Fic en estilo viñetas dedicado a Ross Namikaze por ser el review número 1000 de Team Seven.
La historia ha sido ideada entre ambas y escrita por mí.
Espero que te guste.
ANBU HOT NIGHTS
1
Dame un motivo…
para no poseerte.
Para no sentirte.
Para no tenerte.
Para no saborear cada centímetro de tu piel.
Cualquiera que los hubiese conocido jamás se habría imaginado que en la mente del tranquilo joven Uchiha se escondían ese tipo de pensamientos y mucho menos que la tímida señorita Hyūga se prestaría para algo así. Si hemos de comenzar a narrar los hechos y circunstancias para que Itachi y Hinata terminaran viéndose cada noche en las instalaciones de ANBU debemos remontarnos al cumpleaños número veintiuno del primer involucrado en estos decadentes actos.
Itachi recordaba que ese día había comenzado como cualquier otro. Se había levantado a la misma hora, se había puesto la misma ropa y había tomado su taza de té con tres cucharitas de azúcar —le gustaba todo dulce—.
Parecía ser un cumpleaños normal, un día más que pasaría y se olvidaría en el calendario.
Había realizado una misión de espionaje en ANBU durante la mañana, trapeado el dojo de entrenamiento en la tarde y en la noche su madre le había preparado su cena favorita. Como postre recibió un pastel de fresas y crema con veintiún velas encendidas que alumbraron la oscuridad de la cocina.
—Esto no era necesario —murmuró avergonzado viendo a su madre acercarse con el pastel.
Escuchó la canción de cumpleaños reprimiendo el abatimiento que sentía al ver a su familia reunida por una trivialidad como esa. Mantuvo su mirada fija en las llamas, sin expresión en su rostro aparte de un ligero rubor en sus mejillas.
Lejos estaba Itachi de saber que ese día cambiaría su vida.
—…que los cumplas feliz —La canción terminó y su familia lo observó expectante.
—Feliz cumpleaños hijo —dijo Fugaku dándole un abrazo por los hombros mientras él observaba las velas—. Pide un deseo.
—¡Y que sea algo bueno! —exclamó Sasuke un tanto fastidiado pero al mismo tiempo emocionado.
—Nada de paz mundial o que se acabe el hambre en el mundo. Sé egoísta por una vez en tu vida y pide algo para ti —añadió su madre levantando el dedo índice con una sonrisa.
Itachi cerró los ojos y pensó un momento si tenía algún sueño que no hubiese cumplido. La mayoría de las cosas que quería dependían de otros de cualquier forma o no lo beneficiaban directamente. Suspiró un momento, pensando fríamente qué era lo que deseaba.
Sabía que lo que más quería era cumplir su misión ninja y asegurarse de esa forma que hubiese paz en el País del Fuego.
¿Paz para qué? —se preguntó a sí mismo— Bueno, para que mis hijos crezcan en un lugar sin guerras.
Y entonces su propia respuesta lo hizo darse cuenta que a pesar de querer tener hijos, ni si quiera tenía esposa. De hecho, ni si quiera tenía novia. La verdad, ni si quiera conocía mujeres que le hubiesen interesado lo suficiente como para formar una familia. Se sintió levemente patético de ver aquellas velas y saber que estaba solo, que no tenía novia y que probablemente su propio enajenamiento con aquellos a su alrededor no cambiarían esa situación.
Pero si algún día conocía a una mujer especial para formar una familia, ¿si quiera lo notaría? Tal vez podía desear un tipo de mujer a su lado, pero algunas personas decían que nadie "elige" de quien enamorarse. Sólo pasaba. Además, estaba todo el tiempo enfocado en sus asuntos, de seguro si una chica se le acercaba ni si quiera se daría cuenta.
Quiero… —pensó mientras en sus iris negras se reflejaban las llamas— notarla. Conocer a la mujer de mi vida, con quien me casaré y formaré una familia. No quiero que pase desapercibida. Ese es mi deseo. Quiero notarla y no olvidarme como usualmente hago con todos por estar demasiado enfocado en ANBU.
Sopló las velas y sonrió suavemente. Era un deseo bastante tonto, pero para él quien no conocía ese tipo de amor le pareció de lo más apropiado. Todo hombre debe amar al menos a una mujer en su vida. Tal vez amaba Konoha, a su familia, a su hermano menor… pero el amor pasional que sólo se le puede dedicar a una mujer era un sentimiento desconocido para él.
Justo entonces apareció Shisui Uchiha a comer pastel, sentándose a la mesa como si fuese un miembro más de la familia (y en cierta forma lo era). Todos comieron y charlaron y por más que intentaron sacarle a Itachi su deseo, éste no vaciló en la determinación de mantenerlo en secreto.
Cuando la noche comenzó a cerrarse y sus padres se retiraron a dormir, Shisui lo invitó a tomar algo aprovechando que ahora tenía la edad oficial para poder entrar a una taberna. Debió saber entonces que las cosas no irían del todo bien, pues su primo no era la persona más confiable del mundo cuando bebía, no obstante, no pensó que una inocente salida de ese tipo tendría consecuencias tan nefastas.
Consecuencias que cambiarían para siempre su vida.
Al menos… obtuvo su deseo de cumpleaños.
NOTA
Este fic será una serie de viñetas cortas. No creo que pase los diez capítulos y de ser así… lo avisaré.
Regalo para Ross por ser tan linda ^^
Y uhm… es para mayores de edad, así que cuidado eh! Tendrá mucho cítrico, comenzando por la quinta viñeta supongo.
Intentaré subir una viñeta por dia. Saludos y se me cuidan.
