Disclaimer: todos los personajes que reconozcan y el mundo donde viven pertenecen a JK Rowling. El resto es producto de mi imaginación.
Escribo esto solo por diversión. No ha sido sometido a revisión beta ni profesional por parte de un editor.
2.- Convalecencia
No sabía cuánto tiempo había pasado, todo estaba oscuro a su alrededor, su cuerpo dolía como si estuviera siendo atravesado por mil agujas, dolor, todo era dolor… y miedo, mucho miedo. La certeza de que hubiera sido descubierto como espía rebotando en su mente una y otra vez. Esta era una horrible tortura, tanto dolor era imposible de soportar, no podía respirar.
Jadeaba en busca de oxígeno, gimiendo una y otra vez, cada vez más alto, implorando piedad contra sus captores, que aquello terminara ya. Abrió los ojos súbitamente y se sintió empujado suavemente contra la cama por dos personas. Movió sus ojos frenéticamente por la habitación, y entonces todos los recuerdos del día anterior vinieron a él, Minerva, Poppy y Potter diciéndole que estaba en la enfermería, que todo había terminado, que estaba seguro. Intentó tranquilizarse y el agarre en sus hombros comenzó a aflojarse. Volteó tratando de enfocar a quien estaba en ese momento con él, y le sorprendió encontrarse con la cara sonriente de Neville y Draco, ambos apoyados a los lados de la cabecera de su cama.
No supo que le sorprendió más, ver a Draco y a Neville cuidándolo, o que estuvieran trabajando juntos, o que le estuvieran sonriendo. Definitivamente ninguna de las tres cosas era algo que se hubiera podido imaginar ni en el más loco de sus descabellados sueños.
Trato de sentarse en la cama, pero se dio cuenta de que aún estaba demasiado débil. Los muchachos parecieron darse cuenta de sus intenciones, porque se dispusieron a ayudarlo, acomodando varias almohadas en su espalda, para que se pudiera sostener con mayor facilidad.
"Que se siente despertar de la muerte" dijo Draco en un tono burlón, tratando de aligerar un poco la incomodidad de Snape. "Pues no es como si me hubiera despertado en un lecho de rosas", comentó mordazmente Severus. El comentario hizo reír sinceramente a los dos muchachos, ningún rastro de malicia en ninguno de sus rostros.
"Me alegra esté de nuevo entre nosotros", dijo lentamente Neville, su voz ligeramente temblorosa. "Y por qué decidiste ayudar al odioso murciélago de las mazmorras", dijo Snape arqueando su ceja. "No veo por qué no", dijo simplemente Neville, "era lo lógico de hacer, usted vio por nosotros todo este tiempo, ser recíprocos era lo correcto".
"Además, como si no iba a tener a oportunidad de codearse con lo mejor de la sociedad mágica", dijo Draco tratando de sonar mordaz, pero fallando en el intento al no poder evitar reírse. Solo se ganó una mirada de reproche por parte de Severus y un pequeño y divertido golpe en el hombro por parte de Neville.
"Como ve, las cosas han cambiado, al menos un poco, hemos tratado de hacer nuestras diferencias aún lado y olvidar el pasado, y el tener una tarea en común, aunque estemos hablando de cuidarlo, nos ha ayudado a tener un poco más de entendimiento y tolerancia", Neville se encogió un poco de hombros.
"La verdad es que una vez que comienzas a tratarlos como personas, los pequeños leones no son tan desagradables como parecen", dijo Draco, sonriendo ampliamente. "No es como si las serpientes fueran las más sociables", contestó Neville en contraparte sonriendo también.
"Cuánto tiempo estuve dormido esta vez?", preguntó Snape aún un poco desorientado- "Han pasado dos noches desde que despertaste la última vez", oyó que Draco le contestaba, "pero los ataques han disminuido considerablemente", apuntó Neville. "Las sujeciones no se han vuelto a usar afortunadamente, aunque dice Granger que anoche les diste un susto de muerte, cuando casi te caes de la cama al estar luchando en sueños, lo bueno que Weasley estaba cerca, sino hubieras acabado en el piso", Draco relató sin darle mayor importancia.
"Vaya, parece que los he mantenido ocupados", dijo Snape evidentemente apenado. "Nada que no pudiéramos manejar", contestó Neville restándole importancia. "Lo importante es que ahora que estás despierto comiences a alimentarte, tantas pociones curativas han dejado de surtir efecto", Draco sonrió maliciosamente, "si no es un problema para ti comenzaremos a alimentarte el día de hoy, aún no tienes suficiente fuerza, y no queremos que hagas un batidero, dejando media comida en el piso de la enfermería".
El último comentario irritó a Severus sobremanera, pero en pos de salir lo más pronto posible de aquella situación, solo asintió. "Pero si intentas hacerme el avioncito o cualquier otra graciosada de esas, te juro que te morderé la mano, no voy a tolerar ese grado de falta de respeto, aunque no pueda ni pararme de la cama", las palabras fueron dichas con un sutil rastro de amenaza.
"Nunca se me ocurriría nada por el estilo", dijo Draco con una mirada maliciosa, "además, no lo haré yo, lo hará Neville", sonrió aún más ampliamente.
Neville se sonrojó más que un tomate, y se acercó con cautela a la cama, un tazón y una cuchara en mano, y se dispuso a alimentar a su aún más avergonzado maestro de Pociones, Draco se reía burlonamente sentado en la otra silla cercana a la cama.
