Pasaron los meses, Uraraka y su familia se mudaron a otra ciudad, Mina en las vacaciones iba a visitar a la castaña que ya había dado a luz a una hermosa bebita de cabellera negra y ojos negros como el padre literalmente idénticos pero también igual a Uraraka. . . , la pequeña fue nombrada Miko Uraraka, sus abuelos amaban tanto a su nietita que la pasaban jugando mucho con ella, Ochako al cumplir dieciocho pudo conseguir trabajo decenté gracias a un amigo que la ayudo más dando un buen y generoso empleo que nadie podía conseguir o rechazar.
Su anterior emplé no era tan malo de cierta forma, no era muy bueno ni muy malo consistía en ser camarera a medio tiempo trabajando duro por su hija de cuatro anitos.
Después de vivir en otro lugar pasaron nueve años entonces.
– Hay muchos héroes. – Decía una niña adolecente pelinegra de catorce años viendo a los héroes. Había escuchado que el héroe número uno Deku el primer héroe sin quirk vivía en esta ciudad, como el héroe número dos Todoroki, el jefe de su Madre.
Gracias al empleo que le dio el tío Todoroki a su Madre, pudo mudarse a está ciudad, le entristecía mucho alejarse de sus amorosos abuelos, pero ellos le prometieron visitarlas en los fines de semanas y todo lo que podían si tenían tiempo.
– Verdad que es genial ¿No? – Dice Ochako ya a los 28 años viendo con nostalgia mientras conducía su auto, se estaba mudando de nuevo a la ciudad ya que en el que vivían se estaba tornando peligroso y temía por la seguridad de su amada hija.
De tanto esfuerzo y desempeño, al fin logro comprar una buena casa para vivir con su preciosa hija, habían parado en la entrada de su nueva casa, viendo la hermosa puerta de roble oscuro, se había perdido un poco ya que las estructuras de la ciudad. . . habían cambiado bastante ante su ausencia de estudiante sin contar la guerra terrible que se había desatado cuando se mudó.
Bajan del auto mientras veían la casa, era hermosa, jamás pensó que un día tendría una casa casi lujosa como los ricos, aunque exagera un poco, pero esa era la impresión que sentía al verla. Es lo que le parece, y le quería dar lo mejor a su amada hija.
Sonríe viendo emocionada a su hermosa bebé adolescente viendo la casa esperándola que abriendo la puerta, sonríe caminando hacía la puerta y abriéndola, Miko entra a explorar más del lugar hasta correr hacía su habitación, sabía que para su pequeño bebé le sería difícil acostumbrarse a la nueva casa.
Camina viendo que el equipo de mudanza ya había venido justo con el camión no tenían muchos muebles así que el camión era pequeño mientras en el bajaba el conducto con tres hombres listos para desembarcar las cosas.
–Haz elegido una buena casa, señora Uraraka. – Decía el hombre mayor de tal vez cincuenta. Con un bigote ondulado blanco.
– Sí, la mejor y segura para mí princesa. – Responde sonriéndole al mayor.
Después de casi tres horas la mudanza ya estaba terminada y los hombres se retiraron, Ochako y Miko desempacaban las cosas de las cajas reciclables de cartón. Estaban en un cómodo silencio.
–¿Me acompañarás a la escuela mañana? –Pregunto tímida aún se sentía temerosa y nerviosa de ir sola a esa nueva escuela. En especial cuando aún no conoce bien el área.
–Claro que te acompañare, lo are hasta que aprendas el camino además no está muy lejos. –Dijo sonriéndole con ternura a su linda Miko.
Escuchan que tocaban el timbre Ochako se incorpora del sofá y va a la entrada, mira por el rabillo de la puerta viendo a Mina-chan ya Todoroki-kun. Sonríe alegre abriendo la puerta a sus amigos. Antes de poder saludarlos, su preciosa hija se le adelanta saltando y abrazando a los dos adultos.
– ¡Tía Mina, tío Todoroki! –Grito feliz abrazando a sus tíos. Aunque no compartan la misma sangre ellos siempre serán sus tíos.
– ¡Hola Miko-chan, mírate, estas tan grande que rápido creses mí linda niña! Paso tanto tiempo. –Dijo Mina abrazando a su sobrinita con mucho amor.
–Tía, pero si nos vimos ayer. – Dice riendo correspondiendo su abrazo y luego va abraza a Todoroki su tío favorito, aunque Mina también, pero él le gana.
–Me alegro de verte, Miko-chan. –Decía cortes el héroe número dos.
–Pasen, está refrescando afuera. –Dice Ochako sonriendo abriendo más la puerta y dejando entrar a los presentes.
–Ochako-san. –Saluda cortes Todoroki a la hermosa mujer de cabellos largos y castaños.
Ochako le da una sonrisa a Todoroki, el siempre estuvo con ella más tiempo que su amiga Mina, era un gran amigo, aun siendo el héroe número dos muy ocupado se la ingeniaba en visitar a Miko ya ella.
Después que se entero que estaba embarazada se sorprendió mucho pero no lo mostró ya que era un poco inexpresivo, comprendió enseguida del porque había abandonado la UA.
Claro ella estaba de seis meses, él salía de un museo ya que estaba de excursión por las vacaciones de héroe de nuevo. Después de eso habían ido a un parque para hablar, había sido un poco incomodo al principio, él le bombardeo de preguntas, si, quién era el padre si era Midoriya o Lida o uno de los compañeros, como no olvidar cuándo se puso serio preguntándole si algún idiota se había aprovechado de ella.
Negó todas esas especulaciones, le sorprendía lo serio que se había puesto. No le contó aún sobre quién era el padre del bebé en esos momentos, después de ese día él la visitaba mucho ayudándola además de sus padres era muy buen amigo.
Claro desdé que tuvieron asolas en la casa tuvo confianza en decirle quién era el padre de su bebé. Él estaba sorprendido y repentinamente la asusto un poco, pero lo tranquilizó ya que parecía que el tenía otras ideas de lo que paso pensando que fue forzada. Le contó cada detalle, avergonzada, pero él la abrazo, ya que ella lloraba silenciosamente, prometiendo no decir nada sobre su secreto. Fue un día incomodo y reconfortante a la vez, después entonces él la acompañó hasta ahora. Y es su jefa de asociación de héroes siendo ella su asistente en la nueva agencia.
Caminaban hacía la sala que tenía unas pocas cajas aún sin desempacar. Pasaron el rato hablando Todoroki y Mina ayudandoon a desempacar algunas de las ultimas cosas, Mina al rato se había despedido de ellos y un gran abrazo de despedida ah Miko.
Ochako se tomo el tiempo de pedir comida de un folleto, pidió pizza y una hamburguesa, ya que era de noche, Todoroki-kun se había quedado con ellas ayudando a amover algunos muebles, comieron cómodamente en la sala.
– ¿Tío Todoroki me acompaña con mamá a la escuela? Seria muy feliz si estuvieras también. –Decía emocionada Miko devorando su hamburguesa favorita de palta, era un gusto extraño que siempre le ha gustado. Sonríe sentada al lado del hombre bicolor.
–Miko, el señor Todoroki estará ocupado. –Dice Ochako sonriéndole a su hermosa hija.
– No hay problemas Ochako-san, pero diez centavos Todoroki o Shouto, señor me hace sentir viejo. –Dice amable sonriendo a la mujer haciendo que ella se sonrojara un poco, tragando un trozó de pizza.
– ¡Gracias! – Agrádese Miko abrazando a Todoroki y luego a su madre. –Ya terminé de comer, me iré a dormir, hay que levantarse temprano, nos vemos mañana. –Dijo sonriente yéndose a su habitación.
Ochako y Todoroki quedaron solos en la sala, el hombre bicolor se levanta mientras extendía generosamente su mano derecha hacía Uraraka que lo tomo gustosamente para levantarse del cómodo sofá.
Ya en la entrada.
–Nos veremos mañana Ochako-san. – Dice bajo estando en frente de ella tomando sus pequeñas y suaves manos con la de él.
–Si, nos veremos todoroki-kun, Eres un gran amigo. –Dijo inocentemente sonriendo sin notar la mueca del héroe al decir esas palabras.
–Hasta mañana. –Dice serio y bajo soltando con delicadeza las manos de Ochako, y volviéndose hacia su auto elegante y claramente costoso.
Ochako estaba en su habitación nueva era amplia y agradable, agarra una de las cajas una pequeña caja con recuerdos de su escuela UA, sonríe con nostalgia abriéndola y viendo algunas viejas fotos y cosas sencillas que ella usaba de joven, hasta que mira la foto bien. . . cuidada de ella y su maestro.
Suspira triste, su hija ya sabe quién era su padre ha visto esta foto cuando la niña tenía diez años. No le gustaba mentirle a su rallito de sol, así que respondió con cuidado las preguntas de su terroncito de azúcar claro omitiendo algunas partes.
¿Cómo estará su sensei? ¿Estará casado con una familia? Guarde la foto en la caja y lo coloque en su armario, se acuesta en su cama cansada, se arropa cómodamente entre las suaves cobijas hasta quedarse dormida.
–Ha cambiado mucho está ciudad. – Decía bajo Ochako, aunque no le sorprendería teniendo en cuenta la fea guerra que causaron la liga de villanos, fue una época estresante cuidando a su bebe en un refugio que Todoroki-kun les proporciona.
-Si. Había visto a tus padres trabajar en las construcciones. – Dijo el bicolor mientras conducía, recordando al señor y señora Uraraka, felizmente trabajando en las construcciones que beneficiosamente los había contratado con una MUY buena e generosa paga.
Ochako asiente viendo nostálgica por la ventanilla mientras Miko escuchaba en silencio intrigada aun ante esa guerra ya la vez nervioso pensando dar una buena impresión en la escuela, nunca ha podido tener amigos por culpa de su quirk. La trataban como villana.
Todoroki observaba a Miko entre el espejo retrovisor, su niña chiquita estaba nerviosa, aprieta un poco el volante, el acoso era una de las cosas que más odiaba, su niña pequeña no merece tal cosa en su vida, no permitiría que le pase algo así otra vez, por eso buscó con Ochako-san una buena escuela donde esta prohibida la discriminación y el acoso, este seguro que en esa escuela nadie la va a juzgar.
Esa escuela es nueva e fundada recientemente por Izuku Midoriya, el héroe número uno y maestro de UA Que ha invertido y desempeñado en un buen lugar así.
No le era de extrañar que Izuku lo hiciera, sabia que él al no tener quirk anteriormente antes de entrar a UA sufriría un acoso desagradable desde pequeño. Uno de los redimidos Bakugou Katsuki estaba involucrado en hacer su vida un desastre.
No va permitir que Miko-chan sufra algo así.
Miko traga saliva mientras veía la gran escuela fundada por el héroe número uno, cuando le dijeron eso no pudo evitar emocionarse. Se arreglo todo como pudo su cabello negro peinado, se baño, se cepillo los dientes y comió una menita para tener un buen aliento. No quisiera que le dijeran aliento de café, se extrémese y se ruboriza un poco recordando su antigua escuela, se burlaban de ella por ser desalineada floja además de tener aliento a café cuando terminaba de tomar un café fuerte en el comedor.
Aunque eso era lo de menos, las cosas se pusieron peor cuando se enteraron de su quirk, se alejaban o le decían villana. El acoso perduró unos ocho años hasta que su madre y tío se enteraron, la sacaron de esa escuela de inmediato e termino estudiando en casa con ayuda de un maestro particular profesional y héroe que contrato su tío Todoroki.
–Todo saldrá bien Miko. –Dijo Ochako poniendo una reconfortante mano en el hombro a su linda hija tranquilizándola. Ella también estaba nerviosa, tenía miedo de que esta escuela fuera igual que la otra que gracias a Todoroki-kun estaba suspendida y echa escombros. Porque al parecer los maestros también eran despiadados.
Todoroki hizo lo mismo sonriéndole, Miko le devuelve la sonrisa, apoyando sus manos en los dos adultos que estaban en sus hombros sintiéndose segura de nuevo, ya no se siente tan nervioso e temerosa…bueno, tal vez un poco.
–¿Quieres qué te busquemos a la hora de salida? – Pregunto el bicolor.
–No, está bien así, ahora se el camino. – Decía sonriendo a su tío ya su madre mientras tragaba saliva volteando y entrando a la gran puerta de su futura escuela.
