Capítulo 55: Un lugar al que no te puedo seguir
Natsuki:- vio como el cuerpo de Itsuko caía al frío suelo de la carretera, y salió corriendo hacia ella- ¡¡¡¡¡ITSUKO!- se agachó y la cogió entre sus brazos- ¡¡¡ITSUKO! ¡¡contesta!
Itsuko:- abrió los ojos- Natsuki... lo siento... soy una mala policía... no he respetado... las normas de tráfico...- elevó una mano hasta el rostro de Natsuki, que lloraba. Del coche que la había atropellado, salió un hombre despavorido.
Hombre: ¡¡dios mío! ¡¡no la vi!
Natsuki: ¡¡Itsuko, aguanta!- miró al hombre- ¡¡no se quede parado, llame a una ambulancia!- el hombre, medio paralizado, entró de nuevo en el coche a buscar el móvil. Natsuki miró a Itsuko con una sonrisa, aunque aún le brotaban lágrimas- ya verás como te pones bien...
Itsuko: Natsuki... tengo frío... mucho frío... siento no quedarme aquí... me parece que me llegó la hora...
Natsuki: ¡¡no digas estupideces! ¿quién me animará cuando me cabree con Shinji, si tú no estás?- el hombre salió.
Hombre: eh... ¿qué calle es esta?
Natsuki: ¡¡dese prisa!
Itsuko:- miró fijamente a Natsuki- no llores, Natsuki...- miró al cielo- tal vez allí me encontraré con aquella persona que perdí hace tanto tiempo... dile a Shuichi que me perdone...- su mano cayó lentamente, mientras sus ojos se cerraban.
Natsuki: ¡¡¡¡¡¡¡¡¡ITSUKO! ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡NOOOOOOOOO!- abrazó fuertemente a su amiga, y en su espalda aparecieron dos blancas alas, que la elevaron unos centímetros del suelo. Su hermoso vestido blanco se estaba tiñendo con la sangre de Itsuko, a quien tenía cogida en brazos. Se había transformado en Seijun.
Hombre:- quedó despavorido- ¡¡socorro! ¡¡la ladrona Seijun!- pero nadie más pudo verlo, pues las alas batieron y Seijun salió disparada hacia el cielo.
Seijun: "no dejaré que te mueras, Itsuko... ¡¡no pienso dejar que te mueras!"- apretó fuertemente a Itsuko contra su pecho.
Itsuko:- su voz sonaba muy apagada- au... me haces daño, Natsuki...
Seijun:- la miró, sorprendida- ¡¡Itsuko! ¡¡sigues viva!
Itsuko: no por... mucho tiempo... si me sigues... estrujando así...
Seijun: ¡¡aguanta un poco más, enseguida te llevo al hospital!- aterrizó en la azotea del hospital más cercano, y las alas desaparecieron. Sin pensarlo dos veces, hecho a correr hacia dentro, con Itsuko en brazos- ¡¡ayúdenme! ¡¡hay un herido!- se chocó con una enfermera, que se giró y la miró.
Enfermera: ¡¡por dios santo! ¡¡una camilla, deprisa!- en un momento aparecieron un montón de personas, algunos enfermeros y médicos, otros curiosos que miraban qué pasaba. Pusieron a Itsuko en una camilla y se la llevaron.
Seijun:- fue corriendo detrás de la camilla, y alcanzó a la enfermera de antes- ¡¡quiero ir con ella!
Enfermera: ¡¡no puedes! ¡¡por favor espera en la sala de espera, enseguida te llamaremos!- salió corriendo.
Seijun: "¡¡mierda! ¿y ahora qué hago?"- se fijó por un momento en su alrededor. Ese lugar le sonaba de algo... de repente, echó a correr, mientras la gente que la miraba se quedaba de piedra. bajó una planta por las escaleras y se plantó delante de una puerta de un despacho, que se abrió y la tiró al suelo.
Doctora: ¡¡ay, como lo siento!- se la quedó mirando atónita, sobretodo por la ropa- ¿pero q...?
Voz:- venía de dentro, pero se acercaba hacia ellas- ¿pasa algo?
Seijun: auch, que daño...
Doctora: ¡¿pero tú no eres la ladrona Seijun!
Seijun: ¡¡agh!- miró a la doctora- no, esto...- detrás de la mujer apareció un hombre de unos cuarenta años, de pelo azulado y mirada decidida...- ¡¡papá!
Chiaki: ¡¡Natsuki!- la recogió del suelo, y miró la sangre de su vestido- ¿estás bien? ¿qué te ha pasado?
Seijun: ¡¡a mi nada, es Itsuko! ¡¡se la han llevado y no sé donde! ¡¡ayúdame, papá!- estaba muy nerviosa y hablaba muy deprisa.
Chiaki: cálmate... pasa y siéntate, ¿vale?- miró a la doctora, que estaba atónita- esto.. es mi hija, que hoy tenían una representación... por eso va vestida así...- se acercó a ella- yo me encargo de esto, ¿vale?
Doctora:- se puso colorada- va-vale...- salió por la puerta y Chiaki la cerró. Acto seguido cogió el teléfono.
Chiaki: ¿Minori? Necesito que me busques un paciente que acaba de entrar... sí, es una chica...- miró a Seijun- sí, ha venido con heridas bastante graves... vale, gracias.- colgó el teléfono- enseguida sabremos como está Itsuko, ¿vale? Ahora dime qué ha pasado.
Seijun: ¡¡la han atropellado! Y el hombre no llamaba a la ambulancia, y a empezado a perder sangre... ¡¡se moría, papá!- unas lágrimas saltaron de sus ojos. Chiaki se levantó y la abrazó.
Chiaki: tranquilízate... enseguida sabremos como está...- llamaron al teléfono- ¿sí? ¿eh? Sí, vale gracias. Sí, por favor. Ahora voy hacia allí.- colgó- Natsuki, me han dicho que tu amiga está bien, así que tranquilízate. Yo me tengo que ir...- la volvió a abrazar- no te exasperes, ¿vale? Volveré con noticias, no te muevas de aquí. Ah, y...- Chiaki estiró del cinturón de perlas, y Seijun volvió a ser Natsuki- así está mejor. Ahora vuelvo.- acto seguido, salió corriendo por la puerta.
Natsuki: Itsuko... espero que esté bien...- al cabo de diez minutos llamaron por teléfono, y Natsuki lo cogió- ¿diga?
Chiaki: ¡¡Natsuki! Ven a la habitación 842, por favor, que estamos aquí- antes pudiera acabar Natsuki salió corriendo del despacho, y en nada se plantó en la habitación. Sólo estaba Chiaki.
Natsuki: ¿Y Itsuko?
Chiaki:- su cara estaba muy seria- bueno, Natsuki... no se puede decir que esté bien. El impacto ha sido muy fuerte, y la columna ha quedado bastante dañada. Hemos hecho lo que hemos podido...- Natsuki empezó a llorar- Natsuki, no llores, debes ser fuerte... además, aún hay posibilidades. Si en 24 horas no hay contratiempos, se salvará...- abrieron la puerta, y unos enfermeros trajeron a Itsuko en una camilla. Estaba toda llena de tubos, y permanecía inconsciente.
Enfermero: ¿se encarga usted, doctor?
Chiaki: sí, no se preocupe.- todos salieron de la sala- Natsuki, ahora solo queda esperar- Natsuki le abrazó.
Natsuki: ¡¡papá! ¿y si no se salva? ¿qué voy a hacer si no se salva? ¡¡yo soy la responsable! ¡¡si no me hubiera ido a comprar esas bebidas, ella...
Chiaki: eso que haces está muy mal, Natsuki. Tú no tienes la culpa, ha sido un accidente. Además, ¿no la has traído tú hasta aquí? ¿cómo lo has hecho?
Natsuki: no lo sé... de repente me transformé en Seijun y me salieron alas... y vine volando...
Chiaki:- sonrió- ¿ves? Si no la hubieras traído seguro que lo habría tenido mucho más difícil. Así que no te quiero ver triste, ¿de acuerdo?
Natsuki: sí... ¿me puedo quedar aquí?
Chiaki:- sonrió- claro.- salió por la puerta- ¿sabes donde puedo encontrar a sus padres?
Natsuki: no están aquí... viven en Francia, creo.
Chiaki: ¿vive sola?
Natsuki. Sí...
Chiaki: aps, bueno...- cerró la puerta tras él.
Natsuki:- miró a Itsuko, y le cogió la mano- debes resistir, Itsuko... debes quedarte aquí conmigo- apretaba fuertemente la mano de Itsuko, que se mantenía fría e impasible... "¿por qué? ¿por qué ella? ¿por qué no yo? No lo entiendo... ¡¡no entiendo porque le ha tenido que pasar esto a ella!"- acercó la silla, se sentó y apoyó su cabeza en el estómago de Itsuko- Itsuko...- de sus ojos brotaron un par de lágrimas- abre los ojos, Itsuko...- de repente, empezó a cabecear. Estaba muy cansada... su cabeza cayó sobre Itsuko mientras cerraba los ojos.
Itsuko:- sonreía- ¡¡Natsuki! ¡¡vamos ven!
Natsuki:- estaba agotada- no puedo más, Itsuko...- cayó al suelo.
Itsuko: ¡¡eres una quejica!- se fue acercando a ella- venga, va...
Natsuki:- miró hacia el suelo- claro, como tú estás acostumbrada a correr... seguro que algún día me dejarás atrás... corres demasiado...
Itsuko: ¡¡pero que estupideces dices! ¡¡no te dejaré atrás, antes vuelvo!
Natsuki:- sonrió- sí...- levantó la vista del suelo, pero Itsuko no estaba- ¿Itsuko?- de repente, unas manchas rojas empezaron a salir por su ropa y en sus manos- ¿qué... qué es esto?
Itsuko:- estaba en el suelo, cubierta de sangre- Natsuki... ayúdame, Natsuki...
Natsuki: ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOO!- su voz resonó por toda la habitación y retumbó en las paredes, mientras los pocos pájaros que reposaban en el alféizar huían ahuyentados por el grito. Se acababa de despertar- ¿pero qué...? ha sido un sueño...- miró a Itsuko, que seguía inconsciente- Itsuko... "no, no ha sido un sueño. Realmente Itsuko..." finalmente me dejaste atrás, Itsuko... estás yendo hacia un lugar al que no puedo seguirte...- le cogió de nuevo la mano y puso su rostro encima, mientras lloraba- me prometiste que volverías... pero ahora te vas sin mí... snif...- abrieron la puerta y entró una enfermera. Natsuki se apresuró a secarse las lágrimas.
Enfermera: siento la interrupción...- sonrió- soy la encargada de tu amiga, me llamo Minori Shinya.
Natsuki: ah, encantada...
Minori:- sonrió dulcemente y se acercó a la cabecera. Sacó una chincheta y colgó un muñequito cerca de Itsuko. Natsuki miró atónita. Era como uno de esos muñequitos para llamar el buen tiempo, pero este tenía una amplísima sonrisa y parecía tremendamente alegre.
Natsuki: eh... ¿para qué es eso?
Minori: ¿eh, esto? Ah, es que siempre he pensado que funcionan...
Natsuki:- no entendía- ¿quiere que haga buen tiempo?
Minori: ¡¡no, hombre! Está así dibujado porque pido que tu amiga esté así de animada pronto- Natsuki la miró atónita- sé que es un poco tonto, ¡¡pero a veces funcionan! Yo pidiendo que lloviera me reconcilié con el que es ahora mi marido... ¡¡así que seguro que tu amiga se recupera pronto!- sonrió cálidamente, y Natsuki notó un vuelco en el corazón. ¡¡no podía perder la esperanza!
Natsuki: ¡¡seguro que funcionará!
Minori: ¡¡así se habla! Ahora ves a lavarte esa cara, que como tu amiga se despierte y te vea, le va a dar algo...
Natsuki: sí...- se fue hacia el lavabo mientras Minori le cambiaba el suero a Itsuko- "ella tiene razón, Itsuko se recuperará... ¡¡claro que se recuperará! ¡¡debo tener fe en ello!"
Minori: ¡¡bueno, yo ya me voy! ¡¡volveré en un rato!- se escuchó como se cerraba la puerta.
Natsuki: en fin...- agachó la cabeza a la pica y se restregó fuertemente la cara- ¡ah!- levantó de golpe la cara y mojó todo el espejo- ¡¡me siento mucho mejor!
Voz: vaya, vaya... te veo muy feliz, mi querida Finn...
Natsuki:- reconoció la voz. Era el rey de los demonios- ¡¡tú! ¿qué quieres ahora?
Voz: uy, te veo muy hostil... ¿acaso no recuerdas nuestra última conversación? Nos quedamos a medias...
Natsuki: ya lo sé, no creas que lo he olvidado. También sé que te debo algo, y ya te dije que te pagaré, pero no ahora... te pido por favor que esperes unos días más.
Voz: ¿por qué debería?
Natsuki:- bajó la cabeza- ahora... hay una persona a la que debo ayudar, y no puedo estar por otra cosa... ¡¡por favor, te pido que me dejes unos días!
Voz:- sonaba juguetona- ju, ju, ju. ¿acaso no recuerdas lo último que te dije, Finn? "debo asegurarme por mis propios medios que no me fallarás"- Natsuki se quedó helada.
Natsuki:- una gota de sudor frío le recorrió la mejilla- no... no puede ser... ¿tú...?
Voz: debía asegurarme que no me fallarías, Finn... así que no tuve más remedio que ponerte entre la espada y la pared. ¿quién sería capaz de negarse a algo, por horrible que fuera, a cambio de la vida de su amigo? Seguro que tú no...
Natsuki:- sus rodillas flaquearon y cayó al suelo- ¿cómo... cómo has podido? ¡¡ella no tenía nada que ver en todo esto! ¿por qué ella?
Voz:- sonaba cerca de su oreja izquierda- ya te lo he dicho... debía asegurarme... ahora, Finn... escucha bien. Ha llegado la hora de cumplir nuestro pequeño pacto... y el precio a pagar... eres tú, Finn. Tu alma y tu cuerpo.
Natsuki: ¿qué?
Voz: exactamente lo que oyes, Finn. Quiero que vuelvas a mi lado, para siempre, como antes...
Natsuki: ¿cómo antes...?
Voz: como antes de reencarnarte... aquellos recuerdos que aún no has recobrado... si lo haces, tu amiga vivirá. Y si te niegas...
Natsuki:- se giró rabiosa. Frente a ella, una persona tapada de pies a cabeza con una túnica negra se mostraba juguetona- ¿cómo puedo estar segura que dices la verdad?
Rey de los demonios: ¿quieres una prueba? De acuerdo...- de repente, un ruido se escuchó desde la habitación.
Itsuko: ¿Natsuki?- Natsuki corrió hacia ella, pasando por delante del rey de los demonios. Itsuko había despertado.
Natsuki: ¡¡Itsuko!- no creía lo que estaba viendo. Se acercó a ella y le cogió la mano.
Itsuko: Natsuki... no entiendo qué ha pasado... de repente, vi el coche...
Natsuki:- cerró los ojos- no te preocupes, ahora ya todo estará bi...- en un instante, la mano de Itsuko se volvió fría como la piedra. Natsuki abrió lentamente los ojos. Itsuko estaba pálida, y el marcapasos que tenía conectado marcaba que su corazón no latía...- ¡¡¡ITSUKO!- de repente, su corazón volvió a latir con normalidad, y su piel volvió a coger color... pero su mano seguía fría.
Rey de los demonios:- Natsuki oía como se acercaba- ahora todo depende de ti... te daré las 24 horas que le han dado a ella los médicos. Si accedes a venir conmigo, ella vivirá. Si no...- pasó sus brazos por la cintura de Natsuki y la abrazó, mientras le olía el pelo- hasta pronto, mi querida Finn...- mientras desaparecía de la habitación, una lágrima corría por el rostro de Natsuki.
Ya no había salida, ya no quedaba esperanza. Tan solo su decisión. Pero si accedía... toda su vida... todo por lo que habría luchado hasta ahora...
Fin capítulo 55
