Capitulo 85 – Volver a ser feliz
Sus labios eran suaves, como los pétalos de una rosa; solo permanecieron unidos al principio, hasta que Pietro entreabrió sus labios, permitiendo que nuestras lenguas se encontraran. Fue una especie de batallas para dominar el beso, ¿El encargado de separarnos? El oxigeno. Sus labios ahora estaban rojos gracias a los intercambios de mordisqueos y las mejillas levemente sonrojadas –C-Clint, yo…-
-Shh… No lo pensemos- susurre antes de besarlo nuevamente, fui correspondido al mismo tiempo que rodeaba mi cuello con sus brazos. Lo cargue en mis brazos, dirigiéndome hacia su cama; ahí lo deposite con suavidad, bajando mis labios por ese delgado y exquisito cuello. Recibí a cambio un sinfín de suspiros, pude apreciar como aferraba sus manos a las sabanas. Entre besos, nos despojamos de nuestras ropas, solo basto una mirada para saber que ambos lo deseábamos
No quería lastimarlo, así que opte por dejarlo sobre mi regazo. Lentamente comenzó a auto penetrarse, no pude evitar soltar un jadeo al sentir su estrechez. Pasaron pocos segundos cuando movió un poco sus caderas, clara señal para que hiciera el resto; sujetándolo por la cintura, inicie con leves embestidas, las cuales tomaron velocidad y fuerza con el pasar de los minutos. Finalmente, el se corrió entre nuestros vientres, y yo dentro de su cuerpo
Ambos entramos agotadas, tanto por lo ocurrido en ese día como por la… Actividad reciente. Se recostó sobre mi pecho quedándose profundamente dormido; lo mire por algunos minutos, tal vez comprobando que no se trataba de un sueño, sino que era una realidad. Yo también me quede dormido. Los primeros rayos del Sol entraron por la ventana, al no sentir el peso extra en mi pecho, desperté; Pietro estaba sentado en el borde de la cama, vistiendo una bata –Pietro-
-Clint, solo… Olvidemos esto, i-imaginemos que nada de esto paso-
-Aunque volvieron a nacer, jamás podría olvidarlo-
-Esto es un error, Clint, t-tu estas casado-
-Mi error fue haberme casado con ella pensando que sería lo mejor para Joseph, pero solo he convertido mi vida y la de mis hijos en un infierno. Y ahora que se ambos sentimos lo mismo, no cometeré el error de dejarte ir-
Vi como su rostro se ruborizaba, agachando su cara –P-Pero Joseph…-
-A Joseph jamás le faltara nada… Al igual que tu bebe-
-¿Q-Que dices?-
-Se que todo esto ha sido muy rápido, y tal vez sea mucho lo que te pediré pero… Ya no tengo ninguna duda. Quiero tener una verdadera familia, contigo, con los niños, con tu bebe… Y con Joseph-
-Clint…-
-Lo sé, lo sé, estoy yendo muy rápido y sé que no tienes ninguna obligación para cuidar a Joseph y…-
Pero detuvo mis palabras sujetando mi rostro con sus manos, la sonrisa en su rostro era tan… Amorosa. Pude sentir como cada parte de mi piel se erizaba con solo esa sonrisa –Si quiero, Clint… Si quiero estar contigo- susurro, antes de besar mis labios; al corresponderle, y como si mi cuerpo tuviera vida propia, mis manos se aventuraron dentro de su bata
Un suspiro broto de sus labios, el gemido quedo amortiguado entre el beso. Pronto nos dejamos caer en la cama, dando inicio a… Otra sesión romántica
Fin POV's Clint*
Todo el fin de semana, aquel par no dejaron de darse muestras de cariño, ahora Tony y Steve sabrían lo que se sentía. Pero el día que Isabella regreso a la casa, solamente tome a Joseph y disfrute del espectáculo
-Quiero el divorcio, Isabella-
-¿De qué diablos estás hablando, Clint?-
-Las cosas no funcionaron desde el principio, n-no soy feliz a tu lado-
-C-Clint, estas cometiendo un grave error-
-El error fue casarnos por un embarazo, pude darle todo a Joseph sin la necesidad de casarnos-
-Hay otra persona, ¿No es así? Pues escúchame bien, Clint, jamás… ¡Jamás voy a darte el divorcio! ¡Y tampoco te dejare acercarte a Joseph!-. Tomando su bolso, y también al bebe, aquella mujer salió de la casa
-Clint, yo… Lo lamento-
-No te preocupes, cielo, sabía que esto podría pasar. Pero no pienso darme por vencido, ni con Joseph, ni con nosotros-
Por supuesto que Isabella no podría mantener alejado a su hijo de Clint, así que solía traerlo a la casa mientras el divorcio se llevaba a cabo. Meses así pasaron entre papeleos y visitas de abogados, pero nadie esperaba lo que ocurriría…
POV's Pietro*
El timbre no dejaba de sonar, mis nervios ya estaban hasta la coronilla, pues sabía perfectamente de quien se trataba. Abrí la puerta, al verla, pude sentir como algo se removía dentro de mi –Lo sé, bebe, yo también siento nauseas- comente mientras sobaba mi vientre
-Eres tan gracioso, no sabía que las zorras podían hacerlo-
-Solo las que tenemos clase, a diferencia de ti, Joseph está arriba, es una lástima que deba volver contigo-
Pude ver como apretaba sus manos en un puño, poco o nada me importo aquello. En silencio, comenzamos a subir las escaleras, pero me detuve cuando nos encontrábamos a la mitad del ascenso –Es una pena, Pietro… Que tu no conocerás a tu bebe-
Lo siguiente pasó tan rápido que apenas si lo recuerdo. Sentí un empujón por la espalda, lo suficientemente fuerte para que mis pies dejaran de tocar los escalones. Estire mi mano, tratando de tomar el pasamanos, pero ya era demasiado tarde. Mis rodillas golpearon el escalón que estaba abajo, eso provoco que comenzara a rodar, tal y como suceden en las telenovelas. Al llegar al inicio de las escaleras, y a pesar de que todo mi cuerpo dolía, trate de mantenerme despierto. Pero a los pocos segundos, caí en la oscuridad
Fin POV's Pietro*
Mientras terminaba de dibujar el plano de un nuevo aparato, cuando escuche un fuerte golpe. Me dirigí a la sala, pensando que tal vez los niños habían roto algún jarrón; pero al llegar, encontré a Pietro en el suelo, inconsciente. Mire hacia las escaleras, ahí estaba Isabella. Aunque trato de disimularlo, estaba sonriendo ante la escena -¿Q-Que fue lo que hiciste?-
-Yo no hice nada, solo vine por mi hijo-. Se dio la vuelta, dispuesta a ir hacia la habitación de Joseph, pero rápidamente corrí hasta ella, sujetándola por la muñeca
-¡Tú no te llevaras a nadie! ¡Lárgate!-
-¡No me voy a ir!-
-¡Steve!- grite, sin soltarlo. No tardo mucho en llegar, y al ver la situación, la cargo en su hombro como si de un costal se tratase. Camino hasta la calle, ante la atenta mirada de todos, la dejo sobre unas bolsas de basura –Debemos llevarlo al hospital-
