¡Bien! Si estás segura entonces llevemos esto con ellos y asegurémonos de que Rossi reciba su bofetada de realidad —Alix resopló. No entendía del todo por qué todos parecían estar de acuerdo en que el primo de Adrien tenía las mejores papeletas en este juego, pero si realmente era así, ella estaba completamente abordo.

Aurore asintió despacio —Déjame eso a mí…


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Después de una muy necesaria siesta de 30 minutos, y con termos rellenos de café y té, Marinette y Félix regresaron a la escuela, enganchados del brazo, como ya era usual.

El sol, de hecho, estaba brillando hermosamente en el cielo despejado y hacía un poco más de calor que en los últimos días… lo cual, probablemente sugería que pronto volvería a llover, pero Marinette tomaría el buen clima del momento sin quejarse.
Casi se sentía como una flor, animándose al absorber la luz solar, hasta que regresaron a la escuela… y esa extraña presión que se había sentido durante toda la mañana como una fina niebla que rezumaba entre los estudiantes regresó con fuerza.

— ¡Marinette! ¡Fél! —Adrien los alcanzó justo antes de entrar al salón de ciencias, llamando su atención con una sonrisa amplia y ligeramente traviesa.

Su primo simplemente le miró con una ceja alzada. En cambio, Marinette tomó la distracción ofrecida por encima de sobreanalizar lo que sea que estaba pasando en la escuela y le regresó una pequeña sonrisa — ¿Qué pasa Adrien?

—Tía Amelie dice que los lleve conmigo después de clase —declaró, sonando exactamente como un niño que trata infructuosamente de esconder un secreto.

Marinette ladeó la cabeza, sin entender. Un vistazo a su novio reveló que el britanico no estaba en posesión de más información que ella — ¿Llevarnos contigo? —preguntó ella de nuevo.

Adrien asintió, como si fuera perfectamente evidente —Tengo una sesión agendada de última hora, después de clases. Y será en el mismo lugar que el equipo de la tía Amelie está reservando para escenas de interior —finalmente se explicó —se lo mencioné y dijo que estaría allí casi al mismo tiempo, y que deberían venir también.

Félix suspiró —Y no consideraste preguntarnos primero si teníamos otros compromisos, por supuesto —lo miró como al niño pequeño que su primo estaba interpretando bastante bien.

Adrien, de hecho, los miró con cara de un infante cuya globo ha explotado por culpa de otra persona — ¿Están ocupados?

Marinette estaba absolutamente segura de que ya no tenía ningún tipo de sentimientos románticos por Adrien… aun así, le era difícil no conmoverse por su carita triste; casi tanto como negarse a los ojos de muñeca de Manon —No tengo nada urgente que atender hasta la noche —ofreció suavemente, antes de mirar a su novio.

Félix asintió en reconocimiento, sin embargo, entrecerró los ojos con sospecha cuando Adrien se animó visiblemente, como si le hubieran dado la mejor noticia del día — ¿Qué no nos estás diciendo, Adrien? —el modelo hizo el intento de parecer indignado por su señalamiento, pero Félix lo conocía mejor que eso y lo miró con su perfeccionada poker face —escúpelo ya. Sé que hay algo más para ti en esto.

Marinette observó a Adrien tratando, valientemente, de mantener la mirada a Félix por unos largos segundos… hasta que la culpabilidad se le escapó en el rostro —Bien… no será, exactamente, una sesión en solitario —empezó.

El británico recordó, con una punzada ácida en su estómago, a los dos modelos masculinos con los que Adrien colaboró durante su primera semana en la escuela, los que habían hecho comentarios menos que apropiados sobre su amada.*
Fue su, largamente entrenado, autocontrol lo que impidió que se tensara ante el recuerdo. Su cerebro se debatió, durante apenas una fracción de segundo, entre no querer exponer a Marinette a ese tipo de atención menos que decente, y presumir descaradamente que él era a quien ella había elegido.

— ¿Otra campaña conjunta? —preguntó, antes de que el silencio se alargara lo suficiente para ambos notaran cualquier desliz en su compostura, o las ideas que luchaban en su cerebro.

Pero fue la cara aún más culpable (si es que eso era posible) de Adrien lo que puso en alerta a la pareja —Bien, no… exactamente. Solo… Es solo un modelo masculino y una femenina —la disculpa estaba claramente escrita en su rostro.

Marinette y Félix no tardaron en comprender lo que eso significaba. La oji-azul se erizó y estremeció de disgusto, poniéndose repentinamente más alerta.

Ni siquiera hizo falta que nadie dijera una palabra. La desagradable persona cuyo nombre se había instalado en la mente de los tres apareció en ese momento desde detrás de Adrien, aferrándose a su brazo gracias a que su atención había estado completamente centrada en otra parte —Adrien, querido, ya me informaron de la sesión de hoy. Estoy ansiosa porque llegue —ella arrulló, falsa y empalagosamente dulce, mirando al modelo con codicia encubierta en sus ojos e ignorando felizmente el estremecimiento del modelo. En cambio, miró a Marinette frente a ella, con una sonrisa de superioridad que ni siquiera se molestó en disimular —estoy segura de que será nuestro mejor trabajo de la temporada ¿no lo crees? Toda la ciudad verá lo geniales que lucimos juntos.

Marinette luchó por permanecer impasible y no reaccionar ante las provocaciones de Lila, a pesar de que instintivamente quería arrancarla del brazo de Adrien, solo por la reacción del pobre chico. Y, a pesar de un muy ligero ceño fruncido, logró su cometido.

—Su padre no aceptará nada menos que un trabajo sobresaliente, desde luego —ella murmuró, antes de tirar sutilmente del brazo de Félix, sabiendo que la italiana estaba tomando nota de cómo sus brazos estaban entrelazados.

Lila Rossi era la última persona que Marinette quería enterada de su relación.

Félix se movió en consecuencia, entrando finalmente al salón de clases —Well played, Adrien —murmuró al pasar, dirigiéndose tranquilamente hacia la mesa que compartía con su novia en el aula de Mendeleiev.

Dicha maestra, para suerte de Adrien, se acercaba, instando a los demás alumnos a entrar y tomar asiento en sus lugares habituales.

— ¿Estás bien? —Félix preguntó en voz baja, viéndola apoyar la frente contra la fría mesa de laboratorio, medio escondida entre sus brazos cruzados.

Era una verdadera lástima que este salón tuviera sillas individuales en lugar de las bancas de su salón principal. Incluso si juntaban sus sillas, no era lo mismo.

—Estoy harta de sentir que lucho por contenerme y no actuar de forma precipitada cuando ella hace cualquier cosa —Marinette masculló, sonando honestamente cansada, como si hubiera quemado cualquier descanso que habían recuperado con su siesta en los 15 segundos de conversación anterior —me siento como si ella me hubiera condicionado a- —hizo una pausa, estremeciéndose de desagrado antes de corregirse a sí misma —como si ya no supiera cómo manejar la situación —era mejor que admitir en voz alta que sentía miedo de actuar y empeorar las cosas cuando Lila estaba involucrada.

Ella, una superheroína, Ladybug de París, asustada de reaccionar de la forma incorrecta frente a una adolescente mitómana y narcisista.

¿Qué chiste de mal gusto era ese?

Ni siquiera se trataba de que hubiera puesto a sus amigos en su contra, sino de que había logrado meterse en su cabeza. Lila, honestamente, podría cantar victoria sobre ella porque se ha arraigado en su mente, y la ha hecho sentir paranoica y sospechosa de lo que sus compañeros dicen o hacen. Y Marinette odia pensar en ello. Odia sentirse así.

—Si quieres una opinión… —Félix hizo una pausa, esperando hasta que su novia lo miró con curiosidad para continuar —la forma en que respondiste hace un momento…

Marinette resopló ligeramente — ¿Qué? ¿Sarcástica y alejándome antes de que responda? —se burló de sí misma, aunque todavía miraba al rubio con intriga.

Los labios de Félix se curvaron en un pequeño atisbo de sonrisa —Sin reaccionar. Como si te aburriera, como si ni siquiera te importara —aclaró —generalmente estás a la defensiva con Rossi, y tienes razones para ello, pero piensa esto: si tú no reaccionas, ella sentirá que está jugando sola a ese juego malicioso que considera una guerra de clase.

La oji-azul consideró sus palabras. Era básicamente lo que suele decirse de los abusones: siempre buscan una reacción de la gente. Quitarle eso era, en teoría, una buena estrategia (incluso si Rossi no era una bully cualquiera) pero Marinette no estaba segura de poder hacer eso; mantener sus emociones lo suficientemente equilibradas para no atraer un akuma en ciertos momentos ya era bastante difícil ¿realmente podría obligarse a no reaccionar a las provocaciones y trampas de Rossi? No está segura, y así se lo hace saber a Félix.

Los ojos verde primaveral destellan con picardía —Supongo que asumiré el trabajo de robar toda tu atención, y así no te quede nada para ella — 'ofreció'.

Marinette se mordió los labios para no reírse, justo a tiempo para que la maestra llamara a lista.


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Para cuando el anuncio de la última clase sonó, Félix y Marinette tenían sus pertenencias recogidas y estaban listos para partir.

Lila claramente había presumido de su próximo trabajo para Gabriel durante las clases, ya que Alya y algunos otros empezaron a rodearla y halagarla sobre lo bien que se verían ella y Adrien. Justo lo que la italiana quería escuchar.

Félix y Marinette los rodearon cuidadosamente, dejándose ver pero sin mirar nada más que su camino. Adrien aprovechó el momento en que Lila se inclinó hacia Alya, con aire conspirativo, para agarrar su mochila y seguir a la pareja. Si tenía suerte, los tres podrían sentarse en la parte de atrás del auto antes de que Lila los alcanzara, y su guardaespaldas haría que la italiana se sentara adelante.

Y… esa fantasía se fue por las alcantarillas cuando vio el auto de sus familiares aparcado fuera de la escuela, justo detrás del suyo. Félix estaba metiendo las dos mochilas escolares dentro mientras Marinette estaba al teléfono, justo a un lado, probablemente avisando a sus padres lo que estaría haciendo, pensó el modelo.

— ¡Félix! —llamó la atención de su primo, acercándose antes de que Lila pudiera alcanzarlo —pensé que…

El aludido lo interrumpió sin cuidado — ¿Que te serviríamos de barrera contra Rossi durante el viaje? —espetó en voz baja, dándole una mirada dura.

Adrien inmediatamente levantó las manos en defensa propia — ¡De ninguna manera! —prometió, antes de explicar su plan de asientos.

Félix, en contra de su mejor juicio, le creyó, suavizando su mirada —Es más probable que ella intente sentarse en tus piernas que aceptar esa idea tuya —se burló, aun sabiendo que el guardaespaldas de su primo no permitiría tal transgresión —Lamento hacer estallar tu burbuja, Adrien, pero de ninguna manera nos someteré a Marinette, ni a mí mismo, a la desgracia de compartir asiento y transporte con Rossi, si puedo evitarlo —entonces, en un pequeño desliz de calidez (y viendo que la italiana se acercaba rápidamente) compartió un suave empujón de hombros con su primo —Estaremos ahí durante la sesión, no te preocupes —prometió en un susurro, antes de girarse hacia su novia para ofrecerle la mano y ayudarla a entrar al auto.

La sonrisa cansada pero alentadora de Marinette fue lo último que Adrien vio antes de que Lila le pusiera las manos encima y tirara de él hacia el auto que les correspondía —Date prisa, Adrien, no querríamos llegar tarde ¿no es cierto?

El modelo ahogó un siseo cuando la chica le clavó las uñas parcialmente en el bíceps, en cambio, se llevó una mano al bolsillo de su sobrecamisa, encubriendo la agitación de Plagg.

Adrien solo podía rezar porque no hubiera ninguna clase de tráfico entre la escuela y el sitio de rodaje.

-.-.-

—Me siento un poco mal por él —Marinette murmuró, inclinándose sobre el hombro de Félix. Claramente habiendo captado parte de la conversación entre los primos.

Félix se apoyó de vuelta en ella, moviéndose para rodearla completamente con sus brazos —El hecho de que quiera a Rossi con sus garras fuera de mi primo no implica que no voy a permitir que él coseche los frutos de sus malas decisiones —respondió. Aunque para la oji-azul sonó un poco más a que estaba intentando convencerse a sí mismo de que no había una forma en que hubieran podido enviar a la mentirosa sola en el viaje de camino al set; especialmente por el modo en que se aferró a ella repentinamente, como si buscara consuelo o aprobación de forma inconsciente.

Así que ella le devolvió el abrazo y lo atrajo más cerca, para que él pudiera apoyar la cabeza en su hombro y ella acariciarle el pelo.

En la privacidad de su mente Félix admitió que tampoco quería perder la oportunidad de tener estos minutos a solas con su novia.
Se permitió cerrar los ojos, relajarse y suspirar cuando sintió los suaves labios besar cariñosamente un costado de su frente.


—Tú y Félix parecían un poco tensos antes —Lila se metió en el espacio personal de Adrien tan pronto como las puertas del vehículo se cerraron, prácticamente acorralándolo contra la puerta contraria — ¿Hay algún problema? —su voz melosa simulaba preocupación, pero el modelo no se dejó engañar por eso.

Nunca más, se prometió. No podía permitir que Lila lo usara para dañar a nadie más.

—Solo confirmando algo que dijo mi tía —respondió, luciendo lo más monótono posible, mientras pateaba discretamente el asiento del conductor —nada importante.

Gorila, bendito sea su guardaespaldas, los comprobó por el espejo retrovisor y se aclaró la garganta con fuerza, haciendo que Lila fingiera timidez y retrocediera al menos un poco. Dándole a Adrien la oportunidad de respirar algo que no fuera su empalagoso perfume.

—Solo lo pregunto porque me preocupo por ti, Adrien —dio una sonrisa suave, diseñada para aplacar al guardaespaldas —somos buenos amigos, después de todo —arrulló, con solo un hilo de sarcasmo entretejido en su tono amigable.

Adrien apretó los dientes, contando mentalmente las calles que hacían falta —Siempre que recuerdes los términos de eso —murmuró.

La sonrisa de la italiana adquirió un tinte claramente depredador, confiada en que el corpulento hombre estaba ocupado mirando el camino —Oh, pero he sido una buena amiga, Adrien —ella colocó deliberadamente su mano sobre la del modelo, sin importarle cómo él se retorcía inmediatamente —es más, quería decirte lo preocupada que estoy por Marinette.

Plagg se estremeció y tensó dentro del bolsillo de Adrien, y su portador lo imitó, inmediatamente alerta y cerrando sus manos en puños. Sí Lila estaba haciendo algo más contra su princesa… — ¿Preocupada? —repitió, luchando por parecer menos incrédulo y más curioso.

— ¡Sí! ¿No has escuchado las cosas que se dicen de ella en la escuela? ¡Es realmente inquietante!

El desconcierto de Adrien ahora era bastante genuino ¿Cosas que se decían de Marinette en la escuela? No había escuchado nada sobre ella en todo el día. Distraídamente, se preguntó si esto tenía algo que ver con los rumores que parecieron aturdir a Nino esa mañana —Yo… ¿No? No he oído nada sobre ella.

Lila tarareó, casi como un arrullo —Bueno, parecía un secreto de boca en boca, pero ya sabes, en una escuela pequeña los rumores vuelan con el viento… —un destello de maliciosa burla en sus ojos hicieron estremecer a Adrien —Sin embargo, estoy segura de que Marinette te escuchará si hablas con ella del asunto, después de todo, no es apropiado para alguien de nuestra edad.

Adrien no estaba seguro de estar siguiendo el ritmo de la palabrería de Lila, así que se vio obligado a preguntar finalmente — ¿Pero de qué se trata?

Lila le dio una mirada (fingida)absolutamente lastimera y angustiada, pero eso no se registró del todo en la mente de Adrien, no cuando escuchó el tema de los supuestos rumores.

—Se dice que Marinette está teniendo una aventura con Chat Noir.

Adrien jura haber oído un disco rayado en su cabeza.


Félix se dio cuenta, tan pronto como todos dejaron atrás los vehículos y se reunieron fuera del edificio donde se harían los rodajes, que algo había sucedido.
Adrien lucía aturdido, un poco pálido si tenía que ser honesto, y Lila lucía bastante satisfecha consigo misma mientras lo guiaba del brazo como si fuera un muñeco autómata.

Al menos, hasta que se dio cuenta de que él y Marinette también estaban ahí. Su mueca de fastidio no fue lo suficientemente fugaz como para que Félix no la viera.

Nathalie se acercó a recibirlos antes de que nadie pudiera decir una palabra.

—Justo a tiempo — 'saludó' a Adrien y Lila, liderando al grupo a través de las puertas giratorias —el set y sus cambios de ropa están listos —señaló un pasillo hacia la izquierda, esperando a que Adrien y Lila caminaran en dicha dirección antes de mirar a la otra dupla de adolescente —Amelie dijo que los alcanzaría pronto —añadió, aunque tenía un ligero toque interrogativo.

—Desde luego —Félix asintió —la esperaremos en el set de Adrien. Así no tendrá que buscarnos por el edificio —decidió el rubio.

Nathalie frunció ligeramente el ceño, echándole un vistazo a Marinette —Procuren no estorbar.

Marinette se encogió ligeramente sobre sí misma, en cambio, Félix se aseguró de recuperar la atención de Nathalie con una sonrisa traviesa —Nunca se me ocurriría, Nathalie —y, sin más, tomó la mano de su novia y empezó a caminar detrás de su primo.


La sesión de fotos empezó tan bien como Félix se imaginaba.

Lo cual, por supuesto, era puro y crudo sarcasmo.

Adrien era el muñeco de arcilla que se esperaba, moldeándose para representar la imagen de perfección imposible que su padre quería que fuera.
Rossi, por otro lado… actuaba como la oportunista y trepadora que Félix siempre supo que era.

Mientras que Adrien seguía las instrucciones tal como venían, adaptándose con una naturalidad surgida de años de práctica estricta, Rossi las tomaba más bien como sugerencias y hacía todo lo posible por inclinarse hacia el chico con la actitud más posesiva que pudiera adoptar sin ser obviamente lasciva.
Era suficiente para lograr que incluso él mismo se estremeciera de simpatía por su primo, y eligiera sentarse detrás de Marinette, de modo que no fuera evidente para nadie la forma en que se apoyaba en su espalda y reposaba la cabeza sobre la de ella, luchando contra la pequeña voz en su cabeza que le gritaba que sacudiera a Nathalie con un poco de sentido común porque ¿cómo no podía ver lo obviamente incómodo que estaba Adrien? ¿Siquiera le importaba? ¿Por qué nadie corregía a Rossi?

Marinette atrapó una de sus manos, sin mirar, y empezó a dibujar figuras sin patrón por la palma, haciendo lo posible por ayudarlo a mantenerse centrado — ¿Y tu madre? —ella le preguntó en el susurro más bajo posible, procurando no atraer la mirada de nadie en el set.

—No debería tardar mucho más —Félix respondió de la misma manera. Había capturado una foto de Rossi casi acostada en el pecho de Adrien dentro de los primeros tres minutos y se la había enviado a su madre, sugiriendo que quizá querría venir a echar un ojo a la sesión. Amelie no había enviado un mensaje de seguimiento, pero esa era toda la respuesta que Félix necesitaba. Podía imaginar perfectamente a su madre marchando hacía allí desde donde quiera que estuviera, lista para hacer valer los derechos básicos de su único y amado sobrino — ¿Qué dices si ayudamos a subir la apuesta? —murmuró casi sobre su oído, sonriendo ligeramente cuando una idea de último minuto se presentó en su cabeza.

— ¿Qué tienes en mente, Cher? —Marinette hizo una mueca de preocupación, pero tal y como estaban, Félix solo pudo escuchar su cautelosa curiosidad.

Félix permitió que una sonrisa más amplia se extendiera en sus labios mientras los bajaba sobre la piel sensible tras la oreja de su novia, sabiendo que ella sentiría la sonrisa —Solo necesitas ser tú misma, my Queen —susurró despacio, asegurándose de que cada palabra fuera una caricia sobre su piel. Fue rápidamente recompensado por un escalofrío de cuerpo entero, ella literalmente vibró contra su pecho y Félix casi retumbó de satisfacción —sígueme.

Él se levantó de su asiento primero, y le ofreció la mano solo para guiar la de ella a la parte interna de su codo. Marinette se paró a su lado con familiaridad, había caminado así muchas veces.
Hábil y estratégicamente, Félix los hizo pasear a través de la parte posterior del set, sin molestar nunca a los trabajadores, pero haciéndolos entrar y salir de la visión de Rossi, toreándola con su simple presencia, con las sonrisas suaves de Marinette, con los toques ligeros pero constantes; con la felicidad honesta que Rossi jamás obtendría.

Y funcionó tan bien como Félix esperaba. Rossi duplicó sus esfuerzos, lo suficiente como para que el fotógrafo empezara a corregirla en voz alta; esto llevó a que la morena agarrara con más fuerza a Adrien, disgustada de que no le permitieran hacer lo que quería, llegando a clavarle las uñas al modelo repetidamente.

Justo en ese momento, Amelie entró en el set.
Por supuesto, no fue una entrada impactante con puertas azotadas de par en par ni ira desbordante, como si fuera una película; ella fue educada y cautelosa, pero sus tacones resonaban contra el piso de mármol con el mismo impacto que tendría una retumbante marcha fúnebre, y solo eso hizo que Félix se estremeciera de anticipación.

Ansioso por los resultados de esta fase de su plan, Félix casi se pierde un repentino mensaje de texto que hizo su celular vibrar.

Casi.


Marc: Aurore preguntó si puede tener tu número de teléfono.

Marc: Tiene algo grande contra Rossi.

Félix: Estoy intrigado. Puedes darle mi número.


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Conteo de palabras: 3.540


Félix hace referencia al final del capítulo 12/ inicios del 13. Dónde Adrien tiene una sesión con otros modelos, y dos de ellos tratan de que Adrien les de el número de Marinette, después de hablar sobre ella, cosa que Félix alcanzó a escuchar.


Stephanie-mal: Todas las personas con neuronas funcionales se unen para que la bomba reviente. El espectáculo principal está a la vuelta de la esquina y nadie quiere perdérselo.
Seeeeh, Alix estuvo en la cuerda floja, pero se inclina hacia el lado favorable. No quiere decir que todo va a estar bien entre ella y Marinette de inmediato, pero al menos está en una mejor posición que la mayoría de su clase.
¡Gracias por seguir apoyando! ¡Tus comentarios me animan mucho! ¡Un gran abrazo!

Ryuuzaky: ¡Me alegra mucho que sigas al pendiente de la historia! La fiesta será un punto importante y Félix no es alguien que vaya a la guerra sin estar preparado. Tambien amo como se complementan eso dos. Sencillamente se escriben solos la mitad del tiempo.
El equipo de las personas con neuronas funcionales se une para que la bomba reviente. Y sí, aún faltan varios grande golpes: la fiesta de Gabriel, nuevos portadores, Lila intentando llevar a termino sus planes y, por supuesto, el baile: el epicentro de este fic.
Y claro que habrá mas momentos lindo de nuestro hermoso felinette.
¡Muchas gracias por tus dulces palabras y por seguir apoyando! ¡Un gran abrazo!

RilaZou: La guerra fría es una excelente forma de llamar a lo que se avecina.
Dios, sí! Vi algunas cosas sobre la infancia de Adrien en flashbacks y fue realmente triste. Hace que desprecie aún más el final de Gabriel. Se siente como si el hdp nunca hubiera recibido ni la mitad del sufrimiento que impartió.
Emile y Nooroo son los personajes más sufridos de este serie al parecer.