-Esta es una adaptación de la película "Avatar" de 2009, escrita y dirigida por James Cameron. Los personajes pertenecen por completo a Masashi Kishimoto, más los personajes de carácter secundario, las modificaciones a las personalidades, los hechos y la trama corren por mi cuenta y entera responsabilidad para darle sentido a la historia. Les sugiero oír "We Are Here" de The White Noises para Sasuke, "Bloody Mary" de Lady Gaga para Sakura, "When We Were Young" de Kim Petras para Karin, y "I See You" de Leona Lewis para el contexto de la historia.
1-Diálogos en cursiva para el idioma "nativo".
2-Dialogo normal para "español".
3-Breves textos en cursiva para pensamientos.
4-Texto con dialogo en cursiva par flashbacks
De pie en lo alto del risco que separaba el bosque del Árbol de las Almas, Sasuke mantuvo las manos cruzadas sobre su vientre, reconociendo con la mirada a cada nuevo guerrero, jinete, cazador o viajero que llegaba desde los lejanos clanes que habían sido convocados, acompañado por Biju de pie a su espalda y que de vez en vez golpeaba sus pesadas patas sobre el suelo o relinchaba para marcar presencia, resultando una imagen imponente de contemplar, y el Uchiha no se quedaba atrás, siendo el Sexto Biju Makto. Sasuke vestía una gris claro de profundo cuello en V hasta la mitad del pecho, con mangas acampanadas hasta las muñecas y el emblema del abanico rojo y blanco de los Uchiha en la espalda, protectores negros que le cubrían los antebrazos, pantalones azul oscuro, con un largo lienzo azul oscuro ceñido a su cuerpo por un fajín de cuerda purpura oscuro, y largas botas negras, con su rebelde cabello azabache azulado ligeramente despeinado como de costumbre, solo que esta vez el flequillo le enmarcaba los lados del rostro…no era una broma decir que se veía mucho más serio, no como el "extranjero" que había llegado al clan Konoha hacía meses atrás. Asintiendo al paso de los recién llegados en su camino, subiendo el risco, Gaara observó detenidamente al Uchiha al llegar a su lado, situándose hombro con hombro—Sasuke volvió la mirada hacia él, reconociéndolo con un asentimiento—, y ambos dedicándose a observar la llegada de cada nuevo aliado en el enfrentamiento contra los extranjeros, Sasuke era el Biju Makto, pero Gaara era el Olo'eyktan, por lo que era preciso que ambos se apoyaran, ¿Qué fueran amigos? No necesariamente, su relación no había sido buena desde el principio.
—Gaara— nombró el Uchiha tras un prolongado silencio.
—Sasuke Uchiha— correspondió el Sabaku, observando el escenario ante él. —Es abrumador, nunca había visto a tantos de los nuestros reunidos— solo había escuchado historias al respecto, pero verlo en persona era algo completamente diferente.
—Y vienen muchos más en camino; habríamos convocado a más pero apenas hay espacio para todos y no tenemos tanto tiempo— asintió Sasuke, al tanto de todo. —Ya se lo dije a Sakura, pero ahora también te lo digo a ti; no necesitas librar esta guerra— mencionó, sintiendo la mirada del pelirrojo sobre sí. —Yo me equivoque y ahora solo quiero repararlo— aclaró, volteando a verlo con sinceridad.
—Es un poco tarde para pedirme que no pelee, guerrero— difirió Gaara con una ligera sonrisa ladina. —Lo haré, debo hacerlo por mi clan y estoy preparado para ello— sería el peor Olo'eyktan si saliera huyendo en lugar de morir peleando.
—Bien, entonces no tratare de disuadirte— asintió el pelinegro también con una sonrisa ladina, sabiendo que aquella era una batalla perdida.
Igual que había pasado en el caso de Sakura durante la primera conversación en que ambos habían tocado el tema de la guerra, Sasuke tenía claro desde hace tiempo que existía cierta naturaleza guerrera en el clan Konoha, no es que avalaran la guerra—es más, según su creencia no había nada que Kami odiase que la guerra—, pero no eran el tipo de personas que huían ante una amenaza, mas si el peligro en cuestión amenaza su forma de vida y todo lo que conocían, por ello no habían sido pocos los que habían muerto durante la caída del Árbol-Madre. Suspirando por lo bajo, Sasuke deseó poder convencer a Sakura de huir, de mantenerse al margen de la batalla que tendría lugar en cuestión de días—eso se percibía en el ambiente—, pero la Haruno ya le había dicho que no era una cobarde y que no iba a quedarse mansamente sin hacer nada mientras sus demás hermanos de clan morían y peleaban, el Uchiha sabía que ella tenía razón, pero no podía evitar preocuparse; fuera intención de Sasuke o no, su miedo quedó reflejado en su semblante habitualmente estoico, permitiéndole a Gaara anticiparse a las ideas que daban vuelta por su mente. No era un secreto que, tras conocerlo, la primera idea que Gaara había tenido de Sasuke había sido que este era un skxawng, en el fondo seguía pensando que el "extranjero" era solo un idiota con suerte, pero uno a quien Kami había elegido por una razón, él no iba a cuestionarlo, mas en ese momento lo sorprendió las emociones que vio en sus ojos, era como si por primera vez no fuera ese idiota arrogante, realmente parecía preocupado por la amenaza en ciernes, ¿Siempre había sentido todo eso o solo ahora era perceptible? El Sabaku no pudo saberlo, pero deseó hacerlo en el fondo:
—Tienes miedo— comprendió Gaara, sobradamente sorprendido por ello.
—Estoy aterrado, y tengo más sentido común de lo que parezco para ser estúpido y lastimar a la gente fingiendo que no lo soy— admitió Sasuke sin vergüenza, volteando a verlo. —Pero me importa todo esto; la gente, el bosque, este mundo— observó el bosque anteél, aquello por lo que sentía que valía la pena luchar. —Me uní al ejército por el reto, me dije a mi mismo que podía superar cualquier prueba que me propusiera, pero no es hasta ahora que realmente encontré una causa justa por la que pelear, y estoy dispuesto a morir por ello— confesó, pudiendo ser sincero con Gaara.
—Realmente eres un Konoha, a pesar de todas las reservas que tenía en creerlo— comprendió el Sabaku, genuinamente asombrado. —Quiero disculparme contigo— espetó, viéndolo a los ojos.
—No, Gaara, no tienes porque…— protestó el Uchiha, sin sentirse digno de ello.
—Sí tengo, dejé que la ira, el rencor y los celos guiaran mis acciones, no quise ver que eras diferente aun cuando otros ya lo notaban desde el principio— insistió el pelirrojo, sintiendo el peso de sus errores. —Eso es un error en un Olo'eyktan— su fallecido padre Rasa le diría eso, lo sabía.
—De donde vengo, si un líder no tiene sentimientos, eso es un error— aclaró el azabache, teniendo una visión muy diferente. —Eres un buen líder Gaara y me enorgullece llamarte hermano, si no te molesta, claro— reconoció, sonriendo ladinamente.
—El honor es mío, hermano— asintió el Olo'eyktan, orgulloso de poder afirmarlo.
Tras decir aquello, recordando la forma que tenían de relacionarse o interactuar los "extranjeros", Gaara alargó su mano derecha al aire, ofreciéndosela al sorprendido Uchiha, que la observó y luego encontró su mirada con la suya, realmente Sasuke no podía creer la situación ante él, ¿Gaara le estaba tendiendo la mano como amigo?, ¿El soterradamente arrogante Gaara? Lo último que Sasuke deseaba era ofender a Gaara, por lo que, tras un instante de sorpresa y vacilación, el Uchiha correspondió a su gesto, estrechando su mano y ambos viéndose a los ojos con toda la confianza que nunca habían expresado; todos los problemas del pasado no se habían solucionado, seguían ahí, eso había sido parte de lo que había hecho que ambos llegaran al momento presente, pero ahora Sasuke y Gaara podían entender que tenían más en común de lo que habían creído en un principio. Sasuke admiraba a Gaara, ambos habían tenido sus problemas y el Sabaku le había parecido inicialmente un imbécil arrogante…pero, él mismo era imbécil arrogante, y quizás el Sabaku le había dado que Sasuke había buscado desde el inicio; ser reconocido por sus actos, ganarse un lugar dentro del clan, Gaara había sido el único—junto con Sakura, siendo ella la primera—en darle un lugar; Sasuke era el Biju Makto, toda una autoridad ahora, pero Gaara era el Olo'eyktan, su autoridad y se lo demostró en ese momento, llevándose la mano libre a la frente y realizando el gesto de "te veo". Habiendo esperado una señal de arrogancia, algún gesto propio del Uchiha, Gaara no pudo evitar sorprenderse, abriendo ligeramente más los ojos, mas esbozando una sonrisa ladina de orgullo al ver al Uchiha a los ojos, no habiendo creído que obtendría un hermano.
Pero era así, ambos eran hermanos.
Hell's Gate/Asentamiento Extranjero
La repentina movilización por parte de los "nativos", que habían empezado a reunirse en un punto conocido como "Árbol de las Almas", no pasó desapercibido para las fuerzas de la RDA, lideradas por el coronel Danzo Shimura y que, tras unos primeros días de silencioso análisis, reunió a todos los efectivos militares en el comedor del edificio para informarlos de la situación, necesitando tenerlos a todos de su lado para poder mover una pieza en respuesta con lo que los "nativos" ya habían hecho. Danzo Shimura era un hombre acostumbrado a salirse con la suya, había aprendido desde el principio que la vida generalmente no perdonaba, y que no se obtenía nada con docilidad o pasividad, solo los fuertes sobrevivían en el mundo real, esa mentalidad siempre le había permitido ascender a lo largo de su vida, pero había tenido que intensificarla al llegar a ese lugar perdido para la mano humana; su primer día en ese rincón del mundo le había enseñado que todo se trataba de matar primero o ser asesinado, no había otra opción. Tan pronto como el proyecto comenzó a mostrar las imágenes orbitales tomadas por los helicópteros que sobrevolaban el área donde se estaban concentrando los "nativos", Danzo pasó su mirada por los efectivos militares presentes y que la observaron pensando lo mismo que él; matar no era un placer, era solo una necesidad de su trabajo, y ahora el dilema moral de las vidas en juego pasaban a un segundo plano mientras los "nativos" parecían reunirse para un ataque, no había otra explicación, y Danzo no tenía reparos en ser el primero en atacar o hacer lo que fuera necesario para proteger la base de cualquier amenaza, ese era su deber. En ocasiones era necesario matar, sacrificar a un perro rabioso.
—Todos en esta base, cada uno de ustedes luchará por sobrevivir, es la realidad; hay una horda de salvajes listos para atacar— advirtió Danzo, regresando su mirada a la pantalla del proyector. —Ahora, estas imágenes orbitales me dicen que el número de hostiles aumentó de varios cientos a más de dos mil en un día, y vienen más en camino— aseguró, viendo las expresiones de sorpresa en el rostro de los presentes. —En una semana podría haber veinte mil, en ese momento invadirán nuestro perímetro y no debo recordarles que eso no puede pasar— no era arrogancia, era un deber. —La única alternativa es un ataque preventivo; enfrentar el terror con terror— propuso, viendo asentir en el acto a varios.
En ocasiones era preciso matar primero y preguntar después, esa era la presente situación en ese momento, ¿Permitir en su lugar que se desarrollase u ocurriera un ataque por parte de los nativos? Eso era lo que Homura parecía proponer con su pasividad, el Mitokado simplemente parecía no poder ver los peligros que los amenazaban, para los burócratas lo único importante eran los márgenes de beneficio y su credibilidad, su transparencia para con sus socios comerciales o su fuente de beneficios, pero eso era intrascendente para Danzo. Lo único en que Danzo podía pensar era que, si esta aparente insurrección no era sofocada, ya no tendrían un lugar que llamar propio, una base, y tendrían mucho menos unobtanium para exportar, por no decir nada, todo se trataba de más que solo tener la razón, pero el Shimura se sintió complacido de ver a la mayoría asentir de forma inmediata, claramente la mayoría de los militares estaban de su lado, y aquellos que osaran estar en su contra o no compartir su opinión, eran demasiado insignificantes en rango o muy pocos como para significar una verdadera amenaza. El coronel Shimura oprimió un botón del control remoto del proyector, que comenzó a reproducir un video sobre el lugar en que se estaban reuniendo los "nativos", el Árbol de las Almas, un gran árbol asentado en una cuenca de aproximadamente 60 metros de diámetro, protegido por una inusual formación de arcos de roca que daban la impresión de protección, muchos habían oído del lugar, pero no lo habían visto, porque los instrumentos de los helicópteros comenzaban a fallar en el llamado "vórtice de energía", era un lugar de gran belleza, pero muchos solo lo veían como un árbol.
—Los hostiles creen que esta fortaleza en la montaña está protegida por su..."deidad"—n mencionó Danzo, escuchando varias risas de fondo ante esa ridícula creencia, —cuando la destruyamos haremos un cráter tan profundo en su memoria genética que no volverán a acercarse a esta base en toda la eternidad, y esa les juro que es la verdad— afirmó, viendo asentir a varios en respuesta a sus palabras.
Era una esperanza que Danzo tenía, hasta ahora y sin importar que hicieran, los Konoha se levantaban para continuar respondiendo a su agresión, no parecían entender el punto tras cada ataque, ¿Todo acabaría verdaderamente si atacaban el "Árbol de las Almas"? Solo había una forma de saberlo, y a Danzo en lo personal no le afectaba tener que dar una orden para que los "nativos" murieran, cuantos más de ellos mejor, ¿A cuántos afectaría? Danzo sonrió ladinamente, viendo a todos los militares—hombres y mujeres por igual—reunidos en el comedor estallar en vítores, claramente de acuerdo con el discurso del coronel y poniéndose bajo sus órdenes. No había mensaje más poderoso en una guerra que la creencia, errada o correcta no importaba, de que se estaba haciendo lo necesario por un bien mayor, eso era lo que verdaderamente motivaba a los soldados bajo las órdenes del coronel Shimura a obedecer sus órdenes, convencidos de que obtendrían un beneficio de ello, ¿Cuál exactamente? No importaba. Ninguno de los presentes se asustó esa tarde por comenzar a cargar explosivos en los helicópteros o aviones, por comenzar a preparar sus armas y las mismas naves, era una preparación para la guerra y todos lo sabían, pero nadie dijo nada al respecto, todos esperaban que la misión que tendría lugar fuera bastante fácil, tanto o más de lo que ya había sido la destrucción del árbol en el asentamiento original de los Konoha semanas atrás, al final los nativos eran únicamente una comunidad o conjunto de salvajes incultos, sin educación, armados enteramente con arcos y flechas, embelesados de la naturaleza y protectores de los árboles, ¿Qué tan difícil podía ser acabar con ellos? Eso pensaban…
Árbol de las Almas, Asentamiento del Clan Konoha
Sonriendo, Sakura se inclinó para besar la frente de Sasuke o de su Avatar más bien, sonriendo mientras jugaba con su rebelde y sedoso cabello azabache azulado, contemplando su sereno dormir; Sasuke había vuelto a su cuerpo real por un par de horas, no porque necesitara dormir en su verdadero cuerpo, sino porque aparentemente los científicos del Programa Avatar tenían información que darle de los movimientos de la RDA, y en cualquier caso el Uchiha le había prometido que estaría de regreso muy pronto. Asegurándose que la cabeza del Uchiha estuviera cómoda sobre la almohada que tenía debajo, Sakura se levantó de la improvisada cama en la tienda que ambos compartían y que ella abandonó cerrando la entrada tras de sí; había pasado un tiempo desde que ella había estado libre, capaz de hacer lo que quisiera mientras Sasuke estaba lejos, y sorprendió a Sakura no saber qué hacer ahora, apretándose nerviosamente las manos mientras daba un pequeño paseo, observando a los miembros de su clan y de otros clanes a su alrededor, inclinando la cabeza a su paso...convertirse en la pareja del Sexto Biju Makto había elevado su estatus a su propia manera, pese a que ambos no estuvieran casados. Deambulando en un quedo paseo por el asentamiento del clan, cerciorándose de que todo estuviera bien en lo concerniente a los preparativos para responder a cualquier ataque, con los cazadores y guerreros armados y preparados, Tsunade inclinó la cabeza al paso de los huéspedes que acogían, muchos de otros clanes, algunos de los que ella solo había oído en el pasado, mas sonriendo con ternura al ver a Sakura ligeramente incómoda por la atención recibida, le recordaba a ella misma en su juventud.
—Ven, hija, no hemos hablado en una semana— instó Tsunade, situándose junto a su hija y envolviendo su brazo alrededor del suyo. —Te ves muy bien, parece que la vida de pareja te sienta bien— admiró, ambas alejándose de la aglomeración de personas.
—Sí, madre—asintió Sakura, incapaz de negarlo. —La verdad, quería consultar algo contigo si tienes tiempo— admitió, no teniendo a quien más plantear sus inquietudes.
—Por supuesto, ¿Es algo relacionado con la intimidad?— supuso la Senju, intercambiando una mirada con su hija.
—Así es— confirmó la Haruno, con una ligera sonrisa nerviosa. —¿Es normal que un hombre...desee pasar tanto tiempo intimando y tan seguido?— inquirió, viendo sonreír a su madre. —No me molesta en absoluto, pero no me parece que otros miembros del clan hayan desaparecido para tener intimidad con sus parejas tantas veces como Sasuke y yo lo hacemos— había escuchado rumores, pero nada se comparaba con lo que Sasuke le hacía sentir y estaba convencida de que el Uchiha era un amante muy hábil.
—Lo imagino, tienes el aspecto de una mujer muy satisfecha consigo misma— comprendió la rubia, intentando no parecer muy divertida por ello. —Pero, ¿Con qué frecuencia es "tantas veces"? No te juzgo, pero algunos considerarían una vez al día algo excesivo— señaló, necesitando información más concreta.
—¿Una vez al día?— repitió la pelirosa con sorpresa. —En mi caso unas cuatro o cinco veces al día— fue el turno de su progenitora de parpadear sorprendida. —No es que me queje, madre, solo me pregunto si es normal— no tenía cómo quejarse.
—Cada pareja es diferente, depende tanto del hombre como de la mujer, por lo que no podría darte una respuesta concreta— consideró Tsunade únicamente. —Y Sasuke Uchiha es el más diferente de todos— le complacía que su hija estuviera satisfecha por ello.
—Sí, lo es— sonrió Sakura, mordiéndose distraídamente el labio inferior.
—Kami quiera que esto represente un futuro longevo, para ambos, quizás pueda vivir para ver crecer a mis nietos— anticipó la Senju, anhelando tiempos mejores como todos.
—Madre…— murmuró la Haruno, no deseando que su madre pensase en la muerte.
—Queramos aceptarlo o no, no estaré aquí para siempre, Sakura, y quiero disfrutar de mis nietos si Kami lo permite— insistió la rubia, dirigiendo una seria mirada a su hija. —Además, eres joven, tienes toda la vida por delante. Ni tu padre ni tu hermana vivieron para verte— recordó, no siendo algo menor. —Kami mediante yo podré hacerlo y prepararte en todo cuando debas ser la Tsahik en mi lugar— todo apuntaba a ello.
—Pero solo lo sería si fuera la esposa del Olo'eyktan, y amo a Sasuke— recordó la pelirosa, sin ver posibilidad de que tal cosa se concretara.
—Kami tiene formas misteriosas de guiarnos, hija, eres la mujer del Jinete de Sombra, el sexto en la historia de nuestra gente— sosegó Tsunade, sin dar una respuesta segura. —Nadie sabe qué puede pasar, solo te pido que lo tengas en cuenta— era todo cuanto podía decirle por ahora.
No es que Tsunade supiera de nada concreto, simplemente Kami le enviaba emociones que ella no era capaz de interpretar; perdida y dolor anticipado, preocupación, mas también júbilo y emoción, como si de alguna forma Sasuke fuera a ascender más de lo que ya había hecho y como si Sakura fuera a convertirse en Tsahik de cara al futuro sin importar lo que pasará, ¿Cómo se desarrollaría esto?, ¿Qué iba a ocurrir exactamente? Tsunade no tenía cómo saberlo, alargando una de sus manos y entrelazándola con la de su hija mientras caminaban, siempre instándola a mantener la calma y sabiendo que en muchos aspectos—pese a ser Tsakerem o futura Tsahik—, Sakura seguía sin estar preparada para el rol que un día tendría que asumir, porque era más una guerrera que la mujer reflexiva que debería ser un día. Observando a su progenitora únicamente, hasta ese momento Sakura había sido muy enfática en el hecho de que estaba aprendiendo a aceptar el nuevo papel que Kami tenía para ella, ya no era meramente la princesa del clan, ahora era eso y a la vez la pareja—no oficial, pues no estaban casados—del Sexto Biju Makto, mas, ¿Seguía siendo posible para ella convertirse en Tsahik? No era una obligación, muchas Tsahik del pasado del clan habían sido hermanas o sobrinas de los respectivos Olo'eyktan, en caso de que las parejas de estos hubieran muerto o de haber un familiar que heredará el cargo, pero Gaara y ella no eran parientes, habían crecido juntos únicamente, ¿No era erróneo suponer que Sakura asumiría el papel de Tsahik en el futuro? Implicaba una devoción y compromiso hacia la figura del Olo'eyktan, algo que Sakura no se sentía capaz de expresar, enamorada como estaba de Sasuke.
—Lo haré, madre, y te agradezco que compartas tu sabiduría conmigo— apreció Sakura sinceramente, sintiéndose más conectada a su progenitora.
—Siempre hay que compartir— sonrió Tsunade, haciendo lo posible para ayudar a su hija.
Ya que el peso de ser la futura Tsahik había recaído en el pasado en Izumi, esta había educado a Sakura bajo su sombra, dándole todas las libertades que cualquier otro miembro del clan habría tenido; le había enseñado a amar el bosque, a cazar, a disfrutar de las emociones, aventuras y demás—Dan y Tsunade jamás habían podido quitarle nada de eso, era su seña de identidad—, en nada extrañaba que a la muerte de Izumi, Sakura hubiera continuado formando parte de los cazadores y guerreros del clan, tanto como para convertirse en una jinete consumada al poco tiempo, siempre corriendo riesgos...entrelazando su mano contra la de su hija, Tsunade oró porque un día la maternidad suavizará a su hija temeraria, que la convirtiera en la Tsahik que debería ser, porque entonces protegería al clan como a sus propios hijos, pero ese día tendría lugar en el futuro, no antes. Aliviada, no era una mentira que Sakura se sentía más cercana o conectada a su madre en el último tiempo, era una pena que su padre Dan hubiera tenido que morir para que ambas se acercaran, para que comprendieran cuanto afectaba el deber y las responsabilidades a su relación, pero los "extranjeros" solían decir "mejor tarde que nunca", un refrán que se aplicaba perfectamente a su situación y por lo que Sakura aprovechó la ausencia de Sasuke para continuar hablando con su madre, queriendo tener claro que tan extraña era su relación con el Uchiha y queriendo estar mejor preparada para lo que sea que ocurriera en el futuro, mordiéndose distraídamente el labio inferior y ansiando que Sasuke regresara cuanto antes, a la par que sintiéndose preocupada por cualquier nueva información, no sabiendo cuándo tendría lugar el enfrentamiento que se llevaba presintiendo desde hace tiempo.
Lo único latente en el ambiente era una intensa inseguridad.
Aunque no lo pareciera, Sasuke estaba cansado en el fondo, tantos días viajando, teniendo conversaciones con los líderes de los clanes…no era una mentira decir que habían sido contadas las horas en que había podido cerrar los ojos y se refería a su cuerpo real, si de él dependiera se pasaría cada instante en su cuerpo Avatar, junto a Sakura, rememorando ahora la mirada en sus ojos esmeralda al momento de cerrar los suyos para reunirse con Suigetsu y Karin, ambos al interior del comedor del Enlace Móvil, alrededor de la computadora que tanto había usado Kakashi para registrar su investigación. Ahora la computadora era su único enlace o conexión con Hell's Gate, sin olvidar que Shisui había quedado atrás al momento de su huida y había hecho un magnífico trabajo en cooperación con los demás científicos del Programa Avatar, todos soterradamente leales a la memoria de Kakashi, y que se habían dedicado a parecer inofensivos, obteniendo cualquier vestigio de información y que ahora, en representación de todos, Shisui procedió a explicar tanto como lo entendía, observando el semblante serio en el rostro de Sasuke, así como en Suigetsu y Karin, quien mantenía cerca un rifle en todo momento, siendo alguien que disparaba primero y preguntaba después. Danzo había sido muy inteligente y en tiempo record había reunido a su gente, había dado un discurso que justificaba la violencia con seguridad y ahora no había militar en Hell's Gate que no estuviera dispuesto a ir a la guerra contra los "nativos", en palabras del doctor Katon—ahora jefe no oficial del Programa Avatar—, todos los aviones y helicóptero se estaban cargados con explosivos…¿Qué tan informado estaba Homura de lo que Danzo estaba haciendo? Eso ni siquiera había pasado por la mente de alguno.
—Sasuke, esto es una locura, aquí están movilizando las tropas, creo que harán un bombardeo. Tienen plataformas llenas de explosivos, es una especie de campaña para crear terror— informó Shisui con la voz claramente cargada de preocupación.
—Van a usar los devastadores...— murmuró Karin, cubriéndose distraídamente los labios.
—Danzo tomó el mando de todo, ya empezó y no hay nada que hacer para evitar este enfrentamiento— completó el Katon, no sabiendo bien qué hacer.
—¿Cuándo?— cuestionó Sasuke únicamente, necesitando alertar a los clanes.
—A las seis de la mañana— contestó Shisui, siendo todo cuanto sabía.
—¡Shisui!— alertó la voz de Rin, la asistente de Kakashi.
—Tengo que irme— se disculpó el Katon antes de terminar con la comunicación.
Shisui claramente no estaba solo en las dependencias del Programa Avatar, la voz de Rin y Konan de fondo lo confirmaron y apenas el Katon advirtió que había peligro, la comunicación llegó a su fin; debían de suponer que, ya que el Programa Avatar había dejado de funcionar, habiendo sido suspendido por Homura antes de la muerte de Kakashi, seguía vigente la amenaza u orden de trasladar a todos como presuntos prisioneros devuelta a la civilización en el siguiente transporte, ¿Cuándo sucedería? Ese tiempo muerto era lo único con que contaban y Sasuke mentalmente pensó en una estrategia que involucrara a los científicos, siendo los únicos aliados que los "nativos" tenían en territorio enemigo. Más que pensar en ello, Sasuke pensó en los clanes a su disposición, todos leales a Biju Makto, pensó en los números que tenía y mentalmente se preguntó si bastaría para enfrentar al enemigo en cuestión, recordando el número de efectivos de Hell's Gate al momento de su llegada meses atrás. Observando la pantalla de la computadora únicamente, no teniendo mucho sentido que la mantuvieran encendida en ese momento si no continuarían enterándose de nada, Shisui alargó una de sus manos y oprimió el botón para apagarla, suspirando para sí y revolviéndose el cabello, no teniendo ni la más remota idea de que hacer, deseando ayudar tanto como le fuera posible a Sasuke, quien ya parecía tener el plato colmado debido a todas las responsabilidades que se le habían adjudicado…en ese momento el Hozuki se sentía como una nulidad, aunque hubiera aprendido a montar a caballo y se hubiera unido a los cazadores, o eso pretendiera ante el inminente enfrentamiento que tendría lugar, ¡Era un científico! No debería estar peleando en primer lugar.
—¡Estamos fritos!— gruñó Suigetsu tras dejar pasar lo que sintió como un largo silencio.
—Y yo esperaba una especie de plan que no me convirtiera en una mártir— comentó Karin únicamente, acomodando el rifle sobre sus piernas. —Nos enfrentamos a naves caza con arcos, flechas y caballos— comparó en defensa de sus palabras, —¿En qué piensas, Sasuke?— inquirió ante el silencio por parte del Uchiha.
—Tengo quince clanes ya; más de dos mil guerreros— contestó Sasuke, observando a sus amigos. —Conocemos los valles, el bosque y sus terrenos, tú has volado sobre esas montañas, ellos no; sus instrumentos no funcionan aquí, sus misiles guiados no funcionan— nombró, teniendo la atención del Hozuki y la Kanako. —Lo que propongo es forzarlos a usar la vista, porque si vienen aquí a luchar, tendremos la ventaja del local— era lo único seguro con que contaban.
—Sabes que lanzara las bombas hacia el Árbol de las Almas— recordó la Kanako únicamente, pues el peligro era inmenso.
—Ya sé— asintió el Uchiha, sabiéndose el responsable si eso ocurría.
—Si llegan al árbol se acabó, es su línea directa con Kami, con sus ancestros...destruirán lo que puedan— suspiró el Hozuki igualmente preocupado.
—Tendremos que impedírselos, y más vale que nos demos prisa— decidió el pelinegro con una seca sonrisa ladina, negándose a darse por vencido.
Antes de que Karin o Suigetsu pensaran en aprobar la idea de Sasuke, o bien decirle que se estaba equivocando, el Uchiha movió su silla de ruedas para darles la espalda, dirigiéndose hacia las Cámaras de Enlace, sabiendo que sería muchísimo más útil de regreso en el clan para darles la bienvenida, y pronto Suigetsu lo siguió, levantándose de su asiento, no sin antes intercambiar una mirada con Karin, alargando una de sus manos al aire y entrelazándola distraídamente con una de las suyas. En la rutina de siempre, Suigetsu no se inmuto ni pretendió ayudar a Sasuke en nada, sabía que lo último que el Uchiha esperaba o quería recibir de otros era caridad, por lo que el Hozuki apenas y lo observó subir a la Cámara de Enlace por el rabillo del ojo, el científico encendiendo la Cámara de Enlace y programando su funcionamiento mientras el Uchiha se recostaba al interior y colocaba los sensores sobre su pecho, Suigetsu apenas le dirigió una mirada a su amigo al momento de volverse, viendo la tapa de la Cámara de Enlace cernirse sobre él. Observando la Cámara de Enlace que correspondía al Uchiha, volviendo la mirada hacia la pantalla y comprobando que todo era normal como siempre, Suigetsu dirigió finalmente sus pasos hacia el Cámara de Enlace contigua, encendiéndola en base al mismo procedimiento y, tan pronto como todo pareció perfectamente normal, el Hozuki se recostó en el interior, colocando los sensores sobre su pecho y viendo como la tapa se cernía sobre él. Observando todo desde el umbral que separaba el pasillo del área de enlaces, Karin esbozó una sonrisa para sí y se dio la vuelta para dirigirse hacia la puerta principal, tomando una de las exomáscaras de servició antes de proceder a abandonar el Enlace Móvil, hacía lo desconocido…
Árbol de las Almas, Asentamiento del Clan Konoha
Los nativos en general eran una sociedad muy reservada, su recelo para con los "extranjeros" estaba justificado, pero cuando Sasuke despertó en su Avatar, de inmediato buscó a Sakura y se reunió con los líderes de los respectivos clanes, alertándoles de la visita de Karin, de que no se alarmaran…fue una situación entre extraña y graciosa, no fueron pocos los guerreros que apuntaron al helicóptero de la Kanako mientras este se hallaba en el aire, viéndola como una amenaza, y quizás la única razón para no atacarla fue su interferencia, además de la de Suigetsu de pie a su lado en todo momento. El helicóptero de Karin aterrizó a unos metros del Árbol de las Almas, sobre uno de los imponentes riscos y cuando Karin bajo, esta lo hizo manteniéndose con la espalda básicamente pegada a su "bebé" como lo llamaba, sonriendo cuando Sakura fue la primera en acercarse y tocar el vehículo, como dando seguridad a los demás guerreros y que se acercaron para reconocer a la piloto. Fue un momento muy lindo aquel en que, los niños del clan, se presentaron con pintura y plumas, ofreciéndose decorar y pintar el Sansón con símbolos de sus respectivos clanes para identificarla como aliada, algo con lo que normalmente Karin sería muy recelosa, pero en este caso se encontró sonriendo y asintiendo, procediendo a explicar lo mejor posible el funcionamiento de su "bebé", con Sasuke como traductor; la única manera de defenderse de un ataque de un helicóptero era conociendo su estructura y funcionamiento, por tanto era primordial que los guerreros y cazadores del clan supieran exactamente donde disparar para causar el mayor daño posible o para inhabilitar uno de los helicópteros de la RDA si lo veían.
—El punto débil del helicóptero es el rotor, si anulan el mástil del rotor, el ascenso será asimétrico y girará sin control— explicó Karin, lo más simple que le era posible y escuchando a Sasuke repetir sus palabras en el dialecto nativo. —Exacto— asintió al ver la mirada en que todos señalaban la parte superior de su helicóptero.
Encantada por la comprensión de estas personas, porque ella las veía como lo que eran y no el enemigo, en comparación con cómo hacía la RDA, la ayuda más inesperada vino cuando los cazadores, mismos que habían escuchado su discurso, se acercaron al helicóptero; inicialmente Karin creyó que para tocarlo como había hecho Sakura y dejar de temerle…pero cuando se dio cuenta de que Sasuke les estaba dando indicaciones, ella contuvo un jadeo al comprender que estaban reparando el toldo que ella llevaba meses diciendo que estaba suelto, aquel del que se asían los lanzadores de misiles y las almas de fuego. Normalmente tosca, dura e inexpresiva—a menos que pretendiera molestar a otros, entonces podía considerarse una hija de perra—, Karin se sintió conmovida que Sasuke recordara ese problema de su "bebé", una situación que había escuchado al momento de conocerse hacía ya tantos meses, ¿Cómo no querer tenerlo como amigo? La Kanako subió a su helicóptero, a la parte de atrás y desde allí acomodó personalmente las armas, sabiendo cómo debía ir para que todo fuera correcto…Quizás era una tontería, ya habían logrado mucho, pero Karin se encontró teniendo miedo, Dios, Kami o lo que sea, ella sabía que no era una mala persona y siempre había intentado hacer lo correcto, pero temer a la muerte era parte natural de la vida, hasta una militante arrogante como ella podía verlo, preguntándose si todo aquel esfuerzo valdría realmente la pena, ¿No era un esfuerzo en vano?, ¿Todo tenía verdaderamente un propósito? Como si supiera los pensamientos que daban vuelta por la mente de Karin, Sasuke alzó la mirada para encontrarla con la suya, intentando leer cada una de sus expresiones:
—Listo— celebró Karin, agradeciendo con la mirada al grupo de cazadores. —Sabes que no tenemos posibilidades— confesó, viendo al Uchiha a los ojos.
—Es la segunda vez que lo dices— mencionó Sasuke, sin inmutarse en absoluto.
—Pelearemos con naves cazas empleando arcos, flechas y caballos— reafirmó la Kanako, repitiendo sus palabras de antes.
—¿Tú punto?, ¿Quieres renunciar?— consultó el Uchiha, siendo momento de decirlo.
—Eso ni soñarlo, solo no quiero ser una mártir— bufó la pelirroja como única respuesta.
—Que lastima— comentó el azabache, sosteniéndole la mirada únicamente.
Ni en sus sueños más locos, Sasuke jamás consideraría siquiera a Karin una cobarde o una desertora, y no iba a obligarla a participar en una batalla que ella no se sintiera capaz de librar, además todo sería inmensamente peligroso, más que cualquier cosa que hubieran enfrentado antes, ni siquiera pasó por su mente preguntarle qué tan comprometida estaba con la situación, preguntas como esa simplemente sobraban en ese momento. Si Karin pensó en decir algo más o no, no tuvo ocasión de hacerlo, alguien se situó de pie a su lado y envolvió su brazo derecho con algo, ese alguien era Sakura, Karin la reconoció de inmediato y se sorprendió al ver un brazalete de lo que parecía ser oro o algo así—el brillo era incomparable—, en forma de caracola, como si fuera un remolino y decorado por cuentas para ceñirse alrededor de su brazo, claramente estaba hecho a mano, y aunque la Kanako pensó en darle las gracias a la Haruno o bien decirle que no era necesario, pronto el mismo grupo de niños de antes rodeo del helicóptero y la observaron sonrientes mientras sostenían cuencos más pequeños de pintura y pinceles. Karin inicialmente no supo que querían hacer, observándola con aquellos ojos grandes y brillantes, volviendo la mirada hacia Sakura, quien le contestó que los niños querían pintarla también a ella, era una costumbre en tiempos de guerra, y la Kanako se mostró claramente sorprendida antes de asentir y sonreír, invitándolos a subir al helicóptero y acomodarse, conteniendo el aliento y quitándose la exomáscara, pudiendo aguantar así el tiempo suficiente para esos pequeños tuvieran su diversión, así como admitiendo que se sentía bienvenida entre ellos, como si fuera parte de su mundo.
Ahora entendía el amor de Sasuke por ese mundo.
Aunque todo pareciera perfecto, aunque Karin y Suigetsu hubieran regresado al Enlace Móvil para dormir y prepararse para el ataque que tendría lugar en un par de horas, todo lo que Sasuke sentía era inquietud, una como nunca había sentido antes…Sasuke se sintió básicamente obligado a visitar el Árbol de las Almas, teniendo el amplio espacio únicamente para sí en ese punto de la noche, no es que el Uchiha se considerase a sí mismo religioso, en absoluto, de hecho, era todo menos un hombre de fe desde que sus padres habían muerto, pero muchas experiencias vividas en el último tiempo le habían hecho creer en lo que lo rodeaba, respetando y aceptando todo cuanto Sakura le había enseñado. El Uchiha siempre recordaría lo traumático que había sido perder a sus padres siendo un niño, menor de edad, Itachi había hecho hasta lo imposible para demostrar que era un adulto responsable y tomarlo bajo su tutela, Itachi era el racional de los dos, pero Sasuke siempre se había cuestionado su fe, ello lo había llevado a la rebeldía, el sentirse constantemente solo e incomprendido por lo que lo rodeaba, ¿Cómo es que Sakura y los "nativos" podían creer en Kami sin cuestionarlo? Deteniéndose ante el imponente Árbol de las Almas, sintiendo que lo mínimo que podía hacer era demostrar respeto, Sasuke lentamente se arrodilló respetuosamente ante las raíces del árbol, no teniendo un discurso preparado ni nada, pero toda aquella interacción y cercanía se sintió poderosa como nada que hubiera sentido antes, poniéndolo nervioso mientras se apretaba las manos, habiendo pasado un largo tiempo y olvidado que implicaba rezar.
—Tal vez solo estoy hablando con un árbol, pero si estás ahí tengo que ponerte sobre aviso— inició Sasuke únicamente, cruzando las manos delante de él. —Si Kakashi está contigo, busca en sus memorias. Ve el lugar del que venimos; ve esa "civilización", ahí no hay verde, hemos matado lo que les diste a nuestros ancestros como si fuera nada, y se hará lo mismo aquí. Vendrán más "extranjeros", llegarán como una lluvia interminable...si no los detenemos — aseguró, con su voz temblorosa de preocupación. —Escucha, me elegiste por una razón y me quedaré a pelear, sabes que lo haré, pero necesito ayuda— pidió, temiendo no poder hacer lo que esperaban de él.
Se lo había dicho a Gaara anteriormente, que no hubiera demostrado o verbalizado su miedo no quería decir que no lo tuviera, sí que lo hacía, temía por la vida y seguridad de Sakura, temía por su propia vida, por la seguridad y las vidas de todos los clanes implicados en el enfrentamiento que tendría lugar dentro de las próximas horas, por lo que Sasuke bajó pesadamente la cabeza para recargarla contra sus manos, al borde del llanto tanto por preocupación como por su propia frustración. Sin embargo, Sasuke no estaba solo en su dolor, Sakura había llegado al amplio foso siguiendo los pasos del Uchiha y no había podido evitar quedarse al margen para observar y escuchar la conversación que tenía lugar, mordiéndose el labio inferior, apretándose las manos, deseando acercarse a Sasuke, mas no deseando interrumpirlo en un momento que se sentía privado, pero la Haruno no pudo permanecer más al margen, acercando sus pasos hacía el Uchiha, situándose de pie a su lado y envolviendo sus brazos alrededor de su cuello y espalda, haciéndole saber sin necesidad de palabras que estaba ahí para él. Era natural que Sasuke creyera no ser el líder que todos esperaban que fuera y, de hecho, su nerviosismo estaba justificado, porque solo un buen líder se plantearía siquiera si es que lo que estaba haciendo era verdaderamente correcto o no, ¿Qué mejor señal había de que Sasuke era tan maravilloso como ella pensaba? Sintiendo el inconfundible tacto de Sakura, Sasuke alzó la cabeza y volvió la mirada por sobre su hombro, hacia ella, alargando una de sus manos para estrecharla contra la suya, deseando decirle mil y un cosas, pero no teniendo idea de que decir con seguridad y temiendo que su hablar fuese incorrecto.
—Nuestro Gran Padre no toma partido, Sasuke— habló Sakura finalmente, mientras el Uchiha se levantaba del suelo para estar a su misma altura. —Sería injusto de nuestra parte pedirle que peleé por nosotros si desea que vivamos en paz— obvió, acunando el rostro del Biju Makto. —No puede ayudarnos a librar una guerra, él solo protege el equilibrio en la vida— reafirmó, viendo a los ojos al Uchiha.
—Lo sé, pero había que intentarlo— asintió Sasuke, encogiéndose de hombros.
Esbozando una sonrisa, Sakura acercó su rostro al de Sasuke, acercando su rostro de tal modo que sus frentes se pegaran, ambos cerrando los ojos y respirando al mismo ritmo, junto en ese momento en que sentían que lo único que primaba era la impotencia, solo separándose al confirmarlo y procediendo a retirarse del lugar al sentir que había llegado la hora de irse a la cama y dormir, teniendo aún varias horas hasta el amanecer, cuando estaba planeado el ataque por parte de los extranjeros. Al llegar a la tienda que compartían, su propio pequeño espacio en el campamento alrededor del Árbol de las Almas, Sakura no pudo evitar observar atentamente a Sasuke, sintiendo que no importaba que ocurriera al día siguiente, Kami había decretado que ambos se conocieran por una razón y ello reafirmó toda la fe que la Haruno hubiera albergado hasta ese momento, volviendo a encontrar su mirada con la de Sasuke al ingresar en la tienda, besándolos apasionadamente, sintiendo los labios del Uchiha moverse en respuesta a los suyos de forma inmediata. Presionando con insistencia los labios de la Haruno, Sasuke reclamó el interior de su boca, envolviendo su lengua contra la suya, envolviendo sus brazos alrededor de su estrecha cintura, sintiendo que cualquier pensamiento lógico abandonaba su mente al sentir sus gemidos siendo amortiguados contra sus labios y lengua, sintiendo la forma en que sus caderas se mecían al encuentro de las suyas…Sakura amaba sus manos mientras la tocaban, así como su boca y sus labios mientras la besaban, él era el consuelo para todos sus miedos, y la respuesta a todas las inquietudes que no podía quitarse de la cabeza, y ella lo amaba con todo su corazón por eso.
—Sakura, es posible que no salgamos con vida mañana, y de ser así...— inició el Uchiha, rompiendo el beso para recuperar el aliento, —solo quiero pasar esta noche contigo— confesó, descendiendo sus labios para besar la curvatura de su cuello.
—Yo también, Sasuke— asintió la Haruno, temblando mientras sentía a Sasuke desabrocharle la camiseta, desnudándola. —Si vamos a morir, creo que al menos nos merecemos esto— admitió sin un ápice de vergüenza.
Mientras Sakura decía esas palabras, sentía el tacto de Sasuke desnudándola, bajando el cierre de su camiseta que pronto cayó al suelo, exponiendo a la fría brisa nocturna sus pequeños pechos y pronto la Haruno se encontró gimiendo por lo bajo cuando el Uchiha bajo sus mallas y falta, desnudándola completamente bajo su mirada...Sakura se sentía capaz de correrse en ese mismo instante, encontrando su mirada esmeralda con los orbes ónix del Uchiha y dijo que si a todo, arqueando el cuello y ofreciéndole sus labios. No creyendo poder contemplar imagen más erótica que esa en sus vida, fascinado por la forma en que Sakura era la encarnación de la seducción misma—rozando inocente sus pechos contra su torso—, Sasuke guio a la Haruno hacia la cama, reclamando sus labios con hambre, desnudándose en el camino al futon que compartían, deslizando sus manos por la anatomía de Sakura, amansando sus perfectos pechos, guiando sus caderas hacia las suya, sintiendo la forma en que la Haruno temblaba en sus brazos y abría sus piernas para él, recostándose sobre el futon y arrastrándolo consigo, envolviendo sus brazos alrededor de su cuello. En ese momento y terminando de quitarse la ropa, Sasuke se enterró profundamente en el interior de Sakura, hasta la empuñadura, retirándose y volviendo a embestir una y otra vez, sintiendo sus pechos chocar contra su torso y su cuerpo arqueándose contra el suyo, recibiéndolo como solo ella podía hacerlo, tan suya...Los jadeos y gemidos entrecortados de Sakura se filtraron a los oídos de Sasuke como música mientras él se esforzaba por brindarle el mayor placer posible, retirándose y volviendo a embestir una y otra vez, llenando profundamente su interior.
Las voces de ambos se mezclaron en gemidos apasionados mientras sus labios y lenguas se encontraban, sintiendo que un hormigueo recorría sus columnas ante la profunda intimidad que compartían, sintiendo cada parte del otro a través de su íntimo abrazo, Sakura meciendo sus caderas de adelante hacía atrás mientras Sasuke la hacía suya, arañándolo en los hombros y espalda mientras el Uchiha la hacía suya a un ritmo brutal, sumergiéndose rápida y profundamente en su interior, más profundamente a cada momento, sin disminuir la velocidad. Recargando su peso en sus brazos para no aplastar a la hermosa mujer debajo suyo, Sasuke no pudo evitar descender su mirada hacía el punto de unión entre sus cuerpos, observando la forma en que su miembro entraba y salía de su interior, mientras él la follaba, y aunque fuera una obscenidad pronto Sakura se encontró siguió con la mirada del Uchiha para observar lo mismo, ambos gimiendo ante la vista erótica y escandalosa que se producía a causa de su unión. Sakura se encontró abriendo más las piernas y meciendo sus caderas hacía las de Sasuke, permitiéndole llegar más profundo, entregándose dócilmente a él, dejando que el Uchiha tomara lo que quisiera de ella, gimiendo al escuchar su voz ronca gruñendo y gimiendo su nombre, resonando en sus oídos y haciendo que ella gimiera aún más fuerte, aumentando su placer; Sasuke gruñó por lo bajo y embistió profundamente en el interior de Sakura, golpeando la parte más profunda de ella cada vez, abrumado al ver a Sakura recostada dócilmente debajo suyo, permitiéndole hacer lo que él quisiera, gimiendo ante cada una de sus embestidas, respirando con dificultad y meciendo sus caderas contra las suyas.
Envolviendo sus brazos alrededor de Sakura, Sasuke cambió la posición para sentar a la hermosa Haruno en su regazo, reteniendo sus caderas contra las suyas y llegando más profundamente en su interior, recibiendo un gemido entrelazado con su nombre proveniente de los labios de Sakura, amasando sus exquisitos pechos, inclinándose para succionar uno de sus pezones entre sus labios, escuchándola sisear de placer. Con torpeza, Sakura acunó el rostro de Sasuke entre sus manos y lo haló hacía sí en un beso desesperado, envolviendo su lengua contra la suya, gimiendo profundamente contra sus labios, deslizando su tacto por los hombros y espalda del Uchiha, reteniendo sus caderas hacía las suyas, sintiendo cada choque, embestida, penetración o vaivén, echando la cabeza hacía atrás y gimiendo mientras él la hacía suya, sintiendo el clímax a punto de llegar y aferrándose a la espalda del Uchiha, arañando sus hombros y espalda cuando lo sintió derramarse en su interior. Ser testigo de toda aquella lujuria fue demasiado para Sasuke, quien gruñó roncamente y se derramó en el interior de la Haruno, besando el costado del cuello de Sakura y su hombro, ambos recostándose sobre el futon mientras él abandonaba su interior, y ambos permanecieron inmóviles en brazos del otro por que pareció una eternidad, jadeando pesadamente, rompiendo con el silencio que se percibía en el ambiente…Aunque no existiera mayor placer que el que solo Sasuke podía darle, aunque ese placer hubiera pasado, Sakura suspiró de felicidad mientras sentía a Sasuke rodearla con uno de sus brazos, atrayéndola hacia su pecho sin que ninguno buscará acercarse al otro, permaneciendo así por lo que pareció una eternidad.
—Deberíamos dormir, nos espera un día impredecible mañana— suspiró Sasuke con la voz ronca, siendo el primero en recobrar el habla. —¿Qué pasa?— inquirió, sintiendo la preocupación de su hermosa acompañante.
—Nuestras probabilidades de ganar son pocas, lo sabes al igual que yo— reflexionó Sakura, siendo objetiva. —Si perdemos...— se le quebró la voz, no pudiendo pensar en ello siquiera por muy necesario que fuera.
—Lo sé, pero incluso si esos bastardos ganan, no puedes quitarnos esta noche y nunca lo harán— sosegó el Uchiha lo mejor posible, encontrando su mirada con la de la Haruno.
Una parte de Sakura le dijo que debería corregir a Sasuke, al menos su vocabulario tan soez y maleducado en comparación con otros miembros del clan, pero en ese momento escuchar las palabras del Uchiha únicamente la hizo reír, sonriendo para sí misma mientras recostaba su cabeza sobre el pecho de Sasuke, asiéndose a sus músculos e inhalando profundamente su aroma, diciéndose que muy pronto—apenas el Uchiha cerrase los ojos—el hombre que amaba volvería a estar lejos de ella, y que debía aprender a disfrutar de su escasa compañía, y sí que trato de hacerlo. Sasuke fue el primero en moverse, acercando su rostro al de Sakura y besando sus labios, pero ya no con el hambre y lujuria de antes, aunque esto no había desaparecido, simplemente ahora podía contentarse con abrazarla hacia él…su temor no había desaparecido, seguía temiendo por todos los que le importaban o significaban algo y por Sakura en especial, por tan hermosa y sublime mujer entre sus brazos, pero en ese momento se sintió pleno por poder respirar junto a ella, por la inmensa satisfacción de tenerla en sus brazos. Diciéndose mentalmente que Sakura era una mujer fuerte—la más valiente y decidida que había conocido—, diciéndose que todo estaría bien, Sasuke suspiró y finalmente se permitió cerrar los ojos, como también hizo la Haruno recostando su cabeza contra su torso y hombros, ambos cayendo en las profundidades del sueño, porque en momentos como aquel, ambos solo podían orar que el destino les deparará ventura, Kami mediante todo sería para mejor y ambos podrían permanecer juntos, disfrutando de una vida muy larga juntos, eso era todo lo que podían desear, un futuro en que pudieran permanecer juntos…
¿Cuánto tiempo pasó? Sasuke no lo sabía, solo reaccionó al interior de la Cámara de Enlace que se había apagado automáticamente cuando había vuelto a abrir los ojos en su verdadero cuerpo, pero el Uchiha estaba tan cansado que se había dormido al interior de la Cámara de Enlace, cuya tapa se encontraba hacía arriba y sin funcionar…no era una mentira decir que estaba cansado, eso era quedarse corto, pero observando el exterior a través de uno de los ventanales del enlace móvil, comprobando que faltaba muy poco para el amanecer, Sasuke se sentó al interior Cámara y operó personalmente la maquinaria, encendiéndola y reanudando el enlace, queriendo regresar junto antes junto a Sakura. Tan pronto como Sasuke oprimió el botón de fase, acomodándose los sensores sobre el pecho y volviendo a recostarse y apenas un instante después la tapa de la Cámara de Enlace se cernió sobre él, regresándolo a esa otra vida que tanto deseaba tener, cerrando los ojos y relajándose para que el enlace se llevará a cabo; el Uchiha volvió a abrir los ojos en su cuerpo Avatar, y de inmediato bajó la mirada hacía su pecho, esperando encontrar a Sakura, mas sorprendiéndose al descubrir que estaba solo al interior de la tienda, levantándose del futon y recuperando su ropa para volver a vestirse. La entrada de la tienda se abrió por Sakura, que ingresó cargando una serie de pequeños cuencos de pintura—cuatro, dos en cada mano—, observando a Sasuke quien terminó de ceñirse el cinturón de cuerda sobre el lienzo que cubrí a medias sus pantalones, terminando de ceñirse las botas, pero aún sin colocarse la camisa, deteniéndose en su labor tan pronto como advirtió el ingreso de la Haruno.
—¿Te asustaste?— inquirió Sakura, acercándose al futon para sentarse y dejando los cuencos de pintura en el suelo.
—No acostumbro a despertar sin ti— aclaró Sasuke, sentándose frente a ella.
—¿No tuviste una pesadilla o sí?— se preocupó la pelirosa, alargando una de sus manos para acariciar el rostro del Uchiha.
—Solo sueños muy locos, algunos realizables, otros no— sosegó el azabache, entrelazando sus manos con las suyas para tranquilizarla.
—Tampoco quería estar lejos, pero fui a confirmar que todo esté listo— se justificó la Haruno, sintiendo la del azabache sobre sí. —Lo está— añadió con una sonrisa.
—Bien, porque partimos en una hora— asintió el Uchiha, aliviado de poder contar con ella. —¿Y esto?— inquirió, señalando los cuencos de pintura.
—Bueno, ya que otros han comenzado a prepararse, creí apropiado que nosotros también lo hiciéramos— contestó ella, señalando también los cuencos de pintura. —No me tienes miedo ahora, ¿o sí?— inquirió, divertida por ello.
—Nunca— tranquilizó él, sin apartar su mirada de la suya, —pero no olvides que la confianza debe ser bilateral— puntualizó, queriendo retribuirle su gesto.
—Bien— asintió Sakura, mordiéndose el labio inferior para no sonreír.
A imagen de cómo había sido el momento en que Sakura había usado pintura negra para cubrir parte del contorno de sus músculos al momento de su ceremonia de iniciación como parte del clan, Sasuke se dejó hacer dócilmente, tratando de quedarse tan quieto como le era posible y esbozando una sonrisa ladina cuando Sakura encontró su mirada con la suya y finalmente hundió una de sus manos en el cuenco de pintura negra y la otra en el cuenco de pintura morada, procediendo a intercalar un patrón de dos colores a lo largo del rostro y cuello del azabache. Sasuke sintió las manos de Sakura trazar una serie de minuciosas líneas sobre su rostro, la última vez que habían hecho algo así había sido durante su ceremonia de iniciación al clan, y cerró los ojos para disfrutar plenamente del tacto de tan hermosa mujer, sintiendo sus suaves manos descender hacia los hombros del Uchiha, dibujando círculos a lo largo de los músculos, sobre sus brazos, en los lados de su cuello y descendiendo hacia su pecho y abdomen; dándose cuenta del placer que Sasuke sentía bajo su tacto, Sakura no pudo evitar sonreír mientras sus dedos dejaban un fino camino de líneas purpura y negro a ambos lados de la frente del Uchiha, detallando y enmarcando en negro su ojos y volviendo a repetir el patrón de purpura y negro para trazar el contorno de sus mejillas. El tacto de la Haruno se detuvo tras cubrir el rostro y torso del Uchiha con pintura, deslizando sus manos para trazar las últimas líneas en sus muñecas hasta cubrir el dorso de sus manos, jugando con su tacto, rozando sus dedos contra los suyos y alejándolas en el último momento, viendo al azabache abrir los ojos y ambos encontrando sus miradas, sintiendo la perfección del momento.
—¿Quieres un espejo?— consultó Sakura, rompiendo con el silencio.
—No, confió en que hagas que me vea bien— sosegó Sasuke sin apartar su mirada de la suya. —Mi turno— advirtió, sumergiendo sus manos en los otros dos cuencos de pintura.
Los dos cuencos de pintura en que Sasuke sumergió sus manos eran color verde y amarillo, y el Uchiha usó la pintura para trazar cuidadosamente un serie de líneas jade y limón sobre la frente de la Haruno, los lados de su rostro, sus mejillas finas, su nariz y mentón, detallando con especial atención el contorno de sus ojos, totalmente imposibilitado de apartar sus ojos de ella, yendo más allá de lo que él creía posible, hasta que toda su existencia no era más que un destello de luz en su mirada esmeralda, no conocía escapatoria de ella; estaba atrapado en la promesa de esos ojos de brillo inocente, la promesa de que solo él era testigo de la pasión y voluntad de esa alma tan honesta y pura. El Uchiha trazó líneas gemelas en jade y limón sobre los hombros, brazos y cintura de la pelirosa, Sakura se había cambiado de ropa para el enfrentamiento que tendría lugar, algo más ligero y práctico sobre el lomo de Pepper; se trataba de un top amarillo pálido de una sola manga—u hombro, pues no tenía una manga exactamente—, de escote inclinado y que envolvía sus pequeños pechos, decorado por un collar de ligeras plumas entre rosa y violeta, a juego con la falda de plumas sobre las mallas amarillo opaco que envolvían sus piernas, cortos botines negros y su largo cabello rosado estaba recogido en una sola trenza que caía tras su espalda, y tenía trenzas entretejidas para resaltar su belleza. Habiendo terminado con su labor, Sasuke observó atentamente a la Haruno, que abrió los ojos y sonrió al encontrar su mirada con la suya; ella estaba perfecta a sus ojos, los colores combinaban a la par con sus ojos y el tono de su piel, pero pese a todo eso, sentía que aún había algo por hacer y que él estaba pasando por alto.
—¿Qué pasa?— inquirió la pelirosa, dándose cuenta de la intensidad de la mirada.
—Nada, solo me pierdo en tu belleza, incomparable con ninguna otra— elogió el azabache, viendo una deslumbrante sonrisa adueñarse de los labios de ella. —Falta algo— comentó al observarla, mas no sabiendo bien que era.
—¿Qué?, ¿Quieres dejar tu firma?— rio Sakura confundida y sin sentir que algo faltara.
—No es mala idea— reflexionó Sasuke en voz alta, no habiendo pensando en ello.
—Era broma...— la Haruno no pudo decir más ya que Sasuke hundió su mano en la pintura negra, inclinándose y presionando su palma contra el centro del pecho de Sakura, un par de centímetros por sobre su corazón y a la altura de su escote. —Sasuke…— suspiró bajando la mirada y observando la huella de su mano por sobre su pecho.
—Así, pase lo que pase, tendrás una parte de mí contigo— esclareció el azabache contemplando su huella en el centro del pecho de ella. —Y quiero que tengas esto, así sabré de ti— descendió su mano hacia el bolsillo de su pantalón, alzando un casi diminuto transmisor-receptor
Tenía esos transmisores o comunicadores consigo desde esa tarde, Karin se los había entregado y Suigetsu ya tenía uno al igual que ella, Sasuke ya tenía otro extra para entregárselo a Gaara—sentía que le debía su lealtad, pues el Sabaku era su Olo'eyktan—, pero en ese momento se lo tendió a Sakura, prendiendo el comunicador del collar alrededor del cuello de Sakura, asegurándose que este no fuera a caer por un descuido, necesitando tener contacto con ella si sucedía lo peor. Profundamente conmovida por las palabras de Sasuke, Sakura sonrió cargada de emoción y acercó su rostro al del Uchiha para pegar sus frentes entre sí, disfrutando de ese último instante juntos, inspirando aire profundamente y tratando de disfrutar el momento lo más posible, diciendo que nadie les quitaba ni quitaría ese momento; la Haruno apartó la mirada y tomó la camisa del Uchiha, que reposaba sobre el futon, colocándosela por encima de la cabeza al azabache, que abrió los ojos y se dejó hacer mientras ella lo ayudaba a terminar de vestirse, estando ya seca la pintura como para manchar la tema, alisando la misma mientras lo observaba con gran admiración. Sonriendo ladinamente, Sasuke se dejó hacer dócilmente, admirando la belleza de Sakura, a la par que preguntándose de qué forma estaba representado en su mirada esmeralda, ¿Cómo un héroe defectuoso que creía ser o como un mero "extranjero" que erraba? Sus errores dejaron de parecerle importante y todo cuanto el Uchiha pudo hacer fue creer en quien era, el Sexto Biju Makto y todo era gracias a Sakura, no habría logrado nada de no haberla tenido a su lado a cada momento, ¿Qué tan lejos podrían llegar juntos? Quiso pensar en eso ante la incertidumbre del futuro.
—¿Cómo me veo?— consultó Sasuke, sintiéndose como el guerrero que ella creía que era.
—Como un líder, fuerte, valiente, poderoso...y muy guapo— elogió Sakura, observándolo detenidamente.
—Ojalá que los demás no piensen eso último— bromeó el azabache con una inevitable sonrisa ladina.
—Lo digo por mí, pero quizás muchas lo piensen— corrigió la pelirosa, arqueando una ceja pícaramente.
—¿Se puede?— consultó una conocida voz masculina desde el exterior, interrumpiendo la conversación.
—Adelante— consintió el Uchiha, permitiendo el ingreso de Sai, uno de los cazadores más talentosos del clan.
—Sasuke, estamos listos— informó el pelinegro con respeto, muy serio en todo momento.
—Gracias, Sai— asintió el azabache, recibiendo un asentimiento mientras Sai se retiraba.
Pragmático como era, Sasuke de inmediato endureció su semblante y pensó en el enfrentamiento en ciernes, queriendo venganza de Danzo, mas también quería defender todo lo que aquel clan significaba, el bosque, todo lo que Kami había puesto a su disposición y más que a nada a Sakura, en quien no pudo evitar concentrarse en ese momento, sabiendo que el tiempo de que disponían era escaso y se tornaría aún más escaso ante la batalla en ciernes ahora, Sasuke se inclinó y besó a la Haruno en la frente, acunando su rostro entre sus manos, viéndola a los ojos, contemplando el brillo en sus intensos ojos esmeralda y que lo hicieron tener fe en sí mismo, descendiendo una de sus manos para entrelazarla brevemente con la suya, ambos procediendo a abandonar la tienda. Fuera de la tienda se hallaba Sai—habiendo dado el mensaje del Olo'eyktan Gaara, máxime autoridad del clan—, que inclinó ligeramente la cabeza a modo de saludo al Uchiha, y quien siguió al Sexto Biju Makto, como también procedió a hacer Sakura tan pronto como la pareja cruzó el umbral de la tienda, apretándose nerviosamente las manos en el proceso. Siguiendo a Sasuke y a Sai, Sakura sintió un repentino mareo tan pronto como abandonó la tienda, sintiendo el fresco aire de la mañana rozar su rostro y nariz, tuvo el impulso de tambalear, pero pronto se recordó la seriedad del momento en que estaba, luchando por mantenerse perfectamente tranquila y siguiendo los pasos del Uchiha como si no hubiera pasado nada, impidiendo que Sasuke notara su traspié, conduciéndose como el Biju Makto que era, y Sakura se mantuvo un paso tras él en todo momento, teniendo fe en que todo saldría bien.
Ojalá pronto tuvieran tiempo para ellos mismos.
Hell's Gate/Asentamiento Extranjero
Inicialmente, Homura estaba demasiado afectado por el cambio en los acontecimientos para comprender lo que pasaba bajo sus narices, se suponía que él era quien estaba a cargo de Hell's Gate, se suponía que Danzo solo era el jefe de seguridad, no tomaba decisiones para las operaciones de toda la base…pero, Homura se sorprendió esa mañana, al despertar y darse cuenta de que el Shimura había usurpado casi todas sus funciones, excepto las burocráticas. La mayoría de las personas de Hell's Gate corrían de un lado a otro, llenando los pasillos más que de costumbre y nadie parecía observar al Mitokado en absoluto, como si no existiera, esa mañana ni siquiera los mineros estaban trabajando extrayendo el valioso unobtanium del suelo, Danzo simplemente les había dado nuevas obligaciones militares; Homura llegó a la armería de la base tras preguntar a cada persona en su camino por Danzo, ralentizando sus pasos mientras observaba el caos con los ojos muy abiertos, observando cómo los militares repartían uniformes, armas y municiones a los mismos mineros y a los trabajadores de refinería, aunque muchos apenas y supieran usar un arma. Danzo había parloteado sobre algunas imágenes orbitales de "un número creciente de nativos", pero ¿Cómo sabía Danzo que se trataba de un ataque? Por lo que sabían, podría ser una demostración de culto por los árboles o algo parecido, todo lo que importaba a Homura era la productividad, los números que verían sus superiores, ellos solo juzgarían el resultado final. Peor aún, la RDA podría enfrentarse a un litigio si uno de esos trabajadores resultara herido o muerto fuera de sus funciones contratadas, y eso dejaría una marca en el historial de Homura que no se desvanecería.
—Esto está completamente fuera de control, nunca te permití movilizar a todos y volverlos una maldita milicia— acusó el Mitokado, deteniéndose frente a Danzo.
—Declare alerta roja, ahora yo tengo el control sobre toda la base, Homura— informó el Shimura sencillamente, supervisando como se terminaban de preparar las naves.
—¿En serio crees que puedes sacarme del camino tan fácil?— cuestionó el director de la RDA, negándose a hacerse a un lado. —Soy yo quien puede sacar tu maldito trasero de este lugar con una sola llamada telefónica— recordó, pues era su superior.
—Es una lástima que no tengas tiempo de hacer esa llamada— amenazó Danzo, volteando a verlo únicamente.
En contraste con Homura, Danzo no tuvo necesidad de gritar ni alzar la voz innecesariamente, ¿Para qué? El Shimura únicamente observó al Mitokado en silencio y desvió la mirada hacía dos soldados de confianza que se acercaron o flanquearon al director de la RDA, sujetándolo de los brazos e impidiéndole moverse bajo su mirada, reteniéndolo, y Danzo solo intensificó esa emoción al acercar sus pasos hacía el Mitokado para que sus rostros estuvieran muy cerca, sosteniéndole la mirada y transmitiéndole toda la sed de sangre que tenía a través de esa mirada, ¿Homura creía que era invencible? Si, era difícil de derribar, hasta Danzo lo reconocía, pero no imposible y más tratándose de él. Danzo se veía a sí mismo como alguien capaz de hacer lo que fuera necesario por sus intereses, por lo que él veía como un bien mayor, y veía a Homura como un despreciable fracaso, como un gusano débil, ¿Por qué retractarse si nada había ocurrido aún? Viendo a Danzo a los ojos, sintiendo su mirada asesinada como un golpe que lo abrumó de pies a cabeza, Homura sintió que ese era verdaderamente un punto de ruptura en su asociación política y burocrática con Danzo, y el Shimura finalmente apartó su mirada de la suya, dándole la espalda y volviendo a concentrarse en la preparación de los aviones y helicópteros, como si ello ocupará toda su atención; Danzo no lo había estrangulado ni golpeado, pero por su satisfacción, parecía como si realmente pudiera hacerlo si hubiera querido…No, Homura nunca podría olvidar la sensación que le había transmitido la mirada de Danzo, fría pero tranquila, desquiciada pero contenida, goteando amenaza en cada sílaba no pronunciada, ¿Qué clase de monstruo era?
—Sáquenlo de mi vista y terminen de preparar el cargamento— ordenó Danzo tras un prolongado estado de silencio.
—¡No me toques!— discutió Homura, tan pronto como sintió que ambos militares lo guiaban a abandonar la armería.
Los gritos y protestas de Homura cayeron en oídos sordos, los dos soldados que lo escoltaron de regreso al área burocrática de la RDA—con nadie oponiéndose, o nadie lo intentó más bien—, para satisfacción de Danzo, que sonrió ladinamente para sí únicamente, cruzando ambos brazos sobre su pecho y esperando hasta que escuchó la voz del piloto del "Dragón", su avión y nave predilecta, la más grande, anunciándole que todo estaba listo y el Shimura ni lento ni perezoso procedió a abandonar la armería y acercarse hacía la nave, cuya rampa estaba bajada para permitir su abordaje. De regresó en su oficina, Homura no se molestó en recordar los nombres de los dos insignificantes soldados que lo habían llevado contra su voluntad de regreso a las dependencias de la RDA, pero tuvo un pensamiento intrusivo que solo empeoró su temperamento; Danzo finalmente lo había perdido, se había vuelto completamente loco, algo que solo una persona en todo Hell's Gate a lo largo de los años le había advertido que ocurriría, ese alguien había sido Kakashi y Homura no lo había escuchado o no había querido hacerlo. Tampoco había querido escuchar a Sasuke, su rollo ecologista le había parecido demasiado inverosímil, utópico e irreal, y en el fondo seguía pensando así—nadie cambiaba de golpe por meras palabras—, pero quizás de haberlo escuchado y a Kakashi, a los científicos, se podría haber evitado el conflicto que ahora estaba ante ellos, y Homura tuvo la molesta idea de que tal vez debería haber escuchado mejor a Kakashi todos esos años, no, definitivamente debería haber escuchado más a Kakashi, todos deberían de haber hecho, quizás así habrían impedido esta guerra en ciernes...
PD: Saludos queridos y queridas, prometí que actualizaría esta semana y lo cumplo, agradeciendo su apoyo y deseando siempre que mi trabajo sea de su agrado :3 Las siguientes actualizaciones serán "Kóraka: El Desafío de Eros", luego "El Rey de Konoha" y por último "Cenicienta de Tordesillas", asegurandoles que hago lo posible por actualizar a la menor brevedad posible :3 Esta historia esta dedicada a mi queridísima amiga Ali-chan 1966 (por apoyarme y ser mi editora personal, no sé que seria de mi sin ella y por lo que le dedico esta historia como todas aquellas desde que somos amigas),a ZoyeZest (agradeciendo sus hermosas palabras y dedicandole esta historia por lo mismo, esperando honrar su predilección), a Guest (agradeciendo su apoyo y dedicándole esta historia por lo mismo), a Jeyli05, La Esposa de Castiel, Raven Nevra, Vquesada0906, jorgejonathanrs, Yara Barrios, A.L.R5, gabi2801, Isabel Vazquez y yhevelbonilla (por seguir esta historia y lo que aprecio infinitamente dedicándoles este fic como agradecimiento), y a todos quienes siguen, leen o comentan todas mis historias :3 Como siempre, besos, abrazos, bendiciones y hasta la próxima.
Personajes:
-Sasuke Uchiha como Jake Sully -Sakura Haruno como Neytiri
-Tsunade Senju como Mo'at -Dan "Katou" Haruno como Eytukan
-Kakashi Hatake como Grace Augustine -Suigetsu Hozuki como Norm Spellman
-Gaara Sabaku como Tsu'tey -Karin Kanako como Trudy Chacon
-Shisui Katon como Max Patell -Itachi Uchiha como Tom Sully
-Danzo Shimura como Miles Quarich -Homura Mitokado como Parker Selfridge
Trama, Cambios & Continuación: La trama del capitulo continua desarrollando los eventos de la película Avatar hasta antes de la batalla entre la RDA y los "nativos"; en esta versión, el capitulo inicia con una escena entre Gaara y Sasuke, permitiéndonos profundizar en como se perciben el uno al otro, cuanto se admiran y cuan cercanos e ven entre si, de ahí que usen la palabra "hermano" para referirse el uno al otro, recordando el peso que tiene esta palabra en el mundo o sociedad nativa. También, toco el tema de la maternidad dentro de la cultura nativa, la sexualidad de Sasuke y Sakura, algo muy importante para los próximos capítulos y desarrollo de la historia, pero la importancia quizás no se distingue de buenas a primeras. También conocemos la visión o perspectiva que tienen los "extranjeros" o humanos normales respecto de la vida y cultura de los nativos, así como las mentiras que estos de una u otra forma buscan creerse para justificar la guerra que tiene o tendrá lugar, de ahí la discusión entre Danzo y Homura, así como el discurso que el Shimura da respecto de la guerra. El capitulo cierra con Sasuke orando a Kami o Dios, pidiéndole que vea en las memorias que quizás Kakashi le legó al morir, pidiéndole que entienda los peligros que hay alrededor y como todo empeorara si lo permiten; Sasuke y Sakura pasan una romántica velada juntos, quizás su última noche, anhelando proteger a quien tanto aman y despertando por la madrugada para prepararse para el inminente enfrentamiento, prometiendo dar todo de si mismos por sobrevivir.
También les recuerdo que además de los fics ya iniciados tengo otros más en mente para iniciar más adelante en el futuro: un fic inspirado en un What If de la Dinastía Romanov, que aún no tiene título, "La Bella & La Bestia: Indra & Sanavber" (precuela de "La Bella & La Bestia"), "Sasuke: El Indomable" (una adaptación de la película "Spirit" como había prometido hacer) :3 Para los fans del universo de "El Conjuro" ya tengo el reparto de personajes para iniciar la historia "Sasori: La Marioneta", por lo que solo es cuestión de tiempo antes de que publique el prologo de esta historia :3 cariños, besos, abrazos y hasta la próxima :3
