Capítulo 49: Nuevas fuerzas

Maron:- gritó a Natsuki desde el comedor- ¡¡Natsuki! ¡¡la cena está lista! ¡¡como no salgas ya nos lo zampamos todo nosotros!

Natsuki: ah, ¡¡ya voy! "por el momento será mejor no pensar en eso... ¡¡he de disfrutar que mamá ha vuelto!"- salió al comedor y se encontró con toda la mesa llena de exquisitos manjares- ¡¡uo! ¿pero qué es todo esto?

Maron: bueno, es que como hacía tanto que no cocinaba... me he animado y... jajajaj ¡¡ya os lo podéis estar comiendo todo!

Chiaki:- se sentó- como para no comérselo, tiene una pinta...- probó un poco- ¡¡¡¡uah, está delicioso! Como añoraba tu comida, Maron...

Maron: ¡¡me vas a poner colorada!

Natsuki: pero si es la verdad, está muy bueno...- lanzó una mirada asesina a su padre- al menos está más buenos que las bazofias de papá...

Chiaki: ¿¿pero como te atreves? ¡¡al lado de tus platos, los míos eran manjares!

Natsuki: ¡¡pero qué dices! ¡¡los míos, como mínimo, eran comestibles!

Chiaki:- puso cara de enfermo, mientras se sujetaba la barriga- claro que eran comestibles, si después te tomabas sal de frutas para que no te doliera el estómago...

Natsuki: ¡¡papá!- mientras ellos discutían, Maron se los miraba sonriente, alegre de volver a estar a su lado...

Maron:- mientras Chiaki recogía la mesa, se acercó a Natsuki- Natsuki, ¿podemos hablar un momento?

Natsuki: ah, claro...- ambas salieron al balcón- ¿de qué querías hablarme?- Maron la abrazó con fuerza- ¿mamá?

Maron: ¿por qué lo hiciste?

Natsuki: ¿el que?

Maron: ¿por qué llegaste hasta el extremo de pactar con el demonio? ¿¿por qué?

Natsuki:- se entristeció. Aquello que había estado evitando durante todo el día salió a relucir. Lentamente se separó de su madre, y sin mirarla, dijo- así que... no fue mi poder quien te hizo volver, ¿verdad? Lo que le has contado a Miyako era mentira, en verdad... ha sido él...

Maron: no te sabría decir cómo ha pasado, pero él ha tenido que ver. ¿por qué lo has hecho, Natsuki? ¡¡te dije que debías luchar por tu felicidad! ¡¡no deberías haberlo hecho! ¡¡si yo me resigné a desaparecer dentro de ti fue precisamente para que tú fueras feliz! ¿entonces por qué lo has tirado todo por la borda?- Natsuki la miró con una pequeña sonrisa en la boca, mientras los ojos se le llenaban lentamente de lágrimas.

Natsuki: ¿como pretendías que fuera feliz de esa manera, sin tenerte a mi lado? sé que tú lo hiciste por mí, mamá, pero... ¡¡yo no podía dejarte morir si estaba en mis manos salvarte! Aunque me costase la vida, ¡¡no importa! No importa si así podía salvarte... ¡¡porque tú eres muy importante para mí, mamá!- Maron se quedó perpleja, alargó una mano al rostro de Natsuki y le secó los ojos, mientras la volvía a abrazar.

Maron: lo siento, Natsuki... siento haberte dicho todo eso, perdóname, por favor...

Natsuki: no te preocupes, mamá... lo importante es que ya estás aquí...

Maron: pero... ¿a qué precio?

Natsuki:- volvió a mirar a su madre- ... no lo sé.

Maron: ¿qué?

Natsuki: no lo sé... me dijo que me lo diría después de que volvieras...- sonrió- ¡¡pero no te preocupes! Seguro que no es un precio tan elevado... al fin y al cabo, él me protegió cuando sus subordinados me quisieron matar... ¡¡no pasará nada!

Maron:- sonrió- Natsuki, no has cambiado nada, sigues siendo muy confiada...

Natsuki: ¡¡sigo siendo tu pequeña Natsuki, mamá!

Maron: sí...- ambas se quedaron mirando el cielo- ah, Natsuki... no sé como lo haré, pero... no pienso dejar que ese demonio consiga su propósito. Pienso luchar con uñas y dientes para que no te haga nada. ¿me dejarás?

Natsuki: claro que sí, mamá... ya verás como no me pasa nada.

Maron: ¡¡buenas noches!- cerró la puerta del cuarto de Natsuki tras ella, y se dirigió hacia su dormitorio. Sentado en la cama esperándola, estaba Chiaki. Ésta se tiró en plancha sobre él- ¡¡como te he echado de menos!- lo abrazó con fuerza- ah... hacía tanto tiempo que no sentía esta calidez tuya, Chiaki... me hace sentir tan bien que me pasaría la vida entera así...

Chiaki:- estaba todo rojo- no digas estupideces...- sonrió mientras miraba a Maron- yo también te he echado mucho de menos, Maron... por un momento llegué a pensar que este día jamás llegaría, que desaparecerías dentro de Natsuki...- Maron le puso un dedo en los labios.

Maron: si llegaste a pensar eso, es que no me conoces. ¿acaso no sabes que no hay nada que pueda conmigo? Ya te lo dije, Chiaki, te dije que volvería, y como ves, he cumplido mi palabra...- los ojos se le oscurecieron al decir esas palabras.

Chiaki:- la miró, extrañado- ¿qué pasa, Maron?

Maron: Chiaki... ¿tú quieres a Natsuki?

Chiaki: ¿a qué viene esa pregunta? Claro que la quiero, es mi hija...

Maron:- abrazó a Chiaki- no pienso permitir que me la quiten, Chiaki... voy a hacer lo imposible para que se quede a mi lado... ella lo dio todo para que yo volviera... y yo voy a hacer lo mismo...- Chiaki le acariciaba el pelo, sin decir nada- ... ¿no vas a preguntarme nada? ¿no te suena raro todo lo que estoy diciendo?

Chiaki: hombre, claro que me suena un poco raro, quiero decir que sé más o menos a que te refieres, pero... en fin, si no quieres contármelo, no te voy a obligar a hacerlo. Y ten por seguro que, aunque no sepa de qué va la cosa, pienso ayudarte en todo lo que necesites.

Maron: Chiaki... gracias...- besó a Chiaki, y ambos se tumbaron en la cama...

Chiaki:- miró a Maron detenidamente- se mire por donde se mire, parezco un viejo verde violando a una chica joven... ¬¬U

Maron: no le puedo hacer nada, Kyoko dijo que mi cuerpo se había acostumbrado... lo siento... tienes a una mujer veinte años rejuvenecida O

Chiaki: en fin... al menos vuelves a ser tan hermosa como cuando tenías veinte años, Maron...

Maron: ¡¿estás insinuando que con 40 años estaba más fea!

Chiaki: sí... ¡ai, no! no me pegues, Maron...- se escuchó un sonido sordo, parecido al de un golpe- au... pero qué bruta que eres...

Maron: ay, pero mira que te gusta quejarte...

Natsuki: ¡¡¡waaaaaaa! ¡¡¡pero qué tarde essss!- corría por toda la casa mientras se iba vistiendo. Se dirigió hacia la habitación de sus padres y, sin decir media palabra, la abrió de par en par. Lo que vio fue tan raro que se le cayó toda la ropa que llevaba en la mano.

Maron: Chiaki...- abrazaba lo que parecía un dragoncito de peluche, que lo habría sido si no fuera porque se acariciaba reiteradamente la cabeza en el pecho de Maron...

Natsuki: ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡AGHHHHHHHHHHH!- el grito despertó a Chiaki de golpe y desveló a Maron- ¡¡¡¡¡SEPÁRATE DE MI MADRE, MALDITO DEMO...!- alguien desde la ventana gritó y lanzó una piedra a la cabeza del dragoncito.

Noin: ¡¡¡¡¡SILK!

Chiaki:- se percató de la escena- ¡¡ey, maldito dragón! ¡¡aléjate de Maron!

Maron: ¿mm? ¡¡huaaaaaaaaaaaaa!- bostezó apretando el "dragoncito" contra sus pechos, haciendo que Chiaki, Noin y Natsuki se le tiraran encima para matar al pobre bichito...

Silk: ¡¡¡amo, ayúdeme!

Noin:- consiguió pillar al dragoncito entre sus manos- Silk...- lo estrujó fuertemente- ¡¡¡¡YO TE MATO!

Chiaki: ¡¡yo sí que te mato a ti, Noin! ¿¡se puede saber qué narices hacía ese bicho tuyo en MI cama y con MI mujer?

Maron: jajaja... demasiada tranquilidad teníamos hasta ahora...

Shuichi:- había adoptado su forma habitual para ir al colegio- en fin... a Silk lo mandé yo, para que te vigilara de cerca... tenía miedo que el rey de los demonios quisiera atentar contra ti, y tú misma me dabas miedo...

Chiaki: ¡¡pero eso no explica porque estaba dentro de la cama!

Maron:- abrazaba a Silk- venga, va, que no ha sido para tanto...- Silk le lamía la mejilla- ¡¡para, Silk, que me haces cosquillas!- Chiaki, cabreadísimo, agarró a Silk y lo lanzó por la ventana.

Chiaki: ¡¡¡¡Y NO VUELVAS!

Shuichi: este Silk, como se pasa... en fin... ¿Natsuki, nos vamos? Los dos tenemos que ir al colegio...

Natsuki: ah, claro...

Itsuko:- al abrir la puerta de la clase, se le lanzó encima- ¡¡Natsuki! ¿qué ha pasado esta vez? ¿dónde está el demonio?

Natsuki: ¿eh?

Itsuko: ¡¡mira!- le plantó delante el periódico. En primera plana había fotografiada una nota de Jeanne, donde ponía que esa noche, exactamente a las 20:00 horas, robaría el sueño de Karin Satake, una mujer multimillonaria obsesionada con los delfines.

Natsuki: ¡¡yo no he sido! ¡¡además ahora ya no soy Jeanne, soy Seijun! ¡¡¡no entiendo quien ha enviado esa...!

Zen:- apareció entre las dos- he sido yo- ambas gritaron a la vez, y Natsuki lo escondió entre sus manos.

Natsuki: ¡¡Zen, no pegues esos sustos! ¿es que no te acuerdas que ahora te puede ver todo el mundo? ¿y por qué has enviado la nota?

Zen: es obvio, pues porque hay un demonio. Iba a poner Seijun, pero como no eres conocida...

Itsuko: ¿y quien es la víctima esta vez? ¿esa tal Karin?

Zen: ¡¡exacto! ¡¡una ricachona de cuidado, obsesionada con los delfines!- en ese momento entró el profesor.

Natsuki: en fin, dejemos esta conversación para luego...- fue a sentarse en su sitio, cuando el profesor se le acercó.

Profesor: ¡¡Natsuki Nagoya! ¿se puede saber que lleva entre las manos?

Natsuki: ¡¡agh! ¡¡nada, de verdad!

Profesor: ¡¡que me lo enseñes, Nagoya!- le obligó a abrir las manos, y Natsuki cerró fuertemente los ojos- ¿eh? ¡¡pero si no llevas nada!- Natsuki abrió los ojos. Efectivamente, Zen seguía allí. ¿cómo era que el profesor no podía verlo?

Natsuki: ¡ajajaja! ¡¡me ha pillado, profesor, le estaba tomando el pelo! ¡ajajaja!

Profesor: ¡¡no tiene ninguna gracia! ¡¡al pasillo!- Natsuki obedeció y salió al pasillo, mirando de reojo a Toshiki, Momoko, Shuichi e Itsuko, los cuatro estupefactos por lo que acababa de ocurrir.

Zen: ¡¿pero qué ha pasado! ¿cómo es que no me ha visto?

Natsuki:- tenía una expresión muy seria- no lo sé, pero esto me huele muy mal... además, ¡¡Itsuko ha podido verte esta mañana! ¿no?

Zen: sí...- en ese momento la puerta de la clase se abrió, y apareció Itsuko- ¡¡Itsuko!

Itsuko: le he dicho al profesor que iba al lavabo... ¿cómo es que la gente no te ve, Zen? ¡¡pero si yo te veo!

Natsuki: ahora sí que no entiendo nada...

CONTINUARÁ...

NOTAS DE LA AUTORA: larala, wenas! Sí hacia tiempo... en principio, disculparme por tanto tiempo sin subir un solo capítulo (ya, que fue demasiado... entenderé si la gente ya no lo lee, en fin). Solo espero que sigáis leyendo pese a este caxo "salto temporal" que se ha producido. Por cierto, ya falta menos para el final!