Capitulo 72 – Los mejores amigos del hombre

-¿Y cómo es que pudieron llegar a un acuerdo considerando que tus DOS alfas son los más posesivos que he conocido hasta ahora?-. Era curioso como mi vida había cambiado cuando todo esto comenzó, ni por la mente me paso que algún día estaría sentado en una mesa junto a otras personas, bebiendo un café mientras conversábamos

-Bueno… Llegamos a una especie de acuerdo, podría estar con uno de ellos o con los 2 al mismo tiempo, pero solo si yo así lo deseaba-

-Wow, 2 alfas que no se comportan como un par de primitivos salvajes. Amen por eso, hermano- dijo Natasha con una sonrisa burlona al mismo tiempo que alzaba la taza

-No quiero ni imaginar que sucedería si quedaras preñado-

-No lo invoques, Anthony, esos 2 son capaces de pelear por quien fue el espermatozoide ganador-

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-¡Te dije que no mencionaras eso ni de broma! ¡Maldita sea, Anthony, tengo 2 meses!-. James entro a la habitación bastante furioso mientras agitaba un papel en mano

-Mapache, no me culpes a mí, tus hombres de chocolate fueron los que procrearon a ese bebe-

-Bebes, querrás decir, resulta que estoy esperando gemelos-

-Enhorabuena, hermano, un bebe de cada padre. James, cuanta suerte tienes, consigues que tus 2 alfas tengan una relación contigo sin que se maten, y ahora tendrás un bebe de cada uno… Oh vamos, mírale el lado bueno, nadie peleara por la rapidez de su espermatozoide, y tendrás 2 bebes, no tendrás que preocuparte por darle un hermanito en tan poco tiempo-

-En eso le doy la razón, nosotros 2 tuvimos un solo bebe. Quiero disfrutar de Gideon antes de considerar la idea de tener otro bebe-

-Supongo que tienen razón… ¿Alguna idea de cómo darles la noticia?-

Vaya giro de la vida, hace menos de 5 años desperté de una cama de hospital con el propósito de salvar la vida de quien se convertiría en el amor de mi vida y padre de mi hijo. Gracias a lo que inicie, conocí personas con diferentes pasados; lo que había empezado como una simple bodega en la que se fabricaban aparatos para los futuros juegos ahora parecía un hotel (Proximalmente guardería). Creo que ya nada podría sorprenderme… Y vaya que me equivoque

-Ya volvimos-

-¿Cómo les fue en la veterinaria?-

-Bueno, la doctora nos dio una noticia increíble, y Fenrir nos dio otra-

-No entiendo-. De pronto, Fen entro a la casa, pero no estaba solo; detrás suyo lo siguió un rottweiler que no paraba de mover la cola -¿Y esto?-

-Se llama Max, Fenrir lo conoció en la veterinaria, y desde que se vieron no se han querido separar. Espero que no te moleste tener otra bola de pelos en casa-

-Claro que no me molesta, un amigo para Fenrir caería de maravilla… Pero primero un baño-. No pude evitar hacer una mueca cuando, al acariciarlo, note un olor fétido emanando de su pelaje. Como si pudiera entenderme perfectamente, salió corriendo, perseguido por Fenrir –Creo que la idea no le agrado mucho-

*POV's ¿?*

-¡Max, vuelve aquí!-. Busque por todos lados, tanto en el primer como en el segundo piso, bajo todos los muebles; mi única opción era un pequeño espacio bajo el lavadero, y si, ahí estaba –Max, sal de ahí-

-Pero no quiero bañarme-

-Si quieres quedarte a vivir con nosotros, debes obedecer las reglas de la casa, y la primera es que debes estar limpio. Anda, vamos, verás que no es tan malo-. Logre convencerlo, salió del hueco y ambos nos dirigimos hacia los humanos

-Buen chico, Fen- dijo mientras acariciaba mi cabeza, aquel gesto siempre me hacia mover la cola –Thor, llévalo al baño de arriba-

-¿Podrías venir conmigo? Debo contarte algo que la doctora me dijo sobre Fenrir?-

¿Qué había hecho ahora? Lo único que sucedió es que ahora mi estomago ya no tiene pelo y la piel sigue pegajosa por ese extraño liquido. Los vi subir por las escaleras, decidí seguirlos, entraron al baño y uno de ellos abrió la llave para que se llenara de agua. El otro me quito el collar, era la señal de que yo también recibiría un baño; no puse resistencia y me metí a la bañera, al lado de Max

*Fin POV's Fenrir*

-¿Qué Fenrir es capaz de concebir?- pregunte completamente atónito, lo mire a los ojos, en búsqueda de una chispa de mentira

-Al parecer, Fenrir es de los pocos perros que aún quedan y tienen esa capacidad. Ella me conto que la cantidad llego a sobrepasar los 300, pero las personas fueron eliminándolos poco a poco al verlos como unos fenómenos. Hoy se cree que vivan menos de 20-

-No puede ser… Entonces si Fen y Max…-

-Es lo más probable, la doctora le hizo una ecografía para confirmar que el ya está preparado para tener pequeñas bolas de pelo-

-Supongo que será divertido que no solo los humanos de esta casa puedan tener su descendencia, solo espero que no sea pronto, aun falta que lleguen los gemelos de James-

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-Así que un perro macho capaz de concebir cachorros… Por un momento creí que habían desaparecido hace tiempo, esta noticia le encantara al jefe-. Gracias a la luz que salía de su ordenador, se pudo apreciar la figura de un hombre vestido con una bata, a su lado, una carpeta cuya primera hoja era la fotografía de Fenrir

-¿Quiere que vayamos por él, jefe?-

-No, sería mejor esperar a que este de encargo. Le arrebataremos al perro y los cachorros apenas nazcan, será más sencillo hacerlo de noche-

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Meses pasaron, los días transcurrían volando, el vientre de James crecía mucho mas de cómo nos paso a Anthony y a mí; pero era normal considerando que el esperaba gemelos. Si bien Fenrir convivía con nosotros, la presencia de Max robo su atención casi por completo; lo inevitable sucedió, y los perros se convirtieron en algo más que compañeros. Creí que eso no traería cambios tan notorios… Nuevamente me equivoque

-Fenrir ha estado raro estos días, ¿No crees?- pregunto Anthony al ver como el permanecía inmóvil en su cama, ni siquiera reaccionaba a los intentos de Gideon y Peter para hacerlo jugar

-Sí, no sé que le ocurre, no quiso comer las costillas que tanto le gustan-

-Sera mejor llevarlo a la veterinaria, descartemos cualquier sospecha cuanto antes. Ven, Fenrir, daremos un paseo-. Por desgracia, ya no se creía esa mentira, así que tuvo que cargarlo. Inmediatamente, Max los siguió hasta subir al coche, recostándose a su lado. No habría forma de hacerlo cambiar de opinión, así que subí en el copiloto mientras Thor encendía el coche y emprendía el viaje hacia a veterinaria

De vez en cuando miraba el retrovisor, Max lamia su mejilla constantemente y Fenrir se acurrucaba en el. En pocos minutos llegamos a nuestro destino, bajaron sin ningún problema y entramos al lugar –Sr. Odinson, ¿Sucedió algo?-

-Es Fenrir, ha estado estos días sin ningún ánimo, y ha disminuido su apetito-

-Quisiera preguntarles si Fenrir y Max…-

-Si… Hace poco sucedió un par de veces, ¿Acaso usted cree que podría ser…?-

-La probabilidad es alta, necesitare hacerle unos análisis para confirmarlo. Max, tu espera aquí-. Entro a una habitación, Max se quedo en la puesta esperando a que saliera; los minutos se convirtieron en horas, trate de distraerme leyendo una de las revistas que había en la sala. Pasado poco más de hora y media, Fenrir salió de la habitación, seguido de la doctora –Está comprobado, Fenrir esta preñado-

-Y supongo que deberá tener otros cuidados-

-Así es, tendrán que cambiar su alimento por uno para cachorro, darle mucha agua, es bueno sacarlo a caminar pero es necesario evitar juegos bruscos, y deberán traerlo cada semana para revisar el progreso de su embarazo. Les daré una receta para administrarle vitaminas y acido fólico-

-Le agradecemos su ayuda, cuidaremos bien de este muchacho. Vámonos, chicos-