«Unstoppable» de HollySnow

Beteado por PaAndreaBlack


El desayuno y la comida pasaron volando. Hermione disfrutaba de su tiempo con sus nuevos amigos y sus chicos. Estaban en DCAO para su última clase del día cuando Hermione se le cruzó un pensamiento.

«¿Qué somos? ¿Son mis novios ahora... o qué?», pensó Hermione. Ninguno de ellos había tenido una cita aún. Literalmente, el colegio acababa de empezar y ella acababa de romper con Ronald justo ayer. Pero los había besado a todos al menos una vez o más, así que obviamente su relación era diferente a la anterior.

Hermione estaba tan absorta en sus pensamientos que no se dio cuenta de que alguien la había llamado. Una mano le tocó la rodilla para llamar su atención. Se sobresaltó al mirar a Theo, quien hizo un gesto hacia su profesor.

Hermione se volvió hacia el profesor Lupin. Todos estaban muy felices y emocionados de ver que Remus había decidido volver como su profesor de DCAO. Después de todo, él había sido su favorito. Según Harry, Andrómeda estaba cuidando de Teddy mientras él trabajaba. Desde que Tonks murió en la guerra, tanto Remus como Andrómeda necesitaban mantener sus mentes ocupadas, así que Remus aceptó el trabajo y Andrómeda cuidaba de su nieto durante la semana.

—Lo siento, Profesor, ¿qué ha preguntado? —preguntó Hermione con un ligero rubor.

Remus sonrió.

—No te preocupes, Hermione. Me preguntaba si te gustaría ser una de las duelistas de hoy. Mencioné ayer que me gustaría que hoy cuatro de vosotros se batieran en duelo en clase.

Hermione parpadeó.

—Uh... ¿contra quién voy a batirme en duelo?

Remus se rio entre dientes.

—Aún no lo sé. ¿A quién le gustaría enfrentarse a Hermione? —Hubo un murmullo entre todos—. Por favor, no todos a la vez —se rio Remus.

Hermione se mordió el labio inferior. Honestamente, ¿quién querría batirse en duelo contra la Princesa de Gryffindor, a quien todos vieron patear traseros durante la guerra? Hermione era una guerrera cuando estaba en la batalla, toda su personalidad cambiaba. No había manera de que se contuviera en un simple duelo. Todos estaban sopesando los pros y los contras de enfrentarse a ella.

—Yo lo haré —dijo Harry con una sonrisa.

—¡Harry! —gritó Hermione.

—¿Qué? ¿Por qué no? Disfrutaba cuando los dos practicábamos juntos. No me importaría ver lo que ambos podemos hacer ahora —sonrió Harry.

—Yo también lo haré —dijo Pansy levantando la mano—. Siempre quise batirme en duelo contigo en algún momento, Mia.

Hermione se sonrojó aún más.

—En serio, ¿vosotros dos?

—Está bien, solo necesito una persona más. ¿Quién más quiere unirse? —preguntó el profesor Lupin mientras miraba alrededor del aula.

—Eh, ¿por qué no? Me uniré también —dijo Draco.

Hermione lo miró como si hubiera perdido la cabeza. Draco se rio en su cara. Su reacción no tenía precio.

Theo le dio una palmadita en la pierna con una sonrisa.

—¿Estás bien, Mia?

Hermione resopló.

—Sinceramente, no sé por qué querrían batirse en duelo conmigo después de lo de ayer y de lo que pasó con Ronald y Lavender. Solo pensé que todos evitarían batirse en duelo conmigo por un tiempo.

Theo sonrió.

—Creo que todos tienen curiosidad. Demonios, yo también. Estoy ansioso por ver cómo acaba.

—Theo... —gruñó Hermione mientras apoyaba la cabeza en el escritorio y la golpeaba contra él unas cuantas veces.

—Está bien, síganme todos. Vamos a una de las grandes áreas de duelo —dijo el profesor Lupin.

Todos se levantaron para seguirlo. Hermione estaba pensando en todos los hechizos y maleficios que conocía junto con los nuevos que había creado durante el verano y aprendido durante sus viajes. No se había batido en duelo con nadie desde que estuvo en... Pensó en ello. Tendría que haber sido cuando estaba en Estados Unidos. Se había hecho amiga de varias personas allí y había aprendido mucha magia nueva.

Entraron en una gran sala que le recordaba a Hermione la que el profesor Snape y el profesor Lockhart usaron para que Harry y Draco se batieran en duelo durante su segundo año. Hermione frunció el ceño. Quizás era la misma sala.

—Está bien, ¿quién quiere empezar? —preguntó el profesor Lupin.

—¿Puedo sugerir a la señorita Granger y al señor Potter? —dijo una voz oscura desde la entrada de la sala.

Hermione miró por encima de su hombro para ver a Severus allí con una ceja arqueada.

—Buena sugerencia, Severus. El profesor Snape tuvo la amabilidad de ofrecerse como voluntario para ayudar hoy. De acuerdo, Hermione, Harry, pueden transformar su ropa si quieren, o quitarse las túnicas. Además, tienen unos minutos para estirar. Les avisaré cuando sea el momento —dijo el profesor Lupin con una sonrisa mientras comenzaba a colocar una barrera protectora alrededor del escenario de duelo.

—Severus... —murmuró Hermione mientras se acercaba a su hermano mayor.

—Hola, cachorro —dijo Severus con una pequeña sonrisa.

—¿Qué se supone que debo hacer? —preguntó mientras lo miraba preocupada.

Severus parpadeó antes de fruncir el ceño hacia ella.

—Bátete en duelo, niña tonta.

—¿No? ¿En serio? No lo había pensado —respondió Hermione sarcásticamente mientras le ponía los ojos en blanco.

Severus se rio entre dientes.

—Hermione, es un duelo. Debes luchar como si tu vida dependiera de ello. Solo estarás lanzando hechizos, maleficios y encantamientos. Todo irá bien. ¿Qué es lo que te preocupa?

—Fui una verdadera Valquiria durante la guerra. Cuando me batía en duelo con alguien era una persona completamente diferente. ¿Y si le hago daño a Harry?

—¿Realmente te preocupa lo que le sucederá a él, a Pansy y a Draco cuando te enfrentes a uno de ellos? —preguntó.

Hermione lo pensó realmente y estaba un poco preocupada por su respuesta.

—No, en realidad estoy muy emocionada. Mi sangre bombea, puedo sentir la adrenalina corriendo por mis venas. No puedo esperar para batirme en duelo.

Severus sonrió mientras le acariciaba la cabeza.

—La sangre del linaje Prince corre por tus venas, cielo. No estoy seguro aún de quién es tu padre, pero estoy seguro de que desciendes de una larga estirpe de duelistas fuertes. Solo sal ahí afuera y sé tú misma. Sé la Princesa de Gryffindor que se convertirá en una guerrera Valquiria vengadora cuando alguien la llame a luchar; puedes hacerlo.

Hermione sonrió mientras asentía.

—¿No se supone que deberías darme palabras de aliento, tío? —preguntó Draco al acercarse a ellos.

Severus lo miró fijamente antes de decir:

—Buena suerte.

La boca de Draco se abrió un poco mientras Hermione se reía.

—¡Tío!

—¿Qué quieres que te diga, Draco? Honestamente, te enfrentas a mi hermana pequeña, de quien estoy bastante seguro de que puede patearme el culo. Todo lo que puedo decirte es buena suerte y trata de no sangrar demasiado. De lo contrario, tu madre se volverá loca.

Draco puso los ojos en blanco antes de girarse para mirar a Hermione.

—¿Vas a batirte en duelo así?

Hermione miró su ropa antes de quitarse la túnica. La dobló antes de colocarla sobre un escritorio. Miró su falda negra plisada antes de transformarla en leggins negros. Se desabrochó las mangas de la blusa blanca y se arremangó. También transformó sus mary jane en botas militares negras planas hasta la rodilla.

—Esto está mejor —dijo antes de volver a mirar a Severus y Draco—. Voy a estirar rápido.

Hermione se hizo a un lado antes de sentarse y comenzar a estirar primero las piernas, luego se levantó para estirar los brazos y la espalda. Escuchó cómo le crujían las articulaciones antes de también girar el cuello y los dedos. Era lo más flexible que podía estar.

—Bien, que Hermione y Harry suban al escenario de duelo —llamó el profesor Lupin mientras estaba en la parte superior del escenario, de pie en el centro.

Hermione subió las escaleras por un lado mientras Harry entraba por el otro. Vio que solo se había quitado la túnica y se había arremangado las mangas.

—Bien, ustedes dos, vengan aquí. Quiero que se den la mano, levanten sus varitas frente a sus caras, hagan una reverencia y luego vayan a sus respectivas esquinas. Después de hacer eso, adopten cualquier posición de combate que deseen. Una vez que diga que comiencen, empezarán. Solo se les permite usar encantamientos, maleficios y hechizos. No se permiten maldiciones ni imperdonables. Se batirán en duelo hasta que uno de vosotros se rinda o pierda. Ya podéis empezar. ¡Buena suerte!

Hermione y Harry se miraron durante un largo momento antes de estrecharse la mano.

—Buena suerte, hermana —dijo Harry con una sonrisa.

—Y a ti también, hermano —respondió Hermione antes de que ambos levantaran sus varitas frente a sus caras, se inclinaran y se dirigieran a sus respectivas esquinas.

Harry se quedó allí de pie, con las extremidades relajadas, listo para cualquier cosa que su hermana pudiera lanzarle. Hermione, por otro lado, adoptó una postura que había aprendido mientras estaba en China. La mayor parte de su peso estaba en su pierna derecha mientras se inclinaba hacia delante, su pierna izquierda estirada frente a ella, su mano derecha que sostenía la varita sobre su cabeza mientras su brazo izquierdo se estiraba hacia Harry haciendo el gesto de «ven aquí». Harry parpadeó al ver que la expresión facial de Hermione cambiaba de una pequeña sonrisa a una mueca feroz. Harry tragó saliva antes de responderle con su propia sonrisa, aunque no era tan traviesa.

Todos estaban hablando entre ellos sobre los dos Gryffindor antes de que el profesor Lupin anunciara:

—¡COMENZAD!

—¡Aguamenti! —gritó Harry mientras un fuerte chorro de agua salía disparado de su varita hacia ella a gran velocidad.

Hermione de repente salió volando por los aires mientras el agua pasaba volando junto a ella y golpeaba la barrera antes de rebotar hacia Harry.

—¡Avis! —gritó Hermione mientras caía al escenario en una voltereta. Pájaros salieron volando de su varita, volando hacia Harry con una alegría feroz. Harry gritó de dolor cuando las garras le rasguñaron la piel. Usó Aguamenti para deshacerse de ellos antes de lanzarle el maleficio Moco-Murciélago. Hermione lanzó un escudo alrededor de sí misma mientras le lanzaba un Inversione di Ginocchio, reversión de rodillas. Harry lanzó un escudo a su alrededor y el hechizo rebotó antes de golpearlo, iluminando la barrera antes de que el hechizo desapareciera.

Continuaron luchando durante los siguientes seis minutos antes de que Hermione usara dos hechizos a la vez. Lanzó Locomotor Wibbly, piernas de gelatina, antes de gritar también Orbis.

Las piernas de Harry colapsaron debajo de él antes de que fuera absorbido por el suelo. Hermione se acercó al agujero y lanzó otro hechizo que flotó a Harry fuera del agujero en un orbe azul. Hermione se rio al ver a Harry intentar lanzar hechizo tras hechizo para salir antes de que se dejara caer inconsciente con un hechizo de agua que le rebotó. Hermione hizo descender el orbe antes de golpearlo con su varita. El orbe se rompió mientras el agua brotaba de él debido al hechizo de Harry. Tosió mientras yacía allí y ni siquiera se molestó en decir que se rendía. Sentía que el orbe en el que había estado atrapado había succionado toda su energía.

—¡Y la ganadora es Hermione Granger! ¡Veinte puntos para Gryffindor! —dijo el profesor Lupin con una sonrisa mientras se acercaba a Harry—. Ennervate —murmuró Remus a Harry, que estaba inconsciente en el suelo.

Harry se despertó de un espasmo mientras tosía agua.

—¿Qué... qué...? —tosió un poco más—. ¿Qué ha pasado? —parpadeó.

—Hermione te pateó el culo —le dijo Marcus desde la línea de banda con una enorme sonrisa en su cara. Harry se estremeció ante esa sonrisa. Marcus era todo ángulos afilados y apariencia tosca. Le recordaba a un asesino en serie o a un jefe de la Yakuza. Era bastante aterrador cuando sonreía, pero la forma en que Hermione lo miraba con tanta adoración, Harry solo estaba feliz de que se gustaran tanto.

—¿Cuál fue ese último hechizo? —preguntó Harry mientras se sentaba.

—Es un maleficio que aprendí en Rusia. Se llama Ridurre Energia Orb, orbe reductor de energía. Una vez que estás atrapado en él, se sella herméticamente y comienza a absorber tu energía, haciendo que el orbe sea más fuerte a medida que intentas salir de él.

—Querido Merlín, ¿estás segura de que no es una maldición? —preguntó Harry mientras se ponía de pie.

—También hay un hechizo de orbe maldito, pero no puedo usarlo en un duelo escolar. Pero, te lo mostraré otro día —le dijo Hermione.

—Sí, de hecho, me gustaría conocer ambos.

—Bien, ustedes dos, inclínense y dense la mano —les dijo el profesor Lupin. Hicieron lo que se les pidió antes de que Remus buscara a Pansy y Draco—. Pansy, Draco, quiero que sigan los mismos pasos que Harry y Hermione. Les daré unos minutos para que se preparen. Una vez que se decida al ganador, se enfrentará a Hermione en el último duelo.

Hermione ayudó a Harry a bajar las escaleras hasta que se desplomó en una silla con un resoplido.

—Estoy tan cansado —murmuró Harry.

—Necesitas una poción Pimentónica, colega —dijo Neville.

—Eso suena genial.

—Toma, Potter. Esto debería hacerte sentir mejor —dijo el profesor Snape mientras le entregaba la poción a Harry.

—Gracias, Profesor —dijo Harry mientras destapaba el frasco y se lo bebía de un trago. Lo observaron hasta que se sentó erguido, viéndose más despierto—. Vaya, me siento genial —se rio.

—Voy a ir a ver a Draco un momento y luego a Pansy —dijo Hermione antes de alejarse para encontrar primero a Draco. Lo encontró estirando su brazo izquierdo cuando la vio.

—Hola, preciosa —dijo sonriendo—. Buen duelo.

Ella le sonrió de vuelta.

—Gracias. Solo quería desearte suerte. —Hermione le dio un abrazo. Se estaba apartando cuando él la atrajo de nuevo hacia sus brazos y la besó fugazmente. Ella lo miró con una ceja levantada.

Él se encogió de hombros.

—Quería un beso de buena suerte.

Hermione sonrió mientras movía la cabeza.

—Voy a ir a ver a Pansy un momento.

Draco la observó irse con una pequeña sonrisa en su rostro. Hermione sintió que él la observaba junto con sus otros chicos. Aún tenía que hablar con ellos sobre su relación, o lo que sea que fueran. Encontró a Pansy poco después. Estaba sentada en una silla mientras Daphne le masajeaba los hombros.

—¿Así es como estiras? —preguntó Hermione riéndose.

Pansy se rio mientras Daphne sonreía.

—Estiré, pero me dio un tirón —Hermione se rio—. Daphne se ofreció a masajearme los hombros hasta que empecemos. Espero estar bien.

—Bueno, si pierdes, te enseñaré mis tatuajes.

—Pff, voy a ver esas bellezas de todas formas, Mia —se rio Pansy. Hermione y Daphne se unieron a ella y antes de que se dieran cuenta, el profesor Lupin estaba llamando a Pansy y Draco.

Hermione regresó al lugar donde estaban sus chicos. Blaise sonrió mientras envolvía sus brazos alrededor de su pecho desde atrás para abrazarla contra él mientras observaban el duelo. No duró mucho. Hermione animó a ambos mientras Pansy y Draco se lanzaban volando mutuamente con el mismo hechizo. Se rio cuando Pansy le puso a Draco unos pies gigantes que bailaban. El pobre Draco estaba tambaleándose por todos lados, pero logró vengarse enviando un montón de arañas tras Pansy. Ella se desmayó, cayendo al suelo como un peso muerto mientras las arañas la rodeaban. Hermione y los demás se quedaron en silencio hasta que Draco blandió su varita hacia las arañas, estas desaparecieron, revelando a Pansy. Estaba mortalmente pálida.

—¡Y el ganador es Draco Malfoy! ¡Veinte puntos para Slytherin! —dijo el profesor Lupin con una sonrisa mientras volvía al escenario de duelo. Se acercó a Pansy y murmuró—: Ennervate.

Pansy se incorporó bruscamente del suelo, mirando a su alrededor antes de que sus ojos se posaran en Draco. Sus ojos azul oscuro lo miraron fríamente.

—¡E-e-eres un gilipollas!

—Pansy…

Ella interrumpió a Draco enseñándole el dedo medio.

—No puedo creer que… Malditas putas arañas… ¿Estás loco? De todo lo que podrías haber elegido… ¡Te voy a patearte el culo después, Draco! —balbuceó Pansy.

—¡Era un duelo! —gritó Draco mientras ella bajaba los escalones pisando fuerte y se sentaba en el regazo de Harry. Ignoró por completo a Draco mientras enterraba su rostro en el cuello y el hombro de Harry. Harry la rodeó con sus brazos para que no se cayera.

—Vaya, Dray, te lo va a hacer pagar más tarde —murmuró Theo mientras se alejaba del escenario de duelo.

—¡Era un duelo! —repitió Draco.

Hermione los miró antes de alzar la vista hacia Blaise, quien sonrió.

—Pansy le tiene pánico a las arañas. Cuando tenía aproximadamente... cinco años, creo, estaba jugando con nosotros en el parque. Estaba jugando cerca de una zanja y se cayó en ella. Estaba tratando de salir cuando un montón de arañas aparecieron de la nada y comenzaron a rodearla. Tuvimos que hacer un gran esfuerzo entre todos para sacarla de allí, pero no dejó de temblar ni de murmurar sobre arañas durante semanas.

Hermione se giró hacia Draco con el ceño fruncido.

La boca de Draco estaba abierta mientras balbuceaba:

—¡Era un duelo! Maldita sea.

—Bien, que Hermione y Draco suban aquí, por favor —pidió el profesor Lupin.

Hermione apretó los brazos de Blaise antes de salir de su abrazo. Siguió a Draco por las escaleras hasta el escenario de duelo. En lugar de estrecharle la mano, Draco le besó la mano mientras le sonreía. Hermione no pudo evitar sonreírle de vuelta. Sacaron sus varitas e hicieron una reverencia el uno al otro antes de caminar hacia sus respectivos puestos. Cada uno se puso en posición antes de que el profesor Lupin dijera:

—¡COMENZAD!