Capítulo 51: Un sueño llamado Karin
Seijun:- se había quedado clavada en el suelo. Delante suyo, el delfín gesticulaba alegremente y abría y cerraba sus diminutos ojitos- ¿qué... es... eso?
Zen: un delfín...
Seijun-Zen: ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡QUE HABLAAAAAAAAAAA!
Delfín: ¿me podéis ayudar? ¡¡oh, se acerca alguien!
Seijun:- afinó el oído. Efectivamente, se oía mucha gente correr hacia allí...- ¡¡maldición, son los policías! ¿qué hacemos, Zen? ¡¡no podemos entrar!
Zen: déjame pensar... ¡¡eh, tú, delfín parlante!
Delfín: ¡¡no me llamo delfín parlante! ¡¡mi nombre es Karin, Karin Satake!
Seijun: ¿qué has dicho?- se acordó de la nota que Zen había mandado... no podía ser que ella...
Zen: ¡¡bueno, como te llames! ¡¡prueba de venir hasta aquí!
Delfín: ¿cómo quieres que pueda? ¡¡ahora soy un peluche!
Zen: ¡¡pero mueves los ojos! ¡¡inténtalo!- el delfín movió las patas enérgicamente y consiguió caer al suelo, pero antes de tocarlo toda la estancia, incluido él, se congeló.
Seijun: ¡¡Karin!- corrió hacia dentro y cogió el pobre peluche congelado, lo puso entre sus brazos y salió disparada. Mientras escapaba se escuchaban los murmullos de los policías que la perseguían. Salió por una ventana y se situó sobre un árbol- ¡¡Zen! ¿cómo puede ser? ¡¡la que teóricamente estaba poseída por el demonio es este peluche! ¡¡y ahora está congelada!
Zen: ¡¡cálmate, Seijun! A ver... ¡¡piensa fuertemente en que quieres descongelarla!
Seijun: "debo concentrarme... ¡¡no puedo dejar que muera! ¡¡por favor, vuelve con nosotros!"- una luz rojiza salió del pendiente apuntando al mugriento y congelado peluche; al cabo de unos segundos, el peluche seguía siendo mugriento, pero ya estaba descongelado y parecía que se movía- ¡¡lo he conseguido!
Policía: ¡¡no era Jeanne, era otra persona! ¡¡se ha escapado por alguna ventana, seguro! ¡¡ah, señorita Karin!- Karin salía de una habitación- ¿qué hace aquí? ¡¡esto es muy peli...!- con una mirada de Karin, cayó dormido.
Karin: ju, ju, ju... esto es más interesante de lo que me pensaba... ¿m?- notó que alguien, a su espalda, le observaba.
Shinji: no, no, no... eso que acaba de hacer está muy mal, señorita demonio. ¿por qué ha congelado a su pobre osito?
Karin:- lo miró- ¿se puede saber de qué habla?
Shinji: a mí no me vas a engañar, demonio... quisiste que todos pensáramos que el demonio estaba en el peluche para que así selláramos a la auténtica Karin... ¿cómo has podido echarla de su propio cuerpo?
Karin: ju,ju,ju... parece que entiendes de esto... ¿se puede saber quien demonios eres?- Shinji se concentró y su pendiente empezó a brillar con una luz negra, que le envolvió y lo transformó en Kôga.
Karin: así que eres otro de esos estorbos llamados "ladrones"... ¿cuándo dejaréis de aparecer?
Kôga: ¡¡pienso detenerte, demonio!
Karin: ¿a sí? No lo creo...- se elevó un par de centímetros del suelo y desapareció ante las narices de Kôga.
Kôga: mierda...
Delfín: ah, gracias por sacarme de allí...
Seijun: ¿pero cómo ha podido meterte ese demonio en este cuerpo? ¿qué pretendía?
Delfín: yo no lo entiendo demasiado bien... tan solo sé que esa cosa, ¿demonio has dicho, intentó apoderarse de mí, y como no lo lograba me echó de mi cuerpo y me metió en este, y por lo que escuché de él, era para que "la ladrona sellara al inocente"...
Zen:- miró serio a Seijun- quería que sellaras a una persona para que así tus poderes puros se volvieran contra ti... fue muy hábil...
Delfín: ¡¡pero por suerte os habéis dado cuenta a tiempo!
Seijun:- tenía la cabeza agachada- ¿a tiempo?- miró fijamente al delfín. Su cara mostraba un tremendo dolor- ¿esto te parece a tiempo? ¡¡no sé como vamos a poder devolverte a tu cuerpo! ¡¡tal vez no podamos! ¿acaso eso no se podría haber evitado? Si hubiéramos llegado un poco antes...- el delfín le puso una aleta encima.
Delfín: pues claro que me parece a tiempo, porque yo, aunque no esté en mi cuerpo, aún estoy viva. ¡¡y mientras viva seguiré igual de peleona! ¡¡así que alegra esa cara, "Sejuin"!
Seijun:- rió- es Sei-jun, no Sejuin...
Delfín:- sacó la lengua- ¡¡perdón!
Seijun:- se levantó- ¡¡está bien! ¡¡vamos a patear el culo de ese asqueroso demonio!
Itsuko:- se había fijado que Shinji había desaparecido, así que fue a buscarlo- ¡¡Shinji! ¿dónde estás, Shinji?-escuchó unos pasos acelerados detrás suyo.
Kôga: ¡¡Itsuko! ¿has visto a la señora Karin? ¡¡responde, deprisa!- Itsuko estaba petrificada.
Itsuko: ¡¡¡¡¡uahhhhhh! ¡¡¡¡¡ALÉJATE DE MÍ, MALDITO LADRÓN! ¡¡¡¡¡ESTÁS ARRESTADO!
Kôga:- le puso las manos en los hombros- Itsuko, que soy Shinji...
Itsuko: ¡¡¡¡MALDITO...! ¿eh? ¿Shinji? ¿?¿?¿?¿? ¿tú eres Kôga?
Kôga: ¡¡jajaja! ¡¡yo me pensaba que ya lo sabías!
Itsuko: menudo susto me has pegado...
Kôga: jajaja... ya vale, no hay tiempo para hablar. Tengo que encontrar a Karin.
Itsuko: ¿a Karin? ¿no deberías buscar ese peluche?
Kôga: ¡¡el maldito demonio ha pasado el alma de Karin al peluche y se ha apoderado de su cuerpo! Ahora el peluche lo tiene Seijun, pero debemos encontrar a ese demonio... ha desaparecido ante mis narices...
Itsuko: ... ¡¡de acuerdo! ¡¡te ayudaré a buscar a ese demonio! ¡¡tú por allí, yo por aquí!- salió corriendo, pero volvió sobre sus pasos- ¡¡ah, se me olvidaba! ¡¡toma!- le dio una radio de policías- ¡¡si alguno de los dos la encuentra, nos lo comunicamos por aquí! ¡¡pero no digas quien eres o todos vendrán a por ti!- ahora sí salió corriendo.
Kôga: pero qué enérgica... no entiendo como Shuichi le sigue el ritmo...
Seijun:- estaban pegados a una pared. Colgando del gran cinturón de Seijun estaba el delfín- ¿Zen, lo notas?
Zen: sí, más adelante... aunque es un rastro muy lejano. ¡¡está casi fuera de la casa!- sin haber acabado, Seijun echó a correr rápidamente- ¡¡ei, espera!
Seijun: ¡¡venga, corre!- de repente algo le pasó volando por delante, y frenó de golpe. Había venido de los árboles...- ¿quién anda ahí? ¡¡que dé la cara!- un brazo se le envolvió en el cuello, armado con algo frío, parecido a un cuchillo- ¡¡ugh! "¡¡mierda, me han atrapado!"
Voz: eres una presa fácil... adiós, Seijun- el brazo se tiró hacia atrás, mientras Seijun caía hacia delante con la cara despavorida...
Seijun:- cayó a cuatro gatas, y se agarró fuertemente el cuello- no ha tenido gracia... mamá.
Maron:- jugueteaba con el cuchillo de pega- ¡¡vaya! ¿cómo sabías que era yo?
Seijun:- estaba hecha una furia- ¡¡porque te he reconocido la voz!
Maron: ah, por eso no te has defendido... vaya, y yo que me pensaba que no tenías reflejos...
Seijun: anda que... menudas bromas me gastáis... ¡¡papá, sal de una vez!
Simbad:- salió de un árbol cercano-¡¡vaya, nos has pillado!- miró al pequeño delfín- ¡¡veo que has atrapado al demonio!
Delfín: emm.. Sejuin, ¿quién son?- Maron y Simbad cayeron al suelo del asombro.
Maron: ¡¡este bicho sigue vivo! ¡¡y habla! ¡¡y encima ha dicho mal tu nombre!
Seijun: Karin, es Seijun, Sei-jun, ¿recuerdas? Mamá, papá, el alma de la verdadera Karin está aquí dentro. Es una larga historia... la cuestión es que el demonio está dentro del cuerpo de Karin...
Zen: ¡¡Seijun, esto es muy raro!
Seijun: ¿qué pasa, Zen?
Zen: ¡¡el demonio no se mueve! ¡¡lleva todo el rato en el mismo sitio!
Seijun: ... debe estar esperando... ¡¡vamos!
Maron: ¡¡yo te acompaño!
Seijun: ¡¡mamá, que esto es peligroso! Ya no tienes edad...
Maron: ¡¡pero qué impertinente! ¡¡te recuerdo que ahora tengo solo veinte años, solo veinte! ¡¡estoy en perfecta forma!
Simbad: en fin...- los tres echaron a correr hacia donde decía Zen que estaba el demonio. Llegaron a una especie de establo, pero enorme- nosotros mejor nos quedamos aquí, Maron...
Maron: está bien, ves con cuidado, Natsuki...
Seijun: sí- abrió las puerta y entró. Dentro estaba Karin, sentada tranquila en una silla- ¡¡demonio, por fin te encuentro!
Karin: jujuju, ya iba siendo hora...
Seijun: ¡¡zanjemos esto de una vez! ¡¡devuélvele a la verdadera Karin su cuerpo!
Delfín: ¡¡eso, eso!
Karin: jujuju... ¿pensáis que vais a atraparme tan fácilmente? Ilusas... ¡ja!- elevó los brazos y toda la paja del suelo se levantó, pero más que paja parecían agujas altamente afiladas, que rasgaron a Seijun y el pequeño delfín.
Seijun:- cayó al suelo, sangrando- mierda... era una trampa...
Karin:- se elevó- ¿y que esperabas, sino esto? ¡¡morirás, Seijun!- de su brazo salió una espada, y se abalanzó sobre Seijun.
Seijun: "no puedo acabar así... ¡¡no me dejaré vencer!" ¡¡¡¡AHHHHHH!- con todas sus fuerzas pegó un salto hacia atrás- ¡¡no me vencerás, demonio!-en su mano una luz blanca hizo aparecer una espada, que blandió con fuerza sobre Karin. Karin consiguió pararla con la suya, mientras reía.
Karin: ¿estás segura de querer herirme? ¡¡si me matas, estarás matando a la verdadera Karin!
Seijun: mierda...- saltó hacia atrás, e hizo desaparecer su espada y elevó los brazos- ¡¡¡por la pureza que guardo en mi interior, demonio de los infiernos, resta sellado ante mis ojos!- un montón de plumas volaron hasta Karin, pero todas se quemaron al rodearla- ¿qué?
Karin: ¡ni pienses que voy a dejar que me selles! ¡¡mientras no me arrebates aquello más importante para Karin, no podrás sellarme! ¡¡porque mi fuerza viene de ahí! ¡¡jajajaja!
Seijun:- cayó al suelo de rodillas- "¿pero como voy a sellarlo desde ese objeto, si está Karin dentro de él? ¡¡mierda!"
CONTINUARÁ...
NOTAS DE LA AUTORA: weno... ¡¡por fin llegó la continuación, después de tanto tiempo! Jajaja ya queda menos para el final, así que os pido q sigáis leyendo! ¡a partir de ahora subiré un capítulo cada semana (o eso se intentará)! Así que... ¡¡espero que os guste y lo sigáis leyendo!
