Me estoy poniendo un mayor reto cada vez con estos fics. Vamoooos, es el cuarto que llevo en menos de un mes.
Notas del autor: Participante para el reto "Dónde nuestro deseo se unió" del servidor de Discord "Asistentes de Profesor Oak".
Disclaimer: Pokémon Special y sus personajes no me pertenecen, son propiedad de Nintendo/Game Freak, Kusaka y Yamamoto.
Pareja: Viridianshipping (Yellow x Silver)
Advertencia: Aquí experimente poco con el modo de escritura, además de escribir con tiempo limitado para el final. Perdón si hay inconsistencias con la narración. Posible OoC. TENSION SEXUAL (?)
Anhelo
—Deja de pensar en ella.
El ver a una persona hablando sola de por sí ya es raro, ahora imagina verlo gritarse solo. Así de extraño resulta ser esta escena.
Silver estaba enojado, se sentía frustrado e irritado consigo mismo. ¿Por qué razón? Por no tener un control sobre el rumbo de sus pensamientos y la forma en la que están divagando, llegando a temas que no quisiera profundizar.
Usualmente el intercambiador se considera como alguien que logra tener bajo control sus emociones, evitando actuar a base de estas. Esta habilidad le ha permitido analizar los problemas sin caer presa del pánico para así encontrar las mejores soluciones.
Salvo contadas excepciones, claro está. Finalmente es un humano normal que siente, y las situaciones extremas sobrepasan todo su control. Aun así, el que pueda manejarlas resulta ser una habilidad que le enorgullece, aunque los demás le han dicho en repetidas ocasiones que en es algo malo y debería deshacerse de la costumbre.
Entonces porque, ¿Por qué ahora no lo está logrando? ¿Dónde había quedado la habilidad que tanto le ha ayudado? ¿Qué le está pasando?
Toda la culpa es de aquel cabrón, ese estúpido ejecutivo del Equipo Rocket con la molesta habilidad de imitar la apariencia y voz de las personas. ¿Como se llamaba? ¿Petrel? La verdad no lo recuerda ni le importa, pero lo maldice con toda su alma en estos momentos, sin importar donde o que este haciendo el hijo de la chingada.
En algún momento durante todo el caos que fue encararse con Arceus y lidiar con el Equipo Rocket al mismo tiempo, alcanzo a ver algo que no ha logrado dejarle tranquilo desde entonces. Algo de lo cual siente vergüenza al ver lo mucho que logró alterarlo.
Vio a Yellow usando el uniforme femenino del Equipo Rocket, que consta de un top ceñido al cuerpo y una falda corta. Sabe perfectamente que era el imbécil de Petrel disfrazado con la intención de distraerlos de la batalla... Y odia que haya funcionado.
Él respeta mucho a Yellow, ella ha sido quien más le ha ayudado con el tema de su pasado, aceptándolo incluso antes que él mismo. La admira, siente una profunda admiración en cómo se mantiene fiel a sus ideales y es capaz de llegar hasta donde sea necesario con tal de proteger a sus seres queridos; ella no era alguien débil como la gente suponía, y ese era el error que cometían los enemigos.
Considera a Yellow como alguien importante en su vida, alguien con quien disfruta pasar su tiempo libre, alguien que vale la pena el esfuerzo para estar a su lado, alguien que le trae paz y tranquilidad a su magullada alma. Admite que busca constantemente su compañía.
Le tiene aprecio a la entrenadora, por eso mismo odia toda esta situación, odia el momento que alcanzo a ver esa escena, pero lo que más odia es lo que esa imagen le hizo a la química de su cerebro. No resultaba ser en algo con lo que no estuviera familiarizado, se ha enfrentado y derrotado a muchas reclutas del Equipo Rocket que portan ese uniforme. Pero ver a Yellow así, lo dejo idiota.
Y sabe perfectamente que no era Yellow en realidad... Pero, era su rostro, su cuerpo...
—¡No! — Golpeó la mesa en un movimiento impulsado por la ira. La vibración generada por el impacto ocasionó que se movieran las Pokebolas que había encima de esta, provocando que una rodará lo suficiente hasta caer al suelo y se activará el botón de apertura, Weavile fue quien salió.
El Pokémon de hielo se le quedó viendo a su entrenador, tratando de expresarse a través de la mirada. Estar dentro de la Pokébola no los aísla de lo que ocurra en el exterior, por lo que presenció el duelo consigo mismo que tuvo el pelirrojo. Lo peor es que no es la primera vez que esto ocurre, por lo que la preocupación ha empezado a invadirlo.
Silver sintió un ligero calor en las mejillas, adora a sus Pokémon, pero debía admitir que había olvidado que no estaba completamente solo, y el imaginar que estaban viéndolo cuando él tenía un debate interno respecto a ese tema... Resultaba un poco incomodo, a decir verdad.
—No te preocupes amigo. — le habló a su Pokémon, entendiendo bien lo que cruzaba por su mente solo con ver sus ojos rojos. Lleva prácticamente toda su vida al lado de él, lo conoce bastante bien.
Para su desgracia, Weaville igual lo conoce a la perfección, así que sabe que su entrenador no está siendo del todo honesto.
—Es verdad, solo… — No estaba seguro como continuar la frase sin exponerse más de lo que ya ha hecho. —Tengo pensamientos intrusivos respecto a un tema que no me gustaría tocar.
Los Pokémon son criaturas sumamente inteligentes e intuitivas, Weaville percibió que no debía presionar más a su entrenador, al menos no de momento. Necesitaba darle su espacio, por lo que tomó las Pokébolas dónde yacían sus compañeros y salió de la habitación, dándole a Silver la privacidad que quería.
—Gracias. — Hablo el chico antes de que su Pokémon cerrará la puerta.
Ahora que estaba solo, empezó a dudar si realmente era una buena idea. Su mente no dejaba de imaginarse a Yellow usando una falda, dejando al descubierto sus piernas. Sentía que estaba cruzando límites peligrosos, pero…
Quizás hoy sería el día en que se permitiría perderse en su imaginación. Quizás eso sea lo que necesite para recuperar el control y volver a la normalidad… Quizás, no era algo tan malo como creía. Se permitiría ser egoísta por una vez.
Se recostó sobre su cama, quitándose los guantes que siempre usaba y cerro sus ojos plateados. Una vez estando cómodo, empezó a imaginarse a la rubia usando diferentes atuendos.
La chica se sentía severamente conflictuada consigo misma, ¿Cómo puede ser que lo único que piense sea en él? Su mente no le estaba jugando una mala broma y constantemente vuelve a pensar en el chico.
Yellow estaba en la cocina, preparando la cena para esa noche que compartirían su tío y ella. Las tareas de la casa eran algo cotidiano que realizaba y nunca le había molestado hacerlas, pero hoy se dedicó a ellas con mayor entusiasmo que de costumbre.
Quería distraerse, quería hacer cualquier cosa que la ayudará a dejará de pensar en aquel chico. Pero por Arceus, sus intentos estaban resultando ser en vano, ya que su mente no mostró señales de ceder ante sus intentos, aunque estuviera ocupada quitando el sarro de las llaves del baño.
La presencia de Silver siempre le había parecido enigmática. Es inevitable voltear a verlo, por más que el chico siempre haya vestido de negro para evitar llamar la atención; sus ojos ámbar siempre se posan en él.
Podría culpar su cabello rojo de esto, quizás cuando recién lo conoció si, ese color de cabello resulta ser algo extraño de ver. Pero con el pasar de los años, logró percibir como el chico había cambiado, como la adolescencia le generó diversos cambios en su físico. Un aumento en su altura, haciendo que ahora sea bastante más alto que ella, unos hombros que fueron ensanchándose y destacando aun más de su esbelta figura, una mirada que…
Oh cielos, definitivamente podría perderse en sus ojos; su singular color plateados, las punzantes miradas que llega a dedicar cuando la situación lo requiere, o cómo esos ojos también son capaces de expresar el amor que siente por sus Pokémon.
Se siente afortunada de haber podido presenciar ambas miradas. El cómo puede expresar sentimientos tan diferentes con una simple mirada le fascina.
Le atraía Silver desde el momento que lo conoció, ahora que el chico le permitió saber su historia, cada una de estas anécdotas fueron llevándolo a ser quien es hoy en día. Desde entonces, se ha fijado más en el intercambiador.
Durante su última reunión de Pokedex Holders observó con mayor detalle al pelirrojo, notando la forma en que su largo cabello caía sobre sus hombros, como la tela de su camisa se tensaba ligeramente en algunas zonas los movimientos que hacía, la forma en que lucían sus largas piernas cuando esté estiró una con intención de hacer tropezar a Gold -cosa que, por cierto, logró, ocasionando una de las típicas peleas de ambos amigos-
Todos esos detalles son cosas que nunca se había fijado, le encantaba ser capaz de apreciarlos ahora. Se sonrojó al darse cuenta lo invasiva que estaba siendo, avergonzada, regresó su atención a Sapphire, quien contaba una de sus muchas aventuras en el bosque de Hoenn mientras ayudaba con alguna investigación a su padre.
El problema es que ahora no podía dejar de pensar en Silver; siempre le pareció un chico atractivo, pero eso ahora eso resulta serle un problema.
No puede dejar de imaginarse como sería un abrazo de su parte, al ser él más alto, aunque ella se parará sobre las puntas de sus pies él aun tendría que agacharse. Se imagina el cómo sería tener sus brazos rodeándola; a pesar de que él tenga brazos delgados, la sostendrían con una firmeza para acercarla lo más posible. Cómo sería besarlo…
Al darse cuenta del rumbo que tomaron sus pensamientos, soltó un agudo chillido y se le resbaló el cucharón que tenía en la mano, cayendo al suelo y sacándola de su mente.
—Rayos. — murmuró para sí misma, levantando el utensilio de cocina y dejándolo en la tarja junto al resto de platos sucios. Más tarde se encargaría de lavarlos.
Se tocó las mejillas, notando rápidamente la sensación cálida que desprendían. Se había sonrojado por fantasear con Silver, se avergonzaba de sí misma.
Chuchu apareció en la entrada de la cocina, alertada al escuchar el instrumento caer al suelo sumado con las palabras que soltó su entrenadora. Cuando la rubia observó la figura de su Pikachu con la flor en la cabeza, empezó a sentirse mal por haberla preocupado.
—Perdón Chuchu, no te preocupes. — Unos cuantos saltos de parte del ratón eléctrico y ya se encontraba al lado de su entrenadora, lista para que ella pudiera leer sus pensamientos.
"Algo te está molestando, ¿Verdad?"
Soltó un suspiro, quizás podía ocultarlo del resto de personas, pero no de sus Pokémon que la conocen a la perfección. Entonces se permitirá ser honesta con su sentir. —Mi mente empezó a imaginar cosas… Es algo que nunca me había pasado.
El sonido de la olla tiritando le indicó que la sopa estaba lista. Se acercó para apagar la llama de la estufa antes de volver a hablar.
—¿Cómo se supone que lo pueda ver a la cara después de lo que imaginé? — Puede que la pequeña Pikachu no tenga las respuestas, pero al menos podía dejar que Yellow se desahogará. Parece que esto era algo que la chica necesitaba, empezó a hablar sin forma de que algo la detuviera.
Las reuniones de los Pokédex Holders eran ya una tradición, les gustaba estar al pendiente entre sí, por lo que se organizaban para poder reunirse mínimo dos veces al año.
Y como no puede ser de otra forma, Blue es quien organiza dichas reuniones. Todos conocían lo terca que podía ser la castaña cuando se proponía algo, y sabían que era muy difícil frenarla en algo. Por lo que siempre terminaban haciendo lo que ella quería en sus reuniones.
Para esta ocasión, el lugar destinado no se trataba del habitual gimnasio de Green, parece que por fin dejó descansar el lugar de trabajo del Líder de Ciudad Viridian. En su lugar, fueron a la playa de Ciudad Calagua en Hoenn, aprovechando que es la región con mayor cantidad de agua en su territorio.
Un agradecido cambio de aires, uno que muchos necesitaban para salir de la cotidianeidad de sus vidas. El sol, la arena y el mar siempre tenían su atractivo, la playa era sinónimo de diversión.
Excepto para Silver, normalmente tenía una percepción neutral hacia las reuniones que organizaba su hermana, no es que le molestará juntarse con sus compañeros, debía admitir que resultaban divertidas y eso era suficiente.
Pero, está vez como hubiera preferido fingir que se encontraba enfermo -aunque está seguro de que, de haberlo hecho, Blue aparecería en su casa para llevarlo a rastras-.
Desde aquel día, su mente no lo ha dejado tranquilo. Se supone que se dejó llevar porque eso le ayudará a recuperar el control sobre sí mismo. ¡Vaya mentira!
Aquellas imágenes lo perseguían constantemente, invadiendo su mente en los momentos más inesperados posibles; hasta cuando ve el episodio nuevo de Taurina Omega. Ya ni su serie favorita está logrando ayudarle.
Ahora que la protagonista de sus fantasías estaba frente a él, era inevitable ponerse nervioso.
Al ser una reunión en la playa, Blue dio la orden de que todos fueran con sus trajes de baño para poder meterse a nadar al agua. Por supuesto que fue para un bien común y no porque ella quisiera presumir su nuevo traje de baño. Claro que no, ella no es así.
Todos hicieron caso a esta indicación, incluyendo a la rubia.
¿Como se supone que se mantendrá tranquilo? Sus ojos constantemente terminaban observándola, apreciando como decidió ir por una combinación que va acorde con su personalidad. Usaba un traje de una sola pieza de color naranja pálido, encima está portando una playera blanca holgada acompañado de una tela con transparencia que le rodeaba la cintura y caía sobre su cadera hasta llegar a sus piernas. Sabía que Yellow tenía una piel sensible, así que las prendas extras le brindaban una protección ante los violentos rayos del sol.
Debía admitir que se veía mejor que cualquier imagen que haya podido imaginar, se veía demasiado tierna. Frecuentemente se tenía que regañar a si mismo por estarla viendo por demasiado tiempo como para que sea correcto.
Tenía que encontrar una distracción, algo que le ayudará a mantener su cabeza fría. Una pelea debería ser suficiente para alejar sus pensamientos de la rubia.
Con eso en mente, se acercó a Gold; quien estaba recostado tranquilamente sobre la arena, el chico estaba en proceso de conseguir un bronceado perfecto –según sus palabras-. Se sentía mal de provocar la ira del criador cuando este está inusualmente tranquilo; pero Silver necesita iniciar un conflicto con su mejor amigo.
Pateo un poco de arena, haciendo que le cayera sobre la cara. Levantándose mientras se sacudía la molesta arena, el chico gritó. — ¡¿Que carajo te pasa Silver?!
Mientras la pelea entre los chicos hacia bullicio de fondo, Yellow estaba sentada bajo la sombra que le brindaba una sombrilla. Entre sus manos tenía su querido cuaderno de dibujo y un lápiz, trazando lo que sería un boceto rápido. El dibujo es una actividad donde siempre se ha refugiado en los momentos que se siente abrumada.
El ambiente caluroso del día la hacía sentir sofocada, cosa extraña porque ella tenía una preferencia por los climas cálidos, es team calor. Pero hoy no se sentía capaz de lidiar con las altas temperaturas.
El estar fuera de su zona de confort fue algo que fácilmente la puso nerviosa, aunque se aseguró de usar prendas extra que le brindan mayor protección, se seguía sintiendo vulnerable. Sabía que nadie la juzgaría al respecto, pero no puede evitar sentirse acomplejada con su cuerpo, sobre todo cuando su mejor amiga es un mujeron como Blue.
No iba a dejar que sus propias inseguridades le arruinaran el momento, se enfocó en prepararse mentalmente para dominar sus nervios, tomándola desprevenida ante las vistas que tenía el privilegio de apreciar. No le preocupaba ver a los chicos sin camisa, estaban en la playa al final de cuentas, pero ver el torso descubierto de Silver resulto demasiado para ella.
El chico tenía una tez pálida, algo normal tomando en cuenta que siempre porta esa camisa negra de manga larga y cuello de tortuga, es delgado, pero logra apreciar pequeños y sutiles indicios de músculos adornando sus brazos y pecho. Su cabello estaba atado en una coleta baja, apartando sus mechones rojos de su rostro, permitiéndole verlo desde una perspectiva diferente.
No podía dejar de verlo, sentía que tarde o temprano empezaría a babear inconscientemente por tener la boca abierta. Necesitaba distraerse, por lo que estaba intentando dibujar a Omny quien estaba jugando a la orilla del mar; se supone que es una escena sencilla y que esta familiarizada con dibujar a su propio Pokémon. Le avergonzaba admitir que le estaba costando más trabajo del usual. Su mirada constantemente divagaba y terminaba observando las acciones de cierto pelirrojo.
Notablemente avergonzada y frustrada, estaba borrando por enésima vez una línea en su trazo.
—El dibujo te está dando mucha batalla esta ocasión. — Una voz logró sorprenderla, haciendo que brincara en su lugar por el susto. —Usualmente no te cuesta tanto un boceto.
Crystal estaba parada detrás de ella, voltea a verla notando el ceño de preocupación que tenía en su rostro. La capturadora ha sido testigo de la constante mejora en la habilidad del dibujo de Yellow, a estas alturas un pequeño boceto de su Omnamite no debería estar dándole tanta complicación.
— ¿Estás bien? — Hablo Crys mientras tomaba asiento al lado de la sanadora, tiene el presentimiento de que la chica necesita hablar de algo importante, y está dispuesta a escucharla.
Yellow se sentía culpable, no quería agobiar a sus amistades con sus extraños sentimientos. Ahora tenía a su amiga sentada a su lado, y por lo que puede suponer, tiene intenciones de tener una larga platica.
—Crys, me espantaste. — Confesó. —Estoy bien, hace tiempo que no dibujaba a Omny, supongo que perdí un poco de práctica.
— ¿Segura que solo es eso? Estas más bastante sonrojada. — Guardó silencio un momento, llevándose una mano a la barbilla mientas pensaba — ¿No te habrás quemado? ¿Te pusiste bloqueador solar? — Crystal siempre tenía un lado maternal constantemente presente, así es como muestra su preocupación.
Inconscientemente se llevó una mano a las mejillas, no podía creer que nuevamente se esté sonrojando por culpa de Silver. Tenía la ruta de escape frente a ella, podría culpar al sol de esto y librarse de complicaciones. Pero odia mentir, sobretodo a sus amigos. Suelta un profundo suspiro y decide hablar con la verdad.
— ¿En algún momento has anhelado un abrazo?
— ¿Es que quieres un abrazo? Te puedo dar uno ahora. — Ofreció Crystal extendiendo sus brazos ante la rubia.
— Me encantan tus abrazos Crys, pero me refiero a uno más... Intimo. — Increíblemente, está segura de que su sonrojo se profundizo más.
Bajó sus brazos, empezando a juguetear con las puntas de sus dedos. —Oh, ¿cómo si fuera con el chico que te gusta? Me avergüenza confesarlo, pero, si.
"Chico que te gusta", con esa frase casi se atraganta con su propia saliva, no era la respuesta que esperaba, ¿acaso le gustaba Silver? Necesitaba descubrirlo.
—¿Y-y como sabes que te gusta?
—Oh Yellow... — La peli-azul le brindó una mirada enternecida, la pobre chica ni siquiera podía definir sus sentimientos. Necesitaba ayudarla. Y aunque desea saber el nombre del susodicho, intentará mantener su curiosidad fuera de momento.
Hablaron durante un largo rato, Crystal confesándole como se sentía ante su enamorado con la esperanza de que esto aclarará los sentimientos que tenía la rubia. Hablaron de como disfrutan estar al lado de esa persona, como disfrutan cada momento a su lado. Como se han imaginado estar en los brazos de esa persona, sintiéndose protegidas al restar rodeadas por su cuerpo, como se podían perder en sus ojos.
La capturadora se sentía expuesta al admitir sus sentimientos de forma tan abierta. Pero, debe confesar que era algo que ella también necesitaba hablar. Y se alegra al ver como Yellow logró poner sus sentimientos en orden.
Le gustaba Silver, no, esto no se quedaba solo en "gustar". Se había enamorado de Silver. Aquel chico que acude a ella como un refugio, un lugar de escape; aquel chico que ve por su bienestar durante sus salidas, aquel chico que le ha permitido ver una perspectiva diferente de la vida... Aquel chico por el que suspira.
Esta revelación está siendo demasiado para procesar, sintió como el ritmo de su corazón se aceleró y como sentía en su estómago el revoloteó de cientos de Butterfree. El momento se estaba siendo abrumador y sentía que podría desmayarse en cualquier momento.
—Ey, ¿Están teniendo una charla de chicas sin invitarnos? Muy mal. — Blue les habló en su típico tono de voz de que estaba haciendo berrinche.
Detrás de ella, estaba Sapphire. Ambas chicas tomaron asiento, creando un pequeño circulo entre las cuatro. Yellow se había quedado bloqueada, no sabía cómo responder; afortunadamente Crys notó esto y decidió hablar antes de que la mayor hiciera más preguntas. — Solo estábamos compartiendo unos pensamientos, no fue algo grave.
—Aun así, está mal el excluirnos. — Enfatizo la evolucionadora mirando a ambas chicas con una mirada ofendida, Sapphire solo se limitó a asentir con la cabeza.
Esta conversación ahora será más incomoda.
Las chicas realmente son bastante apasionadas cuando se trata del tema del amor, especialmente Sapphire. Aunque se le nota en su tono de voz como esta enfadada y dolida cuando hace alguna mención a la falta de compromiso y como se deslindó a base de una amnesia fingida. No pudo evitar mirar de reojo a Ruby.
Cada una habló de lo que les encantaría compartir con su respectiva persona especial; el tipo de relación que llevarían y como saldrían adelante los dos juntos. Era esperanzador escucharlas hablar, le ayudó a no sentirse culpable con sus recientes sentimientos. Le hizo añorar el tener una relación con Silver.
El pensamiento rápidamente se vio frenado, un simple pero directo comentario de parte de Blue fue el causante.
"Si alguien se atreve a lastimar a Silver, juro que nunca se lo perdonaré."
Había olvidado lo protectora que podía ser Blue con el pelirrojo, era su hermano; ella adoraba al chico con todo su corazón, y quería as adoraba al pelirrojo más que nadie jugara con él.
Supuso que Blue sería la primera en apoyarla en su enamoramiento, que sería la primera en ayudarla a afrontar estos sentimientos, nunca llego a pensar en la posibilidad de que la castaña rechazara la situación por tratarse de Silver. Ahora temía por la reacción de la mayor, no está segura de poder enfrentarse a esa situación; así que decidió que no haría nada con su reciente enamoramiento descubierto, por más que su corazón lo anhelara.
Tras eso, se dio un escape para poder ir al baño, las chicas estaban demasiado entretenidas tratando de hacer que Crys confiese quien se convirtió en el dueño de su corazón; necesitaba huir de esa conversación antes de que ella fuese la víctima. Además, sentía que necesitaba echarse agua al rostro y poder refrescarse un poco.
Entablar aquella conversación con las chicas ocasiono que su mente volviera al pelirrojo y se imaginara diferentes situaciones juntos; compartirían un beso, que inicia tímidamente y poco a poco va tomando mayor intensidad, como sus brazos rodearían firmemente su cintura, sentir la presión de su cuerpo al tenerla acorralada contra una pared.
Su pobre corazón no sabe cómo lidiar con el bombardeo de emociones. Dio una profunda respiración que la ayudaría a calmarse y apresuró su paso hacia su destino.
El baño se encontraba a unos metros alejado del área principal de la playa, esto ayuda a darle un respiro del bullicio de la reunión.
Era una pequeña construcción sencilla que tenía una puerta a cada extremo, siendo una para señalar el baño de mujeres y otro el de hombres. Sencillo y eficaz para cumplir su función. Observo como la puerta de los hombres se abría, revelando a cierto pelirrojo salir de esta.
Oh, esto debe ser una mala broma de alguien. No estaba preparada para encontrarse con el causante de que sus nervios estuvieran al límite.
—Silver. — Saludó nerviosa, logrando llamar la atención del chico.
Él se pregunta a qué divinidad habrá hecho enfadar como para que se desquitaran con él de esta forma, ¿Acaso ofendió a Arceus de alguna forma? Si le estaba costando trabajo mantenerse sereno viéndola a lo lejos, no se imagina como será hablando directamente con ella, estando ambos cerca.
—Hola. ¿El calor está siendo demasiado para ti? — Percibió un color rojo que adornaba sus mejillas, debía admitir que la vista era adorable de ver. El sol ya tuvo que haberle quemado.
Ahora no dejaría escapar su ruta de escape, podía culpar al sol —Oh, si claro jeje, ya sabes que mi piel es sensible y reacciona fácilmente. — Espera que el chico no haya percibido el temblor en su voz, indicio de que no estaba siendo totalmente honesta.
Le tomó por los hombros y la dirigió para que pudiera estar bajo la sombra que proporcionaba la techumbre de la construcción. Debía protegerla, le dio una pequeña y sutil sonrisa mientras la miraba a los ojos. A ella siempre le encanto su sonrisa, piensa que es muy bonita y debería sonreír más seguido.
Se quedó embobada en sus ojos plata, cuando sus ojos divagan por su rostro, logra darse cuenta de una pequeña contusión que se le está formando en la comisura del labio. —Te lastimaste. — Sin pensar mucho en sus acciones, Yellow colocó su mano sobre su mejilla, teniendo cuidado de no tocar la herida.
Al sentir el toque, Silver se quedó con la mente en blanco, dejo de pensar. Se hizo conciente de la calidez que le transmitía su mano, disfrutando de cada segundo que pasaba.
Parpadeó varias veces para salir de su trance y responder. —Gold alcanzó a darme un golpe. No es grave. — Yellow soltó una débil risa, alejando su mano de su rostro; solo ha pasado un momento y ya extraña sentir su toque.
—Ustedes dos siempre están peleando. Se nota que son cercanos.
Su risa siguió por un momento. Cuando se detuvo, ambos volvieron a fijarse en los ojos del otro; no había necesidad de decir una palabra, ambos habían caído en su respectivo trance, y poco a poco sus miradas empezaron a divagar.
Ella, dejo que sus ojos ámbar recorrierán su rostro, deleitándose con aquellos labios que deseaba besar; poco a poco su mirada fue bajando hasta poder apreciar de cerca aquel torso que la ha puesto tan nerviosa estas últimas horas. Como le encantaría recorrerlo con sus manos para aprenderse de memoria que partes se hundían y cuales sobresalían.
Su mirada siguió bajando, pasando por su ombligo hasta llegar al resorte de su traje de baño negro. Había llegado demasiado abajo, y estaba segura de que el recorrido de sus ojos no fue nada sutil; avergonzada, desvió su mirada, forzándose a aprenderse todos los detalles de una roca que estaba detrás de ellos.
Él, por su parte, quedó hipnotizado por sus labios. Eran delgados, pero en estos momentos se veían tan jugosos con ese pequeño brillo que tenían. Empezó a preguntarse qué sabor tendrían.
También apareció lo tierna que luce, al estar fuera de sus ropas habituales, es capaz de observar como la tela que tiene rodeada en la cintura cae de cierta forma que hace resaltar sus piernas; como la camiseta que tenía puesta, a pesar de ser holgada, abrazaba suavemente su cuerpo.
Se dio cuenta para donde iban sus pensamientos, sacudió su cabeza antes de desviar su mirada de la rubia. Había cruzado un límite.
Ambos se quedaron en silencio nervioso, el ambiente entre ellos se sentía pesado y tenían la mente confusa como para pensar en algo. Se habían alejado del grupo, por lo que no habría nadie que los interrumpirá; necesitaban decir algo para escapar de la situación, se estaba volviendo insoportable el contenerse de lo que sus corazones quieren.
—B-bueno, nos vemos al rato. — Yellow se obligó a hablar mientras prácticamente corría hacia el baño, su destino inicial.
Consiguió escapar de la situación, estaba a salvo ahora. Entonces, ¿Por qué su corazón sigue latiendo tan violentamente? Esta segura que ha batido algún récord de sonrojo con lo caliente que siente el rostro.
Por su parte, Silver se siente en conflicto, por una parte, agradece que la rubia se haya retirado antes de que el hiciera algo, pero también se siente herido por su acción. ¿Acaso se dio cuenta de lo que le estaba pasando y se sintió incomoda? El fuerte palpitar de su corazón no le dejaba pensar correctamente.
"¿Qué fue eso?" Pensaron los dos, tratando de comprender que acaba de ocurrir entre ellos.
Desde aquel día en la playa, Silver y Yellow no se habían vuelto a reunir; se puede decir que ambos se están evitando, no querían encarar al otro después de aquel momento lleno de tensión que compartieron.
Por eso mismo es que Silver se siente nervioso en estos momentos, está atravesando el bosque Viridian ya que ese día el profesor Oak le había pedido que fuera a verlo para hacerle una actualización a su Pokédex y un chequeo general del estado de sus Pokémon. Eso había sido en la mañana y el viejo terminaría con su trabajo hasta el día siguiente. Así que el chico tendría que esperar en su base cercana más cercana. Por desgracia, estase encontraba en el bosque Viridian, su lugar natal.
Sabe que la rubia tiende a pasar su rato libre en este lugar, por lo que está tomando una ruta alterna que sabe que ella no tiende a usar. Ya que se vio obligado a estar en esta situación, reduciría los riesgos lo más posible.
¿Qué podía salir mal?
Pues, una terrible llovizna se hizo presente, soltándose de una forma tan violenta que le resultaba difícil poder ver lo que había delante de él. Usualmente con sus Pokémon, no le resultaría un problema atravesar la lluvia; pero ahora que estaba sin ellos... Lo mejor sería buscar un refugio.
Al menos recuerda que había una cueva cercana, rápidamente se dirige a ese lugar, sintiendo como su ropa termina empapada por el agua y como se le empieza a pegar al cuerpo, siendo una sensación bastante incomoda.
Al llegar a su destino, suspira aliviado por ya no estar bajo las agresivas ráfagas de lluvia que estaba azotando el bosque. Una vez que observo quien también había decidido usar esta cueva su cuerpo rápidamente se tensó.
Yellow también estaba en la cueva, no tenía puesto su sombrero y se había soltado el cabello de su habitual cola de caballo. Parece que la lluvia liberó su furia contra ella.
Estúpida cueva, ¿Por qué tenía que ser precisamente está la más cercana? Es en serio, ¿Qué tantas posibilidades había de que se encontrarán precisamente en este lugar? El espacio dentro no era precisamente grande, lo suficiente para que estuvieran los dos, pero no como para que haya demasiada distancia entre ellos.
—H-hola, parece que la lluvia también te atacó. — Yellow habló, sintiéndose nerviosa por la presencia del pelirrojo, pero al menos intentaría llevar la situación lo mejor posible, ambos estarían atrapados ahí un rato.
—Si, estúpida lluvia. Se soltó de la nada. — Notó como en sus mechones rojos habían empezado a caer gotas de agua. Paso sus dedos a través de sus hebras rojas, sacudiéndolo en el proceso en un intento de quitar un poco del agua que tenía.
Estúpida vida, que lo obligó a compartir este espacio, estaban los dos empapados, la madre naturaleza no les había mostrado ninguna piedad. Estaría atrapado en esta situación por quien sabe cuánto tiempo.
Bueno, si podía ser honesto, está agradecido de poder apreciar la vista de la rubia...
Espera, ¡No! Esto es malo, si se merece esa maldición, jodete vida y su destino cruel.
Fijó su mirada sobre la chica, apreciando como algunos mechones de su cabello se estaban pegando a su rostro, enmarcando sus facciones redondeadas, haciéndolas destacar. Sin percatarse, quedó atrapado en sus ojos, apreciando lo grandes y brillantes que son, a pesar de la falta de iluminación que hay en este momento, puede ver como brillan en ese color ámbar como la miel; parecían dos estrellas.
Yellow se quedó fascinada con la vista frente a ella, como las gotas de lluvia se deslizaban de su rostro, como su camisa abrazaba su cuerpo, la forma en que su largo cabello rojo se veía de un tono más profundo por estar mojado. Sus ojos siempre actuaban como un imán, atrayendo su mirada sin que pudiera evitarlo.
Se estaban viendo fijamente a los ojos; todo sentimiento de nervios o tensión que tenían momentos antes quedaron en el olvido. El estruendoso ruido de la lluvia cayendo había quedado en segundo plano, ignorándola.
—Estaremos un rato aquí atrapados... ¿Verdad? — Yellow sentía como el calor de su sonrojo estaba invadiendo su rostro, considerando el que tan grave sería el permitirse ser egoísta por una vez en su vida.
Los ojos de Silver cayeron hacia los labios de la rubia, viendo como estaban ligeramente entreabiertos. —Si... Un rato. — Seria tan fácil cortar la poca distancia y tomarlos para él.
¿Sabes qué? Al carajo, ya después vería como se disculparía con la chica. Susurrando rápidamente un "perdón", acortó la distancia que había entre ellos, posando sus manos sobre sus mejillas para poder besarla.
Por unos instantes, Yellow se quedó en blanco; ¿Él realmente la está besando? La presión de sus labios contra los suyos se sentía mejor de lo que hubiera podido soñar. Levanto sus manos para que reposarán sobre sus hombros y correspondió el beso, cerrando sus ojos en el proceso.
Hoy, en la privacidad que les otorgó la cueva y el aislamiento que provocó la lluvia, se iban a permitir cumplirse sus caprichos. Finalmente, no había nadie que pudiera juzgarlos.
Gracias por leer!
