Capítulo 24
* * * P.V.S * * *
Ruka y yo vamos caminando rápidamente por uno de los pasillos del hospital donde trasladaron al padre de Genji, y en cuanto llegamos a la sala de espera de urgencias, vemos a mi hermana sentada en una de las sillas en frente del mostrador, sola en medio del silencio con la mirada perdida y una cara que no augura nada bueno.
Me fijo en que lleva puesta su chaqueta sobre la camiseta de manga corta, y que ya se ha limpiado la sangre que cubría sus manos cuando la encontramos al salir al exterior del bar, cuando Ushiyama comprobó que en la zona del almacén no había nadie, y salió a buscar a Genji con la preocupación rondándole la mente, encontrándose la escena. No se equivocaba.
-Airi. –Hablo cuando estamos cerca, haciendo que salga de su abstracción y se levante, abrazándonos en cuanto llego. Mientras vuelvo a hablar abraza a Ruka. -¿Se sabe algo de su padre?
Veo como aprieta los labios un segundo e inspira tratando de no llorar, hablando con voz temblorosa y apagada.
-Ha muerto. Hace poco salió el médico y nos dijo que no pudieron salvarlo, que la bala...
-Está bien, tranquila. –Agrega Ruka al ver que me he quedado sin palabras, pasándole un brazo por los hombros.
No me lo puedo creer. Lo han hecho, esa gentuza ha iniciado una guerra sangrienta, y todo por la pasta.
Automáticamente pienso en Genji al recordar como me sentí cuando me enteré de lo de Tokio. Que salga un médico y te diga algo tan difícil de asumir para lo que no te has preparado ni siquiera...
-¿Dónde está Genji? –Pregunto tras volver a la conversación, haciendo que mi hermana se limpie con la mano las lágrimas que no ha conseguido retener.
-Quería verlo a solas. Lleva ya un buen rato ahí dentro. Ni siquiera pudo despedirse, y encima estaba cabreado con él. –Solloza Airi con tristeza, haciendo que todos pensemos en lo jodido que debe estar Genji por todo ese cúmulo de circunstancias de mierda.
-¿Dónde están Makise y Chuta? –Pregunta tras sorber y volver a limpiarse la cara, cambiando de tema.
-En el bar, ayudando a Ushiyama. Les dije que era mejor hasta que sepamos cómo está Genji. Tengo que llamarlos para contarles las novedades.
Pero antes de que saque el móvil de mi bolsillo, la puerta del final de la sala se abre y sale Genji despacio, con un semblante que nunca antes le había visto. Su mirada está vacía y fija en el suelo mientras anda, pero a pesar de ello puedo discernir por sus ojos que ha llorado.
Él continúa andando sin prestarnos atención, aunque nuestras miradas están clavadas en él firmemente, pero es como si no lo notase, así que sigue su camino dirigiéndose a la salida y podemos comprobar como su actitud va cambiando a medida que pasan los segundos. Su paso se vuelve firme y rápido, reflejando que la ira está apoderándose de él a velocidad de vértigo. Conozco bien la sensación y sé que no trae nada bueno consigo.
-¡Genji, espera!
Como era de esperar, él no se inmuta ante la súplica de mi hermana, y temiendo que las cosas se descontrolen voy corriendo tras ella y la adelanto para ponerme delante de Genji y frenarlo, pero en cuanto me pongo en frente él me empuja con violencia.
-¡Quítate del medio, voy a matar a ese hijo de puta!
-¡Cálmate, así no conseguirás nada! –Alzo la voz mientras forcejeo con él para tratar de pararlo, intentando a la vez que mi hermana no se acerque.
-¡Que me sueltes, joder!
Acto seguido Genji me pega un puñetazo, pero lo aguanto bien y se la devuelvo, haciendo que las chicas se apresuren a intervenir, pero les grito que se alejen y continúo la pelea contra Genji mientras los chillidos de mi hermana y Ruka invaden el lugar.
Con suerte Airi es detenida por Ruka para que no se acerque a su novio e intente detenerlo, pero cuando Genji vuelve a golpearme, y esta vez me hace recular y tener que detenerme un instante, mi hermana corre liberándose del agarre que la retiene y llega hasta él.
-¡Genji por favor, para! –Le suplica entre llanto, agarrándolo por la chaqueta oscura con el dinosaurio detrás, y entonces él se gira abruptamente con el puño en alto, preparado para atizar al que le está jodiendo.
Veo con tensión la escena y como mi hermana se achanta, pero cuando él ve que es ella se detiene, contemplando el miedo en Airi, y tras un segundo en el cual el tiempo se ha congelado entre todos nosotros, Genji baja el brazo y se da la vuelta para continuar su camino sin decir nada.
Unos segundos después de que él salga por la puerta de urgencias mi hermana rompe a llorar y el silencio se acaba, haciendo que volvamos al movimiento los tres; Ruka se acerca a abrazarla mientras le susurra palabras para consolarla, y yo saco el teléfono y marco el número de Makise.
-¿Qué ha pasado? ¿Cómo está el padre de Genji? –Habla con rapidez al otro lado, respondiendo velozmente.
-Ha muerto, y Genji acaba de largarse muy cabreado a buscar al culpable. Hay que encontrarlo antes de que pase algo más esta puta noche, Makise.
-Vale, no te preocupes. Chuta y yo salimos de inmediato. Llamaremos a los chicos y que Ushiyama nos avise si vuelve al bar.
-Bien. Yo salgo también tras él. Llamaré a Ken para que nos ayude. Adiós.
-Vale, adiós.
En cuanto cuelgo miro a Ruka, quien sigue consolando a mi hermana. Airi está abrazada a ella, llorando sin prestar atención a nada más, con lo que hablo dirigiéndome a mi novia, a la vez que guardo el móvil.
-Quédate con ella, llévala a casa. Voy a buscar a Genji.
-Ten cuidado, Tamao.
Asiento a su murmullo preocupado, sonriéndola levemente para tratar de relajar el ambiente antes de irme rápido del hospital y dejarlas solas.
* * * P.V.A * * *
Me despierto abruptamente en la oscuridad de mi salón tras una pesadilla. Ruka se ha ido ya, quizás creyendo que lograría dormir sin despertar hasta mañana cuando me quedé dormida en algún momento que no recuerdo.
Me levanto para coger mi móvil, y con desolación compruebo que no hay llamadas ni mensajes en la pantalla, a pesar de que han pasado varias horas y son casi las 4 de la madrugada.
Sintiendo que la ansiedad vuelve a apoderarse de mí me dirijo a coger mi bolso y sacar el tabaco, pero doy un respingo cuando escucho que llaman a mi puerta. Asustada me acerco despacio, pero acabo abriendo ante el pensamiento de que sea mi hermano o alguno de sus amigos. No obstante, mi corazón vuelve a latir devolviéndome la respiración al ver que es Genji.
-Dios mío, Genji... –Susurro al ver su cara, llena de heridas y sangre. Antes de hablar hago que pase, cerrando deprisa para que no entre más aire frío. -¿Qué ha pasado?
-Fui a uno de los clubs más importantes de Kuroki, buscándolo.
Se me encoge el corazón al pensar en la situación y en la paliza, que sospecho ha sido más brutal al contemplar como le cuesta sentarse en el suelo de la entrada, rechinando los dientes para no quejarse. Trago saliva y hablo suavemente.
-Voy a traer las cosas para curarte, ¿vale? No te muevas.
Corro al baño a coger gasas y el antiséptico sin escuchar un ruido en el salón, volviendo rápido para sentarme a su lado y empezar a lavar las heridas con cuidado, viendo como él tiene sus ojos clavados en el suelo, con la mirada perdida y vacía por el dolor y la impotencia.
-Cuando te cure vamos a intentar dormir, ¿vale? Tienes que descansar, Genji.
Él no contesta, ni se inmuta tan siquiera hasta que pasados unos segundos, noto que empiezan a caer al suelo sus lágrimas silenciosas, y poco después rompe a llorar haciendo que me detenga cuando apoya su cabeza en mi pecho.
Sintiendo una gran pena y rabia lo abrazo con fuerza acariciando su pelo despeinado, dejando que se desahogue en silencio, aunque francamente me encantaría poder arrancarle todo ese dolor que debe estar sintiendo y me hace verlo vulnerable como nunca antes, algo que sorprendentemente me asusta, aunque supongo que es por las consecuencias que esto traerá.
