A partir de este capítulo habrá spoilers del manga, así como de los capítulos especiales, luego de la "Batalla del Basurero".
POV de Kenma
No podía quitar los ojos del partido entre el Karasumo y el Kamomedai. ¡Era tan entretenido! Ambos equipos sacaban sus mejores ataques. Fue tan impredecible y lleno de emoción y energía. Shoyo cambiaba en un instante su armamento en medio de la batalla, como cuando cambias de una lanza a una espada en los videojuegos. Y Kōrai Hoshiumi de la escuela Kamomedai…wow. En serio disfruto tanto ver a jugadores como ellos.
El partido fue muy reñido. Cada equipo había ganado un set. De repente, en medio del tercer set, Shoyo hizo una jugada increíble, remató y obtuvo un punto. Tanaka le extendió su mano para levantarse luego de ese salto tan alto que hizo, pero no pudo agarrarla y cayó al suelo. Pidieron tiempo fuera y lo llevaron a la banca. En medio del bullicio de las especulaciones del público, el equipo del Karasuno se enfocó en Shoyo y el ambiente se volvió de preocupación. Estaban hablando…
-¡Claro! Debe ser eso.-dije más para mi que para los demás.
Jugar dos partidos con tanta intensidad en un día es algo agotador. Por eso este día es el peor de todo el torneo. ¿Qué les pasa a los responsables po organizarlo de esta manera? Y si sumamos a que Shoyo no ha parado de saltar en todo el día, cualquiera esperaría que su stamina llegara al límite. Pero como él se enfoca tanto y disfruta demasiado el juego, ni él mismo se percata de su cansancio.
Por la posición de sus pies y manos durante las jugadas, así como sus movimientos, no es posible que se haya lesionado. Poco a poco pude notar ciertas diferencias en sus jugadas. Mínimas, sí. Pero Shoyo no ha sido Shoyo al 100%. Se estaba comportando como él mismo en un 98%. Nadie se hubiera percatado, yo mismo no le di mucha importancia pero…sí, seguro tiene fiebre. Se esforzó de más.
No creí que pudiera seguir jugando el resto del partido. Esto le debe doler más que perder. Me levanté sin decir nada de mi asiento a la par de Kuroo y me dirigí a las gradas. Él no dijo nada mientras me iba, pero pude sentir que me observaba.
Aaagh, últimamente siento cómo me observa siempre. ¿Qué no hay nada más interesante qué ver? De seguro fue por lo que dije aquel día…Pensé que ya no le daba tanta importancia. No es que se haya estado comportando de forma tan extraña pero…
-¡Ah, claro! Por eso ha estado viniendo tanto a mi casa- me percaté de repente.
Lo ha hecho muy casual, pero debe ser porque está preocupado por mi. No puedo creer que lo haya cargado con tantas preocupaciones. Él ya tiene suficiente con toda la carga del último año de preparatoria, con los exámenes de ingreso para las universidad y con la responsabilidad de ser el capitán del equipo y llevarnos al Torneo de Primavera.
Antes de poder seguir dándole vueltas al asunto, llegué a la puerta de salida del gimnasio.
-Kenma-dijo Shoyo sorprendido viendo que de la nada aparecía frente a él.
-Hey, vine para animar a un amigo.
-Kenma…-respondió Shoyo al borde de las lágrimas.-¿Puedes encontrarme una manera de seguir viendo el partido?
-Ten-dije sonriendo mientras le extendía mi tablet con el partido transmitiéndose- Te traje esto para que lo tomes prestado.
Era lo mínimo y, de hecho, lo único que podía hacer por él. No puedo separarme de mi equipo y acompañarlo al hospital, estamos bajo el cuidado del entrenador. Ugh, qué inservible soy. Pero…espero que se recupere pronto y haya alivianado un poco el hecho de ya no poder estar físicamente dentro de la cancha. Al menos así tendrá una forma de aún estar en el partido en su mente. Un partido como este, no se puede sacar de la cabeza fácilmente.
Regresé a mi asiento junto a Kuroo para ver cómo terminaba todo. En un abrir y cerrar de ojos, el marcador cambió a 25. Karasuno perdió en los cuartos de final.
-Wow, ¡qué gran partido! Pero no puedo creer que Hinata se haya tenido que ir. ¿Por qué le habrá dado fiebre?-preguntó Tora desde al asiento de atrás.
-Quién sabe, pero de seguro ya tenía fiebre desde antes de empezar el partido. Pero el pequeño siempre es tan entusiasta que no pudimos notarlo.-respondió Kuroo.
-Bueno, hay alguien que seguro lo notó. Como son esos dos, seguro Kageyama pudo notar algo extraño-añadí.
-Si, Kageyama es tan observador que seguro se dio cuenta.-comentó Tora.
-Claro, con esa fiebre, probablemente Shoyo ni haya almorzado después de nuestro partido y se haya quedado sin energías. Seguro Kageyama lo notó, pero pudo haber descartado la idea de que se sintiera mal al atribuirlo a la emoción del torneo…-volví a añadir.
-Es probable…tus poderes de análisis siempre me sorprenden- dijo Kuroo entre serio y burlón.
-Mmm…
No dije nada más, como si él mismo no estuviera aplicando su análisis conmigo. Seguramente también convenció a Hikari de no perderme de vista, o puede que haya sido al revés. Pero con ella no he notado alguna diferencia. Sigue viéndome y hablándome como siempre…
-Kenma, luego que regresamos a la Preparatoria, ¿quieres venir a mi casa?-preguntó Kuroo mientras caminábamos para la salida.
Allí va de nuevo.
-Podemos seguir viendo algunos partidos- insistió-después de ver este, dan ganas de seguir viendo más.
Sabe que ese es un plan que nunca me he podido negar pero…
-No. Solo quiero ir a dormir a mi casa.
-Pero ¿por qué? Podemos jugar videojuegos si no quieres seguir viendo voleibol. Comer pizza y pie de manzana-trató de convencerme sacando todas las armas que tenía.
Por más tentador que suene, no puedo aceptar. No puedo seguir preocupándolo más y gastando sus energías. Hay cosas mucho más importantes en las que debería estarse enfocando que en mi. Como no dije nada, Kuroo prosiguió:
-Seguramente a ti también te dará fiebre, Kenma- dijo de repente con un semblante más serio que de costumbre. ¿Qué harás si te sientes mal?
-Solo con dormir basta.
-No, Kenma. ¿Recuerdas esa vez cuando éramos niños? Te dio muchísima fiebre luego de esforzarte de más en un partido. Yo llegué a tu casa y no había nadie. Cuando abrí la puerta de tu cuarto, estabas cubierto en sábanas, casi convulsionando. Me sentí responsable porque sentía que de alguna forma yo te estaba obligando a jugar y que habías terminado así por mi pero…lo que más me preocupó es que no habías tomando ninguna medicina. Nadie sabía que te sentías mal y habías estado así por horas.
-...ya no soy un niño Kuroo. Si me siento mal solo tomaré algo y ya. No es nada grave. No me voy a morir…-paré de hablar en el instante que esa palabra salió de mi boca. No tengo que mencionar nada que tenga que ver con la muerte a Kuroo, aunque solo sea una manera de hablar. Y esta vez sí era sólo una forma de hablar, pero los ojos de Kuroo se abrieron tanto que pensé que se le saldrían.
-Está decidido, hoy vendrás a mi casa.
-Kuroo…por favor. No. Mejor ve con los demás de tercero, seguro quieren pasar el resto de la noche juntos.
-...me preocupas, Kenma.
-...¿Si te prometo escribirte en el instante que me empiece a sentir mal, podemos dar este asunto por terminado?
Kuroo exhaló de forma muy profunda. Al final, accedió. Sabe que cuando estoy decidido con algo, no puede hacerme cambiar de opinión. Probablemente pensó que sería capaz de cerrar todas las puertas de mi casa con llave para no dejarlo entrar para que me llevara a su casa. Pero también sabe que si le prometo algo, lo haré. Nunca me he retractado de algo que prometo.
Por hoy, solo quiero volver a ya no pensar en nada…
-¡Kenma! Si no hubieras dado un golpe descontrolado a la pelota, ¿la habrías colocado?- preguntó Lev cuando nos dirigimos a la estación. Todo el equipo volteó a verme en espera de mi respuesta.
-Hmm…Todos estaríamos demasiado cansados después de ese largo rally…pero luego la recepción perfecta de Kai hubiera motivado a todo el equipo para intentarlo de nuevo. Puedo ver tanto a Lev o a Tora rematando la pelota con fuerza para anotar el punto...Así que mejor hubiera puesto una pipe para Fukunaga.
-¡Aww! -respondió Lev desilusionado.
-¿Por qué?! -preguntó Tora frustrado porque no se la hubiera dado a él. Mientras tanto Fukunaga levantaba un pulgar convencido de esa decisión.
-Aunque la rotación de Karasuno los tendría atrapados con bloqueos más bajos al frente- continué explicando-...quizá enviarla a Lev y forzarlos a pelear contra nuestra altura también hubiera funcionado.
-¡Oh, sí! ¡Eso, Kenma! ¡Eso! -asintió Lev orgulloso.
-Pero, de nuevo, esa situación tenía todo lo necesario para activar la habilidad definitiva de Tora: ¡AGALLAS! Puedo verme dándosela para que se luciera con un ace.
-¿Activar mis qué? -preguntó Tora, escéptico a que yo estuviera diciendo esas palabras.
-Pero incluso si hubiéramos pasado su bloqueo...
No podía continuar, pensar en todas las posibilidades y no ver un fin a las jugadas me frustraba. Tras una breve pausa, proseguí, ya que todos estaban esperando sin decir ni una palabra a que continuara:
-El líbero…Noya de seguro la habría salvado en el último segundo.
-¡Aaaugh! -se quejó Lev.
-¿¡Él lo haría?! ¿¡En serio?! -preguntó Tora, incrédulo.
-Y luego, a pesar del horrible pase, Kageyama igual se pondría debajo del balón...
-¡¿Otra vez él?! -protestó Lev.
-Y entonces Shoyo ya estaría en el aire...
-Bueno, yo ya estaría saltando para bloquear... espera, ¡no! ¡Tendría que quedarme quieto! ¡Saltar contra Hinata en ese momento sería justo lo que Kageyama querría! -pensó Lev, imaginándose en el partido.
-¡Eeeeso es! ¡Vas entendiendo, Lev! -lo animó Kuroo.
-¡Gracias! -respondió Lev, entusiasmado.
-Conseguiríamos un desvío -continué-, mantendríamos el balón en juego... lo mandaríamos de vuelta a un lugar incómodo...
-¿¡Anotamos?! -preguntaron Lev y Tora, desesperados por saber el resultado.
-¡Agh! ¡Sawamura, maldición! ¡La recibiría...! -expliqué molesto.
-¿Qué, él también está ahí? ¡Maaaldición! -comentó Kuroo-. Confiemos en el viejo y buen Saa-Mura para estar justo donde no queremos que esté.
-¡Rayos! ¡El rally no se acaba! ¡Estoy agotado! ¿Puedo rendirme ya, por favor? -pregunté, desesperado, sintiendo que todo estaba ocurriendo de verdad.
-¡Bfft! -soltó Kai antes de estallar en carcajadas. Luego, todos empezaron a reírse.
"¡Esto es tu culpa por hacer preguntas tontas, Lev!", pensé. Y eso que yo ya no quería seguir pensando…Pero bueno, al menos todo el equipo se puso de buen humor. Fue por mi descuido que perdimos ese último punto…de igual forma no hubiéramos podido ganarles en esa situación…¿o sí?
Ganamos todos los partidos de práctica contra ellos…si me hubiera esforzado un poco más en los entrenamientos tal vez tendía más aguante y los de último año no tendrían que despedirse tan pronto del voleibol…Agh, soy el peor…
"¡Ya, para de pensar!" me grité a mi mismo en mi cabeza.
