¡Hola! Éste capítulo fue escrito desde un teléfono, si ven algún error, tengan piedad :C

Capítulo 24 - Mary Geoise.

ZORO RORONOA.

Pelear con espadas, sin herir de gravedad a la gente es difícil. Había olvidado eso. Los tres sujetos que estaban inconscientes en mi sala eran el claro ejemplo de lo idiota que es entrar a ciegas en el departamento de alguien y esperar que todo salga bien.

Uno de ellos comenzaba a despertar. Ya los había despojado de todas sus armas. Una pistola con silenciador, una picana eléctrica y dos cuchillos de combate a cada uno. Tengo 12 armas en total sobre mi mesada. Cuatro de cada asaltante. Me senté sobre mi reposa pies a una distancia prudente y esperé pacientemente a que recuperará la conciencia casi completamente.

-¿Qué? – Comenzó a forcejear con las ataduras.

-Yo no haría eso, podrías abrir más tu herida – El tipo de cabello azul me miró ceñudo.

-¿Quién eres? – Reí por su pregunta. Ellos habían entrado a mi departamento armados hasta los dientes y no sabían quien era.

-Eso debería decir yo – Estiré mi espada de funda blanca hasta rozar su cuello con el filo - ¿Quiénes son y porque vinieron a buscarme?

Para mi sorpresa, no me buscaban a causa de Mihawk, de hecho ni siquiera lo mencionaron. Hablaron algo de Dragón y Luffy. Pero no alcanzaron a decir más, pues alguien los ejecuto desde fuera y yo solo atiné a cubrirme para evitar ser otra víctima más. Ahora tengo tres cadáveres en mi sofá y un montón de preguntas en mente.

Encendí el móvil y llamé a Mihawk, le expliqué vagamente lo ocurrido y me recalcó que debía salir de ahí por alguna otra salida que no sea la puerta. Por lo cual tuve que bajar por la ventana trasera cómo un vulgar ladrón.

El lugar indicado por mi guardián era un terreno vacío según el mapa. Bastante retirado de la ciudad, al que me tomaría al menos dos horas llegar. Una vez en el vehículo que alquile, me tomé el tiempo de llamar a Sanji, pero la voz que me atendió el teléfono, no fue la suya.

-¡¿Dime que está contigo?!

-¿Reiju? – La hermana del rubio sonaba alterada.

-Zoro dime que mi hermano está contigo – Negué.

Me explicó lo ocurrido hace algunas horas y el hecho de que mi novio había desaparecido sin dejar rastro. Supuestamente subió a la terraza del complejo, pero no regresó y cuando fueron a buscarlo, ya no estaba. Su esposo dio aviso a las autoridades , y ahora se organizaba una búsqueda. El teléfono de Luffy da apagado - ¿Llamaste a Trafalgar?

-¿Quién?

-El novio de Luffy, el capaz sepa algo.

Ella me encargo la tarea y me puse manos a la obra sin vacilar. Por suerte contesto rápido, mucho más de lo que esperaba - ¿Qué ocurre?

-¿Sanji esta con ustedes?

-No, Dragón dijo que había hombres suyos custodiándolo – Mierda.

-Desapareció y no podemos dar con él – Escuché otra voz a su lado, una que me es desconocida.

-Veremos que hacer. Puedes ponerte a salvo. Hay un pequeño desastre que podría alcanzarlos y prefiero evitar eso.

Me hago una idea de a que se refiere, pero está loco si cree que le haré caso. Yo voy a buscar al rubio, tengo el presentimiento de que está en peligro y con eso en mente no estaré tranquilo.

LUFFY MONKEY.

-¿Por qué desapareciste? – Él se quedó en silencio - ¿Sabias que mamá estaba embarazada?

Suspiró y enderezó la espalda – Soy, bueno, era en realidad, uno de los altos mandos en la marina.

-¿Andabas en barco? – Negó con la cabeza y sonrió.

-La marina es uno de los nombres que utiliza esa organización. El gobierno mundial tiene muchos nombres importantes y maneja una buena cantidad de países. Es una red muy grande de tráfico de personas, venta de estupefacientes, asesinatos, por nombrar algunos de sus delitos.

Asentí y traté de captar toda la información posible - ¿Trabajas para ellos?

-Ya no. Sus actividades por debajo de la mesa, las descubrí en una de mis misiones y cuando lo informé, trataron de matarme – Suspiró – Mi padre, que vendría a ser tu abuelo me ayudo a desaparecer. Tu madre no sabía nada de eso, y Garp se encargó de que no la encontrarán o a ti.

-Eso quiere decir que si sabias que existía – Bajo la cabeza – No te estoy reclamando, solo es una afirmación.

-Me enteré hace un par de años, tu abuelo es muy bueno escondiendo información – Me crucé de brazos.

-¿Tengo más familiares vivos?

-No, solo somos nosotros tres.

-¿Por qué volviste? ¡No me malentiendas! Llegaste justo a tiempo, pero si te estabas escondiendo.

-Al principio me escondí, cómo si hubiera sido yo quien estaba haciendo algo malo. Pero luego de un par de años, decidí que no seguiría ocultándome. Comencé a reunir pruebas de todos y cada uno de los movimientos. Fui a cada país y hablé con muchas personas que están en contra de esa organización. Estaba buscando a la cabeza y al fin lo encontré.

-¿Ella también te encontró?

-Esa es la idea, conocen mi nombre, más no mi rostro. No soy ni sombra de lo que era en el pasado – Levantó su mano, pero no llegó a apoyarla en mi hombro como parecía querer hacer. Sólo la dejó sobre su regazo – He perdido mucho tiempo y no estoy dispuesto a darle nada más.

Quise quitarle más información, pero uno de sus compañeros lo llamó y se retiró de la habitación. Con curiosidad los seguí, a ver si podía enterarme de algo más. Jamás pensé que el nombre que escucharía en esa charla sería tan común para mí. Hablaron de que habían perdido la pista de Sanji, pues a quienes había enviado a cuidarlo fueron asesinados. No dijeron la ubicación de la base de esos dementes, aunque si una pista para encontrar a mi amigo.

Me escabullí a la habitación que me asignaron y llamé desesperadamente a Torao. Quiero que me ayude a buscar a Sanji. Pues por lo que dijeron estos señores, él no era su prioridad y cómo no sabía nada sobre la organización, lo iban a dejar para el final. Ni muerto me quedaré de brazos cruzados.

La primera llamada no contestó, pero en la segundo sí lo hizo – Necesito que vengas por mí.

-Ahora no es un buen momento Luffy – Fruncí el ceño.

-Esos idiotas tienen a Sanji y Dragón dice que no lo van a buscar siquiera – La voz se Sabo me interrumpió. Maldije mi mala suerte.

-No es seguro que abandones la base – Lo ignore.

-Si no me ayudan a buscarlo, iré yo solo. Sé que Zoro estará encantado de secundar mi idea – Ambos blasfemaron al otro lado de la línea y aceptaron pasar a buscarme. No querían que hiciera una locura. Mi hermano sabe que soy capaz de escaparme sin que nadie se entere, Torao se lo imagina seguramente.

-Iremos por ti en treinta minutos. No salgas antes – Asentí y ambos suspiraron.

-Evita que tu padre se entere – Fue la voz de mi hermano quien me dijo eso.

-Roger duerme como un oso en invierno.

-Dragón. No dejes que el sepa.

-OK. Será pan comido.

Fue más difícil escapar de la vista de ese señor, que de la boca del perro hambriento de la vecina. Parecía que podía detectar mi presencia a millones de kilómetros. Aparecía en todos lados durante esos 30 minutos. Por suerte Koala me había ayudado a salir, a pedido de Sabo y fue quien también partió con nosotros en el auto de mi hermano.

-¿Tienes alguna idea de donde pudieron llevarlo? – Koala hablaba a Sabo.

-No, su secuestro fue hace menos de cuatro horas – Íbamos sin rumbo de momento.

-Dragón dijo algo sobre la Mary Geoise – Todos en el auto se sobresaltaton.

-Ese lugar es impenetrable – Torao fue el más preocupado de todos. Sus manos comenzaron a temblar y su voz se oscureció – Es una "cárcel" Luffy. Doflamingo está encerrado en ella.

LAW TRAFALGAR.

Estamos en silencio cuando mi teléfono sonó, ambos nos habíamos sorprendido con la noticia de Zoro sobre la desaparicion del Sanji. Mientras pensábamos que hacer al respecto, el timbre de la llamada volvió a retumbar y esta vez, era Luffy. Me avisó lo que escuchó sobre su amigo y pidió mi ayuda. Tenía la misma idea que su hermano, pero quedó descartado negarle algo, por miedo a que se embarque en una misión suicida por su cuenta. Creo que Sabo pensó lo mismo, pues llamó a su compañera Koala y le pidió que vigile al pequeño – Ven también, necesitaremos tu ayuda.

Ella no se resistió, ni preguntó demasiado. Solo accedió a su petición. Cuando estábamos todos dentro del vehículo, Luffy nos contó lo que escuchó y se me fue el alma al suelo. Ese lugar es horrible, parece un sitio bonito por fuera y por dentro está podrido. Es un mundo aparte, donde los que se creen dioses tienen su mercado personal de esclavos, salas de "entrenamiento" y tortura.

Si de mi dependiera, no pisaríamos ese terreno nunca, pero si llevaron a Sanji para allá, tenemos que sacarlo de ahí antes de que desaparezca. En mi mente buscaba todas las posibles salidas a este embrollo y ninguna servía. Si no han cambiado la ubicación de las habitaciones, me hago una idea de donde hallar al rubio, pero y si, sí lo hicieron ¿qué?

-Ve por la avenida y toma la salida hacia el muelle – Sabo obedeció – Para que esto funcione, hay reglas Luffy – Asintió algo dudoso – No hables con nadie, no menciones mi nombre. O el de ninguno en este auto. Yo me encargaré de sacarnos de ahí.

Llegamos al muelle y sentí asco. Odiaba el olor a muerto de este lugar y no eran los pescados el problema. Son los cientos de cuerpos y pedazos de estos que se encuentran aquí. Caminé cómo si nada hasta la puerta de entrada y le pedí a mis acompañantes que me esperen en el lado oeste. Bajo el cerezo pelado. Respire dos o tres veces, antes de hablar con el guardia. Lo habían cambiado, pero conocía a este idiota cómo la palma de mi mano.

-Hola Nezumi – El asqueroso hombre parecido demasiado a una rata de alcantarilla se dio la vuelta.

-Vaya, vaya. Pero si es nuestro cirujano de la muerte favorito – Salió de su puesto y se acercó a mi con una sonrisa en los labios – Escuché de los problemas que tuviste con tu jefe.

-Llegaste tarde al chisme. Ya pasaron doce años – Se encogió de hombros.

-Aquí sólo llegan sobras.

-Pues no podrás escucharlas de mi boca, sólo soy un simple verdugo – Caminé cómo si fuera lo más común del mundo hacia la entrada y él me detuvo por el brazo – Kaido me está esperando – Me soltó. Menos mal la novia de Ace me comentó que su papá seguía en el negocio, o no sabría que nombre podría usar para asustarlo.

-¿Qué pasó con el nuevo?

-No tiene el estómago para este trabajo – Me soltó y me indicó el camino. Por suerte era exactamente el que yo conocía. Una vez que crucé la segunda puerta de seguridad, Nezumi se marchó.

Usé ese tiempo sólo, para correr hasta la ventana qué está dañada, en la habitación de cambio. Lastimosamente no podré evitarle el mal rato a Luffy, pues esta es la sala en donde vienen a deshacerse de la ropa ensangrentada. Yo ya estoy acostumbrado, pero esos tres no sé cómo lo manejaran.

Sabo fue el primero en subir, sólo hizo una mueca de disgusto por el olor a sangre. Le siguió Luffy, a éste se le borraron los colores de la cara, parecía a nada de vomitar, pero no dijo una sola palabra, la última fue la chica. Ella literalmente hablando, ni se inmuto. Tenía la misma cara que yo y eso me sorprendió - ¿Conoces este lugar? – Sé giró en mi dirección y asintió.

-Yo solía estar del otro lado del látigo – Habló tan bajito que apenas la escuché.

-Hay que darnos prisa – Sabo evitó que la conversación siguiera.

Les di a cada uno, el traje que usé en mis años de juventud. El saco de plástico, las gafas, tapa bocas, guantes y botas. Una vez que los cuatro estábamos vestidos, salimos a buscar a Sanji. La habitación de las nuevas adquisiciones quedaba al otro lado del edificio, pero iríamos a buscarlo lo más rápido que pudiéramos, pues no podíamos levantar sospechas. Mi cara era la única visible, así nadie diría nada por nuestra presencia.

O eso pensé, pues de una de las habitaciones, salió la mujer más insoportable del universo - ¡Ahhhhh! – Se me erizo la piel al escuchar su grito/gemido que hizo – Pero miren quien ha vuelto por estos lares – Ella es una de las pocas torturadoras que no usa el traje de plástico.

-Hola Sadi – Sonrió con malicia y mientras contonea las caderas, limpia la sangre de su látigo – Ha pasado un tiempo.

-Doce años, cuatro meses y quince días, pero quien lleva la cuenta – Me escaneo con la mirada – El tiempo le sienta bien a algunas personas.

-Lo mismo digo – Este traje de cuero rosa que lleva, es más atrevido que el que usaba antes - ¿Nuevo guardarropas?

-¿Te gusta? Me puedes ayudar a quitármelo cuando termines – Miró sobre mis hombros a mis tres acompañantes - ¿Ya no trabajas solo?

-Enseñaré a estos novatos un poco del negocio – Asintió, pero miró por demasiado tiempo a Luffy y comenzaba a preocuparme. Antes de que volviera a hablar, corte la conversación – Estamos apurados, a la salida de aquí te ayudaré con lo que quieras.

Sentí la patada de Luffy en mi talón, pero no podía hacer nada. Tengo que desviar su atención hacia algo que ella quiera, para que no indague más y el sexo, al menos en el pasado, era lo único que le gustaba más que torturar – Me encantaría, ya sabes dónde encontrarme – Caminó hasta situarse a mi lado y acercó su rostro al mío. Me dio un beso en la mejilla y luego la lamió. Resistí el impulso de vomitar – Nos vemos guapo.

Asentí con la cabeza y seguí caminando, lo más rápido que mis piernas me dejaban. Ninguno de nosotros dijo nada en el camino, lo cual agradecí. Porque ya veo que tendré un problema al salir… Si es que logramos salir…

SANJI VINSMOKE

Desperté desorientado, no tenía la más mínima idea de donde me encontraba y lo peor de todo era, que estaba atado a algo por las muñecas y tobillos. Abrí la boca para gritar, pero no salió una sola palabra de ésta. Pues estaba amordazado. Una persona entró a la habitación y a pesar de que él vestía de pies a cabeza un traje raro, pude reconocer su manera de caminar. Lo cual me heló la sangre.

-¿Despertaste mi amor? – No se supone que estaba muerto… - ¡Ah! tal vez ya no me reconozcas porque ha pasado un tiempo – Sé quitó el tapaboca y las gafas, revelando el espantoso rostro de mi ex novio - ¿Me extrañaste?

Mi cerebro se apagó. Perdí la capacidad de razonar y cualquier esperanza de salir ileso de esto ¿De verdad él será quien acabe con mi vida? ¿No podía ser cualquier otro extraño que no conociera? Hubiera preferido que venga una persona equis a torturarme.

-Antes de que me olvide, tengo algunas preguntas obligatorias para ti. Contesta con la verdad – Desató mi mordaza - ¿Dónde está Luffy?

Dude un poco, pero respondí – No lo sé – Su mano enguantada dolió muchísimo cuando impacto contra mi mejilla.

-Respuesta incorrecta. Vamos de nuevo – Me tomó del mentón para que volviera a mirarlo y sonrió torcido - ¿Dónde está escondido el padre de Luffy?

Fruncí el ceño, pues no comprendí su pregunta – ¿En su casa?

El impacto en mi otra mejilla, me cortó el labio – Fallaste de nuevo. A este ritmo vas a terminar muy golpeado mi amor – A pesar de que usó un tono tranquilo, se podía ver el odio en su mirada.

Así estuvimos un largo rato. El haciéndome preguntas sobre la familia de Luffy y al no obtener respuestas por parte mía, o estas no ser lo que él esperaba, me golpeaba. Comenzó con sus manos abiertas, luego ya eran los puños y después un bate. A pesar del dolor, no perdía la conciencia, para mi desgracia. Tomó varios descansos en medio de su tortura, no sabía ni cuanto tiempo había pasado, hasta que pensó que era suficiente por hoy.

Se marchó dejándome solo, con la ropa hecha harapos y la cara magullada por sus golpes – Maldito bastado - Escupí un poco de sangre y lamí mis dientes, a ver si me había tirado alguno. Por suerte no, evitó pegarme el rostro con le bate.

Dejé caer mi cabeza y no tuve el coraje de levantarla cuando alguien abrió la puerta. Pude ver dos pares de pies a lo lejos, pero los dueños de esas extremidades no hablaban. Escuché cómo ponían el seguro y cuando uno de ellos se acercó, el alma que hace unos segundos fue masacrada, volvía a mi cuerpo. Quería llorar de felicidad.

-¿Zoro? – Esos ojos estaban rojos y aun a través de la rabia que emitían, podía sentir el amor hacia mí.

-Te voy a soltar cariño – Le hizo una seña a su compañero y éste me sostuvo con la mano sobre el pecho – Eso es.

Ambos me ayudaron a mantenerme en pie y cuando giré para ver quien estaba ayudándolo, grande fue mi sorpresa al ver a mi cuñado – ¿Katakuri? – Este vestía un traje de etiqueta al igual que mi novio.

-Te sacaremos de aquí.

Ya no pude preguntar nada más, las fuerzas abandonaron mi cuerpo y a pesar de que resistí la tortura de Gin, no dure ni dos segundos despierto en brazos de Zoro ¿Aun tenía permitido soñar con un futuro?

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

Nos vemos en el siguiente. Espero haber editado bien, me avisan cualquier cosa.

Adiós o/