Capítulo 35: el milagro de Itsuko
Natsuki:- se despertó por los rayos del sol, que le daban de lleno en la cara- mmmm ¿qué hora será?
Zen:- estaba encima de la cabeza de Natsuki- son exactamente las siete en punto.
Natsuki: ¡¡¡¡AAAHHHH!!!! ¡¡Zen!! ¡¡no me des esos sustos de buena mañana!! ¿eh?- se notaba más pesada, y observó que, encima de su cuerpo, Shinji reposaba tranquilamente- ¡¡Shi-Shinji!!
Shinji: ¿mm? ¿qué pasa, Natsuki?
Natsuki:- se tranquilizó- "es verdad... ayer nos quedemos dormidos, mientras estábamos abrazados... ¡no pasó nada más!" nada, Shinji, nada...- se fijó en Zen, que revoloteaba cerca- oye Zen, ¿y tú que haces aquí?
Zen: misión especial encomendada por tu mismísimo padre y Dios... ¡debo vigilarte! Ahora que el alma de Maron y la tuya se han fusionado, debemos estar atentos a cualquier cambio...
Natsuki: en pocas palabras, te has convertido en mi guardaespaldas...
Zen: ¡¡exacto!! ¡¡y venga a levantarse, o llegaréis tarde!!
Shinji: vale, vale...- Shinji se fue a su casa (¿cuál sería la cara de Miyako al ver que su hijo se había escapado en plena noche?O) y Natsuki, después de arreglarse, salió a desayunar. Se encontró a su padre en la cocina, preparando el desayuno...
Natsuki: papá ¿cómo es que hoy estás preparando tú el desayuno?- Chiaki nunca preparaba el desayuno, por eso estaba extrañada.
Chiaki: pues porque tenía ganas de distraerme... no quiero pensar en lo de ayer- Natsuki miró al sofá. El cuerpo de su madre no estaba. Al verla, Chiaki dijo- no la podía dejar ahí como si nada... la he llevado a nuestra habitación. Aún sigue viva ¿sabes? Noin fue muy bueno salvándola... – Natsuki puso las manos sobre la mesa, bruscamente.
Natsuki: ¡¡lo siento, de veras!! Si hubiera sabido que esto iba a ocurrir, yo... yo...
Chiaki: no te pongas así, Natsuki. Todo esto no ha sido culpa tuya. Tu madre sabía lo que le iba a pasar... y prefirió tu felicidad- acarició el rostro de Natsuki- así que no la defraudes. Tú vive feliz, y no te preocupes por nada. Yo... yo debo salvarla, así que te aseguro que pronto volveremos a tener a Maron jugueteando por aquí...- la voz se iba apagando, como si todas las esperanzas que pretendía infundir con sus palabras no fueran más que ilusiones estúpidas, incapaces de hacer nada.
Natsuki: sí... ¡yo también ayudaré!- cogió la cartera y se fue hacia la puerta- ¡cuando sepas como ayudar a mamá dímelo, ¿eh?!- seguidamente, se fue por la puerta.
Chiaki: si es que hay alguna manera...
Natsuki:- acababa de llegar a la clase- ¡¡Momo...!!- Momoko no había llegado- jo... necesitaba hablar con ella...
Swichi: ¡¡Natsuki!!- se le acercó como quien no quiere la cosa, pero a cabo de oreja le susurró- ¿hay noticias nuevas?- Natsuki negó con la cabeza- me lo imaginaba... en fin, necesito que esta tarde vuelvas pronto a casa, tenemos que hablar con...
Zen:- salió de la cartera de Natsuki- ¿¿¿TENEMOS??? ¿¿quién narices te ha invitado??
Swichi:- pilló por el cuello al pequeño ángel- me he auto invitado yo, ¿te parece bien?- le estrujaba el cuello.
Natsuki: ¡¡ya vale, le harás daño!!
Itsuko: ¿¿a quién le hará daño??- salió por detrás de Swichi, cosa que los asustó a los tres, pero dejando libre a Zen- ¿de quién hablabais?
Natsuki: ostras, hola Itsuko... de nada...- sonó la campana, lo que los salvó. Momoko no apareció en toda la mañana, y Toshiki tampoco.
Swichi: ¡¡pues hasta ahora, Natsuki!!
Natsuki: no sé porque no se espera un poco, habría ido con él... al fin y al cabo, hoy Shinji tiene entreno...- salió de la clase con la cabeza gacha, cuando una voz conocida se le dirigió.
Itsuko: ¿vamos? Tengo que hablar contigo...- echaron a andar.
Natsuki: ¿y bien?
Itsuko: bueno, esto... me preguntaba si... ¿te ha pasado algo? es que estás muy rara, como tristona...
Natsuki:- intentó aparentar calma- nada... un par de problemillas, solo eso...- Itsuko se paró- ¿Itsuko?
Itsuko: no me lo quieres decir ¿verdad? Es eso ¿no?
Natsuki: no, no es eso... es que es muy difícil de explicar y...
Itsuko: ¡¡mentira!! ¡¡esta mañana buscabas a Momoko y Toshiki para contárselo, y a Swichi también se lo has dicho!! ¿es que no confías en mi, tan mala te parezco? Yo me pensaba que éramos buenas amigas, que por fin me había adentrado en un grupo...
Natsuki: Itsuko...- abrazó a Itsuko, que se puso colorada- lo siento... de veras que lo siento, Itsuko... no era mi intención... lo que pasa es que, como los demás ya conocen a mi familia, pues me ha parecido más fácil comentarlo con ellos... pero te lo contaré.
Itsuko: ¿y pues?- Natsuki, que había dicho esas palabras sin pensar, no sabía qué decirle ahora, y tan solo tuvo una opción: decirle la verdad
Natsuki: Itsuko, mi madre... se está muriendo- Itsuko se quedó de piedra- es muy difícil de entender, pero la causante soy yo... por eso me siento mal, porque necesito que la gente me apoye...
Itsuko:- chilló de repente- ¿¿¿en qué hospital está??? ¿¿¿planta, piso??? ¿¿teléfono de contacto??
Natsuki: cálmate, Itsuko, no está en ningún hospital. Está en casa, pero...- agachó la cabeza- ahora es como un vegetal, sin poder hacer nada, como si...
Itsuko: como si...?
Natsuki: como si estuviera muerta...-una pequeña lágrima bajó por su mejilla. En ese momento, Itsuko la abrazó.
Itsuko: no llores, Natsuki... todo tiene solución...
Natsuki: ¡¡no, esta no la tiene!! ¡¡estoy segura!!
Itsuko:- sacudió a Natsuki e hizo que la mirara a los ojos- escucha, Natsuki. ¿crees que estos son los ojos que te mentirían? Hay solución para todo, aunque se necesite un milagro... ¡quien sabe si se pudiera cumplir! ¿no? Además, debes tener más fe en tu madre!- Natsuki se quedó pasmada, y Itsuko se sonrojó- yo... sé lo que te digo- volvió a mirar a los ojos de Natsuki- a mi se me concedió un milagro, y seguro que a ti también.
Natsuki: ¿un... milagro? ¿a ti te pasó un milagro?
Itsuko:- aún se ruborizó más- sí... ya hace tiempo, no lo recuerdo muy bien... solo recuerdo que estaba sola, y que lo que más deseaba, en el fondo, era tener a alguien a mi lado... y el milagro se me cumplió. Encontré una persona para no estar sola...-lo decía con un tono melancólico, como si al recordarlo le vinieran a la mente muchas otras cosas.
Natsuki: ¿es esa persona?- Itsuko se quedó de piedra, y Natsuki prosiguió- me acuerdo que una vez me dijiste que tu perdiste a un ser muy preciado para ti... es esa persona la que te sacó de la soledad?
Itsuko: se puede decir... que sí... ¡pero ahora la cuestión no es esa! ¡lo que quiero que entiendas es que llorando no conseguirás nada de nada! Patalea si quieres, incluso reza, pero no te compadezcas!
Natsuki:- Itsuko había conseguido subirle el ánimo- ¡tienes razón! No conseguiré nada llorando todo el día... gracias, de veras.
Itsuko: je, para eso están las amigas, ¿no? Pero para la próxima que no tenga que ir a buscarte eh? Me lo cuentas y ya está- empezó a andar.
Natsuki: Itsuko...- la alcanzó- ¿sabes? Me acabo de dar cuenta de una cosa... has cambiado mucho desde que viniste.
Itsuko:- se asombró- ¿eso crees?
Natsuki: sip. Ahora eres... no sé, como más liberal, y cuentas muchas más cosas de ti que antes. ¡gracias también por confiar en mi!- Itsuko hizo una pequeña mueca en señal de agradecimiento, y ambas siguieron andando.
Zen: bien, ya estamos todos ¿no?- estaba en la sala de estar de casa de los Nagoya, y a su alrededor estaban Miyako (se había enterado por Chiaki), Chiaki, Maron (estaba tumbada en una parte del sofá), Shinji, Natsuki, Celcia, Toki y...
Noin: sí, estamos todos(- Zen lo miró descaradamente.
Zen: ¡¡¡YA TE HE DICHO ESTA MAÑANA QUE TÚ NO PUEDES ESTAR EN ESTA REUNIÓN!!!
Dios: sí que puede, Zen, le he hecho venir yo- una luz sagrada bajó de los cielos.
Zen: ¡¡Dios!! Perdone mi indiscreción...
Noin: anda ya, tampoco es para tanto... solo has querido cumplir con tu misión- Zen se cabreaba cada vez más, porque Noin se estaba burlando irónicamente de él.
Dios: bueno, el asunto que nos ha traído a todos aquí es...
Noin: como narices salvar a Maron.
Zen: ¡no seas indiscreto frente a Dios, cabeza hueca!- se le lanzó hacia la cara, pero un solo dedo bastó para frenarlo.
Noin:- lo aguantaba con un dedo, mientras este pataleaba para pegarle- uahhhhh... me ha parecido escuchar un mosquito muuuuuy molesto por aquí...
Zen: ¡¡pelea como un hombre, si tienes narices!!
Noin:- con un rápido movimiento, lo agarró por el cuello- ¿cómo un hombre? Tú no estás en condiciones, chavalín... ¿de veras quieres enfrentarte a mi, aún siendo tan pequeño de estatura?
Dios: ya vale los dos... tenemos cosas más importantes que hacer...
Natsuki: es cierto, no podemos perder el tiempo de esta manera- lanzó una mirada penetrante a Noin y Zen- mientras vosotros dos peleáis, a mi madre le queda cada vez menos tiempo- los dos pararon de golpe- dime, Dios... ¿hay algo que podamos hacer para salvarla?
Dios:... aún no estoy del todo seguro, Natsuki. Veréis... sinceramente, jamás pensé que algo así pudiera ocurrir... por el momento, en el cielo estamos buscando alguna solución, pero no hemos encontrado ninguna...
Noin: en el infierno también he estado merodeando yo, pero no conozco nada que nos pueda ayudar...
Zen:- miró de reojo a Noin- ni la necesitamos...- Noin estaba a punto de arrearle cuando Chiaki habló.
Chiaki: ¿y nosotros que podemos hacer? ¿no hay nada en lo que podamos ayudar? Me siento tan mal al no poder hacer nada...
Maron: sí que se puede hacer algo- Maron se había apoderado del cuerpo de Natsuki.
Chiaki: ¡Maron!
Maron:- cayó sobre el sofá- no voy a poder aguantar mucho...- Chiaki corrió a socorrerla.
Dios: ¿cual es tu idea?
Maron:- le costaba trabajo hablar- si no me equivoco... Eva y todas las anteriores a mi tuvieron hijos... parte de su poder tuvo que quedarse en ellos... agh...- cayó de nuevo sobre el sofá, y su hija le tomó el relevo.
Chiaki: ¡Maron!
Natsuki: ¿qué?
Chiaki: ah, Natsuki... ¿te encuentras bien?- Natsuki afirmó con la cabeza, y Chiaki miró a Dios- eso que ha dicho Maron...
Dios: puede funcionar. Si sus antecesoras le hubieran pasado una parte de poder a sus hijos... con ese poder en nuestras manos... tal vez podríamos hacer algo.
Noin: ¿pues a qué esperamos? ¡a por los descendientes de Eva! ¿por donde empezamos?
Zen: estás majara...
Fin capítulo 35
Natsuki:- se despertó por los rayos del sol, que le daban de lleno en la cara- mmmm ¿qué hora será?
Zen:- estaba encima de la cabeza de Natsuki- son exactamente las siete en punto.
Natsuki: ¡¡¡¡AAAHHHH!!!! ¡¡Zen!! ¡¡no me des esos sustos de buena mañana!! ¿eh?- se notaba más pesada, y observó que, encima de su cuerpo, Shinji reposaba tranquilamente- ¡¡Shi-Shinji!!
Shinji: ¿mm? ¿qué pasa, Natsuki?
Natsuki:- se tranquilizó- "es verdad... ayer nos quedemos dormidos, mientras estábamos abrazados... ¡no pasó nada más!" nada, Shinji, nada...- se fijó en Zen, que revoloteaba cerca- oye Zen, ¿y tú que haces aquí?
Zen: misión especial encomendada por tu mismísimo padre y Dios... ¡debo vigilarte! Ahora que el alma de Maron y la tuya se han fusionado, debemos estar atentos a cualquier cambio...
Natsuki: en pocas palabras, te has convertido en mi guardaespaldas...
Zen: ¡¡exacto!! ¡¡y venga a levantarse, o llegaréis tarde!!
Shinji: vale, vale...- Shinji se fue a su casa (¿cuál sería la cara de Miyako al ver que su hijo se había escapado en plena noche?O) y Natsuki, después de arreglarse, salió a desayunar. Se encontró a su padre en la cocina, preparando el desayuno...
Natsuki: papá ¿cómo es que hoy estás preparando tú el desayuno?- Chiaki nunca preparaba el desayuno, por eso estaba extrañada.
Chiaki: pues porque tenía ganas de distraerme... no quiero pensar en lo de ayer- Natsuki miró al sofá. El cuerpo de su madre no estaba. Al verla, Chiaki dijo- no la podía dejar ahí como si nada... la he llevado a nuestra habitación. Aún sigue viva ¿sabes? Noin fue muy bueno salvándola... – Natsuki puso las manos sobre la mesa, bruscamente.
Natsuki: ¡¡lo siento, de veras!! Si hubiera sabido que esto iba a ocurrir, yo... yo...
Chiaki: no te pongas así, Natsuki. Todo esto no ha sido culpa tuya. Tu madre sabía lo que le iba a pasar... y prefirió tu felicidad- acarició el rostro de Natsuki- así que no la defraudes. Tú vive feliz, y no te preocupes por nada. Yo... yo debo salvarla, así que te aseguro que pronto volveremos a tener a Maron jugueteando por aquí...- la voz se iba apagando, como si todas las esperanzas que pretendía infundir con sus palabras no fueran más que ilusiones estúpidas, incapaces de hacer nada.
Natsuki: sí... ¡yo también ayudaré!- cogió la cartera y se fue hacia la puerta- ¡cuando sepas como ayudar a mamá dímelo, ¿eh?!- seguidamente, se fue por la puerta.
Chiaki: si es que hay alguna manera...
Natsuki:- acababa de llegar a la clase- ¡¡Momo...!!- Momoko no había llegado- jo... necesitaba hablar con ella...
Swichi: ¡¡Natsuki!!- se le acercó como quien no quiere la cosa, pero a cabo de oreja le susurró- ¿hay noticias nuevas?- Natsuki negó con la cabeza- me lo imaginaba... en fin, necesito que esta tarde vuelvas pronto a casa, tenemos que hablar con...
Zen:- salió de la cartera de Natsuki- ¿¿¿TENEMOS??? ¿¿quién narices te ha invitado??
Swichi:- pilló por el cuello al pequeño ángel- me he auto invitado yo, ¿te parece bien?- le estrujaba el cuello.
Natsuki: ¡¡ya vale, le harás daño!!
Itsuko: ¿¿a quién le hará daño??- salió por detrás de Swichi, cosa que los asustó a los tres, pero dejando libre a Zen- ¿de quién hablabais?
Natsuki: ostras, hola Itsuko... de nada...- sonó la campana, lo que los salvó. Momoko no apareció en toda la mañana, y Toshiki tampoco.
Swichi: ¡¡pues hasta ahora, Natsuki!!
Natsuki: no sé porque no se espera un poco, habría ido con él... al fin y al cabo, hoy Shinji tiene entreno...- salió de la clase con la cabeza gacha, cuando una voz conocida se le dirigió.
Itsuko: ¿vamos? Tengo que hablar contigo...- echaron a andar.
Natsuki: ¿y bien?
Itsuko: bueno, esto... me preguntaba si... ¿te ha pasado algo? es que estás muy rara, como tristona...
Natsuki:- intentó aparentar calma- nada... un par de problemillas, solo eso...- Itsuko se paró- ¿Itsuko?
Itsuko: no me lo quieres decir ¿verdad? Es eso ¿no?
Natsuki: no, no es eso... es que es muy difícil de explicar y...
Itsuko: ¡¡mentira!! ¡¡esta mañana buscabas a Momoko y Toshiki para contárselo, y a Swichi también se lo has dicho!! ¿es que no confías en mi, tan mala te parezco? Yo me pensaba que éramos buenas amigas, que por fin me había adentrado en un grupo...
Natsuki: Itsuko...- abrazó a Itsuko, que se puso colorada- lo siento... de veras que lo siento, Itsuko... no era mi intención... lo que pasa es que, como los demás ya conocen a mi familia, pues me ha parecido más fácil comentarlo con ellos... pero te lo contaré.
Itsuko: ¿y pues?- Natsuki, que había dicho esas palabras sin pensar, no sabía qué decirle ahora, y tan solo tuvo una opción: decirle la verdad
Natsuki: Itsuko, mi madre... se está muriendo- Itsuko se quedó de piedra- es muy difícil de entender, pero la causante soy yo... por eso me siento mal, porque necesito que la gente me apoye...
Itsuko:- chilló de repente- ¿¿¿en qué hospital está??? ¿¿¿planta, piso??? ¿¿teléfono de contacto??
Natsuki: cálmate, Itsuko, no está en ningún hospital. Está en casa, pero...- agachó la cabeza- ahora es como un vegetal, sin poder hacer nada, como si...
Itsuko: como si...?
Natsuki: como si estuviera muerta...-una pequeña lágrima bajó por su mejilla. En ese momento, Itsuko la abrazó.
Itsuko: no llores, Natsuki... todo tiene solución...
Natsuki: ¡¡no, esta no la tiene!! ¡¡estoy segura!!
Itsuko:- sacudió a Natsuki e hizo que la mirara a los ojos- escucha, Natsuki. ¿crees que estos son los ojos que te mentirían? Hay solución para todo, aunque se necesite un milagro... ¡quien sabe si se pudiera cumplir! ¿no? Además, debes tener más fe en tu madre!- Natsuki se quedó pasmada, y Itsuko se sonrojó- yo... sé lo que te digo- volvió a mirar a los ojos de Natsuki- a mi se me concedió un milagro, y seguro que a ti también.
Natsuki: ¿un... milagro? ¿a ti te pasó un milagro?
Itsuko:- aún se ruborizó más- sí... ya hace tiempo, no lo recuerdo muy bien... solo recuerdo que estaba sola, y que lo que más deseaba, en el fondo, era tener a alguien a mi lado... y el milagro se me cumplió. Encontré una persona para no estar sola...-lo decía con un tono melancólico, como si al recordarlo le vinieran a la mente muchas otras cosas.
Natsuki: ¿es esa persona?- Itsuko se quedó de piedra, y Natsuki prosiguió- me acuerdo que una vez me dijiste que tu perdiste a un ser muy preciado para ti... es esa persona la que te sacó de la soledad?
Itsuko: se puede decir... que sí... ¡pero ahora la cuestión no es esa! ¡lo que quiero que entiendas es que llorando no conseguirás nada de nada! Patalea si quieres, incluso reza, pero no te compadezcas!
Natsuki:- Itsuko había conseguido subirle el ánimo- ¡tienes razón! No conseguiré nada llorando todo el día... gracias, de veras.
Itsuko: je, para eso están las amigas, ¿no? Pero para la próxima que no tenga que ir a buscarte eh? Me lo cuentas y ya está- empezó a andar.
Natsuki: Itsuko...- la alcanzó- ¿sabes? Me acabo de dar cuenta de una cosa... has cambiado mucho desde que viniste.
Itsuko:- se asombró- ¿eso crees?
Natsuki: sip. Ahora eres... no sé, como más liberal, y cuentas muchas más cosas de ti que antes. ¡gracias también por confiar en mi!- Itsuko hizo una pequeña mueca en señal de agradecimiento, y ambas siguieron andando.
Zen: bien, ya estamos todos ¿no?- estaba en la sala de estar de casa de los Nagoya, y a su alrededor estaban Miyako (se había enterado por Chiaki), Chiaki, Maron (estaba tumbada en una parte del sofá), Shinji, Natsuki, Celcia, Toki y...
Noin: sí, estamos todos(- Zen lo miró descaradamente.
Zen: ¡¡¡YA TE HE DICHO ESTA MAÑANA QUE TÚ NO PUEDES ESTAR EN ESTA REUNIÓN!!!
Dios: sí que puede, Zen, le he hecho venir yo- una luz sagrada bajó de los cielos.
Zen: ¡¡Dios!! Perdone mi indiscreción...
Noin: anda ya, tampoco es para tanto... solo has querido cumplir con tu misión- Zen se cabreaba cada vez más, porque Noin se estaba burlando irónicamente de él.
Dios: bueno, el asunto que nos ha traído a todos aquí es...
Noin: como narices salvar a Maron.
Zen: ¡no seas indiscreto frente a Dios, cabeza hueca!- se le lanzó hacia la cara, pero un solo dedo bastó para frenarlo.
Noin:- lo aguantaba con un dedo, mientras este pataleaba para pegarle- uahhhhh... me ha parecido escuchar un mosquito muuuuuy molesto por aquí...
Zen: ¡¡pelea como un hombre, si tienes narices!!
Noin:- con un rápido movimiento, lo agarró por el cuello- ¿cómo un hombre? Tú no estás en condiciones, chavalín... ¿de veras quieres enfrentarte a mi, aún siendo tan pequeño de estatura?
Dios: ya vale los dos... tenemos cosas más importantes que hacer...
Natsuki: es cierto, no podemos perder el tiempo de esta manera- lanzó una mirada penetrante a Noin y Zen- mientras vosotros dos peleáis, a mi madre le queda cada vez menos tiempo- los dos pararon de golpe- dime, Dios... ¿hay algo que podamos hacer para salvarla?
Dios:... aún no estoy del todo seguro, Natsuki. Veréis... sinceramente, jamás pensé que algo así pudiera ocurrir... por el momento, en el cielo estamos buscando alguna solución, pero no hemos encontrado ninguna...
Noin: en el infierno también he estado merodeando yo, pero no conozco nada que nos pueda ayudar...
Zen:- miró de reojo a Noin- ni la necesitamos...- Noin estaba a punto de arrearle cuando Chiaki habló.
Chiaki: ¿y nosotros que podemos hacer? ¿no hay nada en lo que podamos ayudar? Me siento tan mal al no poder hacer nada...
Maron: sí que se puede hacer algo- Maron se había apoderado del cuerpo de Natsuki.
Chiaki: ¡Maron!
Maron:- cayó sobre el sofá- no voy a poder aguantar mucho...- Chiaki corrió a socorrerla.
Dios: ¿cual es tu idea?
Maron:- le costaba trabajo hablar- si no me equivoco... Eva y todas las anteriores a mi tuvieron hijos... parte de su poder tuvo que quedarse en ellos... agh...- cayó de nuevo sobre el sofá, y su hija le tomó el relevo.
Chiaki: ¡Maron!
Natsuki: ¿qué?
Chiaki: ah, Natsuki... ¿te encuentras bien?- Natsuki afirmó con la cabeza, y Chiaki miró a Dios- eso que ha dicho Maron...
Dios: puede funcionar. Si sus antecesoras le hubieran pasado una parte de poder a sus hijos... con ese poder en nuestras manos... tal vez podríamos hacer algo.
Noin: ¿pues a qué esperamos? ¡a por los descendientes de Eva! ¿por donde empezamos?
Zen: estás majara...
Fin capítulo 35
