Capítulo 71: en contra del destino

Todos se quedaron mirando la figura de la ventana, atónitos, sin saber qué decir.

Meroko:- tras decir su discurso, dio paso al silencio. Al ver que todos la observaban, empezó a ponerse inquieta- eto...- dio media vuelta- ¡¡adiós!!- saltó al vacío, cerrando fuertemente los ojos. Cuando los volvió a abrir se dio cuenta que seguía en el mismo sitio, colgada boca abajo, con un pie retenido por la fuerte mano de Momoko- ¿eh?

Momoko: ¿se puede saber qué eres tú?

Shinji: ¡¿¡¿UN CONEJO QUE HABLA?!?!

Maron: ¿¡¿¡UN HABLANTE CONEJIL?!?!

Toshiki: ¿¡¿¡un conejo que da la buenaventura?!?!

Meroko: ¡¡aghhh!! ¡¡soltadme!! ¡¡sabía que había sido una mala idea esto de venir hasta aquííííí!!! ¡¡socorro!!

Shinji: ¿venir hasta aquí?

Meroko:- se llevó las manos a la boca- ups... dije demasiado... ¡¡ÑAM!!- mordió la mano de Momoko, que la soltó al instante, y salió por la ventana.

Shinji: ¡¡espera, por favor!! ¡¡explícate!! ¿a qué te refieres con que se nos acaba el tiempo? ¿de donde vienes? ¡¡por favor, explícanoslo, conejita regordeta!!- Meroko paró en seco.

Meroko: ¿me... has dicho... regordeta... a mí? ¡¡Maldito seas!!- salió una nube de la conejita y, en su lugar, apareció Meroko con una gran guadaña en su mano.

Momoko: ¡¡un dios de la muerte!!

Maron: tú eres... ¿eres el shinigami del que habló Itsuko? ¿eres el shinigami que está acechando a Natsuki?- Meroko le incitó una mirada fulminante, con lo que calló.

Meroko: sí, yo soy una de los representantes de la muerte que hemos venido por petición del señor de los infiernos... y de la señora.

Shinji: -no entendía una palabra- ¿qué quieres decir?

Meroko:- se sentía incómoda. Notaba la presencia de algo que la estaba vigilando- creo que hice mal en venir hasta aquí... pero no tengo alternativa. Escuchadme, queda poco para que se agote el tiempo de Finn Fishu...- miró a Maron, que tenía una expresión preocupante en su rostro- tú sabes de qué hablo, lo sé... la cuestión es que quiero impedir esa unión sea como sea.

Shinji: ¿de que unión estás hablando?

Maron: de la unión del rey y la reina... – todos se giraron hacia ella- Itsuko necesitaba a Finn para poder controlar el submundo, pero... eso no era todo...

Shinji: ¿qué dices, Maron...?

Maron: no queda tiempo, debemos correr...- Shinji, viendo que Maron no daba explicaciones, miró a la conejita.

Meroko: el señor de los infiernos debe volver a ser uno para poder gobernar en paz. Eso significa que el señor y la señora deben unirse en cuerpo y alma... deben ser uno. Y deben morir en este mundo para lograrlo...

Shinji: ¿¡QUÉ!?

Maron: la única forma de volver a tener el poder absoluto es volver a ser uno, como hace 22 años, siendo los dos espíritus... y eso solo lo pueden conseguir separándose de sus cuerpos terrenales. Es decir...

Momoko: ...muriendo. Pero Maron... ¿tú lo sabías?- Maron cerró los ojos con dolor- ¿por qué no nos dijiste nada?

Maron: ¿cómo os iba a decir eso? ¿cómo iba a deciros que, tarde o temprano, nuestras esperanzas se verían reducidas a cero...? ¿acaso habríais luchado así? ¿acaso hubieseis podido soportar ver pasar día a día sin agonizar, sin pensar que cada vez quedaba menos para esa realidad? Yo no quería eso... tenía la esperanza... de evitarlo de algún modo...

Meroko: nosotros los shinigamis hemos venido para esa ceremonia, para guiar esas almas hacia su descanso eterno en el submundo, para unirlas para siempre... sin posibilidad de errores- miró de reojo a Maron, haciendo notar el tono áspero en sus últimas palabras- Sin embargo, esto ha llegado demasiado lejos. Dejando aparte mis sentimientos hacia el ángel Finn Fishu... estoy aquí para advertiros que, si no hacéis algo ya, ya no solo no podréis recuperar a Finn, sino que vosotros también pereceréis. Vuestros nombres han aparecido en la lista.

Chiaki: ¿nosotros?

Meroko: Podéis verme, ¿no? Yo no es la primera vez que estoy frente a vosotros. Desde el día en que el señor de los infiernos se descubrió, hemos estado siempre al lado de Natsuki. Sin embargo, nunca me habéis podido ver... y eso es porque solo pueden vernos aquellos que van a morir. Aquellos que aparecen en nuestra lista.

Maron: eso significa... que nosotros también...

Meroko: estoy convencida que moriréis a causa de Natsuki- los miró a cada uno de ellos- ya sea por desolación, dolor, impotencia... una por una vuestras vidas acabarán. La de Natsuki la primera. Por eso, debéis hacer uso de unas últimas fuerzas antes de que sea demasiado tarde...

Shinji: ¿pero qué podemos hacer, shinigami?

Meroko:- le miró fijamente- eso ya no soy yo quien debe decidirlo. Yo solo he venido a advertiros. Tan solo os quedan dos días antes de la ceremonia... apresuraos- y con un chasquido, desapareció.

Shinji: dos días... ¿solo dos días...?- se desplomó en el suelo. Todos miraban hacia abajo.

Momoko: no, no quedan tan solo dos días... todavía nos quedan dos días- miró hacia el frente, decidida- todavía tenemos dos días de tiempo... Shinji, tu idea de sellar a todos los demonios queda descartada de una vez, así que vamos a tener que esforzarnos por lograr alguna otra cosa...- los miró a todos, sonriente- ¡¡pero seguro que lo logramos!!- todos la miraron, expectantes, llenos de una nueva esperanza.

Todos: ¡¡sí!!

Meroko:- volaba veloz hacia el inframundo cuando algo la golpeó y cayó contra un edificio- ¡¡augh!!- intentó escapar, pero algo la mantenía sujeta contra la pared.

Voz: tsk, no, no... lo que has hecho está muy mal, Meroko Yui...

Meroko: ¡¡muéstrate!!- frente a ella, cogiéndola por las muñecas, se encontraba Itsuko. Al verla, su rostro palideció.

Itsuko: has abandonado tu puesto... ¡y encima les muestras el camino a los enemigos! ¿cómo debería castigarte, traidora? ¡¡dímelo!!

Meroko: - casi lloraba del pavor- ¡¡perdóneme, mi señor!! ¡¡por favor!! ¡¡yo solo... yo solo...!!- no se atrevía a mirarle a los ojos, cuando una mano le forzó a subir la cabeza. Miró esos ojos envenenados, mientras se perdía en ellos... mientras en sus oídos se repetía la melodía perdida en el tiempo...

"fuzuki... ayúdame. Vuelve a sonreírme..."

Meroko: ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!- se agarró con fuerza la cabeza para borrar aquél horroroso recuerdo, mientras notaba una leve mano sobre la cabeza...

Itsuko:- jadeaba- no vuelvas a traicionarme, Meroko... no más...- el peso de la mano fue disminuyendo, cuando de repente Meroko notó como una gota caía sobre su pelo. Al mirar hacia arriba, no vio a nadie.

Meroko: ¿Itsuko...san?

Shinji:- paseaba inquietante por los pasillos del hospital, de un lado a otro, tropezándose con la gente y absorto en sus problemas.- "queda demasiado poco tiempo... Natsuki, ¿cómo pudiste acceder a esto? Sacrificarte de esta manera... y ahora, sacrificarnos a todos con tu muerte... a todos... ¿a todos? ¿quién somos todos, Shinji? Nosotros no somos nadie... ella pudo pensar más allá de nuestro pequeño círculo de vida, pudo pensar en el mundo entero y por ello ahora estamos así... Natsuki..."- paró frente a una ventana, y miró al cielo despejado. Respiró hondo- No. Yo no puedo ser como tú... no puedo pensar en alguien aparte de ti y de mí...- se apoyó en la ventana- perdóname, Natsuki... porque sé que no te gustaría que pensara así, que darías lo que fuera porque me preocupase más por los demás, pero yo...-miró hacia abajo, los árboles, los pacientes y las enfermeras que andaban por allí- yo... daría todo esto tan solo con poder estar junto a ti... aunque tuviera que darlo todo, mi propia vida... la de todos...- de repente, paró. Se puso las manos en la cabeza y, como aquél que descubre el misterio de la vida, salió corriendo hacia la habitación de Momoko. Abrió la puerta de par en par, pero allí ya no había nadie- ¿dónde están todos?

Enfermera: perdone, señor... ¿pasa algo?

Shinji: no, nada... ¿sabe donde se ha metido la paciente que estaba aquí hace apenas unas horas?- la enfermera le miró, sin entender.

Enfermera: ¿una paciente? Lo siento, señor... pero aquí... no tenemos alojado a nadie... desde hace dias...

Shinji: ¡¡no puede ser!! Se debe estar equivocando. ¡¡He estado esta misma mañana junto a ella!! – la enfermera le miraba atónita.

Enfermera: no me estoy equivocando, señor... esta misma mañana he venido personalmente a arreglarla... ¡le aseguro que no miento!- Shinji miró dentro de la habitación. Todas las pertenencias de Momoko, así como todos los otros... nada había.- es imposible...- de repente, reaccionó- ¡el director del hospital! ¿dónde está Chiaki?

Enfermera: eh... en su despacho, creo... pero ¡¡eh, señor!!- Shinji salió corriendo- ¡¡necesita cita previa!!- pero Shinji ya no le escuchaba. Corría veloz por los pasillos, sin entender qué era lo que estaba pasando... se paró en la puerta del despacho del director, y abrió la puerta.

Chiaki: ¿sí...?¡¡ah, Shinji!!

Shinji: ¡¡Chiaki!! ¿donde se ha metido Momoko? ¿qué ha pasado con su cuarto?

Chiaki: Shinji, cálmate... siéntate…

Shinji: ¡¡no puedo calmarme, Chiaki!! ¡¡no puedo sentarme!! ¡¡creo que he encontrado la solución para...- miró sobre la mesa. El colgante de Maron, colgado de una punta de un cuadro, resplandecía como una llama viva- ¿qué hace eso aquí...?

Chiaki:- miró el collar- Es un collar que le regalé a Maron por su décimo séptimo cumpleaños...siempre lo tengo aquí para recordarla... ¿nunca lo habías visto?

Shinji: ¿recordarla?

Chiaki: sí... ya sabes, con lo del accidente... agh, vamos, Shinji... ya me entiendes...

Shinji: ¡¡no, no te entiendo!! Explícate porque, Chiaki, yo he estado esta mañana con Maron!! ¡¡tú mismo has estado!! ¿cómo puedes hablar tanto en pasado de una persona que ha estado esta mañana con nosotros?- Chiaki se llevó una mano a la cabeza.

Chiaki: Maron... es verdad... ¿qué hace eso ahí...? ¡¡Shinji!! ¡algo raro está pasando...! ¡¡no sé como decirlo, pero estaba convencido de que Maron había muerto! Mi memoria me ha jugado una mala pasada...

Shinji:- se alertó- no... no ha sido tu memoria. Momoko también ha desaparecido del hospital. Algo está cambiando...- dio media vuelta- ¡¡me voy!!

Chiaki: ¿adónde vas?

Shinji: ¡¡a buscar a Momoko!! Puede que ella sepa por qué se ha ido del hospital... porque yo no lo entiendo.- y, sin más, salió por la puerta.

Maron:- clicó la tecla del ascensor, mientras subía con la compra en la mano. No podía recordar por qué, de buena mañana, estaba en el hospital, por qué se sentía tan cansada y por qué su cuerpo empezaba a debilitarse. No entendía por qué no tenía fuerzas, por qué no recordaba nada de los últimos meses y por qué no llevaba su colgante. Pero Chiaki... él sabría la respuesta. Al llegar a casa, se encontró con la puerta abierta.- ¿ola? ¿Natsuki?- pasó hacia dentro, cerrando la puerta.

Voz: Natsuki ya no está aquí. –Maron se giró, despavorida, al oír la susurrante voz. Una figura se postraba frente a ella en el suelo, cubierta con una capa de viaje y respirando dificultosamente.

Maron: ¿perdona...?- fue a darle la mano, cuando el viajero se la apartó. Entre sus ojos rasgados se pudo distinguir un rostro femenino.

Voz: ¡no me toques! No me mires... cof, cof...- la mujer se apoyó fuertemente contra el suelo, mientras de su boca corría la sangre.

Maron: ¡¡ay, dios!!- sin hacer caso de las advertencias, Maron agarró a la mujer por el brazo, intentando ayudarle. Al ver el interior de esos ojos opacos, el corazón le dio un vuelco. Entendió por qué estaba en el hospital, por qué se sentía cansada y creyó entender por qué estaba esa mujer ahí. Aunque no quería creerlo. Se separó lentamente de la mujer, mientras la miraba como se erguía.

Voz:- se levantó con dificultad, ayudándose por los muebles- te lo dije... no debías verme... agh,...- miró fijamente a Maron, mientras mostraba su hermosa cabellera roja sudada por la fiebre.

Maron: Kyoko... ¿qué haces aquí? ¿qué te ha pasado? ¿qué... nos has hecho?- Kyoko la miró con severidad, mientras Maron tenía la sensación de ser una desconocida ante esa mujer, de ser la primera vez que la veía... pero esos ojos, ese pelo rojizo era demasiado inconfundible...

Kyoko: he llegado demasiado lejos, Maron... por mi futuro, por mi tierra y por mi vida... debo desaparecer de vuestras vidas...

Maron: ¿qué?

Kyoko: mi cuerpo... míralo, Maron... se está muriendo... algo ha cambiado en el pasado... que ha distorsionado el futuro... como diosa del tiempo, he viajado hasta aquí de nuevo para evitarlo... y lo único que puede haberlo cambiado... sois vosotros.

Maron: ja... ¿pretendes decir que nos vas a borrar del mapa?

Kyoko: no, Maron, jamás... yo tan solo borraré una cosa... y será el tiempo que he pasado con vosotros. Todos esos sucesos, será como si nunca hubiera existido... y así todo volverá a ser como antes.

Maron: ¡¡no puedes hacer eso!! Si lo haces, yo...

Kyoko:- una lágrima cayó por sus mejillas sonrojadas- y si no lo hago, mi mundo... lo siento, Maron... lo siento...

Y allí se quedaron las dos, frente a frente... mientras el tiempo corría...

Fin capítulo 71