Capítulo 62: La puerta del destino

Todos miraban la figura recién aparecida, elegante y oscura, que había disipado a todos los demonios.

Itsuko: he venido por Natsuki. Devolvédmela.

Maron: no pienso devolvértela, maldita escoria. ¡¡Pretendes matarla!

Shinji: ¡¡Natsuki!- tenía en sus manos el cuerpo inerte de Natsuki, que se había desmayado- ¡¡Natsuki, despierta, abre los ojos!- zarandeó a Natsuki sin resultado, y miró furiosamente a Itsuko- tú... ¡¡tú! ¿¡¿Qué le has hecho! ¡¡contesta! ¿¡¿¡qué le pasa a Natsuki!

Itsuko:- dirigió su dura mirada a Meroko, que estaba junto a Natsuki, acariciándola- Natsuki... Natsuki está decidiendo.

Chiaki: ¿qué quieres decir con eso? ¿qué está decidiendo?

Itsuko: decidiendo su destino, si quedarse a mi lado para salvaros a todos, o perecer al vuestro... y si abre o no la puerta.

Meroko: ¡¡Natsuki, Natsuki! Despierta... en el mundo de los sueños no puedo ayudarte...

Maron: ¿qué puerta?

Itsuko:- sonrió pícaramente- la puerta que la atará a mí por el resto de la eternidad... aunque se ha obsesionado en no abrirla- miró a Meroko- Una insensata shinigami le advirtió que no la abriera... y ella confió en eso. Quería encontrar la salvación para todos nosotros, ilusa... Pero ya no queda tiempo... debe decidir. Y una vez tome una decisión, ésta será irrevocable- Sonrió a Maron- ¿qué crees que escogerá, Maron? ¿poneros a todos en peligro, estando a vuestro lado? ¿o seguir conmigo...?

Maron: ¡¡¡¡ELLA NO QUIERE MORIR!

Itsuko:- su rostro menguó a un tono serio- escoja lo que escoja, ese será su destino- Maron se desesperó al oír esa declaración.

Maron: ¡¡no, no te lo permitiré! ¡¡¡¡NATSUKI VIVIRÁ, Y TÚ MORIRÁS, MALDITA!- agarró a Natsuki por los hombros y la zarandeó, mientras lloraba de la rabia- ¡¡¡NATSUKI! ¡¡¡¡DESPIERTA, MALDITA SEA! ¡¡¡NO TE DEJES VENCER! ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡VUELVEEEEEEEEEEEEEEE!

Itsuko:- miró al cielo- aunque... siempre queda mi última esperanza... Natsuki... ¿qué decidirás?

Meroko: Natsuki...-intentaba apaciguar los violentos movimientos de Maron, pero iba atravesando a Natsuki una y otra vez- despierta...

Maron: ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡NATSUKI!

Natsuki: "¿dónde estoy? no puedo moverme... no escucho nada... ¿qué será este lugar?"

Voz: estás en el interior de tu mente- era una voz femenina, rasgada y serena, extrañamente familiar y bella.

Natsuki: "¿en el interior de mi mente? ¿qué hago aquí? ¿quién eres?"

Voz: estabas indecisa sobre la decisión que debías tomar, así que decidí traerte hasta aquí para que pudieras meditar con calma. Yo te he llamado, porque quiero que te decidas.

Natsuki: "¿y qué lograrás si me decido?"

Voz: salir de esta prisión- Natsuki abrió los ojos. Todo era oscuro, pero, frente a ella, se alzaba la gran puerta, imponente, que siempre veía en sus sueños.

Natsuki:- puso una mano en el pomo- otra vez aquí... ¿por qué siempre acabo en el mismo lugar?

Voz:- provenía de detrás de la puerta- porque este es tu destino. Y frente al destino solo se puede hacer dos cosas... o aceptarlo o luchar contra él. Pero tú no sabes que debes hacer. Esta es tu puerta del destino.

Natsuki: ¿mi puerta del destino?

Voz: sí, y la del pasado... si abres esta puerta, aceptarás tu destino, aquello que te depara el futuro, escrito desde el pasado... si no la abres, si te alejas de ella, lucharás contra tu destino. Pero hasta que no te decidas... hasta que tu corazón no escoja, seguirás en esta cámara, frente a esta puerta.

Natsuki: ¿y tú quién eres? ¿mi voz del destino o algo así?

Voz: no... yo no te puedo decir quien soy, porque si no decides abrir esta puerta, nunca lo sabrás. Yo lo único que quiero es salir de aquí...

Natsuki: ¿por qué quieres salir?

Voz: porque escucho que me llaman. Alguien muy importante para mi me está llamando... necesita mi ayuda. Por eso, por eso, necesito salir de aquí... llevo encerrada mucho tiempo, y creí que estaría en esta oscuridad solitaria hasta el fin de los días... pero ahora necesito salir.

Natsuki: entonces, si necesitas salir... ¿por qué no intentas persuadirme para que abra la puerta?

Voz: porque eso, Natsuki, debes decidirlo tú. Cambiarán muchas cosas si la abres o no... pero yo no quiero influir en tu decisión. En mi tiempo, yo misma decidí mi destino, sin ayuda de nadie... quiero brindarte la misma oportunidad a ti.

Natsuki: yo no sé qué quiero... ni que debería hacer... yo lo único que quiero... es que todos sean felices... no quiero morir, porque si muriera, eso los entristecería a todos... no podría volver a verles nunca más, ni a mamá, n a papá, a Shinji...

Voz: ¿y al rey de los demonios? ¿a él querrías volver a verlo?

Natsuki: yo... yo...-dudó largo rato sobre la respuesta. ¿qué quería de Itsuko? La había traicionado, la había encerrado en el inframundo, separada de sus seres queridos... la había intentado matar, y amenazaba con volver a hacerlo si no obedecía... pero, a pesar de todo eso... a pesar de todo el daño y la rabia... a pesar de todo el dolor...- yo... ¡¡claro que querría volver a ver a Itsuko! A pesar de todo... ¡¡yo no puedo odiarla! ¡es mi amo y señor! ¡es mi amiga! Debe haber una razón por la que hace todo esto...

Voz: claro que la hay... pero ella nunca te lo dirá, jamás.

Natsuki:- miró la puerta- ¿por qué? ¿por qué no me lo dirá?

Voz: porque está esperando... a que tú lo recuerdes. Porque tú lo sabes Natsuki... aunque lo has encerrado en el fondo de tu mente...

Natsuki: no puede ser...- de repente lo entendió todo. Todas las palabras de Itsuko cobraron sentido, todo encajaba... apretó fuertemente los tiradores de la puerta contra sus manos y tiró... abriendo las grandes puertas.

Maron: Natsuki...- se había calmado tras largo rato de zarandear a su hija arriba y abajo, y ahora la miraba apesadumbrada. A su alrededor, todos observaban nerviosamente, mientras Itsuko no se movía de donde había aparecido.

Shinji:- se dirigió a Itsuko- ¿cuánto tiempo se pasará así?

Itsuko: eso depende de ella... el tiempo que tarde en decidirse- miró de nuevo a Natsuki, que no mostraba expresión alguna, y de nuevo a Maron, y Chiaki... finalmente, sus ojos se posaron sobre los de Noin, que no se atrevía a mirarla a la cara- Noin... como pensé, al final fuiste incapaz de negarte a Eva...

Noin: ¡¡no, no fue así! Yo solo... yo solo...

Maron: -se levantó- ¿y si fuera así... qué? Al fin y al cabo, tú estuviste jugando con él, como si fuera un simple muñeco... después nos arrebataste a Natsuki, te la llevaste y lo dejaste así, sin más... ¿acaso no tiene derecho a escoger a quien apoyar? ¡¡tú, al fin y al cabo, solo le has dado desgracias!

Noin:- se lanzó sobre Maron- ¡¡no, no es así!- miró sonrojado a Itsuko, que se había quedado anonadada con esa afirmación- Itsuko... ¡¡Itsuko no hizo eso!

Itsuko:- miró hacia el suelo, y un hilo de voz salía de su boca- supongo... que tienes razón... al fin y al cabo, yo jugué con todos vosotros a cambio de conseguir a Natsuki, a toda costa, sin importarme a quien me llevara por delante...- levantó la cabeza- pero, por eso mismo... por todos a los que he traicionado, Maron... Natsuki debe volver conmigo.

Maron: ¡¡jamás!- se lanzó sobre ella y empezó a pegarle puñetazos en el rostro. Itsuko, sin embargo, no se rebotaba- ¡¡no te la entregaré jamás, ¿¿me oyes? Jamás!

Itsuko:- sonreía sombríamente- por mucho que me pegues... por mucho que desfigures este lamentable rostro... ni tú ni yo podemos escoger el destino de Finn. Ese destino está escrito... y ella es la única que puede decidir qué camino escoger. Y eso no lo podrás cambiar- Maron se sonrojó, se levantó y se apartó de ella.

Maron:-fue hacia Natsuki y le dio un beso en la frente- no pienso dejar que la mates... eso tenlo por seguro.

Itsuko: lo sé... aunque me temo que es demasiado tarde... – miró a Meroko e Izumi, que permanecían al lado de Shinji- Natsuki ya ha sido condenada. Los dioses de la muerte le acechan, y tarde o temprano se llevarán su alma a su mundo...

Maron: ¡¡no les dejaré! No les dejaré que se acerquen un milímetro a Natsuki!

Izumi: ilusa... pero si ya lo estamos!

Itsuko: por otro lado... Maron... tú lo sabes, ¿verdad? Que pudiste volver gracias a Natsuki, gracias a que ella se sacrificó y pactó conmigo, sin temer a qué le pidiera a cambio... simplemente el que se quede aquí es el pago que debe pagar.

Maron: lo sé...- miró de nuevo a Itsuko, llena de rabia- pero... yo misma me encargaré de que ella jamás deba pagarte esa deuda... ¡¡porque yo misma te mataré con mis propias manos!- una espada salió de su mano, mientras se transformaba rápidamente en Jeanne y clavaba su espada en el hombro de Itsuko, que trataba de esquivar los golpes.

Itsuko: ilusa... ni tan siquera matándome lograrías borrar esa deuda... Natsuki debe volver a mi lado... porque, si no, el mundo perecerá- sacó una espada de su mano y se encaró a Jeanne- ¿acaso, grandísima idiota, jamás te lo preguntaste? ¿nunca te paraste a pensar como pude volver a la vida? Tú misma me mataste, tú misma me viste desaparecer... y sin embargo me tienes frente a ti... ¿jamás lo has pensado?

Jeanne: ¡¡claro que sí!- la empujó hacia atrás- ¡¡pero eso no tiene nada que ver con Natsuki! Me importa poco el destino de la Tierra, me importa poco si no logramos salir de ésta, ¡¡yo lo único que quiero es que mi hija sea feliz!

Natsuki:- apretó fuertemente los tiradores contra sus manos y tiró, abriendo las puertas. Una luz la cegó, y puso sus manos delante para protegerse.

Voz: me alegra verte... de nuevo.- Natsuki abrió los ojos. Frente a ella, una bella mujer le mostraba su sonrisa. Llevaba una larga cabellera verde, una gran perla roja en su frente y corto vestido negro, que dejaba entrever en su pierna la marca de ángel caído. Sus negras uñas hacían juego con su ropa, y sus grandes ojos verdes miraban a Natsuki sonrientes. Era, sin duda alguna, Finn Fishu.

Natsuki: ¡¡lo sabía! ¡¡no podía ser de otra forma! ¡¡eras tú! La que me hablaba durante todo este tiempo, la que me pedía que la salvara... ¿qué hacías detrás de estas puertas?

Finn: fui encerrada...- puso una mano sobre Natsuki- por tu bien, fui encerrada en el fondo de tu mente, para que jamás debieras recordar los días que yo viví... que yo sí recuerdo...

Natsuki: entonces, tú eres... ¿una parte de mis recuerdos?

Finn:- sonrió- así es. Soy una parte tan intensa de tus recuerdos y que tan vagamente recuerdas que he logrado formarme un cuerpo propio en tu mente.

Natsuki: Finn... ¿quién te llamaba? ¿quién es que me está llamando y que no puedo recordar?

Finn: siempre le has tenido allí... junto a ti... y ahora necesita tu ayuda... nuestra ayuda. Natsuki, dame la mano- Natsuki le tendió su mano, y al tocarla, los recuerdos vinieron a la mente, como si hubieran estado sellados durante largos años... recordó todo aquello que había olvidad de su señor, de los días en que fue un ángel caído... de los días que pasó junto al rey de los demonios...

" no pertenezco ni al mundo de los humanos... ni al cielo ni al infierno... el rey de los demonios, sólo a él... sólo puedo confiar en su honorable corazón...

tengo un lugar para ti... ven a mí, Finn Fishu...

Buena chica, Finn... tráeme la fuerza de Jeanne...

Finn... gracias..."

Natsuki:- lloraba al recordar todo aquello que había olvidado- señor, mi señor... Itsuko... por eso no podía abandonarte... ahora entiendo, por qué me necesitabas, por qué me llamabas... porque me engañaste durante tanto tiempo...- se agazapó sobre sí, y notó como una mano cálida le tocaba la cabeza.

Finn: gracias... por volver a encontrarme... en pocos minutos desapareceré, Natsuki... pero antes debo decirte algo. Ahora lo sabes... sabes el porqué de todo, ya no puedes decidir como si nada... ahora que me has liberado, ambas nos hacemos una... y quedas ligada al rey de los demonios... sabes que, si lo abandonas, todo será oscuridad... así que, por favor Natsuki...- la levantó, y la abrazó mientras lloraba y desaparecía.

Natsuki: no tenías que pedírmelo, Finn... lo sé perfectamente, pues ese también es mi deseo. Por mucho que pasara, por mucho que duela, ahora sé qué debo hacer... y no pararé hasta lograrlo- una luz se abrió tras la puerta recién abierta- ahora ya solo queda un camino... y yo misma lo he elegido- y salió por la luz, por donde se escuchaban varios gritos...

Shinji: ¡¡¡Natsuki!

"Por favor, Natsuki... salva al rey de los demonios. Una vez más... sálvalo de las tinieblas"

Fin capítulo 63