NOTA DE LA AUTORA: Estimados lectores, ¿cómo están? Espero que se encuentren de lo mejor recibiendo el último mes del año. Si hay lectores de Wattpad aquí, les doy la bienvenida. Como saben amigos, tengo también cuenta de escritora en esa plataforma, pero hace unos días hubo unos cuantos problemas de robo de las historias y había decidido ocultar los fics, pero ya haciendo un actuar colectivo, cambiamos las portadas y leyendas de nuestras escritos haciendo la denuncia de los robos. Una situación desafortunada, pero que ya está y tenemos que buscar soluciones. Aquí en Fanfiction, todo sigue igual por lo que el curso de las cosas seguirá normal. Aclarado, ese punto, vamos a lo que nos interesa.

Bien, como dije en el capítulo pasado, quien resolviera la trivia sobre en qué personas y personajes estaban inspirados los OC Joey, Meryl y Julia Kennedy ganaría un cameo en la historia, ya tenemos un ganador.

La respuesta a la trivia es la siguiente;

Joey Kennedy: Ya lo había explicado en capítulos anteriores, este OC propiamente no es mío, GeishaPax me lo prestó para fines de este fic, Joey originalmente surgió en su historia "Falling in to you" muy buena por cierto, pero para cuestiones de creatividad, el personaje es inspirado nada más y nada menos que en Dante Sparda de la saga Devil May Cry, también propiedad de Capcom. Ya que el parecido físico y en actitud Dante es tan parecido a Leon, sin problemas podrían ser hermanos, salvo unos pequeños detalles físicos que tuvimos que adaptar, como el cabello castaño, los ojos verdes y que es ligeramente más corpulento que el agente. Así que ya podrán imaginar un poco mejor al agradable Joey Kennedy.

Meryl Hamilton de Kennedy: La matriarca, la señora Kennedy, una mujer mayor pero no menos elegante y distinguida está inspirada en la actriz Meryl Streep, específicamente en el personaje de Miranda Priestley de la película "El diablo viste a la moda" (The Devil wears Prada). Tanto en actitud com físicamente, creo que no hay mejor visualización de la madre de Leon, que un personaje tan fuerte como Miranda.

Julia Kennedy: Y finalmente, la pequeña hermana de Leon, la caprichosa chica con aspecto de muñeca Barbie, está inspirada en Rachel McAdams, siendo específicos en su personaje de Regina George en "Chicas Pesadas" (Mean Girls). Así es, la hermana menor es toda una reinita y quién mejor para interpretarlo, que haciendo homenaje a una diva del cine en la cultura pop.

Como les dije, este fic lejos de ser un drama lleno de tensión como lo que siempre escribo, es una pequeña parodia y fic que intenta divertir y ser una comedia rosa, es por ello que pueden notar tantos parecidos a personajes emblemáticos y referencias de Hollywood. Espero que eso les divierta tanto como a mí y ahora puedan visualizar mejor a la familia Kennedy.

Y bien, la ganadora del cameo es: *sonido de tambores*

Belle Redfield.

Estimada, fuiste quien más se acercó en los resultados de la trivia, ya viste que con Dante y Joey estuviste muy muy cerca y Meryl si la captaste a la primera. Así que, querida, harás una aparición en la historia. Ya tengo pensado tu personaje y espero que te guste. Harás tu debut en el capítulo 12. Espero que te agrade.

Bien, ya escribí demasiado, así que agradecemos a la interventora que dio fe y legalidad a este concurso y también beteó este fic, nuestra querida GeishaPax.

Muchos aplausos y vitoreos para ella.

Sin más que decir, ¡a leer!.


RESPUESTA A REVIEWS

PikachuFan18: Hola, gracias por tu review. Joey es un tipo lindo, incomprendido tal vez, pero lindo jajaja pero sí, no hay que perderlo de vista jaja. La sesión de fotos será mmm… No te hago spoiler y mejor me cuentas tu opinión ¿vale? ¡Disfruta mucho la actualización!

Soraya - Mendez: Soraya, qué gusto leerte nuevo. Gracias por todos los mensajes que me dejas en mis diferentes páginas, en verdad me halaga demasiado. La historia es un poco loca, pero me agrada que te guste. Y bueno en esta historia Leon está forrado en billetes, pero es un chico modesto y tranquilo que nunca ha encajado allí y su hermano Joey, tienes razón, es un sinvergüenza, pero un sinvergüenza adorable. Respecto a las escenas que me solicitas, creo que tendrás algo de eso más adelante. ;) Espero que te guste el capítulo. ¡Abrazo de oso!

Belleredfield: ¡Tadatatatata! Estimada, como lo dije arriba, te acercaste demasiado a la respuesta, que casi la resuelves en su totalidad, pero aún así te alcanzó para el cameo en este fic que estará listo para el capítulo 12 que prometo actualizar muy pronto. Como adelanto, sólo te puedo decir que tu personaje será alguien muy cercano a la querida Claire y tu participación será muy agradable. GeishaPax y yo ya trabajamos en ello. Disfruta la actualización y queda atenta para tu cameo. ¡Un abrazo!

manu: Hola, ya te había contestado en reviews anteriores, no conozco la serie "Miraclous", como ya te había contado no tengo mucho tiempo libre, he tenido sobrecarga de trabajo por ser fin de año, pero en cuanto tenga un espacio, prometo darle una oportunidad. Ojalá y puedas crearte una cuenta en FF. ¡Saludos!

Jenni Rivera: Oh, gran señora, gracias por visitarme desde el más allá para dejarme sus canciones luchonas que me inspiran a seguir escribiendo y a ALCOHOLIZARME. Jajaja no puede participar en la trivia, mi querida Mariposa de Barrio, pero gracias por escribir. Le mando saludos formales allá en el paraíso de las grandes señoras. "Mírame, no soy la misma de anteeeeeees"

La Luz de Orion: ¡Hola! definitivamente Claire es odiada por las mujeres en la misma proporción que atrae a los hombres. Se vienen más cosas interesantes para este triángulo formado por Joey, Claire y Leon, prepárate. Disfruta mucho el capítulo. ¡Abrazo navideño!

Lexugim Greyrat: Hola, me alegra que la historia te esté gustando. Como ya lo he contado en varias ocasiones, esta historia sólo tiene el fin de hacer pasar un rato agradable con muchos tintes rosas, de comedia y parodia. Realmente no busca ser una historia "seria" y es por ello que me animo a hacer cosas que en otros fics no haría, es por ello que me resulta tan agradable de escribir. De hecho te comparto que este fic nació a base de comedia rosa, parodias, referencias y música ochentera. Es un mix de algo extraño. Espero te guste la actualización.


ACCIDENTALLY IN LAW

Por Light of Moon 12


CAPÍTULO 8: SOMBRA AQUÍ, SOMBRA ALLÁ

Pasaron exactamente los diez minutos que Joey Kennedy había prometido cuando alguien tocaba la puerta de su habitación. Inmediatamente se puso de pie y miró en la entrada al hermano de su prometido seguido de un séquito formado de hombres y mujeres que vestían trajes elegantes en colores negro y blanco, encabezados por un hombre que vestía ropa que a leguas se veía fina; una bufanda plateada, lentes oscuros y un guante blanco en la mano derecha, usando un sombrero sofisticado en la cabeza que le recordó al look del músico Michael Jackson.

—Claire, el es nuestro diseñador Pierre Giroud. —Anunció el hermano del ex policía y continuó: —Pierre, ella es Claire Redfield, la prometida de mi hermano Leon.

El diseñador de piel bronceada se quitó las gafas para dejar al descubierto sus escrutadores ojos cafés y observar a detalle a Claire Redfield.

—Un gusto, querida. —Saludó con un ligero acento francés.

—Encantada.

—Bien, tú serás mi nuevo lienzo en blanco para plasmar mi obra de arte. —Habló mientras la miraba detenidamente y tomaba sin miedo los mechones de su cabello y con el dedo índice levantaba el rostro de la activista para estudiar sus facciones. —Perfecto, visualizado. —Mencionó para sí mismo y habló a sus asistentes. —Chicos, no tenemos mucho tiempo, a trabajar. —Ordenó dando dos palmadas que provocaron que su gente comenzara a moverse rápidamente.

—Bien, yo los dejo. —Se despidió el profesionista de leyes y agregó: —Trataré de ganar unos minutos con los periodistas.

—No te preocupes, tengo todo bajo control.

Enseguida sentaron a la hermana menor de los Redfield en una silla cercana y los ayudantes del diseñador empezaron a desempacar varios maletines donde cargaban brochas, maquillaje, cepillos para el cabello y otros artículos de belleza que ella no logró identificar.

—Linda, tienes mucha suerte, no ocuparemos de tanto arreglo para que te veas preciosa. —Argumentó Pierre y llamó a uno de sus empleados. —Tommy, el vestido azul con tirantes por favor.

De inmediato uno de los chicos sacó de una de las gigantescas maletas un vestido azul turquesa, corto a la altura de media pantorrilla, con tirantes medianos y totalmente liso.

—¿Te agradan las cosas sencillas o eres ostentosa? —Le preguntó el varón que a leguas se notaba que era francés.

—No tengo un estilo definido. —Admitió la pelirroja mientras dos chicas le tomaban ambas manos y comenzaban a aplicar un barniz en sus uñas de color nude. —Pero me agrada más lo clásico.

—Excelente, primor. Me alegra escuchar eso. —Felicitó el hombre experto en moda y añadió: —Lo clásico, lo sencillo, lo elegante jamás pasará de moda. El maquillaje excesivo y los vestidos grotescos déjaselos a las Kardashian, ellas viven de eso. Las mujeres sofisticadas no viven de mostrar de más. Tú te robarás las miradas de Vancouver con distinción.

Claire soltó una risita por el comentario y acto seguido otro par de chicos comenzó a trabajar en su cabello pelirrojo.

—Querida, ¿tu cabellera es natural? —Preguntó el entusiasta europeo.

—Sí, y mis pecas también son naturales. —Respondió con humor la activista, haciendo notoria su fisionomía pelirroja.

Él sonrió con agrado.

—Primor, aprovecharemos al máximo tu belleza nórdica natural.

Enseguida, la eminencia de la moda chasqueó los dedos y uno de los chicos encendió un pequeño aparato de música, donde una canción ochentera en español empezó a sonar, Claire entendía poco del idioma, pero el coro era bastante pegajoso.

"Sombra aquí, sombra allá, maquíllate, maquíllate, un espejo de cristal, y mírate y mírate…"


A la hora señalada llegó puntualmente la entrevistadora y los fotógrafos de una de las revistas más prestigiosas de Vancouver y la anfitriona de la casa salió para recibirlos.

—Meryl, que gusto verla. —Saludó la periodista al entrar al vestíbulo junto con su equipo.

—El gusto es mío, Samantha. —Correspondió educadamente la matriarca dándole un beso en la mejilla.

—¿Hace cuánto que no nos vemos? —Preguntó entusiasta la periodista.

—Desde el reportaje por el aniversario de Richard y mío, cuando aparecimos en la portada.

Escondida en uno de los pilares de la terraza y sin hacer ruido pero escuchándolo todo, Stacy miraba cómo su plan se llevaba a cabo, sonriendo con malicia para esperar la cara que pondría su ex suegra cuando la pelirroja la hiciera quedar mal ante los medios.

Cerca de las escaleras, Joey Kennedy miraba nervioso que la prensa ya había llegado a casa y la puerta de la habitación de Claire no se abría.

"Espero que no tarden tanto." Pensaba a la vez que cruzaba sus brazos con ansiedad.

—¿Has visto a Claire?

La voz a sus espaldas lo sobresaltó. Se trataba de Leon.

—Aún no está lista. —Respondió a su hermano mayor.

—¿Qué? —Cuestionó el rubio.

—Hijo, que bueno que ya estás aquí. —Llamó la madre de ambos refiriéndose al recién llegado. —Te presento a Samantha, periodista de Visages. Samantha mi hijo mayor, Leon Scott Kennedy.

La mujer se presentó ante el primogénito de los Kennedy y de manera inmediata los camarógrafos acapararon la atención del ex policía para explicarle cómo funcionaría la plática con los medios. Enseguida Meryl tomó la palabra nuevamente.

—Ahora que se conocen, creo que podemos empezar la entrevista, enseguida pido que llamen a Claire. —Indicó la señora Kennedy mandando llamar a un empleado.

Joey miró su reloj. Aún era muy poco tiempo para Pierre y sus asistentes. Tenía que ganar algunos minutos. Inmediatamente se puso frente a la chica de Visages y su familia para iniciar una conversación.

—Y yo soy Joey Kennedy. —Se presentó de manera inmediata extendiendo la mano para saludar.

—¿Pero qué hace ese imbécil? —Murmuró con voz inaudible la ex novia de Leon que miraba expectante.

—Joey, qué gusto saludarte. —Dijo la morena saludando al abogado. —Aunque creo ya nos habíamos presentado antes.

—Oh, es cierto Samantha. —Mencionó fingiendo demencia y agregó: —Por cierto, ¿puedo ofrecerte algo de beber? Puedo prepararte un trago de licor de avellana, un whisky en las rocas o incluso podemos destapar una botella de champagne.

Antes de que la periodista pudiera contestar, la madre se acercó a su segundo hijo.

—Cariño, el tiempo de Samantha es limitado, y deben aprovechar la luz natural para que las fotografías salgan lo mejor posible. —Explicó Meryl con una sonrisa pero a la vez con una amenaza escrita en sus ojos azules.

—Vamos, las fotos no tienen por qué ser precisamente en el jardín como siempre, la casa es enorme, pueden ser aquí en el hall, en la terraza e incluso en nuestra biblioteca. ¿Ya les contó mi madre que la remodeló y quedó de lujo? Fueron casi cien mil dólares en gastos…

La mujer del medio periodístico dio una media sonrisa.

—¡Cielos! Es muy amable de su parte pero…

—Pero deben terminar la entrevista de tu hermano y su prometida. —Completó la madre con menos cortesía. —Winston, vayan a llamar a Claire, avísale que la prensa está aquí.

—Pero mamá, espera… —Detuvo el litigante quien se llevó una mirada asesina de su progenitora y una amenaza por lo bajo.

—Joey Kennedy, lo diré una vez; deja de quitarle el tiempo a los de la revista. —Terminó levantando el dedo índice de la mano derecha.

La hija de los Watson que estaba espiando desde lejos, levantó una mano al cielo en señal de victoria y la otra se la llevó a la boca para silenciar una carcajada triunfal, Meryl ya estaba enfadada y la persistencia de su hijo sólo empeoró su humor.

Por su parte el segundo hijo de los Kennedy iba a protestar cuando miró al séquito de maquillistas, pedicuristas, peinadores y demás estilistas bajando las escaleras, seguido de Giroud que bajaba solemne las escaleras, atrayendo la atención de todos los presentes, incluida a la chica fisgona:

—Bonsoir, —saludó el diseñador en su idioma natal —debo decir que este trabajo lo he hecho en tiempo récord, pero no por ello el resultado es menos bueno.

"¿Pierre Giroud? ¿Qué hace aquí?" Se preguntó la primogénita de los accionistas.

El francés hizo una seña con la mano y llamó;

—Cariño, muéstrales tu belleza.

En ese momento, todas las miradas se dirigieron a la chica que bajaba las escaleras en dirección al salón.

Enfundada en un sencillo vestido azul que se ajustaba a sus curvas delicadas y unos zapatos altos de color crema, se presentaba una preciosa Claire Redfield que llevaba maquillaje sencillo que resaltaba su belleza natural y su mirada aguamarina. Con un poco de rubor rosado y brillo labial habían logrado un look romántico acentuado por la cabellera de color rojo dramático que caía libre por su espalda, peinado en ondas delicadas.

Tomándola de la mano, el hombre experto en moda la ayudó a bajar el último escalón, mostrando su obra a los demás.

Al observarla de cerca, el rostro de todos era digno de fotografía; la expresión complacida de Meryl, la mueca de enfado de Stacy, el asombro de los periodistas, pero sin duda las caras que no tenían precio eran de los hermanos Kennedy.

A pesar de querer disimularlo, no podía. Si no la estuviera viendo, no creería tal transformación. Se veía hermosa, demasiado bella, tanto que juraba que en su mente podía escuchar las notas de "Changes" de David Bowie, musicalizando el andar de la pelirroja.

Pero sin duda, el más expresivo fue el ex policía, donde su mirada reflejaba sorpresa, incredulidad y demás emociones ocultas en medio del impacto. ¿De verdad ella era Claire? ¿Se trataba de la misma motociclista que había conocido aquella noche de 1998? Vaya, en verdad su amiga era un diamante en bruto y tenía potencial de modelo, sin duda. Como si no fuera suficiente con las ocasiones en que había soñado despierto con la compañía de la activista, ahora su mente comenzaba a jugarle un truco bastante sucio. Leon siempre había sido de mente ágil, pero a su mejor amiga siempre la había visto como eso, con el mismo decoro y respeto con el que se le mira a una hermana o pariente, nunca como una mujer potencialmente hermosa. Así había sido hasta ese día, en que sus pensamientos menos caballerosos comenzaron a aglomerarse en su mente.

"Cálmate, maldito enfermo." Se regañó a sí mismo y pasó saliva.

El diseñador entregó la mano de la chica a su prometido que al verla de cerca se quedó totalmente sin palabras y Claire le dedicó una sonrisa encantadora.

—¿Podemos empezar? —Preguntó Samantha y en respuesta recibió un asentimiento por parte de la pareja que se dirigieron al jardín donde sería la sesión fotográfica.


Para iniciar la entrevista, primero tanto Leon como Claire serían entrevistados por separado para hablar acerca de sus gustos personales, hobbies, estudios… Para después ser entrevistados en pareja, donde hablarían de su relación y más específicamente de la vida que tendrían en matrimonio. En afán de darle agilidad, un periodista se quedó charlando con Leon y Samantha con Claire.

Ya había respondido acerca de su comida favorita, su género musical predilecto, preferencias de destinos turísticos y demás intereses que a él le parecían irrelevantes, ya que en ese momento su mente estaba en otro lado. A unos metros de distancia, estaba la mujer que ante los ojos de todo el mundo era su prometida, hablando sobre temas que él desconocía totalmente, a pesar de todo el tiempo que llevaban de conocerse.

—Entonces estudiaste en la Universidad de Michigan. Una licenciatura en artes parece de lo más apasionante. —Comentó Samantha mientras un tercero hacía las anotaciones.

—Para mí lo es, el dibujo, la danza y la lectura son de mis grandes pasiones. —Afirmó con una sonrisa, la activista de Terra Save.

"Wow, Claire estudió artes. No tenía idea." Admitió un tanto sorprendido y avergonzado el ex Policía.

—Canadá es uno de los países más lectores de América. —Mencionó la chica de Visages y añadió: — ¿Podrías mencionarnos tu libro predilecto?

—Claro. Sin duda mi lectura preferida es "Los Miserables" de Víctor Hugo.

Leon seguía escuchando atento las preguntas que su prometida estaba respondiendo que por un momento se olvidó del sujeto que tenía enfrente y que lo estaba cuestionando de algo que tenía que ver con la empresa y su ascenso a la Presidencia.

—Ah, sí, la empresa es grandiosa… Es una buena oportunidad… —Respondió distraídamente, mientras continuaba mirando de reojo a la pelirroja que le estaba robando la concentración.

Cuando finalizaron las preguntas individuales, comenzó la entrevista en conjunto, donde en concreto, hablarían de su relación.

—¿Desde cuándo se conocen? —Preguntó Samantha.

—Desde 1998. —Relató la ojiazul de manera breve.

—¿Qué edad tenían?

—Diecinueve. —Contestó ella.

—Veintiuno. —Contestó

—¡Vaya! Eran todos unos adolescentes. —Exclamó sorprendida. —Entonces podríamos decir que fue amor a primera vista.

Leon y Claire voltearon a mirarse nerviosamente. No habían planeado ninguna historia de amor previamente para que fuera la versión oficial de su romance. Tendrían que improvisar.

—Mmmm no exactamente. —Respondió el rubio con duda.

—Éramos amigos. —Completó la Redfield con una media sonrisa.

—Ya veo, de la amistad surgió el amor. —Parloteó la periodista y continuó: —¿Y cuándo comenzaron a salir?

—En 2005. —Contestó de manera inmediata la ojiazul.

—Sí, nos reencontramos después de un tiempo de dejarnos de ver.

—Oh, lo de ustedes suena a eso a lo que los escritores llaman "destino". —Dijo con una sonrisa. —Pero díganme, ¿quién le echó el ojo a quién? ¿quién fue quién empezó la conquista?

Al escuchar esta pregunta, ambos estaban en un aprieto. La postura de Claire se puso rígida en el sillón que compartía con su prometido y él se tensó en su sitio. De reojo observó la mirada nerviosa de la mujer que tenía a su lado. La pelirroja también se dio cuenta de que el ex Policía estaba en un embrollo y debían formular una respuesta ya, antes de que el asunto comenzara a ponerse sospechoso.

—Yo. —Contestaron ambos al mismo tiempo.

La activista se sonrojó al darse cuenta que habían pensado lo mismo y el agente dio una sonrisa cálida.

—Oh, ¿o sea que los dos se atrajeron después del reencuentro?

—Sí, tal vez… —Respondió el varón.

—Sí, así fue. —Afirmó nerviosa.

—¿Qué les parece si empiezan por contarme qué fue lo que los enamoró? —Cuestionó haciendo señas con las manos. —¿Qué es lo que más les gusta de su pareja? Háblame de Leon, Claire. ¿Qué es lo que más te gusta de tu prometido?

La hermana menor de Chris Redfield se mordió el labio inferior y clavó la vista en su compañero. Nunca había tenido problemas en hablar ante la prensa pero esta vez le estaba resultando complicado. A pesar de estar acostumbrada a convivir con él, diariamente en los últimos tiempos, las miradas que Leon le estaba dedicando ese día desde que la vio la estaban poniendo nerviosa. Desde que Pierre Giroud la había "transformado", él no había dicho absolutamente nada, ni para bien, ni para mal, lo cual estaba diezmando su confianza. ¿Y si no le había gustado? ¿Y si esto no era lo que él esperaba? ¿Y si se veía igual que otra chica más de las de su medio? Por alguna razón, la opinión de su entonces mejor amigo le estaba importando demasiado y le frustraba el no saber lo que pensaba, y también le estaba afectando notarlo tan serio. En ese momento pensar en una respuesta le estaba implicando una tarea complicada, por lo que era mejor ir por el camino de la honestidad. A lo largo de su vida, siempre había reconocido y admirado las virtudes de su compañero, por lo que ahora sólo tendría que explicarlas en voz alta.

—Leon tiene muchas virtudes, no terminaría de decírtelas en el tiempo que tenemos. —Soltó con una voz que intentaba sonar segura. —Pero creo que lo que más me gusta de él es su valentía, su nobleza y la integridad de su persona. Creo que es un ejemplo a seguir y es uno de los hombres que más admiro.

A pesar de que su respuesta había sido buena, se arrepintió en cuanto la dijo. Eso no sonaba a una respuesta de una mujer enamorada y se decepcionó de ello. En realidad, ella quería expresar mucho más pero algo en su interior la hizo detenerse. Quizás era miedo.

—Muy bien. —Sonrió y enseguida volteó a mirar al hijo mayor de los Kennedy. —Y tú, Leon, ¿qué me puedes contar de Claire? ¿Cómo fue que te diste cuenta que era "ella"?

Ahora era su turno de estar en problemas. Desde hacía algunos días, algo extraño estaba sucediendo con él. Acostumbrado a su individualidad, a no rendirle cuentas a nadie, pero tampoco a compartir sus experiencias del día. De repente la vida le pone una compañera a su lado, que es atenta, dulce, inteligente… En algún momento, comenzó a agradarle la presencia de la pelirroja, su compañía en esta misión descabellada le hacía la vida más llevadera, más de lo que pensó. Al salir de lo abrumador del trabajo, ansiaba llegar a casa para cenar con Claire, hablarle de su día y que ella le contara del suyo, pasar tiempo juntos se había convertido en la parte favorita de su jornada. El apego que estaba comenzando a desarrollar por Claire Redfield, era distinto a cualquier relación que había tenido en su vida. Con su familia a pesar del cariño fraterno que profesaba, jamás había sido tan unido a ellos; siendo el hijo rebelde de la casa y quien no lograba encajar con los lujos y el confort al que ellos estaban acostumbrados. Con Ada Wong, a pesar de la "relación" tormentosa de estira y afloja con la asiática, la espía jamás le permitió que dejara demostrar lo que realmente sentía por ella, era más un pacto de cooperación y sexo ocasional, un ganar-ganar donde sentía que él en realidad no estaba ganando mucho, o tal vez nada. Sus demás "relaciones amorosas", eran aventuras de una noche o citas esporádicas que no lo llevaban a ningún lado, y que realmente le importaban poco. Ninguna de las personas con las que se había topado en su vida habían logrado marcarlo o hacer que él se sintiera verdaderamente cómodo en su compañía, nadie, excepto ella. Y eso comenzaba a preocuparle.

Claire era su amiga, su mejor amiga desde hace años. Era su compañera, su confidente, su puerto seguro. Pero, ¿por qué ahora le estaba resultando tan difícil tenerlo claro? Sólo tenía que decir algunos detalles buenos de la personalidad de la chica Redfield y ya, pero no lo estaba logrando y verla a su lado, insoportablemente hermosa, le estaba dificultando la tarea. Un nuevo problema estaba surgiendo con él, sentía que conocía a la motociclista, pero en realidad era hasta estas instancias que estaba descubriendo a una persona nueva, a la mujer detrás de la fachada de confidente.

"¿Cómo fue que te diste cuenta que era ella?" Resonó en su mente la pregunta de la entrevistadora.

¿Y si Claire estaba pasando de ser su amiga?

Una voz en su interior le susurró despacio lo que ya venía confirmando desde hace días.

Quizás, quizás Claire efectivamente, era ella.

Este último pensamiento lo hizo pasar saliva de manera audible. Los ojos confundidos de la pelirroja lo miraban expectante y finalmente soltó una respuesta.

—Puedo asegurarte, Samantha, que Claire es la mujer más dulce, buena y desinteresada que jamás había conocido. —Aseguró clavando su mirada azul en las pupilas de su compañera. Enseguida tomó la mano derecha de su prometida y la sostuvo entre las suyas suavemente. —Supe que era ella porque cuando estoy a su lado, siento que puedo lograrlo todo, y… —se interrumpió por unos segundos. —Y que con ella, jamás volveré a sentirme sólo. Creo que soy muy afortunado de tenerla a mi lado. —Finalizó besando el dorso de la mano femenina que sostenía.

Al escuchar esto, Samantha puso cara boba por esas palabras tan románticas por parte de uno de los hombres más importantes del país y él estaba tan sorprendido por lo que acababa de decir, como Claire lo estaba, que lo miraba con sobrada confusión.

¿Qué había sido eso?

En ese momento, no sabía exactamente cómo debía sentirse. Era de lo más lindo que le habían dicho en los últimos tiempos y la manera en que Leon lo había expresado parecía que fuera de verdad, era una lástima que todo esto fuera una triste actuación. Tenía que reconocer que su amigo era un excelente actor, aunque eso la hacía sentir incómoda. Todo esto era un show montado, pero aquello había sonado tan real que la confundió por unos segundos. No tenía caso engañarse a sí misma.

Por su parte, Leon sentía que su respuesta había sido satisfactoria, pero la pregunta era: ¿realmente estaba inventando todo eso?

A pesar de que esto no era parte del plan, él sabía que su respuesta no era del todo falsa, o mejor dicho, no lo era.

"Qué desastre…" Pensó al admitir que su plan de la "pareja feliz" comenzaba a jugarle en su contra. Su mejor amiga comenzaba a gustarle.

Como parte final, continuaron con la sesión fotográfica donde unas tomas fueron primero para Claire en individual y otras para él, para terminar con varias imágenes de ellos juntos como pareja en posiciones típicas; tomados de la mano, sentados juntos, mirándose.

—Chicos, por favor, necesito que dejen su timidez. —Indicó el fotógrafo mientras centraba a la pareja en la parte más adornada del jardín y el equipo que cargaba reflectores y otros aparatos los rodeaban. —Sus emociones las estoy notando muy planas, y no me están reflejando la imagen que quiero para la portada.

¿Y cómo iban a hacerlo? Si la tensión entre ambos era palpable. Lejos de parecer una pareja enamorada, parecían un par de desconocidos forzados a ser retratados juntos. Nadie había pronunciado una sola palabra después de la entrevista y no sabían cómo debían sentirse por eso.

La Redfield resopló y Leon relajó la postura rígida poniendo atención al camarógrafo que seguía dando indicaciones.

—Necesito que me demuestren amor. Así que Leon, te voy a pedir que la beses.

Mierda. Lo que le faltaba para terminar de confundirlo. Un beso con Claire era lo que menos necesitaba en este instante. Es cierto, ya se habían besado antes en la casa de Chris el día que pidió su mano, pero ese día se dejó llevar por la emoción del momento y además, aún veía a la pelirroja como su mejor amiga y nada más, y ahora ya lo estaba dudando. ¡Qué lío!

La menor Redfield lo miraba con duda, Leon estaba tan serio y pensativo que le daban ganas de preguntarle de una buena vez qué rayos le pasaba o en el peor de los casos, salir corriendo.

El ex policía notó la inseguridad en los ojos de la pelirroja desde que inició la entrevista y pensó que quizás su actitud taciturna no estaba ayudando. Entonces pensó que el camarógrafo tenía razón. No parecían una pareja a punto de casarse. Se suponía que los novios enamorados tenían otro aspecto; felices, radiantes… Bajo esas premisas se le ocurrió una idea, ¿por qué no iba a disfrutarlo?

Ante los ojos de todos, Claire Redfield era su prometida, la mujer que amaba y que dentro de poco sería su esposa. ¿Por qué intentaba engañarse, reflejando tensión, para disfrazar que en realidad la estaba pasando bien?

Obedeciendo las órdenes, agachó el rostro hasta acercarse a una distancia casi invasiva de su compañera y le dedicó una cálida sonrisa.

—¿Estás lista?

Ella no respondió, simplemente cerró los ojos, que era una clara señal de que sí lo estaba. El cambio repentino de la actitud de Leon la había desconcertado, pero la sonrisa y la postura relajada, la hicieron pensar que las cosas ya estaban mejor.

Con cuidado junto sus labios con los de Claire y sintió como si le hubiesen movido el piso. Sus labios eran tremendamente suaves y tenían un leve sabor a cereza. La sensación era abrumadora.

Después de todo el malestar que su prometido le había hecho pasar desde que llegaron los tipos de Visages, este acto era rotundo. La estaba besando pero de una manera muy distinta a la ocasión pasada, algo había cambiado, y sea lo que sea, ella estaba correspondiendo de buena gana. ¿Hace cuánto que no estaba disfrutando de un buen beso? Cruzó por su mente el pensamiento que su mejor amigo era un muy buen amante.

Los flashes de la cámara y los "clicks" de las fotografías sonaban a su alrededor, pero parecían hacer caso omiso de aquello, sintiéndose cómodos a pesar de estar siendo observados.

En algún momento, Claire mordió el labio inferior de su pareja, hecho que lo hizo sonreír y bajar una de sus manos a su cintura para acercarla más a él, y en respuesta, la pelirroja se abrazó a su cuello.

—Excelente chicos, ya tengo la toma. Corte. —Felicitó el experto en fotografía pero ellos lo ignoraron campalmente continuando en su asunto.

—Chicos, corte. —Insistió el hombrecillo, creyendo que los novios no lo habían escuchado.

"Oh, vamos. ¡Cállate la maldita boca!" Pensó el agente al escuchar las órdenes de ese individuo.

—Señores, me hacen falta más tomas y se me acaba la luz natural. ¡Corte! —Gritó en voz alta para que se detuvieran y pudieran terminar con la sesión.

Más por falta de aire que por ganas de escuchar las instrucciones del empleado de Visages, Leon y Claire se separaron pero sin dejar de abrazarse, viéndose a los ojos fijamente.

—Creo que esto era lo que hacía falta para romper la tensión. —Dijo finalmente el rubio, hiperventilando para recuperar el aliento.

—Sí, creo que sí. —Afirmó la pelirroja con una sonrisa tímida y las mejillas sonrojadas.

—Muy bien, ahora quiero que pasen a la fuente principal, unas tomas cerca del agua y terminamos esto.

—Mejor le hacemos caso antes de que se vuelva loco. —Propuso ella tomando de la mano a su prometido que la siguió en silencio sin protestar, y sin quitarle los ojos de encima a su silueta de diosa griega.