El ritmo constante del electrocardiograma pitaba en la habitación acompañado del aire acondicionado que mantenía el ambiente frío, haciendo que la sensación en su piel fuera aún más punzante. Su vista, inicialmente borrosa, comenzaba a enfocarse revelando a una anciana con cabello canoso y una expresión serena, ocupada en sus tareas mientras lo cuidaba.

Con un sobresalto se incorporó rápidamente, solo para detenerse al sentir un dolor agudo en su pecho, llevando una mano instintivamente hacia el área afectada, jadeando ligeramente.

—Sané tus huesos rotos y órganos... Pero no pude hacer nada por tus quemaduras. —Dijo Recovery Girl tomando unas gasas.

—¿Quemaduras? —Desconcertado retiró la bata que cubría su torso, revelando su musculoso pecho.

Lo que vio lo dejó sorprendido. Él, cuyo Quirk era el fuego y soportaba altas temperatura... Tenía en el centro de su pecho, una marca oscura impresa en su piel: La inconfundible figura de una suela de zapato perfectamente definida.

—¡Me marcaron como ganado!

—¡No te muevas! —Advirtió la anciana, extendiendo una mano para desinfectar la zona. —Podrás irte ya que mi maestro traiga los apósitos especiales... Hasta entonces, debes quedarte quieto si quieres recuperarte pronto.

Él resopló, pero se dejó atender, manteniendo su mirada fija en la marca que adornaba su piel como un humillante recordatorio.

—Es curioso... —Murmuró la anciana mientras removía los fragmentos de piel dañada. —Sanji-kun normalmente es un caballero muy gentil. Nunca lo había visto actuar de esta manera.

—¿Caballero?... Ese salvaje insolente...

—Toma el consejo de una anciana... Evita confrontaciones con Sombrero de Paja.

—¿Qué quieres decir con eso? —Endeavor frunció el ceño, desconcertado por el comentario.

—Son un equipo que se apoyan mutuamente... Si lo atacas, sus amigos lo defenderán sin dudar. Pero si arremetes contra cualquiera de los suyos... Sombrero de Paja no tendrá piedad contigo.

A pesar que las palabras de Recovery Girl le calaron al insinuar que no era suficientemente fuerte para enfrentarlo, lo mantuvieron pensativo un momento; recordando la razón por la cual le permitió de pasante, por el frio mensaje entregado por Hawks: "Venció al Nomu diseñado para acabar con All Might."

Los ojos de Endeavor se entrecerraron, recordando la presentación fotográfica que el director le había mostrado el día que regresó exasperado al travieso pirata... Un video que en su momento, tomó como informes vagos y no había considerado relevante.

—Cuando Nezu me mostró al grupo por primera vez, no parecían una amenaza. —Intentó justificar, aunque su tono mostraba cierta duda. —¿Qué tan fuertes pueden ser?

—¿Por qué no te relajas y los observas antes de apresurarte a considerarlos enemigos? —Sugirió mientras le entregaba un conjunto de ropa prestado por Vlad King dado su tamaño similar. —No te pongas la camisa todavía; espera a que llegue el doctor.

Endeavor tomó las prendas con desprecio. Era un conjunto simple y casual, muy lejos de la apariencia imponente que siempre proyectaba. Aun así, sabía que no tenía opción, así que, resignado comenzó a cambiarse dejando de lado la bata.

—En un momento, uno de ellos vendrá a darte un recorrido por las instalaciones... Yo no puedo hacerlo, ya que tengo un paciente que necesita mi supervisión.

La anciana le dio privacidad al héroe, dejándole cambiarse mientras ella visitaba el otro lado de la cortina donde la asistente permanecía inconsciente. Ajustó el monitor que registraba sus constantes vitales, revisando los niveles de oxígeno y la frecuencia cardíaca que no arrojaban ningún signo preocupante.

—Esta mujer... Nunca viene a trabajar, y cuando se presenta, está en coma.

Endeavor no hizo ningún comentario al respecto, y continuó vistiéndose hasta que un suave toque en la puerta interrumpió.

—Debe ser ella. —Comentó la heroína. —Adelante.

La puerta se abrió lentamente, y en lugar de la figura humana que Endeavor esperaba, entró un pequeño reno con un sombrero de colores pastel y unas algas sumergidas en una sustancia viscosa.

—Ah, ya despertó. —Dijo el reno aliviado. —Chiyo-san, traje las vendas que te mencioné.

—Con estas no quedará rastro de esa cicatriz. Son el tratamiento más rápido y efectivo para quemaduras. —Explicó el doctor, acercándose al heroe y señalando que se sentara.

Endeavor arqueó una ceja al verlo subirse al pequeño banco para alcanzar la mesa de trabajo. Y aunque veía su procedimiento meticuloso y profesional... No pudo contener un comentario escéptico.

—¡¿Qué es esta cosa?!

El reno se detuvo en seco y sus rasgos pasaron de adorables a exagerados en un instante, mostrando dientes afilados mientras levantaba la voz.

—¡¿COSA?! ¡SOY UN RENO! —Gritó volviendose una forma humanoide de casi dos metros y voz mas gruesa, provocando que Endeavor se encendiera en reacción por la impresión.

—¡Más respeto, Enji! —Sentenció, lanzandole agua de un urinal mientras señalaba al reno que regresaba a su forma adorable. —Él es el Dr. Chopper, un genio en medicina, y en este momento, tu médico tratante.

—¿Ah?! ¿Qué dices, idiota? ¡No creas que tus halagos me afectan, anciana decrepita! ¡Heheh~! —Exclamó bailando en el banquito ondeando sus pezuñas, mientras su voz subía de tono en un intento torpe de disimular su emoción. —¡Idiota! ~Hehehe

—Disculpelo. No sabe controlar sus emociones, pero sus conocimientos en medicina están a la par, o incluso más avanzados, que los de los laboratorios más sofisticados. —Señaló mientras Chopper, aún sonrojado, trataba de recomponerse.

—Aprendí de unos nativos en una isla primitiva... Pero su conocimiento en medicina es muy superior a lo que tienen ahora. hehe~

—Él me ha estado ayudando durante su estadía aquí... Hace que mi carga sea mas ligera... En especial con aquellos que rompen sus huesos.

Endeavor miró incrédulo al reno... Recordaba su fotografía del reporte de Nezu, donde bailaba con palillos saliendo de la nariz... No podía creer que alguien tan infantil fuera quien lo tratara.

Una nueva sombre se proyectó en la puerta: Una figura alta y elegante apareció, atrayendo de inmediato las miradas. Su cabello negro y largo caía con naturalidad sobre sus hombros, enmarcando un rostro de rasgos finos donde destacaban unos enigmáticos ojos azules que parecían mirar más allá de lo superficial.

Endeavor giró la cabeza hacia ella, estudiándola, mostrando su desconfianza. La delicada mujer llevaba un elegante saco morado, con un corto vestido blanco y zapatos altos, cargando en sus manos un par de libros.

—Bienvenida Señorita Nico... Espero no Robarle mucho de su tiempo.

—Enji, ella es Nico Robin. Se encargará de guiarte y presentarte a sus compañeros.

—Esa mujer... —Gruñó Endeavor, clavando una de sus habituales miradas penetrantes en la arqueóloga. —Es una de las responsables de detener a Ryukyu... Y el escape de Sombrero de Paja.

Robin, lejos de inmutarse por la amenazante mirada del héroe, respondió con una dulce sonrisa.

—Chopper, no olvides que dentro de poco será la cena. Asegúrate de terminar tus pendientes antes de eso.

—¡Sí! Solo le enseñaré a Chiyo-san cómo conservar los compuestos de estos medicamentos. —Respondió el reno retomando su tarea.

Robin asintió con un pequeño movimiento de cabeza, manteniendo su mirada ahora enfocada en Endeavor.

—Fufufu... De acuerdo. Señor Todoroki, ¿Podría acompañarme?

Endeavor, todavía con los ojos entrecerrados y el ceño fruncido, se puso de pie, acomodando la camisa sobre sus hombros. No podía negar que esta mujer, aunque tranquila, tenía algo intimidante que le resultaba difícil de descifrar. La elegancia de sus movimientos y el tono formal de su voz le desconcertaban; le costaba creer que alguien con una actitud tan sofisticada perteneciera a esa banda de rebeldes.

—Ese reno... —Murmuró con cierto desdén, llamando su atención.

Robin giró levemente la cabeza hacia él, manteniéndose serena. —No se deje engañar por su apariencia, señor Todoroki. Chopper es uno de los médicos más capacitados que tendrá el placer de conocer.

Endeavor frunció el ceño pero no replicó, limitándose a seguirla, mientras Robin lo conducia a través de pasillos hasta llegar a la biblioteca.

La puerta se deslizó suavemente revelando el interior: Estanterías altas repletas de libros que rodeaban un espacio iluminado. En el centro de la sala había una mesa de madera donde descansaba un gran mapa de Japón, marcado con alfileres en distintos puntos.

Su mirada se dirigió a los presentes, logrando reconocer a todos, más la escena lo dejó un poco desconcertado.

Mirio que llevaba un casco origami de samurái, se encontraba concentrado recortando arbolitos de papel, mientras Nejire que vestía un kimono blanco decorado con lunares rojos mal pintados y una corona dorada de papel, se encargaba de dibujar animalitos en una cartulina. A un lado, una pequeña niña de cabellera gris clara dibujaba con crayones figuras inspiradas en historias mitológicas, mientras una mujer de cabello anaranjado leía en voz alta un libro de Folklor Japones.

Endeavor reconoció a la pequeña de inmediato. —Es la niña del incidente con los Yakuza.

—Ella es Nami, nuestra cartógrafa y navegante.

La pequeña levantó la vista y, al ver a Robin, corrió hacia ella emocionada.

—¡Robin-nee-san! —Exclamó Eri mientras la pelinegra se inclinaba para levantarla en un cálido abrazo.

—Fufufu, ¿Qué haces linda? —Preguntó con suavidad, acariciándole la cabeza.

—¡Estamos aprendiendo historia! ¡Mirio-san es un samurái y Nejire-san es la diosa Amaterasu!

Robin sonrió ante su entusiasmo. —Eri-chan... Eso es mitología y leyendas.

La niña ladeó la cabeza con curiosidad antes de mirar a Endeavor.

—¿Y el quién es? —Preguntó con su voz inocente, haciendo que el hombre, acostumbrado a intimidar con su sola presencia, se quedara sin palabras por un momento.

Robin para evitar que la pequeña hablara con alguien tan intimidante y gruñón, desvió la pregunta moviendo sus brazos para que Eri diera unos saltitos.

—Mas bien... ¿Que personaje eres, Eri-chan?

—Mmm... —Golpeó su frentecilla con su puñito. —¡Soy una historiadora que busca la verdad!

—Ahhh... Te tiene cariño. —Dijo Mirio con su deslumbrante sonrisa, corriendo por la pequeña y levantándola en el aire ante sus intereses particulares, no parando de reír felizmente ante los gustos de la pequeña.

—Fufufu... No lo recomiendo. Los intereses de una historiadora pueden atraer a personas malas.

—¡Robin! —Nami levantó la voz desde su asiento. —¡No le asustes a Eri-chan!

La arqueóloga solo rio con suavidad, sin molestar en disculparse.

—¡Endeavor! ¿Qué haces tu aquí? —Preguntó Nejire sin tapujos como siempre.

El héroe apretó la mandíbula. —¿No lo saben?

—¿Qué cosa? —Respondieron al unísono Mirio, Nejire y Eri, ladeando la cabeza en perfecta sincronía.

Nami suspiró, levantándose de su asiento con un aire agotado. —No me digas... Luffy se metió en problemas, ¿No es así?

¿Realmente no lo sabía? Endeavor observó detenidamente a las dos mujeres frente a él analizando sus cuerpos... Ambas tenían esas características cinturas diminutas y grandes pechos que le impedían diferenciar la motociclista encargada del rescate del capitán.

Sin embargo, había algo en la tranquilidad de Robin que no le daba confianza, y no solo porque fuera la más callada del grupo. La forma en que se mantenía serena, incluso cuando Nami se mostraba algo más desenfadada, le sugería que ella tenía más control sobre la situación de lo que aparentaba... Si la navegante no estaba enterada, por simple eliminación solo quedaba Robin, lo que le hizo sospechar más de ella.

Endeavor apenas abrió la boca para responder, Nami lo interrumpió con una sonrisa inesperada.

—Gracias por cuidarlo...

—¿...?

—Eres Endeavor... Lo aceptaste durante los trabajos de los chicos, ¿No es así?... Lamento que sea tan problemático. Sé que si no hubiera estado bajo tu tutela estaría en situaciones peores. Así que, de verdad, gracias por tu paciencia.

Su sonrisa era tan genuina que incluso Endeavor, un hombre acostumbrado a mantener su postura intimidante, sintió un leve titubeo. Le tembló un ojo, pero prefirió tragarse las palabras que iba a decir y resignado se volvió hacia Robin.

—Continuemos con el tour. —Pidió, desviando la conversación antes de que explotara insultando al idiota del capitán frente a sus compañeras y una menor.

Robin lo observó por un momento antes de asentir, guiandolo fuera de la sala.

—¿No lo saben? —Cuestionó el héroe, señalando al grupo que tenía a dos de los tres grandes. Mostrándose molesto de permitir que una niña inocente conviviera con un presunto criminal.

—¿Qué cosa? —Preguntó Robin.

—¿Ellos no están enterados de lo que hizo hoy? Mi razón de estar aquí...

Robin vio la escena con la niña sonriente y le pidió amablemente que viera mas allá de su rencor.

—Señor Enji... No sé cómo alguien con su Don puede ser tan frio... ¿Podría observar a la pequeña?

Enji calmó su coraje, viendo como la niña se veía feliz y sonriente en presencia de los tres que no paraban de jugar mientras aprendía.

Nami siempre ha tenido un tacto especial con los niños... Es por eso que en su tiempo libre lo pasa con Eri... Suele darle clases didácticas para que mejore su aprendizaje... Algo que le privaron al ser usada para experimentación.

—Cualquier problema que tenga con nosotros que sea lejos de ella... Haga su trabajo y permita que un alma inocente conserve su sonrisa. —Decretó continuando su paso y extrañamente calmando al héroe que se limitó a seguirla.

El héroe permaneció callado, mientras la bella mujer continuó hasta llegar al departamento de apoyo.

—Franky es nuestro carpintero. Se encarga de reparar e inventar armamento para nuestro barco, por eso comparte su conocimiento con los estudiantes del departamento de apoyo. —Dijo mientras abría la puerta, revelando un resplandor blanco que cegó momentáneamente a ambos.

Lo que encontraron dentro fue una sorpresa: Franky y Mei estaban trabajando en un par de exoesqueletos, cubriendo completamente sus cuerpos, excepto por la ropa interior, que quedaba a la vista sin ningún tipo de protección adicional.

—¡WAJAJAJA! ¡SIENTE ESE PODER TAN MASCULINO!

—Pero soy mujer...

—¡NO IMPORTA!

—¡SUUUUUUUUUUUUUPEEEEEEEEEEEEEEER! —Gritaron ambos con una pose ridícula, chocando sus antebrazos.

Tanto Enji, como Robin quedaron en blanco, claramente incómodos, y sin decir palabra alguna, rápidamente cerraron la puerta, fingiendo que no habían presenciado nada. Continuando su camino, hasta que Enji, perturbado por esa imagen, rompió el silencio.

—¡¿Dejan que ese degenerado de clases?!

—...

—¡Nico! ¿No vas a responder?

—No tengo como defenderlo. —Respondió a secas.

Enji la miró de reojo claramente frustrado, pero no dijo nada más. Continuaron su recorrido, y poco después llegaron al gimnasio. Allí encontraron a Zoro, concentrado, levantando una de las pesas gigantes, con cientos de kilos en cada disco. Además, usaba unas muñequillas con peso, similares a las que empleaban los maestros durante los entrenamientos con los estudiantes.

A su alrededor, Kirishima, Tetsutetsu y Sato luchaban por levantar las barras que habían traído desde el Sunny.

—¡Oye! —Gruñó el estudiante del grupo B, luchando por mantener la barra sobre su pecho, con la presión amenazando con aplastarlo. —¡Ayúdame, no puedo más! —Quejó, con el sudor empapando su frente, temiendo que la barra le cayera sobre el cuello.

—¡Levántalo solo! ¡Tú puedes hacerlo! —Gritó Kirishima, apretando los dientes, claramente igual de agotado, pero sin querer ceder.

—Hagan un último esfuerzo. —Pronunció Zoro en un tono tranquilo. —Si les cae la barra en la tráquea, no sobrevivirán.

—¡VAYA PALABRAS DE ÁNIMO! —Exclamó Tetsutetsu, mostrando sus dientes afilados, irritado por la crudeza del peliverde.

—Den, ¿Como lo llaman? Plus Ultra...

Kirishima puso todo su empeño, respirando pesadamente mientras no usaba su don para levantar la barra y colocarla finalmente en su soporte, mientras Tetsutetsu seguía tratando de mantener su barra en el aire, cada vez con menos fuerza.

Zoro dejó caer sus pesas, creando un cráter en el suelo y fracturando el terreno a su alrededor, haciendo retumbar el área, y de un tirón simple, retiró la barra de encima de Tetsutetsu.

El joven, aún respirando pesadamente y con la cara roja por el esfuerzo, miró al pirata agradecido.

—Oi, llorón... ¿Cómo te llamas?

—¡Tetsutetsu Tetsutetsu!

—...

Zoro se quedó en blanco sin parpadear, observando al chico, poniéndolo nervioso, ya que no sabía a que se debía esa extraña expresión en su rostro, como si intentara de ocultar una burla, duda o incomodidad.

—¿De que te ries? —Preguntó el peliverde.

—¡NO ME ESTOY RIENDO!

—¿Tu risa no es Tetsu - Tetsu?

—¡¿CÓMO VA A SER ESO UNA RISA?! —Reclamó ofendido por la pregunta.

—Te sorprendería... —Murmuró entre dientes, rascándose la nuca con una expresión cansada.

—Él es Zoro... Espadachín, encargado de nuestra seguridad. —Robin presentó al peliverde, que seguía discutiendo con el chico de acero sobre el nombre. —No tiene mucha paciencia.

Robin seguidamente giró hacia el tritón. —El jefe Jinbei es nuestro timonel y experto en artes marciales.

—Es muy culto y todo un caballero. Estoy segura de que podrán tener conversaciones interesantes si lo conoces mejor. —Continuó acercándose al timonel, quien entrenaba a Ojiro en posturas de karate gyojin.

—Jefe Jinbei... Te presento al héroe número uno, Endeavor... Enji Todoroki.

Jinbei sonrió al escuchar el apellido. —Ah, el padre del joven Shoto. —Su sonrisa se amplió. —Debe estar orgulloso... Su hijo es un joven brillante, cortés y muy talentoso...

—Lo sé... Yo lo entrené. —Respondió Endeavor no con orgullo, sino como una amenaza, dejando un silencio incómodo.

—...

—Lo debió sacar de su madre, fufufu.

—¡A-Ja, ja, ja! ¡Qué descortés, Nico Robin!

Endeavor estaba molesto, como se podía apreciar en su enrojecido rostro por la ofensa.

—Debería enorgullecerse más de los otros valores de su hijo... La fuerza no es lo único importante para ser un gran hombre.

—¡Y TÚ QUÉ VAS A SABER! —Exclamó, perdiendo el control por un momento.

Ojiro, en lugar de mostrar admiración por el héroe, lo miró con decepción, ofendido por la falta de respeto hacia su compañero y sensei.

El héroe sintió una sensación incómoda crecer en su interior, como si algo estuviera a punto de estallar. Siguiendo sus instintos, curioseó por el rabillo del ojo, percibiendo cómo Zoro lo observaba con desprecio, manteniendo un aura amenazante; Así que optó por ignorar el ambiente tenso que se había formado a su alrededor y con una actitud estoica, solicitó continuar.

La caminata los llevó hasta el jardín de flores, un lugar que contrastaba con el resto de las instalaciones, lleno de una tranquila armonía que parecía desconectada de las tensiones previas.

Allí, entre las coloridas flores y el aroma fresco, se encontraba Usopp, concentrado en su tarea, regando y podando sus pop green.

—¿Jardinero?

—No, Usopp, nuestro Tirador... Además de ser un talentoso inventor y artesano. Antes de que llegara Franky a la banda, el se encargaba de sus tareas.

—Oh, gracias, por fin alguien aprecia mis talen... —Agradeció secando su sudor con la muñeca.

—No era muy bueno... El barco no lo logró.

—¡OYE!

—Usopp, te requieren en el comedor... Sanji les preparó a todos su platillo favorito para celebrar tanto tiempo sin satisfacer sus antojos.

—¡YA-TA! Me pregunto si habrá preparado Sashimi. —Expresó emocionado, corriendo hacia el comedor, deteniéndose por un segundo.

—Mucho gusto... eto... ¿Quién eres?

—Es el padre de Todoroki... Endeavor.

—Ah... ¡Retiro lo dicho!

—Ese... Irrespetuoso... —Su cuerpo comenzó a crear una llamarada en su espalda, que hizo correr asustado al tirador.

—Fufufu, veo que no eres muy popular. —Burló, recargando su nudillo en los labios, dejando escapar una risilla.

Molesto por las constantes faltas de respeto de la tripulación, no pudo evitar inquirir con desdén.

—¿Y tú? ¿Qué papel juegas entre ellos?

—Arqueóloga.

—¿Para qué necesita un grupo de criminales a una historiadora?

Robin esbozó una sonrisa misteriosa, sin prisa por responder. —Te sorprendería.

—Hazlo... Sorpréndeme.

—El conocimiento es peligroso, Endeavor-san. Mi especialidad en esa área fue lo que me catalogó como criminal.

—¿Saqueadora de tumbas?

—No... Traductora de textos antiguos.

Endeavor frunció el ceño, sintiéndose confundido por sus palabras y agudizando nuevamente su desconfianza.

—Le recomiendo no indagar más, a menos que quiera ser relevado de su posición de héroe. —Pronunció Robin con una mirada fija y una mano extendida hacia el frente, indicándole que continuaran caminando.

—Los registros de su banda señalan que eran diez, pero no había información sobre el cocinero... Robin no parece una mujer tonta ni fácil de engañar.

—Tú sabes por qué estoy aquí. —Acusó el pelirrojo con su tono grueso, deteniéndose en seco. —¿Por qué me revelas las habilidades y experiencia de tus compañeros?

—Nezu lo solicitó... y... —Respondió sin detener el paso, esperando que le siguiera. —Eso no le sirve de nada, no hay valor en enterarse de algo que podría volverse público en cualquier momento.

Endeavor, desconcertado por su actitud, la observó más de cerca interponiéndose en su camino.

—¡¿Qué quieres decir?!

—Sus jefes saben todos los detalles de nosotros. Más bien, la pregunta es... ¿Por qué aún no se los han compartido?

—¿Qué insinúas?

—La transmisión de las noticias sobre el secuestro fue interrumpida. ¿A qué cree que se deba? —Preguntó ella sin siquiera mirarlo, como si ya supiera la respuesta.

—Fueron los ciudadanos quienes se encargaron de compartir el resto de la persecución a las redes sociales... Mi pregunta es... ¿Siguen ahí los videos?

Endeavor comenzó a sentir un leve malestar mientras buscaba su teléfono en los bolsillos, sin encontrarlo.

—Mi teléfono... Debe estar con Recovery Girl.

—Lo buscaremos después de comer. Acompañeme, será nuestro invitado. Sanji estará feliz de tener un nuevo comensal.

—Lo dudo... —Murmuró con un bufido, claramente irritado, aumentando su molestia al solo pensar en ver de nuevo al cocinero.

En los pasillos apareció corriendo el capitán con Eri en sus hombros, mientras cantaba acompañado de Brook, quien tocaba alegremente una melodía que hacía cantar a la niña, ya que había tomado un gusto especial por la música después del festival escolar.

Endeavor observó al chico con coraje pues, se encontraba en terreno neutro... Parecía que las reglas de la escuela los mantenían refugiados y le impedían actuar como deseaba.

—Él es nuestro músico, Brook; durante un tiempo fue una estrella de Rock. —Robin se encargó de presentarlo.

Brook vio la expresión de pocos amigos de Enji, deteniendose en seco al tenerlo enfrente.

—¡Vaaaya! Que mirada tan aterradora... Me pone la piel de gallina... ¡Pero espera! ¡YO NO TENGO PIEL!

—¡SKULL JOKE! —Exclamaron Brook y Eri, comenzando a reir. —¡YOHOHOHOHO!

Robin sintió como un calido abrazo al corazón, al ver la pequeña imitar la risa del esqueleto; recordandole como la risa de un viejo amigo, le ayudó a aliviar sus dudas de seguir adelante.

—¡Ah, Robin! —Exclamó Luffy animado, con la niña levantada en el aire, brazos extendidos, como si fuera una gran victoria. —¡Sanji preparó nuestros favoritos! ¡Vamos!

Al ver la mirada de odio de Endeavor, Luffy le sonrió sin inmutarse. —¡También tú, Hi-hige!

Enji quedó paralizado. No entendía cómo el capitán, después de lo que había sucedido entre ellos, lo invitaba tan alegremente. ¿Qué quería decir con eso? ¿Qué planeaba? Aunque lo conocía, no lograba comprender sus acciones.

—¿Qué sucede, Señor Todoroki? —Preguntó Robin, tocando suavemente su brazo, lo que lo hizo volver al presente.

—¿Qué planea?

Robin sonrió dulcemente ante su desconfianza.

—Luffy no hace planes... Solo actúa. Sus acciones son sinceras. Entiende que es un héroe que cumple con sus responsabilidades, y lo respeta. Pero no por eso se dejará capturar.

—Además... Está agradecido por permitirle andar por la ciudad.

Endeavor quedó pensativo, siguiendo a Robin hasta el comedor. El ruido proveniente de allí era ensordecedor: gritos y risas impedian tener una conversación. Para su sorpresa, no había una batalla por alimento, ya que Sero había amarrado a Luffy en una silla, dejándolo comer de su plato como si perro.

La variedad de comida era impresionante. A pesar de que Sanji atendía a más de 50 personas, los platillos raramente se repetían, demostrando el increíble talento del cocinero. Sin embargo, para Endeavor, la escena era más desconcertante que placentera.

Con el capitán atado, todos comían plácidamente. Sin embargo, eso no impedía que los estudiantes del Grupo A construyeran pequeñas barricadas frente a sus bandejas, como si temieran un ataque sorpresa. En contraste, los del Grupo B comían despreocupados, disfrutando de los deliciosos manjares mientras observaban extrañados la actitud defensiva de sus compañeros.

Robin se retiró, dirigiendose a la mesa donde Mirio, Eri, Nami, Tamaki y Nejire compartían una selección de postres de manzana. Dejando a Endeavor solo, de pie, observando con recelo... Viendo como su atacante, servía los platillos a los que aún no habían recibido su porción, interactuando con estudiantes y maestros de una manera tan natural que le hacía hervir la sangre. ¿Cómo podían comportarse así, como si no fueran criminales?

Sentía que todo había sido una farsa. La visita guiada no le había aclarado nada, y su desconfianza solo crecía. Robin, a pesar de responder a todas sus preguntas, seguía siendo una figura misteriosa. El médico que atendió a los heridos había sido cómplice del secuestro y el mismo que inyectó los cuerpos antes de su rapto. Y el capitán... Ese chico que una y otra vez evadía a los héroes, evitando el combate directo, saliendo siempre ileso y burlándose de las normas. ¿Qué tramaba? ¿Cuál era su propósito?

—Oye... Padre de mierda. —Llamó el cocinero con la bandeja descansando bajo su brazo.

—Está servido... Come.

Solo la voz del rubio le hacía temblar del coraje, mas no podía hacer nada frente a sus nakamas, maestros y estudiantes.

Así que volteó al plato extra en la mesa de profesores. Sobre él, había gruesas rebanadas de sashimi de atún rosado, acompañadas de rodajas de limón y una guarnición de fideos de arroz crocante.

Su repudio por el cocinero le cerraba el estómago, y apenas le dejaba escuchar las conversaciones a su alrededor.

—No tengo hambre.

—No está envenenado... Si eso es lo que crees.

—Ya Endeavor, no seas aguafiestas... Un cocinero de primera jamás arruinaría sus platillos solo por placer propio. —Defendió Mic.

—Sanji-kun, deja de hacer enemigos ¿Sí? hazlo por mi. —Midnight solicitó coquetamente, agitando sus hombros.

—¡AYE-AYEEEE NEMURI CHWAAAAN!

Endeavor se sentó de mala gana y despues de un rato, finalmente, tomó los palillos y agarró una rebanada del pescado.

El sabor lo tomó por sorpresa. Era puro, sin condimentos, pero exquisitamente diferente al atún que solía comer. ¿Cómo era posible?

—Eh, bueno, ¿Verdad, Endeavor? —Dijo Mic.

—¿Qué es esto?

—Atún.

Pero algo no cuadraba. Endeavor reconoció ese sabor. Lo había probado antes en una de esas fiestas de élite durante la celebración de su ascenso a héroe número uno. Era único, un manjar reservado para los paladares más exigentes.

—No es cierto —Pensó, disgustado, sospechando automáticamente de cualquier cosa que viniera de los piratas. —Debieron robar esta proteina... Algun tipo de pesca premium.

—ES ATÚN ELEFANTE DE ALETA AZUL. FUE UN OBSEQUIO... PESCA DEL DÍA.

La cara de Endeavor se endureció de inmediato. —¡¿QUÉ MIERDA ES UN ATÚN ELEFANTE?!

—Es un pescadote con trompa, colmillos y sus aletas laterales parecen orejas enormes. —Explicó Mic, ondeando sus manos en sus orejas.

—ES UN PEZ QUE HABITA EN AGUAS PELIGROSAS. ES EXTREMADAMENTE RARO DE CONSEGUIR.

—Ese animal ni siquiera existe... —Gruñó mirando con recelo a Sanji, que continuaba atendiendo sin sentarse a descansar un segundo. El héroe estaba convencido de que la banda ocultaba algo más, algo ilícito.

De pronto, Luffy, aún atado a su silla, inclinó su cabeza hacia atrás y sonrió ampliamente.

—¡PREPÁRENSE! ¡EL IDIOTA YA EMPEZÓ! —Advirtió Bakugo, dando un pisotón en la mesa para llamar la atención.

El caos estalló. Los estudiantes de la Clase 1-A, que ya conocían las travesuras del capitán, comenzaron a devorar frenéticamente lo que quedaba en sus platos, protegiendo sus raciones como si fueran un tesoro.

Momo no iba a permitir que los arranques de Luffy le hicieran perder su rasgo elegante, por lo que creó una cupula de acrilico a su alrededor.

Midnight se volteó, cubriendo su comida con el cuerpo. All Might y Present Mic sincronizados, se tragaron sus porciones de un solo bocado, aunque sabían que apenas terminara de asaltar los otros platos, tendrían que escupirla para masticar adecuadamente después.

La cabeza de Luffy, extendida como un resorte, salió disparada hacia la mesa del Grupo B. Su gran boca barrió con varios platillos mientras los estudiantes apenas lograban reaccionar.

—¡AH! ¡MI COMIDA! —Gritó Shoda.

—¡¿QUÉ TE PASA, CHICLE?! —Vociferó Monoma, indignado, tratando de agarrarle del cabello, y fallando en el proceso.

Los de la Clase 1-B se levantaron, activando sus quirks mientras reclamaban, pero Luffy solo se reía con la boca llena y mejillas infladas cual hámster.

Aizawa cansado de las travesuras del capitán, usó su don para anular sus poderes, provocando que su elasticidad fuera cancelada y la comida saliera volando por doquier. Cayéndole un trozo de bistek en la mejilla de Enji; a quien le brotaron decenas de venas, mientras su piel ardiente sobrecosía la carne.

—¡OI! ¡PADRE ASQUEROSO! ¡SI VAS A SOBRECOSER LA CARNE, MEJOR COME POLLO!

—Ay no... Enfadó al cocinero. —Lunch Rush salío alarmado de la cocina, conociendo el temperamento del pirata cuando modificaban sus recetas.

—¡Necesito ayuda! —Gritó el Chef, pero con un beso volador de parte de Midnight hacia el rubio, logró domarlo en un parpadear.

El golpe de una silla al ser empujada hacia atrás retumbó en la cafetería al Endeavor ponerse de pie envuelto en llamas que chisporroteaban con ira. No podía mas... La incertidumbre, el cocinero insolente, el capitán rebelde, el hombre en calzones por la escuela... Todo era demasiado.

—¡ES SUFICIENTE! ¡ESTOY HARTO DE SU SECRECÍA Y DEL TRATO ESPECIAL A ESTOS IMBÉCILES!

—¡CON EL NO TENGO PROBLEMA!—Exclamó apuntando a Jinbei. —¡ELLA ME PONE DE NERVIOS!—Señaló a Robin.

—¡TODOS LOS DEMÁS SON UNA AMENAZA! ¡EN ESPECIAL ESOS DOS! —Apuntó al cocinero que giraba entre corazones y el capitán que se ahogaba con un wok atorado en la garganta.

—¡¿En que momento lo robó?! —Lunch Rush volteó a la cocina, viendo como lo que estaba en preparación desapareció de estufa.

En una agresiva reacción, Endeavor tomó a Toshinori por el cuello de su camiseta, alzándolo ligeramente mientras lo acercaba a su ardiente rostro.

—¡Y TODO ESTO COMENZÓ PORQUE DECIDISTE VIAJAR CON ELLOS!

—¡ENDEAV...! —Intentaron advertir los maestros y estudiantes, pero ninguno se atrevió a moverse.

—Suelta... a la momia... —La voz baja y amenazante de Zoro cortó con las advertencias.

El filo de su katana estaba presionando la yugular del héroe, creando un leve corte que dejaba que una fina línea de sangre se deslizara por su cuello.

El héroe número uno titubeó... Sabía que el solo pasar saliva podía provocar un corte letal en su garganta. Sus cuerpo ardía con ira, pero algo comenzó a tener sentido... Recordó las palabras de Recovery Girl:

"Si lo atacas, sus amigos lo defenderán sin dudar. Pero si arremetes contra cualquiera de los suyos... Sombrero de Paja no tendrá piedad contigo."

Con sombrero de paja incapaz de intervenir por estar en problemas con la comida, una nueva amenaza encabezó su lista de preocupaciones... El guarda espaldas de la banda.

La verdad lo golpeó: All Might estaba bajo la protección de los Sombrero de Paja. En algún punto, lo habían aceptado como uno de los suyos. Pero algo lo inquietó aún más. Shoto... Su propio hijo había estado dispuesto a defender al capitán... Había actuado bajo esas mismas condiciones.

La ira en sus ojos se transformó en un conflicto interno. ¿Hasta dónde se había involucrado su hijo con esos criminales?

Soltó a Toshinori, dejándolo tambalearse hacia atrás mientras Zoro relajaba su postura, enfundando su katana. Pero sus atención jamás se desvió de Endeavor hasta que el héroe se apartó unos pasos, respirando profundamente mientras el fuego alrededor de su cuerpo comenzaba a disiparse.

—¡SHOTO!

Todoroki, incómodo, se levantó de su asiento y siguió a su padre fuera del comedor, dejando tras ellos un silencio tan pesado que incluso los más ruidosos detuvieron sus conversaciones.

Por supuesto, la calma no duró mucho. Luffy, aún amarrado a su silla, aprovechó la distracción para estirar su cabeza y robar los platos de los Todoroki.

—¡LUFFY! ¡DEJA ESO! —Gritaron los estudiantes del grupo B, rompiendo el momento incómodo mientras el capitán devoraba lo robado sin remordimientos... Siendo ahora ellos, el grupo de salvajes arremetiendo contra el azabache.

En el silencio de un aula desierta envuelta por la penumbra de la noche, Enji desahogaba su enojo acumulado durante el día, hasta centrar toda su frustración en la acción de su hijo al intervenir en favor de su enemigo.

—Defendiste a Sombrero de Paja... ¡¿Qué significa eso?! ¡¿Te convertiste en un criminal?!

—No estaba protegiendo a Luffy...

—¡¿ME TOMAS POR UN IDIOTA PARA...?!

—Te estaba protegiendo a ti.

Enji golpeó con su puño cerrado la mesa del aula, dejando una pequeña grieta. Las llamas alrededor de su cuerpo titilaban de forma inestable mientras escuchaba a su hijo.

—¡¿PROTEGERME A MI?!

—Escucha... No me importa lo que pienses de ellos. Son aliados... nuestros amigos... y grandes maestros.

—¿Amigos? —Gruñó Endeavor.

—No negaré que son problemáticos. —Shoto alzó una mano, anticipándose al reproche de su padre. —Pero nosotros hacemos lo que podemos en mantenerlos controlados... Ese es el precio por el conocimiento.

—¿Qué estás diciendo?

—Conocimiento... Accidentalmente obtuvimos información que no debíamos... y ahora todos estamos en peligro.

Las palabras de Robin resurgieron en su memoria: "El conocimiento es peligroso, Endeavor-san. Mi especialidad en esa área fue lo que me catalogó como criminal."

—¿Peligro? —Reclamó, dando un paso hacia Shoto. —¿Y por qué no acudieron a mí? ¿O a otras agencias?

—Porque... Podrían formar parte de eso que consideramos peligroso.

—...

—Solo... No te entrometas. —Sentenció dándole su celular, cortando cualquier discusión. —Ten... No ha parado de sonar.

Enji tomó el dispositivo. Al desbloquearlo, se encontró con un torrente de notificaciones: mensajes insistentes de la Comisión de Seguridad Pública de Héroes con órdenes explícitas de no confrontar a los Sombrero de Paja y de ignorar el incidente.

Había más de treinta llamadas perdidas y un mensaje convocando a una reunión de emergencia en el auditorio de la Comisión en mas o menos una hora.

La curiosidad lo carcomió. Recordando las insinuaciones de Robin, decidió buscar los videos de la persecución que los ciudadanos habían subido a las redes. Sin embargo, cada intento terminó con el mismo mensaje: "Video no existente" "Video no disponible"

Frunció el ceño, sintiendo cómo su enfado se disipaba lentamente, reemplazado por una profunda desconfianza. ¿Por qué la Comisión estaba actuando con tal desesperación para encubrirlo todo?

—Shoto... —Llamó, pero su voz ya no era autoritaria en esta ocasión, sino más bien reflexiva.

Su hijo se detuvo, pero no giró.

—Haz lo que debas hacer. Pero recuerda... No todo es como parece. —Y sin esperar respuesta, salió del aula.

Endeavor se quedó solo con su mente intranquila girando en círculos. Finalmente, tomó su teléfono y se dirigió hacia la reunión convocada. Sabía que el tema sería el incidente, pero, sentía que necesitaba más contexto antes de decidir qué camino tomar. Porque ahora, más que nunca, dudaba de todo lo que creía saber.


Antes de finalizar la cena, mientras algunos alumnos recogían los restos y otros se servían una nueva ración para reemplazar los platos que les habían robado, Nezu se acercó a los maestros con una rebanada de queso en una mano y una taza de café en la otra, manteniendo una expresión seria que no pasó desapercibida.

Sin siquiera probar su comida, solicitó la presencia de los maestros en la sala de juntas... Eran los únicos que aún faltaban por asistir.

Los profesores sabían perfectamente cuál sería el tema. Se levantaron de sus asientos, dejando el comedor en manos de sus estudiantes, quienes, ya acostumbrados, asumieron la tarea de limpiar el desastre.

A pesar que sala de juntas estaba repleta, un incómodo silencio reinaba. Los profesores presentes esperaban con paciencia anticipando las palabras del director mientras contenían sus propias quejas.

Nezu tomó asiento al frente organizando con calma un conjunto de papeles frente a él. Entre ellos, un informe escrito, detallado, acompañado de fotografías que servían como evidencia.

El director suspiró profundamente, un gesto inusual para su habitual aplomo; juntó las huellas de sus patas, listo para abordar el tema que había reunido a todos allí.

—Me considero responsable de este incidente por haber permitido que el grupo saliera, pero también recae la responsabilidad en nuestros tres maestros, quienes estaban encargados de supervisar a un equipo tan inestable.

Eraserhead, Midnight y All Might se levantaron simultáneamente, inclinándose profundamente en una reverencia.

—Lo sentimos, director

—Nos confiamos al pensar que Robin cuidaría de ellos. —Añadió Midnight, tratando de justificar su decisión.

—FUE MI ERROR. YO PERMITÍ QUE EL JOVEN LUFFY Y EL DOCTOR CHOPPER ABANDONARAN EL AUTOBÚS. AIZAWA Y KAYAMA SON INOCENTES. QUE TODA LA RESPONSABILIDAD RECAIGA SOBRE MÍ.

—Estoy en desacuerdo —Replicó Vlad King cruzándose de brazos con evidente disgusto. —Esos criminales nunca debieron entrar en la escuela para empezar. Debemos tomar carta sobre el asunto, y como héroes cumplir nuestro trabajo, encerrándolos de una buena vez.

—¡No podemos hacer eso, solo empeorará las cosas! —Reaccionó Midnight

—Solo el cocinero fue suficiente para sacar de combate a Endeavor... —Murmuró Snipe. —Y no estoy denigrando al joven... Me refiero a que no se enfrentó al capitán, ni su mano derecha... Eso tiene mucho que decir sobre el nivel del resto de los tripulantes.

—Concuerdo con Vlad... Deben estar tras las rejas antes de que se salgan de control. —Apoyó Ectoplasm. —En cuanto a ustedes... ¿Cómo pudieron exponer a los estudiantes a un grupo que claramente puede incapacitar a un Pro sin problemas?

—Tan solo mira cómo regresaron tus estudiantes, Eraserhead —Continuó Vlad con vehemencia. —¡Al menos tres de ellos tienen la mirada de las mil yardas, como si hubieran pasado por un trauma de guerra! ¿Exactamente qué clase de entrenamiento recibieron para regresar en ese estado?

—Present Mic —Intervino Cementoss. —Tú que los conoces... ¿Consideras que son una amenaza?... Se sincero.

—¡Claro que lo son! —Respondió Mic sin titubear.

—¡¿Lo ven?! —Exclamó Vlad King, apoyándose en esa afirmación.

—Y por eso mismo es mejor que estén aquí con nosotros. —Continuó, cruzándose de brazos mientras los demás lo miraban, confundidos.

—¡Eso es una locura! —Espetó Snipe frustrado golpeando la mesa. —Solo estamos permitiendo que estudien nuestras habilidades y ganen ventaja sobre nosotros para cuando quieran hacer un movimiento.

—No creo que eso haga una diferencia. —Intervino Aizawa

—ELLOS NO HARÁN NADA MIENTRAS NO SE SIENTAN AGREDIDOS.

—¡¿Y mientras, ellos pueden hacer lo que se les plazca?!

—Les pido silencio. —Llamó el Mink con su usual tranquilidad, logrando aplacar las crecientes tensiones en la sala.

—Es cierto... Son una amenaza —Admitió el Mink, observando a los presentes.

—Y, aunque sean jóvenes, poseen más experiencia que muchos de ustedes. Además, tienen una perspectiva distinta, una que como héroes a menudo somos incapaces de ver. Por ello tomamos la decisión de permitirles compartir esa experiencia con nuestros estudiantes, porque, con el ataque del nuevo grupo villano en el horizonte, esa experiencia puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

—Deben entender que... Para nosotros, ellos no corresponden una amenaza, y es por eso, que deben permanecer aquí.

—¡SI ESA FUE LA RAZÓN DE TU DECISIÓN, ENTONCES POR QUÉ SOLO PERMITISTE A LOS DEL GRUPO A! —Exclamó Vlad King, poniéndose de pie, indignado. —¡MI GRUPO TAMBIÉN PODRÍA PARTICIPAR!

—Porque la gran diferencia entre ambos es... Que mi grupo, ha construido esa confianza. Tanto la banda confía en las habilidades de los chicos, como los alumnos confían en las intenciones de los Sombrero de Paja. —Explicó Eraserhead.

—¿Cómo pueden estar tan seguros de que no les harán daño? —Intervino Snipe, aún escéptico.

—Porque todos fuimos expuestos al mismo peligro. Y en más de una ocasión, dependimos mutuamente para sobrevivir a pesar de haber comenzado como enemigos. Esa confianza se construyó con cimientos sólidos.

Hizo una pausa, asegurándose de que todos lo escucharan.

—Si el grupo B viera el verdadero potencial de esa banda, dudarían de continuar como héroes. Mi grupo pasó por esa duda. Y la única razón por la que no han abandonado, es por el apoyo que se brindan entre ellos. Ya no se ven como héroes individuales dispuestos a competir entre ellos, sino como un conjunto. Y eso no lo aprendieron de nuestras clases... Lo aprendieron de la tripulación.

—Eraserhead —Intervino Ectoplasm. —Estás diciendo que tus estudiantes confían en ellos. Pero... ¿Qué hay de ti? ¿De ustedes?

Aizawa lo miró directamente, sin titubear.

—Dejaría mi vida en sus manos. —La declaración dejó a la sala en un silencio helado.

—Aunque su manera de actuar no fue la correcta —Mencionó Nemuri, apoyando su barbilla en sus delicadas manos. —La razón detrás de sus acciones es algo que apoyo. Y no me arrepiento de mi postura.

—Son unos completos lunáticos... —Bufó Mic, recargándose en el respaldo de su silla mientras cruzaba los brazos. —Por eso me pesa admitir que son confiables.—Apuntó con ambos indices.

—LE TENGO EL MISMO NIVEL DE FE AL JOVEN LUFFY QUE, EL QUE LA SOCIEDAD DEPOSITÓ EN MÍ —Admitió All Might.

—Aun no estoy del todo convencida... Deberíamos someter esto a votación para decidir si se quedan o se van —Sugirió No. 13.

—Estoy de acuerdo —Apoyó Power Loader.

—No me opondré al resultado de su votación. —Declaró Nezu.

—Solo respondan una pregunta antes de que continuemos... —Dijo Vlad King. —Esos chicos... Llegaron aquí bajo el nombre de exploradores, o eso dijeron ustedes... Pero, viajaban en un barco con velas piratas... Mismo que tenemos en el area boscosa.

Se detuvo un momento, observando las reacciones de sus colegas.

—¿Son realmente criminales? ¿Esos chicos son piratas de verdad?

—LO SON.

—Qué raro... —Murmuró Cementoss. —Me di la tarea de investigar sobre piratas en la actualidad, pero no encontré nada relevante... Realmente pensé que eran solo un grupo con ideas extravagantes sobre la libertad.

—Me parece bastante extraño teniendo en cuenta lo problemáticos que son.

—Debe ser porque pasan la mayor parte del tiempo viajando en el mar —Respondió Hound Dog, casi como una excusa, mientras rascaba su barbilla.

Nezu tras una breve pausa, tomó la palabra.

—Entonces, si todas sus inquietudes han sido atendidas, pasemos a la decisión. ¿Quiénes están en contra de que permanezcan?

Vald King levantó la mano sin vacilar, seguido por Ectoplasm, Snipe, Powerloader, No. 13 y finalmente Cementoss.

—¿Hound Dog? ¿Lunch Rush? —Preguntó Nezu, dirigiendo su mirada inquisitiva hacia ellos.

Hound Dog negó con la cabeza antes de responder.

—Nos han ayudado a mantener la academia a salvo de incidentes... No lo hemos comunicado porque no era necesario, pero el motivo por el que ya no estamos en boca de las noticias es, en gran parte, gracias a ellos.

—Sanji ha sido un apoyo invaluable en la cocina. Es eficiente, creativo y jamás causa problemas. Honestamente, preferiría que no se fuera. —Agregó Lunch Rush

Nezu dirigió su atención a Recovery Girl. —¿Y usted? ¿Ha tenido más trabajo desde su llegada? —Preguntó, pero la anciana negó con una sonrisa tranquila.

—Todo lo contrario. El conocimiento del Dr. Chopper es un regalo que nunca dejaré de agradecer. Gracias a sus métodos ya no necesito usar tanto mi Quirk y los cuerpos sanan de forma mucho más natural y efectiva, sin tener que robarles energía que los dañará con el tiempo.

—Bueno... Eso da un total de 6 en contra, y 7 a favor. Así que queda decidido.

—Debería se unánime... —Reprochó Vlad King.

—De ser así, no llegaríamos a una solución...


El auditorio era un caos absoluto. En el centro de la sala, una gran pantalla proyectaba diez fotografías de los piratas junto con sus nombres, lo que avivaba aún más la tormenta de voces donde héroes y oficiales discutían sin parar, por lo que sus acusaciones y preguntas se entrelazaban sin permitir a los encargados de la audiencia dar una respuesta.

La jefa de la Comisión de Seguridad Pública estaba en el centro de todo, de pie frente a la multitud con una postura firme pero visiblemente tensa. Trataba de imponer autoridad y responder al aluvión de cuestionamientos, pero la intensidad del tumulto la desbordaba. Cada vez que levantaba la mano o alzaba la voz para pedir silencio, nuevas oleadas de gritos y acusaciones interrumpían su intento de controlar la situación.

—¿Por qué NO quieren que los busquemos? —Tronó uno de los héroes veteranos

—¡Son una amenaza y deben ser detenidos! —Vociferó Mt. Lady con el cabello enmarañado, que aun no lograba desenredar del todo. Siendo apoyada por el asentimiento indignado de Kamui Woods.

—¡NO ESTOY ABIERTA A SUGERENCIAS NI DEBATES! ¡NINGUNO DE USTEDES TIENE PERMISO DE INTERCEPTARLOS O ATACARLOS BAJO NINGUNA CIRCUNSTANCIA! —La jefa levantó la voz, lo que provocó que las múltiples quejas, se silenciaran unos segundos.

—¡Queremos una explicación! —Gritó un héroe del fondo, acompañado por otros que exigían respuestas claras.

—¡El lider de esos villanos se ha convertido en un modelo de admiración para los jóvenes! —Se quejó Rock Lock. —¡No podemos permitir que seamos una burla pública!

—¡Olvida la burla! —Intervino Mr. Brave. —¡No podemos permitir que den ese ejemplo a la sociedad!

—¡Un grupo de criminales burlándose de nosotros y saliéndose con la suya!

—¡Escuchen!... —La líder de la Comisión de la seguridad Publica de héroes ordenó, ganándose el silencio. —No podemos permitirnos tener bajas...

—¡¿Bajas?! —Repitió Death Arms incrédulo. —¡Somos cientos contra diez! ¡Diez!

—Déjenme al de sombrero de paja... Apenas empezaba a divertirme con ese chico. —Mirko aceptó entusiasmada chocando sus puños.

—¡Escuchen bien! Si alguno de ustedes llega a provocar que ellos consideren aliarse con los villanos, entonces el panorama cambiará de manera irreversible. Ese número tan solo de diez personas podría convertirse en un problema que ni siquiera una fuerza conjunta podría contener. Será mejor que esos diez permanezcan exactamente dónde están ahora.

Un murmullo generalizado recorrió la sala, seguido de una exclamación airada:

—¡Si actuamos rapido podremos terminar con este lio, son solo diez personas! —Exclamó un héroe de pie, golpeando el respaldo de su silla. —¡Denos su ubicación y acabemos con esto de una vez! ¡Es ridículo seguir permitiendo que se burlen de nosotros!

—¡El chico del sombrero de paja estuvo en nuestra agencia! —Acusó Burning, cruzando los brazos furiosa. —¡Esto está manchando nuestra reputación! Si alguien debe detenerlo, que sea Endeavor. Nuestra agencia ya está involucrada.

Las miradas se volcaron hacia Enji, quien permanecía sentado en su lugar, con el ceño fruncido y una expresión de descontento. No había dicho una sola palabra durante toda la reunión, pero su silencio empezaba a pesar en el ambiente.

—¿Qué dices, Endeavor? —Preguntó Hawks como un susurro, inclinándose hacia él con un tono más serio de lo habitual. —¿Vas a perseguir a Sombrero de Paja?

—Tú me recomendaste colaborar con el. —Acusó Endeavor. —Entonces, dime, ¿Cuál es tu posición?

Hawks, le vio por el rabillo del ojo, mientras el desorden se desataba nuevamente en la sala.

—Que no interfieras. —Respondió con un tono grave, provocando que Endeavor se viera sorprendido de escuchar esas palabras de alguien quien siempre le apoyaba.

—¿Es por su fuerza? —Preguntó Enji en voz baja, sin ocultar su desconcierto.

No... no es solo su fuerza. Es algo más profundo.

—¿Qué estás insinuando?

—A lo que pude entender... Luffy es el equivalente de All Might para... Un grupo de marginados. Por más idiota que te parezca, ese chico es un hombre respetado por seres que su fuerza y experiencia va más allá de lo que nosotros siquiera conocemos.

—¿De qué demonios estás hablando, Hawks?

Hawks suspiró y desvió la mirada, como si estuviera pisando un terreno peligroso incluso al hablar.

—Solo te compartiré la conclusión que escuché de un investigador bastante excéntrico. Me dio a entender algo que nunca olvidaré: "Compartir lo que sé, podría desatar a una nueva guerra."

Endeavor entrecerró los ojos... Ahí estaba de nuevo... Proviniendo de una tercera persona. "El conocimiento guiaba al peligro."

—¿Eso qué significa? —Gruñó harto, deseando desvelar la verdad.

—Te soy sincero, Endeavor... —Hawks lo miró directamente, con su tono ahora más bajo, casi como si temiera ser escuchado. —Detesto ser el único que sabe esto, pero si quiero proteger lo que considero justicia, es mejor mantenerme en silencio. Solo actuaré como crea necesario.

Fueron sus ultimas palabras antes de salir de la reunion, pues lo unico que deseaba escuchar era como procederían con los sombrero de paja y nada mas.

Endeavor apretó los dientes, luchando por entender las implicaciones de las palabras de Hawks. Había algo en su tono, en su postura, que lo convencía de que no era un simple capricho o evasiva. Finalmente, suspiró, frustrado pero resignado.

Tantas veces le habían repetido que no preguntara, que, aunque su instinto le exigía respuestas, esta vez decidió confiar en el juicio de Hawks.

—¡NO PODEMOS TENER BAJAS AHORA!... —Declaró con absoluta autoridad la Jefa con un tono cortante. —¡ESTO NO ES NEGOCIABLE! MANTÉNGANSE AL MARGEN. SABEMOS CÓMO MANEJAR ESTA SITUACIÓN, Y NOSOTROS NOS ENCARGAREMOS.


La directora de la comisión llegó a su oficina arrastrando el peso del agotamiento. Cada paso era lento, como si la reunión interminable le hubiera robado más que su energía. Su garganta ardía, reseca tras los gritos y los intentos de imponer orden, sobretodo por la presión de haber tenido que recurrir a un ultimátum aún pesaba en su mente. No fue un acuerdo, fue una imposición.

Se dejó caer en su silla con un suspiro prolongado, dejando que la tenue luz que se filtraba por la ventana acariciara los documentos desordenados sobre su escritorio. El desgaste de los años no era indulgente; el cansancio acumulado no solo la afectaba físicamente, sino que le recordaba con insistencia su fragilidad. Sus manos buscaron consuelo masajeando sus sienes, intentando aliviar la migraña que no cedía.

Un timbre agudo perforó sus tímpanos, haciéndola fruncir el ceño con fastidio. Presionó el botón del intercomunicador sin siquiera levantar la cabeza.

—Directora... La doctora ya está aquí.

—Déjela pasar —Ordenó cansada, mientras un nuevo dolor pulsaba en su cráneo.

Una mujer de complexión media, alrededor de los cuarenta años, con cabello corto y oscuro, piel canela y ojos avellanados marcados por el cansancio ingresó a la impecable oficina que combinaba con su elegante traje.

—Directora, ¿Requirió mi presencia? —Preguntó con formalidad.

—Así es... Adelante, tome asiento. —La directora señaló la silla frente a su escritorio sin apartar la mirada de los documentos que tenía entre manos.

La mujer obedeció, sentándose con rigidez mientras sus ojos bajaban a los papeles apilados en el escritorio.

—Lamento la llamada repentina, pero como seguramente ya sabe... los Sombrero de Paja finalmente se han movilizado.

El comentario tensó aún más a la mujer, quien recibió una carpeta deslizada hacia ella. Con manos temblorosas, comenzó a hojear los documentos, sintiendo un frío sudor recorrer su espalda al leer el contenido.

—Ahora que los héroes desean interferir, no nos queda más remedio que ejecutar el plan de emergencia en caso de que esto se salga de control. —Declaró la anciana, deslizando una pequeña caja de madera sobre la mesa, que se detuvo frente a la mujer.

Ella la tomó con cautela, abriéndola para descubrir en su interior una jeringa con un líquido rojo que parecía brillar tenuemente bajo la luz tenue de la oficina. «Trigger»

—¿Está segura de esto? —Preguntó, tratando de mantener la calma.

—Lamentablemente, no tenemos otra opción. —La directora cerró los ojos por un momento, aun no convencida de su decisión. —Lo siento... Pero tendremos que recurrir a su don, Dra. Knorr.

—Solo llameme Ivanka...


Sundancer aquí:
Deseandoles felices fiestas y mejores deseos a todos. Espero disfruten de sus reuniones y celebraciones con sus seres queridos :3