla por el talle y comenzar a bailar con ella sin siquiera pedir a la novia la pieza.
-¿se puede saber qué haces?-interroga la pelinegra con coraje pero con una sonrisa en los labios para disimular
-solo vengo a decirte que el que estés casada con el imbécil de mi hermano no cambia lo que somos tú y yo. Sé que aceptaste casarte con él para hacerme enojar. Lo has logrado pero creo que es suficiente
-¿suficiente, Diamante? Yo diré cuando sea suficiente
-no pensarás aceptar la propuesta de Serena de quedarse en Villa Argenti
-por supuesto que no.
-vámonos, Rei. Te lo ordeno-suelta el de pelo plata atrayendo a la pelinegra contra su cuerpo-tú eres mía y de nadie más.
-eso no es algo que tú puedas decidir.
-no pensarás consumar tu matrimonio con el estúpido de mi hermano… es más, aunque así lo quisieras, Endymion es tan mojigato que no podría funcionar como hombre y aunque lo intentase, jamás llenaría mis zapatos
-¿bromeas?-se burla la pelinegra-en primera, no son unos zapatos tan grandes de llenar, en segunda… ¿quién te dijo que no he probado aún las capacidades de tu hermano.
-eres una…
-cuida tu boca. Dos palabras de mi boca y te quedas sin tu bella paloma de oro.
-no voy a permitir que estés con mi hermano. No importa que pierda la fortuna de Serena. Te veo en las caballerizas al final de la boda.
-Señor Molnar ¿me permite bailar con mi hija?-pide Artemis Noel a Diamante y este sonríe y suelta a la pelinegra que acepta el brazo de su guardian-Rei. No sé qué estás planeando pero sé que no es nada bueno. Por favor no vayas a cometer una locura
-Artemis ¿quién crees que soy?
-no importa que estés vestida de novia. Para mi siempre serás la muchacha cabeza dura que he tenido que sacar una centena de veces de problemas. Te conozco y sé que algo estás planeando y no es nada bueno. Te he observado y desde que iniciaste a bailar con los hermanos Molnar no dejas de compartir miradas con tu gente que sé que algo están planeando y no puedo creer que tuvieras algo con el cabeza dura de Diamante
-¿cómo puedes saber todo eso, Artemis?
-¿cómo? Tengo una década sabiendo cuando te has metido en problemas y los hermanos Molnar son el problema más grande en el que te has metido.
-Descuida, Diamante no será más mi problema. Ahora lo es de Serena
-no vayas a cometer una locura, por favor…
-Artemis… ¿quién crees que soy?
-la mayor cabezadura. A mi no me engañas con esa cara de muñeca de porcelana. Se que algo grande viene ¿qué tramas?
-Estimado señor Noel. ¿Puedo robarle un segundo a mi esposa?
-por supuesto…anden, bailen pero muchacho
-¿si?
-cuida de esta muchacha cabezadura. Ahora es tu problema y debes saber que algo planea.
-lo haré-acepta Solemne el pelinegro que toma entre sus brazos a su ahora esposa y comienza a bailar al ritmo del vals con la bella novia-Rei. El carruaje que dispuso Serena para nuestro viaje de bodas está listo. Debo recordarte que me diste tu palabra…
-si, si. El monasterio-minimiza Rei que tiene la vista puesta en su gente que están estratégicamente colocadas en diversos puntos del jardín y Makoto solo asiente con la cabeza a lo que Rei también asiente y la castaña da una señal a las demás-pero antes haremos una pequeña escala
-¿de qué habla?-Cuestiona él pelinegro y en cuestión de segundos un enorme caballo negro llega solo a la pista de baile haciendo que quienes bailan en la pista se retiren aterrados y la pelinegra sube al caballo de un solo salto ofreciendo su mano al pelinegro
-hora de irnos, San Endymion
-no, no. Ese caballo es el mismo demonio, iremos en la carroza
-no dejaré que nadie decida mi camino. ¿Me acompaña o cuento nuestro pequeño secreto a los invitados? Creo que más de un destino cambiaría con ello ¿no es así?
Endymion se molesta y a pesar de ello sube al caballo junto con la dama de blanco que sonríe y hace que el pelinegro abrace su pequeño talle.
-estimados invitados. Esperamos que disfruten de la fiesta. El señor Molnar y yo tenemos otros deberes urgentes que atender, por favor disfrute de esta tarde tanto como nosotros lo haremos.
La coqueta mujer guiña un ojo al hombre de cabellos plateados y ojos amatista que palidece ante tan descarados comentarios y a una señal de la capitana del Satanás que sale disparado como el viento le sigue toda su tripulación, cada una en su propio corcel, cada corcel tan único y bello como cada una de ellas. Serena se sonroja con el comentario de su amiga, Serenity y Gea se escandalizan pero Artemis Noel se golpea la frente ¡claro que sabía que esa muchacha voluntariosa haría lo que le viniera en gana! ¿Qué planeaba ahora Rei del Diablo? ¿cuál sería el destino desconocido de Satanás?
¡hola!
sé que no tengo perdón de dios pero la vida adulta no es fácil y pasaron cosas, muchas cosas mis estimados lectores.
gracias de.corazon a.todos los que me leen y sobre todo dejan Review; a esos lectores dicen que les da un día de buena suerte.
prometo ponerme las pilas.
con amor:
La maga del mal
