«Unstoppable» de HollySnow

Beteado por PaAndreaBlack


Hermione estaba de pie en la puerta, mirando alrededor de la oficina del profesor Snape. Se notaba que le gustaban los muebles de madera oscura. El suelo era un precioso parquet de cerezo con grandes alfombras persas extendidas en diferentes áreas. Un gran escritorio antiguo de roble dominaba la habitación frente a una amplia ventana arqueada que daba al Lago Negro. Vio que uno de los tentáculos del Calamar Gigante estaba enganchado a la ventana y la saludó. Hermione no pudo evitar sonreír y le devolvió el saludo. Su boca se le hacía agua al ver que dos de las paredes de su oficina estaban dominadas por estanterías de libros que iban des del suelo hasta el techo. Tenía que haber miles de libros justo frente a ella. Una gran chimenea estaba en una esquina con un sofá de dos plazas verde oscuro y un sillón orejero en un tono verde oscuro-negro a juego, junto con un taburete correspondiente frente a él.

Allí estaba el profesor Snape sentado con un libro y una taza de té a su lado. Parecía más relajado de lo que ella había visto nunca. Se había quitado la túnica negra y ahora llevaba pantalones negros, una camisa blanca y un suéter negro con ribetes plateados. Levantó la vista cuando ella se quedó de pie a un lado.

—¿Quieres un poco de té? —preguntó.

—Sí, por favor. ¿Quiere que se lo sirva? —preguntó Hermione.

—Sí, gracias. Déjame guardar esto. También necesito coger algo de mi escritorio. —Severus se levantó antes de pasar junto a ella.

Hermione sirvió el té.

—¿Cómo lo toma, Profesor?

—Con miel y dos azúcares y te he dicho en el pasado que me llames Severus, Hermione —la regañó suavemente levantando una ceja oscura.

Hermione sonrió sonrojada antes de encogerse de hombros.

—Lo sé. Todavía estoy intentando acostumbrarme a eso.

Severus hizo un ruido con su garganta mientras volvía y cogía su taza de té.

—Por favor, siéntate.

—Gracias. Así que… —Hermione no tenía ni idea de cómo empezar.

Severus tomó un sorbo de su té antes de suspirar satisfecho.

—¿Cómo te ha ido el verano?

Hermione parpadeó antes de sonreír de nuevo.

—Fue genial. Viajé y vi parte del mundo durante el verano.

—¿A dónde fuiste?

—Fui a Francia, Rusia, Roma, Egipto, China, África y después estuve un tiempo en Estados Unidos antes de volver a casa. Conocí a gente increíble, tanto muggles como magos y brujas. Aprendí magia nueva, creé varios hechizos nuevos y cambié en el camino.

Severus le sonrió levemente antes de mirarla de verdad y encontrar algo de tristeza en sus ojos. Frunció el ceño.

—¿Pasó algo más durante el verano? —Pensó en ello antes de que sus ojos se agudizaran ante el recuerdo de cuando ella lo había visitado en el hospital—. ¿Tus padres? ¿Pudiste restaurar sus recuerdos?

Hermione se quedó en silencio de repente. Colocó su taza de té en la mesa de café entre ellos, ella estaba sentada en el sofá de dos plazas.

—Yo… nunca le conté a nadie lo que pasó… —Hermione miró hacia la chimenea mientras las imágenes bailaban frente a ella.

—¿Hermione?

Se mordió el labio con fuerza.

—Nadie lo sabe, Severus… —Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas—. Volví y le dije a Harry y a los Weasley que no pude restaurar sus recuerdos. Ellos se lo creyeron. —Una lágrima se escapó y se deslizó por su mejilla.

—¿Qué pasó? —Severus gruñó sombríamente. Maldeciría a sus padres si la repudiaban después de lo que ella arriesgó por ellos.

Tragó con dificultad antes de aclararse la garganta. Hermione respiró profundamente antes de soltar el aire con lentitud. Fijó sus ojos ámbar en unos ojos de obsidiana negra.

—Fui a Australia. Los encontré y pude restaurar sus recuerdos.

Severus frunció el ceño.

—¿Cómo reaccionaron?

Hermione se rio sin humor.

—Estaban tan furiosos conmigo, Severus. Nunca había visto a mis padres tan enfadados conmigo. Durante cuatro horas me sermonearon, me maldijeron por mi estupidez, me dieron otro sermón, y luego mi madre rompió uno de sus platos de porcelana favoritos. Estaba furiosa conmigo. Finalmente, después de que sacaron todo, me abrazaron. Lloraron, me besaron por toda la cara, no querían dejarme ir durante mucho rato. —Hermione perdió la concentración un momento antes de sacudir la cabeza. Tragó de nuevo para despejar el nudo en su garganta—. Pasé dos semanas con ellos, fue genial —sonrió de nuevo, pero esta vez era una sonrisa acuosa—. Decidimos volver a Inglaterra unos días antes; les dije que iría a preparar la casa para nuestro regreso, antes de volver para aparecerlos conmigo en casa.

El labio de Hermione temblaba.

—Regresé por ellos cuando encontré a unos policías en la entrada. Pregunté qué pasaba y me dijeron que ambos murieron en un accidente de coche.

Los ojos de Severus se agrandaron antes de levantarse y sentarse junto a ella. Le puso un brazo sobre los hombros para consolarla y Hermione comenzó a llorar con más fuerza. Se acurrucó en el pecho de Severus mientras lloraba.

—Lo siento tanto, cielo.

—La policía dijo que no había forma de que hubieran sobrevivido de ninguna manera. El camión los chocó de frente y murieron en el acto. Más tarde me contaron que el conductor del camión tenía problemas con los frenos y trató de parar, pero pasó de largo.

—¿Qué pasó después? ¿Quién estuvo contigo para enterrarlos?

Hermione negó con la cabeza.

—Los enterré sola. La única persona que estuvo allí fue el sacerdote.

Severus se quedó estupefacto.

—Hermione…

—Después de volver, arreglé los testamentos de mis padres, vendí sus consultorios, vendí las dos casas de vacaciones y conservé mi casa de la infancia. Yo… soy la quinta persona más rica del mundo ahora. Soy la heredera de la fortuna Granger —lloró Hermione—. Sin embargo, nadie lo sabe; no quería que nadie lo supiera. Ahí fue cuando me di cuenta de que necesitaba un cambio. Me preparé para dejar Inglaterra por un tiempo cuando Crookshanks murió.

—Me cago en la puta —murmuró Severus.

—Eso realmente fue la gota que colmó el vaso. Me fui después de enterrarlo y volví hace solo unos días para prepararme para el colegio.

—Maldita sea, Hermione, tu verano no suena tan agradable como lo has hecho parecer.

—El comienzo de mi verano fue horrible. Después de irme, todo mejoró mucho, especialmente después de conocer a Jasper.

—¿Quién es Jasper? —preguntó Severus.

—Mi nuevo familiar; es un lobo gigante mágico de China.

Severus parpadeó varias veces antes de que el asombro llenara todo su ser.

—¿Encontraste a tu familiar en un templo en China?

—Sí. Me dijeron que había estado allí durante mucho tiempo antes de que nos conociéramos y decidiera irse conmigo. El templo y China eran todo lo que conocía.

Severus se rio en silencio, con una sonrisa en su rostro. Hermione no tenía ni idea de quién era su nuevo familiar o qué era exactamente. Él tampoco se lo diría. Dejaría que las piezas encajaran en su lugar y ella lo supiera pronto. Eso iba a ser algo interesante de ver.

Después de un rato, Hermione controló sus emociones y se inclinó hacia atrás para mirar a Severus.

—¿Por qué fue cuando reconociste mi Casa, que una pieza del rompecabezas familiar encajó en su lugar para nosotros? ¿Cómo estamos relacionados y por qué me estoy enterando ahora?

Severus sonrió indulgentemente mientras le apartaba el pelo de la cara.

—Ah, mi pequeña sabelotodo Hermione... ¿Quieres que te lo diga o prefieres leer la prueba?

Sus ojos se abrieron de par en par.

—¿Ambas?

Severus se rio.

—Primero, ¿te he dicho que soy uno de los herederos de la Casa de Prince?

Hermione parpadeó.

—¿Qué? ¡No! ¿Cómo...? ¿Cuándo sucedió eso?

—Mi madre era una Prince antes de casarse con mi padre. Mi padre era un imbécil abusivo y prohibió a mi madre contactar o ver a su familia. La familia de mi madre murió una por una, antes de que ella y yo fuéramos los últimos de nuestro linaje, pero todos pensaban que finalmente nos habíamos extinguido, así que no había manera de que pudiéramos reclamar nuestros derechos con mi padre vivo. Él nunca lo permitiría. Me habló de nuestra antigua y prestigiosa Casa mientras crecía, ¿sabes? —Severus miró a Hermione—. ¿Sabías que la familia Prince era de la realeza?

Hermione se quedó atónita.

—¿Qué?

—Sí —Severus asintió—. Hubo una vez una familia gobernante. La familia Prince era la tercera en la sucesión después de los Malfoy. —Severus y Hermione ambos pusieron los ojos en blanco al mismo tiempo, pero sonrieron mientras lo hacían—. Los Longbottom gobernaron durante cientos de años.

—¿Qué pasó? ¿Por qué no tenemos una familia gobernante ahora? ¿Por qué Neville no es un rey gobernante? —Hermione preguntó con los ojos muy abiertos.

—Codicia, guerra, asesinato, tanto mal comenzó a extenderse en aquel entonces. Los Longbottom que gobernaban entonces se escondieron. Establecieron el Wizengamot en 1544 y ayudaron a cuidar a su gente de esa manera, mientras otros ocupaban asientos junto a ellos para ayudar a gobernar nuestro mundo. Neville podría saber sobre su ascendencia por su abuela, Augusta Longbottom, aunque no estoy muy seguro. De todos modos, la familia Prince es parte de la realeza con la que mi padre no quería tener nada que ver. Despreciaba todo lo mágico.

—Severus...

—Ya voy. Paciencia, cielo —Severus se rio entre dientes—. Cuando tenía diecinueve años, mi madre estaba harta de mi padre. Desapareció durante dos semanas. Cuando volvió, estaba tan feliz. Más feliz de lo que la había visto nunca. Le pregunté semanas después qué le pasaba y me dijo que estaba embarazada —Hermione se quedó en shock—. Supe de inmediato que no era de mi padre. No habían... —Sacudió la cabeza con fuerza mientras un escalofrío recorría su columna—. El bebé no era suyo. Cuando se enteró, amenazó con matar al bebé una vez que mi madre diera a luz, así que cuando mi madre se puso de parto, escondió al recién nacido con su magia. Yo acababa de convertirme en maestro de pociones y estaba comenzando de nuevo en Hogwarts cuando supe que ella había dado a luz. Cuando corrí a Casa para conocer a mi nuevo hermano, ella me dijo junto con mi padre, que el bebé había muerto.

Hermione cogió su mano entre las suyas y la apretó. Severus la miró con ojos ensombrecidos.

—Estaba devastado, a lo poco. Siempre había querido un hermano o hermana pequeña, pero mi madre me dijo que el bebé estaba muerto. No había nada que pudiera hacer. Mi padre lo celebró bebiendo durante varios días. Murió de intoxicación etílica una semana después. Entonces mi madre me dijo que el bebé había vivido, que había mentido para salvar a mi nuevo hermano o hermana. Aún no me había dicho qué era. Le pregunté dónde estaba el bebé y me dijo que estaba a salvo en el mundo muggle. El bebé había sido adoptado bastante rápido, de hecho, por una familia que no podía tener hijos.

Hermione empezó a ver hacia dónde iba todo esto y se quedó mirando a Severus con los ojos muy abiertos. Tragó con dificultad antes de abrir ligeramente la boca.

—N-nosotros...

Severus sonrió antes de asentir dos veces.

—Eres mi hermana pequeña, Hermione.

—¡¿Estás de coña?! —preguntó Hermione sorprendida.

Severus se rio con fuerza. Echó la cabeza hacia atrás mientras reía a carcajadas.

—No, cariño, fuiste adoptada por los Granger. El nombre de tu verdadera madre era Eileen Snape, de soltera Prince, tu padre... bueno —Severus se encogió de hombros—, mi madre nunca me lo dijo, pero podría decírtelo si quieres conocerla. Su retrato está ahora en la Casa Prince.

Hermione se quedó sentada allí mientras asimilaba toda la información. Sus padres le habían dicho años atrás que había sido adoptada después de hacer un árbol genealógico para el colegio antes de recibir su carta de aceptación en Hogwarts, así que eso no era lo que le costaba digerir. Lo que le costaba digerir era el hecho de que tenía un hermano mayor que era Severus Snape-Prince, y su verdadera madre ahora era un retrato mágico, por lo que podría hacerle todas las preguntas que quisiera.

«¡SANTO PUTO MERLÍN! ¡Soy la hermana pequeña de Severus! Soy una... ¡¿Quién soy exactamente?!», pensó Hermione mientras su magia comenzaba a hacer que su pelo chisporroteara.

Severus la observó en silencio antes de abrazarla y comenzar a acariciar su pelo con los dedos para tranquilizarla. Era lo que su madre, la madre de ambos, siempre le hacía cuando era niño, cuando estaba molesto o asustado.

—Esto es mucho para asimilar. Yo... pensé que estaría completamente sola después de que mis padres murieran.

—Tómatelo con calma, cielo, no te presionaré en absoluto. Pero necesitabas saberlo. Cuando estés lista, te llevaré a conocerla. Solo tienes que decírmelo.

—Mi octavo año realmente ha empezado con una bomba, Sev —murmuró Hermione.

Severus se rio.

—Esto solo va a mejorar, estoy seguro.

—Aunque tengo que estar de acuerdo con el señor Weasley.

—¿Por qué?

—Que seamos parientes explica muchas cosas —Hermione se rio y Severus pronto se unió a ella—. ¿Alguien más lo sabe?

—Todavía no, quería que te acostumbraras a ser no solo hermanos, sino familia. Una vez que lo hagas podemos ir a Gringotts para que puedas hacerte las pruebas que comprobarán que eres una Prince de una vez por todas y que te reconozcan finalmente.

—¿Puedo seguir siendo una Granger?

—Por supuesto, cielo. Podemos unirlo con un guion. Sería Hermione Jean Granger-Prince. En realidad, suena muy bien. —Ambos se rieron. Hermione bostezó—. Deberías irte a la cama, cielo. Te vi corriendo temprano esta mañana. Debes estar agotada.

Hermione asintió.

—Lo estoy. —Severus la ayudó a levantarse antes de que ella lo abrazara con fuerza. Él le devolvió el abrazo con una pequeña sonrisa—. Me alegro de que seas tú, Severus.

Su sonrisa se amplió antes de que le besara la frente.

—Buenas noches, cielo. Te veré mañana. Oh, antes de que se me olvide —dijo mientras recogía un archivo y se lo entregaba. Dentro contenía la prueba que ella tendría que leer—. Material de lectura.

—Buenas noches, hermano mayor —dijo Hermione con una sonrisa mientras salía de su oficina con un gesto de la mano, estaba ansiosa por leer lo que le había dado.

Todavía tenía familia, y Hermione se dio cuenta de que de repente era realmente feliz. Era mucho más feliz de lo que había estado desde que conoció a Jasper y regresó a Hogwarts. Severus también tenía razón, el año solo podría mejorar.


Nota traductora:

Hermanos, ¿os lo esperabais?

Contadme :)