Capítulo 5 ~ Invasor Sayajin ~
Cuando Nanaya volvió a abrir los ojos esta rápidamente se vio obligada a cerrarlos de inmediato, cubriéndose con su antebrazo al sentir el calor de la estrella golpeando su rostro.
"¿Mgh...?" Masculló por un segundo antes de recobrar la visión y ser capaz de admirar el panorama que se pintaba a su alrededor. Recibiendo la suave brisa que toca con sutileza su cuerpo por medio de su fresco y delicioso aire puro y limpio.
Movió levemente sus extremidades, probando cada articulación con un fuerte chasquido de huesos tronando de manera individual, mientras sus sentidos agudizados eran bombardeados y adaptados a un aluvión de imágenes, sonidos y olores. Miró los exuberantes campos verdes agitados por la misma brisa junto a un cielo azul brillante y lleno de nubes.
"Hmm..." Murmuró Nanaya luego de un rato, pues viajar en el tiempo dejaba una sensación ultra extraña y misteriosa tanto en el cuerpo como en el espíritu.
"{Esto debería funcionar, Nanaya, ¿nos escuchas?}" Llegó a ella la voz de Trunks desde su derecha, rápidamente reconociendo que venía de su protector que cubría ligeramente sus oídos.
"Sí, seguro". Confirmo la chica mientras estiraba un poco más sus piernas.
"{¡Bien! El pergamino debería haberte llevado al momento exacto donde la anomalía empieza a emerger-...!}"
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*¡Explosión!*
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Bien lo dijo, una contundente explosión pudo sentirse a una distancia moderada de donde Nanaya se encontraba, esclareciendo aún más su ubicación con la de sus objetivos.
"Bien... terminemos esto..." Con esto dicho, la mujer ascendió su propia aura etérea antes de despegar con ferocidad y dirigirse a los tres poderes más sobresalientes.
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Las cosas no iban bien para la reencarnación del antiguo rey demonio, Piccolo, pues el rival que tenía enfrente no era parecido a nada con lo que hubiera peleado en toda su vida. Y eso que él como individuo no a tenido una larga vida. Más específicamente para los recuerdos implantados por su padre.
Piccolo apretó los dientes y cerró el puño que le quedaba mientras miraba con el ceño fruncido a Raditz. ¡El bufón de pelo largo pagaría por esta indignidad!
"Goku..." Comenzó a decir telepáticamente antes de ser interrumpido por los gritos de dolor del Sayayin al ser aplastado por el pie de su supuesto hermano.
El cual iba pisoteando su pecho una y otra vez con una furia desmedida junto a una evidente satisfacción incalculable.
"¡Ahhhh!"
"¡Idiota!" Rugió mientras se reía de él."¡Estúpido, cobarde y maldito pedante!"
Goku continuó gritando mientras se retorcía bajo el peso de Raditz, que sin dar indicios de querer parar, siguió golpeando su pecho con el pie.
"¡Vamos, Kakarotto!" Le gritó. "¡Quiero oírte suplicar! ¡Suplica por tu vida! ¡Suplica por tu hijo! ¡Suplica por este miserable planeta! ¡¿Por qué no escuchas?! ¡¿POR QUÉ?! ¡¿POR QUÉ?!" A pesar de que su rostro estaba retorcido por la furia y sonreía malévolamente, en su mirada se veía un pequeño signo de desesperación contenida. "¡Ruega, maldito! ¡Ruega!" Goku gritó, se retorció y tosió sangre, pero nunca suplicó. "(Jeje)" Pensó Raditz con un mínimo de orgullo. "(Duro como nuestro padre, al menos morirá como todo Sayayin que se respeta.)"
Entonces algo sucedió. Goku y Piccolo sintieron un enorme poder que crecía y crecía, lleno de furia, mientras el rastreador de Raditz sonaba a medida que un número aumentaba cada vez más. Todos se giraron y miraron... el cráter en el que se encontraba la nave del invasor.
"¡Deja a mi papá en paz!" Gritó una voz chillona pero firme, revelándose como el infante Sayayin más iracundo que Raditz hubiera visto jamás. Tan furioso que destrozo su método de transporte como si de papel se tratase antes de abalanzarse sobre él como un misil imparable...
Y aunque fuera por un segundo, Raditz tembló... el se asustó... estaba debilitado, estaba distraído... estaba anonadado... no tenía oportunidad de evitar tal ataque...
Pero en una milésima de segundo, estuvo todo en calma, como si una nueva energía destructora y voraz lo hubiera invadido...
Ahora, estaba feliz... alegre... e impulsado por un poder que no conocía en si mismo, saltó como un flash fuera de la dirección del golpe, permitiendo al mocoso derrapar y caer lejos de él sin causar el daño esperado...
"Jejeje..." Poco a poco, un poder oscuro comenzó a impregnar y cubrir el cuerpo ahora mancillado del invasor, provocando un aura y olor de muerte y putrefacción tal que Goku y Piccolo no pudieron evitar hacer una mueca momentánea. "¿De dónde sacaste ese poder, pequeño imbécil?" Preguntó Raditz mientras se alzaba sobre Gohan, su rastreador ya le decía que su poder había disminuido. "¿A dónde se fue?"
"¡Gohan!" Gritó Goku en pánico. ¡Esto no estaba sucediendo! ¡Esto no podía estar sucediendo!
"¡Muere mocoso!" Bramó Raditz malévolo, preparando en la palma de su mano, un poderoso orbe de energía púrpura relampagueante, más que listo para terminar el trabajo.
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*¡Choque!*
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No obstante, y en el último segundo antes de que la muñeca del Sayayin se torciera, otro cuerpo impregnado por un aura exótica llegó a su posición como un misil, impactando una poderosa patada en su rostro, alejándolo del niño.
Con el Sayayin que derrapó por el terreno como una roca espacial antes de detenerse a varios metros de su atacante y del mocoso inconsciente.
"¡¿Q-qué?!" Exclamó Raditz con incredulidad ante esta nueva presencia." ¡¿Cómo hiciste... una terrícola?!"
Nanaya no respondió a esto, limitándose a estirar su cuello antes de adoptar su pose de batalla enseñada por su maestro. Esta vez sin encender su poder, pues este Sayayin no era nada para ella.
Tanto Raditz como Goku y Piccolo miraban a la nueva figura con ojos anonadados y agudos, más por parte del invasor que por el resto.
"... Goku, ¿alguien conocido?..." Cuestionó el Namekiano algo exhausto por el día tan largo que había tenido. Aunque el mero hecho de no sentir la presencia de esta nueva combatiente le dejaba una sensación extraña en el pecho, era algo casi perturbador... como si no estuviera parada ahí mismo.
"No..." Murmuró Goku igual de confundido, pero el mero hecho de ver a la mujer cubriendo a su hijo de una muerte segura fue más que suficiente para él. "Pero... jejeje... merece seguro un poco de confianza..." Finalizó el Sayayin al recomponerse y adoptar junto al Namekiano una pose de lucha propia.
Entonces Raditz cerró los ojos y respiró profundamente, obligando a su corazón a recomponerse, pero sobre todo. Permitiendo a esa energía pútrida volver a dominar lo más profundo de su ser, liberando su furia primitiva en el proceso.
Y en un abrir y cerrar de ojos, el Sayayin libero de ambas palmas de sus manos su clásica fuente de energía púrpura, disparando en contra del dúo y la mujer respectivamente. Con Piccolo y Goku que tuvieron que evitar el ataque, más la contraria simplemente de un manotazo lo mandó a volar, sin permitir que cumpliera su propósito.
Raditz gruñó en respuesta, más no pudo tomar represalias cuando tuvo al dúo una vez más sobre él. Incluso si quitarse la ropa con peso había aumentado sus niveles de poder, lo cual era realmente extraño por cierto, todavía no llegaban a su propio poder.
"No estorben basura..."
Le dio un golpe contundente en el estómago al Namekiano y colocó su palma debajo de la barbilla de Kakarotto para enviarlo a toda velocidad hacia el cielo. El Namekiano se recuperó e intentó atacar a Raditz por detrás, pero Raditz ya estaba detrás de él en el tiempo que le tomó al Namekiano preparar su ataque y lo golpeó con una patada giratoria que envió al Namekiano a volar, chocando con Kakarotto cuando cayó del cielo. Raditz no pudo evitar reírse de eso.
Pero rápido cambio de objetivo, impulsándose como un misil en contra de una Nanaya que lo esperaba con completa serenidad. Bloqueando sin esfuerzo el puñetazo que pulverizó el terreno bajo sus pies, antes de evadir otro derechazo y contraatacar con una patada contundente que mandó a volar al invasor Sayayin, permitiéndole escuchar la voz de Trunks en su oído derecho una vez más.
"{Nanaya, estate atenta, este Raditz está cubierto por la misma energía desagradable, así que será más fuerte y cruel que en la línea temporal normal}"
"Me doy cuenta..." Murmuró la mujer sin perder su imagen de serenidad. "Pero no tienes de que preocuparte Trunks, ya deberías saber que yo era una insignia entre los soldados de élite de mi época... este tipo es de clase baja, simplemente está siendo potenciado por esa energía asquerosa".
"{Ignoremos la preocupación desmedida de Trunks}" Hablo esta vez la Kaioshin por el comunicador. "{Lo importante ahora es que precisamente no mates a Raditz, la Cronosfera tiene que hacer su trabajo, pero no debemos complicarlo, limítate a mantener al bruto ocupado y debilítalo al punto que esos dos puedan rematarlo}"
El dúo rápidamente se levantó y atacó de nuevo, esta vez desde lados opuestos para intentar atraparlo en una pinza. En realidad, existía la posibilidad de que hicieran algo, si no acabaran siendo tan ridículamente lentos. Raditz los aplastó bajo las mandíbulas con ganchos y se concentró en la insolente terrícola que había osado tocarlo.
"¡Muere!" Trató de impactar un golpe desde enfrente, más la misma terrícola en contra de toda lógica a su ver (pues la había analizado con su Scouter y la misma no demostraba aptitudes en absoluto.) desvío el golpe y lo recibió con un puño sólido en el plexo solar, martillando con golpes feroces antes de lanzarle un rodillazo que lo envió unos buenos pies del suelo.
Fue entonces que Raditz se dio cuenta... su Scouter realmente estaba descompuesto...
"Haaaa meeee..." Irónicamente, el rastreador de Raditz sonó una vez más, y los números subieron y subieron. ¡Su nivel de poder estaba aumentando! Su rastreador sonó de nuevo y miró por encima del hombro para ver al Namekiano con dos dedos extendidos, las venas latiendo por todo su cuerpo cubierto de sudor. Estaba haciendo... esa cosa una vez más, ¡pero su nivel de poder también estaba aumentando! ¡Era más de mil! ¡Esto no tenía ningún sentido! "¡Aaaaaa!" Raditz se dio la vuelta para ver una explosión azul-blanca corriendo hacia él y saltó lejos de ella con una sonrisa antes de que de repente comenzara a seguirlo. Raditz echó a correr para intentar escapar del ataque de su hermano, pero estaba justo detrás de él.
"¡Está bien!" Gruñó mientras se giraba para encarar la explosión. "¡Ya es suficiente!" Estiró una mano y la agarró por la muñeca con la otra, plantando los pies para sujetarse mientras recibía el impacto. Cuando el humo se disipó, estaba jadeando y le ardía dolorosamente la mano, pero por lo demás estaba ileso. "Jeje... esto no es nada...!"
Lástima que Nanaya no tolera más la espera, así que probó un toque más directo. Apareciendo justo enfrente del Sayayin para impactar un puño sólido en el centro de su abdomen dolorosamente. Provocando que su enemigo cayera como un costal de papas sobre el terreno, salivando y tratando de controlar su respiración.
Y como Nanaya esperaba, la energía pútrida se comenzó a disipar de su cuerpo, cosa que el otro Sayayin notó. Entonces, Goku supo exactamente lo que tenía que hacer, y con la fuerza que le quedaba en el cuerpo, se puso de pie y agarró a Raditz con una doble Nelson, sujetándolo en un agarre mortal.
"¡¿Q-qué?!" Exclamó Raditz con incredulidad "¿Cómo hiciste...?"
"¡Piccolo!" Gritó Goku. "¡Ahora! ¡Hazlo!" Piccolo ya había cargado su poder mientras los ojos de Raditz se abrían de par en par con horror y luchaba febrilmente.
"K-Kakarotto." Balbuceó asustado. "¡Debes estar bromeando! ¡Piénsalo bien, maldita sea! ¡No hay forma de que sobrevivas a esto! ¡Si me golpean, ambos moriremos!" El agarre de Goku solo se hizo más fuerte mientras el cerraba la mandíbula. "¡Kakarotto! ¡E-esto es una locura! ¡Kakarotto! ¡Kakarotto!"
"¡Makankousappou!" Rugió Piccolo de nuevo. El rayo voló con precisión esta vez y atravesó el corazón de Raditz... y el de Goku.
Nanaya miro todo esto con ojos de póker y una gota de sudor cayendo por su frente.
"No cometí un error... ¿verdad?"
Continuará...
